Bogotá, 16 jul. (SNE).- El programa de reinserción
cuenta con el compromiso y apoyo de buena parte de los
colombianos que entienden que se trata de una inversión
en la paz del país, dijo el presidente Álvaro
Uribe Vélez al declararse gratamente sorprendido
por el respaldo de la iniciativa en Bogotá, a pesar
de los recientes actos de violencia contra los albergues
de desmovilizados.
Uribe recordó la conversación que tuvo con
los habitantes del sector de Teusaquillo a donde llegó el
viernes en la noche, horas después de que explotara
un artefacto al frente de uno de los albergues de reinsertados.
“Me sorprendió gratamente en Teusaquillo,
la gente estaba preocupada pero no desesperada. Por lo
que me habían dicho, yo pensé que la ciudadanía
de Teusaquillo estaba enardecida para sacar de aquí los
albergues”, dijo el Presidente en el III Consejo
de Ministros Público.
Agregó que “las personas de la comunidad
de Teusaquillo que hablaron lo hicieron con Patriotismo,
con firmeza, mostraron preocupación pero también
expresaron su acuerdo con la reinserción y expresaron
ese patriotismo que hay que radicar en la solidaridad para
que no nos de pereza, para que no nos de asco, no nos de
temor convivir con los reinsertados”
El Presidente de la República se presentó en
el sector junto con las autoridades locales y diálogo
por más de una hora no sólo con los habitantes
de la zona sino también con los reinsertados quienes
se encontraron bajo el techo de la Iglesia de Santa Teresita.
“Contrariamente a la prevención que me habían
creado, yo encontré en los habitantes de Teusaquillo
toda una disposición frente a la reinserción.
Nos habían alarmado con el hecho de que se quería
hacer un paro cívico para obligar a que salieran
los albergues de Teusaquillo. No, la comunidad no dijo
eso, la comunidad mostró preocupación pero
toda la solidaridad con la resinserción”,
dijo el Presidente.
Sostuvo que en ese encuentro se escucharon voces que llamaron
la atención sobre la conducta que deben tener los
reinsertados, hechas a través de comentarios constructivos,
frente a lo cual las personas que se han acogido al programa,
expresó Uribe, deben responder con un comportamieto
ejemplar.
GENEROSIDAD DE GOBERNANTES
El programa de reinserción cuenta con personas
que han decidido dejar las armas en casi 200 municipios,
incluyendo Bogotá y en la gran mayoría de
ellos “hemos encontrado generosidad en Gobernantes,
en alcaldes, comprensión en la comunidad con este
programa que es de los colombianos”, dijo el Presidente.
En particular, el Jefe del Estado destacó la colaboración
del alcalde de Medellín, Sergio Fajardo y de su
antecesor, Luís Pérez Gutiérrez por
la ayuda que han brindado para que este programa salga
adelante.
“Allá (en Medellín) han tenido problemas,
tuvieron problemas en el barrio El Prado pero con toda
consideración, en un diálogo permanente entre
la Alcaldía de Medellín y el Gobierno Nacional
se han venido mirando soluciones a esos problemas”,
expresó Uribe.
Señaló que “hemos encontrado una Alcaldía
de Medellín totalmente comprometida con la reinserción
ayudándonos a que la reinserción produzca
buenos resultados”.
De hecho la ciudadanía ha sentido esa mejoría,
pues durante el primer año de gobierno del presidente
Uribe y tras la ofensiva para desmantelar a los violentos
en la comuna 13 de la capital antioqueña se produjo
una reducción en homicidios del 34 por ciento, en
el segundo año fue del 42 y en lo que va corrido
de 2005 también de 42 por ciento.
Uribe recordó que manejar el programa, que tiene
alrededor de 14 mil personas desmovilizadas no es fácil,
pero el Gobierno Nacional está comprometido con
sacarlo adelante para lo cual ha destinado una partida,
en 2005 de 200 mil millones de pesos.
Finalmente, reiteró que la decisión frente
a los albergues de Bogotá es desmontarlos paulatinamente
como se ha venido haciendo en los últimos cuatro
meses, cuando había 200 y hoy tan solo 63.
La idea, expresó Uribe, es trasladar a los reinsertados
a fincas decomisadas al narcotráfico, en las cuales
encontrarán comodidades, pero al mismo tiempo ubicadas
cerca de las grandes ciudades para que puedan estudiar
o acceder a los proyectos productivos de su predilección.