Comienza
conmemoración
de los 400 años de El Quijote
‘ES PRECISO MEJORAR, PARA EL BIEN DE LA PATRIA, EL MANEJO
DEL LENGUAJE’: URIBE
Bogotá, 2 mar (SNE). El presidente de
la República, Álvaro
Uribe Vélez oficializó este miércoles la
comisión que estará a cargo de los actos conmemorativos
del cuarto centenario de la obra “El Ingenioso Hidalgo
Don Quijote de la Mancha”, escrita por Miguel de Cervantes
Saavedra.
Dicha comisión estará liderada por el ex presidente
Belisario Betancur y el embajador de España en Colombia,
Carlos Gómez–Múgica Sanz.
Como parte de esta conmemoración están contempladas
lecturas en voz alta de la obra de Cervantes Saavedra, foros,
encuentros, entre otras actividades que serán difundidas
en todo el país.
Las siguientes son las palabras del presidente
de la República, Álvaro
Uribe Vélez en la Casa de Nariño.
“Quiero agradecer inmensamente a la señora Ministra
de la Cultura que hayamos puesto en marcha esta conmemoración
que necesita la lengua, la historia y que necesita la Patria.
Agradecer inmensamente al presidente
Belisario Betancur, que después de haber presidió exitosamente el año
pasado la Comisión para la celebración del Centenario
de Neruda, ahora emprenda esta tarea.
Quiero agradecer a todos a quienes habrán de acompañarlo,
pero Presidente no se le olvide que tenemos que aprovechar su
buen crédito para abusar de el. Nos toca empezar ahora
con la celebración de los 150 años del presidente
Suárez y el estímulo a los colombianos para explorar
esa obra maravillosa que son los sueños de Luciano Pulgar.
Muchas gracias señor Embajador (de España en Colombia)
por toda su cooperación, por toda su ayuda.
La señora Ministra de Educación, en el propósito
de mejorar la calidad de la educación colombiana, de conectar
ese mejoramiento con el oportuno incentivo a las competencias
laborales, con el mejoramiento de la productividad, de la competitividad
y del ingreso de los colombianos, ha presentado gran preocupación
por la necesidad de mejorar las pruebas a los estudiantes y a
los profesores en materia de manejo y comprensión de lenguaje.
Por eso también encontramos de gran importancia estas
dos celebraciones este año; la de nuestra obra cumbre
de la literatura española y la de los sueños de
Luciano Pulgar.
“El sepulcro de Don Quijote”, Miguel de Unamuno. “No
se comprende aquí ya ni la locura, hasta el loco creen
y dicen que lo será porque por tenerle su cuenta y razón.
Lo de la razón de la sin razón es ya un hecho para
estos miserables, si nuestro señor Don Quijote resucitara
y volviese a esta su España, andarían buscándole
una segunda intención a sus nobles desvaríos. Si
uno denuncia un abuso, persigue la injusticia, fustiga la ramplonería,
se preguntan los esclavos: ¿Qué irá buscando
en eso? ¿A que aspira?
Unas veces creen y dicen que lo hace
para que le tapen la boca con oro, otra que es por ruines sentimientos
y bajas pasiones
de vengativo o envidioso, otras que lo hacen no más sino
por meter ruido y que de él se hable por vanagloria, otras
que lo hacen por divertirse y pasar el tiempo, por deporte, lástima
grande que a tan pocos les dé por deporte semejante.
¡Poneos en marcha! ¿A dónde vais? La estrella
os lo dirá: ¡al sepulcro! ¿Qué vamos
a hacer en el camino, mientras marchamos? ¿Qué? ¡Luchar!
Luchar, y ¿cómo?
¿Cómo? ¿Tropezáis con uno que miente?,
gritadle a la cara: ¡mentira!, y ¡adelante! ¿Tropezáis
con uno que roba?, gritarle: ¡ladrón!, y ¡adelante! ¿Tropezáis
con uno que dice tonterías, a quien oye toda una muchedumbre
con la boca abierta? Gritadles, ¡estúpidos!, y adelante
siempre.
Es que con eso -me dice uno a quien tú conoces y que
ansía ser cruzado-, es que con eso se borra la mentira,
ni el ladrocinio, ni la tontería del mundo. ¿Quién
ha dicho que no? La más miserable de todas las miserias,
la más repugnante y apestosa argucia de la cobardía
es esa de decir que nada se adelanta con denunciar a un ladrón
porque otros seguirán robando, que nada se logra con llamarle
en su cara majadero al majadero, porque no por eso la majadería
disminuirá en el mundo.
Sí hay que repetirlo una y mil veces: con que una vez,
una sola vez, acabases del todo y para siempre con un solo embustero,
habríase acabado el embuste de una vez para siempre”
“Manual para ser niño” Gabriel García
Márquez. “Por todas partes me encuentro con profesionales
escaldados por los libros que les obligaron a leer en el colegio
con el mismo placer con que se tomaban el aceite de ricino.
Para las sinopsis, por desgracia, no
tuvieron problemas, porque en los periódicos encontraron anuncios como éste: "Cambio
sinopsis de El Quijote por sinopsis de La Odisea".
Así es: en Colombia hay un mercado tan próspero
y un tráfico tan intenso de resúmenes fotostáticos,
que los escritores haríamos mejor negocio no escribiendo
los libros originales sino escribiendo de una vez las sinopsis
para bachilleres.
Es este método de enseñanza -y no tanto la televisión
y los malos libros-, lo que está acabando con el hábito
de lectura. Estoy de acuerdo en que un buen curso de literatura
sólo puede ser una guía para lectores, pero es
imposible que los niños lean una novela, escriban la sinopsis
y preparen una exposición reflexiva para el martes siguiente.
Sería ideal que un niño dedicara parte de su fin
de semana a leer un libro hasta donde pueda y hasta donde le
guste -que es la única condición para leer un libro-,
pero es criminal, para él mismo y para el libro, que lo
lea a la fuerza en sus horas de juego y con la angustia de las
otras tareas”.
Milán Kundera: “Aunque Cervantes no buscaba la
gloria de un fundador, El Quijote es el punto de partida de un
arte nuevo”.
Octavio Paz, dice acertadamente que el
humor es un gran invento de la época moderna vinculado
al nacimiento de la novela y en particular a Cervantes.
Álvaro Mútis. “El primer ejemplar de El
Quijote que me dieron a leer, estaba expurgado, había
que leerlo por obligación y escribir no se cuantas planas
sobre cada capítulo, fue un suplicio espantoso, lo tuve
que hacer y no encontré ningún placer, ni pude
ver la maravilla que tenía adelante.
En una ocasión cuando me quedé en la hacienda
de mi abuelo, que después fue de mi madre durante unas
larguísimas vacaciones, me encontré un Quijote
y empecé a leerlo y pensé: este, es el libro más
divertido y más extraordinario que ha habido.
Y me ocurrió algo que me pasa cada vez que lo leo: Me
reconozco a mi mismo esa mitad de Quijote y de Sancho que tenemos
adentro, está ahí, presentado con una profundidad,
con una gracia, con una intensidad que hacen de la lectura una
maravilla”.
Para Álvaro Mutis el Quijote es: “Entre todas esas
obras maestras que ensanchan nuestra capacidad de percepción
y nos proporcionan un conocimiento más intenso del mundo,
la que ha acompañado con mayor fidelidad en su ejemplar
itinerario.
Miguel de Cervantes –palabras del propio Mutis- ha sido
un compañero inseparable, un interlocutor, siempre pronto
a responderle con su voz sabia y resignada, repleta de consoladora
fraternidad”.
Borges: “Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no
me drogo como poco. Yo diría que mis únicos vicios
son El Quijote, La Divina Comedia y no incurrir en la lectura
de Enrique Larreta ni de Benavente”.
A Carlos C, Pedro Nel Ospina y Marco
Fidel Suárez les
unió su membresía a la gran fraternidad mundial
de admiradores de Cervantes, estudiosos de su obra y discípulos
de sus enseñanzas.
Con ocasión de los 300 años del Manco de Lepanto,
el presidente Marco Fidel Suárez dijo: “Los letrados
la estudian, los eruditos la escudriñan y comentan, las
lenguas la adoptan. El teatro le abre sus puertas, las bellas
artes la ilustran, los filósofos rastrean su significado,
todos saborean sus donaires y todos admiran sus pinturas y enseñanzas.
Caricatura perfecta de la literatura
caballeresca. Sus dos personajes principales, Don Quijote y
Sancho Panza, encarnan al idealista
y soñador que olvida las necesidades de la vida material
para correr en pos de inaccesible quimeras y el positivista y
práctico, aunque bastante fatalista.
Es el mayor homenaje que nunca se ha
hecho al ser humano, a su derecho a soñar y a su libertad para hablar”.
El poeta Quintana sostenía en el siglo 19 que sobre Cervantes
y El Quijote se había dicho ya cuanto podía decirse.
Ortega sostenía lo contrario. Una de las más admirables
creaciones del espíritu humano.
El Quijote, en uno de sus párrafos: “La libertad
Sancho, es uno de los más preciosos dones que a la tierra
dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que
encierra la tierra, ni el mar encubre. Por la libertad, así como
por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y por el contrario
el cautiverio es el mayor mal”.
En un bellísimo prefacio a esta edición, que gracias
al presidente Betancur y a la Fundación Santillana, está circulando
ampliamente en Colombia, el maestro Vargas Llosa, conecta este
párrafo de El Quijote con este comentario del maestro
Vargas Llosa: “Detrás de la frase y del personaje
de ficción que la pronuncia, asoma la silueta el propio
Miguel de Cervantes que sabía muy bien de lo que hablaba.
Los cinco años que pasó cautivo de los moros en
Argel y las tres veces que estuvo en la cárcel en España
por deudas y acusaciones de malos manejos cuando era inspector
de contribuciones en Andalucía para la Armada, debían
de haber aguzado en él, como en pocos, un apetito de libertad
y un horror a la falta de ella, que impregna la autenticidad
y fuerza aquella frase y da un particular sesgo libertario a
la historia del Ingenioso Hidalgo”.
Este comentario lo trae el maestro Vargas
Llosa en un capítulo
que llama, que titula en este prólogo, “Una novela
de hombres libres” y continúa Vargas Llosa: “¿qué idea
de la libertad se hace Don Quijote? La misma que a partir del
siglo 18 se harán en Europa los llamados liberales, la
libertad es la soberanía de un individuo para decidir
su vida, sin presiones ni condicionamientos, en exclusiva función
de su inteligencia y voluntad, es decir, lo que varios siglos
más tarde un Isaias Berling definiría como libertad
negativa, la de estar libre de interferencias y coacciones para
pensar, expresarse y actuar.
Lo que anida en el corazón de esta idea de la libertad,
es una desconfianza profunda de la autoridad, de los desafueros
que puede cometer el poder, todo poder”.
La deschavetada de este oído, me ha dado algún
tiempo para leer este libro que me hizo llegar el presidente
Betancur y tengo unas subrayas de algunas anotaciones, que me
han hecho pensar muchísimo sobre la aplicación
de El Quijote en nuestros días, no solo en ese tema de
la libertad sino en este otro: en el capital social, en la solidaridad.
En alguna forma El Quijote, inspiró autores en la materia,
pero muchos de esos autores lo aprovecharon y lo citaron para
referirse al origen de la propiedad privada, a la familia y al
Estado como los orígenes de la moderna esclavitud y proponer
un proyecto filosófico y político de hoy. Esa no
fue la intención de El Quijote. Por aquí, en el
prólogo de Vargas Llosa encontramos: “Es verdad
que una antiquísima época como recuerda El Quijote,
a los pasmados cabreros en su discurso sobre la edad de oro,
en que la virtud y la bondad imperaban en el mundo y que en esa
paradisíaca edad, anterior a la propiedad privada, los
que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo
y mío y eran todas las cosas comunes, pero luego la historia
cambio y llegaron nuestros detestables siglos en los que a fin
de que hubiera seguridad y justicia, se instituyó la orden
de los caballeros andantes para defender las doncellas, amparar
las viudas y socorrer a los huérfanos y a los menesterosos”
La libertad es individual y requiere
un nivel mínimo
de prosperidad para ser real, interpreta Vargas Llosa de la obra
de El Quijote. Porque quien es pobre y depende de la dadiva o
la caridad para sobrevivir, nunca es totalmente libre.
El Quijote no cree que la justicia, el orden social, el progreso,
sean funciones de la autoridad.
Hay un tema de interpretación de Vargas Llosa bien importante
para examinar este año, porque al lado de la obra literaria,
en el sentido de la obra literaria hay también más
que una concepción de la vida otra concepción de
la autoridad y del ser social.
El Quijote no cree que la justicia, el
orden social, el progreso, sean funciones de la autoridad sino
obra del que hacer de individuos
que como sus modelos, los caballeros andantes y él mismo,
se hallan echado sobre los hombros la tarea de hacer menos injusto
y más libre y próspero el mundo en el que viven.
Algunos de mis ilustres antecesores de
la Presidencia de la República, decía que este
problema no es tanto de estructuras como de hombres.
El Quijote, había negado cualquier participación
de la autoridad y proponía solamente la responsabilidad
en los hombros de los individuos para construir la equidad.
No tiene el menor reparo en enfrentarse
a la autoridad y desafiar las leyes, cuando estas chocan con
su propia concepción
de la justicia y de la libertad. Y nos va explicando Vargas Llosa
porque en su primera salida, se enfrenta al rico, Juan de Haldudo,
un vecino de quintanar que está azotando a uno de sus
mozos porque le pierde sus ovejas, algo a lo que, según
las bárbaras costumbres de la época, tenía
perfecto derecho. Pero este derecho es intolerable para el manchego
que rescata al mozo reparando así lo que cree un abuso.
Apenas parte, Juan Haldudo, pese a sus promesas en contrario,
vuelva a azotar a Andrés hasta dejarlo moribundo.
Como en este, la novela está llena de episodios de la
visión individualista y libérrima de la justicia,
lleva al temerario Hidalgo a descarta los poderes y las leyes
y los usos establecidos en nombre de lo que para él es
un imperativo moral superior.
Cuando leía este comentario de Vargas Llosa, me pareció ver
en la obra de Cervantes un influjo en la evolución del
Derecho. Primero, se creo la figura de la inaplicabilidad de
los decretos y después nuestra constituyente de 1991 amplió esa
figura y autoriza la inaplicabilidad de cualquier norma, cuando
esa norma se interprete contraria al ordenamiento superior.
Por supuesto, no dijo Cervantes cual
era el ordenamiento superior, pero si dio a los individuos
ese margen de discrecionalidad para
definir los imperativos inviolables, como la Constitución
del 91 dio a sus intérpretes en nombre de la justicia
ese margen de autoridad para definir las normas inaplicables.
Vamos pues a dedicarnos con devoción este año
a mirar esta obra cumbre. A recordarle a esta Patria, en las
bellas palabras del presidente Betancur, como Colombia ha sido
tierra de El Quijote.
Creo que hoy no nos citó otro de los cuentos que usted
sabe citar presidente Betancur, el del maestro Pedro Gómez,
nos lo queda debiendo.
Otra prueba importantísima de ese acerbo de El Quijote
colombiano, de cómo ha vivido El Quijote en nuestra tierra.
Vamos a aprovechar este año, para hacer una reflexión
sobre el lenguaje, para corregir los abusos y para pulir, ya
que en El Quijote de Hidelbrando está la palabra aquella
de pulirla, vamos a pulir este año nuestro lenguaje y
nos va a ayudar la Ministra de la Cultura para que cumplamos
un objetivo del Ministerio de Educación: mejorar para
bien de la Patria el manejo del lenguaje, la comprensión
del lenguaje, que los tecnicismos no sigan estrechando el lenguaje,
hay que ampliarlo, mejorarlo, ninguna mejor oportunidad que la
de 2005, El Quijote y los sueños de Luciano Pulgar de
Marco Fidel Suárez.
Muchas gracias”