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PRESIDENTE URIBE EXPLICA LEY DE JUSTICIA Y PAZ

Neiva, 5 jul (SNE).Durante las celebraciones del Día de la Juventud, el presidente Álvaro Uribe Vélez explicó en los siguientes términos la Ley de Justicia y Paz.

“No quiero hacer una respuesta genérica, abstracta, ni quiero entrar ahí en una actitud de pugnacidad. He sido muy respetuoso con la prensa nacional e internacional. Este Gobierno tiene un programa que se llama Seguridad Democrática, porque es seguridad para profundizar las libertades democráticas. Quisiera que ustedes me comentaran sobre los puntos específicos de la Ley de Justicia y Paz.

Primero, la Ley es para todos, sean paramilitares o guerrilleros, como lo demuestra la realidad de este Gobierno. Este Gobierno encontró cerca de 50 mil terroristas. Este Gobierno encontró la Patria dividida entre zonas guerrilleras y zonas paramilitares. Hemos recuperado bastante la institucionalidad. Seguimos en esa tarea. Tanto la política de orden público como la política de paz, se han orientado de manera igual para paramilitares y guerrilleros.

Este Gobierno todos los días exhibe las cifras. Alrededor de 12 mil paramilitares han sido llevados a la cárcel. Más de 1.200 paramilitares han sido dados de baja.

El mundo debería preguntarse: ¿en qué momento Colombia se llenó de guerrilla, en qué momento se llenó de paramilitares y qué ha hecho el presente Gobierno frente a eso? Porque es que no se puede hacer un corte brusco de la historia. Nosotros recibimos un problema mayúsculo. Lo hemos enfrentado sin antecedentes en materia de resultados.

La verdad es que aquí la guerrilla tenía presos a los colombianos y eso no era problema. En esta ciudad bastante hemos recuperado la situación. ¿Qué tal que no hubiéramos avanzado en esa política de orden público? La verdad es que en muchas regiones de Colombia el remedio de los paramilitares había resultado tan grave como la enfermedad. Hemos venido quitándoles a esas regiones el problema paramilitar.

La Ley. La Ley tiene los siguientes elementos: primero, es una ley equilibrada. Es un equilibrio entre justicia y paz. En nombre de la justicia, cuando hay un proceso de paz de por medio, no se puede llegar al sometimiento. Ni en nombre de la paz, se puede llegar a la impunidad.

Segundo: la Ley es universal. Es para guerrilleros y paramilitares. Tenemos hoy alrededor de 12.700 desmovilizados. Más o menos 55 por ciento paramilitares y 45 por ciento guerrilla. La Ley va enfocada a todos ellos. La Ley es creíble.

Cuando recibimos la Presidencia de la República, Colombia tenía alrededor de 29 mil asesinatos por año. Este año ya pasó la primera mitad del año y vamos en alrededor de 8 mil. Quisiéramos ir en cero. Pero cuánto hemos disminuido: venir de 29 mil por año y en este semestre ser alrededor de 8 mil.

Cuando empezó este Gobierno, Colombia tenía alrededor de 3 mil secuestros por año. Hemos terminado la mitad de año con alrededor de 320-340 secuestros. Quisiéramos ir en cero. Pero bastante ha mejorado la situación. Y nuestro objetivo es avanzar para que Colombia restablezca totalmente el orden público.

El tema de la Ley y la droga. Todos estos grupos, guerrilleros y paramilitares, están vinculados a la droga. Qué difícil hacer proceso de paz cuando hay droga de por medio. ¿Qué hicimos de cara al país, de cara al mundo? Primero, se repitió que el delito político no puede tener conexidad con el delito de narcotráfico. Eso fue un debate injusto que se hizo, una desinformación. Porque desde el momento en que Colombia se convirtió en país signatario de la Convención de Viena, adquirió la obligación de no permitir la conexidad según la cual al delito de narcotráfico se le podría dar una explicación de intencionalidad política. Eso se había eliminado.

La pregunta es: ¿qué se hace para lograr la paz con grupos paramilitares o guerrilleros que han estado vinculados con el narcotráfico? Qué equilibro tan difícil. ¿Qué ha hecho la Ley? La Ley ha dicho: si el objeto principal del grupo no es ser grupo paramilitar ni guerrillero sino ser narcotraficante, no tiene beneficios de ley.

Este Gobierno ha perseguido sin antecedentes carteles de la droga como los del Norte del Valle del Cauca. Cuando este Gobierno empezó esos carteles estaban en su apogeo. De ellos se hablaba pero en cocteles. Nosotros implementamos una política, permanente, para desarticular esos carteles de la droga. No están siendo beneficiarios de la Ley de Justicia y Paz.

Problemas que tenemos. Porque muchos de los beneficiarios han estado contaminados con el narcotráfico. Es cierto. Como la guerrilla. Todos han estado contaminados por el narcotráfico. Allí en el Plan Patriota las Fuerzas Militares le han desarticulado a la guerrilla más de 700 instalaciones para el procesamiento de la droga.

Entonces no hay conexidad con el narcotráfico en el texto legal aprobado.

Segundo, el texto legal aprobado no beneficia a aquellos grupos que hayan tenido como objeto principal el narcotráfico. Tercero, los delitos de narcotráfico cometidos con ocasión y durante la permanencia a grupos guerrilleros o paramilitares, van a tener, en los reinsertados, un beneficio jurídico por igual para guerrilleros y para paramilitares.

Lo más importante para este Gobierno ha sido la política de autoridad. Ese es el eje fundamental. Porque estos grupos han llegado a procesos de paz no espontáneamente, no por mera liberalidad, sino por la presión militar del Gobierno, que nunca la habían sentido.

Eso nos convence a nosotros que los procesos de paz no surgen de un tratamiento benigno, de un tratamiento contemplativo, de un tratamiento de permisividad o de complicidad a los grupos violentos, sino que los procesos de paz surgen de un tratamiento de autoridad. Nosotros hemos dicho: autoridad firme, hasta el día que tomen la decisión de negociar o reinsertarse.

A partir de ahí, un tratamiento generoso de reinserción. Una de las pruebas de la imparcialidad en la reinserción. Cómo se trata ahí con el mismo rasero a aquellos que provienen de la guerrilla, que a aquellos que provienen de los grupos paramilitares.

Confío que a medida que Colombia sienta que se está disminuyendo la guerrilla, que se están acabando los grupos paramilitares, en ese momento Colombia le va a reconocer a este Gobierno dos acciones: primero, la acción de política de autoridad, y segundo, la acción de política de paz, que incluye esta Ley y que incluye el programa de reinserción.

Ahora, es la primera vez en la historia de Colombia que se produce una ley de paz que incluye dos elementos: el elemento de justicia y el elemento de reparación a las víctimas.

Las leyes de paz que en el pasado conocimos eran leyes preocupadas exclusivamente por la reconciliación, por la desmovilización. Pero no tenían el componente de justicia, ni el componente de reparación. Esto hay que decírselo claramente al mundo.

Además esta ley no permite el indulto ni la amnistía para los delitos atroces. Delito atroz cometido por paramilitares o por guerrilleros, no se puede amnistiar, no se puede indultar.

Yo voté el indulto del M-19. Estaba yo en el Senado de la República. Eran otras épocas. Me pareció que era un proceso conveniente para el país. Pero finalmente, ¿qué hicimos? Finalmente, en aras de la paz, por la ilusión que teníamos de paz con el M-19, no nos fijamos, y finalmente muchos que cometieron delitos atroces pasaron de ser autores de delitos atroces a ser senadores o representantes a la Cámara o integrantes de la Asamblea Constitucional. Era otra época. Y yo estuve de acuerdo con ese proceso.

La diferencia hoy es que en el proceso que está en marcha no hay indulto ni hay amnistía para delitos atroces.

Y lo otro que quiero proponer a la reflexión de la comunidad colombiana y de la comunidad internacional es lo siguiente: el día que los señores de las Farc, que los señores del ELN digan que se van a desmovilizar, ¿cuál ley se les va a aplicar?

Es muy importante que los críticos de esta ley estén preparados para dar una respuesta cuando las Farc digan: nos desmovilizamos, pero como no hemos reconocido al Estado colombiano, no aceptamos que nos juzguen por delitos atroces. Exigimos que nos den un tratamiento de amnistía total, de indulto total. Y exigimos que no haya extradición. Y exigimos ir al Congreso de la República.

Este Gobierno no ha permitido debilitar la extradición, ni en la Ley ni en la Constitución.

El país va aprendiendo de los procesos. La Constitución del 91, que tantas cosas buenas tiene, también tiene un lunar, que fue la manera como se prohibió la extradición. Este Gobierno no ha permitido debilitar la extradición. Los intentos en el Congreso de la República de acto legislativo o de introducirle a la ley cláusulas para debilitar la extradición, el primero que se ha opuesto es el Gobierno Nacional.

En este momento el doctor Luis Carlos Restrepo, alto comisionado de Paz, se encuentra en las diligencias para desmovilizaciones masivas de grupos paramilitares. Por eso hay que esperar para medir la ley por sus resultados.

Confío que las elecciones del año entrante sean unas elecciones más libres, como fueron más libres las elecciones de alcaldes y gobernadores en octubre de 2003 y la misma elección del referendo. Hemos tenido en los últimos meses alrededor de 190 elecciones de alcaldes. Todos los domingos eligen alcaldes en uno u otro municipio. Todos los días con más libertad. Gracias a que hay menos presencia guerrillera y menos presencia paramilitar.

Este debate sobre esa Ley es un debate de casi dos años, con todas las cartas por encima de la mesa. Infortunadamente ha habido malos entendidos, mala información, equivocada información y también intereses.

El país no puede caer en la trampa y lo voy a repetir mañana desde Medellín. No puede caer en la trampa de que muchos amigos de la guerrilla se valgan de las críticas a estos proyectos, simplemente para descalificar, para desacreditar la política de autoridad del Gobierno.

La historia hay que conocerla para no repetir algunos de sus tramos. Cuando la guerrilla ha visto políticas de autoridad en Colombia, ha buscado por todos los medios que sus voces de apoyo desacrediten esas políticas de autoridad, para que la guerrilla se pueda recuperar.

Vamos a crear confianza en todo el pueblo colombiano sobre lo que estamos haciendo para que no dejemos desacreditar nuestras políticas: ni la política de autoridad, ni la política de paz.

Y esperamos resultados. Creo que lo que va viendo el país en orden público, va demostrando que vamos por el camino correcto.

Miren lo que acaban de vivir ustedes este fin de semana en Neiva. Comparémoslo con lo que pasaba hace tres años, cuando aquí no solamente estábamos totalmente dominados por la guerrilla sino que empezaban a incursionar grupos paramilitares.

Aquí hemos procedido con toda la transparencia. Los resultados están a la vista. La verdad es que quiero esperar qué van a decir los mismos que han desacreditado esta ley, cuando las Farc digan que la tienen que indultar, que la tienen que amnistiar por delitos atroces, o cuando lo diga el ELN.

Entonces esperemos, que el camino por el cual vamos está produciéndole buenos resultados a Colombia y le va a seguir produciendo buenos resultados a Colombia.

No hay Gobierno que haya avanzado más en la lucha contra el narcotráfico que este Gobierno. Alrededor de 330 órdenes de extradición he firmado como Presidente de la República. Y ahí está nuestra lucha contra los cultivos ilícitos. A los gobiernos hay que medirlos por los resultados, no por las críticas provenientes de la mala información”.

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