Entrevista
del presidente en RCN Radio
MI AFÁN ES DEFENDER LA
CREDIBILIDAD DE COLOMBIA
Bogotá, 7 jun. (SNE).- La
siguiente es la entrevista del presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez, con la mesa de trabajo de la emisora
Radiosucesos RCN, dirigida por Juan Gossaín:
Juan Gossaín. Director noticias RCN: Señor
presidente muy buenos días tenga usted y créame
que es un placer tenerlo en RCN.
Álvaro Uribe Vélez. Presidente de la República:
Juan muchas gracias, un saludo muy respetuoso a usted,
a sus compañeros de la mesa de trabajo de RCN,
y a todos los compatriotas que a esta hora nos escuchan.
J.G.: Señor Presidente, como usted comprenderá,
periodistas como nosotros tenemos temas de diversa índole
para plantearle, por ejemplo en relación con la
situación política del país, en
relación con las negociaciones con los grupos
de autodefensas o paramilitares, en fin.
Comencemos señor Presidente con la situación
política. ¿A qué caso concreto se
estaba refiriendo Usted cuando dijo, hace unos días,
que en el pasado hubo gobiernos que hicieron alianzas
con narcotraficantes como ‘Don Berna’, para
que los ayudara a combatir a otros narcotraficantes?
Presidente de la República: Yo le he expresado
permanentemente al país y a la Fuerza Pública,
en privado y en público, que la política
de Seguridad Democrática tiene que ser una política
sostenible. Y para que sea sostenible tiene que ser creíble.
Y para tener credibilidad tiene que ser eficaz y al mismo
tiempo transparente. Y para ser transparente, la política
de Seguridad Democrática tiene que ser muy rigurosa
en materia de cumplimiento de los derechos humanos y
tiene que ser basada, totalmente, en los esfuerzos institucionales.
He dicho: no puede haber colusión
con grupos de bandidos para enfrentar otros bandidos.
Eso ha sido
una norma de este Gobierno.
Porque bien, uno podría haber dicho –según
lo esperaban mis contradictores- a los mal llamados paramilitares: ‘miren,
no hagan masacres, quédense quietos, no hay nada
contra ustedes, ayúdenos a acabar a la guerrilla’ y
ese sería, de pronto, un camino más rápido
y más efectivo para combatir a la guerrilla, pero
una pésima herencia institucional para el país,
una manera de profundizar más la herida. Entonces
el camino nuestro ha sido, totalmente, el camino institucional.
El caso de este señor Murillo Bejarano, el alias ‘Don
Berna’, la verdad es esta –como lo dije la
semana pasada-, yo habría querido como Presidente
de la República, que lo hubiéramos aprehendido
físicamente pero, como terminaron las cosas terminaron
bien. Porque, acepto que el Gobierno lo recibió,
eso fue presionado por la Fuerza Pública, fue
una entrega, sí, con un elemento de negociación –esos
elementos de negociación los conoce el país-,
el Gobierno lo recibió como desmovilizado, el
Gobierno define el sitio, está asegurado por la
Policía. Entonces empieza la crítica que
le han venido haciendo al proceso: ‘que hay unos
narcotraficantes que están involucrados con el
paramilitarismo’.
Infortunadamente, todos estos
grupos de paramilitares, de guerrillas, están contaminados de narcotráfico.
Entonces se hace otra crítica: ‘que esos
señores eran, antes, narcotraficantes y que aparecieron
de paramilitares’. El problema es que este Gobierno
los encontró de paramilitares. Estas desmovilizaciones
que se han hecho, especialmente la de Medellín
de paramilitares, ha sido una desmovilización
en la cual ha intervenido este señor.
Cuando yo asumí la Presidencia fui informado
que venían dos procesos de paz en marcha: uno
con el Eln a través de Cuba y otro con los paramilitares
a través de la Iglesia Católica. Yo dije
que se aceptaba que se continuara con ambos, siempre
y cuando se respetara un cese de hostilidades. Y con
estos señores, con los que ha estado negociando
este Gobierno, es con los que se venía negociando.
Ahora, hay un problema muy grave,
sí, que unos
de esos señores eran narcotraficantes y que después
aparecieron de paramilitares. De paramilitares los encontró este
Gobierno. Esas desmovilizaciones que han ayudado, ellos
han intervenido en esas desmovilizaciones. La Iglesia
Católica ayudó en ese proceso y lo condujo
hasta el momento en el cual ellos aceptaron un cese de
hostilidades.
Entonces, ahí tenemos una dificultad: unos señores
que empezaron como narcotraficantes, unos señores
que después se incorporaron como paramilitares
-que este Gobierno encontró como paramilitares-,
que han ayudado en este proceso de desmovilizaciones
y por eso estamos buscando el marco jurídico más
adecuado.
Juan Manuel Ruíz. Periodista: ¿Esa afirmación
suya significa, como dijo el ex presidente Pastrana,
que por primera vez Usted reconoce que en Santa Fe Ralito
el Gobierno está negociando con integrantes del
cartel de Medellín?
Presidente de la República: La verdad es que
no. No, para que me voy a poner a contestarle. Simplemente,
el Gobierno está negociando con aquellos con los
cuales venía negociando la administración
anterior, a través de la Iglesia Católica.
Y a mi me preguntaron si podía seguir esas negociaciones
y dije: ‘por supuesto, siempre y cuando, haya un
cese de hostilidades’.
J.G.: Señor presidente Uribe Vélez, coincidieron
los ex presidentes Pastrana y César Gaviria, en
afirmar –según palabras de ellos- que Usted
se ha vuelto pendenciero y camorrista, incluso ‘bravucón’ lo
llamó el ex presidente Pastrana, ¿Usted
cree, presidente Uribe, que se merece esos calificativos,
se ha vuelto Usted pendenciero, camorrista?
Presidente de la República: Una cosa son los problemas y otra cosa son las personas.
Yo he planteado
siempre problemas y no se responde a los problemas, sino
que se responde con agravios personales. Pero dejemos
eso a un lado. Mientras yo planteo problemas, responden
con agravios personales y no aclaran los problemas.
Planteemos otra cosa, ¿por qué he asumido
la defensa del Gobierno?: no solo por la defensa del
Gobierno, no solo por la defensa del Presidente, sino
porque este Gobierno se propuso recobrar, para este país,
confianza.
Aquí se había perdido la confianza, aquí no
se había vuelto a invertir, el desempleo había
saltado a niveles cercanos al 20 por ciento, la economía
estaba prácticamente estancada, en los últimos
12 años el endeudamiento público saltó del
12 por ciento del PIB, al 56 por ciento, el déficit
fiscal saltó de un país que, en 1990 –cuando
lo dejó el presidente Barco- estaba en equilibrio
y cuando yo lo recibí estaba en el 4.2 por ciento.
Los estudiantes se querían ir de Colombia. Colombia
había producido un éxodo al extranjero
de 4 millones de ciudadanos, un desplazamiento interno
de 2 millones.
Entonces, este Gobierno se ha
propuesto reestablecer confianza en Colombia. Y cuando
uno ve que hay una estrategia,
una sinfonía, para maltratar al Gobierno como
paramilitar, para lanzar un manto de duda, tratando de
que quede la duda de que el Gobierno es paramilitar,
pues hay dos cosas: primero, es un Gobierno que ha procedido
con toda la honradez. Expliqué nuevamente a ustedes,
ahora, en qué baso la credibilidad de la política
de Seguridad Democrática, la baso en eficacia
y en transparencia y la transparencia en observancia
de los derechos humanos y en un ejercicio totalmente
institucional, sin mezclar la Fuerza Pública con
bandidos para atacar bandidos.
Entonces, cuando hay ese celo
por la transparencia, cuando hay ese celo para recuperar
la confianza en Colombia
a uno lo preocupa mucho que se lance ese manto de duda,
por eso he salido en la defensa del Gobierno, por eso
he salido en la defensa de nuestra actividad, por eso
he salido en la defensa de lo que estamos haciendo. Mientras
yo, planteo unos temas sustantivos, la respuesta es simplemente
de agresión personal.
J.M.R.: Señor Presidente, algunos piensan que
esos discursos suyos, tan contundentes y controversiales,
corresponden a una estrategia de su campaña hacia
la reelección, ¿esa apreciación
es correcta?
Presidente de la República: Primero, yo soy un
luchador democrático, de todas las obras, con
o son reelección. Yo nunca lo niego. Siempre,
en lugar de estar por ahí, haciendo conspiraciones
de tertulia o sonsacando un senador o un representante,
yo he vivido siempre de cara al pueblo colombiano. Así he
procedido en donde he estado, así procedí en
la gobernación de Antioquia.
Segundo, mi gran afán es que no se lancen mantos
de duda, injustamente, que afecten la credibilidad en
Colombia. Porque se afecta el Gobierno, sí; se
afecta el prestigio del Presidente, sí; pero se
afecta ese proceso de recuperación de confianza
en Colombia.
Ahora que en Colombia nuevamente
se está invirtiendo,
ahora que por ejemplo estamos pasando de explorar 12
pozos de petróleo al año a explorar 40
pozos de petróleo al año, ahora que está regresando
el turismo, ahora que está empezando a rebajar
el desempleo, ahora que los colombianos que se fueron
al extranjero invierten en el país, nosotros no
podemos dejar que ese embrión tan importante de
recuperación de confianza en Colombia, se pierda.
Mi gran preocupación es: por favor, no lancen
mantos de duda que afecten la confianza que se está recuperando
en Colombia, porque por hacerle daño al Presidente
de la República y al Gobierno, le hacen un profundo
daño a esa recuperación de la confianza.
Mi gran celo es cuidar la recuperación de la confianza
en Colombia.
Humberto de la Calle. Ex ministro
de Estado: ¿Señor
Presidente cómo respondería Usted las recientes
manifestaciones de congresistas americanos en relación
con la ley de Justicia y Paz. Y no sólo, dijéramos
algunos demócratas, un tanto radicales, sino también
miembros del Partido Republicano. Simultáneamente,
la ley de Justicia y Paz está saliendo prácticamente
con fórceps ¿no sería necesaria
una mayor dosis de consenso para un proceso como el que
se adelanta con las AUC?
Presidente de la República: El Gobierno que yo
presido, es un Gobierno abierto al examen de estos textos
legales. Personalmente he dedicado muchas horas a examinar
opciones a estos textos legales, pero algunos, en lugar
de seguir en esa tarea, se fueron al extranjero a crear
mal ambiente. Infortunadamente, lo estamos viendo con
esa carta de los congresistas norteamericanos. ¿Qué le
toca al Gobierno? Al Gobierno le toca defender esa ley,
todo lo que haya que corregirse lo corregimos, pero hay
que ser muy cuidadosos porque nada nos ganamos con una
ley que no sea práctica, con una ley que no nos
ayude a avanzar en la desmovilización de todos
estos grupos.
En los próximos días la señora
Canciller (Carolina Barco) y el doctor Luis Carlos Restrepo,
Alto Comisionado de Paz, se van a trasladar a Washington
a explicarle a estos congresistas el alcance de la ley.
Por ejemplo una de las críticas: ‘es que
no podemos aceptar desmovilizaciones individuales’, ¿cómo
que no? Si las desmovilizaciones individuales ayudan
muchísimo a que se vaya dando ese proceso, así sea
gradualmente. Si nosotros no estuviéramos avanzando
en desmovilizaciones individuales, no se habría
presentado el resultado favorable en el caso del señor
Murillo Bejarano. Porque si nosotros no pudiéramos
darle un tratamiento selectivo a individuos de estas
organizaciones, entonces la falla de alguno implicaría
romper con toda la organización. O la circunstancia
de que no se entregue toda la organización, nos
privaría de desmovilizar algunos personajes de
gran peligrosidad. Todo esto hay que explicarlo como
hay que explicar el tema del narcotráfico.
Ellos van a hacer ese viaje para
explicarles a ellos el proyecto de Justicia y Paz,
para explicar por ejemplo
por qué hay que aceptar desmovilizaciones individuales
por qué hay que dar un tratamiento selectivo. ¡Qué tal
que nosotros no aceptáremos desmovilizaciones
individuales!, privaríamos al país de la
oportunidad de ir desmovilizando así sea gradualmente,
caso por caso, gente de alta peligrosidad. Si nosotros
no aceptáramos desmovilizaciones individuales
no tendríamos hoy estas desmovilizaciones de la
guerrilla.
Y muchas de las desmovilizaciones
de los paramilitares no han sido colectivas, han sido
desmovilizaciones individuales.
Incluso ahora, a las diez de la mañana, la IV
Brigada (del Ejército) de Medellín, va
a dar un informe muy importante sobre una desmovilización
de muchísimas personas del Eln.
El tema del narcotráfico, todos estos grupos –infortunadamente-
están involucrados en el narcotráfico,
pero la ley es clara, la ley dice: ‘los beneficios
de este texto legal no se le aplican a quines hayan tenido
por objeto principal en narcotráfico’. Ahora,
si hay un paramilitar o un guerrillero cuyo objeto principal
ha sido el paramilitarismo o la guerrilla pero está contaminado
con el narcotráfico -esa es la triste realidad
que encontramos en el país-, se ha dicho: sin
que haya conexidad con el delito político ¡que
no la puede haber!, sin que haya indulto, amnistía
para delitos de lesa humanidad, los otros beneficios
de la ley se deben aplicar.
La ley se ha discutido ampliamente.
Ahora hay que poner, también, a las personas a pensar en esto: en el
supuesto de una negociación con el Eln o con la
Farc. ¿Qué van a decir el Eln y la Farc
de esta ley? Porque encuentro, también, un sesgo
en muchos de los críticos.
Muchos de los críticos de esta ley –a mí me
lo han dicho de frente- consideran que esta ley es muy
generosa con los paras, pero que no es suficiente con
las guerrillas. La ven como un lacito muy largo y muy
generoso con los paramilitares pero un lacito muy cortico
y muy avaro con las guerrillas. Y ahí es donde
el Gobierno tiene un criterio que hay que defender: la
ley debe ser igualita para ambos.
Nosotros en Colombia no podemos
seguir dándole
un tratamiento benigno a un grupo sobre el otro. Finalmente
son terroristas. Y vamos a explicarle todo esto a la
comunidad internacional.
Es la primera vez que en Colombia
hay una ley de paz que se preocupa por la reparación de las víctimas,
que se preocupa por la justicia. En anteriores procesos
el único afán, la única preocupación
era: ‘desmovilícelos, reconciliémonos
con ellos’ y nos olvidábamos de la justicia
y la reparación. Esta es la primera vez en la
cual se hace un esfuerzo de justicia y de reparación.
Vamos a explicarle esto, ampliamente, a estos congresistas
norteamericanos.
J.M.R.: Señor Presidente, Usted ha dicho hace
unos instantes que algunos dirigentes colombianos se
van al extranjero a crear mal ambiente a propósito
de Colombia. ¿A quiénes se refiere usted
concretamente?
Presidente de la República: Dejémoslo
ahí, dejémoslo ahí porque infortunadamente, ¿qué ha
pasado?: el Gobierno es amplio para la discusión
de la ley, ¿cuántas modificaciones se le
han introducido?, llevamos año y medio en la discusión.
Ahora, no se puede aceptar todo, no se puede aceptar
todo, entre otras cosas, porque nada ganamos con una
norma impracticable. No se puede aceptar todo, porque
muchos de los que nos han propuesto una ley totalmente
rigurosa, impracticable, frente a los paras, ellos también
me han dicho a mí que para la guerrilla sería
otro tratamiento y el Gobierno no puede aceptar un tratamiento
diferente a guerrillas y a paramilitares. Y se ha pretendido
crear un mal ambiente internacional contra la ley, contra
el Gobierno, en esta materia pero vamos a ir con toda
paciencia, inicialmente la Canciller y el doctor Luis
Carlos Restrepo, al Congreso de Estados Unidos a hablar
con cada uno de estos senadores.
Es que, además este Gobierno tiene una carta
de presentación muy importante: la acción
militar contra los paramilitares.
Le quiero decir a mis compatriotas
esto: el proceso de paz con los paramilitares no es
un proceso por liberalidad
de los paramilitares, no es un proceso por espontaneidad
de los paramilitares, es un proceso inducido –también-
por la Seguridad Democrática porque este Gobierno,
con toda firmeza, ha perseguido militarmente a los paramilitares.
Ahí están los resultados: casi 10 mil paramilitares
presos, más de 1.200 paramilitares dados de baja.
La acción de este Gobierno ha sido implacable
contra estos grupos.
Y ese es un elemento de comparación que ha reclamado
este Gobierno y es un elemento de legitimidad que ha
reclamado este Gobierno. Y por eso un Gobierno que ha
procedido así, tiene el derecho de decir: ¡por
favor! no lancen mantos de duda ante la comunidad internacional,
no traten de señalar a este Gobierno de paramilitar,
que por hacerle daño a este Gobierno lo que le
hacen daño es a Colombia.
J.G.: Según dicen en su carta esos mismos senadores
de Estados Unidos, Usted no ha cumplido su promesa de
incluir en ese proyecto de Justicia y Paz, temas como
el de que los líderes paramilitares desmantelen
sus estructuras, abandonen el narcotráfico, cesen
sus actividades criminales y garantías de que
serán extraditados si los reclama la justicia
de Estados Unidos ¿Esas exigencias quedarán
contempladas en la ley, se mantendrá señor
Presidente la decisión de extraditar jefes paramilitares
a Estados Unidos, qué va a pasar con la extradición
de los paramilitares?
Presidente de la República: Me extraña
que reclamen en esas condiciones. ¿Cumplido promesas?
Si hay alguien serio en esos temas, he sido yo.
Primero, la extradición. Este Gobierno se ha
negado totalmente a negociar la extradición. Este
Gobierno se ha negado totalmente a debilitar la extradición ¿por
qué?: porque la historia de Colombia, en materia
de extradición, le ha creado al país mucha
falta de credibilidad. Si hay algún lunar en la
Constitución de 1991, es la manera como se eliminó la
extradición.
Ustedes saben que si hacemos
un recorrido hacía
atrás, en el tema de la extradición, eso
le crea a la historia política reciente de Colombia
muchas dificultades. Este Gobierno lleva más de
330 órdenes de extradición. Eso no tiene
antecedentes.
Entonces, tengo el derecho, sobre
los hechos, de decir: no pongan en duda un Gobierno
que ha sido capaz de firmar
más de 330 órdenes de extradición
en menos de 36 meses de acción gubernamental.
Un Gobierno que se ha negado, reiteradamente, a que el
tema de la negociación incluya cualquier debilitamiento
de la extradición. Ahora ¡por su puesto,
por supuesto! desde el 27 de abril del año pasado,
nosotros produjimos un comunicado en el cual decíamos:
este Gobierno no va a volver a poner a Colombia como
un país paria, este Gobierno no va a debilitar
la extradición, este Gobierno no va a sentar a
Colombia en el banquillo internacional.
Además, Colombia como miembro de la Corte Internacional
de Justicia, no puede debilitar la extradición.
Si alguien quiere liberarse de la extradición,
tiene que someterse a un proceso de contrición,
a un proceso de arrepentimiento, a un proceso de cumplimiento
riguroso de la Constitución, de construcción
de credibilidad en la comunidad nacional e internacional.
Eso es lo que se aplica.
Ahora, uno ve que hay una cantaleta
de todos los grupos terroristas –y que esa cantaleta tiene eco en algunos
políticos muy importantes- para eliminar la extradición,
este Gobierno no lo ha hecho, ni lo hará.
La exigencia de que tienen que
desmovilizar todas las estructuras, ¿cómo que no se ha cumplido?
Entonces, de donde tendríamos casi 7 mil desmovilizados
de los paramilitares, ¿por qué no se mira
lo último, lo que pasó con este señor
Murillo Bejarano, con ‘Don Berna’? El Gobierno
aceptó, después de esa presión militar
a que lo sometimos, después de que el presidente
de la República ordenó que la policía
ingresara a capturarlo a la zona de Santa Fe Ralito para
ponerlo a órdenes de la justicia, el Gobierno
aceptó una entrega de él en calidad de
desmovilizado, es cierto. Y le dije a Luis Carlos Restrepo:
dígaselo desde el mismo día al país,
para que no nos tengan que poner unidades de investigación
de la prensa a preguntar por la verdad. La verdad es
que el Gobierno lo aceptó en calidad de desmovilizado.
Pero mire el punto importante: él se comprometió a
desmontar toda su estructura.
Si hay un Gobierno que va en
al dirección de
que se desmonten todas estas estructuras, es este Gobierno.
Es que sí, este es un proceso de paz, pero con
7 mil desmovilizados a la fecha. Es un proceso de paz
donde el Gobierno no ha destinado la autoridad. Es un
proceso de paz donde el factor determinante ha seguido
siendo la Seguridad Democrática, la presión
militar implacable y sin antecedentes del Gobierno –empezando
por el presidente de la República- sobre los grupos
paramilitares. ¡En Colombia, nunca antes, había
habido esta presión militar sobre ellos!
J.M.R.: Señor presidente, en una entrevista que
se conoció esta semana en la que por primera vez
el jefe paramilitar José Vicente Castaño
Gil da la cara, dice que es muy difícil desmovilizarse
y entregar las armas si existe la posibilidad de terminar
en una cárcel de Estados Unidos (leo textualmente).
Además, habla claramente de la necesidad de un
blindaje jurídico ante la extradición y
pide al Gobierno garantías de que no lo van a
extraditar a él, a Salvatore Mancuso y a alias ‘Don
Berna’. ¿Qué reflexión le
suscita este pronunciamiento señor Presidente?
Presidente de la República: La que les acabo
de decir. Este Gobierno no va a cometer la irresponsabilidad
de volver a sentar a Colombia en el banquillo de los
acusados por el tema de la extradición. ¡Este
Gobierno no negocia la extradición!
J.G.: Señor presidente, si a Usted le parece
me gustaría ir a otros temas del día, volver
por ejemplo al tema político y continuar con este
diálogo. ¿Está usted de acuerdo?
Presidente de la República: Correcto Juan. Una
de las cosas que me contó el doctor Luis Carlos
Restrepo ayer, es que el señor Castaño
dijo que tenían el 35 por ciento del Congreso...
J.G.: Sí, que tienen congresistas amigos en un
35 ó 40 por ciento.
Presidente de la República: Quiero, sobre eso, hacer tres comentarios:
Primer comentario. Eso me parece
muy grave, me parece inmensamente grave, le hace daño a la democracia,
eso le hace daño a este proceso.
Segundo: infortunadamente, conociendo
la historia reciente de Colombia, por falta de acción estatal contra
los terroristas, en muchas regiones de la Patria –para
la gente aspirar a las gobernaciones, a las alcaldías
al Congreso de la República, a los consejos municipales,
a las asambleas-, tenían que pedirle permiso a
terroristas de una u otra naturaleza. Eso es una triste
historia de Colombia, que no se puede esconder, que no
se puede esconder. ¿Qué dificultades teníamos
quienes no le pedíamos permiso a los grupos violentos
para poder llegar a estas posiciones de elección
popular?
Y el tercer comentario sobre
ese punto. Aspiro a que con el avance de la política de Seguridad Democrática,
las elecciones del año entrante, sean elecciones
en las cuales los candidatos puedan ir a todos los sitios
de la geografía, en las cuales no haya presión
de grupos violentos sobre candidatos.
Y quiero avalar eso en lo siguiente:
en los últimos
meses, en Colombia, se han dado 168 elecciones de alcaldes,
el Gobierno ha dado todas las garantías. Las quejas,
prácticamente, han sido inexistentes porque se
ha visto la Fuerza Pública comprometida dándole
las garantías a todos los candidatos. Inclusive
más de 50 de esas alcaldías han sido ganadas
por la oposición y han ganado alcaldías
en el departamento del Magdalena.
Algunos voceros del oficialismo
liberal se quejan de lo del departamento del Magdalena,
antes no se quejaban,
cuando eso estaba perdido entre guerrilla y paramilitares.
Y dicen que no han tenido garantías, se han ganado
varias de esas alcaldías en los últimos
meses en el departamento, rodeados de garantías
por este Gobierno.
J.G.: A propósito de ese tema específico,
señor presidente Álvaro Uribe Vélez,
el tema de garantías para recorrer el país,
los dirigentes políticos haciendo proselitismo,
a propósito –digo-, el ex presidente César
Gaviria afirmó públicamente que él
y el Partido Liberal van a recorrer todo el país
incluyendo el municipio de Valencia, en Córdoba,
donde está preso ‘Don Berna’ porque “no
tenemos que pedirle permiso a nadie”, según
dijo el propio ex presidente Gaviria. ¿Qué piensa
Usted de esas palabras señor presidente Uribe?
Presidente de la República: A mí me parece
muy bien y el Gobierno va a dar todas las garantías.
Él terminó la Presidencia en agosto de
1994, justamente en el momento en que yo estaba haciendo
campaña a la Gobernación de Antioquia. ¡Y,
Ave María, si tuve dificultades! Hubo muchos sitios
donde no podía ir porque me amenazaba un grupo
o el otro. Yo logré ganar la Gobernación
de Antioquia enfrentando una balacera y ustedes saben
qué me pasó en la campaña a la Presidencia
de la República: los últimos dos meses
me tuve que concentrar en un estudio de televisión
en Bogotá, porque la Fuerza Pública me
decía: ‘no le podemos dar garantías,
la situación está muy difícil, está muy
difícil’. Y me tuve que encerrar en un estudio
de Televideo.
Espero que ahora todos los candidatos
puedan recorrer todo el país, no sólo puedan ir allá a
Valencia, sino que puedan ir al Caguán con la
garantía de la Fuerza Pública colombiana.
J.G.: Cuando Usted
dice ‘poder volver al Caguán’,
me imagino que se está acordando de aquellas imágenes
del candidato Horacio Serpa tratando de llegar a San
Vicente del Caguán.
Presidente de la República: Espero que ahora
puedan hacer allí campaña sin la suerte
que corrieron, la una secuestrada –que sigue secuestrada-
y al otro que lo devolvieron.
J.G.: Señor Presidente, a propósito del
tema ¿tenía usted motivos, algún
motivo, para esperar que a su regreso de la OEA, el ex
presidente Gaviria se convirtiera en jefe de la oposición?
Presidente de la República: No, son circunstancias
de la política. Creo que ha podido más
el sectarismo, que el compromiso con el país.
Porque, la verdad es esta: yo no he podido que el oficialismo
liberal acompañe las grandes decisiones de este
Gobierno. No pudimos que el oficialismo liberal nos acompañara
en el referendo, no hemos podido que nos acompañe
en la reforma tributaria, en la pensional, en la laboral,
no pudimos que nos acompañara en el estatuto antiterrorista.
Han tenido todas las garantías en todo el país
para oponerse al referendo, para la abstención,
para elegir alcaldes y gobernadores. Sin embargo, dicen
que no tienen garantías y quieren deslegitimar
al Gobierno no sentándose a examinar la ley garantías,
pero lo entiendo, lo entiendo.
Muchas figuras importantes del
liberalismo que me han apoyado, han sido prácticamente expulsados del
oficialismo liberal por apoyar a un Gobierno que procede
honesta y patrióticamente. Confío en que
todos los días haya más gente de la base
del pueblo liberal que nos apoye y más gente de
la dirigencia liberal que no siga esas orientaciones
de la Dirección Liberal, que ha tenido a lo largo
de este Gobierno, de simplemente boicotear la acción
de este Gobierno. Ha sido una especie de oposición
anarquista, de oposición porque sí.
J.G.: Señor Presidente, Usted acaba de decirnos
que le pide al pueblo liberal, a los seguidores y dirigentes
del Partido liberal, que se unan al Gobierno en lo que
usted llama el compromiso con Colombia. En ese sentido ¿qué espera
Usted del congreso del Partido Liberal que se reúne
este fin de semana que viene?
Presidente de la República: No, no Juan. Este
llamado simplemente lo hago, como siempre lo he hecho,
llevo muchos años donde lo que he hecho es apelar
a esa base y a muchos de sus dirigentes porque hemos
tenido una posición totalmente negativa en esas
directivas, y creo que en medio de tantas dificultades
el país va saliendo adelante. Por ejemplo, este
fin de semana hice un recorrido muy intenso por el Pacífico
donde hay tanta pobreza, coca, dificultades y en medio
de tantas dificultades, uno encuentra allá el
mejor ambiente y optimismo en algunas de esas poblaciones
de la Patria y confío en que las bases nos apoyen.
J.M.R.: A propósito de su visita este fin de
semana al Pacífico Colombiano, usted afirmó allí que
no está de acuerdo con las privatizaciones a ultranza
que se han hecho en América Latina desde el comienzo
de los años 90 ¿Le está Usted enviando
una crítica al ex presidente Gaviria?
Presidente de la República: Eso lo he sostenido
desde que era candidato porque el oficialismo Liberal,
entre otros, decía: ‘no se puede votar por
Uribe porque Uribe es neoliberal, Uribe lo va a privatizar
todo’. Entonces he dicho: ¡hombre! nosotros
estamos luchando es por un Estado eficiente y sostenible.
Por ejemplo nosotros reformamos
a Ecopetrol, pero no lo privatizamos. Dijeron: ‘Uribe va a acabar Bienestar
Familiar porque Uribe es neoliberal’, no señores,
nosotros no estamos en esa ola privatizadora de los 90’s.
Lo que hemos hecho es crecer Bienestar Familiar en un
40 por ciento y ahora vienen otros dos crecimientos importantísimos.
Confío, en 90 días por tarde, estar adicionando
otros 500 mil niñitos a los grupos de niñitos
que reciben un desayuno en Bienestar Familiar, niñitos
de menos de cinco años. Estamos estudiando ya
el siguiente paso a la revolución educativa que
es, darle estudio al millón de niñitos
pequeñitos que reciben nutrición de Bienestar
Familiar, que no solamente reciban nutrición sino
estudio. Y también, vamos a dar otro paso, en
los próximos días importantísimo
a través de Bienestar Familiar, que es entregarle
una comida al día a 400 mil ancianos de la Patria.
Hoy estamos entregando un subsidio financiero a 170 mil
ancianos. Se decía: ‘es que Uribe es neoliberal,
Uribe va a privatizar en Sena’, yo decía:
yo quiero es un Sena sin politiquería, un Sena
que cumpla su tarea misional y lo hemos multiplicado
por tres y lo vamos a multiplicar por cuatro al final
del Gobierno. Hemos reformado 152 empresas del Estado,
en medio de un tremendo debate.
Recuerdo que me posesioné un miércoles
y llegué a emprender la reforma de Emcali el viernes
de esa misma semana y ¡qué cantaleta!, ‘Uribe
neoliberal’ y les dije: no señores, este
Gobierno que empieza no viene en la ola del neoliberalismo
que lo quiso privatizar todo en América Latina
en los años 90, nosotros lo que vamos a tener
es una Emcali transparente, eficiente, austera, que responda
a un concepto de Estado Comunitario, que requiere que
las entidades del Estado sean sostenibles, que las entidades
del Estado en lugar de vivir quebradas, de no tener con
qué pagarle a los pensionados, en lugar de vivir
controladas por unos sindicalistas de extrema y por unos
políticos que las maltratan, sean entidades transparentes,
austeras y sostenibles. Tenemos el caso de 152 empresas
del Estado reformadas con ese criterio, pero faltan muchas.
J.G.: Señor Presidente, oyéndolo hablar
de dirigentes de partidos, oyéndolo hablar del
Congreso Liberal del próximo fin de semana, a
mí se me ocurre plantearle este tema: ¿qué reflexiones
le suscitan a Usted casos como el de algunos muy importantes
dirigentes del uribismo, desde que comenzó el
Gobierno, incluso ganaron su elección a nombre
del uribismo, como los senadores Rafael Pardo y Andrés
González, que ahora -una vez llegado el ex presidente
Gaviria y convocó a sus amigos- se han convertido
en furibundos antiuribistas?
Presidente de la República: El senador Andrés
González no fue elegido bajo estas banderas, pero
rápidamente empezó a apoyarme con mucha
generosidad. Él me visitó en estos días,
y le dije: ‘hombre, no me abandone’, me dijo
que lo había llamado el presidente Gaviria, que
le había dicho que la oportunidad de él
era participar en la consulta y que era donde tenía
el espacio político. Yo lo comprendí, le
dije: ‘por lo menos Andrés, ayúdeme
en las leyes, que la agenda legislativa nuestra es muy
importante para la Patria, la ley de garantías,
la ley estatutaria de justicia, la ley antitrámites,
la ley de pensiones, el estatuto de capitales, la ley
de normas de estabilidad para construir confianza en
el sector privado’. Le he pedido que nos ayude
en eso y, sobre el otro Senador, guardo silencio Juan.
J.G.: ¿Usted
me permite insistirle sobre el otro Senador?
Presidente de la República: No. No porque me
pica la lengua y estoy despierto desde las 4:30 de la
mañana, rezándole al Espíritu Santo
que me ayude a poner ahí, en ese punto medio,
entre la franqueza y la prudencia. Ser franco sin ser
imprudente.
J.G.: En ese punto
medio, en ese punto equidistante entre la franqueza
y la prudencia,
señor presidente
Uribe Vélez, a Usted cuando va a todos estos consejos
comunales, reuniones, correrías por todo el país,
alguien, un ciudadano común, un obrero o un campesino,
le ha preguntado: oígame, ¿qué pasó con
Rafael Pardo?, ¿le han planteado el tema alguna
vez?
Presidente de la República: Sí, la gente
es muy inquieta, muy curiosa, esa revolución de
las comunicaciones mantiene a la gente al día,
y hacen muchas preguntas de esa naturaleza, pero uno
es prudente.
Ese Consejo Comunitario de Buenaventura
estuvo muy positivo, en medio de tanta pobreza y dificultades, ¡cómo
ha cambiado el ambiente en Buenaventura!
Cuando asumimos el Gobierno prácticamente, no
había manera de llegar a Buenaventura. La gente
ha recuperado confianza, confianza en esa carretera.
Inauguramos la Casa de Justicia número 39 en Buenaventura –próximamente
voy a inaugurar la Casa de Justicia número 40
en Tunja-. Y además va bastante avanzada la vía
alterna – interna en Buenaventura. Hemos incorporado
26 mil personas al régimen subsidiado de salud,
vamos a avanzar en otras obras de gran importancia en
Buenaventura. Está el Conpes de desarrollo portuario,
en el segundo semestre de este año abrimos la
licitación para la profundización del Puerto
de Buenaventura. Fue un Consejo Comunitario muy importante.
Ahora, muchas veces en los Consejos
Comunitarios –como
me ocurrió en Cali hace pocos días-, se
reflejan también unos sectores rabiosos contra
este Gobierno. Pero yo he tenido una norma que es la
siguiente: en mi discusión con el pueblo colombiano,
cariño y paciencia, cariño y paciencia
con la base popular de la Nación, así hayan
muchas voces agresivas, como las hubo en Aguablanca en
Cali. Cariño y paciencia con la base popular.
De pronto no sea yo tan paciente con la dirigencia, pero
con la base popular sí tengo totalmente cariño
y paciencia.
J.M.R.: Escuchándolo a Usted señor Presidente,
cuando Don Juan le preguntó a propósito
del senador Rafael Pardo Rueda, uno le encuentra a Usted
un noto que trata de reducir a algún adjetivo
y vamos a ver si lo logramos o que usted nos ayude, ¿está Usted ‘decepcionado’, ‘traicionado’, ‘sorprendido’ con
las actitudes de algunos senadores como Rafael Pardo?
Presidente de la República: Nada, en eso hay que ser, en alguna forma, enajenado.
J.G.: ¿En qué sentido señor
Presidente?
Presidente de la República: Frente a algún
dolor hay que enajenarse, Juan.
J.G.:¿Le dolió mucho
lo de Rafael Pardo?
Presidente de la República:
Se enajena uno, se enajena uno...
J.G.: No le insisto
más señor Presidente.
Déjeme más bien plantearle a Usted, esta
frase que escuché y leí en estos días: “el
presidente Uribe Vélez se la pasa reviviendo el
pasado porque no quiere enfrentarse con la realidad del
presente”, firmado César Gaviria Trujillo.
Presidente de la República: Sí, la verdad
es que usted me ha dicho en esta entrevista que me dicen ‘camorrista’, ‘pendenciero’,
que me dicen que ‘no enfrento el presente’.
Sí, yo enfrento problemas y a mi me responden,
simplemente, con descalificaciones.
La verdad es esta: yo recibo
el Gobierno, con ‘Don
Berna’ y todos estos señores como cabecillas
paramilitares, venían en un proceso de negociación
con la Iglesia, lo continúo con la condición
del cese de hostilidades. Le hemos dado de baja a más
de 1.200, presos casi 10 mil. Primera vez que hay un
Gobierno de autoridad, eficaz frente al paramilitarismo
en Colombia. Primera vez que muchas regiones empiezan
a respirar tranquilas de guerrilla y de paramilitares.
Es que yo asumí la gobernación de Antioquia –yo
la gané por allá en octubre del 94- en
el cambio de Gobierno entre los presidentes Gaviria y
Samper y yo sé cómo estaba ese departamento
de guerrilla y paramilitares. Yo viví la campaña
a la Presidencia de la República y tuve que esta
encerrado en un estudio de Televideo de Bogotá dos
meses, porque la Fuerza Pública me confesaba con
todo patriotismo, que la situación era muy difícil
para darme totales garantías.
Eso lo estamos enfrentando. Veía por ejemplo
aquí, ¿qué ha pasado? Vea le doy
unas cifritas a ver si estamos enfrentando o no, los
problemas colombianos:
En Colombia la inversión privada se había
caído al 6 por ciento, está en el 12.
En el curso de pocos años, el país pasó de
ser un país en equilibrio fiscal a un país
con el 4.2 de déficit. El déficit de este
año no va a subir del 2.5 por ciento. El año
pasado fue el 1.2 por ciento.
En el curso de pocos años este país pasó de
un endeudamiento del 12 por ciento del PIB –cuando
terminó el presidente Barco- al 54, 56 por ciento
del PIB, cuando yo llegué. Ese endeudamiento está hoy
en el 46 por ciento, todavía muy alto, necesitamos
ponerlo por debajo del 40 por ciento.
En el curso de pocos años, este país pasó de
un desempleo del 7.5 por ciento a casi el 20 por ciento.
Hoy está en el 12 por ciento, todavía muy
alto, pero paramos esa tendencia geométrica expansionista
del desempleo.
En el año 2002, en esta Patria nuestra, hubo
2.986 secuestros. En el 2001, 3.050. Este año
van 297 secuestros. Y ya estamos prácticamente
llegando a la mitad del año. Mucho, pero hay una
reducción sustancial.
En esta Patria, en homicidios,
cuando yo llegué había
66 homicidios por cada 100 mil habitantes. En lo que
va del año llevamos 15. ¡Ojalá al
final de año la tasa sea muy baja! El año
pasado fue de 44.
Cuando yo llegué, en Colombia había 29
mil asesinatos por año. Este año, casi
la mitad de año, llevamos 7.027.
Aquí, cuando yo llegué, estaban asesinando
160 sindicalistas al año ¡160! Este año
van 7 integrantes de organizaciones sindicales.
Cuando yo llegué había casi 400 alcaldes
que no podían despachar, presionados por los grupos
violentos. Hoy, casi todos, están despachando.
¡Faltará mucho, faltará mucho por
hacer, pero ahí vamos trabajando y ahí vamos
produciéndole resultados a esta Patria!
H. de la C.: Teníamos a Pastrana como Embajador,
sin cartera, suyo y mire en lo que estamos y también
César Gaviria se la jugó en la OEA, en
el caso del apoyo de este organismo a las autodefensas
y ahora también hay una ruptura. ¿Qué es
lo que ha pasado allí, hay algo que no sepamos
los colombianos, que debamos saber, cuál es la
intimidad de estas rupturas?
Presidente de la República: No conozco la intimidad
de estas rupturas. Yo manejo tan poquita intimidad, procuro
que lo que diga en privado lo pueda decir en público.
Manejo muy poquita intimidad.
Me reuní con el presidente Gaviria hace unos
meses, le expliqué todo. A mi me sorprendió -sin
que de mi boca le hubiera dicho ‘los ojos tenés
verdes’- que el presidente Gaviria llegar al país
a decir que era un Gobierno autoritario, que Uribe iba
a acabar con el Partido Liberal. ¡Me sorprendieron!,
me sorprendieron esas cosas y me sorprendieron esos mantos
de duda, de que esto es una acción gubernamental
prácticamente paramilitarizando el país,
cuando la realidad muestra que es el Gobierno que ha
enfrentado con rigor, con decisión, en público
y en privado y con resultados, a los paramilitares. Entonces,
yo no tengo nada en la intimidad.
Ahora lo que sí tengo es la decisión de
salir a defender el Gobierno, procuraré hacerlo
sin apariencias de intemperancia, en eso uno tiene que
vivir en una autocrítica permanente. Pero si yo
no defiendo al Gobierno, si yo dejo que injustamente
prendan en la opinión nacional e internacional
esos mantos de duda, lo que permito es que se afecte,
se deteriore la confianza que estamos reconstruyendo
en Colombia.
Por ejemplo, ahora estamos ad
portas de que el Congreso nos apruebe una gran ley,
que es la ley para pactos de
estabilidad con los inversionistas a ver si hay más
inversión en Colombia y definitivamente este país
se desarrolle y genere empleo.
¡Yo no puedo permitir que unas críticas
infundadas, injustas, por afectar al Gobierno, afecten
la confianza que se está reconstruyendo en Colombia!
Por eso mi celo, mi celo para defender estos temas.
J.G.: ¿Por qué cree Usted que los sorprendieron?
En sus análisis cuando Usted está solo,
conversando con su almohada, diciendo ‘porqué César
Gaviria me sorprendió’, ¿a qué atribuye
Usted esa sorpresa, esa actitud del ex presidente Gaviria?
Presidente de la República: No. No Juan. No me
ponga a explicarlas. Yo salgo a defender el Gobierno
pero tampoco le gasto mucha preocupación a esos
análisis.
Por ejemplo, esta madrugada estaba
pensando cómo
vamos –en estos 15 días que faltan de la
legislatura- a que se apruebe la reforma de pensiones.
Este es el Gobierno que más ha trabajado en pensiones,
en Colombia, en su historia, para poder llegar a los
mercados nacionales e internacionales a decir: mire se
ha aprobado este acto legislativo de pensiones, Colombia
merece que le rebajen aún más la tasa de
interés. –A propósito, tenemos la
tasa de interés más baja en la historia
de Colombia y eso está ayudando bastante, pero
hay que bajarla para los sectores de medianos empresarios
porque todavía frente a ellos hay un diferencial
muy grande-.
Estaba pensando, esta madrugada,
cómo Luis Carlos
Restrepo y Carolina Barco le explican, con toda transparencia –como
procede este Gobierno- a los senadores norteamericanos,
el alcance de la ley de justicia y paz, los esfuerzos
del Gobierno por acabar el narcotráfico. Es que
si, en alguna parte conocen los esfuerzos de este Gobierno
por acabar el narcotráfico, es en los Estados
Unidos.
Estaba pensando en nuestro plan
de Buenaventura hacia el Sur, que lo consolidamos este
fin de semana visitando
esa región, para poder acabar allí el narcotráfico.
Es un plan que incluye cinco acciones:
Una acción es: fumigación.
Este Gobierno ha fumigado, sin antecedentes.
Una segunda acción: erradicación manual.
Ya llevamos este año 6 mil hectáreas erradicadas
manualmente, tenemos 44 cuadrillas de erradicación
manual. Y estamos convencidos que hay que crecer muchísimo
en la erradicación manual porque le da ingresos
a los campesinos, empleo, los compromete en la destrucción
de la droga. De Buenaventura al Sur vamos a instalar,
solamente, para esa región 40 cuadrillas campesinas
de erradicación manual de droga.
Una tercera acción: Familias en Acción.
Este Gobierno ha venido pagando 340 mil Familias en Acción.
Eso beneficia a un millón de niños, eso
es una acción de política social profunda,
sin antecedentes. El pacífico no tiene sino 3
mil, ahora estamos creciéndola a 30 mil en el
Pacífico. Antes de ayer les pagamos a las primeras
2.449 Familias en Acción en Guapi y le voy a decir
a todas las Familias en Acción en el Pacífico:
su compromiso es educar sus niñitos, su compromiso
es nutrir sus niñitos para recibir este subsidio
del Estado y su compromiso es mantener el área
libre de droga.
Entonces ahí llevamos: Familias en Acción,
fumigación, erradicación manual y viene
el programa Resa, que es el programa de Seguridad Alimentaria
de la Red de Solidaridad. Ese programa beneficia hoy
a un millón 100 mil campesinos y lo vamos a llevar
al Pacífico.
Y viene el programa del ministerio
de Agricultura, para apoyar el caucho, la palma africana –que en este
Gobierno han conseguido exenciones tributarias-, este
Gobierno está orientando los recursos del incentivo
de capacitación rural (ICR) al crecimiento de
cultivos en organizaciones campesinas de palma africana,
de caucho y el ministerio de Agricultura está trabajando
también para empezar a entregarle crédito
a las organizaciones de pesca artesanal. Este Gobierno
encontró una siembra, en el país, de 175
mil hectáreas de palma y este año, con
la ayuda de Dios, terminamos con 300 mil hectáreas
de palma.
Y el ministro de Minas está próximo a
entregarle al país la reglamentación para
la producción de biodisel que tiene exención,
como el alcohol carburante, exenciones promovidas por
este Gobierno, frente al IVA y frente al impuesto global
al combustible.
En esos temas es que yo me desvelo en las madrugadas,
a ver si le respondemos a esta Patria.
J.G.. Le entiendo perfectamente
cuáles son los
temas que lo desvelan, como usted dice señor presidente
Uribe Vélez. Déjeme volver a este punto,
usted ha dicho textualmente: nunca le dije al ex presidente
Gaviria ‘tenés los ojos verdes’ y él
me sorprendió con esas acusaciones e insinuaciones
de paramilitarismo. Déjeme hacerle un anticipo,
déjeme darle de pronto un hilo conductor, una
pista ¿le parece?
Presidente de la República: Bueno y yo mientras
tanto le pido al Espíritu Santo que me amarre
en el poste de la prudencia.
J.G.: No, es que no es necesario
ser imprudente para contestar esta pregunta, ¿Usted cree que todo
eso se debe a que el ex presidente Gaviria está jugando
a que la Corte Constitucional apruebe la reelección
pero no inmediata y así se convierta él
mismo en candidato Liberal?
Presidente de la República: No lo sé.
Yo si le respondo por mi, ¿por qué he tenido
que salir yo a defender el Gobierno? Algunos dicen: ‘es
que Uribe está en campaña’. Hombre,
no se equivocan, yo he vivido siempre en campaña,
yo soy un político demócrata, yo soy un
político de deliberación, yo soy un Presidente
que le ha dicho al Gobierno: ‘hay que vivir de
cara al pueblo’, porque en las democracias modernas
uno no gana el día de las elecciones, uno tiene
que legitimar las instituciones democráticas todos
los días. Ese esfuerzo mío con estos 98
Consejos Comunitarios, el esfuerzo del Gobierno, es ¿por
qué?: para recuperar confianza popular en las
instituciones que nos rigen, en la democracia colombiana.
Entonces, dicen otros: ‘Uribe está en campaña’,
ahí tiene una respuesta.
Ahora lo que sí quiero decir, ¿por qué he
salido a defender el Gobierno? Porque esos ataques son
injustos, no se puede lanzar un manto de dudas sobre
paramilitarismo contra un Gobierno que es el que ha perseguido
eficazmente a los paramilitares. Y esos ataques injustos,
le hacen daño al Gobierno, pero fundamentalmente
le hacen daño al proceso de recuperación
de confianza en nuestra Patria.
Jaime Castro. Ex ministro de
Estado: Señor Presidente
yo quisiera preguntarle sobre las declaraciones de don
Vicente Castaño y el proyecto de ley de Paz y
Justicia que debate el Congreso.
Conforme a esas declaraciones,
señor Presidente,
el paramilitarismo eligió al 35 por ciento de
los miembros del Congreso, esa afirmación no es
nueva en boca de los paramilitares. Hace unos meses el
señor Mancuso, don Salvatore Mancuso, había
dicho que habían elegido el 30 por ciento. Usted
acaba de reconocer la gravedad de ese hecho, si es cierto él.
Yo le pregunto, como el Gobierno ha tenido a estos dos
personajes de ‘contertulios’, de ‘contertulios’ suyos
en la mesa de Santa Fe Ralito, ¿no sintió en
ningún momento la necesidad, la obligación
de preguntarles quienes fueron esos parlamentarios elegidos
para contárselo al país, para que Colombia
sepa quiénes son sus senadores y representantes?
Presidente de la República: Cuidado doctor Jaime
con su ironía, cuidado con su ironía que
este Gobierno no los ha tenido de ‘contertulios’.
Si hay alguien que ha tenido sobriedad, dignidad, respeto
a la institución que representa en esa mesa, es
el doctor Luis Carlos Restrepo. Él ha procedido
a toda la altura, a la altura que lo exige su responsabilidad
con las instituciones de la Patria.
Repito, hay tres puntos: primero, a mi me parece eso
muy grave.
Segundo, no se puede ocultar
que muchos, para llegar a gobernaciones, congresos,
alcaldías, consejos
municipales, asambleas departamentales, porque el país
había perdido la institucionalidad, le tenían
que pedir permiso a grupos de violentos, eso es muy grave.
Tercero, este Gobierno ha demostrado
con los hechos, que vamos para unas elecciones el año
entrante en las cuales no puede haber presiones de
grupos guerrilleros
o paramilitares, sobre aspirantes a los diferentes puestos.
A mi no me juzgue por las elecciones
del 2002, yo no las presidí, no era Gobierno. Incluso las dificultades
mías fueron enormes, tuve que pasar los dos últimos
meses en un estudio de televisión en Bogotá porque
la Fuerza Pública me decía que no tenía
manera de protegerme frente a amenazas de atentados.
Hagan este listadito, ¿sabe dónde perdí yo
las elecciones?: las perdí en Córdoba,
las perdí en el Cesar, las perdí en Sucre,
las perdí en Bolívar, las perdí en
La Guajira, las gané por 8.000 votos en el Magdalena
y en mi departamento donde me favorecieron ampliamente,
las perdí en dos regiones, y hagan una georeferenciación
de esas dos regiones: en el Urabá y en el Bajo
Cauca.
Ahora, ¡juzguen este Gobierno por las garantías
que este Gobierno le dio a opositores y abstencionistas
en el referendo!
¡Juzguen este Gobierno por las garantías
que le dio a los candidatos de verdadera oposición,
para que aspiraran a alcaldías y gobernaciones
en 2003!
¡Juzguen este Gobierno por el entendimiento que
ha construido con gobernadores y alcaldes de oposición!
¡Juzguen este Gobierno por los 168 alcaldes que
han sido elegidos en los últimos meses!
¡Juzguen este Gobierno por las mismas elecciones
del departamento del Magdalena, donde en los últimos
meses el oficialismo liberal que decía no tener
garantías, ha ganado dos de esas alcaldías!
Este Gobierno está en un proceso de purificación
de la democracia, que no maten a los candidatos por pertenecer
a tal o cual grupo político.
En las elecciones del 2003, gracias
a la Seguridad Democrática,
Colombia hizo el tránsito de las garantías
retóricas a las garantías efectivas. ¿Para
qué garantías en la Constitución
si dejaban matar a los candidatos? Y ¿cómo
protegimos nosotros a los candidatos, empezando por aquellos
candidatos del Polo Democrático?, ¿quién
tiene quejas?
Ahora, pregúntele a un alcalde en el país,
pregúntele a un gobernador, si este Gobierno se
ha detenido en el origen político de su elección
para condicionar los apoyos a esa alcaldía o a
esa gobernación.
Nosotros hemos dado garantías en los procesos
de elección y hemos reconocido todas las garantías,
a quienes ganaron esas posiciones, y confío que
el año entrante, ni la guerrilla ni los paramilitares,
en unas elecciones que presidirá este Gobierno,
puedan presionar a los aspirantes al Congreso de la República.
J.C.: Presidente, con todo respeto,
le quiero aclarar a usted y a la audiencia de RCN que
cuando usé la
palabra ‘contertulios’ no lo hice con ninguna
torcida intención ni con ironía. Si usted
quiere, cámbiela por interlocutores, contraparte,
en fin, pero no veo que sobre eso haya lugar a armar
ninguna polémica.
Quisiera sí, preguntarle, en relación
con la ley de Justicia y Paz, Presidente. El senador
Jimmy Chamorro dijo, hace pocos días, que en la
ponencia para último debate de esa ley, desaparecieron ‘misteriosamente’ varios
textos conforme a los cuales no serían beneficiarios
de las ventajas de esa ley quienes hubiesen cometido
el delito de narcotráfico o se hubiesen enriquecido
ilícitamente como producto del narcotráfico.
Mi pregunta para Usted, señor Presidente, no
tiene que ver con si fue el Gobierno o fueron los parlamentarios
los que deliberadamente eliminaron esos textos, pudo
también ser un error de la digitadota. Mi pregunta
es esta, ¿el Gobierno pedirá que vuelvan
esos textos a la ley, que se aprueben?
Presidente de la República: Le explico doctor
Jaime. Tan pronto hizo esa denuncia el senador Jimmy
Chamorro, que había estado en una reunión
conmigo discutiendo las apelaciones y no había
hecho esa denuncia, llamé al Comisionado y llamé al
Ministro del Interior (Sabas Pretelt de la Vega) y al
viceministro de Justicia (Mario Iguarán).
El Ministro del Interior llegó con un ejemplar
de anales del Congreso a mi oficina y me mostró la
ponencia y me dice: ‘aquí no hay nada oculto,
hay un pliego de modificaciones para plenaria, no es
como se quiere entender de que alguien hubiera retirado
unos textos subrepticiamente’.
(Entre otras cosas, es que este Gobierno es de debate
pero no de micos. Es que este Gobierno vive de cara al
sol, discutiendo con el pueblo colombiano, pero no haciendo
trampas. Este Gobierno no es el Gobierno de retirar ni
de auspiciar que se retire, tramposamente, un texto de
un proyecto de ley).
Hay un pliego de modificaciones
que está publicado
en un ejemplar de anales del Congreso que dice eso. Ahora, ¿cuál
es la modificación?, le pregunté al Ministro
del Interior, y me dijo; ‘hay este problema, si
la ley dice que quien hubiera incurrido en narcotráfico
anterior a la pertenencia a un grupo paramilitar o guerrillero,
no puede participar en este proceso, pues poco vamos
a hacer porque mucha de esta gente había sido
narcotraficante’.
El caso de ‘Don Berna’, que es el señor
Murillo Bejarano –a mi me da pena referirme a ellos
por los alias, no me gusta referirme a nadie por el alias-.
De ese señor se dice todo lo que se ha dicho,
que conocemos –una pregunta que hice la semana
pasada en la Policía-, que eran narcotraficante. ¿Cómo
lo encontró este Gobierno?: este Gobierno lo encontró de
jefe paramilitar, incluso negociando con la Iglesia,
con el consentimiento de la anterior administración
presidencial. Y ese señor ha ayudado a la desmovilización
de gran cantidad de paramilitares.
Mire las dificultades, ¿lo
excluimos del proceso?, no lo podemos excluir del proceso.
¿Tenía una condición de narcotraficante
anterior a su condición de paramilitar?: todo
indica que sí.
¿Sería práctica una ley que diga
que quien hubiera sido narcotraficante, con anterioridad
a su pertenencia a un grupo guerrillero o paramilitar,
no podría participar en el proceso?: no sería
práctica.
¿Estamos permitiendo que narcotraficantes se
camuflen de paramilitares?: no lo estamos permitiendo
porque es que la ley hay que mirarla armónicamente,
hay que concordar cada artículo con los otros.
Hay un artículo que dice que la ley no se le aplica
a quienes tengan como objeto principal el narcotráfico.
Estos señores, que este Gobierno recibió,
heredó, como paramilitares, no los podemos excluir.
¿Qué me dice el Ministro, qué me
dice el doctor Luis Carlos?: que se está buscando
un acuerdo con el Congreso para que delitos de narcotráfico,
cometidos con antelación a su participación
en actividades paramilitares o guerrilleras, no sean
beneficiarios de la ley. Pero los delitos cometidos con
ocasión y durante su pertenencia a grupos paramilitares
o guerrilleros, sí sean, si tengan el beneficio
de la ley.
Si hay algo que no es claro en
la explicación
que estoy diciendo, díganmelo. Pero si algo quiero
es que esta ley, con sus imperfecciones, con sus temas
controversiales, el Gobierno nada le oculte al pueblo
colombiano, porque ahí tenemos un problema de
gente que estuvo involucrada en el narcotráfico
antes de ser guerrillero o paramilitar. Y digo guerrillero ¿por
qué?, porque el Gobierno conoce de sectores de
carteles del Valle del Cauca que están en alianza
clara con la Farc, buscando ahora, simular de guerrilleros
a ver si entran a procesos y en actividades peligrosamente
amenazantes a las instituciones, al Gobierno y al Presidente
de la República.
J.G.: Señor Presidente, a propósito del
tema, ¿qué piensa Usted, qué responde
Usted a quienes dicen o insinúan que alias Don
Berna, no está preso sino viviendo en una jaula
de oro como la de Pablo Escobar en la cárcel de
la Catedral?
Presidente de la República: Primero, en este
Gobierno no hay zonas desmilitarizadas sino zonas de
ubicación. Muchas veces he dado la orden de que
la justicia, el Ejército entren a Ralito, esa
no es zona de ausencia del Estado colombiano.
Hace 15 días el doctor Luis Carlos Restrepo me
dijo: ‘la Fiscalía dice que este señor
Murillo Bejarano está incurso en el asesinato
del Diputado de Córdoba’. Recordamos el
caso; estaba yo en Beijing, fui informado del asesinato
del Diputado de Córdoba, hice cuatro, cinco, diez
llamadas a la Fuerza Pública, al mismo Gobernador
de Córdoba, pidiendo que eso se investigara y
que la investigación se llevara hasta las últimas
consecuencias. Desde allá instruí que se
ofreciera una recompensa para capturar a los responsables.
Esa recompensa se está pagando, los autores materiales –en
su inmensa mayoría- están capturados hoy
y en la cárcel.
Después de capturar a los autores materiales,
después de toda la decisión de este Gobierno
para que los capturaran, de la oferta y pago de recompensas,
viene la decisión de la Fiscalía de vincular
al señor Murillo Bejarano, a ‘Don Berna’.
El doctor Luis Carlos Restrepo me informó y ¿qué dije
yo en ese momento, cuál fue mi reacción’:
doctor Luis Carlos Restrepo, que lo pongan preso.
Llamé al general Castro Castro (Jorge Daniel,
director de la Policía Nacional) y le dije: ‘General,
bajo mi responsabilidad, asuma usted la tarea y no la
delegue, de poner preso a este señor, por dentro
o por fuera de la zona de ubicación en Santa Fe
Ralito’. La Policía se trasladó allí,
esa presencia de la Policía marcó nuevamente,
en los hechos, el contraste entre lo que es una zona
de ubicación y una zona de desmilitarización;
entre lo que es una zona de paz y lo que es un paraíso
de impunidad.
Después de dos días de estar en la persecución
de él, me llama el Comisionado y me dice que le
han hecho llegar la razón de que el señor
se quiere entregar bajo unas condiciones, una condición
era que le entregaran una zona que él se quedaría
en la zona que el Gobierno definiera. Zona no, en un
sitio. Otra condición que se le recibiera como
desmovilizado, esa la aceptó el Gobierno y se
la he confesado al país. Se le puso en un sitio
austero. El doctor Luis Carlos Restrepo me dijo que era
totalmente austero. Es una casa rural, totalmente austera,
donde está vigilado por la Policía. Yo
pedí que esa casa la visitara permanentemente
la comunidad nacional e internacional, porque en este
Gobierno no vamos a permitir catedrales.
Ahora, vamos a ver qué pasa en adelante con las
decisiones de la Fiscalía y cuál es el
sitio más conveniente para ubicarlo.
J.G.: Señor Presidente, hemos escuchado y oído
mensajes en RCN, en todos estos días previos,
las semanas previas, y a mi me gustaría –para
contestarles a ellos-, preguntarle a Usted ¿qué responde
a tantos colombianos que creen que la atmósfera
política está enrarecida en estos días
y que esa actividad se ha vuelto confusa y peleonera?
Presidente de la República: La verdad es esta:
yo tengo que defender la obra de Gobierno porque si en
el ambiente nacional e internacional, crean esa duda
de que aquí hay complicidad, debilidad, permisividad
con el paramilitarismo, esa es una duda injusta. Este
es el Gobierno que ha enfrentado estos grupos con toda
la decisión militar, y tengo que defender la obra
de Gobierno, porque una duda de esa naturaleza lo que
hace es enrarecer el ambiente de recuperación
de confianza en Colombia, que no podemos permitir que
se afecte. Hay que seguir confiando en Colombia, invirtiendo
en Colombia, generando empleo en Colombia. Colombia tiene
que seguir para adelante.
¿Cómo voy a defender
la obra de Gobierno?: donde comenzamos un error lo
corregimos.
Por ejemplo, me dicen: ‘¿para qué nombró parientes
de parlamentarios en la Cancillería?’. He
dicho: hemos reformado 152 entidades del Estado, hemos
introducido el concurso de méritos para nombrar
maestros –ya convocamos 135 mil maestros a un concurso
para llenar 60 mil plazas-, sacamos una nueva ley de
carrera administrativa que se está empezando a
aplicar –y que lleva 120 mil posiciones del Estado
al concurso de méritos-. Y hay unos sectores que
se quejan por ese nombramiento de parientes de parlamentarios
en la Cancillería. Yo dije: ‘acepto, vamos
a corregir eso’. He nombrado gente comprometida
con la política de Seguridad de este Gobierno,
gente honorable, pero en algunos casos parientes de parlamentarios.
Acepto eso, lo acepto como una crítica de una
democracia que madura. Y dije: salvo casos excepcionales,
analizados puntualmente, no lo vamos a seguir haciendo.
Este Gobierno recibe la crítica constructiva,
los parlamentarios son testigos de cuántas modificaciones
le hemos hecho a los proyectos de ley en procesos críticos,
con los mismos parlamentarios. El pueblo colombiano me
conoce dialogando con el pueblo colombiano y muchas veces
corrigiendo rumbos de Gobierno, por críticas constructivas
que surgen en ese permanente diálogo del Gobierno
con el pueblo colombiano. Vamos a seguir en esa tarea.
Pero por supuesto, tengo que defender la obra de Gobierno
porque si no defiendo la obra de Gobierno contra ataques
injustos, entonces lo que se afecta, más que afectar
al Gobierno, lo que se afecta es la confianza en Colombia.
¿Cómo defiendo la obra de Gobierno?: con
hechos, con cifras, con conceptos, sin agresiones personales.
No he descalificado a ninguno de aquellos quienes me
responden con descalificaciones personales. Yo planteo
un problema sustantivo, me responden ‘pendenciero’.
Planteo un problema sustantivo, me responden ‘camorrirsta’.
Yo no voy a entrar en descalificaciones.
Recuerdo a uno de mis profesores
que era muy insistente en decir: duro con el problema,
delicado con la persona.
Aquí seguimos trabajando de frente a los problemas.
J.G.: Señor presidente Uribe, deseo concluir
recordando una frase que me llamó mucho a la atención
el viernes de la semana pasada aquí en Radiosucesos,
cuando nuestros compañeros estaban comentando
la entrevista que hicimos desde Madrid con el ex presidente
Andrés Pastrana, Humberto de la Calle dijo esto
al aire, “pobre país el que nos espera,
si los temas de la política los dictan guerrilleros
y paramilitares”.
Presidente de la República: Así es, así es
Juan. Por eso agradezco inmensamente esta entrevista
de esta mañana, quiero enviar solamente un mensaje
a mis compatriotas: este Gobierno seguramente tiene muchos
errores, como toda obra humana, pero para recuperar la
seguridad ha procedido buscando la eficacia, la transparencia,
con respeto a los derechos humanos, con respeto a las
instituciones, sin mezclar instituciones con grupos de
bandidos.
Este Gobierno ha enfrentado por
igual guerrilla y paramilitares, ha ofrecido por igual
a guerrilla y a paramilitares,
las mismas condiciones. –Estén atentos,
a las 10 de la mañana, de una buena noticia de
desmovilización del Eln que va a dar la IV Brigada
de Medellín-.
Este Gobierno recibe la crítica, este Gobierno
ha sido respetuoso con la oposición. –ahí está el
referendo, la elección de candidatos de la verdadera
oposición a alcaldías, a gobernaciones-.
Ha sido respetuoso con la oposición que está en
gobernaciones, la oposición que está en
alcaldías, con la oposición en el Congreso
de la República.
Pero este Gobierno tiene que
defender su obra, ¿por
qué la tiene que defender?: porque cuando se le
ataca injustamente, no solamente se afecta el buen nombre
del Gobierno, sino que se afecta la recuperación
de confianza en Colombia.
De mi parte, voy a procurar que
este no sea un debate agrio, personal. No voy a responder
con ninguna alusión
personal sino que sea un debate de resultados, un debate
de ideas, un debate de proyección de Colombia
porque en los próximos días vamos a entregarle
al país el primer borrador de un documento que
se llama, ‘Colombia, II Centenario’, una
proyección de la Patria al 7 de agosto de 2019,
cuando la Patria cumplirá 200 años de vida
independiente, a fin de que la Patria –como uno
de los elementos esenciales para la recuperación
de la confianza- empiece a discutir un propósito
de largo plazo.
Muchas gracias Juan, a usted
y a todos sus compañeros
en la mesa de trabajo de RCN
J.G.: Al contrario
señor Presidente, muchas gracias
a Usted por haber aceptado esta invitación de
Radiosucesos para hablar detenidamente a lo largo de
una hora y quince minutos, sobre todos estos temas que
como dije al comienzo, se han ido acumulando en los días últimos,
llenos de información y de noticia. Que tenga
usted muy buen día y muchas gracias señor
Presidente.
Presidente de la República: A todos ustedes muchas gracias.