DISCURSO DEL PRESIDENTE URIBE
EN CONVERSATORIO CON EMPRESARIOS DEL CLUB UNIÓN
Bogotá, 6 jul (SNE). El siguiente es el texto
del discurso del presidente Álvaro Uribe Vélez
durante conversatorio con empresarios del Club Unión
en Medellín.
“
Quero dar a todos ustedes un saludo muy, muy afectuoso.
Desde hace meses de manera muy generosa, el médico
Fernando Londoño me había invitado
a una reunión con ustedes, me había
contado todos los proyectos que se habían
ubicado transitoriamente en esta sede y que allí en
uno de los desarrollos importantes que se están
adelantando en la ciudad, van a tener la sede permanente,
quiero felicitarlos por todo ese esfuerzo, además
me contó lo último que será esa
vieja sede tan bella, llena de historia, tan importante
para la Patria, para Antioquia, lo importante que
será para la cultura, para la educación
en el centro de la ciudad.
No tengo palabras para expresarles mi gratitud, en
nombre de mi familia, del mío, por la generosidad
de nombrarme socio honorario del club, les agradezco
inmensamente.
Con tres años de Gobierno, ya los gobernantes
tenemos que empezar a dar rendiciones de cuentas
y ningún escenario más importante que
este, el que integra un grupo de coterráneos
tan distinguidos como ustedes para empezar a hablar
de que hemos hecho, sin perder de vista el futuro
de la Patria.
He pensado que el gobernante se tiene que preocupar
por lo del largo plazo, por lo de mediano plazo,
por lo inmediato, por lo grande y lo pequeño.
En los próximos días Planeación
Nacional va a someter a consideración de los
colombianos, para abrir una discusión pública,
el primer borrador de un documento que titulamos: “Colombia,
visión de Segundo Centenario”, lo habíamos
prometido en la campaña presidencial, es un
documento con una visión de Colombia al siete
de agosto de 2019, cuando nuestra Patria habrá de
cumplir 200 años de vida independiente, con
unas metas muy exigentes en la erradicación
de la pobreza y consolidación de una democracia
ampliamente pluralista en crecimiento económico,
en bienestar para todos los colombianos. Y ese documento
se propone unas metas parciales, especialmente para
el 20 de julio de 2010, cuando la Patria estará cumpliendo
los 200 años del grito de independencia.
Ese documento cumple varios objetivos. Un objetivo,
proponerle a los colombianos una visión
de largo plazo en permanente evaluación
y en permanente revisión.
Un segundo objetivo, ajustarnos en nuestros propósitos
internos totalmente a las metas del milenio, las
metas tan importantes como las de la erradicación
de la pobreza.
Un tercer objetivo, lograr un empalme de plan cuatrienal
de desarrollo en plan cuatrienal de desarrollo.
No es posible adoptar hoy planes que excedan los
cuatro años, además es de la esencia
de la democracia, permitir que los procesos democráticos
sean los que vayan definiendo, redefiniendo, modificando
o manteniendo el rumbo de la Nación.
La Nación hoy, por mandato de la Constitución
y por obra de la democracia, para elegir un mandatario
cada cuatro años debe adoptar en un procedimiento
democrático el Plan de Desarrollo, pero eso
no obsta para que se hagan esfuerzos de largo plazo
a fin de que un plan cuatrienal haga parte de una
visión de largo plazo que lo comunique con
el anterior y que lo comunique con el que habrá de
sucederlo. Por eso nuestra insistencia en esa visión
de largo plazo.
Hace pocos días, mirábamos un buen
libro de administración, sobre eficacia ejecutiva,
y le pedí a todo el Consejo de Ministros que
cada uno lo estudiara cuidadosamente, y encontré allí elementos
para profundizar en una diferencia alrededor de la
cual he meditado hace mucho tiempo: ¿Cómo
se diferencia la micro gerencia de la preocupación
por el detalle que garantice la ejecución?
Porque la verdad es que ha preocupado mucho la circunstancia
de que en este mandato el Presidente de la República
esté pendiente de mucho detalle.
Eso parte de una consideración. En la Patria
hemos tenido muy buena visión macro, pero
por ocasiones ha sido muy bajo el nivel de ejecución,
justamente porque nos hemos quedado en la visión
macro en su formulación y no hemos puesto
al nivel más alto del Estado todo el interés
para garantizar la ejecución de aquello que
se ha visionado.
Entonces, no es que queramos incurrir en el micro
manejo, en desplazar aquellos que tienen expresas
competencias definidas por la Constitución,
por la ley o por sus superiores administrativos,
pero si estar pendientes de todos los detalles
para garantizar a través de la definición
de estrategias, de la definición de metas
de largo plazo, de la definición de metas
de corto plazo, cómo va el avance de todas
las políticas de Gobierno, porque Colombia
necesita mostrar mejores niveles de ejecución
en las políticas de Gobierno para ir cerrando
esa brecha entre la muy buena elaboración
macro que ha tenido el país y la que bastante
se critica, el bajo nivel de ejecución,
por eso ha sido el esfuerzo nuestro de estar pendientes
de la visión de lo grande, pero también
del detalle para que lo grande se realice.
Nos propusimos una palabra, recuperar confianza en
Colombia. Recuperar confianza para que los muchachos
vean en Colombia las nuevas generaciones, la gran
posibilidad de convertir en realidad sus ilusiones,
confianza para invertir en Colombia, confianza
para generar empleo en Colombia, para encontrar
empleo en Colombia, confianza para vivir en Colombia.
Y nos hemos propuesto la construcción de confianza
a través de varios ejes, del rescate de la
seguridad, con una proposición de Seguridad
Democrática, la transparencia y el avance
hacia la reactivación económica y hacia
la reactivación social.
En materia de seguridad, nuestra tarea ha sido por
una Seguridad Democrática. ¿Por qué democrática?
Para establecer la diferencia entre lo que ocurrió en
otras épocas en nuestro continente latinoamericano
y lo que propone este Gobierno y se ha propuesto
realizar.
En nombre de la doctrina de la seguridad, se suprimieron
en algún momento en el continente libertades
públicas, se afectaron derechos democráticos,
se utilizó la seguridad para perseguir al
adversario, para maltratar el disenso. Nosotros
no queremos, ni podemos permitir que eso ocurra
en Colombia.
Por eso nuestra proposición de seguridad democrática,
es para profundizar las libertades, para que se estimule
permanentemente el debate sin la amenaza el atentado
terrorista, para que Colombia le de seguridad por
igual al empresario que al trabajador, al líder
gremial que al líder sindical, al dirigente
y vocero de la oposición que a las voces más
amigas de las tesis gobernantes.
Ese concepto de seguridad democrática hay
que repetirlo, mostrar su consistencia entre lo que
se ha propuesto en la teoría y lo que se ha
ejecutado en la práctica y pedir a los colombianos
un permanente movimiento de opinión que exija
que la Seguridad Democrática se proyecte como
un instrumento de largo plazo que se suceda de un
gobierno a otro para bien de la Patria.
Con cortos periodos de Seguridad Democrática
es imposible alcanzarla, mientras los terroristas
han tenido décadas, si no logramos una sucesión
en el tiempo, de gobierno en gobierno, a los postulados
y a la acción básica de la seguridad
democrática, será imposible obtener
sus logros.
Por eso, hay que llamar la atención de todos
los compatriotas. Por ejemplo para impedir que grupos
terroristas como las Farc le hagan nuevas trampas
políticas al país, lo engañen,
lo saquen del curso de la conquista de la seguridad
para evitar que algunas agrupaciones políticas
del país lleguen de manera inocente a hacerle
juego a las nuevas trampas del terrorismo.
La continuidad de la seguridad democrática
es un imperativo nacional, independientemente de
los gobiernos que vengan porque es un camino para
construir una convivencia sólida en el largo
plazo, es un camino para construir desarrollo, es
un camino para construir inversión, es un
camino para conseguir mejoramiento social.
Al continente lo han venido dividiendo entre gobiernos
de derecha y gobiernos de izquierda. Esa división
a mi juicio, es una división inconveniente,
es una división obsoleta, es una división
no práctica, obsoleta.
Esa división cobraba vigencia en la época
de las dictaduras, hubo toda la caracterización
teórica para definir frente a posturas de
las dictaduras cuáles eran de izquierda y
cuales era de derecha.
Hoy, en la época de la regla democrática,
esa división es obsoleta. Dejado atrás
el periodo de las dictaduras, con vigencia plena
de la regla democrática, esa división
ha pedido el momento
Es inconveniente, polarizante. Lo vimos en la reciente
elección del Secretario General de la Organización
de Estados Americanos, cómo se polarizó el
continente; polarización que se pudo superar
en muy buena parte gracias a la prudente gestión
de la canciller de Colombia, la doctora Carolina
Barco.
E impráctica. Hace pocos días, una
periodista internacional que me entrevistaba me decía
que cómo lograba convivir un gobierno de derecha
como el que yo presido con una serie de gobiernos
de izquierda en el continente. Y hacía unas
críticas muy fuertes a este gobierno, y yo
le decía: ¿Usted dónde se ubica?
Y me dijo: en la izquierda. Y le pregunté:
déme un solo elemento para poder justificar
que usted es de izquierda y para que justifique que
yo soy de derecha; enmudeció.
Después le pregunté: déme un
solo elemento para caracterizar al gobierno del presidente
Lula en el Brasil como un gobierno de izquierda y
al gobierno actual de Colombia como un gobierno de
derecha; enmudeció.
Hay que superar eso. En la época de la regla
democrática creo que tenemos que formularnos
diferentes preguntas para mirar estas democracias,
y proponer diferentes parámetros para responder
a esas preguntas.
Hay que preguntarnos: ¿Estas democracias son
de liderazgo o de caudillismo? ¿Estas democracias
son progresistas o retardatarias? ¿Estas democracias
son institucionales o caprichosas?
Hay una gran diferencia entre el liderazgo y el caudillismo.
Lo primero que hace el liderazgo es respetar todas
las reglas democráticas, no solamente las
que dieron origen al mandato de quienes tienen
posiciones de liderazgo, sino las que rigen ese
mandato.
Dar ejemplo en materia de respetar la ley, practicar
por parte de los líderes aquel principio
del estado de derecho, según el cual es
más importante el sometimiento de los dirigentes
y de los gobernantes a la ley, que de los propios
gobernados, porque si no hay ejemplo de sometimiento
a la ley por parte de los gobernantes, no hay manera
de garantizar el imperio de la ley en toda la comunidad
de gobernados.
Una democracia progresista es una democracia de respeto
a las instituciones independientes. Una democracia
con solidaridad es una democracia en permanente
avance en construcción de justicia social.
Para responder a todas esas preguntas, a si esta
es una democracia, si las nuestras en el continente
son democracias de exclusiones o democracias de
plena inclusión, nos hemos propuesto examinarlas
y pedir a la comunidad nacional e internacional
que las examinen a través de cinco parámetros:
las libertades públicas, la seguridad, la
cohesión social, la transparencia y el respeto
a instituciones independientes.
En la seguridad hemos avanzado. Cuando este gobierno
empezó en la Patria asesinaban casi 30 mil
ciudadanos. Terminamos el primer semestre de este
año con 8300 homicidios en Colombia. La
cifra todavía es muy alta, no todas las
ciudades colombianas han reducido los homicidios
en la proporción de Medellín, pero
la tendencia es buena.
Quisiera destacar el ejemplo de Medellín.
La disminución de homicidios en la ciudad
es ejemplar. En el año 2003, después
de que habíamos emprendido en septiembre de
2002 la tarea de enfrentar todos factores de violencia
de la ciudad, en el año 2003 tuvimos una disminución
de homicidios en la ciudad del 34 por ciento. En
el año 2004 una nueva disminución de
homicidios del 42 por ciento. Y en lo corrido de
este año se repite el 42 por ciento.
Tengo que reconocer el gran apoyo que hemos tenido
de la comunidad, de sus gremios, del anterior alcalde
y del actual alcalde: los doctores Luis Pérez
y Sergio Fajardo.
Las administraciones de Medellín han ayudado
inmensamente en esta tarea de recuperar la paz y
la tranquilidad para nuestra ciudadanía.
En materia de secuestro, cuando empezamos, el país
estaba teniendo años de 3.050 secuestros al
año. Este año llevamos 340 secuestros,
de los cuales 168 han sido extorsivos. Quisiéramos
mostrar un mejor resultado, quisiéramos decirle
a Colombia y al mundo que estamos en cero secuestros.
No lo hemos logrado, pero la tendencia es buena.
Hay que pensar esto –creo yo, apreciados coterráneos-
vamos ganando, pero no hemos ganado. Por eso la persistencia
con ajustes -como los que hay que hacer en todo proceso
humano- la persistencia con ajustes es un imperativo
nacional. Y nada mejor que reclamarla desde Antioquia.
Ningún sitio mejor que Antioquia para decir
desde aquí a todos los colombianos: vamos
ganando, pero no hemos ganado.
No nos dejemos sacar del camino de la Seguridad Democrática.
No seamos víctimas de trampas políticas
del terrorismo. Llamemos la atención para
que ningún grupo político caiga en
las trampas del terrorismo. Llamemos la atención
para que trampas políticas del terrorismo
no prosperen en Colombia; porque la Seguridad Democrática,
con los ajustes que haya que introducir, hay que
continuarla para que Colombia gane.
Hemos puesto mucha atención en unas expresiones
clarísimas de la seguridad, para que esas
expresiones hablen sobe si esa seguridad es democrática
o no lo es.
Por ejemplo, en el tema de alcaldes. Cuando el Gobierno
empezó teníamos casi 400 alcaldes
que no podían ejercer sus funciones en el
municipio para el cual fueron elegidos. Nos hemos
propuesto darles plenas garantías a todos
los alcaldes y gobernadores de la Patria, sin detenernos
en el origen político de su elección.
Hoy, salvo uno o dos casos, todos, rodeados de
garantías, ejercen en el municipio donde
fueron elegidos.
Hemos puesto toda la atención para la protección
de líderes sindicales. En Colombia estaban
asesinando 168 dirigentes sindicales. Todavía
tenemos casos. Quisiera decirle al mundo –para
honra de la democracia colombiana- que hemos superado
ese problema. Pero todavía en el primer semestre
de este año nos asesinaron siete personas
vinculadas a organizaciones sindicales.
Hemos puesto toda la atención para garantizar
la seguridad de los periodistas de Colombia. La Patria
tuvo años de asesinato de 11 periodistas.
Este año, a pesar de nuestros esfuerzos, todavía
nos han asesinado dos. Pero, con persistencia, vamos
a lograr un día que esos indicadores de la
democracia colmen las aspiraciones que requerimos,
para la mejor, la óptima honra de nuestra
Patria.
Ese tema de la seguridad hay que llevarlo de la mano
de otro parámetro para calificar estas democracias:
el de las libertades públicas.
Hemos sido muy cuidadosos para no incurrir en lo
que pasó en otros países, territorios
en los cuales, en nombre de la seguridad, suprimieron
o suspendieron transitoriamente las libertades.
Jamás lo haríamos. ¡La seguridad
es para profundizar las libertades! Es un contrasentido,
entonces, que en nombre de la seguridad se coarten,
se suspendan las libertades.
El país vivió el referendo de 2003,
un referendo que se propuso sin un solo punto clientelista,
sin un solo punto populista. Un referendo de sacrificios,
un referendo complejo.
De sacrificios, porque se le pedía a un pueblo
pobre –como el pueblo colombiano- hacer sacrificios
en materia de salarios de empleos públicos.
Un referendo sin un solo llamado populista.
Un referendo complejo. Si yo tuviera la oportunidad
de volver a presentarlo no incurriría en
el error de presentar tantos puntos, definitivamente
nos excedimos en el número de proposiciones
que se presentaron al país.
Lo importante es destacar las garantías que
rodearon a los opositores y a los abstencionistas.
Tuvieron incluso más espacio en el conjunto
de los medios nacionales ellos para atacar el referendo,
que el Gobierno para defenderlo, pero finalmente
eso habla bien de las libertades públicas
de Colombia.
Al siguiente día la Patria eligió alcaldes
y eligió gobernadores; y eligió diputados
y eligió concejales. Por primera vez fueron
elegidos como alcaldes y gobernadores, para alcaldías
y gobernaciones de primer orden, candidatos provenientes
de partidos alternativos a los tradicionales, candidatos
provenientes de partidos impulsados por integrantes
de antiguas guerillas, candidatos que en otras condiciones
corrían el riesgo de ser asesinados. Creo
que esas elecciones de 2003 marcan un hito importante
para la historia democrática de la Nación.
A todos esos candidatos se les protegió con
toda la eficacia.
Pero no nos quedamos allí, al otro día
dijimos que este Gobierno quería trabajar
con todos para construir esa unidad de Patria que
requerimos, que queríamos trabajar con todos
ellos para construir gobernabilidad sobre la base
de respetar sus competencias y sus fueros, de ser
conscientes que el Gobierno Nacional está avanzado
en su Plan de Desarrollo y bastante limitado en sus
recursos fiscales, sobre la base de unos compromisos
de transparencia y de gestión.
Y hemos trabajado con todos los alcaldes y gobernadores
de la Patria, buscando gobernabilidad, unidad de
Patria, sin detenernos en el origen político
de su elección.
En los últimos meses Colombia ha elegido 180
alcaldes en igual número de municipios, alrededor
de 60 de ellos corresponden a los grupos que hacen
oposición a este Gobierno, ha habido plenas
garantías.
Por ejemplo, en el departamento del Magdalena el
oficialismo liberal en los últimos meses
ha ganado varias alcaldías, y es bueno decirlo,
porque de allí surgieron muchas voces críticas
en contra de nuestras libertades democráticas,
que hemos garantizado a plenitud.
Esos 180 alcaldes elegidos en los últimos
meses en un país más libre, en un país
que cada día siente menos presión de
guerrilleros y paramilitares, son un claro ejemplo
del avance de nuestra Seguridad Democrática
acompañada de las libertades públicas.
Y tenemos que trabajar la cohesión social
como un tercero y fundamental parámetro para
construir estas democracias incluyentes, que no excluyentes,
estas democracias de solidaridad, estas democracias
que ven en la solidaridad la garantía de su
permanencia, las trifulcas contra las democracias
en el fututo, habrán de venir de su incapacidad
de construir sociedades incluyentes. De ahí la
importancia de la cohesión social.
Nosotros creemos en unas definiciones básicas
para el país, en una sociedad incluyente pero
sin odio de clases, en una sociedad en permanente
debate pero sin antagonismo que impida la construcción
de opciones, en una sociedad con debate pero con
debate solidario, con debate que apunte al problema
no a herir a las personas, con debate que permita
la superación de las opciones diferentes para
construir nuevas opciones en favor del conglomerado.
Es imposible construir cohesión social si
no se reactiva la economía, una economía
con desahorro, una economía sin inversión,
una economía expulsando al extranjero los
pocos recursos es una economía que no es capaz
de garantizar el empleo y que no es capaz de garantizar
los recursos que el Estado necesita para la inversión
que construya equidad social. Por eso nuestro afán
en la reactivación de la economía.
Falta mucho pero la vemos por buen camino. Hemos
visto una gran recuperación de la confianza
inversionista en el país, la inversión
privada que llegó a situarse en el 6 por
ciento del PIB está nuevamente por encima
del 12 y en una tendencia bien interesante de crecimiento.
Diría yo que Colombia está hoy de moda
en materia de interés inversionista y en todos
los sectores. Ustedes han sido aquí recientemente
receptores de inversión extranjera en la actividad
manufacturera, vemos una gran afluencia nuevamente
de inversión extranjera a la actividad minera,
la actividad de hidrocarburos. Estábamos explorando
10 pozos por año, este año es muy posible
que exploremos 40 pozos en la carrera que necesitamos
adelantar para que el país frene la tendencia
declinante en la producción de hidrocarburos,
para que el país llegue a recuperar nuevamente
la garantía de su autosuficiencia y la garantía
de excedentes exportables.
En materia económica nos hemos propuesto construir
confianza sobre la base de avanzar nuevamente hacia
un fisco sano. Nosotros encontramos un déficit
fiscal del 4,2 por ciento en agosto de 2002, confiamos
terminar este año con un déficit no
superior al 2,5 por ciento.
Pero hay una parte bien delicada, cuando ese déficit
se desagrega antes de mirarlo consolidado en la parte
central de la Nación, es mucho más
alto, es todavía superior al 5 por ciento.
Por eso esfuerzos como los que hemos tenido que hacer
en materia de pensiones.
Quiero agradecer al Congreso de la República
el valor de haber aprobado esa reforma constitucional
de pensiones, es una nueva de las tantas reformas
que en materia pensional se han aprobado en este
Gobierno. La primera legal, dirigida por el ex ministro
Juan Luis Londoño, la segunda también
de alcance legal dirigida por el ministro actual
Diego Palacio, la tercera es la reforma pensional
que se ha adelantado en 152 entidades del Estado
que hemos reformado y la cuarta es esta reforma.
En términos de ahorros al PIB esas reformas
significan 70 puntos, son 70 puntos menos de déficit
porque si al déficit de la Nación le
sumamos el déficit actuarial estaríamos
ante de estas reformas con un déficit toral
superior a 200 puntos del PIB. Por fortuna estas
reformas nos ahorran 70 puntos en materia actuarial.
El endeudamiento lo encontramos en el 56 por ciento
del PIB, todavía está muy alto, oscila
entre el 46 y el 47, el país tiene que seguir
haciendo todos los esfuerzos posibles, todos los
esfuerzos posibles para llega a un endeudamiento
por debajo de 40 puntos del PIB.
Y tenemos confianza que el proceso de ajustes que
hemos venido haciendo va a continuar dando resultados,
nos hemos propuesto por un lado aumentar los ingresos,
por otro lado controlar los gastos y por otro lado
introducir el mayor nivel de transparencia.
Los ingresos, gracias a las reformas tributarias,
gracias al avance de un plan que llamamos el plan
Muisca para aumentar la base de contribuyentes
en la administración de impuestos que en
renta ha pasado de 350 mil contribuyentes en 2002
a más de 900 mil en este momento, los ingresos
han tenido la siguiente evolución: en el
año 2003 crecieron en un 18 por ciento,
en el año 2004 crecieron en un 22 por ciento
y este año van creciendo en un 12 por ciento.
En materia de egresos hemos hecho un gran esfuerzo
para ampliar la Fuerza Pública, hemos tenido
unos egresos crecientes para servir la deuda, unos
egresos crecientes para pagar obligaciones pensionales,
unos egresos crecientes en las transferencias con
las regiones, pero aquellos factores de gasto que
el Gobierno controla discrecionalmente como son
los gastos de nómina y los gastos generales,
los hemos reducido de manera notoria.
Para empezar y dar ejemplo, el ahorro en la Presidencia
de la República alcanza casi al 30 por ciento.
Hemos reformado 152 entidades del Estado, la primera
fue Telecom, la última Inravisión
y el Banco Cafetero. ¿Qué sería
si no hubiéramos hecho la reforma de Telecom?
El Gerente de Telecom pidiéndole al Ministro
de Hacienda 500 mil millones al año contra
el presupuesto de la Nación para pagar pensiones.
Pero esa reforma de Telecom no queda ahí.
Estamos contentos porque el año pasado la
empresa generó 950 mil millones de utilidad
y este año es posible que repita esa causación
de ganancias. Sin embargo los nubarrones, los interrogantes
a futuro son muy grandes. Con el avance de las comunicaciones,
con todo lo que es la telefonía móvil,
con todo lo que es el esquema de las comunicaciones
inalámbrico, una empresa como Telecom. y hago
un llamado solidario a Empresas Públicas de
Medellín a la Empresa de Teléfonos
de Bogotá, a Emcali todavía regida
en proceso de recuperación por el Gobierno
Nacional, nuestras empresas de comunicaciones –empezando
por Telecom- pueden quedarse obsoletas, pueden perder
su valor.
Nosotros nos proponemos dar pasos nuevos en Telecom,
nos proponemos encontrar un socio estratégico,
un socio estratégico que con su capacidad
de invertir garantice que Telecom se mantenga en
vanguardia en la oferta de servicios, para que
los colombianos no perdamos el patrimonio que tenemos
en esa empresa, para que esa empresa siga dando
las utilidades que se requieren para pagar a los
trabajadores jubilados de Telecom en liquidación,
para que esa empresa siga generando los recursos
requeridos para la permanente modernización
del sector.
Hace pocos días, reformamos Inravisión.
La vieja Inravisión, protegida en la Constitución
del 91, la sustituimos por una nueva, austera, sin
privilegios convencionales, sin privilegios pensionales.
Y hemos reformado también el Banco cafetero.
No contábamos con 500 mil millones para respaldar
las acreencias pensionales del Banco Cafetero, ni
con 300 mil millones para liquidar a sus antiguos
trabajadores, y hemos logrado esas sumas. Va haber
un nuevo banco, un banco moderno, un banco austero,
un banco sin privilegios convencionales, un banco
blindado contra el clientelismo, a semejanza de lo
que la administración presidencial anterior
en buena hora hizo con el Banco Agrario, cirugía
juiciosa que nosotros hemos aplaudido y con la cual
hemos continuado y que hemos transportado esa buena
experiencia al Banco Cafetero.
Pero quedan muchas entidades por reformar. En el
Seguro Social apenas dimos el primer paso al desvincular
los trabajadores de las clínicas, de la
entidad matriz del Instituto, para que entonces
no se siga aplicando la convención, que
hace que la entidad tenga unos costos imposibles
de sortear para el fisco, que la convención
no se siga aplicando en las clínicas. Sin
embargo, faltan reformas cruciales en la parte
central del Instituto y en cada una de sus clínicas.
En el sector salud hemos avanzado, pero es mucho
más lo que falta. Reformar las clínicas
del seguro Social nos puede costar un monto superior
a los 600 mil millones de pesos.
Hay que tener siempre pendiente la lista de reformas
que faltan para trabajar hasta el último
día de Gobierno en ese propósito
reformista.
La idea nuestra no es destruir el Estado, no es continuar
la ola de privatizaciones a ultranza de América
Latina de la década de los 90. La idea nuestra
es un Estado austero, un Estado sostenible, un
Estado que cumpla su visión, su misión,
no un Estado que derrocha en clientelismo.
Un ejemplo, el Sena. Con los mismos recursos, con
las mismas cotizaciones de los colombianos, sin
un peso aportado por el Gobierno nacional, gracias
a la reforma que lo ha desclientalizado, el Sena
ha pasado de atender un millón 100 mil estudiantes
colombianos en el 2002 a atender este año
más de tres millones y se prepara para atender
cuatro millones en el 2006.
La administración presidencial anterior produjo
una magnífica ley que contribuye al saneamiento
fiscal del conjunto nacional, la Ley 617, con algún
antecedente en la reforma que habíamos impulsado
en el departamento de Antioquia para ajustar los
egresos del departamento a sus posibilidades de ingresos.
Este Gobierno se ha dado a la tarea de aplicar la
Ley 617 como que fuera nuestra, con toda la decisión,
con toda la disciplina fiscal.
Apenas hace 15 días pudimos firmar con Barranquilla
convenios tan importantes como un convenio para aportarle
a la ciudad 150 mil millones para el sistema de transporte
masivo, un convenio para aportarles 55 mil millones
para la defensa del río (porque se está desplazando
del Puerto de Barranquilla hacia la orilla del departamento
del Magdalena), un convenio de 46 mil millones para
empezar a resolver los problemas de los caños
de aguas lluvias de la ciudad.
¿
Por qué tanta demora? Porque tomamos la decisión
de no perfeccionar esos convenios hasta que Barranquilla
nos mostrara que se había ajustado a las exigencias
de la Ley 617.
La expedición de la Ley 617 por parte de la
administración presidencial anterior y la
disciplina de este Gobierno para aplicarla, nos ha
permitido que los departamentos pasaran de un déficit
del 0,15 por ciento del PIB en el 2000, a un superávit
del 0,6 del PIB en el 2004. Y que los municipios
pasaran de un déficit del 0,68 del PIB en
el 2000 a un superávit del 0,34 del PIB en
el 2004.
Nos quedan todavía muchos municipios en Ley
550, algunos departamentos con inmensas dificultades,
pero el consolidado va mostrando una buena tendencia
en la que hay que persistir.
De todas maneras en el régimen departamental
y municipal hay que pensar cómo vamos a lograr
economías de escala.
No fue aprobada por el Congreso nuestra propuesta
para el referendo de modificar la figura constitucional
de las regiones, porque esa figura hasta el momento
no ha tenido ejercicio en la práctica.
Ahí hay un motivo de reflexión bien
importante para el país. ¿Cómo
vamos a garantizar mayor eficiencia en los departamentos? ¿Cómo
vamos a superar una situación bastante difícil
porque muchos están financiados con rentas
obsoletas y decadentes y la situación de la
Nación no da para transferir a los departamentos
nuevos recursos? Tenemos en ese punto que pensar
muy cuidadosamente lo que viene.
¿
Qué creemos en materia tributaria? Este Gobierno
ha elevado los impuestos para los que no quieren
crecer, pero ha introducido una serie de estímulos
tributarios para las empresas que quieran crecer.
En todas las ciudades del país me dicen ‘esta
obra se está haciendo gracias a la deducción
del 30 por ciento que se aprobó en diciembre
de 2003’.
En 2004, en 2005 y en 2006, cualquier inversión
generadora de renta el contribuyente la puede deducir
en un 30 por ciento. Eliminamos el IVA para los bienes
de capital en empresas altamente exportadoras y redujimos
del 50 al 30 por ciento el requisito de producto
exportado en una empresa para que califique como
altamente exportadora. Al resto de empresas se les
está devolviendo el IVA pagado en la adquisición
de bienes de capital.
Habíamos eliminado el arancel para importación
de bienes de capital, mantuvimos esa eliminación
hasta diciembre 31 del año pasado, la suspendimos
porque la tasa de cambio que afecta bastante las
exportaciones estimula mucho y le resta carestía
a la importación de bienes de capital.
Y tenemos una serie de productos, de gran importancia
para Antioquia, que están hoy exentos de
impuestos. Aprobamos una exención a los
cultivos de tardío rendimiento, a la madera
por ejemplo. Confiamos que en la próxima
legislatura definitivamente el Congreso de Colombia
nos apruebe el nuevo estatuto forestal, pero lo
que es la norma básica, la norma medular
está aprobada desde hace dos años,
la norma que le da a esa actividad exención
tributaria.
La pregunta es ¿qué le va a pasar al
país cuando termine el período de estos
estímulos tributarios? Nosotros queremos proponer
una reflexión nacional: en ese momento hay
que tener lista una reforma tributaria que baje la
tarifa de renta.
La tarifa de renta hoy no depende de un capricho
de Gobierno, la tarifa de renta no depende de una
aproximación de teoría económica,
la tarifa de renta no depende hoy de una idea política,
la tarifa de renta depende de cuan competitivos
queramos ser en la arena internacional.
Los países centroamericanos que firmaron con
los Estados Unidos el tratado de comercio, que ya
se ha abierto paso en el Senado de Estados Unidos
y que le queda todavía un tramo muy difícil
que es la Cámara de Representantes de ese
país, los países centroamericanos están
todos en plan de reducir la tarifa de renta.
Y entonces se hace otra pregunta ¿y qué pasa
con el IVA? Nosotros encontramos el IVA afectando
o gravando el 37 por ciento de los bienes y servicios
de la canasta colombiana. Hoy con nuestra ampliación,
grava el 53 por ciento, pero no pudimos encontrar
ambiente para expandir más la cobertura del
IVA.
Se dictó por el Congreso una norma, a mi juicio
sabía, una norma que generalizó el
IVA con una tarifa del dos por ciento, pero la Corte
Constitucional declaró inexequible esa norma.
El país necesita una nueva reflexión
sobre todos estos temas tributarios.
En materia de reducir transferencias este Gobierno
no está de acuerdo. Hemos escuchado algunas
voces que denominan reforma estructural de impuestos
aquella reforma que introduzca marcos diferentes
para las transferencias, que pondrían a
las regiones a correr riesgos.
Y es completamente inaceptable que una región
que paga su salud y educación en muy buena
parte con recursos provenientes de transferencias
nacionales tengan que correr los albures fiscales
o de endeudamiento de la Nación antes que
tener la garantía de esa transferencia.
Miren, en educación hemos logrado crear hasta
la fecha un millón 140 mil cupos, en educación
básica de un total de millón y medio
que se ha propuesto el Gobierno. Si logramos la meta
del millón y medio todavía quedarán
500 mil niñitos sin acceso a la educación
básica, entonces, ¿de donde hay que
sacar los recursos para ello? De mayor productividad
en lo cual hemos venido trabajando.
Hoy tenemos casi 30 estudiantes por profesor en los
establecimientos estatales, pero también
se van a necesitar nuevos recursos.
Cuando uno ve el panorama de la educación
y todo lo que falta para lograr una cobertura plena
para los pobres en materia de salud subsidiada, hay
que concluir si se necesita mejor Gobierno, se necesita
total transparencia, mejores indicadores de productividad
en la aplicación de los recursos públicos,
pero no es positivo, no es conveniente para el país,
pensar en la reducción de esas transferencias.
Creo que debemos empezar ya a concebir, una norma
juiciosa en materia de transferencias que ponga
a salvo las inversiones sociales de la Nación
y también los intereses, las inversiones
sociales de las regiones y los intereses fiscales
de la Nación.
El Gobierno está trabajando en ella, porque
si bien se necesita para el momento en el cual termine
su vigencia al acto legislativo de transferencias
aprobado durante el Ministerio de Hacienda del doctor
Juan Manuel Santos, sobre la materia no se puede
improvisar.
Confiamos que todo esto que se viene haciendo en
el frente fiscal, estimule la vocación nacional
e internacional de invertir en Colombia.
La semana antepasada el Congreso nos aprobó otras
leyes de gran importancia para es robustecimiento
necesario de la confianza inversionista. Nos aprobaron
la ley que le permite al Gobierno colombiano firmar
pactos de estabilidad normativa con los inversionistas,
tuvimos toda suerte de dificultades, una comisión
de la Cámara la negó, debimos apelarla
a la plenaria, se llevó a otra comisión
de la Cámara, pero en buena hora, finalmente
fue aprobada.
El Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo,
el Doctor Enrique Iglesias, me decía, “Ese
es un gran mensaje de Colombia ante la Comunidad
Internacional, haber logrado aprobar esa ley.”
Con España hemos firmado acuerdos que nos
van a abrir caminos con otros países. Un acuerdo
para la protección de inversiones y un acuerdo
para el desmonte de la doble tributación.
Para que aquel contribuyente que tenga inversiones
acá y allí no tenga que pagar por las
mismas inversiones en los dos países. Creemos
que eso hay que empezar a replicarlo con otros países
en los cuales hay un gran potencial de invertir en
Colombia.
Y se aprobó la ley para simplificar trámites.
Una ley que le trae mucho alivio a la empresa privada
colombiana y a los ciudadanos colombianos. Y es de
gran importancia el nuevo estatuto de capitales.
Con el ahorro que tenemos por ejemplo en los fondos
de pensiones. Con el manejo de la política
monetaria el país ha venido asistiendo a
una tendencia que yo llamaría positiva.
Una tendencia de reducción de inflación
y al mismo tiempo una tendencia de reducción
de tasas de interés. Esa tendencia ojalá la
podamos mantener en el largo plazo.
Y tenemos posibilidades de que la gran empresa no
congestione los recursos bancarios. De que la gran
empresa acuda directamente al mercado de capitales.
Por eso acabamos de aprobar una ley que le exige
a la gran empresa unos órganos de manejo
garantista para los pequeños accionistas.
Unos órganos de manejo que protejan a los
pequeños accionistas, lo cual le da a la
gran empresa mayor facilidad de tener éxito
en el mercado de capitales. Y si la gran empresa
puede acudir directamente al mercado de capitales,
los recursos intermediados por el sector financiero,
los recursos de los bancos oficiales de segundo
piso podrán ir en mayor grado a la pequeña
y a la mediana empresa.
Esta tarde con la Cámara de Comercio de Medellín,
que ha realizado una tarea de apoyo ejemplar, vamos
a tener un nuevo consultorio para mirar cómo
vamos avanzando en acceso de la pequeña y
de la mediana empresa al crédito. Porque en
materia de crédito yo veo hoy dos cosas favorables
y todavía una incógnita.
¿
Cuáles son las favorables? La gran empresa,
aquella empresa que ha tenido las menores dificultades
financieras está hoy accediendo con enorme
facilidad al crédito, con unas tasas de interés
inmensamente favorables. Una DTF de 7, de 8 y la
gran empresa accediendo al crédito con una
tasa de DTF +2, +3, +4.
En el otro extremo está la microempresa. Cuando
este Gobierno empezó, el crédito para
la microempresa en Colombia tenía un saldo
de $735 mil millones, hoy tiene un saldo superior
a dos billones y medio. Es un gran crecimiento. Yo
diría que con la ayuda del sector financiero,
con la ayuda de fundaciones como Actuar, Microempresas,
todas las que aquí operan; el Banco de la
Mujer, con la ayuda de ese programa de coordinación,
con alcaldes y gobernadores donde nos han aportado
al Fondo de Garantías, y con la dirección
del Viceministro Carlos Alberto Zarruk, hemos avanzado
mucho en crédito para la microempresa.
¿
Cuál es la incógnita? La pequeña
empresa. La mediana empresa. Aquella que perdió su
condición de sujeto de crédito. Aquella
que sigue reportada. Aquella que sigue con unos márgenes
de intermediación por parte del sector financiero
muy elevados. Ahí es donde tenemos que poner
todo el énfasis y por eso esta tarde haremos
un nuevo repaso de la materia con la ayuda de la
Cámara de Comercio de Medellín.
La inversión pública venía muy
rezagada. Consecuencia del déficit fiscal,
consecuencia del endeudamiento. Pero ahí va
empezando. Confió que el 11 de agosto, empiecen
las rutas complementarias al metro de Medellín,
que es lo hemos llamado el Transmilenio de la Ciudad.
Hemos financiado un gran avance del Transmilenio
de Bogotá. Le hemos entregado a Bogotá $989
millones de dólares para concurrir con el
70% de la financiación de las nuevas rutas
de Transmilenio. Estamos avanzando en el de Cali,
en plena ejecución de Pereira. Para adjudicar
la primera licitación de Cartagena, ya firmamos
el convenio de Barranquilla, confiamos firmar en
los próximos días el de Bucaramanga
y aquí tenemos el programa para avanzar en
unas rutas en Medellín, en una en Bello, en
otra en Itagüí y en otra en Envigado.
El gran atraso ha sido Bello. Las rutas principales
de la ciudad empezarán a ejecutarse, de
acuerdo con el informe del señor Alcalde
el 11 de agosto, día de la Independencia
de Antioquia. La Nación va a contribuir
con el 70% de ese costo y yo creo que es un buen
complemento para el sistema de transporte masivo
de la ciudad que tanto ha aliviado la vida en nuestra
urbe metropolitana.
Con mayor inversión pública vamos a
contribuir a un mayor crecimiento de la economía.
Estamos adjudicando esta semana pavimentaciones en
3.246 kilómetros de la Patria. Buena parte
de ese kilometraje en nuestro suelo antioqueño.
Cuando a mi me preguntan en otras ciudades, por ahí con
algo de malicia, “¿bueno y es que Medellín
va a tener Transmilenio? No acaban de pagar el Metro.” Yo
les contesto, no me hagan repasar toda la historia,
la contribución de Antioquia a Colombia. Porque
yo me comprometí con mis coterráneos
a que cuando yo salga de Presidencia, recuerden al último
presidente antioqueño en todo el país
con afecto. Digan, “miren ese paisa quiso a
todas las regiones de Colombia.” Eso es el
mejor legado que podemos dejar para todos los antioqueños
en esa materia.
Pero les he dicho a mis casuales entrevistadores
sobre la materia, cómo no vamos a hacer
el Transmilenio de Medellín. ¿Ustedes
quieren que me les quede viviendo por fuera de
Medellín? Dicen, “no, no, no.” Entonces
para volver allá yo no les puedo quedar
mal a mis coterráneos. Ese esfuercito hay
que hacerlo y hay que financiarlo.
El plan de carreteras, el plan de puertos, el plan
de Transmilenios, la confianza en la construcción,
el nuevo convenio con el sector financiero para
invertir entre el 1 de julio, hace 4 días,
y el 30 junio del año entrante, un billón
de pesos en vivienda social. Yo creo que eso nos
va a ayudar para sumarle a la creciente inversión
privada más inversión pública
en Colombia, modernizar esta infraestructura, ir
desarrollando lo que se llama la agenda de competitividad
que está detalladamente incorporada en el
documento “Colombia: Visión de Segundo
Centenario”.
Y esa reactivación de la economía tiene
un objetivo: erradicar la pobreza. Y esa erradicación
de la pobreza la estamos trabajando con la Revolución
Educativa, la estamos trabajando con el avance de
la protección Social. Confió que el
Congreso, en esta legislatura que empieza el 20 de
julio, muy rápido nos apruebe la nueva reforma
de salud. Este gobierno ha pasado de 10 millones
de afiliados al régimen subsidiado de salud
a 15 millones, pero el país necesita llegar
rápidamente a 22, 25 millones, para que los
sectores más pobres de la sociedad colombiana
tengan una cobertura completa de salud. Y estamos
trabajando el Manejo Social del Campo, tema bien
delicado en estas ronda finales del Tratado de Libre
Comercio con los Estados Unidos.
El Manejo Social de los Servicios Públicos,
de lo cual ha sido ejemplar, no Antioquia, el área
metropolitana de Medellín, porque todavía
seguimos con una preocupante brecha entre los servicios
públicos del área metropolitana y aquellos
por fuera del área metropolitana.
Seguimos trabajando en la construcción de
un país de propietarios y con instrumentos,
como los de transporte masivo, en la construcción
de un país de calidad de vida urbana.
Me preguntaban esta mañana en Bogotá, “¿los
tratados de comercio invitan a invertir en Colombia?
Yo decía, por supuesto. Hace 3 años
no veíamos la posibilidad de un tratado de
comercio con MERCOSUR. Cuando se comentaba sobre
el tema, eso se veía como una quimera o como
un imposible. Hoy tenemos suscrito, perfeccionado
ese tratado, está en plena ejecución.
Lo encontramos adicionalmente sometido a la ratificación
del Honorable Congreso de la República.
Y confiamos que en la ronda que viene se despejen
muchos caminos para tener el tratado de comercio
con los Estados Unidos. Este tratado no es ideológico.
Este tratado no es para someterlo a una batalla
política. Este tratado es de conveniencia
nacional. El 31 de diciembre del año entrante
vence el ATPDEA, que es sistema de preferencias
unilaterales que los Estados Unidos nos reconoce
para recompensar nuestros esfuerzos en materia
de lucha contra la droga.
Este ATPDEA es la segunda etapa, la primera fue el
ATPA. Fue muy difícil cuando terminó,
cuando expiró el ATPA conseguir la aprobación
en el ATPDEA. Empezó a ser gestada esa aprobación
por el gobierno del presidente Pastrana, concluimos
nosotros, con miles de dificultades.
A mi me parece muy peligroso para nuestra economía
y en Antioquia donde se hace ese gran esfuerzo manufacturero
y exportador si que se siente, que llegue el 31 de
diciembre de 2006 sin tratado de comercio con los
Estados Unidos y con el ATPDEA extinto.
Ayer me decían los integrantes de la Comisión
de Comercio de la Cámara de Representantes
de los Estados Unidos, que ellos no ven posibilidades
de extensión unilateral de preferencias.
Porque algunos colombianos dicen, “para qué tratado
de comercio. Que nos den un nuevo ATPDEA.”
¿
Cuál es la respuesta que anticipa los Estados
Unidos?, ellos han hecho tratado de comercio con
Chile. Están terminando el proceso legal de
ratificación del tratado de comercio con Centroamérica
y el Caribe, entonces nos dicen, “no podemos
a los países andinos darles una nueva etapa
de preferencias unilaterales. Si estamos negociando
tratados de comercio con Centroamérica, con
los países andinos también tenemos
que negociar un tratado de comercio.”
Estamos haciendo todo el esfuerzo para que ese tratado
de comercio sea totalmente equitativo, balanceado,
creíble. Yo no quiero ahondar en detalles
sobre ese tratado, me parece que hay que esperar
que los negociadores sigan avanzando. Hemos buscado
crear un creciente consenso nacional, haciendo
pedagogía en todas partes, incorporando
al sector privado, al sector político, al
periodismo en todo el proceso de deliberación,
de discusión del tratado.
Tenemos lo que se llama la puerta de al lado. En
una oficina están los negociadores del gobierno
colombiano y en otra ofician están los voceros
del parlamento, representantes de los diferentes
gremios de la actividad privada y eso ha permitido
construir un alto grado de consenso.
Vamos a hacer todo el esfuerzo en las próximas
semanas para que Colombia cuente rápidamente
con ese tratado, porque me preguntaban en el Huila,
con una enorme preocupación por la agricultura, “¿cuál
es la diferencie entre ese tratado y una apertura
como la de los 90?”
Le dije, “mire, una apertura unilateral, es
una apertura donde nosotros asumimos compromisos
frente a nuestro mercado. Un tratado bilateral, es
un tratado donde nosotros tenemos que hacer concesiones,
pero nos tiene que dar concesiones equivalentes para
poder acceder a otros mercados.”
Detrás de este tratado la gran aspiración
es el acceso al mercado de los Estados Unidos. Y
unidos MERCOSUR y la Comunidad Andina, tenemos que
buscar mejores procesos de integración con
Europa.
De Europa hemos obtenido una extensión por
10 años al sistema de preferencias unilaterales.
Todavía estamos en discusiones delicadas como
la que concierne al tema del banano. Mañana
vamos a tener en Costa Rica, en horas de la mañana,
una nueva reunión con los presidentes de los
otros países productores. Por que Europa tenía
dos tratamientos al banano. Uno dado por la Unión
Europea y otros por los países que estaban
antes por fuera de la Unión Europea y que
ahora hacen parte ya de la Unión Europea.
Y la unificación y esa extensión de
la Unión Europea, produjo una reacción
inicial muy difícil para nosotros, una amenaza
de la imposición un arancel gravosisimo, impagable,
para las exportaciones de banano en países
como Colombia.
Vamos a ver como superamos esa dificultad con Europa,
en ese proceso nos encontramos y mientras transcurren
estos diez años de la nueva extensión
de los privilegios unilaterales que hemos recibido
de Europa, yo no veo más camino que prepararnos
a hacer un acuerdo de comercio con la unión
Europea.
Si dejamos perder estos diez años sin ese
acuerdo de comercio, podemos tener infinitas dificultades
en materia de acceso al mercado europeo.
Apreciados coterráneos, he sido bastante exhaustivo
en una serie de temas de interés a la Patria,
pero conozco la seriedad, el calibre intelectual
de Antioquia, de ustedes, el calibre intelectual
de esta tierra en todos sus momentos. Bien dijera
el presidente López Pumarejo, que por aquí pasa
el meridiano político de Colombia. Y me veía
en la obligación de insistir en esta rendición
de cuentas que tengo que hacer ante todos mis compatriotas,
trayendo al temario asuntos del pasado, del presente
y del porvenir, de insistir con algún detalle
aquí en esta gran tierra de la patria, en
esta tierra que tanto queremos.
Agradezco inmensamente la concurrencia de todos ustedes,
el apoyo cálido, afectuoso, desinteresado
que este Gobierno ha recibido de los coterráneos
del Presidente de la República. Agradezco
al Club Unión, a su Junta Directiva, a mi
buen amigo, nuestro destacado médico, el
doctor Fernando Londoño, tanta generosidad
y seguiremos trabajando, con disciplina antioqueña,
hasta el último día de la administración
con superior afecto por Colombia.
Muchas gracias.