Bogotá, 16 jul. (SNE). Por primera vez en la historia
del país, el Estado cedió su participación
accionaria en la explotación de sal de Manaure a
una comunidad indígena, reconociéndole
su derecho ancestral y de territorialidad.
El 21 de diciembre del año pasado, el presidente
de la República, Álvaro Uribe Vélez,
entregó a los representantes de las comunidades
Sumain Ichi, Waya Wuayuú y Asocharma, los títulos
de la participación accionaria que los hace dueños
del 76 por ciento de la empresa Salinas Marítimas
de Manaure (Sama).
Para ello, se constituyó la sociedad de economía
mixta, para la explotación y procesamiento de la
sal, conformada en un 51 por ciento por el Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo, 24 por ciento por la Alcaldía
de Manaure y 25 por ciento por la comunidad Wuayuú de
Manaure.
Posteriormente hizo la cesión de la participación
accionaria del Estado a las tres comunidades indígenas,
con lo cual Sumain Ichi quedó con el 36 por ciento,
Waya Wuayuú con el 30 por ciento y Asocharma con
el 10 por ciento.
De esta forma, el Gobierno hizo propietarias a las comunidades
indígenas, las incorporó dentro de un proceso
de autogestión y cumplió con un acuerdo que
llevaba más de 13 años en espera.
CONDICIONES
Con el fin de garantizar el verdadero beneficio para las
comunidades, el acuerdo contempla varias condiciones que
deberán cumplir los nuevos accionistas de la empresa
creada.
Una de ellas es contratar a un operador privado experto
en el desarrollo de la explotación de sal para hacer
más productivo y eficiente el proyecto.
De igual forma se estipula que no se podrá vender
la participación cedida por el estado sin autorización
escrita de los Ministerios de Minas y Energía y
Comercio, Industria y Turismo.
También habrá un comité de vigilancia
para el desarrollo de la operación del cual forma
parte el Gobierno y el Estado conserva la facultad de vigilancia
que le dan los contratos de concesión de tal forma
que se podrá reversar el contrato si llegara a funcionar
mal.