Emprenden Minambiente
y Jardín Botánico de Bogotá
CRUZADA PARA SALVAR LA PALMA DE CERA
- Esta palma es el hogar del loro orejiamarillo que está en
crisis.
Bogotá, 8 feb. (SNE).- Para evitar el uso de la palma
de cera en la época de Semana Santa y proteger el único
hábitat del loro orejiamarillo, especie que está en
crisis, la ministra de Ambiente, Sandra Suárez, y la directora
del Jardín Botánico de Bogotá, Marta Perdomo,
lanzaron este martes la campaña “Reconcíliate
con la Naturaleza”.
“Con esta campaña queremos concientizar a la población
sobre la protección de especies vegetales vulnerables
como la palma de cera del Quindío, que es el árbol
nacional de Colombia y el único hábitat del loro
orejiamarillo y que se utiliza en la elaboración de ramos
en Semana Santa”, explicó la ministra Sandra Suárez.
Colombia es considerado el país más rico en especies
de palma de cera del género Ceroxylon, pues posee 7 de
las 11 especies existentes el mundo.
Esta palma es originaria de las zonas
de ladera del valle del Río Cauca y se ubica en los
bosques primarios andinos o bosques de niebla, situados entre
1.700 y 3.400 metros sobre
el nivel del mar.
La palma de cera, que anteriormente existía en toda la
cordillera central de Colombia, actualmente subsiste en zonas
montañosas de Salento, Génova, Calarcá,
Circasia y Pijao en el Quindío, en Toche, Anaime y Roncesvalles
en el Tolima, en Palmira, Pradera, Florida, Buga, Tuluá,
Cartago, Alcalá, Caicedonia y Sevilla en el Valle, en
Caloto, Santander de Quilichao, Piendamó y Miranda en
el Cauca y en Cota, Madrid y Sumapaz en Cundinamarca.
Su importancia radica en que sirve de
refugio y alimentación
de la fauna silvestre y regula los vientos y el agua. En la actualidad
la palma está amenazada por causa del corte de hojas jóvenes
para la fabricación de ramos que se comercializan anualmente
durante el Domingo de Ramos de la Semana Santa.
“La salvación del orejiamarillo es un compromiso
de todos. Su supervivencia depende del empleo de alternativas
diferentes a los ramos de palma de cera para el Domingo de Ramos.
Apoyemos esta campaña para reconciliarnos con la naturaleza”,
urgió la Ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial.
Recordó que el Ministerio, la Red Nacional de Jardines
Botánicos y la Asociación Colombiana de Herbarios
estructuraron en el año 2001 la “Estrategia nacional
para la conservación de plantas”, cuyo propósito
es orientar las acciones de conocimiento, conservación
y uso sostenible de la flora colombiana.
ALTERNATIVAS
La Ministra de Ambiente invitó a las corporaciones autónomas
regionales y las autoridades ambientales urbanas a que, con ocasión
de la Semana Santa, impulsen el uso de especies distintas a la
palma de cera para la fabricación de los ramos.
Entre las especies que pueden utilizarse figuran, por ejemplo,
la iraca, la palma areca y las palmas vivas.
También urgió a estas entidades para que adelanten
estudios poblacionales, actividades de propagación de
material vegetal, asistencia técnica, organización
comunitaria y desarrollo artesanal, con miras a preservar especies
vegetales valiosas para el país y para el ecosistema en
general.
LORO EN PELIGRO
Según el Ministerio, el corte ilegal de la palma de cera
durante la temporada de cuaresma, está ocasionando una
disminución del hábitat natural del loro orejiamarillo
(Ognorhynchus icterotis), una de las especies de loros colombianos
críticamente amenazada y que sólo vive en los bosques
de palma de cera.
Este loro, único miembro de su género, es reconocido
por su amplia banda amarilla que se extiende desde la frente
hasta sus auriculares y lados de la cabeza. Tiene una coloración
dorsal verde y ventral verde pálido, un pico fuerte de
color negro y las plumas de la cola ventrales de color café.
Menos de 700 loros de esta especie sobreviven en Colombia y
son altamente dependientes de la palma, debido a que encuentran
en ella el alimento necesario, un lugar para congregarse en dormitorios
comunales y el espacio ideal para anidar.
En la actualidad sólo se conocen
con certeza dos poblaciones de esta especie en el mundo, ambas
ubicadas en el Tolima y Antioquia.
La especie del loro orejiamarillo que
habitaba los Andes de Colombia y Ecuador, está incluida en el apéndice
I de la “Convención internacional de especies amenazadas
de fauna y flora”, por ser una de las más perseguidas
por los cazadores y por la pérdida de su hábitat.
Desde hace cinco años la fundación ProAves Colombia,
apoyada por las corporaciones autónomas regionales, la
fundación Loro Parque de España, Conservación
Internacional y otras organizaciones ambientales, han desarrollado
esfuerzos orientados a la investigación y protección
de este loro.
El éxito de las estrategias de conservación y
educación ambiental ha permitido el incremento de la población
en un 400 por ciento desde que el proyecto comenzó. Pero
aún su condición sigue siendo crítica.
Actualmente se desarrollan actividades
de sensibilización
y educación ambiental sobre el loro orejiamarillo y la
palma de cera en Roncesvalles (Tolima) y Jardín (Antioquia).
Además se adelantan proyectos para la protección
de otras especies de loro como el multicolor, el coroniazul,
la guacamaya verde, la catanita de páramo y el periquito
cadillero.
EL LOROBUS
Durante el lanzamiento de la campaña se informó además
que el Ministerio de Ambiente y la fundación ProAves realizarán
el lanzamiento del “Lorobus”, primer aula ambulante
de educación ambiental en Colombia, que empezará a
rodar por los caminos del país, visitando las principales
zonas donde se tiene conocimiento de la amenaza de estas especies.
Inicialmente el Lorobus operará en Bogotá, Valle
y Antioquia.
El Lorobus contempla herramientas didácticas
como exhibición
de videos educativos, paneles con carteleras informativas, cartillas
para los niños y guía de profesionales especializados.
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