PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE AL RECIBIR LAS LLAVES DE MADRID
Madrid, España, 11 jul. (SNE).- A
continuación
las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez
en la ceremonia de entrega de llaves de la ciudad por
parte del alcalde Alberto Ruíz Gallardón
en el Ayuntamiento de Madrid.
“
Señor Alcalde, mil gracias, recibo en nombre de
todos los colombianos las llaves de Madrid, ciudad que
siempre ha estado con las puertas abiertas a todos mis
compatriotas.
Bien lo decía usted, aquí viven 45 mil
colombianos, en nombre de todos ellos, nuestra gratitud.
Estas llaves son el símbolo de generosidad y además
traen un factor de credibilidad, porque antes que recibirla
en la práctica, esas llaves, gracias a la generosidad
de los madrileños, habían abierto ya, las
puertas, a todos los colombianos.
Esperamos que la lucha nuestra por recuperar la seguridad
en Colombia, permita que no haya más colombianos
expulsados, que aquellos que quieran venir, tengan
el ejercicio de sus libertades, por una oportunidad
intelectual, por una oportunidad académica,
por la necesidad de una experiencia científica,
de un intercambio laboral. Nunca, expulsados.
Ese es uno de los objetivos de nuestra política
de Seguridad Democrática para recuperar la confianza
de los colombianos, porque una Nación que por
el terrorismo, expulso cuatro millones de ciudadanos
fuera de sus fronteras y generó un desplazamiento
interno de dos millones de ciudadanos, es una Nación
que puede desintegrarse. Por eso y por mucho más,
nuestra lucha contra el terrorismo.
Que ustedes, que lo han sentido, comprenden como nadie
mejor en el mundo, por qué esa lucha.
Esta ciudad llena de historia, importante en todos los
momentos de la humanidad, esta ciudad llena de cultura,
esta ciudad llena de arte, se ha convertido también –en
las últimas décadas- en una ciudad a
la vanguardia de la infraestructura y en el confort.
Quiero felicitarlos por el nuevo aeropuerto. Ayer, al
desembarcar en Madrid, tuvimos la oportunidad de visitar
ese nuevo aeropuerto. ¡Colosal, colosal! Impresionantes
las cifras: un Madrid que va a pasar de 35 millones
de pasajeros a 70 millones de pasajeros.
Impresionantes las dimensiones: 500 mil metros cuadrados
de construcciones. Impresionante la inversión:
6 mil millones de euros. Impresionante la arquitectura:
nos sorprendieron a todos los techos, esa combinación
de materiales modernos con el bambú, que bueno
que para el próximo ese bambú viniera
de Colombia un poquito más grueso -allá lo
llamamos guadua-.
Esta ciudad es un ejemplo de la velocidad con que ha
modernizado su infraestructura, con que se ha puesto
a la vanguardia en comodidad en el mundo.
Quiero felicitarlos por todo ello, quiero felicitarlos
por su reciente desempeño para aplicar a la
sede de los Juegos Olímpicos del año
2012. Se lució Madrid, vendrán otros
momentos, pero se lució con esa presentación.
Todas, todas, nuestras felicitaciones.
Recibo estas llaves en nombre de una Nación que
procede como una democracia moderna, como una democracia
incluyente no excluyente, como una democracia de liderazgo
no de caudillismo, como una democracia pluralista, sin
limitaciones.
Una Nación que trabaja por el rescate de la seguridad
con un amplio contenido democrático, por la profundización
de las libertades públicas, como instrumento fundamental
del pluralismo.
Una Nación que trabaja por la cohesión
social para que esa democracia política esté apuntalada
en una creciente democracia económica.
Una Nación que trabaja por transparencia como
factor generador de la confianza ciudadana. Y una Nación
de liderazgo, no de caudillismo. Una Nación de
personas todas, empezando por los gobernantes, rigurosamente
sometidas por a la ley, una Nación de Estado,
de instituciones independientes, no de poderes personalistas
omnímodos.
Esa es la Colombia que está trabajando en busca
de su futuro, en busca de darle oportunidades de felicidad
a las nuevas generaciones.
No puedo desaprovechar este escenario del Ayuntamiento,
esta reunión con el Alcalde y con los concejales,
para decirles que nuestra seguridad es democrática
por muchas razones: para establecer una diferencia
entre la seguridad que hoy buscamos en Colombia y la
doctrina de la seguridad nacional que hace algunas
décadas recorrió América Latina.
Aquella doctrina, fue un ejercicio de seguridad contra
la democracia, un ejercicio de seguridad para consolidar
dictaduras, fue un ejercicio de seguridad para suprimir
libertades, fue un ejercicio de seguridad para perseguir
el disenso.
La nuestra es democrática porque representa todo
lo contrario. La nuestra es un ejercicio de seguridad
para derrotar ese enemigo de la convivencia de la democracia
que es el terrorismo.
Colombia, después de un debate centenario, introdujo
la elección popular de alcaldes en el Gobierno
del presidente Betancourt y posteriormente, en la Constitución
de 1991, la elección popular de gobernadores,
más muchos otros instrumentos, de más democracia
participativa y de más democracia representativa.
Una serie de mecanismos de democracia directa como el
referendo.
Los enemigos de la democracia en Colombia, no están
en las instituciones. Son los terroristas que hoy con
decreciente apoyo en el mundo, tienen autonomía
financiera, por ese negocio perverso de la droga y que
requieren que el mundo, cada vez, los rechacen más,
como factor de presión, para que finalmente desistan
de sus actos de violencia contra el pueblo colombiano.
La nuestra, es una Seguridad Democrática, porque
es para proteger el avance de nuestra democracia contra
su enemigo que es el terrorismo.
Antes de aprobar la elección popular y directa
de alcaldes, los terroristas justificaban sus acciones
en la circunstancia de que en Colombia no había
la posibilidad de elegir a las autoridades democráticas.
(…)*
Cuando este Gobierno empezó, de los 1.096 alcaldes
de Colombia, 400 no podían ejercer sus funciones
porque el terrorismo los presionaba. Yo asumí la
Presidencia de la República el 7 de agosto de
2002, el 8 de agosto –por la tarde- me reuní con
todos los alcaldes de los municipios del departamento
del Caquetá. Todos estaban expulsados de sus municipios,
por el terrorismo. Ninguno podía ejercer las atribuciones
(…) que habían recibido directamente de
las urnas.
Esta Seguridad Democrática no ha ganado aún,
pero va ganando. Hoy, salvo uno o dos, los 1.096 alcaldes
de Colombia están ejerciendo –independientemente
de su afiliación política-, protegidos
por las instituciones de la República. (…)
En el 2003 Colombia votó un referendo, si yo tuviera
la oportunidad de repetirlo (…) diría que
el referendo no tuvo ni un solo atractivo populista.
El referendo, por ejemplo, proponía unos enormes
sacrificios en materia de pensiones y salarios, para
poder superar la crisis fiscal (…), los colombianos
acudieron en muy buena cantidad a las urnas. Opositores
y abstencionistas tuvieron todas las oportunidades, incluso,
más que el mismo Gobierno que lo propuso. Por
eso nuestra seguridad es democrática.
Al día siguiente, el país fue convocado
a elección de alcaldes y gobernadores, diputados
y concejales de los municipios. Todos protegidos y con
plenitud de sus garantías.
En el pasado, no por la acción del Estado sino
por la debilidad del Estado, el terrorismo asesinó candidatos
de los partidos totalmente de oposición. En esta
oportunidad esos candidatos fueron eficazmente protegidos
por el Gobierno que presido y ganaron alcaldías
y gobernaciones muy importantes. Candidatos provenientes
de los partidos alternativos a los tradicionales, de
partidos integrados por antiguos militantes de las guerrillas,
de partidos de oposición.
Pero allí, no nos quedamos. Con todos ellos hemos
venido creando una gran concertación. El Gobierno
Nacional ha venido desarrollando una gran concertación
alrededor del concepto de Estado Comunitario, de Estado
con más participación de la ciudadanía
en la toma de decisiones, con más participación
de la ciudadanía en la ejecución de decisiones,
con más participación de ciudadanía
en la vigilancia de decisiones.
Respetamos el origen político de todos ellos,
trabajamos con todos ellos, para construir esa unidad
de Patria que requerimos en Colombia, respetando esos
fueros, demandando de todos los que participamos en ese
proceso, amor a Colombia, demandando transparencia.
En los últimos meses, Colombia, domingo tras domingo,
ha venido eligiendo alcaldes en una u otra localidad.
En los últimos meses hemos elegido 190 alcaldes,
todos candidatos, con garantías. Todos los participantes,
protegidos por las instituciones del Estado. Las urnas,
con transparencia. Los elegidos, trabajando coordinadamente
con el Gobierno Nacional para construir unidad de Patria.
Ese Estado garantista, aplicado a derrotar el terrorismo,
merece que la comunidad internacional acepte la misma
denominación que el Gobierno y el pueblo han
dado a su concepto de seguridad, por eso, esa Seguridad
es Democrática.
Seguridad Democrática para proteger por igual
a los voceros de la oposición y a los más
cercarnos dirigentes del Gobierno. Seguridad Democrática
para proteger por igual a los líderes sindicales
que a los empresarios. Seguridad Democrática para
proceder con tanta firmeza contra los terroristas, como
con idéntica generosidad para aquellos abandonen
las acciones terroristas.
Tendré la oportunidad de explicar, una y otra
vez, en Madrid, nuestra nueva ley de Justicia y Paz.
Justicia. Hay que llamarle la atención, para que
la comparen por medio de lo que está pasando en
otros países del mundo, donde existen genocidios,
simplemente ha llegado el perdón. Para que la
comparen con muchas leyes de seguridad en Colombia, donde
la preocupación de la ley era solamente por la
paz y la reconciliación.
Esa nueva ley de Colombia, la ley de paz, introduce un
elemento muy importante de justicia y una exigencia,
muy demandante, de reparación a las víctimas.
Es un equilibrio entre paz y justicia. La paz y justicia
exige que en nombre de la justicia, no se llegue al
sometimiento. La justicia exige que en nombre de la
paz, no se llegue a la impunidad.
Nosotros tenemos la misma determinación de firmeza
contra el terrorismo, como voluntad para hacer la paz,
a partir de que, aquellos están en la acción
armada contra la democracia, tomen la decisión
del camino democrático.
Y también tenemos el buen cuidado de lograr ese
difícil equilibrio entre la reconciliación
y la justicia con la reparación.
Por eso pedimos todo el apoyo a la comunidad internacional,
de ustedes aquí, en la comunidad de Madrid,
que han sentido en carne propia, muchas veces, las
duras golpizas del terrorismo, como tantas veces las
ha sentido el pueblo colombiano.
Hemos encontrado en ustedes un apoyo permanente, muchas
gracias Alcalde (…).
Ayer, después de haber visitado esa obra colosal
que es el nuevo aeropuerto, nos trasladamos a la feria
de una región cafetera (…), ¡qué alegría
la de mis compatriotas allí!
La verdad es que yo no sabía si estaba en Madrid,
España o en Madrid, Cundinamarca, por la alegría
que todos denotaban. Tan cálidos aquí como
allá. Y cuando observaba que tantos de ellos expulsados
de allá por la violencia, no (…) su actitud.
Gracias por abrir los espacios, por abrir los brazos
para abrazar a todos estos compatriotas nuestros que
han llegado a Madrid.
Muchas gracias señor Alcalde, muchas gracias honorables
Concejales y Concejalas.
* (…) apartes inaudibles de las palabras del Presidente Álvaro
Uribe Vélez.