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PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE AL INSTALAR CONVENCIÓN INTERNACIONAL DE SEGUROS

Cartagena, 5 may (SNE). El presidente Álvaro Uribe Vélez instaló, con las siguientes palabras, la XIV Convención Internacional de Seguros, en la cual condecoró con la “Orden al Mérito Comercial” al empresario William Fadul Vergara, ex presidente de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda).

“Acudo con mucho entusiasmo a verlos a ustedes y a escuchar a sus dirigentes en el inicio de esta Convención Internacional de Seguros. Quiero felicitarlos y agradecer su disciplinada tarea de servir a Colombia, en una tarea riesgosa, difícil, en un ejercicio todos los días más estresado por la dura competencia internacional. Quiero agradecer las palabras precisas, que nos llenan de estímulo y al mismo tiempo de reto, de la doctora Silvia Luz Rincón, presidente de su Junta Directiva.

Quiero unir mi voz a este homenaje que se le rinde al doctor William Fadul. Yo llegué al Senado de la República en 1986 y estuve allí ocho años. Y en esos ocho años pude trabajar hombro a hombro con él en muchas iniciativas. Desde esa época hasta hoy, en mi vida pública, permanentemente, he tenido la oportunidad de trabajar con él, uno de los colombianos a quien mucho admiro por su patriotismo, por su honradez, por su disciplina, por todo lo que él significa como ciudadano de bien. Muchas felicitaciones, doctor William, muchas gracias, no sólo por lo que usted ha hecho por este gran gremio sino por lo que ha hecho por la Patria.

E incorporan ustedes a la nómina de los servidores gremiales de la Patria a uno de los más destacados colombianos de todas las épocas, por su preparación, su patriotismo, su capacidad de enfrentar momentos de dificultades y de crisis. Varios gobiernos, en momentos muy difíciles, hemos tenido que acudir a él: al doctor Roberto Junguito. Él sabe cuánto lo admiramos y cuánto lo valoramos.

Pensaba yo, si fuera capaz de hacer algún símil con el lenguaje de los seguros, que ustedes son bastante de buenas en materia de no tener que absorber siniestros gremiales. Porque han tenido durante todos estos años la fortuna de una póliza, como el doctor William Fadul, y ahora lo sustituyen por otra afortunada póliza: la del doctor Roberto Junguito. Los felicito por esa capacidad de acertar.

El doctor Junguito se refería a algunos temas, como el TLC. Vamos a seguir en esa tarea: un proceso de concertación hombro a hombro del Gobierno Nacional con el Congreso de la República, con el sector privado. Ojalá. Nuestro deseo es que haya el mayor grado de consenso. Un paso tan importante para la vida nacional, tiene que darse sobre la base de un esfuerzo para construir el superior grado posible de consenso.

El doctor Roberto Junguito se ha referido a otras materias sobre resultados de la economía y retos de la economía. Déjenme tratar algunas de ellas.

Comparto su preocupación sobre la necesidad de aprobar el Estatuto Orgánico del Presupuesto que, sumado a la ley ya aprobada de responsabilidad fiscal, se convierte en otro instrumento bien importante para el control del gasto público.

Todos los que vivimos la presión por soluciones a las permanentes afugias populares, en un momento u otro hemos demandado rentas de destinación específica. Nos tocó en una reforma tributaria de diciembre de 2002, para sacar adelante obras muy importantes para la ciudad de Cartagena, como la infraestructura deportiva para los Juegos Centroamericanos del 2006, destinar a esos propósitos cuatro puntos que se agregaron al IVA de los celulares.

Pero creo que el doctor Roberto Junguito tiene razón, que Colombia le ha introducido demasiada inflexibilidad al manejo de los ingresos y del gasto público, y que es la hora de decirle no más a los impuestos de destinación específica.

En pensiones hemos hecho varios esfuerzos. Este problema es un problema inmenso. Representa el 190 por ciento del PIB. En diciembre de 2002 aprobamos la primera ley de este Gobierno. El país no aprobaba leyes de pensiones desde cuando en 1993, con la compañía del doctor William Fadul, aprobamos la Ley 100.

La Ley de diciembre de 2003 se convierte en otro paso. Después capítulos muy importantes fueron declarados inexequibles por la Corte Constitucional y nos correspondió tramitar otra ley para recuperarlos y poder sanear los vicios de forma que llevaron a la Corte Constitucional a la declaratoria de inexequibilidad.

Vino la proposición del Referendo. Nos faltaron 40 mil votos para aprobar el punto de la eliminación de los privilegios pensionales. Y hemos eliminado privilegios pensionales en esa gran cantidad de empresas del Estado que hemos reformado. Hasta el momento hemos reformado 152 empresas del Estado. Falta mucho en esa reforma del Estado y uno de los puntos transversales de esa reforma ha sido el de la eliminación de privilegios pensionales.

Por ejemplo, los nuevos trabajadores de Ecopetrol entran con el régimen ordinario de pensiones. En la nueva Telecom no hay privilegios pensionales. Todo está regido por el sistema general de pensiones. En la nueva Inravisión lo mismo. En el nuevo banco que sustituye al Banco Cafetero, que es una de nuestras últimas reformas, lo mismo. Y aspiramos que el Congreso de la República apruebe esta reforma.

Yo demoré un poco mi desplazamiento hoy a Cartagena, doy excusas a ustedes, justamente por estar reunido con integrantes de la plenaria de la honorable Cámara, haciendo énfasis en la necesidad de aprobar esta reforma. Por el momento me han pasado aquí el reporte de dos votaciones sobre el artículo primero. Lo dividieron en dos encisos. En el primero hubo 100 votos a favor y 2 en contra. En el segundo hubo 94 a favor y 2 en contra.

Algunos se han salido tratando de desintegrar el quórum. Nos preocupa mucho. Pero vamos a seguir haciendo el esfuerzo para que esto se apruebe.

Esta mañana le decía al Congreso: la mejor campaña para un Congreso que está en vísperas del certamen electoral del 2006, es la campaña de señales muy positivas a la opinión pública. La mejor campaña es la campaña de un Congreso que debería trabajar en estos días de urgencia, de lunes a viernes. La mejor campaña es la campaña de un Congreso que tenga varias plenarias a la semana. Que reúna sus comisiones varias veces a la semana. De un Congreso que haga quórum, de un Congreso donde se respete a todo el que esté hablando, de un Congreso más y más disciplinado. Qué bueno que eso lo podamos lograr. Estamos a tiempo de hacerlo.

De la manera más constructiva, les insistí esta mañana a estos amigos de la Honorable Cámara, y deseo que ellos le puedan dar hoy al país un parte de que se ha aprobado, sería en sexto debate, este proyecto de pensiones, que es un paso necesario para la Nación.

Y les daba una razón: esta Patria nuestra, en agosto del año 1990, cuando terminó el Gobierno del presidente Virgilio Barco, tenía un endeudamiento entre el 8, 10, 12 por ciento del PIB. Cuando le pedí al doctor Roberto Junguito que nos acompañara como Ministro de Hacienda, llamándolo a enfrentar un momento de graves dificultades nacionales, ese endeudamiento, 12 años después de que estaba en el 10 por ciento, había subido al 56.

Eso ha estado acompañado también de un gran crecimiento del déficit. El 2002 lo terminamos con un 3,6. Pero lo terminamos con un 3,6 después de que en agosto estaba en el 4,2. Y para concluir con ese 3,6 fue necesario una congelación de gastos de un billón de pesos y fue necesario el derrame de ese impuesto al patrimonio por la Seguridad Democrática, que ustedes todos pagaron y que permitió un recaudo de 2 billones 400 mil millones de pesos.

Yo veo que tenemos que resolver ese panorama, que se volvió un panorama clínico, crítico, perverso de la economía colombiana. Ese alto endeudamiento, ese compromiso tan alto del presupuesto para servir deuda –32, 40 por ciento–, y ese creciente déficit fiscal.

Porque uno ve un paralelo entre ese crecimiento del endeudamiento entre 1990 y el año 2002 y el crecimiento del déficit.

En 1990 las finanzas del Estado estaban prácticamente en equilibrio. Y nosotros encontramos un déficit, 12 años después, del 4,2. Que sigue muy alto. Porque si bien al año pasado logramos reducirlo al 1,2, este año es muy difícil reducirlo por debajo del 2,5 ó 2,6.

El Seguro Social recauda 2 billones, pero tiene que pagar 6 billones. Y el Gobierno Nacional le tiene que transferir este año 4 billones.

La reforma de las entidades del Estado ha llevado a un superávit en las entidades de la Nación del 2,9. Pero el déficit en el Gobierno Nacional central, por este problema de pensiones especialmente, sigue siendo un déficit del 5,3 a 5,5 por ciento, que tenemos que continuar en el proceso de reducirlo.

Me parece, pues, de la mayor urgencia que el Congreso de la República nos apruebe esa reforma.

Y les decía esta mañana: nosotros estamos muy dependientes hoy de los mercados, de los mercados nacionales e internacionales, interconectados.

Un país que llegó a este extremo de endeudamiento, a este extremo de déficit, es un país que tiene que cuidar muchísimo la dependencia que ese alto endeudamiento le crea de los mercados.

Si bien hemos tenido éxito y en los últimos meses, aprovechando el dólar barato –que le hace mucho daño a las exportaciones y al precio de productos agrícolas, pero que hay que aprovecharle ventajas para el servicio de deuda–, hemos logrado cambiar 3 mil millones de dólares de deuda en esa moneda por el equivalente en deuda pesos.

Y hemos encontrado una mejor respuesta a los mercados. Esta semana los spreads de Colombia estaban por ahí oscilando con los de Perú y de pronto un poco más bajos.

De todas maneras los mercados están esperando señales más contundentes de nosotros. Y hoy tenemos mucha dependencia de los mercados para poder resolver estos problemas fiscales que nos afligen y que, si no los superamos definitivamente, comprometen en grado sumo nuestras posibilidades de crecimiento sostenido.

Vamos a seguir trabajando por el lado de los ingresos y por el lado de los egresos. Por el lado de los ingresos del Estado, quiero destacar las reformas tributarias, el mejor impacto en los recaudos fiscales del comportamiento de la economía, el control de la evasión a través del programa Muisca, que puso en marcha el doctor Roberto, con su entonces Viceministro y hoy Ministro, el doctor Carraquilla.

Cuando el Gobierno empezó teníamos 280 mil contribuyentes de renta. Terminamos el año 2004 con 715 mil y aspiramos terminar este año con millón y medio.

Los ingresos han crecido. En el año 2003 registraron un crecimiento del 18 por ciento. Y el año pasado, si no tenemos en cuenta como base de comparación el impuesto para la Seguridad Democrática, esos ingresos crecieron en un 22 por ciento.

Confiamos que ese mayor crecimiento de la inversión privada en Colombia, que el año pasado se situó en el orden del 30 por ciento de incremento, esa recuperación del ritmo en inversión extrajera en nuestra Patria, nos ayudan a sostener un crecimiento de los ingresos fiscales.

Este año nos propusimos crecer el 10 por ciento y, a cierre del primer trimestre, vamos creciendo en un 11,5 por ciento. Tenemos que cumplir esas metas muy exigentes de incremento de los ingresos.

Y por el lado de los egresos, hemos tenido aumentos de egresos en pensiones. Los giros de la Nación este año en pensiones por un lado valen 14 billones, y por el otro lado esa transferencia al Instituto de los Seguros Sociales es de 4 billones. Esa suma supera la suma de las transferencias a las regiones.

Hemos crecido egresos en materia de inversión en seguridad y hemos hecho un gran control de egresos en materia de nómina y en materia de servicios generales en lo otro que controla directamente el Ejecutivo.

Para poner un ejemplo, la Presidencia de la República, en comparación con el 2002, ha logrado unos ahorros que oscilan entre el 26 y el 30 por ciento. Y esa es una constante allí donde hay un manejo relativamente discrecional del Ejecutivo nacional. Vamos a continuar en esa tarea de racionalización de egresos.

Diría que el punto más importante de todo este proceso es el de la reforma administrativa. Tengo la ilusión que la reforma administrativa sea el mejor legado de esta administración al saneamiento de las finanzas de la Nación.

Empezamos con la reforma del Telecom. La antigua Telecom estaba dando pérdidas del orden de 400 mil millones al año. La nueva Telecom, blindada, sin clientelismo, sin privilegios pensionales, el año pasado dio utilidades de 950 mil millones.

Hemos reformado, con la Dirección del Departamento Nacional de Planeación, 152 empresas del Estado. Las últimas, Inravisión, las decisiones sobre Granahorrar, el Banco Cafetero.

Pudimos recaudar 280 mil millones para pagar de contado, sin demoras, las liquidaciones de los trabajadores del viejo Banco Cafetero, ajustar un patrimonio de 500 mil millones para respaldar las pensiones de los jubilados del Banco Cafetero. Nos traemos los buenos activos del Banco Cafetero al nuevo Banco y además ayudamos a la capitalización con dos fuentes, una de las cuales es Granahorrar y entra en un proceso de venta al público Granahorrar.

Vamos a trabajar en las regiones y para los sectores más vulnerables de la Patria, con el Banco Agrario, que lo reformó la anterior administración. Nosotros hemos perseverado en esa reformas. Diría que muestra una gran recuperación, blindado contra el clientelismo, ayudando muchísimo en la irrigación de crédito agropecuario y de crédito popular, y vamos a poner como paralelo en ese trabajo el nuevo banco, Banco Cafetero.

Pero esta reforma del Estado, hasta la fecha, cuando se le trae a valor presente las cifras más importantes, en las entidades más importantes, arroja un ahorro de 12 puntos del PIB.

Sin embargo hay que continuar. Y para continuarla tenemos enfrente retos muy grandes: las clínicas del Seguro Social.

Tenemos en frente retos como todo lo que falta en hospitales públicos y como todo lo que falta en muchas otras entidades.

Este año ese superávit de las empresas del Estado debe ser del 2,9 por ciento. Y confiamos que, a medida que avance la reforma, sea todavía más alta.

Quiero referirme a dos cosas que preocupan mucho: las transferencias y qué sigue en materia de impuestos.

El Gobierno anterior, siendo Ministro de Hacienda el doctor Juan Manuel Santos, aprobó la reforma constitucional que rige hasta el año 2008 y que en alguna manera desvinculó de la base para transferir a las regiones, los nuevos ingresos corrientes de la Nación.

Eso, gracias a los mayores recaudos y gracias a las dos reformas tributarias aprobadas en este Gobierno, ha ayudado bastante.

El país tiene que prepararse para que el nuevo acto legislativo o la nueva ley, que por mandato de la propia Constitución debe darse para sustituir este acto en el año 2008, sea totalmente razonable, prudente.

El estudio que nosotros estamos haciendo para poner a consideración de la próxima administración y del próximo Congreso, refleja que debe haber apenas un mínimo crecimiento para atender el remanente de muchachos en edad escolar que en ese momento estarán todavía desescolarizados.

Comparto la preocupación del doctor Roberto Junguito y de todos ustedes, y este Gobierno asume el compromiso político de presentar unas líneas claras a consideración de la próxima administración y del próximo Congreso.

En materia tributaria, tenemos bastantes dificultades todavía para atender lo que muchos compatriotas han llamado una reforma estructural de impuestos.

Por ejemplo en IVA, la aspiración ha sido llegar a una cobertura, a una base de bienes y servicios gravada con el IVA del 100 por ciento.

¿Qué ha logrado hacer este Gobierno? Encontramos esa base en el 37, 38 por ciento. La hemos ampliado en dos ocasiones. En este momento esa base está más o menos en el 51, 53 por ciento.

El Congreso nos aprobó, en la primera reforma tributaria, una tarifa general del 2 por ciento para el resto de la base de IVA. La honorable Corte Constitucional declaró esa decisión inexequible.

No veo fácil aplicar la actual tarifa o las actuales tarifas, la del 16 y la del 10, a una nueva ampliación del IVA.

¿Por qué? Porque lo que sigue es ampliar el IVA a los medicamentos, lo que sigue es ampliar el IVA a los servicios públicos, lo que sigue es ampliar el IVA a otros gastos de salud distintos de los medicamentos, y a la educación.

Creo hoy que la mejor decisión en esa materia fue la que se tomó en 2002, y que la honorable Corte Constitucional nos declaró inexequible.

Sugiero que estudiemos la posibilidad de adoptar un mecanismo semejante, atendiendo lo que la Corte dejó consignado en su sentencia como reparo, para que no repitamos lo que en concepto de la Corte puede ser violatorio de la Constitución.

Creo que hay algo que muchos califican de antitécnico. Pero que, dadas las condiciones sociales del país, es el único camino que se puede recorrer para ampliar IVA, el camino de las tarifas diferenciales.

Una tarifa baja para todo lo que está exento o que está excluido de IVA, es una tarifa más fácil de asimilar por el Congreso de la República, más fácil de asimilar por la opinión ciudadana. Y bien manejada, puede ayudar a aliviar mucho las finanzas del Estado.

Ustedes el año pasado debieron sentir un estímulo tributario. Lo van a sentir este año y el siguiente: es la deducción del 30 por ciento para las inversiones generadoras de renta.

Sobre eso ha habido una gran discusión. La tesis ha sido la siguiente: nosotros creamos el impuesto al patrimonio o lo revivimos. Aumentamos el impuesto de renta con la sobretasa. Hemos recargado las obligaciones de los empleadores con nuevas obligaciones de pensiones. Hemos hecho ajustes al combustible, necesarios, porque el petróleo en este período de Gobierno ha pasado de un valor de 27 dólares barril, a un valor de 48, 52 dólares barril.

Hemos hecho gran cantidad de ajustes, que la opinión pública colombiana, estoicamente, ha asimilado. Hemos creado lo que llamaría una tributación cara.

¿Qué compensación introdujimos? Unos incentivos bien orientados para el crecimiento. Uno de los cuales es esa deducción del 30 por ciento a las inversiones generadoras de renta, que nos permite llegar a esta conclusión: tenemos una tributación costosa para el que no crezca, pero una tributación con estímulos para el que crezca. Me parece que eso es razonable.

Sin embargo, la transacción que se hizo entre los diferentes sectores, que tienen también puntos de vista divergentes sobre estos temas, fue la de consagrar ese estímulo solamente con alcance transitorio.

¿Qué vemos? Nosotros vemos la necesidad de adelantar un gran debate en el país para que en la próxima reforma de impuestos, que deba coincidir con el fenecimiento o con la finalización de la vigencia de ese estímulo tributario, haya una reducción general de la tarifa de renta.

Creemos que además a eso nos obligan las circunstancias internacionales, porque hoy vemos en Centroamérica una gran tendencia para reducir tarifas de renta, y en otros países, y Colombia no puede perder competitividad.

Mi propuesta entonces es que el país vaya pensando en la necesidad de que sustituyamos el período de los estímulos tributarios, con una nueva norma que reduzca de manera general la tarifa de renta.

El ministro Jorge Humberto Botero, esta mañana, tuvo la oportunidad de referirles el proceso de la ley que autorizará al Gobierno a hacer los convenios de estabilidad con los inversionistas. Tenemos mucha fe en esa ley. A pesar de los reveses en el honorable Congreso, el visto bueno que le dio el Congreso a la apelación, nos abre el camino, y ojalá rápidamente le podamos decir a la comunidad nacional e internacional que está aprobada la Ley de Estabilidad Jurídica.

Además estamos avanzando internacionalmente en esa materia. Colombia acaba de firmar con España el primer convenio internacional de estabilidad a los inversionistas. Eso ayuda muchísimo. Y firmamos otro con España, que es el desmonte a la doble tributación. Confiamos que eso nos abra caminos para replicar con otros países estos acuerdos que acabamos de suscribir con España.

Estamos trabajando en el tema de las dos Superintendencias, estamos trabajando en el tema de la Ley 80.

Y el doctor Roberto se ha referido –en palabras que si yo algo intento agregarle, hago daño– a este proyecto de ley sobre responsabilidad civil.

Simplemente, recogiendo el sentido de las palabras de nuestro Presidente, el doctor Junguito, permítanme decir: eso hay que graduarlo muy bien, estudiarlo muy bien.

Porque después de haberle elevado los impuestos a los colombianos –renta, IVA–, después de haber aumentado las cotizaciones de la seguridad social, después de haber hecho este ajuste en tarifas de servicios públicos y en combustibles, derramarle a los colombianos una prima obligatoria de dos billones, puede crear inmensos problemas sociales y puede crear traumas en la economía.

Creo que lo mejor es avanzar en este estudio juicioso, como lo ha propuesto en el día de hoy el doctor Roberto Junguito.

Planeación Nacional está preparando lo que se llama el documento “Visión Colombia Segundo Centenario”. Unas metas muy exigentes para el año 2019, cuando se cumplirán 200 años de la Batalla de Boyacá. Con unas metas parciales también muy exigentes para el año 2010, cuando se cumplirán 200 años del Grito de Independencia. Y están de la mano de las metas del milenio.

Uno de los problemas del país es que el país tiene que vivir a expensas de planes cuatrienales de desarrollo y de orientaciones cuatrienales de las respectivas administraciones. Democráticamente no es posible imponer unas visiones de Estado de largo plazo, pero sí es posible inducirlas. No imponerlas, pero sí inducirlas.

Nosotros aspiramos que Planeación termine este ejercicio. Que este ejercicio se socialice a través de una gran pedagogía democrática en la base de la sociedad colombiana. Que participen de este ejercicio alcaldes, gobernadores, concejales, asambleas, Congreso, todos los gremios, todos los sectores sociales.

Y que si el país se familiariza con esa visión de Colombia para el Segundo Centenario, eso ayude a que haya puntos-puentes, puntos de transición, puntos de continuidad entre un plan cuatrienal de desarrollo y el siguiente. Confiamos que ese ejercicio democrático va a ser bien útil.

Y por supuesto, ahí está el tema de infraestructura. Hace parte de ese documento “Colombia Segundo Centenario” la Agenda de Competitividad y su capítulo de infraestructura.

La primera decisión del Gobierno en esa materia fue superar contenciosos. Un país lleno de pleitos con los concesionarios de carreteras, es un país que espanta la confianza inversionista. Un país con 19 pleitos con los asociados de Telecom, es un país que niega las posibilidades de que se incorpore tecnología.

Entonces nos hemos dado a la tarea de superar esos pleitos. Hemos superado bastantes. La orden ha sido: superémoslos rigurosamente atenidos al ordenamiento jurídico, con justicia conmutativa en las prestaciones de las partes y con participación de opinión pública.

Antes de perfeccionar alguno de estos acuerdos, el texto se publica ampliamente, para que la opinión pública pueda pronunciarse sobre ese preacuerdo.

Ya hemos logrado el acuerdo en varias de las concesiones viales, se están reactivando, y se ha logrado el acuerdo en 14 de los 19 contratos que se encontraban en litigio en Telecom.

A Telecom no la podemos dejar ahí. Hemos dado el gran paso de la vieja Telecom a la nueva. De los 400 mil millones de pérdidas a los 950 mil de utilidades. Pero necesitamos aliados estratégicos en Telecom, para que mantenida como un patrimonio público, con aliados estratégicos, pueda estar a la vanguardia de la oferta de servicios y de tecnologías a los consumidores. Vamos a continuar en esa tarea. Y confío que ustedes puedan ver en los próximos días, con el doctor Santiago Montenegro, ya detalles del documento “Colombia Segundo Centenario”, y del tema de infraestructura.

Particularmente en esta ciudad de Cartagena, para no fatigarlos con un examen de la infraestructura que está en construcción o que se proyecta en todo el país, en esta ciudad de Cartagena en este momento estamos construyendo la Vía Perimetral de la Ciénaga de la Virgen.

Aterrizando, ustedes la pueden ver por la margen derecha del avión. Ya ahí hay un terraplén, que se va conformando en los primeros kilómetros. Va ayudar mucho porque evita que la zona tugurial siga invadiendo la zona de Ciénaga de la Virgen. Es el principio para empezar a recuperar la zona tugurial, conecta, está llamada a conectar lo que es la antigua carretera de la Cordialidad con la carretera que sale a Barranquilla, cerca de la playa. Va a tener, inicialmente, contra el espejo de agua, un sendero peatonal, después una zona de servicios públicos, y después la zona vial. Y conectada con esa vía peatonal está la Unidad Deportiva.

Esta ciudad es escenario de los Juegos Centroamericanos el año entrante. Con ese recurso de los 4 puntos de telefonía celular, el Gobierno Nacional está cofinanciando todas las obras de infraestructura para los Centroamericanos. Eso se va a conectar con la Vía Perimetral.

Nos hemos dado a la tarea, dentro de nuestro punto de política social, de construcción de un país con calidad de vida urbana, impulsar los Transmilenios. El de Bogotá, este Gobierno es responsable de la financiación del 70 por ciento. Por eso entregamos en los primeros meses del Gobierno vigencias presupuestales a Bogotá por 989 millones de dólares.

Y hemos emprendido la construcción de sistemas semejantes de transporte masivo. En Cali, en Pereira, hoy están en plena ejecución. El del Valle de Aburrá para conectar el Metro. Hay algunos en licitación. Cartagena en licitación. En los próximos dos meses se debe adjudicar el primer tramo. Estamos pendientes de abrir licitación en Bucaramanga y de abrir licitación en Barranquilla.

Confiamos rápidamente encontrar, perfeccionar acuerdos definitivos con inversionistas, que le van a ayudar al Gobierno Nacional a financiar toda la ampliación y modernización de la Refinería de Cartagena.

Y en materia de política social, en esta ciudad el domingo empezaremos con un nuevo programa de Familias en Acción, para 5.500, en la zona más pobre, que es El Pozón.

Ese programa de Familias en Acción va bien. Este año aspiramos terminar con 500 mil Familias en Acción. Eso nos va a costar alrededor de 45 mil millones cada dos meses. Ahora nos está costando 41 mil millones cada dos meses. Se le paga un subsidio a la familia, para que la familia garantice la educación y la alimentación de los hijos.

Y en zonas tan pobres como El Pozón de Cartagena, como Quibdó y como Altos de Cazucá, entre Bogotá y Soacha, también estamos empezando el programa.

Pero no quiero fatigarlos más. Lo que quiero es felicitarlos por su diaria tarea a favor de Colombia. Felicitar al doctor Fadul. Felicitar al doctor Roberto Junguito. Agradecer inmensamente las palabras serias, de visión de Patria, de la doctora Silvia Luz Rincón. Y si alguno de ustedes tiene algún comentario, alguna pregunta, sé que está muy avanzada la hora, pero una o dos pregunticas con mucho gusto las atendería”.

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