PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN CEREMONIA
DE ASCENSOS DE LAS FUERZAS MILITARES
Bogotá, 7 jun. (SNE).- Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez
en la ceremonia de ascensos de las Fuerzas Militares,
que se realizó en la Escuela Militar José María
Córdoba.
“Asistimos hoy a este campo histórico de
la Patria a presenciar el ascenso de ilustres servidores
de las Fuerzas y la condecoración con la medalla “30
años de servicios” a tres de ellos.
Quiero agradecer a las Fuerzas, a cada uno de sus integrantes,
este sacrificio por Colombia, esta abnegada lucha por
reestablecer la paz y la tranquilidad a la Patria y a
todos los compatriotas.
Quiero felicitarlos a todos,
a los contraalmirantes Luis Alejandro Parra, Fernando
Ortiz Polanía;
a los brigadieres generales Luis Fernando Merlano Jaramillo.
Tito Saúl Pinilla Pinilla; a los contraalmirantes
Jairo Javier Peña Gómez, Jaime Varela López;
y al brigadier general Fabio Enrique Ulloa Echeverri.
Este ascenso es un escalón más en su carrera
de servicio a la Patria, en su carrera de servicio a
los colombianos a través de la institución
armada. Una hoja de servicios eficaz, una hoja de servicios
transparente, es la base sobre la cual se decreta este
ascenso.
Quiero felicitar a los contraalmirantes
José Joaquín
Sanabria Fonseca, al capitán de navio, Mauricio
Méndez Pizarro; al capitán de navio, Ernesto
Díaz Andrade, por recibir la medalla “30
años de servicio”. Treinta años de
servicio, 30 años abnegados de servicio se cuentan
en la institución armada de la Patria.
A los ascendidos, a los condecorados
con la medalla “30
años de servicios” nuestras felicitaciones,
a sus familias.
¿Qué puede ser de la vida de quien entrega
todas sus energías a la causa de las instituciones
armadas de la Patria, de no contar con el aliento, con
el apoyo, con el hogar para su reposo?
A todos ellos, a sus señoras, a sus hijos, nuestra
gratitud, por la compañía que les han dado
en tantos años de servir bien a Colombia. Los
colombianos tenemos infinita, incancelable gratitud con
los integrantes de nuestras Fuerzas Armadas y de Policía
y con cada uno de los miembros de sus distinguidas familias.
Tenemos que avanzar en esta política de Seguridad
Democrática, esta política de Seguridad
Democrática ya va mostrando descensos importantes.
Cuando el país llegó a tener cerca de 30
mil homicidios, este año (quisiéramos ir
en menos) vamos por 7 mil. Es una reducción fundamental
casi llegando a mitad de año.
Cuando el país llegó a tener 3.050 secuestros,
este año vamos por 270, casi llegando a mitad
de año. Pero necesitamos una patria sin homicidios,
necesitamos una Patria sin secuestros, necesitamos una
Patria donde se proteja eficazmente todas las expresiones
de la democracia, donde se protejan eficazmente todos
los derechos del pueblo.
Cuando empezó mi Gobierno la tasa de asesinatos
era de 66 asesinatos por cada 100 mil habitantes, el
año pasado se redujo a 44, este año va
en 15, ojalá para fin de año se muestre
una gran reducción.
Tenemos que recuperar plenamente
la paz y la seguridad en Colombia. Las Fuerzas Militares
y de Policía
no solamente tienen hoy el compromiso de la paz sino
un gran compromiso para reestablecer la confianza en
Colombia. Solamente en la medida que crezca, que se siga
construyendo esta confianza en nuestras instituciones,
en las Fuerzas Armadas y de Policía, Colombia
tendrá más inversión y más
empleo, Colombia podrá superar la pobreza, Colombia
frenará la expulsión de sus hijos al extranjero,
Colombia frenará el desplazamiento interno.
Asistimos durante los últimos tres días
al Pacífico, al Pacífico sur. Allí tenemos
que hacer un esfuerzo muy grande para derrotar la droga,
para derrotar los grupos narcoterroristas de cualquier
calado que ellos sean, de cualquier origen.
Por ejemplo, en el litoral la
situación está mejor,
así lo reconocen sus moradores. En las cercanías
de ciudades como Popayán y Pasto la situación
está mejor, así lo reconocen sus habitantes;
pero en ese intermedio entre la cordillera y el litoral
pacífico ha crecido mucho la droga y todavía
se refugian allí los malhechores.
Tenemos que llegar allí; apreciados generales,
altos oficiales, suboficiales, integrantes de las Fuerzas
Armadas y de Policía de la Patria; para derrotar
hasta la última expresión de delincuencia.
Vamos a trabajar en ese Pacífico con cinco acciones:
la acción de fumigación para derrotar el
narcotráfico, la acción de erradicación
manual (hemos venido trabajando en el último mes
con 44 cuadrillas de erradicación manual de droga
pero solamente entre Buenaventura y el río Mataje,
en la frontera con Ecuador, debemos instalar en un esfuerzo
conjunto entre la Policía y la Red de Solidaridad
con la protección también de la Armada,
40 cuadrillas de erradicación manual de droga).
Vamos a trabajar con Familias
en Acción, 500
mil Familias en Acción, 500 mil familias colombianas
al final de este año recibirán un subsidio,
ya lo están recibiendo cerca de 400 mil, el Gobierno
lo viene pagando cumplidamente. Un subsidio para que
las familias asuman el compromiso de educar a sus hijitos,
el compromiso de someter a sus hijitos a unos chequeos
de crecimiento, de nutrición, y en el Pacífico
un tercer compromiso, el compromiso de mantener esas áreas
libres de droga.
En el Pacífico teníamos 3 mil Familias
en Acción, vamos a completar 30 mil familias en
acción. Y esto ya se empezó la expansión,
el pasado domingo pagamos por primera vez a 2.449 familias
en acción en el municipio de Guapí, en
el Cauca del pacífico.
Y vamos a trabajar con un cuarto
elemento, vamos a trabajar expandiendo en el Pacífico el programa de la Red
de Solidaridad de seguridad alimentaria que se llama
Resa, ese programa ya le ha llegado a millón 100
mil campesinos en la Patria, en la medida en que acompañe
a los compatriotas del pacífico, los compatriotas
del pacífico van a ver la inutilidad, el grave
riesgo de los cultivos de drogas ilícitas.
Y vamos a entrar con una quinta
herramienta que viene avanzando bien en toda la Patria,
organizar a los pescadores
artesanales, financiarlos, ayudarle a los campesinos
con la siembra de cultivos promisorios como el caucho,
la palma africana, a través de crédito,
a través del Incentivo de Capitalización
Rural (ICR).
Las Fuerzas Armadas, la Policía, han comprendido
que no los hemos abandonado en su tarea, que detrás
de su tarea va nuestra acción social.
Recientemente se han presenciado
eventos de gran importancia en San Vicente del Cagüán y en Cartagena
del Chairá, que demuestran cómo no pueden
ser excluyentes las acciones de las Fuerzas Armadas y
la política social del Estado.
Este fin de semana visitaremos
otro municipio flagelado del caquetá, Puerto Rico, para que con una acción
conjunta, coordinada, contundente de las Fuerzas Armadas
y de la política social, derrotemos allí a
los terroristas.
Y esta política nuestra tiene que ser sostenible,
no puede tener retroceso, esta política nuestra
tiene que avanzar, ahora que está mostrando los
primeros resultados no se le puede poner en camino de
reversa, esta política de la Seguridad Democrática,
Colombia requiere consolidarla, la credibilidad para
la consolidación depende de la eficacia, depende
de la transparencia.
En aras de la eficacia al amanecer
de cada día
tenemos que ajustar la estrategia, tenemos que ajustar
la táctica, tenemos que ser profundamente flexibles
para poder avanzar por el camino práctico del
triunfo.
El Plan Patriota tiene que sostenerse
hasta derrotar esa retaguardia guerrillera, pero hay
que ajustarlo todos
los días para que cada día sea más
eficaz su accionar.
Y esa política de Seguridad Democrática
tiene que seguir siendo transparente. La transparencia
reposa en los derechos humanos, la transparencia reposa
en que las Fuerzas Institucionales combatan por igual
a todos los actores de la delincuencia. Ha sido característica
de este Gobierno.
Hace pocos días el Procurador General de la Nación,
el Embajador de Estados Unidos y otros interlocutores,
me reconocían que en Colombia todos los días
hay más reconocimiento a las Fuerzas Armadas y
de Policía, menos quejas por violaciones de derechos
humanos. Nuestra Fuerza Pública todos los días
progresa en eficacia, en compromiso, en transparencia.
Hace pocos días el señor general Fredy
Padilla de León estuvo inspeccionando nuestras
acciones en el Atrato, en sus afluentes, coordinando
allí con los comandantes para que todos los días
haya más eficacia y absoluta transparencia.
Pueden estar seguros los colombianos
que nuestro compromiso es avanzar con toda la determinación y energía
para la eficacia, y con toda la transparencia en materia
de derechos humanos y en materia de combatir por igual
todas las expresiones del crimen.
A tiempo que nos reunimos en
esta Escuela Militar para asistir a estos ascensos
y a la entrega de la medalla “30
años de servicio” que nos llenan a todos
de regocijo, en la IV Brigada de Medellín se anuncia
la desmovilización de 29 integrantes del grupo
Héroes de Anorí del Eln. A la cabeza de
ellos, un colombiano, alias Edward, que llevaba 20 años
en el Eln.
Felicito a las Fuerzas Armadas
y de Policía,
porque su acción contundente y transparente está produciendo
estas desmovilizaciones.
Recibimos a estos 29 integrantes
del Eln con los brazos abiertos, a Edward que rectifica
después de 20
años de camino equivocado en el Eln lo recibimos
con solidaridad de compatriota. A sus 28 compañeros.
Todos aquellos que lleguen provenientes de los grupos
terroristas a desmovilizarse, a reinsentarse a la vida
constitucional, son bienvenidos.
Nuestra política de seguridad tiene dos objetivos:
un objetivo liberar a los colombianos de la tortura de
la pesadilla de estos grupos, un objetivo buscar liberar
a la Patria del narcotráfico, de guerrilleros
y de paramilitares; y tiene un segundo objetivo nuestra
política de seguridad, desmovilizar todas las
organizaciones de paramilitares y de guerrilleros.
Y ha sido eficaz. Recuerdo las
cifras. Cuando el M-19 se desmovilizó eran 280 ó 300 en armas,
si mucho por todos 800. Cuando el Epl se desmovilizó,
sumados los que estaban en armas más aquellos
que los acompañaban no superaban dos mil. Cuando
la Corriente de Renovación Socialista se desmovilizó eran
unos poquitos.
Si sumamos todas esas desmovilizaciones
y las comparamos con lo que ahora ha ocurrido, podemos
decir, sin jactancias,
que estamos asistiendo al proceso de paz más profundo
de la vida colombiana, nacido no de discursos débiles
frente a los violentos sino nacido del ejercicio firme
de la autoridad y de la reinserción generosa.
El ejercicio firme y transparente
de la autoridad y la apertura generosa de la reinserción
le ha producido a Colombia que ya cerca de 12.500 integrantes
de grupos
violentos se hayan reinsertado en este Gobierno.
Invito al Eln a recapacitar,
invito al Eln a que detrás
de estas 29 desmovilizaciones que han tenido lugar hoy
en la IV Brigada de Medellín, piensen en la posibilidad
de un proceso de paz. Lo han frustrado por capricho,
en la última ocasión estuvimos muy cerca,
simplemente no quisieron porque el Gobierno exigía
que a pesar de que no se desmovilizaran, no se desarmaran,
mientras estuviéramos en negociaciones hubiera
cese total de hostilidades que incluyera el cese del
secuestro y no quisieron renunciar al secuestro.
No sería comprensible a los ojos de algún
colombiano adelantar un proceso de paz con una autorización
simultánea para que el interlocutor del gobierno
continuase secuestrando.
Estos 29 desmovilizados serán tratados con toda
la fraternidad como se trata a los más de 12 mil
desmovilizados de este Gobierno, serán recibidos
con toda la solidaridad, tendrán todas las garantías
porque nosotros queremos paz en favor de todos los colombianos
y una nueva vida, una vida ajustada a la Constitución,
una vida distinta, una vida amable para aquellos que
estaban en el camino equivocado del terrorismo.
Ojalá, ojalá, sigan
llegando muchas, muchas deserciones de los colombianos
que estaban en ese camino
equivocado.
Mi salud de nuevo a las Fuerzas
Militares (al Ejército,
a la Armada, a la Fuerza Aérea), mi saludo de
nuevo a la Policía. Recuerden, cada día
la Patria es más exigente, hace tres años
Colombia estaba en un secuestro colectivo, su esfuerzo,
integrantes de las diferentes instituciones armadas le
ha permitido a Colombia recuperar libertad, movilidad
en sus carreteras, turismo, empleo.
Hace tres años Colombia estaba plagada en el
terrorismo, su esfuerzo ha disminuido sustancialmente
el terrorismo, pero hoy cada secuestro, cada acto terrorista,
cada homicidio se siente mucho más que hace tres
años. Hoy el país es más exigente
porque el país ya se curó la anestesia
frente al crimen y está atento y si bien en algún
momento eran tantos los crímenes que ya uno más
no contaba, hoy es lo natural y lógico, cualquier
crimen, cualquier secuestro, cualquier acto terrorista
golpea más profundamente la sensibilidad de todos
los colombianos.
Por el bien de Colombia, con
el valor y el sacrificio de nuestras Fuerzas Armadas
y de Policía, avancemos
hacia una Patria que a partir de la autoridad construya
la paz, hacia una Colombia sin narcotráfico, sin
guerrilla, sin paramilitares.
¡Que viva Colombia y que
vivan las fuerzas armadas institucionales de nuestra
Patria!