CONVERSATORIO DEL PRESIDENTE URIBE CON PERIODISTAS
DE LA SIP
Ciudad de Panamá, 13 mar (SNE). El
presidente de Colombia, Álvaro
Uribe Vélez, sostuvo el siguiente conversatorio con los
periodistas que participan en la Asamblea General de la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP), reunida en Panamá.
PERIODISTA SERGIO MUÑOZ, LOS ANGELES TIMES: Esta es una
pregunta para el presidente Torrijos. El presidente Uribe recién
planteó una disyuntiva que es vital para nosotros los
periodistas: entre el editorial crítico y el favorable.
Uribe se pronunció en favor del crítico. No fue
muy específico o enfático, pero en fin.
PRESIDENTE URIBE: Depende de cuál
Uribe: la vanidad personal o la responsabilidad institucional.
PERIODISTA SERGIO MUÑOZ: Ahora: sería bueno saber
cuál predomina.
PRESIDENTE URIBE: En la vanidad personal,
que es lo secundario y terciario, el favorable. En la responsabilidad
institucional,
el crítico.
PERIODISTA DEL DIARIO ABC COLOR
DE ASUNCIÓN PARAGUAY: Señor presidente Uribe, una pregunta sobre las drogas.
No sabemos con claridad si la estrategia que se ha venido aplicando
con las drogas es un éxito, un fracaso o un gran negociado.
Lo que sí se puede vaticinar: más periodistas asesinados
por investigar a los narcotraficantes y más dinero de
los contribuyentes para perseguirlos. Apresan uno y hay 10 esperando
para ocupar su puesto. Todo esto, señor Presidente, porque
su alto precio de venta produce enormes ganancias que alimenta
la corrupción. Y otro alto precio de venta proviene exclusivamente
del hecho de que la droga es ilegal. Cada vez más campesinos
de nuestros países, señor Presidente, dejan de
sembrar maíz y algodón para mover materia prima
a los narcotraficantes. ¿No cree usted que legalizando
la droga se rompería esta cadena perversa que nos avergüenza
y nos aflige a todos los pueblos de Centro y Sudamérica?
PRESIDENTE URIBE: Ese
es un debate llamado a ocupar un tramo largo de la historia.
En lo que yo puedo
ver, como Presidente
de Colombia, he asumido el tema más con responsabilidad
de padre de familia. Y por eso tengo total resistencia a que
la legalicemos.
En Colombia hay terrorismo porque hay
droga. Lo que marca la diferencia entre los grupos violentos
de Colombia y otros que
actuaron en otros países del continente es que los otros
fueron de limosna, muy pobres. Los nuestros son riquísimos,
y riquísimos por la droga. Un país que ha sufrido
esta golpiza terrorista financiada por la droga, no puede pensar
en legalizarla. ¿Se acabaría el terrorismo con
la legalización de la droga? Yo no veo que la legalización
de la droga pueda garantizarnos que se va a acabar como negocio
fabuloso. Eso no está claro.
Y veo otros problemas inmensos. Por ejemplo,
el consumo. Una sociedad como la colombiana inicialmente tuvo
el problema de
tráfico de drogas y se decía: no nos preocupemos,
nosotros no somos productores, ni consumidores. Después
cuando hubo restricciones a la producción en Bolivia y
Perú, Colombia empezó a producir droga. Sin darnos
cuenta, de un día para otro, llegamos a tener 160 mil
hectáreas de droga. Todavía estamos por 70 mil,
pero estamos trabajando con toda la decisión para erradicarla.
Y dijimos: bueno, pero no somos consumidores.
Sin darnos cuenta más adelante llegamos a tener un millón de consumidores.
Entonces usted ve esto cómo va afectando todo el tejido
social. Y la pregunta es: ¿qué es más fácil
para las terapias de educación, prevención y rehabilitación:
ser eficaces en un escenario de legalización o en un escenario
de ilegalización?
Lo que hemos conocido en Colombia es
que las tareas educativas, preventivas y de rehabilitación, son menos difíciles
cuando hay represión a la droga, que surge de la ilegalización.
Por eso no comparto la tesis de que bastaría con una tarea
de prevención, educación y rehabilitación,
y que se legalice el negocio. Esa tarea sería más
difícil en el escenario de un negocio legalizado.
Y un argumento, quizá el único que he encontrado
suficientemente eficaz en mis discusiones con los jóvenes
universitarios de Colombia: el ecológico. Colombia es
la inserción norte a la selva amazónica. Colombia
es uno de los países más ricos en biodiversidad
en el planeta. Colombia en su extensión total todavía
tiene 578 mil kilómetros cuadrados en selva.
La droga en Colombia ha destruido un
millón 700 mil hectáreas
de selva tropical de la inserción amazónica. Con
la droga aun legalizada, esa diáspora no se frena. Creo
que a cualquier precio que se pusiera la droga, podemos correr
el riesgo de la destrucción de la selva sino la enfrentamos.
Por barata que se ponga, producto de una legalización.
Por eso creo que hay que combatirla con
toda la determinación
de derrotarla y hay que mantenerla ilegal.
Otra cosa es la responsabilidad de los
otros países.
Yo he dicho: hagan lo que hagan los otros países, la decisión
de la sociedad colombiana tiene que ser deshacerse de ese flagelo
de la droga.
PERIODISTA CLEMENTE VIVANCO DE
LA HORA DE ECUADOR: Presidente: cuando en días pasados ha parecido comprobarse que el
presidente Gutiérrez de Ecuador se ha reunido con las
Farc, cuando aún estaba en época de campaña,
antes de convertirse en presidente de Ecuador, con este antecedente,
mi pregunta es: ¿usted considera al presidente Gutiérrez
un aliado incondicional en su importante contra el terrorismo? ¿Un
aliado o simplemente como alguien que le es incomodo en esta
lucha?
PRESIDENTE URIBE: Un hombre de pequeña estatura como
yo le queda difícil responder esas preguntas sentado.
Me tenía que tomar un airecito, viniendo de allá a
acá.
El tema es muy difícil. Yo tengo la responsabilidad de
unas relaciones fraternas de mi patria con todos los países
hermanos, de un diálogo político con todo el mundo.
Le voy a contar simplemente mi experiencia
con el presidente Gutiérrez.
Yo no lo conocía, lo eligieron presidente del Ecuador,
me visitó como Presidente electo. Me dijo: ‘presidente
Uribe, cualquier gestión que pueda hacer el Gobierno ecuatoriano
para la paz en Colombia, cualquier reunión con grupos
violentos, etcétera, siempre la coordinaremos con el Gobierno
de Colombia’.
Eso nos dio total tranquilidad.
Después se han presentado episodios de presencia de estos
terroristas colombianos en Ecuador. Hemos encontrado toda la
determinación del Gobierno del presidente Gutiérrez
para capturarlos, para que ellos no hallen en el Ecuador un paraíso.
Está el caso de Simón Trinidad. Un caso reciente
de 7 terroristas de las Farc. Creo que los hechos del presidente
Gutiérrez me indican claramente que el Gobierno que él
preside en Ecuador es consciente de que sino derrotamos a esos
terroristas, esos terroristas que hoy le hacen daño a
Colombia le hacen daño al Ecuador. Porque hemos capturado
a muchos de ellos incursos en secuestros en el Ecuador. Eso es
un punto bien importante.
Ahora, ya el hecho en particular por
el que usted me pregunta, es un hecho que escapa de mi conocimiento,
de mi consideración
y de mis comentarios. Hasta ahora hemos encontrado todo el apoyo
de parte del Gobierno ecuatoriano en esta lucha.
Tenga en cuenta lo siguiente: la semana
pasada por ahí vi
un comunicado de las Farc, de esos que les dije que a mí no
me gusta leerlos, pero le cuentan a uno por ahí fragmentos.
Un brega a no leer algunas cosas y llega el Director de Prensa
por la mañana y le dice: ‘oiga lo que escribió el
doctor Enrique Santos’.
Las Farc ya le hace unos reclamos al
presidente Gutiérrez
y lo amenaza. Lo que obliga al Gobierno de Colombia y a mí personalmente
a ser más solidario con el presidente Gutiérrez.
Porque hoy está amenazado por el terrorismo por haber
ayudado al Gobierno de Colombia a que ese terrorismo no encuentre
un paraíso en Ecuadorlombia Colo
, que es ayudar al pueblo ecuatoriano
a que no sea víctima
de ese terrorismo, que se origina en Colombia pero que no tiene
fronteras.
Creí que el distinguido representante del Paraguay me
iba a preguntar por la participación en el caso de la
señora Cubas, que es otra prueba de que este es un terrorismo
internacional.
PERIODISTA DE ESTADOS UNIDOS: Quisiera
tocar el tema de las buenas relaciones entre los dos países, Panamá y
Colombia. ¿Vamos a ver una callecita pavimentada entre
los dos países?
PRESIDENTE URIBE: Yo tengo ese mismo
sueño. Mira: antes
de que el presidente Torrijos nos diga cualquier cosa, creo que
ahí hay un deber de ustedes: ayúdennos a crear
una opinión pública favorable a esa necesidad.
Llega un momento en que las nuevas generaciones
no van a entender esa separación. Uno tiene que mirar, desde la prensa o
desde el gobierno, desde el periodismo, desde la política,
no el corto espacio de las pasiones de coyuntura, sino el largo
espacio de la conveniencia para las generaciones que habrán
de venir.
A mí me parece que con la necesaria integración
de nuestras economías, mantener esas barreras es totalmente
contraproducente. Por atajar a los delincuentes, aquí estamos
atajando simplemente a la gente honesta. Los delincuentes se
abren todos los caminos. Para atajar a los delincuentes se necesita
es volunta de los Estados. Llevamos dos años sin incidentes
en la frontera, porque hemos puesto toda la voluntad de cuidar
mejor esa frontera.
Que no se destruya la ecología del Darién, la
van a destruir sin que nos demos cuenta. Mi pregunta es: ¿cómo
se preserva mejor: despertando sentido de pertenencia o sin sentido
de pertenencia? Con sentido de pertenencia. ¿Y qué despierta
pertenencia: tenerla como un tesoro lejano o palparla y valorarla? ¿Cómo
despierta uno mejor pertenencia en las nuevas generaciones por
la reserva ecológica del Darién: que la conozcan
en la teoría, que la tengan como una categoría
hipotética, inalcanzable, o como una realidad que puedan
palpar y tocar? Creo que con lo segundo.
El día que, por ejemplo, los jóvenes de las universidades
puedan visitar el Darién, ese día va a haber más
aprecio por lo que allí hay. El día que tengamos
la vía y que puedan ir los ecologistas, los investigadores,
que se pueda hacer turismo ecológico en esa zona, va a
haber más respeto, más aprecio, más valoración
y más cuidado.
De pronto ahora la vamos a cuidar en
el fanatismo de oponernos a la vía, y mientras la estamos cuidando, con una oposición
radical a que se construya la vía, allá van a estar
destruyendo el medio ambiente.
Por eso sería muy importante que ustedes nos ayudaran
a crear una opinión pública favorable a esto.
Ahora: esa vía puede que la ataje una generación.
Pero las nuevas generaciones, las que vienen, creo que no van
a querer sentirse incomunicadas. Esa generaciones no van a querer
inclusive tener una placa de un vehículo de un país
sino del mundo entero. Esas generaciones no van a querer tener
un pasaporte de Panamá o de Colombia o de la Comunidad
Andina o de Centroamérica, sino del mundo entero.
Finalmente este es un tema de cuidado
ecológico y de
libertad de las nuevas generaciones.
Lo que avanza mucho es anticiparnos con
el tema de la línea
de interconexión y del gasoducto.
La línea de interconexión va bien. Los dos gobiernos
vienen en el diseño, en la búsqueda de las mejores
opciones, las mejores alternativas de trazado.
Creemos que en junio de este año los delegados de los
dos gobiernos nos van a entregar ya por dónde debe construirse
esa línea, y todo parecería indicar que la interconexión
eléctrica la podemos tener en el primer semestre del 2008.
Y por supuesto la interconexión gasífera.
PERIODISTA ALEJANDRO DOMÍNGUEZ DEL DIARIO LA NACIÓN
DE PARAGUAY: Yo sí le voy a preguntar sobre el secuestro
de la señorita Cecilia Cubas. Y me gustaría saber,
Presidente, si ustedes manejan o manejaron información
independiente o datos independientes a lo que el Gobierno paraguayo
ha proporcionado al Gobierno colombiano sobre la vinculación
o supuesta vinculación de las Farc en este secuestro y
posterior asesinato.
PRESIDENTE URIBE: Mire, tengo que ser
muy objetivo y muy constructivo. El lunes recibimos en Colombia
al señor Presidente del
Paraguay. Nos reiteró toda la voluntad de que trabajemos
conjuntamente contra este flagelo del terrorismo y delitos como
ese del secuestro. Nuestras policías han venido trabajando
muy integradamente. Hasta ahora lo que he sabido es que la Policía
del Paraguay y la Policía de Colombia tienen recíproca
gratitud. No hay quejas. Están trabajando bien. Ha habido
un cruce fluido de información y creo que lo importante
es desmantelar estas redes, estén donde estén.
El terrorismo no tiene fronteras. Entonces
no puede haber noción
fronteras para acabarlo. Hay que derrotarlo. Y encontramos una
gran convicción en el Presidente del Paraguay sobre la
necesidad de derrotar el terrorismo.
PERIODISTA ULILO ACEVEDO, DE
HOY DIARIO DEL MAGDALENA DE SANTA MARTA: ¿Cómo va a detener su Gobierno el avance
paramilitar en las instituciones públicas del país,
cuando por un lado el gobierno se sienta a negociar con ellos
en la mesa y por el otro se afianza su poder en alcaldías,
gobernaciones y cuerpos colegiados?
PRESIDENTE URIBE: Conozco la posición del Diario del
Magdalena sobre el tema. Cuando asumí la Presidencia encontré 300
alcaldes elegidos popularmente que no podían ejercer sus
alcaldías por presión de los grupos violentos.
Y en el país había silencio en el tema. Una de
las cosas que me gusta del avance de la Seguridad Democrática
en Colombia es que hoy sí se escuchan las denuncias.
La seguridad ha dado a los colombianos confianza, les ha quitado
ese temor que antes no los dejaba denunciar.
Yo me posesioné el 7 de agosto. A las seis de la mañana
del 8 de agosto estaba en Valledupar, cerca de su ciudad, Santa
Marta. Esos departamentos, los tres: La Guajira, el Magdalena
y el Cesar, estaban perdidos. Allá el Estado solamente
iba a los festivales a tomar whisky. Eso estaba en poder de la
guerrilla y los paramilitares. Yo no veía denuncias políticas.
Lo que percibía era la angustia de la ciudadanía
afectada por eso.
Nos dimos a la tarea de recuperar las
carreteras. No se podía
transitar. El que se atreviera a transitar corría el más
alto riesgo de ser secuestrado por estos grupos. Unos sitios
del área totalmente controlados por la guerrilla, otros
por los paramilitares. Hemos recuperado enormemente esa seguridad.
Yo veo, por ejemplo, las cifras de su
ciudad, en materia del turismo que les llega del interior del
país, de vehículos
que le llegan a Santa Marta de todo el país, de turistas.
Eso ha mejorado enormemente los síntomas de recuperación
económica en su ciudad.
Ese 8 de agosto fui por la tarde al departamento
del Caquetá.
Todos los alcaldes de ese departamento se reunieron conmigo casi
que clandestinamente en la oficina de la Gobernación.
Ninguno podía despachar en su municipio. Hoy todos despachan.
Hoy todos los alcaldes de Colombia despachan en su municipio.
Recuerdo mi campaña. Qué vamos a hablar de atentados.
Para qué vamos a recordar esa página. Yo tengo
un recorridito político en Colombia. Hay que ver qué era
hacerse elegir senador independientemente de estos bandidos.
O aspirar como aspiré a la Gobernación de Antioquia
sin pedirle permiso a guerrilla, a paramilitares o a narcotráfico
en esa época. O desafiar todos estos poderes como candidato
a la Presidencia de la República.
Yo confío que todos esos fenómenos terroristas
los vamos derrotando. ¿Cuál es la negociación?
El polo predominante de nuestra política es la Seguridad
Democrática. Pero no se puede negar que se llegue al otro:
a la negociación.
Cuando asumí la Presidencia venían dos negociaciones
en curso. Una a través de Cuba con el Eln y otra a través
de la Iglesia Católica con los paramilitares. Yo dije:
las continúo, pero ambos grupos deben aceptar el cese
de hostilidades.
Unos de estos grupos paramilitares dijeron
cuatro meses después
que aceptarían el cese de hostilidades. Ahora: todos esos
grupos se han anarquizado mucho.
Es que es muy distinto pactar un cese
de hostilidades con el M-19, que tenía 280 terroristas, hace 20 ó 25 años,
a pactarlo hoy con estos grupos que todos sumaban en Colombia
cuando llegué a la Presidencia de la República
50 mil terroristas: 17 mil de las Farc, más 12 mil milicianos
urbanos de las Farc, más 4.500 del Eln, más 15 ó 18
mil de los paramilitares. Enfrentar un problema terrorista con
50 mil terroristas ricos por la droga, implica un inmenso desafío.
¿Qué ha pasado con ese cese de hostilidades? Algunos
de estos grupos lo han cumplido, otros no. ¿Cuál
ha sido la reacción del Gobierno? Siempre van adelante
nuestros operativos militares. Hasta la fecha este Gobierno le
ha dado de baja a alrededor de mil paramilitares. Yo le pregunto: ¿hay
antecedente en Colombia en ese resultado contra los paramilitares?
Hasta el momento este Gobierno ha llevado
a la cárcel
a 7.000 paramilitares. Yo le pregunto: ¿hay antecedente
en Colombia en ese resultado contra los paramilitares?
¿Cómo he procedido ante las violaciones del cese
de hostilidades? Un paramilitar que ustedes han tenido allá y
que vivió muy tranquilo hasta que llegó este Gobierno,
y no se le denunciaba hasta que llegó este Gobierno, fue
responsable del secuestro de un ex senador de la República.
Yo asumí públicamente la responsabilidad de que
lo tenían que poner preso donde estuviera. A las horas
liberaron al señor.
Los grupos paramilitares del oriente
colombiano en el Casanare, en el Meta, no quisieron respetar
el cese de hostilidades. ¿Cuál
fue la orden que se dio? Públicamente la dí yo.
Y acostumbro a tener con la Fuerza Pública el mismo diálogo
en privado que ante la opinión. Y le he dicho al Comisionado
de Paz: todo lo que yo le diga escríbalo, para que mañana
o pasado mañana lo conozca ampliamente el país.
Dije: con estos grupos no hay más
proceso de paz. Estos grupos tienen dos caminos: o se desmovilizan
o los acabamos militarmente.
Y en eso andamos.
Yo no puedo negar una negociación, siempre y cuando se
acepte sinceramente el cese de hostilidades, el desmantelamiento
de esos grupos. Y tampoco se puede ser inconsecuente. Porque
veo que hay un sector de opinión muy afanado por procesos
de paz con la guerrilla y tratando de ponerle todos los palos
en la rueda a procesos de paz con los paramilitares.
Nosotros la oferta la hemos hecho por igual a todo el mundo.
Colombia hoy lleva en este Gobierno 11.600
desmovilizados de grupos violentos. Esa cifra es superior a
todo lo que se dio
en el pasado con todos los grupos. Sume 280 del M-19, 500 ó 600
que apoyaban a los armados del M-19, sume 1.200 del Epl, sume
380 de la Corriente de Renovación Socialista. Nosotros
llevamos 11.600. Y a todos los hemos tratado por igual.
La oferta no es una oferta a los paramilitares.
Es una oferta a todos. Porque de su pregunta quedaría la sensación
que hay un proceso simplemente con los paramilitares. La oferta
es para todos y mire los resultados. Hasta la fecha, de esos
11.600 desmovilizados hay 6 mil desmovilizados de los paramilitares
y 5.600 desmovilizados de la guerrilla.
Y a todos se les está dando el mismo tratamiento. Es
que ahí el objetivo es el control institucional. No vaya
a creer que soy el tipo de gobernante que se va a aliar pública
o soterradamente con un sector de bandidos para acabar al otro
sector de bandidos.
El compromiso que tengo con Colombia y con las nuevas generaciones
es una Colombia sin droga, sin paramilitares y sin guerrilla.
Ahora: ¿qué me preocupa en muchas zonas de su
departamento? Allá parece que se hubieran dividido algunos:
unos para apoyar la guerrilla y otros para apoyar los paras.
Lo que se necesita es que todo se comprometan a apoyar las instituciones.
No creo que la pelea es que unos amigos
de los paras ataquen la guerrilla o que unos amigos de la guerrilla
ataquen a los
paras. Lo que debe hacer allá todo el mundo es un acto
de contrición, un propósito de enmienda, incluido
el periodismo. Y pedir que haya un total compromiso con el restablecimiento
de la institucionalidad. Porque no se puede denunciar la infiltración
paramilitar en las alcaldías y al mismo tiempo haber tolerado
la infiltración guerrillera en las alcaldías.
En las alcaldías lo único
que requerimos es democracia, y democracia pura. Que a la gente
la puedan elegir libremente,
y que a los alcaldes y gobernadores no los coaccionen, y en esa
tarea vamos a continuar.
Fueron menos dramáticas las elecciones del 2003 en el
Magdalena para alcaldes y concejales, que las que se habían
sucedido en el período anterior. Y espero que las del
2006 que, con la ayuda de Dios me tocará presidir, sean
unas elecciones para el Congreso de la República sin interferencia
de guerrilleros y paramilitares.
Porque digámonos la verdad: ¿dónde había
llegado Colombia? Colombia había llegado en unas zonas
a que a nadie podían elegir sino le pedía permiso
a la guerrilla, y en otras zonas donde a la gente no la podían
elegir si no le pedía permiso a los paramilitares. Y en
otras o en todas no los podían elegir si no le pedían
permiso a los narcotraficantes.
¿Por fortuna sabe por qué lo puedo mirar a la
cara? Porque en mi carrera política no le he pedido permiso
ni al narcotráfico, ni a los paramilitares, ni a la guerrilla.
Y mi determinación como Presidente de Colombia es acabarlos
a los tres: una Colombia sin narco, una Colombia sin paramilitares
y una Colombia sin guerrilla”.