Bogotá, 5 jul. (SNE).- El Boeing resplandeciente
blanco, con unas discretas líneas azules, con
el escudo de Colombia al lado de la puerta principal
de abordaje y con las palabras FUERZA AÉREA COLOMBIANA
inscritas en su fuselaje, posó este martes para
la prensa que desde hace días lo esperaba.
Pero no estaba solo, a su lado permanecía el Fokker
28, que por 34 años sirvió de transporte
presidencial; el Douglas C-54 y el Junkers Ju-52, (cada
uno con 17 años de servicio) que comenzó en
1933 la dinastía de aeronaves al servicio de la
Presidencia de la República.
Este martes, después de 13 años de estudios
y constantes debates sobre la conveniencia o no de tener
un nuevo avión presidencial, la Fuerza Aérea
Colombiana dio a conocer el Boeing 737-700 BBJ, que a
partir de la fecha llevará la matrícula
FAC0001 y tendrá como principal misión
transportar al Jefe del Estado a lo largo y ancho del
país y del mundo, cuando sea necesario. El Fokker
28 seguirá en servicio como avión presidencial
alterno.
Imponente a la vista, la nueva aeronave fue bendecida
por el Obispo Castrense, monseñor Fabio Suescún,
en una sencilla ceremonia realizada en el aeropuerto
militar de Catam, en Bogotá y a la que asistió la
cúpula militar, encabezada por el ministro de
Defensa, Jorge Alberto Uribe.
LA ADQUISICIÓN
El proceso para que el nuevo avión llegara a suelo
colombiano a prestar sus servicios comenzó en
octubre de 2002, cuando la Fuerza Aérea analizó varios
tipos de aeronave, labor en la que participaron candidatos
de Canadá, Brasil, Francia y el consorcio Airbus.
El 19 de enero del año pasado el Conpes autorizó la
compra del Boeing 737-700 BBJ, que fue el avión
seleccionado por los expertos, pues puede aterrizar en
la gran mayoría de aeropuertos colombianos, al
tiempo que cuenta con una gran autonomía de vuelo
(13 horas), lo que le permite volar sin escalas a varias
ciudades de Europa y a todas las capitales de América
Latina.
El avión fue ofrecido por el gobierno de Estados
Unidos, a través del Departamento de Defensa.
Su construcción data de 1999. Al momento de su
adquisición tenía apenas 22 horas de vuelo.
El costo fue cercano a los US$40 millones de dólares,
de los cuales US$29 millones corresponden al avión
como tal y el resto fue invertido en su adecuación
interna.
EL BOEING
La aeronave presidencial tiene dos poderosos motores
Turbofan de 27.300 libras de empuje (los motores del
Fokker apenas tienen 9.000). Desarrolla una velocidad
máxima de 936 kilómetros por hora, puede
volar a 41 mil pies de altura y tiene una capacidad
de 54 pasajeros.
En su interior la aeronave es sobria. Está dividida
en tres cuerpos. El primero, el salón VIP o sala
de juntas, tiene una capacidad para ocho personas. Allí los
ocupantes podrán contar con comunicaciones telefónicas,
conexión a Internet y fax satelital.
La silla de estas ocho personas puede reclinarse completamente
para comodidad de los pasajeros y las mesas bajarse
para que sirvan como descansa pies de sus ocupantes
en los viajes más largos.
Enseguida se encuentra la habitación presidencial,
dotada de una cama sencilla, escritorio, sillón
y baño privado.
El segundo cuerpo tiene una sala para 16 personas que
podría asemejarse a la primera clase de la aviación
comercial. Y el tercer cuerpo cuenta con espacio
para 30 personas.
En la parte trasera hay dos baños
y la cocina.
A lo largo del avión se encuentran pantallas de
video en las que los ocupantes podrán disfrutar
de DVD, además del sistema de audio en toda la
aeronave.
LISTO PARA OPERAR
El comandante de la Fuerza Aérea, general Edgar
Lesmez, explicó que para la operación del
avión fueron entrenadas tres tripulaciones (pilotos
y técnicos), las cuales contarán durante
los primeros días de vuelo con la asesoría
de un instructor de la aerolínea Copa, encargado
de familiarizar a los aviadores con el avión presidencial.
Adicionalmente señaló que se trata de un
avión más económico que el Fokker,
pues éste por su antigüedad, tenía
dificultades para la consecución de sus repuestos
al tiempo que la hora-hombre para el mantenimiento es
más costosa.
Con el Boeing estos costos se reducen, pues se trata
de un avión de última tecnología,
fabricado en Estados Unidos y cuyo mantenimiento es
más sencillo.
De hecho su operación también es simple
y todo el manejo es computarizado. Por ejemplo, cuanta
con acelerador, aterrizaje y freno automáticos,
permitiendo que el piloto seleccione las necesidades
de cada operación, según las condiciones
de pista y clima, entre otros factores.
Adicionalmente, el propio sistema del avión chequea
sus herramientas para alertar a la tripulación
de cualquier falla, lo cual facilita también su
mantenimiento. Por todos estos elementos, el Boeing 737-700BBJ
es considerado como uno de los aviones más seguros
existentes en este momento.
La aeronave pisó suelo colombiano el fin de semana
y tras las primeras pruebas hechas por los pilotos y
técnicos de la FAC está lista para debutar
en los cielos colombianos. De hecho su primer vuelo oficial
será el próximo jueves cuando el Presidente
de la República viaje a Costa Rica para asistir
a la Cumbre de Países Exportadores de Banano.
La prueba de fuego será el fin de semana con el
viaje, sin escalas, a Madrid, para la visita oficial
del Jefe del Estado a España.