PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN LOS 50 AÑOS DE LA CÁMARA
COLOMBO-AMERICANA
Bogotá, 13 jun. (SNE).- Las siguientes son las
palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez,
al imponer la Orden al Mérito Comercial a la Cámara
Colombo-Americana, al cumplir sus primeros 50 años:
“Imponemos la Orden al Mérito Comercial
en la categoría de Gran Oficial, a una entidad
que ha acompañado 50 años de tareas de
crecimiento a nuestra economía. Esta Cámara
de Comercio Colombo – Americana, ¡cómo
ha ayudado!, y durante un tiempo extenso, enfrentando
las dificultades, aprovechando los momentos bondadosos.
Cuarenta fueron sus fundadores. Hoy tenemos 900 afiliados
que representan, con sus ventas, el 23 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia.
Es una audiencia en permanente
crecimiento, se observa una explosión de pequeñas empresas que
abren nuevos horizontes inversionistas y reafirma nuestra
vocación para la creación de un capitalismo
social, popular.
En el año 2002, había 2.813 empresas que
exportaban más de mil millones de dólares
a Estados Unidos. En el 2003, habíamos ya pasado
de 2.813 a 3.232. Y en 2004 fueron las empresas, 3.573.
Lo mismo ocurre con la gama de productos exportados.
En 2002 eran 1.581. En 2003, 1.605. Y en 2004, 1.689.
Es un comercio en crecimiento, un comercio robusto.
Nosotros, para crear más confianza, para que
esta economía crezca, para que esta integración
crezca, para que podamos generar empleo, recaudar los
recursos que permitan superar la pobreza en la sociedad
colombiana, hemos venido trabajando por la seguridad,
por las libertades, por la cohesión social, por
la transparencia y por la independencia de las instituciones.
Este fin de semana y esta mañana, pude evaluar
cómo avanzan nuestras operaciones militares. El
sábado, en el corazón del Caquetá,
en Puerto Rico, donde la Fuerza Pública de Colombia
está realizando una gran tarea que se conoce con
el nombre de ‘Plan Patriota’, para poder
desbaratar la retaguardia estratégica del terrorismo,
la madre del terrorismo narcotraficante, desde donde
se han planeado las más tenebrosas operaciones
terroristas contra la sociedad colombiana. Allí,
donde la Farc ha tenido el epicentro de su acción
terrorista para poder ganar el poder en Colombia.
Nuestra Fuerza Pública avanza con heroicidad,
con un criterio de sostenibilidad, con una vocación
de triunfo para el bien de la sociedad colombiana.
Cuando miramos las cifras de seguridad, vemos avances.
Cuando este Gobierno empezó, en Colombia se estaban
dando cerca de 30 mil asesinatos al año. Este
año, llevamos 7.331, casi en mitad de año,
falta mucho, pero el avance es sustancial.
Cuando este Gobierno empezó, estaban siendo asesinado
66 colombianos por cada 100 mil habitantes. Este año
llevamos 16, confiamos que al terminar el año
se pueda mostrar una gran disminución.
Cuando este Gobierno empezó, estaban secuestrando
3.050 ciudadanos por año. Este año llevamos
305, en casos de secuestro extorsivo 150, pero un gran
avance en rescate de secuestrados.
Como estas políticas tienen que mantenerse en
permanente dinámica, he asignado a los señores
Generales, (Freddy) Padilla de León y (Jorge Daniel)
Castro Castro –el primero Jefe del Estado Mayor
Conjunto y el segundo Comandante de la Policía-,
la tarea de revisar periódicamente nuestra acción
contra el secuestro, de revisarla en su visión
estratégica, de revisarla en sus acciones tácticas.
Y de buscar que todas las regiones colombianas en la
lucha contra el secuestro, se nivelen por arriba, se
nivelen en el renglón de lo óptimo, porque
tenemos unas regiones donde hemos avanzado mucho. Por
ejemplo Bogotá, este año no ha tenido un
solo secuestro extorsivo, pero tenemos otras regiones
con dificultades, como el Cauca.
Ellos, los dos generales citados,
mirarán la
estrategia y la táctica y enfrentarán cada
caso de secuestro en particular.
Quiero reiterar a ustedes nuestra
determinación
de recuperar plenamente la seguridad en Colombia. Porque,
como me lo dijera alguna vez Felipe González,
ex presidente del Gobierno español, ‘la
seguridad es un valor democrático y una fuente
de recursos’.
Los movimientos terroristas no
van a negociar sino en el momento en que sientan que
la acción militar
finalmente los va a derrotar. Mientras acaricien posibilidades
de que la acción militar no será sostenible,
se niegan a negociar.
¡Qué importante –pues- es, observar
esa Fuerza Pública de la Patria tonificada, dispuesta
a conseguir la gran victoria de la seguridad que todos
necesitamos!
¡Olvídense de las cifras, apreciados afiliados
a esta Cámara de Comercio Colombo – Americana,
tengan en cuenta nuestra determinación, la determinación
del pueblo, la determinación de la Fuerza Pública
para poder recuperar plenamente en Colombia la seguridad
y derrotar definitivamente el narcoterrorismo!
Nada debilita nuestra voluntad.
Nada le quita energías
a nuestro ánimo. Todos los días amanecemos
más comprometidos en ese propósito, porque
mi generación no ha visto un día completo
de paz y queremos que las nuevas generaciones de colombianos
puedan vivir felices en este país, puedan ver
un país de instituciones, un país sin terrorismo,
un país de libertades sin violencia, un país
de expansión económica, un país
de empleo, un país de justicia social.
Y no nos hemos quedado solamente
en el tema de la seguridad. La seguridad hay que complementarla
con las libertades,
como característica de una democracia moderna.
En muchos países han suprimido las libertades,
so pretexto de enfrentar las amenazas de la violencia.
En Colombia hemos profundizado las libertades.
Si ustedes observan, las elecciones
de 2003, en cuanto al referendo, opositores y abstencionistas
tuvieron todas
las garantías; en cuanto a elección de
alcaldes y gobernadores, la Seguridad Democrática
permitió que en este país –por primera
vez- muchos candidatos de partidos alternativos, de partidos
provenientes de guerrillas, de partidos que apenas irrumpían,
no fueran asesinados, pudieran hacer sus campañas
rodeados de garantías y ganaran alcaldías
y gobernaciones de gran importancia.
Pero ahí no nos hemos quedado. Hemos buscado
construir con todos ellos un marco de gobernabilidad,
de unidad básica, de entendimiento, para construir
Patria, para construir esa sensación de unidad
de todos los colombianos.
Todos los días ustedes observan que aquí se
profundizan las libertades. En Colombia, el terrorismo
no permitía que se levantaran muchas voces en
su contra, aquí había temor para hablar
contra las guerrillas –porque quien se atrevía
a hacerlo lo declaraban objetivo militar-, aquí había
temor para hablar contra el paramilitarismo –porque
quien se atrevía a hacerlo lo declaraban objetivo
militar-. Alguna consecuencia bien importante, que tenemos
que empezar a resaltar en Colombia, ante propios y extraños,
es que esta Seguridad Democrática le ha devuelto
el derecho a la libertad a nuestros compatriotas. Por
eso tantos compatriotas hoy, ya no temen para pronunciarse
contra las expresiones del terrorismo.
En los últimos meses, en Colombia han sido elegidos
173 alcaldes en igual número de municipios, ayer
en 5 municipios. Más de 50 de ellos pertenecen
a sectores que se declaran de oposición. Y todos
han recibido la plenitud de sus garantías.
Cuando hay garantías, la circunstancia de que
se goza de esas garantías, crea un ambiente de
de tranquilidad sin explosiones publicitarias. Eso es
lo que se ha sentido en Colombia.
Ayer no fue noticia la elección de 5 alcaldes
en 5 municipios de la Patria, pero esas elecciones sucedieron
tranquilamente, estuvieron todos los candidatos rodeados
de garantías. Estuvo la seguridad al servicio
de la democracia, por eso la llamamos Seguridad Democrática.
¡Y este es un país con inmensas garantías
para los inversionistas. Este es un país de una
democracia de instituciones independientes!
El Presidente de la República no puede fijar
las tarifas de energía, ni puede adoptar las decisiones
de largo plazo, como las decisiones de cargo fijo, frente
a las empresas generadoras o frente a las empresas comercializadoras
de energía.
El Presidente de la República
no puede usurpar los espacios de gobernabilidad de
alcaldes y de gobernadores.
El Presidente de la República no puede fijar
los programas de televisión que corresponden a
una comisión independiente.
¡Esa independencia de instituciones es una garantía
de democracias modernas!
Dice esa independencia de instituciones,
que Colombia no es un país de democracia personalista sino
de democracia de instituciones. Dice esa independencia
de instituciones, que Colombia no es un país de
exclusiones, sino de inclusión total. Dice esa
independencia de instituciones, que Colombia no es un
país gobernado por caprichos de elegidos, sino
un país gobernado por el sometimiento de los elegidos
a la Constitución y a la Ley.
Y estamos trabajando por la transparencia.
Los acuerdos que hemos celebrado con inversionistas
internacionales,
con quienes teníamos disputas legales, se han
celebrado de cara al país. Antes de su perfeccionamiento,
por ejemplo en el caso de las telecomunicaciones –donde
hemos ya solucionado 16 de las 19 disputas que encontramos-,
los términos del acuerdo se han publicado, para
que los conozca ampliamente la opinión pública.
Los contratos de este Gobierno
se adjudican en audiencia pública. Antes de adoptar un pliego de condiciones,
sale un pre-pliego para que se discuta ampliamente. Se
estimula la veeduría comunitaria.
El Gobierno ha estado siempre
en el liderazgo de la denuncia, para que el país se sacuda de casos
de corrupción que venían en el sector de
salud, donde aspiramos que con la nueva ley que está en
trámite en el Congreso se le pongan todos los
frenos a los vicios de la corrupción en la contratación
de salud.
Tengan la seguridad, ustedes,
que continuaremos trabajando con todo empeño
la transparencia.
Este Gobierno, en aras de la
transparencia, ha reformado 152 empresas del Estado,
faltan muchas, pero vamos a
seguir las reformas hasta el último día
de la administración.
Este Gobierno no ha adjudicado un solo peso de auxilios
parlamentarios.
Este Gobierno todo el gasto público, lo ha sometido
a la discusión permanente con la comunidad, a
la discusión permanente con todas las fuerzas
vivas de la Nación y discusión en público.
Este Gobierno no ha hecho un
solo pacto debajo de la mesa para cambiar partidas
oficiales por apoyos al Gobierno.
Toda nuestra política de gasto público
se ha definido transparentemente, en público,
en discusión con la comunidad, con todas las expresiones
de la sociedad colombiana.
Y otro elemento bien importante,
para una democracia moderna, sostenible, en permanente
trance de profundización,
es la cohesión social.
Esta mañana, cuando revisaba el Plan Patriota,
veíamos algo bien importante: la Fuerza Pública
reconoce que por primera vez, la política social
no la ha dejado sola, con la acción militar. Si
ustedes van hoy al Caquetá, si van al Guaviare,
si van al Putumayo, encuentran que allí donde
está llegando la Fuerza Pública, está llegando
nuestra acción social. Lo verificábamos
hace un mes en Cartagena del Chairá, hace tres
semanas en San Vicente del Caguán y hace dos días
en Puerto Rico, Caquetá.
Estamos avanzando allí en la Revolución
Educativa, en la ampliación de la protección
social, en la dotación de todos los mecanismos
para que los campesinos accedan a la seguridad alimentaria.
Tenemos un plan de obras de gran importancia. Por supuesto,
todo esto es pequeño para las necesidades del
país.
Yo sobrevolaba el sábado el Caquetá: 84
mil kilómetros, inmensamente grande. Lo comparo
con el tamaño de muchas naciones del Continente.
Una de 21 mil kilómetros, otra de 55 mil, otra
de 75 mil. El sólo departamento del Caquetá,
casi 85 mil kilómetros. Con todas las potencialidades,
pero con todos los abandonos.
Esa Cordillera Oriental, con
selva, con nacimientos de ríos. Después una zona ondulada, que
pasa verde todo el año, con todo el potencial
ganadero. Unas vegas que llegan a las orillas de los
ríos, con todo el potencial agrícola. Una
inserción en la Amazonía, que es una alcancía
de biodiversidad.
Y si bien estamos emprendiendo
allí un plan de
obras públicas de gran importancia, todavía
no se sentirá.
Si bien estamos avanzando en
una política social
de gran importancia, todavía no se sentirá,
porque las necesidades rebasan las posibilidades inmediatas.
Pero si persistimos, vamos a construir en todo el país
una sociedad más productiva, más competitiva,
con más empleo. Una sociedad más justa.
¡Que bueno ver cómo va cambiando el ánimo
de nuestros compatriotas en esas regiones de la Patria!
Y en esa política social hay que preguntarnos: ¿es
una política social simplemente, para calmar ansiedades
del momento?, ¿o es una política social
para construir una sociedad con mejor distribución
del ingreso?
Empecemos por la Revolución
Educativa.
Esa es una política social llamada a construir
equidad en la distribución del ingreso. Esa es
una política social encaminada a poner a todos
los colombianos en igualdad de oportunidades. Esa es
una política social encaminada a superar ese 52
por ciento de pobreza que afecta al pueblo colombiano.
Estamos trabajando con la visión en las ‘Siete
Herramientas de Equidad’, de una política
social que construya capital social, que construya solidaridad.
En los próximos días, avanzaremos más
en la alimentación de los niñitos. No obstante
que Bienestar Familiar ha crecido en un 40 por ciento
en este Gobierno, en los próximos días
adjudicaremos una licitación para llegarle con
alimentación a otro medio millón de niñitos,
menores de 5 años.
Pero no nos vamos a quedar allí. Estamos preparando
un siguiente paso en la Revolución Educativa:
que se le imparta educación a todos los niñitos
que reciben nutrición de Bienestar Familiar. Convencidos
que ese es un gran camino de construcción de capital
social ¿Por qué?, porque como lo expresan
los científicos de la educación: en tanto
que más se anticipe la llegada de la educación
a los niñitos, más seguridad hay que esos
niñitos serán buenos ciudadanos, que esos
niñitos serán expresiones de solidaridad,
que esos niñitos serán –siempre-
agentes de construcción de paz, agentes de construcción
de comunidad. Serán actores de construcción
de progreso.
Estamos revisando permanentemente
nuestra política
social, para que detrás de una meta, a pesar de
las limitaciones fiscales, avancemos hacia otra meta.
Y queremos trabajar con una vocación de largo
plazo. Desde que empezó este Gobierno, Planeación
Nacional ha venido trabajando un documento que se llama: “Misión
de Colombia al año 2019. Colombia en el Segundo
Centenario”.
Ese 7 de agosto del 2019, nuestra
patria cumplirá 200
años de vida independiente. Ese documento propone
unas metas muy exigentes en reducción de pobreza,
en consolidación de la paz y la convivencia, en
consolidación de una democracia pluralista, de
una democracia de libertades no retóricas sino
efectivas.
Dentro de poco, Planeación entregará el
primer borrador de ese documento para someterlo a una
profunda discusión del pueblo colombiano.
Ese documento nos va a permitir
crear conciencia política,
en toda la ciudadanía de la Patria, de que el
país no puede vivir de bandazo en bandazo, de
plan cuatrienal de desarrollo para otro plan cuatrienal
de desarrollo, desconociendo el anterior. Se necesitan
unas líneas fundamentales de continuidad.
Por supuesto, esas líneas fundamentales de continuidad
no se pueden imponer, hay que construirlas en la convicción
social. De ahí la importancia de empezar esa tarea
de persuadir a los colombianos alrededor de la discusión
de esa visión de largo plazo de nuestra Patria.
Quiero referirme al tema de la
agenda legislativa. Muy apreciados afiliados a la Cámara de Comercio Colombo – Americana:
tengo confianza, en esta semana cuando termina un periodo
de sesiones del Congreso, que quede aprobada la reforma
constitucional de pensiones –otro gran avance para
el saneamiento fiscal de la Nación, para poder
asegurar el pago a los pensionados sin que Colombia tenga
que gastarse los recursos de pensiones en privilegios-,
para que las nuevas generaciones sepan que podrán
contribuir al pago de las pensiones de los mayores, pero
que también podrán construir su propia
pensión.
Confío que ustedes nos ayuden en los mercados
internacionales y en los mercados nacionales, para que
ellos asimilen la aprobación de esa reforma constitucional
de pensiones y la respuesta sea una nueva reducción
en las tasas de interés que se cobran a los bonos
del Estado colombiano. Vengo a pedir a ustedes esa acción
tan importante como constructores de opinión en
los mercados financieros.
Tengo confianza que esta semana
podamos decirle al país,
que se ha aprobado el estatuto de eliminación
de trámites, que facilita mucho la acción
de la ciudadanía y la acción de las empresas
en Colombia. Hemos trabajado durante mucho tiempo por él.
Ya, solamente le falta la conciliación entre Senado
y Cámara.
Tengo confianza que otras leyes
de gran importancia para la inversión, para la estabilidad, sean aprobadas
como el nuevo estatuto del mercado de capitales que exige
la creación de unos órganos de Gobierno,
de vigilancia comunitaria en las empresas que acudan
al mercado de capitales. Eso le da mucha tranquilidad
a la ciudadanía y le va a facilitar a las empresas
acudir con mayor éxito al mercado capital. Y si
eso ocurre, entonces nos facilita que la pequeña
y la mediana empresa, tengan mayor participación
frente al sistema financiero en general.
Si la gran empresa acude con
mayor éxito al mercado
de capitales, los espacios del mercado financiero, de
los intermediarios financieros, se abren en mayor porcentaje
para las pequeñas y para las medianas empresas.
Tengo confianza en esa agenda legislativa, que se ha
venido trabajando con total esmero y que es bien significativa
para esta Patria.
Nuestra política de seguridad no cierra las puertas
al entendimiento. En este Gobierno se han reinsertado
más de 12 mil integrantes de los grupos terroristas.
El programa de reinserción, apoyado jubilosamente
por el pueblo colombiano, necesita todos los días
más compromiso internacional, más apoyo
internacional. Esa reinserción, demuestra que
hay un proceso de paz sin alharacas, sin tantos triunfalistas,
un proceso de paz nacido de la política de autoridad
y la política de autoridad es la única
que puede engendrar procesos de paz perdurables.
En el pasado, cuando se hicieron
los acuerdos con el M – 19, se desmovilizaron alrededor de 300 guerrilleros,
los otros eran acompañantes. Con el Epl, mil hombres
en armas, en total dos mil. Ahora llevamos más
de 12.100 reinsertados. ¡Que importante es ese
proceso!
La semana pasada tuve dos experiencias.
Primero, recibir 29 reinsertados provenientes del grupo
Anorí del
Eln, muchachos con 20 años de pertenencia a ese
grupo. Les dije: ‘muchachos, me emociona mucho
encontrarlos, esta no es una victoria del Gobierno –que
no es triunfalista-, esta no es una victoria de las Fuerzas
Armadas –que cumplen su deber con total prudencia
y sin jactancias-. Esta es una victoria de ustedes, del
regreso a su tranquilidad. Esta es una victoria de sus
familias, que los volverán a tener en su seno.
Ese programa de reinserción es un gran camino
para lograr la desintegración de todos los grupos
violentos.
Y el sábado me encontré en la Base Militar
de Larandia, con otro grupo de reinsertados. Además,
ese grupo de reinsertados, con toda confianza, ayudando
a la Fuerza Pública y ayudando en el programa
para que los otros se desmovilicen.
Este programa de reinserción, necesita un gran
acompañamiento internacional. Solamente este año
este programa nos cuesta más de 80 millones de
dólares y ustedes son voceros, con toda la legitimidad,
para apoyarnos en la comunidad internacional en ese programa
de reinserción.
He dicho claramente que en nuestra
política de
seguridad tenemos dos elementos: la acción militar
contundente y transparente y la reinserción.
La acción militar, con toda la contundencia y
con toda la transparencia. Dos características
de esa transparencia: nuestra adhesión a los derechos
humanos y la circunstancia de que las fuerzas institucionales
de Colombia, el Gobierno, no hacen pactos con bandidos
para combatir a otros bandidos.
Nuestra acción de orden público, se adelanta
para tranquilidad de las nuevas generaciones, para tranquilidad
de propios y extraños, exclusivamente a través
de las Fuerzas institucionales de la Patria. Eso y nuestra
adhesión a los derechos humanos, tiene que generar
en la comunidad internacional toda la confianza y todo
el respaldo a esta política.
Y ese otro elemento, el de la
reinserción, con
toda la generosidad. Como lo dije a los del Eln la semana
pasada: mientras persistan en la violencia, encontrarán
a un Gobierno que los enfrentará con toda la determinación
y en el momento que dejen la violencia y tomen la decisión
de reinsertarse, encontrarán un Gobierno, que
representando el querer generoso del pueblo colombiano,
lo recibirá con toda la generosidad y con todo
el patriotismo.
Se que hay un tema que gravita
en esta reunión.
el tratado de comercio.
Cuando uno ve este comercio en
crecimiento, cuando uno ve las posibilidades, ciertas
economías se comprenden
bien, ciertas economías entienden que en todas
partes tenemos que generar empleo y resolver problemas
sociales, se pregunta: ¿será que podremos
vivir, a partir del 31 de diciembre de 2006, sin Aptdea
y sin un tratado de comercio que sustituya al Aptdea?
Sería muy grande la incertidumbre a la que nos
veríamos dispuestos.
Por eso, avanzar en esa negociación, perfeccionar
esa negociación cuanto antes, es un imperativo.
Y hacerlo también, con criterio social y con criterio
político. Nada más conveniente para la
democracia del hemisferio, demostrar que ese tratado
tiene criterio social y criterio político.
Criterio social, para entender
que hay unos países
que requieren oportunidades para derrotar la pobreza,
para construí equidad. Criterio político
para entender que la unidad del Continente a fin de que
el Continente no se siga polarizando, depende también
del grado de solidaridad que seamos capaces de demostrar
en el texto de este tratado.
Criterio político para entender que cuando en
Colombia se debilita, como se debilitó durante
tantos años la agricultura legal, prospera el
narcotráfico y el terrorismo. Criterio político
para entender que cuando se fortalece la agricultura
lícita, se crean condiciones para poder derrotar
el terrorismo y su fuente alimentaría, que es
el narcotráfico.
Ustedes, han sido siempre grandes
embajadores de Colombia en los Estados Unidos. Síganlo
siendo.
Aquí hay muchas dificultades. Los problemas que
enfrentamos son problemas sobre los cuales tenemos que
meditar a cada momento. Soluciones milagrosas no hay,
pero aquí hay honradez, amor por la democracia,
buena fe.
Ustedes tienen, como siempre
lo han tenido, todas las garantías y ahora más que garantías,
nuestras esperanzas.
Sigan creciendo sus inversiones
en esta Colombia, ayúdennos
a generar empleo, ayúdennos a construir una Colombia
con total justicia social. Y sirvan siempre, de eficaces
voceros ante la comunidad internacional.
Los felicito por estos 50 años. Mil gracias.
Y quedan comprometidos para laborar más intensamente,
en cada momento, por el bien de Colombia”.