PALABRAS DEL
PRESIDENTE URIBE EN 30 AÑOS DEL PERIÓDICO
LA TARDE
Pereira, 9 jun (SNE). El presidente Álvaro
Uribe Vélez celebró, con las siguientes
palabras, los 30 años del periódico La
Tarde, con sede en la capital de Risaralda.
“Colombia es tierra fértil para ejercer
un periodismo con verdad. Aprendimos del Apóstol
de la Independencia, Nariño, que en la lucha
de los hombres por las grandes causas, la palabra escrita
es la proclama que eleva los corazones y garantiza
la voluntad de lucha de los pueblos.
Acudo esta tarde a imponer
a esta tarea periodística
la medalla Manuel Murillo Toro, como un reconocimiento
del Gobierno Nacional a esta gesta que va cumpliendo
sus primeros 30 años.
Felicito a toda la familia
de La Tarde, a su ilustre Directora, a los escritores,
periodistas y trabajadores,
en esta conmemoración de los primeros 30 años
de un periódico que ha dejado huella profunda
en el Centro Occidente colombiano y en cada número
un mensaje importante a la Nación.
Un periódico como La
Tarde, es un encuentro cotidiano con la agudeza del
pensamiento, la belleza
en la forma, la independencia en el tratamiento de
la noticia y el valor a toda prueba para enfrentar
la amenaza criminal del terrorismo.
La Tarde es demostración de que desde lo local
se puede ejercer influencia profunda sobre la vida
de toda la Nación.
Es imposible recordarle a Colombia,
nombre por nombre, quienes son los valores humanos
que conforman la gran
familia de La Tarde, quiénes le dieron origen
y quiénes entregan cotidianamente a los lectores
el producto que se materializa en el papel y la tinta.
Quiero mencionar algunos, y
con su mención
rendir a todos, a nombre de los colombianos, un tributo
de reconocimiento desde nuestra alma de combatientes
de la democracia. A los doctores Ovidio Rincón,
Luis José Restrepo Restrepo, Gonzalo Vallejo
Restrepo, Oscar Pineda Zuluaga, César Augusto
López Arias y todo el grupo de ilustres pereiranos
que coincidieron en 1975 en la fundación de
este periódico, siempre comprometido con el
respeto a la opinión pública.
Rindo homenaje también a sus directores, a
lván Marulanda Gómez, Gonzalo Vallejo
Restrepo, Fabio Alfonso López Salazar, al señor
ex presidente César Gaviria Trujillo y al señor
senador Rodrigo Rivera.
Igualmente exalto el papel
del empresario Alcides Arévalo, y de tantos otros, que han hecho de
este medio un vehículo de información
y de servicio a la comunidad.
Quiero felicitar a los colombianos
de otras regiones que han confiado en La Tarde y
que han venido a contribuir
en esta gran empresa de la libertad, encabezados por
el doctor Alejandro Vargas Ramírez.
Una de las principales preocupaciones
de este Gobierno es la seguridad con espíritu democrático.
Déjenme, en la conmemoración de estos
30 años de La Tarde, hacer unas reflexiones
sobre la Patria, justamente en un momento de gran debate
en América Latina.
Primero, no creo que sea conveniente
continuar clasificando a las democracias latinoamericanas
en democracias de
izquierda o de derecha. El calificativo es obsoleto,
inconveniente y poco práctico. Dividirlas entre
izquierda o derecha era pertinente en la época
de las dictaduras, cuando frente a ellas se asumía
una postura de uno u otro origen.
Hoy, sometidos todos a la regla
democrática,
eso es cosa del pasado. La división resulta
inconveniente por polarizante. Como lo vimos hace pocos
días, para elegir al Secretario General de la
OEA que habría de suceder al presidente César
Gaviria. Esa polarización estuvo surgida de
la ficción de dividir estas democracias entre
democracias de derecha e izquierda.
Gracias a un proceso para superar
esa polarización,
en el que tuvo determinante influencia nuestra Canciller,
se pudo superar esa riesgosa experiencia.
Y es impractica la división, porque se lanzan
conceptos en campaña. Algunos reclaman el calificativo
de izquierda porque lo consideran honroso y les da
votos. Otros rechazan el de derecha porque lo consideran
antiguado y contrario a las causas sociales.
Finalmente, en los resultados
prácticos de
los gobiernos sometidos a la causa democrática,
a la regla de la Constitución, resulta bastante
difícil decir cuál es de derecha, cuál
es de izquierda.
Dejemos atrás esa diferencia. Pensemos en el
presente y en el futuro. Preguntémonos: ¿son
las democracias institucionales o personalistas? ¿Son
las democracias progresistas o retardatarias? ¿Son
las democracias excluyentes o incluyentes?
Para responder a esas preguntas,
me he permitido proponer al debate público mirar estas democracias a
la luz de cinco parámetros: la seguridad, las
libertades, la cohesión social, la transparencia
y la independencia de instituciones.
Nosotros hemos venido haciendo
un gran esfuerzo por la seguridad. ¿Por qué la llamamos Democrática?
Por una razón histórica y por una definición
del presente.
Por la razón histórica, para distinguir
esta seguridad de corrientes como la doctrina de la
seguridad nacional que recorrieron el continente y
que se utilizaron simplemente para acallar el disenso,
para maltratar la oposición, para macartizar
las voces que no coincidían con el orden establecido.
Y por una razón del presente colombiano, porque
esta seguridad es para proteger a todos los colombianos,
es para proteger por igual al empresario que al trabajador,
es para proteger por igual al líder gremial
que al líder sindical, es para proteger por
igual a los más fervorosos acompañantes
del Gobierno, como en el caso de este Gobierno Juan
Hurtado, o a los más radicales opositores como
el doctor Wilson Borja.
Porque esta seguridad ha puesto
al Ejército
y a la Policía de la Patria como una institución
por encima del Gobierno de turno, por encima del Presidente
de la República, por encima de la discusión
política para que la institución armada
proteja de manera eficaz a todas las expresiones de
la democracia colombiana.
Y esa seguridad tiene una especial
relación
con la libertad de prensa. En Colombia, diría,
la libertad de prensa ha tenido tres amenazas en tres
etapas diferentes: la primera amenaza provino de regímenes
autoritarios que la cercenaron. ¿A cuántas
guerras civiles nos condujeron? ¿Cuánto
se atrasó el desarrollo nacional por la contienda?
Y la falta de respeto a esa libertad era siempre causa
de la contienda.
La segunda amenaza, el temor
al monopolio informativo. Esa se disipó gracias a la revolución
de las comunicaciones.
Y la tercera, el terrorismo,
la vigente, la de los últimos
lustros, no por acción del Estado sino por su
omisión. No por intención de los gobernantes
sino por falta de compromiso y de voluntad política
en todas las horas para derrotar el terrorismo.
Quiero repetir hoy en La Tarde,
nuestro compromiso con la libertad de prensa. Esa
ilación necesaria
entre la Seguridad Democrática y la libertad
de prensa. Por eso nosotros miramos diariamente qué va
pasando con el avance de la seguridad en Colombia.
El año en que inició este Gobierno,
la Patria tuvo casi 29 mil asesinatos. Una tasa de
66 asesinatos por cada 100 mil habitantes. 29 mil.
Este año quisiéramos tener menos. Van
7.027 casi completando la mitad del año. Una
tasa de 15 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Esperamos que para final de año sea muy, muy
inferior, a los 66 asesinatos por cada 100 mil habitantes
de 2002 y a los 44 de 2004.
Y hemos mirado el tema del
secuestro. La Patria en el año 2001 tuvo 3.050 secuestros. Este año
van 297. Quisiéramos cero, pero vamos a continuar
en esa tendencia.
Esta mañana el señor Gobernador de Risaralda
me confirmaba que esa región del departamento
de nuestra cotidiana preocupación, el occidente,
lleva unos días más tranquilos. Tengan
ustedes la certeza que en las horas, en los minutos
y en los segundos de este Gobierno, no desmayaremos
hasta devolverle a Risaralda totalmente su paz y su
tranquilidad.
¿Pero qué relación tiene esto
con la libertad de prensa, con la afirmación
de que la tercera amenaza que se ha presentado contra
la libertad de prensa, ha sido el terrorismo, la ineficacia
del Estado para proteger expresiones tan caras de la
libertad de prensa como su actor fundamental, el periodista?
Nosotros mantenemos un celo
de todas las horas para la protección del periodista colombiano. En
nuestra Patria estaban asesinando 11 periodistas, 12
periodistas, 15 periodistas por año. Este año
infortunadamente todavía se presenta el fenómeno:
nos han asesinado dos. Pero estamos haciendo todo el
esfuerzo para decir en algún momento al mundo
que en Colombia hemos logrado plena seguridad efectiva
para nuestros periodistas.
Cuando empezó este Gobierno, en la Patria estaban
asesinando más de 165 líderes sindicales
por año. Quisiéramos decirle al mundo
democrático que no hay un solo asesinato. Este
año todavía nos han asesinado siete personas
vinculadas al movimiento sindical. Haremos todos los
esfuerzos para poder mostrar un resultado a la altura
del espíritu democrático de Colombia.
Y el segundo parámetro: las libertades. La
seguridad no es democrática sin libertades.
Algo que nos ha comprometido a nosotros es que nuestra
seguridad sea creíble por la opinión.
Es la única manera de hacerla sostenible en
un Estado de leyes y en una circunstancia de democracia
en profundización.
Para que sea creíble y sostenible, esa seguridad
tiene que ser eficaz y transparente. Para que sea transparente,
tiene que estar permanentemente abrazada al cumplimiento
de los derechos humanos y tiene que estar ejercida
exclusivamente por las instituciones armadas de la
Constitución. Pues bien, es democrática
en la medida que preserve, profundice y garantice las
libertades.
Ahora que se discute el tema
de garantías electorales,
quiero desde La Tarde reiterar a mis compatriotas el
compromiso de nuestro concepto de seguridad con la
convicción colombiana, la nuestra, de libertades.
El Referendo del 2003, el primero
en practicar esa institución de democracia directa que usted
propuso como Presidente de los colombianos, señor
ex presidente Gaviria, ese Referendo yo mismo lo criticaría
por muchas cosas. Debió ser de menos puntos,
de pronto de textos no tan complejos. Tuvo la virtud
de no haber propuesto una sola medida populista, el
esfuerzo pedagógico de haber avivado una discusión
entre los colombianos de gran madurez democrática.
En un país pobre y con dificultades, las medidas
fiscales que se discutieron alrededor del Referendo
son medidas que crean mucha seriedad en el debate público.
Mucho podrán decir los historiadores de ese
intento que sólo aprobó el primer punto,
y que desarrolla esa figura de democracia directa de
la Constitución de 1991. Pero habrá que
reconocer el ambiente de libertades en que se surtió el
debate. Las garantías de que gozaron opositores
y abstencionistas. Los espacios para sus tesis, inclusive
en ocasiones muy superiores a los del propio Gobierno,
para defender la propuesta.
Una bella discusión. En un país donde
hoy está viva la discusión entre democracia
directa y representativa, entre democracia representativa
y participativa, que nos son excluyentes, si algo enriquece
a la democracia participativa, es un ejercicio permanente
de democracia participativa. Si algo le devuelve legitimidad
popular a las instituciones, les crea superior compromiso
a los funcionarios con el pueblo, construye conciencia
popular sobre limitaciones y posibilidades, es la democracia
participativa, que tiene que ir de la mano de la democracia
representativa.
Y al siguiente día de ese referendo, tuvimos
elecciones de alcaldes, gobernadores, diputados y concejales.
Diría que ese día la democracia colombiana
hizo una prueba importante: en el Gobierno de la Seguridad
Democrática se dio un salto de las garantías
retóricas a las garantías efectivas.
¿Cuántos líderes de la oposición,
de partidos alternativos a los tradicionales, de partidos
provenientes de las guerrillas, habían sido
asesinados en sus contiendas democráticas? ¿Y
qué hizo la Seguridad Democrática? Protegerlos
eficazmente. Recibieron protección eficaz candidatos
de los partidos tradicionales, como aquellos que corrían
el mayor riesgo por provenir de otras alternativas.
Y fueron elegidos.
Pero ahí no nos quedamos. Hemos buscado, presidente
Gaviria, construir el mayor consenso de gobernabilidad
en la Patria, en un ejercicio permanente con gobernadores
y alcaldes, con los 32 gobernadores, con los casi 1.100
alcaldesas y alcaldes de la Patria, para que, respetando
los espacios de la Constitución y de la Ley
a cada nivel de Gobierno, trabajando entre niveles
de Gobierno y entre todos con el pueblo, busquemos
un creciente margen de unidad nacional.
Cuando saludo al Gobernador
de Risaralda, a la Alcaldesa encargada de Pereira,
a sus alcaldes, viene a mi mente
el ejercicio que estamos practicando: trabajar con
todos para construir Patria, sin importarnos el origen
político de su elección, simplemente
exigiendo que todos procedamos con transparencia y
con conciencia de la limitación de los recursos.
Y así lo hacemos con el Alcalde de Bogotá.
Y así lo hacemos con el Gobernador del Valle
del Cauca. Y creo que ahí vamos construyendo
ese segundo parámetro tan importante para estas
democracias contemporáneas, como es el respeto
a las libertades.
Y el tercero: la cohesión social. Cuando miro
a la sociedad colombiana y cuando vuelvo a mirarla
después de hacerle una mirada cuidadosa a China,
por ejemplo, a la China de Mao Tse Tung, de Deng Xiaoping,
me hago esta reflexión:
Sin simplificaciones pero con un orden para poder
hacer un estudio juicioso de la realidad, veo en mi
Patria dos realidades: un 48 por ciento que vive bien
y un 52 por ciento en una pobreza que tenemos que reivindicar.
Y me pregunto: ¿cuál es la causa de
esa pobreza? ¿Será el 48 por ciento que
vive bien? ¿Será ese 48 por ciento que
integra un tejido social presentable ante cualquier
sociedad del mundo, lo que ha determinado el 52 por
ciento de pobreza? Y me contesto: no.
La empresa privada colombiana
tiene una altísima
sensibilidad social. Cumplió a cabalidad y cumple
el mandato de la Constitución de la empresa
privada como función social. En algunos países
que se autodenominan de izquierda, la totalidad de
las cotizaciones a la seguridad social es pagada por
los trabajadores. Aquí el mayor porcentaje lo
pagan empleadores.
La carga tributaria de los empresarios en Colombia
es bastante alta. Sus riesgos y sus responsabilidades
sociales hablan de su responsabilidad con el conglomerado.
En mi concepto, lo que ha ocurrido
en los últimos
lustros como causa determinante de esa pobreza, es
el terrorismo y la falta de una voluntad política
sostenida para combatirlo y derrotarlo.
Narcotráfico, guerrillas y paramilitares han
espantado cuatro millones de colombianos al extranjero,
han producido un fenómeno de desplazamiento
interno de dos millones de colombianos, redujeron la
participación del sector privado al 6 por ciento
del Producto, produjeron una estampida de inversión.
En pocos años el desempleo pasó del 7,5
a casi el 20 por ciento. Está muy alto. Paramos
esa diáspora: está en el 12. Confiamos
seguir reduciéndolo con la recuperación
de la confianza de los colombianos.
En pocos años el desempleo de jefes de hogar
saltó del 4 al 10 por ciento. Y cónyuges
o compañeros permanentes tuvieron que saltar
afanosamente al mercado del trabajo. Los hijos desertaron
del aparato escolar. Hemos logrado que se reduzca al
5,8 ó 6 por ciento, pero todavía es muy
alto ese desempleo de jefes de hogar.
Confío muchísimo que una política
con cuatro elementos: seguridad, reactivación
de la economía, transparencia y avance en lo
social, nos ayude a construir cohesión social
en la Patria.
Hemos estado trabajando en
lo que llamamos las Siete Herramientas de Equidad.
Por ejemplo, la revolución
educativa, el impulso a la protección social,
el manejo social del campo, de los servicios públicos,
la protección a la recuperación de la
agricultura, la calidad de viuda urbana y la construcción
del país de propietarios.
Nos hemos preocupado muchísimo para crecer
en esta tierra en el régimen subsidiado de salud.
52 mil risaraldenses han ingresado al régimen
subsidiado de salud en este Gobierno. Aspiramos que
con la nueva ley sean muchos más. Confiamos
que lo que está avanzando en el Congreso, que
no es la desfiguración de la Ley 100 sino unos
ajustes necesarios después de todos estos años
de régimen subsidiado de salud, Ley 100 en la
cual me tocó trabajar tan intensamente como
Senador, con la dirección e iniciativa del presidente
Gaviria, confiamos que ese avance, que lo convierta
el Congreso ahora en una nueva ley, nos permita llegar
rápidamente a la cobertura total en materia
de salud de los sectores más pobres de Colombia.
En este Gobierno hemos pasado de 10 millones a 15 millones,
pero tenemos que llegar rápidamente a 22 millones.
Qué bueno que estamos avanzando en la reestructuración
hospitalaria de Risaralda. Usted me confirmaba, señor
Gobernador, cómo los aportes del Gobierno Nacional
le están ayudando bastante a salir adelante
al Hospital San Jorge. Qué bueno que ese hospital
este definitivamente reestructurado.
Uno de los puntos de debate
ideológico, ha
sido el tema de las privatizaciones hospitalarias.
Este Gobierno ha hecho todo el esfuerzo por salvar
la red pública hospitalaria. La pregunta que
nos hemos hecho aquí o en el González
Valencia de Bucaramanga, doctor Alejandro Galvis, es
cómo se salvan los hospitales, para quién
se salvan. ¿Se salvan con unos crecientes déficit,
se salvan para la politiquería, se salvan para
prebendas sindicales o se salvan, en nombre de la austeridad
y del Estado sostenible, para que le sirvan a la comunidad?
Esta ha sido nuestra tesis.
Hemos reformado 152 empresas
del Estado. Faltan muchas. Faltan muchas reformas
en el sector del Seguro Social,
de los hospitales públicos. Empezamos con la
reforma de Telecom. Las últimas han sido la
del Banco Cafetero y la de Inravisión. Hemos
reformado el Sena. Hemos logrado pasar de 1 millón
100 mil estudiantes atendidos en el Sena por año
a más de 3 millones. Aspiramos que el año
entrante sean 4 millones.
En Risaralda, en 2002 se formaban
50.700 jóvenes
en el Sena. El año pasado se formaron 108 mil.
Y empezamos a avanzar aquí en un tema tan importante
como el de Jóvenes Rurales.
En esta ciudad hemos hecho
de Pereira una ciudad símbolo
para el crecimiento de usuarios de Bienestar Familiar.
En este Gobierno hemos aumentado los usuarios de Bienestar
Familiar en un 40 por ciento. Tenemos hoy 517 mil niñitos
menores de cinco años en un nuevo programa de
Desayunos Escolares. Estoy comprometido para acudir
en las próximas semanas a la Iglesia de la Santísima
Trinidad de Pereira a decirle desde allí al
país que hemos llegado a la meta de 1 millón
de niñitos. Está en plena marcha la licitación
para ese nuevo tramo.
Estamos financiando 170 mil
ancianos, reciben un subsidio financiero de la Nación. Eran 60 mil. Y me he
comprometido, el 20 de julio, a informar al Congreso
de la República que está ya adjudicada
la licitación para entregarles un almuerzo diario
a 400 mil ancianos pobres de la Patria. En todos estos
programas hemos venido avanzando en Risaralda.
Hemos tenido un crecimiento
del 190 por ciento en la cartera de microcrédito, como punto fundamental
para la construcción del País de Propietarios.
Habrá que incorporar un elemento nuevo para
medir el consumo de alimentos en Colombia.
Nuestra de Red de Solidaridad
está apoyando
a millón 100 mil campesinos para la seguridad
alimentaria. Y confiamos que eso siga creciendo. Solamente
en Risaralda hemos beneficiado con este programa, en
el que nos ha ayudado la Gobernación, 13.240
familias.
Hemos estado financiando 340
mil Familias en Acción.
Al final de este año serán 500 mil. Cada
familia recibe un subsidio financiero para garantizar
la educación de sus hijitos. Tienen que certificar
que están asistiendo a las instituciones escolares
y tenemos que seguir trabajando en ello.
Falta mucho, pero si hay confianza
inversionista, buen manejo de los recursos, transparencia,
eliminación
de la politiquería, vamos a lograr una sociedad
más justa.
Qué bueno ver que para la calidad de vida urbana
el sistema de transporte masivo de Pereira es, de los
nuevos, el que más avanza.
Esta mañana recordaba, al comprometerme con
la consecución de un crédito con el Gobierno
español para el parque de fauna y flora de Pereira,
que cuando empezó el Gobierno me visitó el
matriarcado, la entonces Gobernadora, doctora Elsa
Gladis, y la entonces Alcaldesa, doctora Marta Elena.
Y me dijeron: ¿a dónde es que el Gobierno
va a financiar proyectos de transporte masivo? Les
dije: primero que todo en Bogotá. Nosotros encontramos
32 kilómetros y tenemos que dejar siquiera 80.
Y se le cumplió a Bogotá.
Dije: ahí vamos con 240 mil millones para Cali.
Tengo que hacer un esfuerzo en el Valle de Aburrá,
porque allá tengo que regresar a vivir. Vamos
a hacer un esfuerzo en Cartagena, otro en Barranquilla,
otro en Bucaramanga. Me dijeron ellas: Pereira no está.
Les dije es que Pereira es muy cómoda. Y me
dijeron con mucha sapiencia: estos sistemas hay que
incorporarlos antes de que las ciudades se saturen.
Les dije: tienen toda la razón. Y les pregunté: ¿y
el proyecto? Ese día no lo tenían y a
las pocas semanas me lo llevaron. Y nos comprometimos
con una financiación del Gobierno Nacional de
56 mil millones de pesos. Y ahí va en plena
ejecución la obra.
Ayer completamos los primeros
500 metros de excavación
en el Túnel de la Línea. Le dijimos al
Gobierno del Japón: financien ahora lo que se
ve, en lo que se puede creer, finánciennos el
complemento. Pero ya la obra está en plena ejecución.
Y eso le da credibilidad a la consecución del
crédito. Otra gran aspiración de toda
esta tierra.
Hemos invertido 130 millones
de dólares en
el llamado Ferrocarril del Pacífico. Llega bien
hasta Cartago y está en proceso de construcción
con unos segmentos con bastantes dificultades, por
adquisición de predios, especialmente entre
Cartago y Arauca. Confiamos que rápidamente
resolvamos esos problemas y que el sistema llegue hasta
La Feliza.
En Risaralda estamos comprometidos
a avanzar bastante en otras obras públicas. La Autopista del Café.
Nos demoramos mucho para reactivarla, pero encontramos
las concesiones viales en pleito. No ha sido fácil
superar esos pleitos. Aquí le dije un día
a mis compatriotas de Pereira: si me toca ponerme en
cuarentena lo hago, pero hasta que no resolvamos ese
pleito no quedo tranquilo. Está superado el
pleito. Están reactivados los frentes de obra.
Y pueden tener ustedes la certeza de que este Gobierno
hasta el último día cuidará para
que la obra siga su marcha y el país cuente
con ella rápidamente.
Estamos comprometidos en esta
su tierra, presidente Gaviria, con un conjunto de
pavimentaciones bien importantes,
parciales, para integrar este país. Como el
Corredor de Balboa-Tambores, Termales-Santa Rosa, Belén-Taparcal,
La Ceiba-Quinchía, Belén-Remolinos, La
Yeco-Termales, La María-El Español, Playa
Rica-Santana Bajo-La Unión, Libaré-San
Jose-La Florida.
Y las que no están en marcha están próximas
a ser adjudicadas en una licitación que ya se
cerró, que hace parte del plan de los 3.245
kilómetros.
Ha habido una discusión reciente por la decisión
del Gobierno de definir un concesionario de ecoturismo
en el Parque de los Nevados.
Compatriotas de Risaralda:
nosotros no le vamos a entregar los parques al sector
privado, pero hay que
operarlos turísticamente. El mejor instrumento
para educar a una comunidad sobre preservación
ambiental, es el ecoturismo.
Y ahora que se están
construyendo condiciones de confianza para hacer
turismo en la Patria, no podemos
desaprovechar estas posibilidades.
Nosotros ya adjudicamos la
concesión al parque
Amacayacu en el Amazonas. En dos semanas firmamos con
el concesionario del parque Tayrona en el Magdalena.
Y confiamos, con el trabajo de gobernadores y alcaldes
de la comunidad, llegar a un acuerdo sobre el pliego
de condiciones para abrir la licitación para
la concesión de ecoturismo en el Parque de los
Nevados.
Anoche asistía yo al Congreso de Hoteleros.
Cómo se ha reactivado el turismo en Colombia.
Estas cifras son de ellos: en el período de
este Gobierno la ocupación hotelera se ha fortalecido
en un 14 por ciento. El empleo hotelero ha crecido
en un 20 por ciento. Cuando empezó este Gobierno
se movilizaban por las carreteras colombianas 21 millones
de pasajeros en el año. El año pasado
los viajes de pasajeros alcanzaron a 122 millones.
Yo veo el Eje Cafetero como
el gran símbolo
de turismo verde de la Patria y del mundo. Por eso
vamos a apoyar también el Parque de Fauna y
Flora, para que lo saquen adelante y haga parte ese
gran clouster turístico que se está creando
acá.
Esta economía de ustedes se ha diversificado
mucho. Hoy tenemos problemas con los textiles, porque,
por la entrada de China ya sin barreras al mercado
de los Estados Unidos, por nuestra reevaluación,
pero confiamos superar esto.
La Cámara de Comercio, la Andi de Pereira,
han informado de crecimientos sorprendentes en inversión
en los últimos tres años.
Sin embargo, no puedo de dejar
de referirme al tema del café.
Este Gobierno tomó la decisión, presidente
Gaviria, porque llegamos en plena crisis cafetera de
subsidiar a los cafeteros que tanto habían subsidiado
la Nación. Lo hicimos hasta cuando fue necesario,
con 270 mil millones de pesos.
Nosotros encontramos unas buenas
decisiones de administraciones anteriores sobre Pran
cafetero, pero le agregamos otra
para unos tipos de cartera que no estaban allí incluidos.
Eso ha sido bien importante. Y tomamos una decisión
trascendental, todavía no suficientemente advertida
en nuestra primera reforma tributaria de 2003: la decisión
de que el Fondo del Café proceda con la menor
contribución de parte de los cafeteros, que
la mayor parte de los ingresos lleguen a los cafeteros.
¿Saben hoy qué porcentaje del precio
internacional se está trasfiriendo al productor?
El 92 por ciento. No tiene antecedentes en Colombia
y es superior en 14 puntos a los promedios mundiales.
Le dijimos a la Federación: el Gobierno los
apoya pero necesitamos que se comprometan con nosotros
a impulsar el café orgánico, los cafés
especiales, la pequeña industrialización
del café, como la que florece aquí en
Risaralda. Un nuevo producto esos cafés. Y un
nuevo canal de mercadeo, las tiendas. Vamos para adelante
en eso, con paso lento pero seguro.
Me ha informado la Federación que en los próximos
días, en seguimiento de los compromisos con
el Gobierno, ya convocará a todos los productores
cafeteros a suscribir acciones en la empresa de las
tiendas. Y confiamos que en pocos años Juan
Valdez Café de Colombia, vendiendo café directamente
al público, reivindique plenamente la marca
del Café de Colombia para el bien de sus productores.
Y hay que construir esta democracia
con transparencia. A mí me critican porque he nombrado unos parientes
de parlamentarios en la Cancillería. Las críticas
no son para manejarlas en tertulia, sino de cara al
pueblo. Yo he dicho lo siguiente: hay unos casos excepcionales,
que hay que mantenerlos, gente muy buena, muy destacada,
sean parientes o no de parlamentarios. Todos los que
hemos nombrado son honorables y comprometidos con esta
política de seguridad. Porque lo no puede tener
uno es una Cancillería en contra de la política
de seguridad. Nosotros con esa Cancillería que
hemos tenido de la Farc y la nuestra débil,
nada hacemos.
Por eso hemos querido fortalecer
la nuestra con una Cancillería comprometida. Pero he dicho: como
hay que vivir también en un proceso de autocrítica,
acepto ante el pueblo colombiano que en lo que le reste
a este Gobierno no nombraremos más parientes
de parlamentarios en la Cancillería, salvo un
caso extraordinario.
Sin embargo, ¿qué hemos hecho por la
transparencia? Decreto 2170, que exige prepliegos,
amplia publicación de ellos, audiencias públicas.
Hemos transigido gran cantidad de pleitos que encontramos
en contratos con el Estado, de cara al pueblo. Encontramos
19 pleitos en Telecom. Llevamos resueltos 16.
Le estoy informado todo esto,
presidente Gaviria, porque no me había dado la oportunidad de que
se lo contara. Y a usted, que lo he tenido entre mis
buenos amigos, y espero ponerlo de nuevo en el nivel
de Juan Hurtado, no me lo pueden seguir influenciando
exclusivamente aquellos que no han tenido frente a
este Gobierno actitud distinta que la crítica
por la crítica. Por eso he sido algo exhaustivo.
Mire, presidente Gaviria, la
Constitución del
91 impuso la carrera administrativa. Yo no me conformé solamente
con haber sacado adelante la primera ley de carrera
administrativa. Acabamos de tramitar otra. Está hoy
en plena vigencia para que 120 mil nuevos empleos públicos
vayan a concurso.
Y hemos ido más allá. Sesenta mil plazas
de maestros por primera vez se proveen en Colombia
por un concurso. Antes se proveían por la tarjeta
de la recomendación politiquera. Ahora por concurso.
Nosotros tenemos un profundo compromiso con la transparencia.
Todo lo que haya que hacer para introducir transparencia,
estamos dispuesto a hacerlo.
Y el tema de la institucionalidad.
Este es un país
de instituciones. El Presidente de la República
no puede fijar discrecionalmente las tarifas de energía,
ni puede imponer un programa de televisión.
Aquí hay instituciones, comisiones independientes.
Y hay una institución muy importante a la cual
vengo a rendirle un homenaje: la prensa regional. Hago
un símil entre ella y los gobernantes de elección
popular en las alcaldías, en las gobernaciones.
La prensa regional es como
el alcalde, la institución
más cercana al pueblo. La prensa regional es
el gran validador de lo local y de lo nacional. La
prensa regional ha trabajado muy abnegadamente. Yo
suelo no hacer reclamos a los periodistas. Uno de pronto,
que es tan vanidoso y tan combatiente, se pone bravo.
Pero frente a los periodistas hay que aguantarse la
rabia en la casa, sin decir nada.
Si les hago una pregunta permanentemente: ¿han
mejorado sus balances? Porque empecé el Gobierno
con mucha preocupación. Se iban a quebrar todos
los periódicos regionales. Esfuerzos, como el
de Alejandro Galvis, en tantas regiones de la Patria
y en qué dificultades.
Y hoy veo que esta recuperación de la economía
va ayudando a recuperar la solidez financiera de los
periódicos regionales. Me gusta mucho eso porque
conviene mucho a la Patria.
Le voy a pedir a la prensa regional una ayuda. Hay
que convencer al ELN que entre en un proceso de paz.
Si yo no les gusto, que por lo menos hagan la primera
etapa conmigo y firmen con el otro. Pero que le den
a Colombia esa oportunidad.
Esta mañana, a las siete de la mañana,
recibí estos 29 reinsertados del ELN. Una conversación
inolvidable. Inolvidable. Y les dije: este Gobierno
no es triunfalista. Esta reinserción de ustedes
no es una victoria del Gobierno, ni del Presidente,
ni de las Fuerzas Militares, es una victoria de ustedes,
de sus familias. Ustedes regresan a su tranquilidad,
regresan al seno de sus hogares, le dan a la familia
el dulce sabor de la armonía, del sosiego.
Y les dije: la victoria que
vamos a obtener es el día que Colombia gane plenamente la paz, que
no nace de la blandura frente a los terroristas. La
paz es hija del ejercicio firme de la autoridad. Y
la autoridad con deliberación no es autoritaria,
sino deliberante y democrática.
Tenemos hoy 12.100 reinsertados.
Completamos más
12.100 con estos 29.
Gobernador, ¿cuántos habitantes tiene
un municipio como Quinchía? Una tercera parte
de Quinchía hoy equivale a nuestro programa
de Reinserción. Bastante grande.
El M-19 tenía, cuando se reinsertó,
300 hombres en armas. El EPL 2 mil. Creo que este es
un gran proceso de paz. Sin alharacas de discursos
de paz, pero a partir de la seguridad: 12.100 reinsertados.
Creo que hay que decirle al
ELN que el Gobierno no está en plan de hacerle eco a la tesis de que
están acabados militarmente, no está en
plan de hacerle eco a la tesis de que solamente se
entregan por presión militar. El Gobierno lo
que quiere hacer es invitar al ELN a construir paz
para Colombia.
Yo les dije: hombre, no tienen
que entregar las armas, no se tienen que desmovilizar,
tiene que haber simplemente
un cese de hostilidades. Y me dijeron en varias reuniones
en México, con el Gobierno mexicano, una aquí con
Felipe Torres, yo acudí a un hotel a encontrarme
con él: es que usted nos mata si entramos en
un cese de hostilidades. Les dije: no. Yo soy combatiente,
pero frentero. Yo no soy mansalvero, ni traicionero.
Les doy todas las garantías que quieran, que
si ustedes respetan el cese de hostilidades, el Gobierno
no autoriza acciones militares ofensivas contra ustedes.
Y pongan el garante que quieran.
Eso está reiterado hoy. Y quiero reiterarlo
aquí en La Tarde. Nosotros encontramos una banda
tenebrosa de secuestradores en Pereira del ELN. Bastante
hemos avanzado en este Gobierno para derrotarla. Pero
a mí me gusta tanto el ejercicio firme de la
autoridad como la reconciliación. Vivo dispuesto
para ambas cosas, con todo el entusiasmo. Y no sólo
en lo militar sino también en lo político,
queridos amigos.
Y les decía esta mañana a las Fuerzas
Militares: hay que proceder de dos maneras, como procedió la
Cuarta Brigada. Con toda la firmeza para acabar el
terrorismo por la vía militar y con toda la
inteligencia para persuadirlos de que abandonen la
vía de las armas. Necesitamos ambos polos, que
parecen extremos. Toda la firmeza y la contundencia
en la acción militar y todo el patriotismo para
invitarlos a la reinserción.
En estos 30 años de La Tarde, miro con mucho
entusiasmo el futuro de Colombia, el futuro de Risaralda.
Permítanme reiterar a ustedes todo mi compromiso
con esta tierra, con muchas limitaciones, con dificultades
presupuestales, pero con todo el afecto.
Ahora que escuchábamos ese himno tan bello
de Luis Carlos, esa estrofa final, ese juramento de
compromiso con la Patria, me conmovían mucho
los valores de esta tierra. Esta tierra que no sabe
arrugarse. Esta tierra que, al decir del propio Luis
Carlos, ha tenido la misma actitud en la oquedad o
en el pináculo. Esta tierra sin traviesas, esta
tierra grande de Colombia.
Amigos de La Tarde, señor presidente Gaviria,
mis compatriotas de Risaralda, unas felicitaciones
desde el alma. La expresión de mi solidaridad
de combatiente de la democracia con este bello esfuerzo
periodístico de ustedes. Muchas gracias”.