PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN VISITA A NUEVA SEDE DE LA FISCALÍA
EN MEDELLÍN
Medellín, 22 jul. (SNE).- Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez
durante la visita que realizó a las nuevas instalaciones
de la Fiscalía General en la capital de Antioquia.
Acudo hoy a Medellín a acompañar a un
coterráneo sobresaliente: al Fiscal General, Luis
Camilo Osorio Isaza, quien quiere desde esta, su tierra,
darle al país una rendición de cuentas
de lo que ha sido su fructífera gestión,
ahora que termina su período como Fiscal General
de la Nación.
En primer lugar, quiero destacar esa tarea. Las cifras,
el decoro con que ha procedido al frente de la Fiscalía
General. Su ecuanimidad, su transparencia, ahorran
lo que yo pueda decir a los colombianos desde Medellín.
Particularmente ha sido muy grato tener la permanente
compañía del doctor Luis Camilo Osorio
en esta tarea de recuperar la seguridad para los colombianos.
Cuando saludo hoy a quienes con él han integrado
equipo en la Fiscalía General de la Nación,
a los fiscales de Antioquia, a los fiscales de tantas
regiones colombianas, ya son caras amigas, porque hemos
recorrido el país palmo a palmo, a toda hora en
la compañía del Fiscal y de sus fiscales,
y de los directores del Cuerpo Técnico de Investigación,
adelantando la política de Seguridad Democrática.
Incontables los consejos de seguridad en uno y otro lugar
del territorio, donde usted me ha acompañado
señor fiscal, distribuido siempre en esas dos
etapas. En una primera etapa para escuchar a la comunidad,
y en una segunda etapa para analizar con usted, con
los altos mandos, con los mandos regionales, con los
fiscales, con el Ministro de Defensa, la situación
de seguridad en la respectiva área geográfica
de la Patria.
Hemos presenciado fenómenos muy importantes. Al
principio una ciudadanía tímida y cohibida,
ahora una ciudadanía extrovertida, sin temor,
que en todo el territorio nacional denuncia y ya nada
la frena para realizar esa denuncia.
Creo que esa sola circunstancia de devolverle confianza
a la ciudadanía es un gran paso.
No tengo palabras para agradecer en frente de mis coterráneos,
de nuestros coterráneos, y al oído de los
compatriotas todos, su tarea la frente de la Fiscalía.
Su tarea de aporte a la justicia de la Patria.
Ha sido designado por la Honorable Corte, para sustituirlo,
el doctor Mario Iguarán Arana, un patriota que
reúne todas las virtudes para ser su digno sucesor;
un hombre de las mejores condiciones; un ser humano
bueno, que es lo que fundamentalmente se necesita en
esta hora de la Patria.
Un jurista con una formación profunda, una formación
sin vacíos, y un patriota a toda prueba, que habrá de
seguir esta huella tan importante que usted deja, doctor
Luis Camilo.
Empezaba este gobierno y el Congreso de Colombia, por
iniciativa suya, durante la administración de
mi antecesor, el presidente Pastrana, había
aprobado la reforma constitucional en primera vuelta,
la reforma constitucional para introducir el sistema
acusatorio y la oralidad.
No vacilamos en impulsar que esta reforma fuera finalmente
aprobada, tuvimos todo el concurso de las mayorías
del Congreso de la República. Era presidente
el doctor Luis Alfredo Ramos Botero, quien aquí nos
acompaña, y le entregamos al país la
buena noticia de la aprobación de esa reforma
constitucional.
Posteriormente, usted Fiscal, con nuestros ministros,
con el ministro Sabas Pretelt, integraron un gran equipo;
y con el Congreso de la República le entregaron
al país la versión actualizada de los
códigos, para poder aplicar el sistema acusatorio
y la oralidad.
Usted acaba de dar unas cifras contundentes. Apenas están
en ese período inicial de aplicación en
Bogotá y en las ciudades del Eje Cafetero. En
cinco meses empezará a practicarse en sistema
en Medellín.
Confiamos que sea la herramienta con la cual hemos soñado
para la derrota de la impunidad.
Hemos querido que el principio de la oralidad lo podamos
generalizar en todos los ramos que debe atender la
justicia.
Esa reforma propuesta por el ministro Sabas Pretelt no
alcanzó a ser aprobada en la anterior legislatura,
pero tenemos fe que el país pueda tener rápidamente
esa disposición, amén de otras, que ayuden
a tener una justicia más cumplida, una justicia
más pronta.
Quiero felicitarlo a usted, doctor Luis Camilo Osorio,
fiscal general, y a cada uno de los patriotas que están
en la Fiscalía General de la Nación,
por esta tarea abnegada y de resultados.
Muy difícil administrar justicia, muy difícil
investigar delitos. Muye riesgoso hacer cumplir la Constitución
y los códigos en una Colombia azotada por el terrorismo.
En cualquier parte del mundo se necesita un fiscal preparado
y transparente. Aquí se necesita preparado,
transparente y valeroso.
En ninguna parte del mundo la justicia ha tenido que
enfrentar los riesgos que se han enfrentado en Colombia,
y especialmente en Antioquia y en ciudades como Medellín.
Eso es un motivo adicional, un motivo superior para
nuestra admiración y nuestro respeto a todos
ustedes, mis compatriotas de la Fiscalía General
de la Nación.
Quiero además felicitarlos por esta sede. ¡Envidiable
sede, señor Gobernador y señor Alcalde!
Nos estuvieron explicando las características
de construcción; los espacios tan aireados, tan
frescos; los espacios generosos, donde no hay apeñuscamiento;
nada recargado. Nos explicaban los detalles técnicos
de cómo va a funcionar un aire fresco, no necesariamente
con el costo del aire acondicionado pleno, gracias a
las más modernas técnicas de construcción.
Nos mostraban el auditorio, las unidades para atender
aquellas personas que deban informar sobre un delito
a cualquier hora del día o de la noche.
Yo creo que es un gran paso.
Qué triste fue aquel episodio al principio del
Gobierno, cuando el terrorismo produjo este daño
tan grande con la explosión en el centro de Medellín.
Usted lo decía: se equivocó el terrorismo
unos minuticos y nos salvó la vida esa equivocación –gracias
a Dios- de tantos de los compatriotas que están
en la Fiscalía de Antioquia y de Medellín.
¡
Qué buena esta sede! Con su sucesor, el fiscal
Mario Iguarán, y con todo el empeño del
Ministerio de Hacienda y del Ministerio del Interior
y de Justicia, con su titular aquí presente, haremos
lo posible –doctor Luis Camilo- para que rápidamente
esté completa y sea un ejemplo para Colombia.
Quiero felicitarlo a usted, a los constructores, a los
consultores, a los interventores, por este gran avance.
Va a crear un hábitat de trabajo sumamente agradable,
sumamente cómodo. ¡Qué bueno!
La seguridad en Colombia nace de la decisión de
la justicia, que es decisión de autoridad, y de
la voluntad política de las instituciones armadas
de la Constitución.
Llevamos en este Gobierno una trayectoria de buena recuperación
de la seguridad. Es ejemplar Medellín. El Primer
año de gobierno 34 por ciento de la disminución
de homicidios; en el segundo 42 por ciento; y este año
de nuevo un 42 por ciento. A eso han contribuido enormemente,
el alcalde anterior, el doctor Luis Pérez; y el
alcalde actual, el doctor Sergio Fajardo Valderrama,
quien además, con gran inteligencia nos ha ayudado
con mucha innovación y mucho liderazgo a conducir
el proceso de reinserción.
Quiero agradecer inmensamente a ellos este aporte, como
también la permanente preocupación del
señor Gobernador y de su equipo para que mejore
el orden público del departamento.
Esta tarea contra el terrorismo la estamos ganando, pero
no la hemos ganado todavía, queda un largo trecho,
por eso hay que señorear en la Patria una convicción;
todas las garantía democráticas y toda
la fortaleza contra el terrorismo, la tolerancia es
con la democracia, es con el disenso, es con el libre
examen, es con la idea contraria, no con los violentos.
Nosotros no podemos regresar a equívocos frente
a los violentos.
En la medida en que seamos totalmente respetuosos de
las garantías democráticas, tendremos
siempre la autoridad moral, la razón jurídica,
la razón política para emprender acciones
con toda determinación contra los violentos.
En Europa por ejemplo, hoy no se acepta el delito político
como delito armado, aquí todavía tenemos,
esa norma anticuada, de reconocer como delito político
el delito armado.
Ya no se acepta, en contraprestación a la profundización
de la democracia. Se ha dicho por juristas y politólogos:
si la democracia permite el ejercicio pleno de las garantías
del pluralismo, ¿por qué hay que permitir
con la atenuante delito político que se atente
por la vía violenta contra la democracia?.
Allá, a la acción armada contra la democracia,
ejecutada o al nivel de simple amenaza se le señala
como terrorismo, aquí lo hemos venido aclimatando
en el alma de los colombianos en el nivel conceptual
y político, en la conciencia colectiva, pero no
todavía en los códigos. Bueno que el país
de ese debate.
A medida que avance la comisión del país
sobre la profundización democrática, hay
que acelerar también otros cambios en los códigos.
En una democracia moderna, no debe haber delito político. ¿Por
qué? Porque el delito armado no es delito político,
sino terrorismo y en una democracia no se puede admitir
como delito lo que se ha llamado en algunas oportunidades
de la historia, el delito de opinión o el delito
de conciencia. Democracia plena y toda la dureza contra
el terrorismo.
Tenemos 14 mil desmovilizados, que pueden ser muchos
más. La desmovilización, el marco jurídico
que acaba de aprobarse, al cual se refirió con
lujo de detalles el señor Fiscal, no son causas
de procesos, sino resultados de procesos, a una justicia
más eficiente, a una voluntad política
con toda la determinación para derrotar el terrorismo,
a un acompañamiento normativo del Congreso de
la República en esa dirección, a un grado
alto de heroicidad de la Fuerza Pública, va
resultando que los violentos al no encontrar alternativas,
buscan una salida digna en la reinserción, en
la desmovilización.
Así como la reinserción, la desmovilización,
son hijas de la autoridad, las negociaciones con los
violentos también son hijas de la autoridad.
Los grupos que no han querido negociar van a hacerlo,
solamente cuando sientan que hay una Patria dispuesta
a derrotarlos militarmente y frente a la alternativa
militar no les quede más acción que buscar
la salida digna de la negociación. Por eso hay
que persistir. Y como dice claramente la Constitución,
esta es una tarea conjunta del Ejecutivo y de la Fiscalía
General de la Nación, que por mandato constitucional
tiene que coordinar la política de orden público.
Se que hay preocupaciones en muchas partes del país,
en nuestra Antioquia, por lo que pueda pasar en algunas
regiones con la desmovilización de los mal llamados
paramilitares, me llaman de San Carlos en el oriente
y me dicen: aquí los paramilitares estaban cuidando
el Jordán. ¿Quién va a cuidar el
Jordán? Me dicen, aquí los paramilitares
estaban cuidando la carretera entre San Carlos y San
Rafael. ¿Quién la va a cuidar? Aquí los
paramilitares estaban cuidando en las cordilleras de
La Ceja y El Retiro a San José. ¿Quién
los va a cuidar’ Eso hay que hablarlo claramente
frente al país, eso no se puede mantener en el
nivel del rumor, eso fue la consecuencia de que le hubiéramos
abierto en Colombia tanto espacio al terrorismo, de que
nos hubiéramos preocupado más por los terroristas,
por complacerlos que por la gente de bien, de que mientras
los terroristas avanzaban sobre las espaldas de las instituciones
que ellos ponían de rodillas, el pueblo perplejo,
no sabía que camino coger, y el país nos
quedó entre guerrilleros y paramilitares.
Señor Gobernador: el proceso de la recuperación
de la defensa institucional de la Nación, es un
proceso que tenemos que acelerar. Hemos crecido mucho
la Fuerza Pública en este Gobierno, 96 mil hombres
más, todavía nos falta para completar el
control territorial.
Además hemos disminuido en una buena proporción
lo que se llama el personal civil del Ministerio de Defensa,
con eso hemos aumentado notablemente la productividad.
Vamos a hacer esfuerzos adicionales en el presupuesto
de la Nación, especialmente para integrar más
policías, y lo estamos haciendo para tener más
comunicaciones, más aviación, más
transporte.
Hablaba ahora con los generales que están en Antioquia,
con el coronel Vargas, comandante de la Policía
y le decía lo siguiente: Vamos a encarar el desafío,
los vacíos que llenó el terrorismo, los
tienen que llenar las fuerzas institucionales, acudamos
al Jordán a decirle a la ciudadanía: aquí esta
su Ejército, aquí está su Policía
para protegerlos.
Acudamos a esa vía de San Rafael, San Carlos a
decir lo mismo, acudamos a esa vía de la Ceja
de Jordán a hacer la misma presencia, a los caminos
que comunican al retiro con Versalles y Montebello y
expliquemos una cosa, hoy la Patria más que nunca
para recuperar la protección institucional de
sus ciudadanos, requiere la coalición, Fuerza
Pública-ciudadanía.
Esa coalición se logra en la medida en que haya
persistencia y construcción de confianza.
General Pico, general Urueña, general Carrillo,
coronel Vargas, cada oficial, cada suboficial, cada policía,
cada soldado, tiene que ir a donde los campesinos, donde
los finqueros, donde los comerciantes, donde los empresarios,
para que en cada empresa, en cada establecimiento de
comercio, en cada casa campesina, en cada explotación
agropecuaria, halla una decisión de cooperar con
la Fuerza Pública, necesitamos que todos cooperen
con la Fuerza Pública, para reestablecer la protección
institucional de nuestros ciudadanos, no tenemos presupuesto
que nos permita el crecimiento indefinido de la fuerza,
requerimos más productividad, y esa productividad
tiene que resultar de la alianza Fuerza Pública-ciudadanía.
La ciudadanía hoy tiene más confianza y
hay que alimentarle esa confianza. Esa confianza se le
alimenta con buen trato, esa confianza se le alimenta
cuando la ciudadanía observa que en la Fuerza
Pública a toda hora se responde al teléfono,
que las puertas están abiertas para ingresar a
los despachos de la Fuerza Pública a poner una
denuncia, esa confianza se le alimenta cuando no haya
demoras sino toda la diligencia en la reacción.
Alimentar la confianza ciudadana.
La Constitución define claramente, la solidaridad
en Colombia. Este Gobierno ya ha logrado incorporar tres
millones de cooperantes, necesitamos mucho más
y más eficacia. En nombre de ese principio constitucional
de la solidaridad. El marco normativo está dado,
la voluntad política existe y el convencimiento
mental y en la razón es pleno, necesitamos desarrollar
un complemento, ese compromiso del sentimiento, un sentimiento
en el alma de todo antioqueño de estar integrado
en cooperación permanente con la Fuerza Pública
y con la administración de justicia.
No veo camino para derrotar el terrorismo, no veo camino
para derrotar la corrupción que sumarle a los
marcos jurídicos, a la voluntad política,
a la acción de la justicia, del Gobierno, de
la Fuerza Pública, un sentimiento en el alma
de cada ciudadano de Colombia contra la corrupción
y un sentimiento en el alma de cada compatriota contra
el terrorismo, ese sentimiento, es la energía,
es la fuerza que lleva a cada quien a revisar su propia
conducta y que lleva a cada ciudadano a cooperar con
las instituciones de su Constitución para que
todo el mundo pueda vivir tranquilo, pueda vivir feliz.
Llevemos esto de la teoría a la práctica.
Cuando vengan esas desmovilizaciones en las próximas
horas, que ustedes estén adelante en esos sitios
del departamento dándole tranquilidad a la ciudadanía.
Es la hora del sentimiento del compromiso ciudadano e
institucional para darle a Colombia la protección,
la única que admite la Constitución, que
es la protección de sus instituciones.
Tenemos todo el compromiso coterráneos para lograr
reestablecer plenamente el imperio de las instituciones,
nos falta presupuesto a pesar de todos los esfuerzos,
pero nos sobra voluntad, y esa voluntad hay que convertirla
en un compromiso en el sentimiento de cada ciudadano,
para que cada quien como colaborador de la justicia,
cada quien como colaborador de la Fuerza Pública,
se convierta en una causa eficiente del reestablecimiento
de la tranquilidad.
Muchas felicitaciones señor Fiscal, muchas felicitaciones
por su obra en todos los campos, por su visión
transformadora de la justicia, que nos establece un gran
ejemplo.
Quiero agradecer a usted y a todos sus colaboradores
estos tres años. Que tal que el Gobierno de
la Seguridad Democrática no hubiera tenido una
Fiscalía comprometida con la Seguridad Democrática.
Sin ese compromiso, habría sido imposible, como
habría sido imposible avanzar en esa tarea sin
el compromiso del Congreso de Colombia, al que también
le expreso nuestra gratitud.
Le deseo todos los éxitos en las actividades que
lo esperan Fiscal, como eximio patriota que usted es
y quiero desearle también todos los éxitos
al doctor Mario Iguarán Arana, nuestro apreciado
viceministro de Justicia, que por decisión de
la Honorable Corte Suprema de Justicia, habrá de
reemplazarlo en la Fiscalía.
Eminentísimo cardenal Castrillón, muchas
gracias por su presencia. Con la ayuda de Dios, para
mantener firme la voluntad, con inmenso amor al pueblo
colombiano, esta tarea tendrá que llegar a buen
puerto.
Compatriotas de la Fiscalía, los felicito, y es,
le decía Fiscal Iguarán, que se traslade
el bunker aquí porque les quedó más
amañador este. Muchas gracias.