Larandia, Caquetá, 12 jun. (SNE).- La duda
sobre lo que pasaría una vez dejaran las armas
y se acogieran al programa de desmovilización
asaltó más de una vez a un grupo de guerrilleros
de las FARC en Caquetá, que decidió dividirse
para que dos de ellos “corrieran el riesgo” de
entregarse y una vez experimentaron las bondades de
la reinserción, llevaron consigo a sus compañeros.
Ese fue el relato que hicieron seis ex guerrilleros
de las FARC que cansados de combatir y de no verle
sentido a la violencia y el terrorismo, dejaron esa
vida atrás para empezar de nuevo, esta vez
de la mano del programa de desmovilización
del Ministerio de Defensa Nacional.
Estos seis hombres fueron visitados en la base militar
de Larandia, en Caquetá, el sábado en
la tarde por el presidente Álvaro Uribe Vélez
que quiso estrecharles la mano para felicitarlos por
el importante paso que habían dado.
Los hombres, vestidos con sudaderas negras o azules
o jean y camisetas negras, hicieron una fila y esperaron
pacientemente el turno para saludar al Presidente y
de manera impulsiva uno de ellos tomó la palabra
para relatar cómo fue que tomaron la decisión.
“Nosotros teníamos una gran desconfianza
por lo que nos han infundido dentro de la guerrilla
de que el Ejército nos coge, nos golpea, nos
sacan el zumo, nos desaparecen y eso es totalmente
falso”, dijo el ex guerrillero, mientras el presidente
Uribe y altos oficiales del Ejército escuchaban.
“Decidimos experimentarlo, nos desertamos el
compañero y yo, dejamos nuestros compañeros
en la organización para infundirles de que esto
era cierto y entonces acordamos de que nos íbamos
a reflejar por los medios de comunicación, ellos
se iban a empapar de que estábamos vivos y así se
dio el procedimiento y hoy por hoy están nuestros
compañeros al pie de nosotros y esperamos que
más adelante se siga haciendo lo mismo”,
siguió el hombre.
“Hoy por hoy tenemos nuestra escuadra acá,
estamos juntos y con los proyectos que se están
dando por los medios de comunicación se pueden
hacer grandes desmovilizaciones masivas”, concluyó el
ex guerrillero.
Estos hombres se suman a los más de 12.100
que, en lo corrido de la administración del
presidente Uribe, han decidido abandonar el camino
de la violencia para reincorporarse a la vida civil.
De esta cifra, 4820 se han desmovilizado de manera
colectiva y por lo menos 7300 lo han hecho de manera
individual, presentándose ante la Fuerza Pública,
el ICBF o la Defensoría del Pueblo.
“Muchachos muchas gracias. Esta es una victoria
de Ustedes de sus familias, y nos van a ayudar a que
Colombia llegue a tener la victoria que requiere que
es la victoria de la paz”, fueron las palabras
del Presidente de la República a los nuevos
desmovilizados.
El Jefe del Estado aprovechó para reiterar
su mensaje a los hombres y mujeres que mantienen de
manera ilegal un fusil terciado en el monte para que
vuelvan a la vida civil, pero al mismo tiempo recordó su
instrucción a la Fuerza Pública de combatir
con perseverancia a quienes insisten en la práctica
terrorista.
“Por un lado el combate férreo con toda
la determinación y por el otro, además
de hacerle llegar el mensaje de reinserción
a través de la radio, bregar a hacer contactos
personales para reinsertarlos como hicimos con esa
columna del ELN, el frente Anorí”, dijo
Uribe.
El pasado jueves, en la base aérea de Rionegro,
el Presidente de la República se reunió con
29 ex guerrilleros del ELN quienes también se
decidieron a recomenzar su vida en la civilidad.
COMBATE FÉRREO
Mientras estos hombres comienzan el proceso de desmovilización,
las tropas del Ejército Nacional continuaron
la ofensiva contra los miembros de las FARC en esa
región del país.
Este sábado las Fuerzas Militares dieron de
baja a cinco guerrilleros de las FARC, entre ellos
alias Faiver, quien según el general Alejandro
Navas, comandante del Fudra, “era el azote de
la población civil que comandaba el secuestro
y la extorsión en se sector de la región
del Caguán”.
Según el general Navas, alias Faiver participó en
los ataques de las FARC en Puerres, Patascoy y el Billar
entre otros.
Los combates en los que se produjo su muerte, se presentaron
a 52 kilómetros al occidente del casco urbano
de Cartagena del Chairá, dentro de la operación
denominada “Sol Naciente”.
Dentro de esa misma operación, las tropas capturaron
a una guerrillera identificada como Adriana, quien
ante la ferocidad de los combates y el avance de las
tropas del Ejército en esa región del
país, se refugió en una casa cercana
hasta donde llegaron los soldados para capturarla.
Ella, al igual que los cadáveres de sus compañeros
abatidos en combate fueron trasladados a la base de
Larandia. Allí Adriana fue saludada también
por el Jefe del Estado.
Aún traumatizada por lo sucedido horas antes,
Adriana, oriunda de Manizales, sólo atinaba
a responder con monosílabos algunas de las preguntas
del Presidente, quien trató de tranquilizarla.
“Llama a la familia y dale tranquilidad y te
van a tratar con toda la consideración, puedes
estar tranquila duerme tranquila, ten confianza que
se te va a tratar muy bien”, le dijo el Presidente.
Agregó que “te van a tratar muy bien
y con todo cariño, hay que mandarles allá mensajes
de que desistan de eso, el programa de reinserción
es muy bonito”.
A ella y a los abatidos se les incautó todo
el material de guerra que ellos portaban, material
de intendencia y documentos valiosos para la inteligencia
militar, señaló el general Navas.
Así mismo, la ofensiva militar produjo la baja
por parte de las tropas del Ejército de alias
Alex, quien cayó en combate con las Fuerzas
Militares en inmediaciones de Remolinos del Caguán,
señalado de ser el jefe de las milicias del
frente 14 de las FARC y con 35 años en la organización
terrorista.