EL PRESIDENTE EN LA VOZ DE AMERICA
Bogotá, jul. 01 (SNE).- El
presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez, habló este viernes -vía
teleconferencia- con el programa ‘Foro Interamericano
de La Voz de América’ -que encadena a más
de 30 países de Latinoamérica-, sobre la
política de Seguridad Democrática y la
ley de Justicia y Paz, aprobada por el Congreso de la
República, que es marco jurídico para los
procesos de paz con todos los grupos al margen de la
ley, sean de guerrilla o paramilitares.
La siguiente es la entrevista:
“Adriana Amat, presentadora: Presidente muy buenos días.
Álvaro Uribe Vélez. Presidente de la República: Muy buenos días, un saludo muy respetuoso a ustedes,
a quienes la acompañan allí, el ex embajador
Myles Frechette; José Carreño, del Universal
de México; Jacobo Goldstein y Serena Parker.
A.A.: Vamos a empezar con un
tema comercial, los acuerdos de libre comercio de Estados
Unidos con los países
de América Central, los países de la región
Andina, están en un momento muy importante. Anoche
el Senado aprobó CAFTA. ¿Cuál es
el impacto que cree Usted que va atener CAFTA en países
como Colombia?
Presidente de la República: Si quiera lo aprobó.
Lo celebro. Antes de ayer tuve una reunión en
Tegucigalpa (Honduras) con los Presidentes de Centroamérica
y ellos estaban muy a la expectativa de esa aprobación.
Esta aprobación de CAFTA le da ya luz verde para
que se agilice la negociación entre los Estados
Unidos y los tres países andinos que estamos buscando
ese tratado con los Estados Unidos.
La aprobación de CAFTA en el Senado es un paso
importante para Centroamérica e importante para
nuestra negociación.
Jacobo Goldstein: El CAFTA, falta
todavía pasar
por la Cámara de Representantes de los Estados
Unidos donde no le va a ser tan fácil en el Senado.
Pero con el Embajador Frechette –antes de que Usted
apareciera- estábamos hablando del ALCA (Tratado
de Libre Comercio para toda América Latina) y
queríamos saber si usted piensa que eso, eventualmente
va a ser aprobado o si va –simplemente- a convertirse
en tratados, como los que estamos viendo con Centroamérica,
quizás con el pacto Andino. ¿Cómo
ve usted el ALCA?
Presidente de la República: Veo muy remoto el
ALCA por circunstancias que escapan a muchos de nuestros
países, pero creo que vamos a llegar a un ALCA
a través de tratados entre bloques.
El tratado entre la Comunidad
Andina y MERCOSUR, que hace tres años parecía un imposible y que
hoy es una realidad, es un paso hacia esa integración
de las Américas.
El tratado entre Centroamérica, el Caribe y los
Estados Unidos –el CAFTA-, es otro paso.
Y el nuevo tratado, que ojalá la negociación
se acelere en los próximos días, entre
los Estados Unidos y estos países Andinos, es
otro paso.
Pero más importante, que simplemente pensar en
esos tratados, es pensar en que esos tratados deben contener
un mensaje político muy claro de solidaridad,
de cooperación para erradicar la pobreza, de crear
unas condiciones de total justicia en las relaciones
comerciales que nos ayuden a equilibrar los avances hacia
el desarrollo y a ser exitosos en la lucha para erradicar
la pobreza.
A.A.: Vamos a cambiar de tema.
Para quienes no conocen la Ley de Justicia y Paz que
se acaba de aprobar por
la Cámara baja en Colombia, es un proyecto de
ley que ofrece un marco jurídico para la desmovilización
de los paramilitares y que otorga penas entre 5 a 8 años
a quienes hayan cometido delitos atroces.
Presidente, uno de los críticos de esta Ley es
el ex presidente César Gaviria, él ha dicho
que este proyecto de ley institucionaliza la impunidad.
Ahora, por otra parte, su Ministro
de Defensa (Jorge Alberto Uribe) hace dos días, en Washington, dijo
que era necesario un cierto grado de impunidad si se
quiere un proceso de paz. ¿Cuál es su opinión,
Presidente?
Presidente de la República: Primero, la OEA (Organización
de Estados Americanos), siendo Secretario General el
presidente César Gaviria, nos ayudó mucho
en este proceso.
Segundo, es la primera vez que
Colombia produce una Ley de paz, en la que se introduce
el elemento justicia
y en la que se introduce el elemento reparación.
Las leyes de paz que se dieron en el pasado solamente
se preocupaban por la reconciliación, por la desmovilización.
Por primera vez en Colombia, en una ley de paz, se introduce
el elemento reparación, el elemento justicia.
Tercero, no se negocia extradición. En el pasado,
aquí para hacer procesos de paz, incluso tuvieron
que eliminar la extradición vía Constitución.
Este Gobierno no ha dejado que se afecte la extradición,
no hemos dejado ni que se negocie la extradición
ni que se debilite en una ley de la República
ni que prospere un acto de reforma constitucional para
eliminarla.
La política fundamental de este Gobierno es la
Seguridad Democrática, la política de autoridad.
El objetivo: reestablecer en Colombia el imperio de la
Ley. El objetivo: una Colombia sin drogas, sin corrupción,
si paramilitares, sin guerrilleros. Las cifras muestran
que vamos bien.
Pero, esa política de Seguridad también
produce posibilidades de paz, porque estos grupos cuando
ven que hay un Gobierno serio con toda la decisión
de autoridad empiezan a negociar. Estos grupos de autodefensa
estaban negociando con el Gobierno anterior a través
de la Iglesia Católica, los mismos con los cuales
negocia este Gobierno.
¿Qué le dijo este Gobierno a la Iglesia
Católica?: sigan esa negociación, pero
tiene que haber un cese de hostilidades.
Y la misma oferta se la hemos hecho a todos los grupos
guerrilleros.
Aquí no hay tratamiento diferencial ni en lo
militar ni en posibilidades de negociación a partir
del cese de hostilidades. La propuesta es para todos.
Y esta Ley de la República se discutió durante
año y medio y tiene una circunstancia de credibilidad
bien importante: en lo que va corrido de este Gobierno
se han desmovilizado más de 12.600, oigan esa
cifra: ¡más de 12.600 integrantes de grupos
violentos! Hay desmovilizaciones de la Farc, del Eln,
de los paramilitares.
Y el Comisionado de Paz me decía ayer, que se
espera una desmovilización muy masiva de paramilitares,
en las próximas semanas.
O sea que esta ley se produce
cuando el país
ha visto que la política de Seguridad Democrática
está dando sus frutos, esta ley se produce sin
afectar la extradición, esta ley se produce incorporando
el elemento de justicia, incorporando el elemento de
reparación.
Ahora, por su puesto, tener ese
balance entre la paz y la justicia, no es fácil. He dicho: una Ley
de Paz y Justicia, en nombre de la paz, no puede llegar
a la impunidad, pero en nombre de la justicia no puede
ser una ley de sometimiento. Es una ley de paz con justicia
y con reparación, no una ley de sometimiento.
A.A.: Pero mire Presidente, a
uno le parece que para un delito atroz –con todo respeto- entre 5 y 8
años, es muy poco.
Usted ha sido víctima en carne propia, Presidente,
de la violencia en Colombia, a su padre lo asesinó la
guerrilla. Yo le pregunto ¿si en esa época
un Presidente hubiera aprobado una Ley de Justicia y
Paz, como la que Usted acaba de aprobar, usted no se
sentiría como víctima, perdedor?
Presidente de la República: A pesar de que la
guerrilla asesinó a mi padre y que ha cometido
tantos atentados contra mi familia y contra mi persona,
yo colaboré, después del asesinato de mi
padre, en el proceso de paz del Presidente Betancourt.
Al M – 19 se le perdonaron delitos atroces y yo
estuve en el Senado de la República y voté favorablemente
esas leyes y di discurso.
La verdad es que, he tenido gran compromiso con el ejercicio
de autoridad, pero a la hora de hacer procesos de paz
he visto que si, quienes entran en esos procesos de paz,
entran de buena fe, hay que facilitar esa paz.
Ahora mire, en el pasado se perdonaron
delitos atroces, incluso personas que pudieran haber
sido condenadas por
delitos atroces pudieron llegar al Congreso de la República,
porque no se les condenó por delitos atroces.
Se les dio un indulto, se les dio una amnistía
y se les dieron todas las posibilidades para llegar al
Congreso.
En esta Ley hay una reducción de penas, es cierto
como tú lo acabas de decir, pero aquellos responsables
de delitos atroces, no podrán ir al Congreso,
no podrán recibir indulto, no podrán recibir
amnistía. Es una diferencia con las leyes del
pasado.
José Carreño. El Universal de México: Esta legislación, sin embargo, ha sido tal vez
criticada, algunos porque hace mucho o porque ya sea
autoritaria, otros porque es demasiada blanda y uno quisiera
ir a un caso concreto. Me gustaría conocer su
opinión a cerca de las denuncias sobre la matanza
de San José de Apartadó. ¿Qué impunidad
o qué formulación se puede dar a quienes
proceden así, incluso bajo su propia ley?
Presidente de la República: En Colombia se ha
disminuido mucho toda la criminalidad. Yo encontré un
país con 29 mil asesinatos al año, ya ha
pasado el primer semestre de este año y llevamos
8 mil homicidios, quisiéramos menos pero venimos
de 28 mil por año.
Encontré un país con 3.050 secuestros
al año. Este año –hemos pasado ya
mitad del año- y llevamos 345 secuestros, 168
extorsivos. Venimos de 3.050 por año.
Se han disminuido las masacres en un 80 por ciento.
La masacre de San José de Apartadó. Colombia
tiene una Fiscalía independiente del Gobierno,
esa fiscalía es autónoma. El Gobierno lo
que tiene que hacer es ayudar con la Fuerza Pública
a la Fiscalía, trasladarle a la Fiscalía
todos los casos que conozca. La Fiscalía ha entregado
al Congreso de los Estados Unidos, para efecto de certificación
en el Plan Colombia, el avance de la investigación
de esa masacre.
El informe oficial que yo he
obtenido, es que lo investigado hasta ahora, en ninguna
forma compromete la Fuerza Pública.
Y Fuerza Pública y la ciudadanía de Apartadó ha
dicho que esa masacre, infortunadamente, que costó la
vida a tantos ciudadanos, fue cometida por el grupo terrorista
de la Farc.
Si llegare a haber responsabilidad
en la Fuerza Pública,
a este Gobierno no le tiembla la mano para desvincularlos
de la Fuerza Pública y para meterlos a la cárcel,
como ocurrió el año pasado cuando mataron
unas personas en Arauca. –Se le hizo una imputación
a unos integrantes de la Fuerza Pública, están
en la cárcel y todavía no ha terminado
la investigación-.
El Ejército de Colombia, la Fuerza Pública
de Colombia, ha recibido una instrucción de este
Gobierno: hay que ser eficaces y transparentes. Tan importante
la eficacia como la transparencia, ambos son presupuestos
para la credibilidad ciudadana en esta política.
J.C.: Entonces, si en aras de
la paz fuera necesario dar un perdón por el caso de San José de
Apartadó, ¿lo darían ustedes?
Presidente de la República: Usted sabe que aquí no
hay perdones, hay rebajas de penas, que es distinto y
la Ley es muy exigente: la persona se tiene que desmovilizar,
tiene que contar los delitos, tiene que colaborar con
la justicia en delitos que no haya contado en momentos
de desmovilizarse, tiene que entregar los bienes ilegales,
tiene que desmantelar su grupo y tiene que contribuir
a la reparación de las víctimas. Todas
esas instituciones están contenidas en esa Ley.
Por supuesto, esa Ley se aplica
a quienes cumplan con esos requisitos por hechos anteriores,
no se aplica a
la Fuerza Pública. Por razones de honor militar,
la Fuerza Pública de Colombia no acepta que la
incluyan en ley alguna de reducción de penas.
Myles Frechette. Ex embajador
de Estados Unidos en Colombia: Uno de los temas que
no es bien entendido en este país,
es ¿dónde queda la extradición entre
Estados Unidos y Colombia? Colombia, bajo su Presidencia
ha extraditado a más de 200 colombianos a los
Estados Unidos, sabemos que en agosto Usted se va a reunir
en Texas, con el Presidente Bush y en el grueso temario
que ustedes tendrán, sin duda, la extradición
será uno de los temas que ustedes van a tratar.
Yo creo que el Presidente le va a preguntar: ¿dónde
queda la extradición entre Estados Unidos y Colombia?, ¿qué es
lo que va a pasar con personas con ‘Don Berna’ que
no sólo son narcotraficantes, pero son asesinos? ¿Podría
Usted darnos alguna idea de cuál sería
su respuesta al Presidente Bush?
Presidente de la República: Eso lo hemos hablado, Embajador, muchas veces con el
Gobierno norteamericano,
con su Embajada, con los Congresistas.
Este Gobierno ha dicho que la
extradición es
una institución de la esencia hoy de las relaciones
internacionales, que hay que desmitificarla, que un país
como Colombia –que es signatario de la Corte Internacional
de Justicia- no puede rechazar la extradición,
porque no hay Corte Internacional de Justicia que pueda
funcionar sin extradición. Eso lo ha dicho claramente
este Gobierno y lo ha practicado.
Con otras extradiciones que firmé esta mañana,
creo que llevamos alrededor de 340 órdenes de
extradición firmadas en mi Gobierno. Eso es lo
primero.
Lo segundo: ni en las negociaciones
con los grupos violentos ni en el Congreso, ha prosperado
negociación o
debilitamiento alguno de la extradición.
Colombia en el pasado, incluso
llegó a eliminar
la extradición por reforma constitucional, por
supuestos procesos de paz. En este Gobierno eso no ha
pasado por la cabeza y yo lo he dicho claramente.
¿Qué puede ocurrir sí, para que
la extradición no frene estos procesos? Por ejemplo,
en el caso del señor Mancuso, que se comprometió en
el cese de hostilidades y ya está desmovilizado
y se compromete a desmovilizar toda su estructura: el
Gobierno cumplió lo que había dicho en
un comunicado del 27 de abril del año pasado,
se autorizó la extradición pero se suspendió mientras
cumpla con todas esas condiciones.
¿Qué puede pasar con el caso de este señor
alias ‘Don Berna’, el señor Murillo
Bejarano? Primero, es bueno contarle a la opinión
internacional que cuando mataron un diputado en el departamento
de Córdoba, yo me encontraba en Beijing y desde
allí di instrucciones de que había que
ofrecer recompensa, ir tras la captura de los sicarios
y los capturamos. Capturamos ocho de las autodefensas
que ahí están en la cárcel.
Después la justicia dijo que el señor
Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, estaba
comprometido en eso. Yo, personalmente, le di la orden
al Comandante de la Policía (general Jorge Daniel
Castro Castro) de que él, de manera indelegable,
llegara a la zona de ubicación y pusiera preso
a ‘Don Berna’. Entró allí.
Al otro día de estar la Policía allí buscándolo, él
mandó unos emisarios a ofrecer negociación.
Pidieron una zona, para él, de ubicación,
el Gobierno la rechazó. El Gobierno le exigió que
se tenía que entregar y que quedaría en
un sitio, a disposición de la justicia, austero,
controlado por la Policía de Colombia. Así está hoy. –Sitio
que además puede mirar la opinión pública
nacional e internacional-.
A ‘Don Berna’ se le aceptó recibirlo
como desmovilizado y la condición que él
se comprometió a cumplir es la de desmovilizar
toda su estructura, por eso se está presentando
todas estas desmovilizaciones de los mal llamados grupos
paramilitares.
Ahora, seguramente, en algunos
casos, habrá que
suspender extradiciones y eso se mirará caso por
caso, de acuerdo con este proceso de paz y de acuerdo
con el cumplimiento del mismo.
El tema que hay que pensar también, es que muchos
de los críticos a esta ley tienen una posición
diferente frente a la guerrilla. Cuando se trata de un
caso de paramilitares, quieren que no haya ningún
beneficio jurídico, cuando se trata de un caso
frente a guerrilla, quieren llegar al extremo de que
aún se les indulte y se les dé amnistía
por delitos atroces y que así hubieran cometido
delitos atroces puedan llegar al Congreso de la República
y que el país se comprometa a no extraditarlos.
Ahí es donde veo yo una contradicción.
Por eso, hay que pensar qué va a hacer Colombia
cuando esos líderes del terrorismo guerrillero
acepten desmovilizarse y digan que como nunca han reconocido
al Estado colombiano no les es aplicable la extradición
del Estado colombiano, que se necesita reforma constitucional
para eliminar extradición, que los tienen que
indultar y amnistiar por cualquier delito, incluidos
los delitos atroces y que tienen que llegar al Congreso
de la República.
Yo creo que quienes analicen
esta Ley deberían
ver que es una Ley bastante balanceada entre paz y justicia
y deberían ir más allá, poner sus
ojos y su mente en el escenario de una eventual desmovilización
de líderes guerrilleros y sus pretensiones de
amnistía e indulto por todo delito, sus pretensiones
de no extradición, sus pretensiones de que la
Constitución elimine la extradición y sus
pretensiones de llegar al Congreso, a pesar de delitos
atroces.
Por eso creo yo que cuando el
país vaya a sufrir
esa presión de los guerrilleros debe invocar este
antecedente en esta Ley. Y estoy seguro que muchos de
los que han criticado esta Ley, si en ese momento van
a ser justos, les va a parecer que esta ley era muy equilibrada.
A.A.: Presidente, muy respetuosamente,
le pregunto lo siguiente: ¿por qué el congresista Gustavo
Petro acusa a uno de sus hermanos de tener vínculos
con los paramilitares?
Presidente de la República: Mi familia vive en
el campo. ¿Qué no se ha dicho? Ahora hablemos
de mi hermano, porque en cualquier momento podemos hablar
de todas las acusaciones que me han hecho a mí.
Primero, la Fiscalía dice: “contra Santiago
Uribe, el hermano del Presidente, no hay un solo cargo”.
Quisieron montarle un proceso hace años y no pudieron.
La misma Fiscalía –yo no era Presidente,
en ese año no era Gobernador de Antioquia, era
un ciudadano del común y corriente y usted sabe
que la Fiscalía en Colombia es independiente-
no encontró ningún mérito para vincular
a mi hermano Santiago a un proceso.
Le voy a contar algunas de las
experiencias de mi hermano Santiago, hombre muy buena
persona. Allá estudió agricultura
en Estados Unidos.
Cuando mataron a mi padre -lo
mató la Farc-,
mi hermano Santiago estaba con él, eso fue el
año 83. A Santiago, mi hermano, le atravesaron
un pulmón con una bala de fusil de la Farc. Es
sobreviviente por milagro.
Después, cuando secuestraron aquí, a un
señor muy famoso, al doctor Manuel Santiago Mejía,
ese día casi secuestran a mi hermano Santiago.
Logró librarse de ese secuestro milagrosamente.
Después, cuando llego a la Gobernación
de Antioquia, le queman la finca Guacharaca, la hacienda
Guacharaca -el Eln-, simplemente porque era hermano del
Gobernador. Asesinan una persona que trabajaba allí,
porque esa persona definió quedarse en esa hacienda.
Más tarde le asesinan el mayoral de la hacienda
La Carolina. Tenía una finca pequeña Santiago,
mi hermano, se la quemó el Eln, lo echó de
allá, lo arruinó, que porque era hermano
del Presidente.
¿Usted sabe cuántas imputaciones de paramilitarismo
me han hecho a mí por mi política de autoridad?
He procedido con toda la transparencia, por mis convicciones
democráticas y por sentido común. Porque,
quien quiera, para el bien de los colombianos, ejecutar
esta política, no puede tener manchas en materia
de seguridad.
A.A.: Pero Presidente, ¿esa finca sí era
centro de operaciones de los paramilitares cuando su
hermano la administraba?
Presidente de la República: ¡Por Dios,
pregúntele a la Fiscalía!
Es que además dijeron, allá dijo un periodista
en Estados Unidos -creo que de Newsweek-, en la campaña
política cuando yo era candidato: que esa finca
era en compañía con el narcotráfico.
Allá fundó mi papá una ganadería
de casta, ¿Sabe quiénes eran los socios?:
don Santiago Mejía Olarte, el dueño del Éxito,
quien murió el año pasado, un señor
del mayor reconocimiento ciudadano; y los señores Ángel,
de Caribú. Y dijeron que era en sociedad con el
narcotráfico. Como han dicho que es centro de
operaciones de paramilitares.
¡Por Dios! Aquí hay mucho interés
en que no se derrote al terrorismo, en que no se derrote
al narcotráfico. Ya que me lo preguntas, te lo
contesto Adriana. Pero yo vivo es, dedicado a esta tarea
de gobernar bien a Colombia, lo que pasa es que no te
puedo eludir estas preguntas.
A.A.: Señor, muchas gracias.
Serena Parker. La Voz de
América: El Departamento
del Estado de los Estados Unidos ha criticado a Venezuela
por su apoyo a la Farc y al Eln y quería saber ¿cómo
es la relación hoy en día, entre su Gobierno
y el de Hugo Chávez en Venezuela?
Presidente de la República: Serena, yo tengo
que ser muy prudente, son 2.216 kilómetros de
una frontera muy viva y muy dinámica. Nosotros,
todos los días les decimos a nuestros vecinos:
ayúdenos, hoy por mí mañana por
ti.
Ayer estuve en el departamento
de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela. Antes
de mi Gobierno, en ese
departamento nuestro, secuestraban más de 100
personas al año. Este año van cinco secuestros
y todos los secuestrados están rescatados, gracias
a la presión de la Fuerza Pública.
Y del lado venezolano hay mucha
queja, porque estos bandidos de acá se pasan y secuestran allá.
Hay más de 30 personas secuestradas.
Entonces esa –como ha ocurrido en el Ecuador,
que hay mucha queja de las autoridades, etcétera,
porque estos terroristas se pasan allá y secuestran-
es una de las razones para pedirle a todos los gobiernos
de los países hermanos que ayuden en esta tarea
contra el terrorismo y contra el narcotráfico,
que alimenta ese terrorismo.
Pero tengo que ser muy prudente
en mis declaraciones frente a cualquiera de los países hermanos, porque
Colombia –que tiene que manejar una situación
tan difícil-, en boca de su Presidente tiene que
tener mucha prudencia, para que esa prudencia ayude a
tener mucha eficacia en la acción.
A.A.: Presidente, la situación con Ecuador se
complica cada vez más. No solamente están
pidiendo visa para los colombianos en el Ecuador, sino
que piensan repatriar a los ilegales en Ecuador. ¿Se
va a reunir –tengo entendido- con el Presidente
Palacio el 7 de julio en Costa Rica, Presidente?
Presidente de la República: Sí. La semana
pasada me reuní con él en Asunción
(Paraguay), una reunión muy constructiva, he hablado
con él varias veces por teléfono, unas
conversaciones constructivas.
Hace dos días se reunió el Comandante
de la Policía ecuatoriana, el Comandante de nuestra
Policía, con su homónimo ecuatoriano, con
su equivalente ecuatoriano. Ayer en Tulcán, ciudad
ecuatoriana de la frontera, se reunieron nuestros Comandantes
militares con los Comandantes ecuatorianos. Reuniones
muy constructivas, con un gran espíritu de coordinación.
Confío que la coordinación con prudencia
verbal, con austeridad verbal, con eficacia, nos ayuden
mucho para que no nos sigan matando soldados en la frontera.
Hoy por nosotros, mañana por ellos. Porque usted
sabe que estos bandidos también han hecho mucho
daño en Ecuador y que estos bandidos para secuestrar,
para traficar con droga, para matar a la gente, finalmente
no tienen fronteras territoriales ni tienen frenos éticos.
Son oportunistas, pero no tiene ética.
M.F.: Otro de los temas que sin
duda Usted estará discutiendo
con el Presidente Bush en Texas, va a ser ¿qué es
lo que va a pasar con la ayuda norteamericana para con
Colombia? El Plan Colombia se termina este año
fiscal, es decir, fin de septiembre y ¿qué tipo
de ayuda, qué tipo de presentación le hará Usted
al Presidente Bush en términos de continuar la
ayuda para Colombia? La Secretaria de Estado, (Condolezza)
Rice estuvo en Colombia recientemente y dijo que el Plan
Colombia se terminaba, pero que iban a aprobar unos 600
millones de dólares para Colombia este año
que viene y así fue.
¿Qué tipo de ayuda
le va a plantear Usted al Presidente Bush en Texas?
Presidente de la República: Embajador, le voy
a reconocer lo siguiente: el Plan Colombia ha sido un
magnífico paso.
En el pasado se hablaba mucho
y se hacía muy
poco. El Plan Colombia tiene la virtud de ser el tránsito
de la ayuda retórica a la ayuda eficaz. Empezó con
los presidentes (Bill) Clinton y (Andrés) Pastrana,
ha continuado con el Presidente (George) Bush y con esta
administración. Sus resultados son muy buenos
y van a ser mejores.
Cuando este Gobierno empezó, Colombia tenía
170 mil hectáreas de droga, el año pasado
80 mil. Este año el descenso va a ser más
rápido, porque hasta la fecha hemos podido aumentar
las fumigaciones en un 30 por ciento, en comparación
con el mismo período del año pasado. Y
adicionalmente, estamos en un programa de erradicación
manual, ya tenemos 44 grupos de trabajadores colombianos
campesinos y de reinsertados que están trabajando
en erradicación manual y vamos a agregar más
grupos. Hasta ayer llevábamos erradicadas más
de ocho mil hectáreas manualmente. Entonces yo
confío que esto, este año, produzca mejores
resultados.
Le voy a decir al Presidente
Bush lo que quiero -por conducto de este programa tan
importante-, decirle a
toda la opinión del Continente: vamos ganando,
pero no hemos ganado. Vamos ganando, pero la culebra
todavía está viva. Como dicen ustedes en
inglés: ‘we have to stay acord’, tenemos
que mantenernos en esta línea, con toda la determinación
para triunfar.
Y no va a ser el triunfo de Colombia, va a ser un triunfo
para la democracia del mundo, va a ser un triunfo para
liberarnos de la droga y de su instrumento, que es el
terrorismo.
J.G.: Siguiendo el tema que hay
que mantener el curso, mantener la guía, ¿cómo marcha su
reelección, qué nos puede decir al respecto,
señor Presidente?
Presidente de la República:
Eso Jacobo, yo a eso no me puedo referir.
J.G.: ¿Por qué, señor
Presidente?
Presidente de la República: Ninguna referencia.
NO, porque entonces me pongo a hablarle de eso y provoco
mucho la oposición y me salgo del curso del Gobierno.
Con reelección o sin reelección yo tengo
que trabajar con toda la entrega y con todo el amor hasta
el último día del Gobierno.
J.G.: Estábamos discutiendo, señor Presidente,
antes de que Usted llegará ahí, al ‘banquillo
de los acusados’, de que si convenía en
América Latina la reelección o no. Veíamos
que en algunos casos sí valía la pena en
otros no, pero ¿qué beneficios tendría
Colombia si hay una reelección?
Presidente de la República: Hombre, Jacobo, déjeme
hablar en abstracto de la medida. Uno ve que la tendencia
en muchos países es: o aumentar el periodo presidencial
o permitir la reelección.
Los problemas de nuestra época no son problemas
que se solucionan de un día para otro. La verdad
es que un país como Colombia tiene que pensar
que cuatro años es un periodo muy largo para hacer
daños, muy corto para hacer el bien, para resolver
problemas.
Mi experiencia es que el terrorismo
ha triunfado en parte por la inestabilidad de las políticas en
Colombia. Hubo dos intentos, en mi generación,
de políticas de seguridad que no tuvieron continuación
y el terrorismo fue el gran beneficiario de esa falta
de continuidad.
Yo lo dije como candidato: unos
problemas tan graves de droga, de terrorismo, de guerrilla,
de paramilitares,
de corrupción, necesitan varios gobiernos con
líneas fundamentales de continuidad. En eso si
tiene que pensar Colombia, muy claramente, si diera ahora
una reversa en esta política, sobre eso triunfa
el terrorismo.
Los paramilitares no están negociando por generosidad,
por espontaneidad, están negociando porque la
presión militar nuestra ha sido muy grande. Los
guerrilleros que se han desertado me lo han dicho a mí –esos
reinsertados con quienes mantengo un buen dialogo- lo
han hecho porque la acción militar los ha llevado
allá.
Y esta acción militar con transparencia, continuidad,
contundencia, en algún momento va a producir que
los líderes de esas guerrillas terroristas acepten
negociar.
A.A.: De todas maneras Presidente,
le pido el honor de que me dé la primera entrevista
cuando sea reelecto.
Presidente de la República: ¿Sabe quién
encabeza la lucha contra la reelección? Usted
no sabe lo que han dicho la FARC contra la reelección
y las amenazas a los colombianos por una eventual reelección.
La semana pasada dieron una entrevista
a un medio de aquí, diciendo que iban a agudizar la guerra si
había reelección, hay que empezarle a contar
a los colombianos esa gran amenaza contra la reelección
proveniente de la FARC.
A.A.: Presidente, ¿me escuchó lo
que le dije, me regala la primera entrevista cuando
sea reelecto?
Presidente de la República: Adriana, deje eso
en las manos de Dios, todo está en las manos de
Dios, Adriana.
A.A.: No, yo ya prendí tres
velitas, por ese lado no hay problema.
Bueno presidente cambiamos un
poquito de tema. Usted sabe que Estados Unidos hay
dos periodistas que están
a punto de ir a prisión por no revelar sus fuentes, ¿Usted
cree que los periodistas deben revelar sus fuentes, Presidente?
Presidente de la República: Ese es un tema muy
difícil. Yo he dicho lo siguiente: la Seguridad
nuestra es Democrática por su apego a las libertades
públicas, por su compromiso con los derechos humanos.
Es democrática porque es Seguridad para proteger
por igual a los amigos del Gobierno que a la oposición.
Es democrática porque es para proteger por igual
al empresario que al trabajador, al líder sindical
que al dueño de la tierra. Por eso es Democrática.
Hemos hecho un gran esfuerzo
para proteger a los periodistas. Aquí mataban 11, 12 periodistas en un año,
este año todavía han asesinado dos. Uno
quisiera decir: ya no asesinan periodistas. Todavía
han asesinado dos, nuestro Gobierno está haciendo
todos los esfuerzos para la protección eficaz
del periodismo.
Uno no puede pedirle al periodismo
que oculte lo hechos, cómo le digo yo al periodismo
que no le cuente al mundo que nos mataron 22 soldados
en el Putumayo,
en la frontera con Ecuador, la semana pasada.
Es muy importante sí, que el periodismo se pida
a sí mismo, establecer la diferencia entre lo
que es la noticia y lo que es aquello de darle status
al terrorista. Una cosa es la noticia de los hechos terroristas,
otra cosa es aquello de darle status al terrorista.
Es muy importante que el periodismo
se pregunte a sí mismo
lo siguiente: ¿qué es más importante,
atender un llamado para cubrir una acción terrorista
o denunciar para que esa acción terrorista no
se cometa?
Cuando se atiende el llamado
y se cubre la acción
terrorista, simplemente se pueden registrar unos asesinatos
que habían sido anunciados y las personas quedaron
asesinadas. Cuando, en lugar de atender ese llamado para
cubrir ese hecho, se denuncia ante las autoridades, se
evitan esos asesinatos y se salvan esas vidas.
¡El Gobierno Colombiano jamás restringirá el
periodismo! No lo he hecho en estos tres años
y no lo voy a hacer en lo que me resta. Esta Seguridad
es Democrática porque está comprometida
con las libertades públicas. Estas reflexiones
son para que el propio periodismo las haga.
J.C.: Hablando de libertades
democráticas, ha
habido muchas críticas, considerables críticas
a su Gobierno en términos de derechos humanos,
no directamente a Usted en lo personal, pero si como
consecuencia de sus políticas, esas criticas continúan, ¿qué les
puede responder?
Presidente de la República: Todos los días
decrecen las imputaciones, de violación de derechos
humanos, a la Fuerza Pública. Aquí siempre
han criticado a la Fuerza Pública aún cuando
no había política de seguridad.
Ahora la política de Seguridad le da fortaleza
a la Fuerza Pública y en cualquier país
del mundo, mientras mayor sea la fortaleza institucional
menor es la posibilidad de violar derechos humanos.
La Fuerza Pública colombiana tiene un record
de preparación para respetar derechos humanos.
A mi me parece que le vamos a dar un gran ejemplo al
mundo que es, derrotar el terrorismo y al mismo tiempo
exaltar la vigencia de los derechos humanos, respetar
los derechos humanos.
Y mire en materia de libertades
públicas, mire
a ver primero qué pasa en prensa en Colombia.
Este Gobierno ni siquiera le hace reclamos a los periódicos.
Mire a ver qué pasa, en materia de protección
a la oposición a los periodistas: todo el compromiso
por parte del Gobierno y de las instituciones.
Mire qué pasó en el referendo de 2003:
tuvieron tanto más, derecho a expresarse opositores
y abstencionistas, que el Gobierno que lo propuso.
Por primera vez llegaron a alcaldías y a gobernaciones
candidatos de partidos provenientes de antiguas guerrillas,
partidos alternativos a los tradicionales, que antes
los mataban en los procesos electorales. Este Gobierno
les dio eficaces garantías.
En los últimos meses Colombia ha elegido 180
alcaldes. Casi cada domingo hay elección en uno,
dos, tres, cuatro, cinco municipios colombianos. No ha
habido una sola queja en materia de garantías.
Cuando este Gobierno empezó había más
de 300 alcaldes que no podían despachar en sus
municipios por presiones de grupos terroristas. Hoy salvo
uno o dos, atienden sus funciones con toda la protección
del Gobierno.
Y hemos creado una gran política de gobernabilidad
con los alcaldes y los gobernadores, cooperando con todos
ellos sobre tres principios: buena gestión, transparencia,
conciencia de las limitaciones presupuéstales.
Y el Gobierno ha dicho sobre esos principios cooperamos
con ustedes sin detenernos a mirar el origen político
de su elección.
A.A.: Presidente, el embajador
Luis Alberto Moreno ha sido un hombre importante en
las relaciones de Estados
Unidos y Colombia, se va supuestamente para el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), ¿a quién
va a tener en Washington ahora, Presidente?
Presidente de la República: Adriana, ‘hijo
de tigre nace rayipintao’, por eso no me extraña
su pregunta. Por ahora, esperemos que nuestra América
Latina tenga el buen criterio de darle al BID un sucesor
como lo merece el Presidente Iglesias, y por esos nosotros
estamos muy entusiasmados con la posibilidad de que el
Embajador Moreno sea el nuevo Presidente del BID.
Les agradezco inmensamente a
todos ustedes, Embajador Frechette, Adriana, don José Carreño,
don Jacobo Goldstein y Serena Parker, esta entrevista.
A.A.: Presidente, como siempre
en un placer y le reitero mi admiración.
Muchas gracias”.