Permitirá dotación y adecuación
de Hospital Universitario del Valle
JAPÓN DONA US$700 MIL PARA ATENDER VÍCTIMAS
DE MINAS ANTIPERSONA
Bogotá, 28 mar. (SNE).- A través
del vicepresidente Francisco Santos Calderón, el Gobierno
de Japón donó este lunes 700 mil dólares
que se invertirán en la dotación y adecuación
del Hospital Universitario del Valle, con miras a que este centro
médico pueda atender la rehabilitación de personas
víctimas de las minas antipersonal en el suroccidente
del país.
El vicepresidente Francisco Santos Calderón
y el gerente general del Hospital Universitario del Valle, Jorge
Iván Ospina, expresaron la gratitud del Gobierno de Colombia
y de la ciudadanía del occidente del país al embajador
de Japón en Colombia, Wataru Hayashi, quien oficializó la
entrega de la donación.
Santos resaltó la trascendencia de la
donación, pues el Hospital Universitario del Valle es
el principal centro de atención de víctimas de
minas antipersonal en esa región, que es una de las más
afectadas por esa problemática y cubre las necesidades
de atención y rehabilitación de los departamentos
del Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Caldas, Risaralda,
Putumayo, Chocó, Huila, Caquetá y Quindío.
El proyecto se orienta a brindar rehabilitación
integral de manera directa en el suroccidente colombiano al 100
por ciento de las víctimas de minas antipersonal y municiones
abandonadas sin explotar, y al 80 por ciento de las personas
con discapacidad generada por la violencia en esa región
del país.
Este aporte del Gobierno japonés se
suma a una partida dispuesta por la Gobernación del Valle
por 300 millones de pesos, para terminar la adecuación
y remodelación de ese centro médico en el año
2006.
El Hospital Universitario del Valle contará con
la tecnología y adecuaciones locativas necesarias para
la rehabilitación física, sicosocial y ocupacional
que conlleven a la reinserción familiar, social y laboral
de las personas victimas de las minas antipersonal.
Para el cumplimento de este propósito,
el Hospital Universitario del Valle trabajará en coordinación
con la red pública hospitalaria del área de influencia.
La interventoría técnica estará a
cargo del Observatorio de Minas antipersonal del programa presidencial
de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la
Vicepresidencia de la República de Colombia y de la Fundación
Saldarriaga Concha.
En el suroccidente del país, región
que comprende los departamentos de Nariño, Putumayo, Valle
del Cauca, Cauca, Huila, Caquetá, Chocó, Caldas,
Risaranda y Quindío, se identificó, entre los años
1990 y 2004, un total de 785 víctimas de minas antipersonales,
de las cuales el 61,3 por ciento corresponden a militares y el
36,8 por ciento restante a población civil.
Del total de víctimas, el 26 por ciento
falleció en el lugar del accidente y 576 personas quedaron
con algún grado de incapacidad y requirieron tratamiento
de rehabilitación integral.
Se ha podido establecer que en esta región
del país existe una población en riesgo de aproximadamente
800 mil personas que viven en zona rural de los mencionados departamentos.
“Quiero agradecer al Gobierno del Japón,
al Embajador, por esa donación de casi 700 mil dólares.
El drama de las víctimas en el occidente del país,
ustedes no se imaginan cómo era. No había oferta
institucional, no existía la red para atender a las víctimas,
siendo el departamento del Valle y Cauca dos de los departamentos
más castigados por las minas antipersonales”, dijo
el Vicepresidente.
Agregó que “enhorabuena llega
esta trabajo conjunto que hicimos Vicepresidencia de la República,
Gobierno del Japón, Gobernación del Valle, administración
actual del Hospital Universitario. El suroccidente va a quedar
con un equipo, con un todo sistema de atención, porque
no es sólo lo que vamos a hacer en dotación, en
instrucción, no es sólo lo que vamos a hacer en
el fortalecimiento de la unidad de medicina física y rehabilitación
del hospital. Eso se va hacer. Se van a entregar las mejores
dotaciones, los mejores equipos, todo eso se va a hacer y va
a estar listo en el 2006. Es toda la red que se va a montar alrededor,
para que existan los protocolos de comunicación, de operación,
de información que permita que el hospital sepa cuándo
le va a llegar una víctima, que la víctima sepa
quién lo recibe y a donde tienen que remitirlo”.