DISCURSO DEL PRESIDENTE URIBE EN LA RENDICIÓN
DE CUENTAS DEL SENADO
Bogotá, 18 jul. (SNE).- El siguiente es el
discurso del presidente de la República, Álvaro Uribe
Vélez, durante la presentación del Informe
de Gestión del presidente del Congreso, Luis Humberto
Gómez Gallo:
“Acudo esta noche al Gimnasio Moderno para acompañar
al Presidente del Senado, en este acto democrático
de rendición de cuentas al país, de lo que
ha sido la legislatura por él presidida.
Acudo para transmitir el sentimiento de gratitud del Gobierno
Nacional a los esfuerzos adelantados por el Congreso, a
sus mesas directivas y a quien nos convoca esta noche,
el honorable senador Luis Humberto Gómez Gallo.
A esta rendición de cuentas, a este balance que
acaba de presentarle al país, debemos agregar algo
muy importante, que es de su esencia: su permanente preocupación
por su tierra tolimense. No ha habido momento de estos
tres años del Gobierno que he presidido, en el cual
el senador Gómez Gallo no hubiera estado presente,
luchando por las expectativas y las necesidades de su tierra.
Un día por el túnel de La Línea.
Otro día por cultivos tan importantes del Tolima
como el arroz, el algodón, el sorgo, el maíz,
el café. Otro día, para que se abra la licitación
que habrá de construir la doble calzada de Girardot
a Ibagué, como complemento de la que ya estamos
construyendo entre Bogotá y Girardot. Otro día,
para que se concluyan los estudios que permitan la construcción
del distrito de riego del Triángulo del Tolima.
O para que se perfeccionen con el gobierno de España,
los acuerdos de cooperación para financiar ese distrito.
El senador Gómez Gallo es un diligente defensor
de los intereses de la Patria entera y de los intereses
de su terruño tolimense.
Quiero mencionar leyes muy importantes, omitiendo muchas
apreciados compatriotas. El Congreso de Colombia aprobó la
ley que autoriza al Gobierno a firmar pactos de estabilidad
normativa con los inversionistas. Esta es una ley para
el empleo. El mundo socialista que antes detestaba la inversión
privada, hoy la seduce.
Colombia, que había perdido un buen ritmo de inversión
extranjera directa, empieza a recuperarla.
Como lo diré el 20 de julio –en el informe
al Congreso-, ya en 2004, el país superó los
3 mil millones de dólares de inversión extranjera
directa, suma que se había perdido desde 1996.
Y de acuerdo con los estimativos de Proexport, este año
podemos superar los 4 mil millones de dólares de
inversión extranjera directa.
A eso se le suma el entusiasmo de los inversionistas de
todos los tamaños en nuestra Patria. Esa ley aumenta
la confianza.
En el momento en que firmemos los primeros pactos, Colombia
va a ver un ambiente todavía muy superior, mucho
más positivo, de afluencia de inversión para
generar empleo.
Y quiero destacar la norma que aprueba el nuevo estatuto
de capitales. Esa norma trae unas instituciones modernas
que nos faltaban, para que sean requisitos de aquellas
empresas que quieran estar inscritas en el Registro Público
de Valores.
Normas tan importantes como las que protegen, en los órganos
de gobierno empresarial, los intereses de los pequeños
accionistas. Esto genera más confianza al acudir
al mercado de capitales. Y en cuanto mayor sea la confianza,
mayor el éxito de las empresas del Registro Público
para acudir al mercado de capitales, mayores serán
los recursos de intermediación financiera que quedarán
libres, para que ellos atiendan las necesidades de crédito
de la pequeña y de la mediana empresa, que no tienen
las mismas posibilidades de acudir directamente, por recursos,
al mercado de capitales.
Y después de varias legislaturas, con el entusiasta
apoyo del ministro del Interior y de Justicia, doctor Sabas
Pretelt, el Congreso aprobó la Ley Antitrámites.
Simplifica mucho la vida de las personas naturales y la
vida de las empresas en Colombia. Es un gran paso para
que el país elimine obstáculos.
Muchos señalan cómo países como Canadá,
con dos o tres pasos, permiten la creación de una
empresa y cómo aquí se necesitaban 80. Con
los avances que hemos tenido, ya son mucho menos. El país
se va volviendo, va llegando a la altura de aquellos países
que han logrado la mayor competitividad en materia de simplificación
de trámites.
Podríamos seguir haciendo un gran repaso de este
esfuerzo del Congreso.
Hace pocos días, cuando alguien del sector de analistas
internacionales sobre el desempeño de nuestras economías
me decía que a la reforma pensional le faltaba más,
yo le contestaba: ‘no se olvide que esta reforma
pensional no la ha firmado un decreto de la dictadura del
general Pinochet, esta reforma pensional se ha discutido
en un Congreso democrático, en un Congreso pluralista,
respetando también períodos de transición,
para no violar expectativas próximas de derechos’.
El Congreso, con enorme responsabilidad, ha garantizado –como
muy bien lo decía el Presidente del Senado- que
el país pueda darle una señal clarísima
a las nuevas generaciones: de que van a trabajar no sólo
para pagar la pensión de los mayores, sino para
poder construir la pensión propia.
Una señal clarísima a los pensionados: que
vamos a ir resolviendo este altísimo déficit,
para asegurar el pago de sus pensiones.
No es fácil, en una Nación con la pobreza
de la nuestra, aprobar una reforma tan seria que exige
sacrificios y que desmonta privilegios, como esta reforma
constitucional que acaba de aprobar el Congreso de Colombia.
En la legislatura que viene hay gran cantidad de normas
importantes para seguir tramitando.
Y por supuesto, que buen aporte le ha hecho el Congreso –después
de larga discusión- a la política de Seguridad
Democrática, a ese eslabón necesario de la
política de Seguridad Democrática que es
la desmovilización, que es la reinserción.
Nosotros hemos dicho que, en aras de la Seguridad Democrática,
tenemos que tener toda la firmeza para derrotar, en el
ejercicio de la autoridad, a quienes insistan en la violencia
y toda la generosidad para albergarlos en la desmovilización
y en la reinserción.
Hoy la Patria tiene, en lo que va corrido de este Gobierno,
una suma acumulada superior a 14 mil reinsertados, que
crece semana tras semana, de las diferentes guerrillas
y de los grupos paramilitares.
Esta norma, la primera en su género que se produce
en Colombia, una de las primeras del mundo –porque
el mundo como Colombia, han conocido instrumentos normativos
para la paz y la reconciliación, pero no instrumentos
normativos para la paz y la reconciliación, que
introducen el elemento de la justicia, el elemento de la
reparación y que reconocen el derecho de la ciudadanía
a la verdad-.
Esta norma es un buen balance entre justicia y paz. Esta
norma, es una norma que nos va a ayudar mucho para ir consiguiendo
esa seguridad definitiva que requerimos los colombianos.
Una norma muy controvertida. Controversia normal, lo que
llamaría la atención sería haberla
aprobado sin controversia. Controversia normal en un país
que ha tenido que sufrir tanta violencia, en un país
que ha derramado tanta sangre.
Pero a medida que la norma se le explica a los compatriotas,
que la ley se explica en la comunidad internacional, va
ganando mayor legitimidad, va ganando mayor apoyo.
Confío, señor Presidente del Senado y honorables
senadores, que esta ley de Paz y de Justicia, a medida
que los colombianos sientan su efecto en la desmovilización
de integrantes de paramilitares y de guerrillas, en la
medida en que los colombianos sientan su efecto en un proceso
que cada día avanza de encuentro con la seguridad,
con la tranquilidad, con la paz; esta norma va a irse anidando
más profundamente en la aceptación popular.
Quiero agradecer al Congreso una circunstancia que hay
que destacar: la aprobación de todas estas normas,
se ha dado sin auxilios parlamentarios.
Hay que decírselo al país, porque cuando
se aprobaban auxilios eso era noticia, noticia negativa
para el Congreso. Ahora que no hay un peso de auxilios
parlamentarios, hay que contarle al país que este
Congreso –como un gran aporte a la transformación
de las costumbres políticas- ha venido aprobando
una agenda legislativa de gran importancia sin que medie
un peso de auxilios parlamentarios.
Realizamos audiencias para darle complementos a las regiones,
en las que participaron alcaldes, gobernadores, ciudadanos,
grupos sociales, el Congreso de la República, de
cara al país. ¡Democracia participativa, directa,
para definir partidas presupuestales, no el negocio escondido
y bilateral entre el congresista y el Ejecutivo que tipificaba
la práctica negativa de los auxilios!
Y es importante también, entender que esta agenda
legislativa se ha aprobado cuando el país avanza
en una reforma administrativa profundamente desburocratizante,
cuando el país ha incorporado la carrera administrativa
para otros 120 mil cargos del Estado, cuando el país
ha celebrado el primer concurso de méritos para
seleccionar profesores.
¡Hay participación política, pero
no hay clientelismo! Hemos venido haciendo el tránsito
del clientelismo a la meritocracia y eso le adiciona mérito
a la agenda legislativa que se ha aprobado.
De gran importancia es resaltar la reforma constitucional
aprobada en primera vuelta, para congelar el tamaño
de la Honorable Cámara de Representantes, ahora
que estamos en la víspera de un nuevo censo.
Propuse como candidato a la Presidencia un sistema unicameral.
El Congreso de la República en las discusiones de
la ley del referendo, desechó esa idea pero aceptó la
reducción del Congreso que -por motivos que todos
conocemos-, no tuvo los votos suficientes cuando propusimos
ese referendo al pueblo.
Creo que el paso que se está dando es un paso de
equilibrio, un paso que nos lleva al llanito del acuerdo,
un paso razonable, un paso responsable: congelar el número
de integrantes de la Cámara para que, cualquiera
sea el resultado del censo poblacional, los colombianos
tengan tranquilidad sobre el tamaño de su segunda
Cámara –problema que no tiene el honorable
Senado puesto que el número de senadores no depende
de la población, depende de una norma constitucional
que fija una cuantía inamovible-.
Todos estos son pasos muy importantes. Y esta inauguración
del canal de televisión, de esta plataforma tecnológica –que
nos ha explicado el presidente del Senado-, de mi parte,
como representante del Ejecutivo, merece felicitaciones.
Primero, ¡qué bueno, que hubieran intervenido
en ello empresas tan serias como EPM (Empresas Públicas
de Medellín) y otras del Estado, de igual reconocimiento
público! Eso avala lo que usted acaba de decir señor
Presidente del Senado, una tarea que ustedes realizaron
con austeridad, con total transparencia, hicieron rendir
los pesos del presupuesto. Lo felicito por ese logro.
Y en esta época, de la revolución de las
comunicaciones, no se puede negar la necesidad del avance
de la democracia participativa. La Constitución
de 1991 dio luces clarísimas sobre eso.
No creo que sea el momento de poner a rivalizar la democracia
participativa con la representativa. El equilibrio lo fijó la
Constitución del 91, donde están las instituciones
de representación y los mecanismos de participación
popular directo. Ese equilibrio se necesita.
El país necesita los referentes de organización
política que permiten que funcione la democracia
representativa y ese ejercicio permanente de apelación
al pueblo que es la expresión más genuina
de democracia participativa.
Con este canal, con esta plataforma tecnológica,
con estos pasos que se dan para que cada ley sea más
visible al pueblo en su proceso de construcción
legislativa
Con este canal, con esta plataforma tecnológica,
con estos pasos que se dan para que cada ley sea más
visible al pueblo en su proceso de construcción
legislativa, para que la actividad de cada congresista
se publique más ante el pueblo y se facilite el
control popular sobre el ejercicio del Congreso y de cada
uno de los integrantes, se está aportando muchísimo
al avance de la democracia participativa en nuestra Patria.
En cuanto mayor sea el ejercicio popular participativo,
mayor es la transparencia y finalmente mayor es la credibilidad
de los colombianos en las instituciones.
Tenemos todavía muchas dificultades en nuestros
hábitos políticos, pero la tarea que el Congreso
ha mostrado hoy al país, es un buen augurio de que
con los avances logrados vamos finalmente a darle una respuesta
a los colombianos, positiva al reclamo de total transformación
de las costumbres de la política.
Lo felicito señor Presidente del Senado. Los felicito
honorables senadores y representantes. ¡Que estos
nuevos pasos sean por el bien de Colombia!
A todos muchas gracias”.