BALANCE DEL MINISTERIO DE HACIENDA EN
III CONSEJO PÚBLICO DE MINISTROS
Bogotá, 14 jul. (SNE). - El Ministerio de Hacienda
presentó un video a través del cual sintetizó qué ha
hecho en los tres primeros años de Gobierno, qué resultados
se han obtenido y que falta por hacer.
El libreto es el siguiente:
“Tenemos una visión de futuro. A pesar de
las dificultades, seguimos trabajando y así hemos
logrado superar con éxito los más difíciles
retos económicos de la última década.
Hasta hace muy pocos años, se marcaba una clara
tendencia hacia el empeoramiento de la calidad de vida
por las dificultades económicas que atravesaba el
país. Sufrimos una delicada crisis financiera que
trajo consigo entre otros males, un elevado desempleo,
caída del crecimiento, aumento desproporcionado
en las tasas de interés y de inflación, escasa
inversión y pérdida de confianza. De haber
continuado con tan negativa trayectoria económica,
para este momento la situación sería insostenible.
“Desde luego esos vaticinios fatalistas y muchos
otros, no se cumplieron. Por el contrario hoy día
la economía colombiana luce sólida y esta
ubicada en una senda de crecimiento sostenible.
El crecimiento económico en Colombia se ha más
que duplicado en el ultimo par de años con respecto
a lo que era el caso en el lustro inmediatamente anterior.
Eso en un contexto de fortalecimiento de la confianza privada,
inversión, más empleo de calidad para los
hogares colombianos, una recuperación del sector
financiero, una recuperación de nuestro sector externo
y un ambiente muy promisorio para los años que vienen”,
dijo el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla Barrera.
Las cifras son contundentes. El año pasado las exportaciones
crecieron 27,4 por ciento, la inversión privada
aumentó un 22 por ciento y la extranjera llegó al
2,7 por ciento del Producto Interno Bruto.
Continúa la generación de puestos de trabajo
de calidad. La tasa de desempleo está descendiendo
en forma constante y al cierre de 2004 ya había
bajado al 14,3 por ciento.
A nivel de las empresas nacionales y regionales, el Gobierno
también está reduciendo el gasto, haciendo
reformas administrativas y liquidando entidades que han
sido remplazadas por compañías renovadas
y eficientes, lo que ha representado ahorros por 12,9 billones
de pesos en valor presente neto.
El déficit fiscal se redujo a 1,3 por ciento en
2004, siendo el resultado más bajo en los últimos
seis años, respaldado en la estrategia de ajuste
del gasto, y en un trabajo serio y cuidadoso en materia
de gestión tributaria para aumentar los ingresos
de la Nación.
“Es de recordar el representativo incremento que
hubo en el recaudo en el año 2004, donde se superó la
meta en 1,4 billones de pesos y pudimos cerrar con un total
de 735.000 contribuyentes, habiendo empezado en agosto
del 2002 solamente con 390.000. Para este año la
meta del recaudo ya asciende a 41,3 billones de pesos y
ya estamos bordeando un superávit nuevamente de
cerca de 250.000 millones de pesos. Esto nos da muy buena
expectativa con relación a los logros que podemos
alcanzar en el presente año en lo que es recaudo”,
indicó el director de la Dirección de Impuestos
y Aduanas Nacionales (DIAN), Oscar Franco Charry.
Todo esto se ha desarrollado en el marco del Modelo Único
de Ingresos, Servicio y Control Automatizado (MUISCA),
proyecto de modernización tecnológica y de
procesos de la DIAN para lograr el máximo aprovechamiento
de la información con la que cuenta la entidad,
que combinado con un mejor servicio a los responsables
de los impuestos y a los usuarios del Comercio Exterior,
permite alcanzar mayores niveles de recaudo, acordes con
las necesidades fiscales y la capacidad contributiva de
los agentes económicos en condiciones de equidad,
transparencia, igualdad y progresividad.
En el frente fiscal recordemos la esencia de nuestros
problemas estructurales. Mientras que los contribuyentes
aportaremos en este año unos 40 billones de pesos,
habremos de hacer tres gastos muy importantes: Las pensiones,
las transferencias a los gobiernos territoriales y el pago
de los intereses por nuestra deuda pública. En suma
esos tres componentes van a representar más de 42
billones de pesos.
En el frente pensional, durante el último año
el Congreso de la República discutió y aprobó un
Acto Legislativo de enorme trascendencia para el país.
“En los años venideros los contribuyentes
colombianos habrán de ahorrar unos 50 billones de
pesos con contrapartida en gastos a todas luces insostenibles,
hacía adelante tenemos que enfrentar un desafío
quizás mas demandante, la cobertura”, señaló el
Ministro de Hacienda.
El otro reto fiscal es garantizar el pago de las trasferencias
a los entes territoriales, pues son los recursos que aporta
la Nación para las necesidades en materia de educación,
salud, y saneamiento básico.
“Durante el último año hemos consolidado
dos tendencias de gran importancia. La primera, los recursos
por habitante han seguido aumentando y la segunda, los
recursos como proporción del recaudo tributario
total han seguido disminuyendo ubicándose ya, en
un 35 por ciento. En materia de deuda, la explosiva tendencia
que traían todos los indicadores desde mediados
de la década de los noventa hasta entrado el año
2002, no solamente fue atajada sino completamente revertida.
Durante el último año hemos hecho permanentes
las ganancias de tipo cambiario a través de intervenciones
que equivalen a mas de 3.100 millones de dólares”,
señaló Carrasquilla Barrera.
La iniciativa y la confianza del sector privado constituyen
un factor fundamental para continuar en la senda del crecimiento
económico, para la generación de empleos
de calidad y para el avance en los indicadores sociales.
“Una parte muy importante de este frente tiene que
ver con el financiamiento. Un sector financiero sólido
y bien supervisado tiene que ser combinado con un mercado
de capitales vibrante a fin de que esto se logre. Durante
el último año, el Congreso de la República
por iniciativa del Gobierno, discutió y aprobó una
Ley de Mercado de Valores, tendiente justamente a este
fin”, manifestó el funcionario.
En esa misma línea los colombianos tenemos un desafío
inmenso por delante. La competitividad de nuestra economía
y su habilidad para seguir generando empleos de calidad
y avances en materia de los indicadores sociales depende
de que solucionemos un problema con nuestra estructura
tributaria. En primer lugar es una estructura tributaria
compleja, poco amigable a la inversión y a la generación
de oportunidades de empleo y en segundo lugar es una estructura
costosa para la inversión.
“Si nosotros no tenemos, digamos el mismo modelo
tributario que tienen ellos allá, pues vamos a perder
competitividad de una manera muy seria. Particularmente
en la tasa de renta, el impuesto de renta en Colombia es
del 38,5 por ciento, en Centroamérica es del 30
por ciento y están haciendo gestiones muy intensas
para reducirlo al 25 por ciento. En Centroamérica
no existe el impuesto sobre el patrimonio, no existe tampoco
el impuesto de remesas que en Colombia es del 7 por ciento,
no existe el 4 por mil en el tema de parafiscales, los
parafiscales no existen en Centroamérica”,
consideró el presidente de Industrias e Inversiones
el CID, Guillermo Valencia Jaramillo.
Por su parte Juan Rodrigo Hurtado Penagos, gerente general
de Teledatos, opinó “no hemos visto nunca
en las exenciones tributarias del Gobierno Nacional una
herramienta de competitividad que tenga una efectividad
en el largo plazo: Nos parece que Colombia cuenta con un
activo inmenso que es su capital humano, la calidad del
talento humano y en la medida en que se den las condiciones
de seguridad que se vienen dando en el país contamos
con un ambiente propicio para desarrollar exitosamente
nuestra estrategia comercial. Nosotros veríamos
más bien las exenciones y todas las ayudas del Gobierno
con gran satisfacción, que se fueran a solucionar
los problemas de equidad que existen en la base social”.
Ante esto el Ministro de Hacienda consideró: “para
cualquiera que mire con objetividad nuestro país,
resultan indudables los avances y las potencialidades de
las que gozamos. Estas potencialidades están fundamentadas
en una clase empresarial persistente e innovadora, unos
trabajadores reconocidos internacionalmente por la calidad
de sus resultados y un Estado en el firme propósito
de redefinirse y convertirse en un catalizador del progreso