PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN HOMENAJE
A HÉROES CAÍDOS EN COMBATE
Bogotá, 19 jul. (SNE).- Las siguientes son
las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez
durante el Homenaje a los Héroes Caídos en
Combate, realizado este martes en inmediaciones del Ministerio
de Defensa Nacional.
"
El 21 de octubre de 2004 Colombia vio nacer la Ley 913,
que decreta el 19 de julio como el Día de los Héroes
de la Nación y sus Familias. Siempre la recordaré como
expresión sustancial, sobresaliente de la actividad
legislativa desarrollada durante este Gobierno.
Impulsada por el senador Jairo Clopatofsky y por el representante –general
en uso de buen retiro- Jaime Ernesto Canal, ha tenido como
alma y nervio la Fundación Colombia Herida, nacida
en 1990 por el teniente Rodrigo Obregón, a quien
agradecemos todos los esfuerzos por los heridos, todos
los esfuerzos de nuestros héroes que han caído
asesinados por el terrorismo.
¡
Muchas gracias Rodrigo, muchas gracias Fundación
Colombia Herida! La Patria entera les expresa toda la gratitud.
Hemos escuchado hoy, desde el alma, con todas las emociones,
a Rocío Mora, del Ejército; al sargento
segundo Francisco Pedraza Osorio; a Nubia Holguín
de Reyes, de la Armada; a Ever Imar Vanegas, de la Armada;
a Carmen Elisa Núñez, de la Policía;
al mayor en uso de buen retiro, Fabio Humberto Cely;
y al técnico segundo, Omar Camilo Saenz, de la
Fuerza Aérea.
Todos rindieron homenaje a sus familiares asesinados por
el terrorismo, pero si pusimos la debida atención
a sus expresiones, ninguno de ellos se lamentó,
ninguno de ellos se arrepintió por la lucha ofrendada
por la Patria.
Ustedes nos acaban de dar en sus palabras, en su actitud,
un ejemplo superior de heroísmo, de abnegación
en el servicio a la Patria.
¡
Muchas, muchas gracias!
En lugar de haberse quejado, como podría haberlo
determinado su dolor, ustedes nos invitan a que redondeemos
la tarea de la derrota del terrorismo.
Acabamos de escuchar una bella oración, pronunciada
por nuestro obispo castrense, Fabio Suescún, adherimos
a esa oración, la grabamos en el alma, nuestro Obispo.
Nuestra gratitud a todos ustedes, mis compatriotas familiares
de los héroes. Aplaudimos su coraje, su afecto
por Colombia.
Mientras sus familiares, nuestros héroes, observan
esta ceremonia, serenos en el goce del cielo, confiados
en el futuro de Colombia, ustedes asisten a esta ceremonia
en señal de un compromiso adicional con la Patria.
Nuestro homenaje a aquellos que están en el cielo,
el pedido para que su heroísmo continúe y
desde allá nos ayuden a que Colombia supere esta
pesadilla del terrorismo.
Nuestro homenaje a ustedes, sus familiares, por tanto
patriotismo, por esa manera tan decorosa que en nombre
de la Patria han conducido, han llevado su dolor. Toda
nuestra gratitud.
Ministro, debo agradecer a usted en este día tan
importante de la Patria, la tarea cumplida al frente del
Ministerio. Su señorío, su hombría
de bien, su capacidad ejecutiva, su gerencia, su transparencia,
solamente el reconocimiento del pueblo y la divina providencia,
habrán de compensarle sus esfuerzos.
Sale rodeado del aprecio del pueblo y del respeto y el
afecto de todos los integrantes de la Fuerza Pública.
Desde el general (Carlos Alberto) Ospina, hasta el más
reciente de los soldados y policías de la Patria.
Muchas gracias Ministro.
Compatriotas familiares de nuestros héroes, en este
Gobierno hemos avanzado para mejorar la seguridad social
de la Fuerza Pública. Bastantes avances, nunca suficientes.
Uno de ellos: hemos hecho más razonables las condiciones
de acceso a la pensión de invalidez. Otro, hemos
hecho más razonable las condiciones para adquirir
la pensión de sobrevivencia.
Hemos extendido a sectores de la Fuerza Pública
beneficios de seguridad social que les eran ajenos.
Hoy asumo el compromiso ante ustedes, de impulsar con el
Ministerio de Hacienda, para que sea aprobada en el Congreso
de la República el proyecto de ley para dar a
ustedes otros apoyos en diferentes áreas.
Vamos a trabajar con el apoyo de los viceministros, de
los comandantes, para que el Sena apoye más las
familias de ustedes. Hagamos esa tarea, señores
Viceministros, señora Secretaria General del Ministerio,
que el Sena ha adelantado una gran revolución.
Me parece importante masificar un esfuerzo que hemos hecho.
Ya son muchos los Soldados de mi Pueblo que han sido
instruidos por el Sena en un oficio técnico, eso
los habilita para que el día que terminen el ejercicio
armado en favor de la Constitución y de la protección
de sus conciudadanos, tengan abiertos caminos para desempeñarse
y estudiar otras actividades de la producción
y de los servicios.
Hemos avanzado, están puestos los cimientos, pero
hay que generalizar ese programa de instrucción
en actividades productivas y de servicio, diferentes al
porte de las armas, a todos nuestros soldados y policías.
Lo hecho empieza un buen camino, debemos recorrerlo.
Esta ley de reconocimiento a los héroes este 19
de julio, esta víspera de una nueva celebración
del grito de independencia, se constituye en un momento
de reflexión.
La seguridad social es un buen paso, la nueva ley para
beneficios será otro buen paso, pero nada es suficiente.
Solamente lo único que mitiga el dolor de los
familiares de los caídos es que Colombia supere
la pesadilla del terrorismo.
Generales, oficiales, suboficiales, soldados y policías
de mi Patria, infantes, todos: hay un camino, un camino
que nos corresponde, la derrota del terrorismo.
Tenemos una consigna: tan firmes para derrotar el terrorismo,
como generosos para albergar a los reinsertados. Nunca
antes Colombia había avanzado tanto en la derrota
del terrorismo. Nunca antes Colombia había tenido
un programa de reinserción tan numeroso.
Nunca antes los colombianos habían sentido la posibilidad
de la seguridad, como ahora lo perciben. Nunca antes el
país había conocido 14 mil -que serán
muchos más- desmovilizados de guerrillas y de los
mal llamados paramilitares, en un programa lleno de generosidad:
el Programa de Reinserción.
Nuestra determinación es única. La Fuerza
Pública reclamaba voluntad política, y hemos
hecho gala de esa voluntad política sin claudicación,
sin declive, en todos los minutos y en todas las horas
de estos tres años.
Generales, cuenten con esa voluntad política hasta
el último día de esta administración.
¡
Que nada nos desvié, que nada nos desvié!
Por ahí hay asomos del terrorismo, que valido de
la libertad de prensa, apoyado en figuras inocentes de
la vida pública colombiana, quiere lanzar nuevas
trampas para engañar al país. Pero el país
dolido, el país ansioso de la derrota del terrorismo,
no caerá en nuevas trampas.
Por eso, nosotros en este año que resta de administración,
haremos todos los esfuerzos, con infinita buena fe, sin
que nos falte un mínimo sentimiento de amor a Colombia
y a nuestros compatriotas, con la dimensión absoluta
del espíritu democrático, para que los colombianos
reclamen la Seguridad Democrática, como una línea
de continuidad de gobierno en gobierno.
Como una política que si fuera efímera, simplemente
circunscrita a este cuatrienio, se constituiría
en un anticipo de nuevas ventajas al terrorismo, que si
se proyecta en el largo plazo se erige en el camino de
la conquista de la seguridad, que con espíritu democrático
es la antesala que conduce a la reconciliación,
a la paz.
La Fuerza Pública protege a cada ciudadano, cada
idea. He procurado, en medio de mis limitaciones, de los
errores de mi condición humana, de la fragilidad
de esta carne y de estos huesos, dar buen ejemplo a la
Fuerza Pública en privado y en público. Que
haya consistencia entre lo que les he expresado en privado
y lo que les he dicho en público.
He procurado hacerlo desde el primer día de gobierno.
Siempre les he dicho: la seguridad necesita credibilidad,
la credibilidad requiere eficacia y transparencia.
Eficacia para que todos los días avancemos en la
derrota del terrorismo; transparencia para que cada día
haya más reconocimiento, creciente reconocimiento
a nuestra adhesión a los derechos humanos.
Transparencia para que de la Fuerza Pública de Colombia
de este Gobierno no se pueda decir que se hacen alianzas
perversas, alianzas condenables, con sectores de la delincuencia,
para enfrentar otros sectores de la delincuencia.
Eficacia y transparencia.
En privado y en público he dicho y repito: el Ejército,
la Policía, las fuerzas institucionales son instrumentos
de la Constitución, no del Presidente de turno.
Instrumentos de la Constitución para proteger a
todos los colombianos: amigos de las tesis del gobierno
o críticos de las tesis del gobierno. Eso configura
el espíritu democrático de nuestra seguridad.
Seguridad para todos: para quien nos apoye; y seguridad
para quien nos critique. Seguridad para el campesino
y para el empresario agrícola. Seguridad para
el líder empresarial y para el líder sindical.
Seguridad para los concejales, para los diputados, para
los alcaldes, para los gobernadores. Seguridad para los
periodistas, para los sindicalistas, para los maestros.
Seguridad para todos los colombianos. Seguridad para
todos los actores de la democracia.
De esta manera, apreciados generales, señor Ministro,
apreciados soldados y policías de mi Patria, apreciados
compatriotas, la seguridad cada día se percibirá más
como una expresión de la democracia, un valor de
la democracia, como una línea permanente a la cual
no puede renunciar el pueblo colombiano.
He procurado, simplemente, proceder con voluntad política
para proyectar firmeza al futuro. Proceder con espíritu
democrático, para que los colombianos vean en esta
seguridad no una acción abusiva del Mandatario,
sino una garantía que debe ser permanente para todo,
para todo nuestro pueblo.
Eso habrá de aclimatarla en el alma de los colombianos.
No perdamos un solo momento. La historia de la humanidad
no da cuenta de que en algún momento un estado
democrático, transparente, haya sido derrotado
por el terrorismo.
A esos terroristas los convirtieron en falsos héroes;
a esos terroristas todavía los pasean por las pantallas,
cuando habría que pasear por las pantallas a los
héroes, muchos de quienes aquí nos acompañan
y también sus familias.
Pero en fin, no hay imagen superior a aquella que se anida
en el alma del pueblo. Y en el alma del pueblo está el
rechazo al terrorismo y la imagen de sus héroes,
que se mira con devoción al amanecer de cada día,
cuando el sol de Colombia, por el heroísmo de
nuestra Fuerza Pública nos trae nuevas horas de
ilusión.
En medio de este día triste y lluvioso de la Sabana,
la Patria también ha recibido buenas noticias. Afluye
la inversión internacional. Eso no sería
posible si el mundo no confiara en el proceso de Colombia
para derrotar al terrorismo.
Aquí no hay política económica que
valga para generar empleo, todas son importantes; pero
en la Colombia de hoy la causa eficiente para generar empleo
es la seguridad y el sacrificio de los soldados y de los
policías de mi Patria.
Esa inversión extranjera que se recupera en cuantías
que era difícil creer en ellas hace poco, y que
va a contribuir mucho a la generación de empleo,
se debe al heroísmo de nuestros soldados y policías.
Señores generales, por algo la providencia y la
historia han puesto sobre los hombros de ustedes, sobre
los fusiles institucionales -que tienen el sello de la
Constitución- que portan nuestros soldados y policías,
la causa necesaria para que Colombia tenga empleo y prosperidad
en esta coyuntura de la historia.
Mi homenaje sentido a todos los héroes, mi homenaje
sentido a quienes nos miran desde el cielo y a quienes
nos acompañan aquí, con sus mutilaciones,
con sus heridas que no tienen sino un gran estímulo,
el afecto de todos ellos por Colombia.
Cuando escucho hablar a los mutilados como el sargento
segundo Francisco Pedraza Osorio, o a los familiares
de los caídos como Carmen Elisa Núñez,
siento que en ellos hay un afecto de Patria por encima
de cualquier cargo. Nos han dado en su actitud y en sus
palabras, en su heroísmo un gran ejemplo de afecto
a Colombia.
Con nuestro amor a Colombia, nuestro afecto por nuestros
compatriotas, pidamos a los caídos, a nuestros
héroes, que intercedan ante Dios y la Virgen para
que Colombia vea, más temprano que tarde, la derrota
del terrorismo, para que nuestros compatriotas puedan
vivir felices, para que las nuevas generaciones no tengan
las horas de dolor que las generaciones presentes han
tenido que vivir por el terrorismo.
Muchas gracias Rodrigo, en esta hora de la Patria, que
el próximo 19 de julio esta celebración
la tengamos en todas las ciudades y pueblos de Colombia,
que los comandantes militares y de Policía, los
comandantes de Fuerza Aérea y de Armada, nos convoquen
a la misma celebración en todas las ciudades y
municipios de Colombia.
¡
Que viva Colombia, que vivan nuestros héroes¡"