Bogotá, 28 feb. (SNE).- Colombia quiere ser sede de la
Asamblea de la Organización Mundial de Turismo en el 2007
y así se lo hizo saber directamente el presidente Álvaro
Uribe Vélez al Secretario General de la OMT, Francesco
Frangialli.
Al solicitarle el respaldo, el Mandatario aseguró que
hay motivos suficientes para que el país la obtenga, no
solo por la diversidad de sus regiones y climas sino por el encanto
de sus gentes.
“Ayúdenos a conseguir la sede del Congreso Mundial.
Diga que aquí hay que venir y que esto hay que conocerlo.
Hay que traer a la comunidad internacional acá”,
dijo Uribe Vélez.
Hace algunos meses –agregó- cuando invitamos a
los directivos de los gremios de los cruceros del Caribe a venir
a Cartagena y San Andrés, inicialmente no le hicieron
buena cara a la invitación, pero a las dos horas de estar
aquí estaban felices.
Por eso el Jefe del Estado insistió en la necesidad de
traer a la comunidad internacional para desarrollar el potencial
turístico de Colombia que ha estado desaprovechado por
muchos años.
“No nos haga ir a Praga en dos años. Praga queda
lo mismo con un turista más o un turista menos, allá van
muchos. Haga que vengan aquí todos los actores del turismo
mundial, que aquí necesitamos y tenemos todas las posibilidades”,
dijo el Presidente a Frangialli.
Para Uribe es claro que es muy distinto hablar por fuera del
país que sentirlo por dentro, porque “todo lo que
uno saque en folleticos, en fotos, la gente lo ve tras el prima
de las malas noticias, en cambio cuando vienen aquí se
entusiasman y ven este país tan bello”.
El Mandatario reiteró que los esfuerzos que se han hecho
y que vienen dando resultados en materia de turismo interno,
es necesario complementarse con el turismo internacional.
“Estamos muy cerca de todas partes, tenemos más
de 1.600 kilómetros en el Caribe, tenemos 1.200 kilómetros
en el Pacífico, tenemos toda la diversidad. Yo recorro
esta Patria y me pasa lo de aquel bohemio enamorado, lo último
que veo me hace olvidar la que ya ví”, dijo jocosamente
Uribe Vélez, mientras insistía en que un representante
de cada región le “vendiera” las bondades
de su territorio al Secretario General de la OMT.