En aviones,
barcos, buses, carros, chalupas, planchones, burros y mulas
se transporta el correo
social del país
CARTAS QUE CRUZAN BARRERAS
Bogotá, 4 feb (SNE). Que una comunicación escrita
viaje de una ciudad a otra para que sea recibida, no es noticia.
Pero que una carta u otro tipo de comunicación viaje en
avión de un lugar a otro, continúe su recorrido
por tierra, después viaje unos cuantos kilómetros
por barco, llegue a una zona apartada en donde el único
medio de transporte es la “chalupa” y finalmente
tenga que transportarse en mula o en burro para llegar a una
pendiente bordeada de vegetación en donde habita el destinatario
de este envío, esto sí tiene gracia. Y más
aún si por este servicio convertido en odisea, el usuario
no tiene que pagar un peso adicional.
Y es que cada vez que la Administración Postal Nacional
se compromete a llevar una carta, por recóndito que sea
el lugar, lo hace y le cumple a su clientela. A diferencia de
lo que ocurre con la mayoría de los operadores de correo
que no cuentan con la cobertura que tiene la red de Adpostal,
por lo cual el costo de los diferentes servicios que prestan
se incrementa entre un 40 y 60 por ciento en comparación
con las tarifas del operador postal oficial.
Una carta por la que un ciudadano común paga 3.000 pesos,
a la Administración Postal Nacional ese mismo envío
puede costarle de entre 100 mil y 120 mil pesos, dependiendo
del trayecto que tenga que cumplir. Esto quiere decir que Adpostal
asume el 97 por ciento del costo final.
En ventajas como ésta justamente radica la importancia
del servicio social que presta el operador postal oficial, en
convenio con el Fondo de Comunicaciones, para que los ciudadanos
puedan enviar y recibir sus cartas desde lugares distantes en
donde no es rentable económicamente la explotación
de este servicio para otros operadores de correo. ¿Y esto
por qué? Porque el Estado tiene la obligación de
garantizar los servicios básicos del correo a los habitantes
del territorio nacional, en términos de cobertura, accesibilidad,
precio y calidad.
A propósito de este tema, durante el año 2004
la Administración Postal Nacional prestó el servicio
de correo social en 1.379 localidades del país, a través
del mismo número de agentes postales y en donde se recibieron
1 millón 460 mil envíos. Desde las principales
ciudades y cabeceras municipales se distribuyeron a las pequeñas
poblaciones un total de 9 millones 830 mil envíos. Para
llevar a cabo esta labor, el total de gastos para la entidad
sumó 18.132 millones de pesos, de los cuales 6.119 millones
fueron girados por el Fondo de Comunicaciones
A través del correo social, la Administración
Postal Nacional espera en 2005 que los colombianos se comuniquen
e integren más, sin importar las distancias que puedan
separarlos.