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PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN EL FORO EXPOGESTIÓN 2005

Bogotá, 22 jun. (SNE). El siguiente es el discurso del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, durante el foro ‘Expogestión 2005’ con la participación del ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

“Presidente Clinton, bienvenido. Lo admiramos y le agradecemos enormemente sus esfuerzos por Colombia. Todos estamos a la expectativa de escucharlo.

Dos minutos para caracterizar brevemente un caso de liderazgo: el Plan Colombia. Unos líderes autores de ese caso: el ex presidente (William) Clinton, el ex presidente (Andrés) Pastrana, el embajador (de Colombia en Estados Unidos, Luis Alberto) Moreno, la embajadora (de Estados Unidos en Colombia) Ann Paterson.

Un caso de liderazgo con visión, para ver en el problema de Colombia una amenaza a la democracia regional por la droga y el avance del terrorismo. Un caso de liderazgo de coraje, para emprender unas acciones por encima de todos los riesgos.

Un caso de liderazgo de capacidad ejecutiva, de capacidad de pasar del sueño a la acción, de capacidad de pasar de la receta retórica a la ejecución de la receta.

Estamos enfrente de otro desafío: el Tratado de Libre Comercio entre los países Andinos y los Estados Unidos. Necesitamos su ayuda Presidente Clinton. Es de gran importancia.

No se puede reducir simplemente a un tratado de comercio, hay que tener –como en los grandes ejercicios de liderazgo-, una visión política para dar allí una señal muy clara de lo que deben ser las nuevas relaciones entre nuestros países y los Estados Unidos, construidas alrededor de la profundización democrática, de la construcción de cohesión social, que es el fundamento para la sostenibilidad democrática.

Es muy importante, por ejemplo, pasar del concepto general a las particularidades. Cuando en Colombia se debilita la agricultura legal, prospera la droga. Un camino bien efectivo para derrotar la droga es la prosperidad de la agricultura legal, por eso es definitivo, entre muchos aspectos, tener este encuentro.

Presidente Clinton, esa batalla contra el terrorismo a la cual usted y el Presidente Pastrana le dieron ese formidable impulso, con la adopción del Plan Colombia, la estamos ganando, pero no la hemos ganado.

Se necesitan allí elementos del liderazgo. Uno, que todos reconozcamos y que quienes han de venir reconozcan que hay unas tareas que siempre necesitan continuidad, que procedamos con perseverancia. Es un camino necesario.

¿Cómo manejar la continuidad en unas sociedades pluralistas y con tantas dificultades?: con ajustes permanentes, con mejoramiento continuo, pero sin desmayos.

Su hijita nos crea mucho entusiasmo, nos alimenta el sueño de trabajar para que la nueva generación de colombianos pueda vivir feliz en este país. El sueño de tener una Patria profundamente democrática, en permanente debate, sin antagonismos, en permanente debate de reconciliación. Una Patria sin odios y sin exclusiones.

Muchas gracias Presidente Clinton por su visita.

Julio Sánchez Cristo, moderador: Vamos a hablar de una de las palabras que usted más ha pronunciado o que los líderes del mundo más pronuncian: terrorismo.

La palabra terrorismo está asociada a hechos de los que tenemos todos los días desde Irak, hoy murieron otros tres norteamericanos, la cifra se está acercando a dos mil, usted ha tenido posiciones muy críticas con el tema de Guantánamo. El terrorismo está en Colombia, el Presidente Uribe tiene una batalla frontal contra todas las formas de terrorismo. El terrorismo esta en España con ETA, está en Filipinas, estamos escuchando noticias terrible de los separatistas en Georgia.

Terrorismo y gobernantes hablando de la lucha contra el terrorismo. ¿Por qué nunca escuchamos en algún país la palabra ‘victoria, ganamos’?

Presidente de la República: Gracias Presidente Clinton, gracias Julio. Yo quisiera hacer unas referencias a varios temas que ha respondido el Presidente Clinton y que han comentado aquí el doctor (Juan Manuel) Santos y el doctor (Enrique) Peñalosa.

Primero, hay que repensar a América Latina. La división simplista que hoy se estimula entre gobiernos de derecha y gobiernos de izquierda es simplista, es obsoleta, polariza y es no práctica. Perdió su razón de ser cuando todos los países se comprometieron con la regla democrática, cuando terminaros las dictaduras.

Es polarizante, como lo acabamos de ver en la reciente elección del Secretario General de la OEA. Polarización que se pudo superar, en muy buena parte, gracias a la prudente intervención de nuestra Canciller, y no es práctica.

Hace pocos días una periodista de CNN, me decía, Presidente Clinton: ‘mire es que yo soy de centro izquierda y usted es de derecha y el gobierno de Brasil es de izquierda’ y yo le dije: déme una razón por la cual usted es de izquierda, me califica a mi de derecha, aplaude al gobierno de Brasil como de izquierda y censura al gobierno de Colombia como derecha. Y enmudeció, ahí terminó el debate.

Yo creo que tenemos que pensar esto –usted viene de México, va para el Brasil-, alrededor de otras preguntas: ¿estas democracias son incluyentes? ¿Están trabajando por la inclusión? ¿Estas democracias respetan la institucionalidad? ¿Son democracias de liderazgo o de caudillismo? ¿Son democracias de liderazgos sometidos a la ley o de caprichos de caudillos elegidos? ¿Son democracias progresistas, construyendo con razonable intervención del Estado, con gran compromiso social del sector privado, cohesión social? o ¿son democracias regresivas, apegadas a modelos sociales teóricos que fracasaron?

Para contestar esas preguntas hemos venido sugiriendo, Presidente Clinton, mirra estas democracias a la luz de cinco parámetros: la seguridad con alcance democrático; uno segundo, las libertades públicas; uno tercero, la transparencia como factor de confianza; uno cuarto, la cohesión social como factor de sostenibilidad democrática y uno quinto, la independencia de instituciones.

Y en ese proceso me parece que su Gobierno inspira mucho, porque ayuda a remontar ese antagonismo ideológico que quiso crearse en América Latina, su elección es aplaudida por sectores socialdemócratas, pero usted no responde con la fórmula tradicional. Yo recuerdo su ejercicio y el del vicepresidente Gore de reinvención del Gobierno, un proceso de destrucción del burocratismo. Y a usted lo criticaban, en su reelección usted decía: ‘sí, hemos eliminado 700 mil empleos públicos que consumían recursos innecesariamente, que nos habían llevado al déficit, pero hemos creado condiciones para que el sector privado genere en los Estados Unidos 10 millones de empleos productivos, estables, bien remunerados’. Hay una gran respuesta con fundamento ideológico, como dijera el ex ministro Juan Manuel Santos, pero sin fundamentalismo, sin estancamiento.

Yo creo que a América Latina y a nuestro país hay que mirarlo en ese proceso. Porque ahora que escuchaba al doctor Enrique Peñalosa hablar de muchas reformas que faltan en el listado, como el tema de contralorías –etcétera- en lo cual no tuvimos éxito en el referendo, pero que me gusta mucho que él lo diga, porque hay que seguir haciendo permanentemente pedagogía. Creo que hay que seguir repensando el Estado en un proceso permanentemente evolucionista, sin fundamentalismos que estanquen la teoría y que anulen la práctica. Usted ha sido un ejemplo de eso.

En el tema del Tratado de Libre Comercio. Nosotros hemos procurado que este Tratado de Comercio se adelante en Colombia construyendo consenso. Por supuesto, los procesos electorales no dejan ver consensos. En los procesos electorales, así haya acuerdo sobre el contenido de los temas, algunos tienen que decir que no están de acuerdo, porque finalmente los procesos electorales son emulaciones.

Una de las primeras objeciones que le propusieron a nuestra iniciativa de avanzar con esta vieja idea del Tratado de Comercio con los Estados Unidos fue: ¿por qué no se ponen de acuerdo con los países del Sur? Presidente Clinton, eso hace tres años parecía imposible, ya lo logramos. Construimos un grande, total, imperceptible consenso. No hubo objeción de los trabajadores, no hubo objeción de los empresarios y hace dos días empezamos a ejecutar eso en Paraguay, la unión CAN – MERCOSUR. Esa unión de bloques que va construyendo una llegada a la unión de las Américas, que usted propuso y con la cual soñó.

A mi me preocupa mucho aplazar el Tratado de Comercio, por diferentes razones. Una de ellas, el sistema de concesiones unilaterales que hoy se llama Aptdea, vence el 31 de diciembre del año entrante. No fue fácil la prorroga del acta que se consiguió bajo le nombre de Aptdea y que empezó a construir el gobierno del Presidente Pastrana y que nos correspondió culminar a nosotros. A mi me preocupa mucho lo que pueda pasarle a esta economía en el año 2007, sin el Aptdea y sin el acuerdo.

Por eso, el Gobierno, respetando las manifestaciones de disenso –que seguramente van a ser más pronunciadas por la época de campaña-, el Gobierno va a seguir en un esfuerzo: construir consenso, así no todos tengan que reconocer el consenso; buscar el mejor contenido para que así, hoy algunos no lo puedan apoyar, mañana si lo apoyen. Yo confío en que si logramos el mejor contenido, muchos de los que no van a poyar el Tratado ahora, mañana o pasado mañana lo van a encontrar correcto.

Se acaba de aprobar anoche Presidente, aquí -ahora vi salir algunos congresistas, seguramente los están citando en el Congreso a votar-, la Ley de Justicia y Paz, inmensamente debatida. Seguramente tiene defectos, no es fácil, este país no tenía experiencia en legislación de paz al mismo tiempo con justicia y reparación a las víctimas, un proceso evolucionista, es la primera vez.

Y ha habido mucha controversia, sin embargo yo me hago una ilusión: en el momento que se llegue a un acuerdo con la Farc y el Eln, muchos de los que estuvieron en contra de esta ley, la van a encontrar razonable.

Yo le decía hace pocos días al Ministro de Justicia (y el Interior, Sabas Pretelt) y al Comisionado (para la Paz, Luis Carlos Restrepo), empújenla. Empújenla con el debate sobre la mesa, sin mezquindad, con toda confianza, que seguramente hoy muchos de los que la encuentra desacertada, mañana o pasado mañana, cuando el país tenga que enfrentarse a la FARC, con el Eln, van a encontrar que aquí se dieron muchas luces. Confío que podamos acelerar el tratado. Ayúdenos.

Hay una cosa bien importante, no creo que haya habido un país recientemente –al menos no lo recuerdo-, que haya movilizado tanta opinión pública y tanto talento alrededor de unas negociaciones, como lo ha movilizado Colombia alrededor de este Tratado con los Estado Unidos. Usted va a cualquiera de las rondas y encuentra una amplísima delegación colombiana en lo que se llama la ‘el cuarto de al lado’. Allí hay periodistas, gremios, sectores sociales, todos los sectores políticos han estado en esa discusión y aportando constructivamente. Allá han aportado muy constructivamente. Entiendo que aquí, más en la proximidad de un debate electoral, tengan que mostrar el disenso, hacerlo sobresalir.

Eso me llena a mi de confianza de que vamos a encontrar el punto equitativo, usted es de una gran ayuda en eso. Y no estamos proponiendo cosas imposibles. ¿Sabe que opción hemos propuesto, para no citar sino una, en agro y otra en el caso de las medicinas? En el agro hemos dicho: aquí hay unos productos sensibles, nosotros no podemos –en un tratado bilateral- decirle a los Estados Unidos: ‘no paguen subsidios’, pero si tenemos que defender nuestros productos sensibles. Entonces, lo que nos hemos propuesto es una cláusula de salvaguardia, más allá de la eliminación de aranceles de manera permanente, para esos productos sensibles, como reciprocidad a los subsidios internos de los Estados Unidos. Esas no son cosas descabelladas. Creo que con voluntad política se logra.

A finales de 2002, bajo la dirección del ex ministro Juan Luis Londoño –luz de este país, que nos lo quitó El Creador, prematuramente-, él consiguió algo bien importante que fue avanzar en lo de propiedad intelectual, su país (Estados Unidos) lo exigía, para poder poner en práctica el Atpdea. Y en ese tema de las medicinas, ahí se reconocieron unos derechos de propiedad intelectual, pero se respetaron las competencias de los gobiernos, para eximirse de esas cláusulas en caso de salud pública. Ahí hay un gran avance.

Veo aquí a los representantes de las comunidades indígenas. Este es el primer tratado, Presidente Clinton, en el cual se está proponiendo un tema muy importante de biodiversidad. Este es uno de los países más ricos del mundo en biodiversidad, uno de los países más ricos del mundo en disponibilidad de agua dulce por unidad de territorio. Estamos en el Caribe, tenemos esta montaña Andina, estamos en el Pacífico, somos inserción amazónica, tenemos todavía la mitad de nuestro territorio –afortunadamente- en selva. Y ahí estamos proponiendo unas cláusulas para mantener unos derechos preferenciales para nuestras comunidades indígenas frente a las patentes que puedan desarrollarse con esas materia primas de nuestra biodiversidad.

Julio, la palabra victoria es posible. No me voy a referir al mundo, a Colombi. Yo sueño que Colombia va atener la victoria frente al terrorismo, si persevera. Ahora, la perseverancia no es terquedad, la perseverancia exige un proceso dialéctico, de firmeza y ajustes. ¡Qué bueno que mañana negociáramos con el Eln y la Farc! Es que la victoria no es una victoria militar de arrasar.

Hace 15 días me acordaba de usted Presidente, porque fui a recibir a unos muchachos del Eln, uno de ellos después de 20 años se reintegró a la vida civil de la Nación, yo dije: llego allí, bien arrogante, casi vestido de militar, a decirles, muchachos les ganamos. No, no. Les dije: muchachos esta victoria no es del Gobierno, no es del Ejército, no es de la Policía, es de ustedes, de sus familias de su tranquilidad. La gran victoria que vamos atener es que cuando todos ustedes se desmovilicen. Pero mi querido Julio, esos procesos de negociación con los que muchos de ustedes sueñan –entre otros, una de las opositoras que yo más quiero ahí está, Piedad Córdoba, porque nunca, creo, que ella no ha sentido un maltrato personal mío y no lo va a sentir. Hace pocos días le decía por teléfono: déjate que con una política firme de seguridad llegamos a la negociación.

No ablandemos la seguridad y verá que cantaremos la victoria así sea a través de la negociación.

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