Junio de 2005

Enero

Febrero

Marzo

Abril

Mayo

Junio

Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

6
31
14 de junio

Texto completo

VIDEOCONFERENCIA DEL PRESIDENTE URIBE CON LA COMUNIDAD SUECA

Bogotá, 14 jun (SNE).- La siguiente es la videoconferencia realizada por el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, con miembros de la comunidad Sueca (Gobierno, Parlamento, academia y organizaciones no guberamentales) que participaron en el Seminario Colombia, promovido por nuestro país.

“Álvaro Uribe Vélez. Presidente de la República. Me complace mucho poder tener esta reunión y en medio de una controversia constructiva, democrática, con algunos de ustedes, entrar a dar mis puntos de vista.

Este Gobierno considera como terroristas a los grupos armados al margen de la ley, mientras estén utilizando la violencia. En el momento que acepten dejar de utilizar la violencia, el Gobierno entra a negociar con ellos. Prueba, es que hoy tenemos 12.100 reinsertados y el número crece, todos los días hay más reinsertados. Más o menos la mitad de esos 12.100 corresponden a las guerrillas y la mitad a los grupos paramilitares.

¿Por qué los hemos llamado terroristas?, por lo siguiente: porque Colombia no es una dictadura.

La insurgencia en América Latina, en alguna forma, se legitimó por su lucha contra las dictaduras y por su lucha por el mejoramiento social de los países. En Colombia tenemos todo lo contrario. En Colombia tenemos una democracia profunda, una democracia que todos los días ha sido más garantista.

Y lo que hemos visto en área social, es que estos grupos violentos lo que han hecho es agravar la situación social en lugar de mejorarla, han espantado la inversión, han producido el desplazamiento de cuatro millones de colombianos al extranjero, han producido un desplazamiento interno de dos millones de colombianos, han aumentado la pobreza, han aumentando el desempleo.

¿Que Colombia tiene un problema social muy grave?, sí lo tiene.

En Colombia tenemos un 48 por ciento de la población que vive bien, en un modelo social respetable, presentable en cualquier parte del mundo y un 52 por ciento de la población que vive en pobreza. Pobreza que tenemos que reivindicar.

Pero ¿podemos, a partir de ese problema social, reconocer la legitimidad de la violencia?: de ninguna manera, porque esa violencia en lugar de ser solución, ha sido concausa de ese problema social.

Ahora, comparemos la situación de la democracia colombiana con las dictaduras que hubo en otros países y que en cierta forma le dieron legitimidad a la lucha armada contra esas dictaduras.

Colombia, todos los días ha profundizado más su democracia, veámoslo: en la década de los 80’s Colombia introdujo la elección popular de alcaldes. En la Constitución de 1991, Colombia introdujo la elección popular de gobernadores. En Colombia se elige, popular y directamente a 32 gobernadores, a 1.096 alcaldes. Este Gobierno ha sido particularmente cuidadoso con la seguridad con concepto democrático para que todo el mundo pueda ejercer sus derechos democráticos.

En las elecciones de 2003, por primera vez, ganaron alcaldías tan importantes como la de Bogotá, gobernaciones tan importantes como la del Valle del Cauca. Y en muchas partes del país, personas provenientes de partidos alternativos a los tradicionales, de partidos integrados por antiguas guerrillas, de partidos realmente de oposición. ¿Qué hizo el Gobierno?: los protegió eficazmente como candidatos, les reconoció todos sus derechos, les garantizó la eficacia de esos derechos. Y estos gobernantes locales vienen ejerciendo sus espacios de gobierno con todo el respeto por parte del Gobierno Nacional.

En Colombia, en los últimos meses, han sido elegidos 173 alcaldes. El pasado domingo fueron elegidos cinco. ¡Todos los candidatos rodeados de plenas garantías! Más de 50 de esas 173 alcaldías han sido ganadas por candidatos de la oposición.

¡Aquí, todos los días, hay más libertades! Ustedes miren otros países del Continente, donde se suprimieron las libertades, con el pretexto de luchar contra los violentos, en Colombia hemos profundizado las libertades.

Entonces, tenemos más democracia, tenemos más libertades, tenemos todas las oportunidades para que las diferentes expresiones del pensamiento se manifiesten.

Y eso nos ha llevado a la siguiente conclusión: cuando uno lee muchas legislaciones europeas, encuentra que esas legislaciones definen como terrorismo cualquier acción armada, cualquier acción de uso de fuerza o de amenaza de uso de fuerza por razones ideológicas, por razones políticas, por razones religiosas. ¿Por qué?, porque esas democracias son pluralistas, abiertas, garantistas.

Lo mismo podemos decir en Colombia: aquí hay una democracia abierta, pluralista, garantista. Esa democracia debe exigir que contra ella no se luche por la vía armada y por eso la vía armada aquí, la definimos como terrorismo.

Además hay que considerar la financiación de estos grupos, que es una financiación eminentemente terrorista, proveniente del narcotráfico y proveniente del secuestro. Y además hay que considerar las acciones delictivas de estos grupos, sus acciones indiscriminadas contra la población civil.

Ya por ejemplo, no enfrentan militarmente a los soldados y a los policías, los enfrentan es, simplemente con explosivos, con minas antipersona. Y ese tema de las minas antipersona sí que es importante.

Mientras estos grupos terroristas, en el último año, han afectado con minas antipersona a 600 integrantes de la Fuerza Pública, el Ejército de Colombia ha destruido las minas antipersona que le quedaban, por razones pedagógicas, por razones académicas.

Ahora, la circunstancia de que nosotros los denominemos terroristas, no cierra el espacio de la negociación. A mí me han dicho: ‘¿cómo los llaman terroristas y cómo quiere negociar con ellos?’, muy fácil, por eso hemos exigido, como condición para iniciar el diálogo el cese de hostilidades.

Hemos dicho: si hay cese de hostilidades, no se necesita que se desmovilicen, no se necesita que se desarmen. El desarme y la desmovilización pueden ser puntos de llegada del proceso. Pero para que el proceso tenga un punto de inicio, se necesita el cese de hostilidades.

Pregunta. Miembro de una Ong: Primero quiero decir gracias por esta oportunidad de hablar directamente con Usted. La pregunta es: ¿cómo ve Usted el rol, el papel, de las Ong’s internacionales y nacionales en este proceso de paz y también en el trabajo de los derechos humanos? Y ¿ve y usted alguna necesidad de mejorar la comunicación, y si es así, tiene claves para mejorar la situación, entonces?

Presidente de la República: Muchas gracias. Para nadie es un secreto que he tenido discrepancias profundas con Ong’s. Para nadie es un secreto. Ahora, lo digo con inmenso respeto, todo el mundo conoce las discrepancias que he tenido con algunas Ong’s, pero yo respeto en términos generales, el trabajo de las Ong’s. Y quiero reiterarles que tienen todas las garantías en Colombia.

A lo largo de estos tres años –que cumplirá mi Gobierno en agosto- las Ong’s han tenido controversias conmigo como Presidente, pero han estado rodeadas de todas las garantías en Colombia.

Ahora, uno no puede generalizar frente a las Ong’s, hay Ong’s frente con las cuales nosotros no podemos estar de acuerdo porque su acción viola la ley colombiana. Si una Ong le da dinero a un grupo terrorista, eso es una clara violación de la legislación colombiana. La legislación colombiana que yo juré cumplir y hacer cumplir.

Pero si una Ong es, simplemente, crítica del Gobierno, trabajadora de los derechos humanos; el Gobierno, así discrepe de ella, tiene que respetarla y es lo que ha venido ocurriendo en Colombia.

Quiero repetir –pues- toda nuestra decisión de dar todas las garantías a las Ong’s, reservando el derecho a nuestra discrepancia con conceptos de algunas Ong’s y advirtiendo que en el caso de que Ong’s violen la ley –como lo hace alguna Ong que financia grupos terroristas- el Gobierno no puede ser indiferente frente a ese tema.

Ahora, todos estamos comprometidos en los Derechos Humanos. Yo he llamado el proyecto de Seguridad –que tenemos en Colombia- un proyecto de Seguridad Democrática por lo siguiente: primero, para establecer la diferencia con el periodo histórico en el cual América Latina fue recorrida por la doctrina de la Seguridad Nacional. Esa doctrina se utilizó como una herramienta de seguridad para combatir el disenso, para macartizar la oposición, para suprimir las libertades.

La Seguridad nuestra es diferente, la Seguridad nuestra protege el disenso. En Colombia hoy se protege con igual empeño al más caracterizado defensor de las ideas de Gobierno, y al parlamentario más duro y crítico de las ideas de Gobierno.

Y he llamado esta Seguridad Democrática, por otras dos razones: porque esta seguridad abraza los derechos humanos y porque nosotros cumplimos nuestra tarea de seguridad sin aliarnos con grupos de bandidos para perseguir a otros bandidos.

¡Nosotros cumplimos nuestra tarea de seguridad apelando exclusivamente a las Fuerzas institucionales del Estado!

Hemos dicho, que hay que ser tan eficaces como transparentes. Y la transparencia se basa en los derechos humanos y en la apelación exclusiva a la institucionalidad.

Hemos luchado para que se defienda a grupos que en el pasado fueron muy vulnerables, como los líderes sindicales. En el año 2001, fueron asesinados en Colombia más de 165 integrantes de sindicatos, de organizaciones de trabajadores. Yo quisiera decirle al mundo, a la comunidad Sueca, que ya no hay asesinato de líderes sindicales en Colombia. Sin embargo, todavía tenemos dificultades, este año nos han asesinado siete personas vinculadas a organizaciones sindicales. Es mucho menos que lo que ocurrió en 2001, cuando asesinaron más de 165, pero nosotros queremos decirle al mundo que ha llegado un día en el cual hay cero asesinatos de líderes sindicales en Colombia.

Y quiero darles una buena noticia. Todos los días, de acuerdo con el registro de Embajadas, el registro de la Defensoría del Pueblo, el registro de la Procuraduría General de la Nación, hay menos quejas de violación de derechos humanos, contra la Fuerza Pública de Colombia.

La Fuerza Pública de Colombia quiere derrotar el terrorismo con transparencia, con adhesión total a los derechos humanos. La lucha por los derechos humanos es de ustedes y es nuestra.

La sociedad colombiana no se reconcilia sino alrededor de una seguridad garantista de los derechos humanos y para poder derrotar el terrorismo y mantener una política de seguridad sostenible en un país de opinión, la opinión tiene que darse cuenta que hay compromiso de los derechos humanos.

Pregunta. Miembro de agencia de cooperación Ecuménica Sueca, con trabajo en Colombia: Quiero empezar por felicitarlos por los avances que han tenido con esta nueva ley, el marco jurídico, que es algo en lo que hemos enfatizado mucho y lo vemos como algo muy importante para el seguimiento del proceso. Y con respecto a esa misma ley, se presenta este marco jurídico como una solución pragmática, una solución negociada con ciertas deficiencias en términos de los derechos y los principios de verdad, justicia y reparación. Eso, todos podemos entender que será difícil llegar al 100 por ciento de esos derechos.

En nuestra manera de ver y analizar otras experiencias históricas de procesos de post conflicto, no estamos viendo tanto, esos derechos, como fundamentalismo, un norte hacia el cual debemos apuntar pero que luego debemos –digamos- deshacernos con un alcance intermedio, sino que realmente, según nuestra experiencia, lo que requiere una Nación en duelo y en post conflicto para poder curar sus heridas y poder salir adelante como una Nación reconciliada. Ahora se presenta esta ley con ciertas deficiencias, que se puede entender, en los tres principios.

Eso, entonces, según ese análisis conllevaría ciertos riesgos de que la paz no sea duradera y la reconciliación no sea verdadera. Yo estoy seguro que Usted está muy conciente de los riesgos que existen por tal motivo, pero me gustaría escuchar cuáles riesgos ven ustedes con la ley y cuáles serían las medidas para enfrentarlo, en ese caso.

Presidente de la República: Le voy a contar algunas características de la ley.

1) La hemos discutido en un largísimo proceso. Todo el mundo ha opinado y el Gobierno ha sido receptivo a introducirle modificaciones al proyecto.

2) Hemos dicho que la ley es universal, para aplicarla por igual a los mal llamados paramilitares y a guerrilleros.

3) Hemos dicho que la ley tiene que ser equilibrada, un buen balance entre paz y justicia.

4) Hemos dicho que la ley tiene que ser creíble y un elemento de que la ley es creíble, es la cantidad de desmovilizaciones que se han dado hasta hoy. Todavía, sin que esté aprobada la ley, llevamos más de 12.100 desmovilizados. Eso no tiene antecedentes en Colombia, a pesar de no haberse aprobado la ley.

Es la primera vez que en Colombia una ley de paz se preocupa por el tema de justicia y por el tema de la reparación. En el pasado, solamente, importaba la reconciliación, importaba la desmovilización y hacía caso omiso de la justicia, caso omiso de la reparación. Ahora, la ley es un buen balance entre la búsqueda de la paz y la búsqueda de la justicia y la reparación.

5) Hemos dicho, que en nombre de la paz, no se puede llegar a la impunidad, pero que en nombre de la justicia, no se puede olvidar que la ley es una ley de paz no una ley sometimiento.

Estos son los principios generales que la enmarcan.

Por ejemplo, frente a los delitos atroces: la ley no permite amnistía, no permite indulto, porque al Constitución colombiana es muy clara en esa materia y los tratados internacionales –de los cuales Colombia es signataria- también impiden amnistía e impiden indulto por delitos atroces.

Segundo, la ley es para personas que estén en grupos guerrilleros o paramilitares, no para personas que estén en narcotráfico.

Ahí se presenta un problema: hoy las guerrillas y los paramilitares en Colombia están contaminados de narcotráfico. Tenemos una enorme dificultas. Entonces, estamos buscando que la ley de las señales más claras en el sentido de que se le aplique a quienes, por lo menos, hayan tenido como objeto principal la actividad del paramilitarismo o la actividad de la guerrilla, así estén contaminados con el narcotráfico.

Hemos encontrado problemas muy difíciles, que los pongo sobre la mesa para que la opinión pública los analice. Por ejemplo tenemos casos de personas que antes eran narcotraficantes y este Gobierno los recibió como paramilitares –porque los encontramos como paramilitares- . Ahí tenemos una enorme dificultad.

Entonces, ¿qué hemos propuesto?: que la ley, a esas personas, se les aplique solamente frente a los delitos que han cometido durante su permanencia y con ocasión de su permanencia en grupos paramilitares. Que si cometieron delitos de narcotráfico con antelación, esos delitos no pueden recibir el beneficio de la ley.

Tenemos otros temas sumamente difíciles, que han sido injustamente tratados en el debate político, el de la conexidad. En Colombia, si alguien comete un delito político y simultáneamente comete un delito de narcotráfico, el delito político no subsume, no acumula el de narcotráfico porque no hay conexidad. En la ley se reitera que no hay conexidad, como ha quedado claro desde que Colombia firmó la convención de Viena.

Se está haciendo un gran esfuerzo para indemnizar a las víctimas. Yo lo reconozco a la comunidad Europea, a ustedes en la comunidad Sueca, que reparación total de las víctimas es imposible.

Justamente, hoy 14 de junio, hace 22 años que la Farc asesinó a mi padre. Yo pertenezco a una de esas familias del 50 pro ciento de las familias de Colombia que han sido víctimas de esta violencia. 22 años, yo ya viejo, y sin embargo desde las horas de la madrugada me repica el dolor. He estado hoy, rezándole a mi padre para que nos ayude desde el cielo, y me ayude, a no equivocarme en la orientación de Colombia.

Pensaba esta mañana: nada repara el dolor, nada repara el dolor. Pero estamos haciendo un gran esfuerzo para que esos bienes adquiridos por estos grupos, tengan que entregarlos como condición para el beneficio de la ley. Y tengan que entregarlos a un fondo que se dedicará a la reparación de las víctimas.

Y ese esfuerzo no es aislado. En un Gobierno anterior, siendo ministro el doctor Carlos Holmmes Trujillo, hoy nuestro embajador en Suecia, se aprobó una ley que se llama de extinción de dominio, para que el Estado confisque los bienes mal habidos por los diferentes grupos delincuenciales de Colombia, confisque el enriquecimiento ilícito. Este Gobierno tramitó una ley que agiliza el procedimiento para confiscar bienes ilícitamente adquiridos.

Con esos bienes, más los bienes que deban entregar las personas que se sometan a la ley que se está aprobando, aspiramos tener un fondo que ayude, por lo menos, a avanzar en la reparación económica de las víctimas. Y en lo posible, hay que inducir toda esa reparación sicológica, todo ese perdón que los victimarios deben pedir a las víctimas para reconciliar la sociedad colombiana.

Les acepto, reparación total no hay. ¿Saben, cuál creo yo, va a ser la gran reparación?: que este país pueda vivir en paz.

Reparación total frente a las víctimas no habrá. Mi ilusión es que haya reparación total frente a las nuevas generaciones, que las nuevas generaciones puedan vivir con la paz con que no ha podido vivir la generación, que por ejemplo, yo represento.

Pregunta. Miembro de la Cancillería Sueca: Quisiera hacerle una pregunta refiriéndome a informaciones que nos están llegando hoy, sobre sugerencias del Gobierno, de introducir cambios a la ley de Justicia y Paz a último minuto –para decirlo así-. ¿Cuáles son estos cambios y por qué son necesarios estos cambios en este momento?

Presidente de la República: El Gobierno ha estado en un permanente debate dando sus puntos de vista, recogiendo puntos de vista.

El informe que tengo del Ministro (del Interior y de Justicia, Sabas Pretil de la Vega) y el informe que tengo del Alto Comisionado (para la Paz, Luis Carlos Restrepo) es que se van a proponer unos ajustes, no mayores, en las Plenarias.

Por ejemplo, para que quede claro que, si una persona cometió un delito de narcotráfico antes de pertenecer a estos grupos, por ese delito no recibe beneficios, puede recibir beneficios solamente por los delitos cometidos como paramilitar o como guerrilleros y con ocasión de la permanencia en esos grupos.

Nosotros hemos dejado absolutamente claro que no hay conexidad. Le informaba que no puede haber conexidad de los delitos políticos con delitos por ejemplo, como el narcotráfico, etcétera.

Me informaba el Comisionado que se ha aceptado la propuesta de algunos parlamentarios, como la doctora Gina Parody, para extender los periodos procesales a fin de que los jueces tengan más tiempo para la investigación. Esos son temas que se vienen clarificando.

Esto hace parte de una postura del Gobierno de manejar el tema con total buena fe, con total apertura, con todas las cartas sobre la mesa. ¿Por qué?, porque estamos haciendo un ensayo en Colombia, que no habíamos hecho en el pasado: buscar la paz, pero no preocupados solamente por la paz, preocupados también por la justicia y por la reparación a las víctimas.

Confiamos que la ley sea aprobada en esta semana final del Congreso y que sea la ley más indicada para manejar este tramo de la vida colombiana.

Es muy importante que quienes están preocupados en Europa por la ley, sepan que la ley es para aplicarla por igual a paramilitares y a guerrilleros. Porque una de las cosas que me preocupa, es que muchos dicen que hay que darles un tratamiento diferente, que a la guerrilla hay que perdonarle todo y que con los paramilitares no puede haber procesos de paz. Es imposible diferenciarlos hoy.

Hoy hay que tener un mismo tratamiento, hay que brindar un mismo tratamiento a unos y a otros. Ambos violan el ordenamiento jurídico y uno no puede distinguir el dolor de las víctimas por el origen del victimario. Sea cual sea el victimario, el dolor de las víctimas es de la misma intensidad.

Pregunta. Diputado del Parlamento Sueco de la comisión de asuntos internacionales: después de las guerras es muy común ver problemas, después del post conflicto. Normalmente combatientes que no tienen alguna posición fija y propia y tampoco tiene posibilidades económicas para mantenerse en el futuro. ¿Qué programa tiene Usted para la reintegración de personas relacionadas a los terroristas y qué programa tiene para cambiar la producción de narcóticos?

Presidente de la República: Muchas gracias honorable Parlamentario. Usted me pregunta por el tema de la reinserción y por el tema de la sustitución de cultivos.

Hoy tenemos más de 12.100 personas en reinserción, van a ser muchos más por las desmovilizaciones que se esperan para los próximos días. ¿Qué estamos haciendo nosotros?, dándoles a esas personas oportunidades integrales, oportunidades de educación, oportunidades de formación para el trabajo. Les estamos pagando una suma de dinero al mes para que ellos, mientras estudian, mientras se rehabilitan psicológicamente, tengan la garantía de esos ingresos.

Y estamos buscando cómo patrocinarles proyectos productivos y cómo encontrarles empleo. Me gustaría que el Parlamento Sueco viniera a Colombia y viera cómo estamos adelantando ese programa de reinserción que necesitamos, además, que nos ayuden. Es muy difícil, es muy costoso. Este año el Gobierno –que presido- se gasta en reinserción más de 80 millones de dólares. Pero es totalmente necesario ese programa. Y lo hemos hecho con toda generosidad.

Sustitución de cultivos. Le voy a hablar de manera general y específica.

De manera general. Lo fundamental es recuperar la economía. Este Gobierno encontró un desempleo llegando al 20 por ciento. Está en el 12 por ciento y queremos bajarlo rápidamente a menos de 10 por ciento. Llevamos 34 meses de Gobierno y ahí hay un resultado bien importante.

Nosotros tenemos un programa de promoción de la pequeña empresa, que creo es el más exitoso de América Latina. La cartera para el microcrédito en Colombia ha crecido un 190 por ciento en este Gobierno.

Colombia había perdido en los años anteriores, un millón de hectáreas agrícolas. Este Gobierno ha recuperado 400 mil y vamos en el camino de recuperarlas todas.

Ya específicamente, para sustitución de cultivos, es muy importante avanzar con el café orgánico, es muy importante lo que se está haciendo en algunas zonas de Colombia: promover los frutales amazónicos, promover palmitos. Es muy importante promover la palma africana para la producción de aceite comestible y para la producción de biodisel.

Colombia empieza este año un cultivo muy importante, una acción económica muy importante, que es la producción de alcohol carburante. Y en los próximos años, Colombia empezará a producir biodisel. Esos cultivos para generar alcohol carburante –con yuca, caña-, esos cultivos para generar biodisel con palma africana, son cultivos muy importantes para sustituir cultivos ilícitos. Estamos promoviendo, también, el cacao.

Y todos esos cultivos para los campesinos, están recibiendo crédito e incentivos del Gobierno. Me gustaría que una comisión de Parlamento sueca, visitara las regiones donde promovemos esos cultivos.

Y hay un punto muy importante, guárdenlo en la mete de ustedes, nuestro programa de Familias Guardabosques.

Colombia es uno de los países más ricos del mundo en biodiversidad, es uno de los países más ricos del mundo en disponibilidad de agua dulce por unidad de superficie.

Si ustedes miran el mapa de Colombia es una inserción de norte a sur, en la selva amazónica. Las drogas ilícitas nos han destruido un millón 700 mil hectáreas de selva amazónica en Colombia. Para recuperar eso, tenemos un programa bellísimo que se llama Familias Guardabosques: familias de campesinos que estaban en la droga. Y hemos hecho ese acuerdo con ellos para que cuiden el área libre de droga, cuiden la recuperación del bosque tropical y el Gobierno le paga a cada familia dos mil dólares al año.

Tenemos 33 mil familias en ese programa, necesitaríamos muchas más. Ahí nos puede ayudar enormemente la Unión Europea, nos puede ayudar enormemente, Suecia.

Este país tiene un millón 164 mil kilómetros cuadrados de superficie y por fortuna todavía, 578 mil kilómetros. Una extensión superior al tamaño de Francia, se encuentra en selva. Eso indica la pertinencia de nuestro programa de Familias Guardabosques.

Carlos Holmmes Trujillo. Embajador de Colombia en Suecia: Antes de que le formulen la siguiente pregunta, le informó que precisamente el Parlamentario, quien acaba de preguntarle, esta promoviendo un viaje de una delegación parlamentaria a Colombia, posiblemente para finales del mes de agosto, Presidente.

Pregunta. Integrante de una Ong, la Fundación Sueca para los Derechos Humanos. Tengo una pregunta con relación al cese de hostilidades en las negociaciones actuales con las autodefensas. Como menciono Usted, el cese de hostilidades fue la condición para iniciar o para entrar en las negociaciones actuales. Nos llegan informes increíbles y preocupantes sobre violaciones de ese cese de hostilidades. ¿Cómo manejar este problema, por qué siguen ocurriendo esas violaciones al cese de hostilidades y cuáles van a ser las consecuencias para los responsables?

Presidente de la República. Yo quiero hablarles desde el corazón y con toda claridad.

Primero, no todos los grupos paramilitares se comprometieron en el cese de hostilidades, varios de esos grupos están por fuera del proceso y el Gobierno los ha perseguido implacablemente.

Yo rogaría entender esto: este es el primer Gobierno que emprende una acción implacable contra los paramilitares. Llevamos casi 10 mil paramilitares traídos a la cárcel y alrededor de 1.200 dados de baja por las fuerzas institucionales del Gobierno. Si ustedes miran lo que había con antelación a este Gobierno, se dan cuenta que este Gobierno ha emprendido seriamente el combate militar a los grupos paramilitares.

Segundo, los grupos paramilitares que se comprometieron en el cese de hostilidades, son varios. Algunos de ellos lo han cumplido rigurosamente, otros no. Cuando se han presentado casos de violaciones, el Gobierno ha ordenado toda la acción militar contra ellos.

Hoy, por ejemplo, al señor Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, cuando la justicia lo llamó, todavía sin condenarlo, pero a que respondiera en un proceso de investigación penal por un crimen, el Gobierno ordenó que la policía entrara a la zona de ubicación a detenerlo. La Policía entró y a los días de estar en esa persecución, él pidió una negociación y la negociación a la cual se llegó con él es la siguiente: el Gobierno lo recibe como desmovilizado, no regresa a la zona, se le ubica en un sitio definido por el Gobierno –donde hoy está-, un sitio rural, visible por cualquier ciudadano de Colombia o del extranjero –me gustaría que lo mirarán-, austero. Ese sitio está controlado totalmente por la Policía. El señor se ha comprometido a desmontar toda la infraestructura de paramilitarismo que tiene a su cargo y esta a ordenes de la justicia. Mañana se espera una desmovilización de gran importancia, de personas que han estado a cargo de este señor.

Entonces una respuesta muy clara, nosotros, lo que hemos exigido es avanzar hacia el cese de hostilidades, del cese de hostilidades a la desmovilización. Por eso, hemos apresurado las desmovilizaciones.

Pero este esfuerzo, a pesar de que ha habido violaciones del cese de hostilidades, es un esfuerzo que todos los días produce mejores resultados.

Miren, cuando llegué a la Presidencia, en Colombia habían 29 mil asesinatos por año. Este año, casi a mitad de año, van 7.331. Todavía la tasa de asesinatos es muy alta, pero la reducción es sustancial.

Cuando llegué a la Presidencia asesinaban 66 colombianos al año por cada 100 mil habitantes, este año van 16. Espero que al final de año la situación muestre una clara mejoría.

Y hay una reducción sustancial en otros temas, como el tema de masacres, el tema de terrorismo.

Por ejemplo, el tema de masacres, la disminución es del orden del 80 por ciento. Todavía hay desplazamiento en Colombia, pero todos los días menos, ha venido cediendo y cediendo y sobretodo es desplazamiento, hoy, en unas regiones de la periferia colombiana donde todavía no ha podido llegar en forma la Fuerza Pública.

Uno de los principales delitos que había en Colombia era el robo de hidrocarburos, principalmente a cargo de los grupos paramilitares. En este Gobierno, ese robo de hidrocarburos ha caído en un 70 por ciento. O sea que seguimos haciendo el esfuerzo, lo que llamamos nuestra acción militar contundente y la apertura a posibilidades de negociación.

Somos conscientes que ha habido violaciones a ese cese de hostilidades y por eso el Gobierno ha sido implacable en la acción militar.

Pregunta. Miembro de la Cancillería del Departamento de las Américas. Usted ha recibido recién dos cartas escritas por senadores del Congreso americano, entre ellos el senador Lugan y el senador Kennedy. En esta carta hay una carta crítica dura contra la propuesta marco de legalización por el proceso de paz. ¿Qué va Usted a responder a estos senadores?

Presidente de la República: Lo mismo que les estoy respondiendo a ustedes hoy. Aquí no hay nada escondido, todo esta sobre la mesa.

Por ejemplo, ellos reclaman por la extradición. Este Gobierno no ha negociado la extradición, este Gobierno no permite que la extradición se debilite en los proyectos de ley, este es el Gobierno que más extradiciones ha hecho en Colombia. Hasta el momento, mi Gobierno lleva autorizadas 310 extradiciones. ¡Eso no tiene antecedentes, queridos amigos!

Y ahí están los resultados en política de orden público y en política de garantías democráticas por parte del Gobierno que presido.

Una vez termine la aprobación de la ley, la señora Canciller (Carolina Barco) y el Alto Comisionado van a hablar con estos senadores en el Congreso de los Estados Unidos, nuevamente.

El problema colombiano es muy complejo, nosotros lo hemos enfrentado. Quizá con equivocaciones, porque somos humanos, pero con toda la buena fe. Aquí no hay trampas. Aquí no hay negociaciones debajo de la mesa. Aquí todo está expuesto sobre la mesa, a plena luz del día.

Embajador: Muchísimas gracias, querido Presidente. Ésta era la última pregunta, vamos a continuar deliberando y yo le informaré oportunamente sobre los resultados de este seminario. Muy, muy agradecidos con usted.

Presidente de la República: Embajador, a Usted nuestra infinita gratitud, nuestras felicitaciones por su tarea.

Y a los representantes de Suecia, de la Unión Europea que lo acompañan en ese seminario: que nos crean, que vamos a salir adelante, que este país va a salir adelante y que nos ayuden para tener una Colombia sin guerrillas, sin paramilitares, sin droga. Una Colombia con justicia social.

A todos muchas gracias.

Imprimir
MAPA DEL SITIO
| Quejas y Reclamos | Web Master |
Linea de Quejas y Reclamos 018000-913666

COPYRIGHT © 2006 PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA