Palabras del presidente
Uribe en inauguración
de Biblioteca Museo Contemporáneo
EL PRESIDENTE LLERAS, UN EJEMPLO A IMITAR
Bogotá, 15 mar (SNE). Como un gobernante que “no
se dejaba anestesiar, hipnotizar, ni encantar con informes abstractos
sino que también salía a la calle a ver la problemática
ciudadana”. Así definió el presidente Álvaro
Uribe Vélez al también mandatario de los colombianos,
Carlos Lleras Restrepo, durante la inauguración de la
Biblioteca Museo Contemporáneo en Bogotá.
“Traigo ante mis compatriotas la memoria del presidente
Lleras Restrepo, como ejemplo a imitar. Él no fue un conductor
encerrado entre cuatro paredes y ajeno a los problemas. Él
no se dejaba anestesiar, hipnotizar, encantar con informes abstractos,
sino que también salía a la calle a ver la problemática
ciudadana”, dijo el presidente Uribe.
Y agregó: “A la vez que tenía una mente
universal, sabía entrar al detalle, sabía definir
lo universal y construirlo a partir del enjundioso emprendimiento
del detalle”.
El Jefe de Estado pronunció las siguientes palabras durante
la inauguración de este nuevo centro del saber, que funcionará en
la biblioteca que perteneció al presidente Carlos Lleras
Restrepo.
“Quiero felicitar y agradecer a la Universidad Jorge Tadeo
Lozano por la entrega al servicio público de esta bella
casa–biblioteca del doctor Carlos Lleras Restrepo. Es un
aporte inconmensurable a la memoria histórica de la patria,
al culto del estudio profundo de los problemas nacionales y al
cultivo de las buenas letras.
Para hacernos otras ideas de la importancia
de esta casa, y de la energía positiva que encierra, basta pensar que
aquí transcurrieron cincuenta años, los más
productivos, de la vida de uno de los protagonistas indiscutidos
de la historia de Colombia.
Aquí preparó los documentos que llevaría
a la Conferencia de Bretton Woods y a la Reunión Económica
Mundial de Ginebra, escenarios en los que brilló por sus
aportes a la definición de un nuevo orden económico
mundial. Desde aquí condujo a su partido por procelosas
aguas en momentos de dificultades nacionales y momentos en que
se rompió la convivencia. Vio con tristeza arder la casa,
sus documentos y libros -único tesoro material que cultivó en
la vida- cuando el fanatismo arrastró a Colombia a la
destrucción y a la muerte. El Estado colombiano reparó el
daño hecho por fanáticos y violentos y el ex presidente
Lleras pudo en esa época regresar con su familia a la
casa reconstruida, para reemprender su actividad ejemplar de
estudio, trabajo, conducción política, reflexión,
formulación y materialización de propuestas.
Pocos dirigentes colombianos, han legado
más información
sobre el período histórico en el que les tocó actuar.
Visto retrospectivamente, su trabajo fue un frenético
e incansable esfuerzo de pensamiento y acción, del que
queda una detallada constancia en los voluminosos libros que
fue construyendo, en el calor y silencio que le brindaba esta
casa y la presencia de la inolvidable doña Cecilia de
la Fuente de Lleras.
En 1955 vio la luz su libro De la República a la Dictadura.
Puede decirse que allí nació una obra completa
que podemos leer en los muchos tomos subsiguientes: Hacia la
restauración democrática y el cambio social, que
incluye su producción entre 1955 y 1963, y que se complementa
con Historia política y crónica de mi propia vida,
obra que fue tejiendo a medida que transcurrieron los años
y que sólo se silencia en los últimos minutos de
su extraordinaria existencia.
Traigo ante mis compatriotas la memoria
del presidente Lleras Restrepo, como ejemplo a imitar. Él no fue un conductor
encerrado entre cuatro paredes y ajeno a los problemas. Él
no se dejaba anestesiar, hipnotizar, encantar con informes abstractos,
sino que también salía a la calle a ver la problemática
ciudadana.
A la vez que tenía una mente universal, sabía
entrar al detalle, sabía definir lo universal y construirlo
a partir del enjundioso emprendimiento del detalle. A él
puede aplicarse aquella anécdota de uno de mis profesores
de administración, que decía que después
de la Segunda Guerra Mundial había visto aparecer en el
mundo dos escuelas de administración. Que las dos tenían
objetivos macros, pero con esta diferencia: en la una, iba un
hombre montado en un Cadillac, tomando cerveza, a 80 kilómetros
por hora, viendo la empresa. Y en la otra un japonés con
un destornillador, un alicate y un frasquito de aceite, corrigiendo
todos los detalles. El presidente Lleras Restrepo vio siempre
el bosque, pero también cada uno de los árboles.
Felicitaciones, querida comunidad académica de la Universidad
Jorge Tadeo Lozano. No se cansen de hacer cosas buenas y saludables
por la Patria. Con ese bello esfuerzo de mantener la memoria
histórica, arquitectónica y las grandes colecciones
del pensamiento colombiano, están garantizando a las generaciones
futuras para que puedan ser más sabias, más justas,
pacíficas y progresistas
Que cuando las generaciones presentes
y futuras visiten esta casa, será muy importante que aquí encuentren un
ejemplo de dedicación, transparente, a la política.
Y será muy importante que aquí encuentren un ejemplo,
un aire de cultura. Y será muy importante que aquí se
encuentre un aire de laboriosidad, pero fundamentalmente, lo
más importante, como fue en la existencia del presidente
Lleras, como es en su memoria y como será en el legado
de las nuevas generaciones, que aquí se encuentre algo
fundamental: un ejemplo de carácter al servicio de los
más nobles intereses de la patria.
Muchas gracias”.