PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN CONGRESO INTERNACIONAL DE RIESGOS
PROFESIONALES
Bogotá, 18 may (SNE). El presidente Álvaro
Uribe Vélez instaló el Primer Congreso
Internacional de Riesgos Profesionales, que se lleva
a cabo en el marco de los 40 años de la ARP del
Seguro Social. El siguiente es el texto de su intervención.
“Quiero dar un saludo muy afectuoso a todos. Expresar
nuestra bienvenida a quienes nos acompañan de
la comunidad internacional en este foro, que consideramos
de gran importancia.
Quiero enmarcar el tema de la
seguridad social en lo que, a mi juicio, deben ser
los parámetros para
entrar a clasificar las democracias latinoamericanas.
Creo que, equivocadamente, se
viene hablando en América
Latina de gobiernos democráticos de derecha y
de gobiernos democráticos de izquierda. Equivocadamente,
porque eso no corresponde al momento histórico.
Porque eso correspondía a las épocas de
las dictaduras. Además, inconvenientemente, porque
lo único que ha hecho es generar polarizaciones,
que hacen mucho daño, como la que acabamos de
ver en el caso de la elección del Secretario General
de la Organización de Estados Americanos, y que
por fortuna pudimos finalmente superar.
Y tampoco corresponde a los resultados
prácticos,
porque ya en la práctica, cuando pasa el discurso
electoral es prácticamente imposible diferenciar
un gobierno comprometido con la democracia, de otro igualmente
comprometido con la democracia a la luz de si son de
izquierda o de derecha.
He creído que los parámetros contemporáneos
que deben utilizarse para calificar nuestras democracias
deben ser otros. Hemos propuesto que se miren estas democracias
a la luz de la seguridad, a la luz de la transparencia,
a la luz de la institucionalidad, a la luz de la cohesión
social y a la luz de las libertades.
Eso permite definir si una democracia
es institucional o caudillista, si una democracia está regida por
el ordenamiento jurídico o por caprichos personalistas,
si una democracia es progresista o retardataria.
Por ejemplo, en el campo institucional,
Colombia es un país de instituciones bastante independientes.
El Presidente de la República no tiene facultades
para definir una política de tarifas de servicios
públicos. Puede proponerla, pero finalmente hay
una comisión independiente. No tiene facultades
para definir una programación de televisión.
Puede hacer sugerencias, pero finalmente hay una comisión
independiente.
Los delegados internacionales
que hoy nos visitan encuentran una Nación que ha avanzado muchísimo
en institucionalidad. Y a mi juicio, una democracia
moderna
para considerarla si es progresista o retardataria, debe
obedecer al respeto de la institucionalidad independiente.
De lo contrario se convierte en una democracia caudillista,
en una democracia personalista.
Tema bien importante dentro de
esos cinco parámetros
es el tema de la cohesión social, la construcción
de justicia social. Creo que es mucho más importante
retar a estas democracias en los resultados, que simplemente
examinarlas por los discursos de sus voceros.
El tema de cohesión social en América
Latina tiene que ser un tema más de resultados,
que un tema de discursos electorales. Colombia viene
haciendo un gran esfuerzo en materia de cohesión
social.
Déjenme expresar lo siguiente: ustedes, apreciados
delegados internacionales, encuentran un país
cuya fotografía más general muestra un
48 por ciento de la población por un lado y un
52 por ciento por otro lado. Ese 52 por ciento vive aún
en condiciones de pobreza deplorable, que tenemos que
superar.
Cuando empezó este Gobierno, la pobreza estaba
en el 59. Estamos trabajando para que Colombia, cuando
cumpla el segundo centenario de vida independiente, haya
reducido la pobreza a no más del cinco por ciento.
Pero el otro 48 por ciento de
la sociedad colombiana vive en un modelo respetable,
en un modelo que se puede
mostrar en cualquier parte del mundo. Y lo que hay que
preguntarse es: ¿cuál es la causa de ese
52 por ciento de pobreza en Colombia? ¿El 48 restante?
No.
Como lo vamos a ver enseguida,
al examinar el tema de la seguridad social, para ir
pasando de lo más
general a lo más específico, ese 48 tiene
inmensas responsabilidades sociales con el conglomerado.
A mi juicio, las grandes causas
determinantes de la pobreza en Colombia, que ha sumido
a este 52 por ciento,
han sido el terrorismo, el narcotráfico y la corrupción.
De ahí que este país tiene que superar
estas causas.
Espantaron la inversión, expulsaron 4 millones
de colombianos al extranjero, han producido un desplazamiento
interno de dos millones, frenaron la expansión
de la economía, y todo ese volcamiento de desplazados
de la ruralidad colombiana a estas grandes ciudades no
pudo encontrar una economía en crecimiento, fuerte,
que los acogiera, que los absorbiera, y tuvieron que
sujetarse, someterse simplemente a expresar su pobreza
en la economía callejera.
La seguridad social de Colombia
nosotros la miramos dentro de una dimensión más amplia. Este
Gobierno, para construir confianza en esta Nación,
ha venido trabajando tres ejes. El eje de la Seguridad
Democrática, la derrota del terrorismo, la seguridad
para todos nuestros compatriotas, independientemente
de su grado de oposición o de su grado de identificación
con las ideas de gobierno. Seguridad Democrática
para todos los colombianos.
El tema de la transparencia,
y el tema de la reactivación
económica y de la reactivación social.
Esa reactivación social, que corresponde a ese
parámetro de la cohesión social, la hemos
desagregado en lo que llamamos siete herramientas de
equidad: el avance de la Revolución Educativa,
el avance de la protección social, el impulso
de la economía solidaria, avanzar hacia un manejo
social de los servicios públicos, hacia un manejo
social del campo, el país de propietarios y la
calidad de vida urbana, que se expresa por ejemplo en
la circunstancia de que con un 70 por ciento de financiación
del Gobierno Nacional, hoy se está trabajando
en sistemas de transporte masivo en tres ciudades.
Bogotá, al terminar este Gobierno, tendrá más
de 80 kilómetros de transporte masivo. Y se está trabajando
en la ciudad de Cali, en la ciudad de Pereira y en otras
ciudades como Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga y
el Valle de Aburrá. Estamos en las vísperas
de las nuevas licitaciones.
En el tema de la expansión de la protección
social estamos trabajando no solamente en el tema de
lo que se ha conocido propiamente como seguridad social,
sino en un área mucho más amplia, en el área
de familias educadoras, de familias guardabosques, en
el incremento de nuestras responsabilidades con los desplazados,
en un programa de reinserción que beneficia hoy
a 12 mil reinsertados de los grupos terroristas, con
un programa vasto de atención social al pueblo
colombiano, a pesar de todo lo que falta.
El tema de la seguridad social.
Creo que es bien importante notar lo que definió la Constitución de
1991 en Colombia. Aboga por una seguridad social que
avance gradualmente hacia la universalidad eficiente
y al mismo tiempo solidaria, cuyos actores deben ser
el Estado como titular del monopolio de la reglamentación
y de la supervisión, y también participante
en la prestación del servicio, pero no de manera
exclusiva, en la prestación del servicio pueden
participar los particulares.
¿Cuál fue el paso importante? Que se abrió la
posibilidad de que participen los particulares en la
prestación del servicio, pero sin afectar la solidaridad.
Entonces ahí, al mirar esa solidaridad en la seguridad
social de Colombia, empezamos a ver si el 48 por ciento
ha tenido responsabilidades sociales con el conglomerado
o no las ha tenido. Empezamos a ver si en este país
hay esfuerzos por la cohesión social o no los
hay.
Veamos, por ejemplo, cómo se traduce esa solidaridad
constitucional en la práctica.
Primero: el sistema de cotizaciones.
El mayor esfuerzo lo tiene que hacer el empleador.
En muchos países
el sistema de cotizaciones está a cargo exclusivamente
del trabajador, aun en países que se autodenominan
de izquierda.
Cuando vemos aquí pensiones, la cotización
básica pensional de 13 y medio puntos, corresponden
10 puntos al empleador, tres y medio al trabajador.
Veámoslo en salud. La cotización básica
12 puntos, corresponden 8 puntos al empleador, cuatro
al trabajador.
Y en riesgos profesionales -el
tema que en buena hora concita este seminario- la totalidad
de la cotización
está a cargo de los empleadores. Primera expresión
de la solidaridad.
Segunda expresión de la solidaridad. Creamos
fondos de solidaridad tanto para salud, como para pensiones.
Los trabajadores de equis nivel de salarios hacia arriba,
tienen que cotizar al Fondo de Solidaridad Pensional.
Y de los 12 puntos de cotización al Régimen
Contributivo de Salud, un punto se destina a subsidiar
lo que se llama, o a financiar, a cofinanciar lo que
se llama el Régimen Subsidiado de Salud
Y veamos otra expresión de solidaridad. Independientemente
de que el afiliado seleccione una empresa promotora de
salud estatal o privada, hay solidaridad. ¿Cómo
se da esa solidaridad? En cualquiera de ellas, el plan
obligatorio de servicios tiene que ser igual para el
trabajador, independientemente de su nivel salarial.
El trabajador que gana un millón,
tiene que tener el mismo plan obligatorio de servicio
que el trabajador
que gana 400 mil.
Hay un esquema de solidaridad
al interior, donde lo que le sobra al trabajador de
altos ingresos del conjunto
de su cotización para pagar el costo de su plan
obligatorio de salud, se traslada para completar lo que
le falta al trabajador de bajos ingresos.
La compensación se hace en cada entidad a su
interior y hemos avanzado machismo para que todas las
entidades y todos los afiliados participen en el Sistema
Nacional de Compensación. Para que aquella entidad
que por la estructura de ingresos de sus afiliados tenga
déficit, reciba del Sistema Nacional de Compensación
el equivalente a ese déficit y por lo menos se
garantice su equilibrio.
Y aquella entidad que por la
estructura de ingresos de sus afiliados tenga superávit, ese superávit
lo traslade al Fondo de Solidaridad para ayudar a poner
en equilibrio a aquellas entidades que están en
déficit.
El sistema pensional. Colombia
introdujo el sistema de las cuentas individuales, el
sistema de capitalización,
pero no eliminó el sistema de prima media.
Desde 1994 hemos visto el funcionamiento
de ambos. El país ha estado en un proceso serio y detallado
de observación de cómo se comportan ambos.
Algunas personas han dicho que
no ha crecido la afiliación,
la cobertura. En muy buena parte le asiste la razón.
Apenas empezamos a ver una recuperación de la
dinámica de ampliación de cobertura ahora.
¿Cual ha sido la causa? ¿El sistema? No,
porque el costo es el mismo, la causa ha sido que ha
correspondido la época a una época de inmensas
dificultades en la economía colombiana.
Entre 1994 y el año 2000 el desempleo abierto
en Colombia pasó del 7 y medio por ciento a casi
el 20 por ciento. En esa misma época el desempleo
de jefes de hogar paso del cuatro al diez por ciento,
Por fortuna un desempleo que iba para el 25, logramos
frenarlo y hoy ya lo tenemos entre el 11 y el 13, ojalá podamos
terminar el año entre el 10 y el 12.
Eso nos ha ayudado a que se reinicie
la afiliación
de los trabajadores al sistema de seguridad social en
el área de pensiones.
Por ejemplo, entre enero y febrero
de este año,
el Seguro Social captó 24 mil afiliados más
a pensiones y los fondos privados de pensiones captaron
100 mil afiliados más, solamente entre enero y
febrero de este año.
En el consolidado del sistema
hoy tenemos más
de 600 mil nuevos afiliados en lo que va corrido de este
Gobierno.
Por un lado, la transición ha sido difícil
porque le ha costado al Estado muchísimo en términos
fiscales, pero por otro lado ha sido bondadosa, porque
un país que pasó sin ahorrar entre 1993
y los años recientes, ha tenido en el crecimiento
de las reservas de los fondos de pensiones la única
fuente de ahorro.
Me preguntaría qué le habría pasado
al déficit fiscal de este país, al endeudamiento
público, a la tasa de interés, si en medio
de ese creciente desahorro de los sectores público
y privado, no hubiéramos tenido esa nueva fuente
de ahorro que por fortuna ha funcionado que es el sistema
de los fondos privados de pensiones.
Confío que con las reformas que se han venido
introduciendo en el Honorable Congreso, varias en este
Gobierno, la ley pensional de diciembre de 2002, el acto
legislativo que ahora está en curso y que necesitamos
aprobarlo porque el costo actuarial de las pensiones
en Colombia, representa el 190 del PIB.
La reforma que hemos hecho en
152 empresas del Estado para que esas empresas recuperen
su viabilidad, confío
en que eso nos vaya conduciendo en el camino del equilibrio
en materia de la deuda pensional. En buena hora el país
ha venido con todo empeño sacando adelante esas
reformas.
En el régimen contributivo de salud, tenemos
tanto el Seguro Social como el sistema de las EPSs. En
las EPSs las tenemos privadas del sistema privado ordinario
y también cooperativas. Allí se ha presentado
un crecimiento enorme de afiliados. Pasamos de tener
tres millones y medio de afiliados en el año de
1993 a unos 15,
16 millones de beneficiarios a la fecha. Ese crecimiento
ha sido bien importante.
La primera decisión que tomamos en esa materia,
es que se generalizara y se obligara en todo el país
a la afiliación, a la cobertura de la familia
del afiliado. Antes no existía. Apenas en unas
pocas regiones del país se había avanzado
en cobertura familiar. Hoy la cobertura familiar es una
exigencia universal en toda Colombia.
El sistema de riesgos profesionales,
como lo acaba de mencionar el doctor Quinche, presidente
del Seguro Social,
es sano y confiable, tanto en el sector privado como
en el Instituto de los Seguros Sociales. Y ha crecido
muchísimo, ha crecido muchísimo.
En agosto de 2002 teníamos 4 millones 212 mil
504 afiliados al Sistema de Riesgos Profesionales. En
febrero de este año completamos cuatro millones
912 mil, un crecimiento de 696.500 afiliados.
Y qué bueno ver que también hay un crecimiento
proporcional de la demanda del servicio, porque algo
que estaba pasando en Colombia es que no había
demanda del servicio, por carencia de afiliación,
por carencia de protección.
Las reservas son sanas, el crecimiento
va veloz. Este Gobierno tomó la decisión de facilitar
el acceso al Sistema de Riesgos Profesionales de los
trabajadores independientes. Eso ha ayudado muchísimo
a que los trabajadores independientes se vinculen.
Pero con nada de esto podemos
estar contentos en un país que tiene un 52 por ciento de pobreza. La
tarea tiene que ser de todos los días, de todas
las horas con gran empeño.
Nosotros necesitamos llegar cuanto
antes a la cobertura universal en salud. Además del sistema que se
llama régimen contributivo, tenemos el régimen
subsidiado para aquellos colombianos que por su nivel
de ingresos o la informalidad de su actividad laboral,
no alcanzan a afiliarse al régimen contributivo.
Este Gobierno encontró, en cifras grandes, 10
millones de afiliados al régimen subsidiado. A
la fecha tenemos 14 millones 900 mil. Hemos crecido en
ese Gobierno 4 millones 900 mil el número de afiliados
al régimen subsidiado de salud, pero no estamos
contentos. Necesitamos llegar a 22 millones de afiliados.
Confiamos terminar este año con cerca de 18 millones.
Hemos introducido unas reformas importantes: primero,
el Congreso nos aprobó una proposición
para que en adelante solamente entidades sin ánimo
de lucro, puedan ser administradoras del régimen
subsidiado de salud.
Tomamos la decisión administrativa de reducir
los costos de administración del régimen
subsidiado de salud del 15 al 8 por ciento, hemos denunciado
la corrupción en donde la hemos conocido. No nos
ha temblado la mano para entrar, a través de la
Superintendencia de salud, a tomar las decisiones que
se requieran y la vamos a derrotar totalmente.
El Congreso de la República está tramitando
la nueva ley de salud. Esa ley nos va a ayudar muchísimo
porque introduce mecanismos para tener mejores controles
en la contratación, en la selección de
las ARS y en la ampliación de los recursos de
prevención y de educación sobre cuyo manejo,
que es un manejo descentralizado, que escapa al alcance
del Gobierno Nacional, hay bastantes quejas.
Confío que con los nuevos recursos que trae esa
ley y que con los nuevos esquemas de administración,
esa ley nos va a ayudar a llegar a esa meta rápidamente
de tener 22 millones de colombianos en el sistema de
subsidios y de depurar el sistema y eliminar del sistema
cualquier vestigio de corrupción.
Con el señor Ministro de Hacienda y el señor
Ministro de Protección, para apoyar la norma del
Congreso, estamos explorando la siguiente decisión:
hasta el momento este Gobierno ha invertido 700 mil millones
en saneamiento hospitalario, de hospitales que no le
corresponden (departamentales, municipales), de las ESES
del Seguro, porque hemos avanzado bastante en la reforma
del Seguro pero falta muchísimo.
Nosotros hemos reformado 152
empresas del Estado. Si me dijeran: ¿dónde está el gran
reto de lo que falta? Diría yo en muchos hospitales
públicos donde todavía no han podido llegar
la reforma, en las clínicas del Seguro Social
y en unas reformas que confiamos el doctor Gilberto va
a sacar adelante en lo que se llama la EPS y el Sistema
de Riesgos Profesionales del Seguro, para hacer un Estado
sostenible.
Nosotros no estamos en la modalidad
privatizadora de América Latina de los 90. Aquí hay un espacio
total al sector privado, pero un Estado que no abandona
sus responsabilidades. En lugar de la propuesta privatizadora,
la propuesta nuestra ha sido Estado sostenible. Porque
la posición más fácil es la de que,
en nombre de que no se es privatizador, no le meten la
mano al Seguro. Entonces mantienen un discurso entre
comillas socialdemócrata, no reforman el Seguro
y después resulta que lo dejaron quebrar y lo
dejaron desparecer.
Nosotros hemos preferido enfrentar
la crítica,
involucrarnos en la reforma del Seguro, pero con un objetivo:
salvarlo. Es mejor pagar el costo político de
la crítica y mostrar como resultado en el mediano
y largo plazo un Seguro Social salvado, que simplemente
mantener un discurso cómplice con los malos manejos,
darle la espalda a la problemática y después
recoger como cosecha el resultado de un Seguro Social
totalmente quebrado y desaparecido.
Ustedes pueden tener la certeza
que vamos a continuar con el propósito de salvar el Seguro. Hay que
hacer grandes esfuerzos: esfuerzos del presupuesto, esfuerzos
de la administración, esfuerzos de las instituciones
políticas de la Nación como el Congreso
y esfuerzos de los sindicatos de los trabajadores del
Seguro.
Llamo a los sindicatos a que
nos ayuden. Por ejemplo, anoche veíamos anoche en Cartagena que estamos
a punto de que una cooperativa de trabajadores contrate
el manejo de una de las clínicas del Seguro. Ese
sería un magnífico ejemplo. Eso es ir haciendo
el tránsito que Colombia necesita del sindicalismo
reivindicativo tradicional al sindicalismo participativo.
Y mejor que seguir teorizando sobre el tema es dar un
paso de la teoría a la práctica para que
eso nos cree un gran ejemplo.
Qué bueno que rápidamente los colombianos
puedan ver que se ha firmado ese convenio de manejo de
una de las clínicas del Seguro Social con la misma
organización de trabajadores. Ese es un gran paso
para adelantar todo lo que nos falta en el proceso reformista
del Seguro Social. Vamos a seguir en esta tarea, pero
no podemos quedarnos solamente allí.
Celebro inmensamente los convenios
laborales que hoy se han suscrito. Este país, por múltiples
causas, una de ellas la violencia, tiene 4 millones de
personas que han sufrido pérdida de capacidad.
Se ha avanzado en lo legal y lo importante es que se
avance en lo práctico.
Agradezco inmensamente a las
empresas privadas que conjuntamente con el Seguro Social
están en la tarea de darles
una oportunidad laboral a nuestros compatriotas que han
perdido capacidad. Un paso necesario en la construcción
de una Nación con cohesión social, en la
construcción de una Nación solidaria.
Nosotros hemos crecido enormemente
la capacitación
en Colombia. Cuando este Gobierno llegó, apreciados
visitantes internacionales, el Servicio Nacional de Aprendizaje
capacitaba un millón de colombianos por año.
Este año capacitará más de tres
millones y confiamos que el año entrante esté capacitando
cuatro millones. Hace parte de la Revolución Educativa.
Pero lo más importante es que ya entró en
la capacitación de las personas que han perdido
capacidad.
Es muy importante ver que mientras
la clínica
San Pedro Claver del Instituto de los Seguros Sociales
nos muestra estos ilusionantes avances en las terapias
de recuperación de personas que han perdido capacidad,
también está el Sena abriendo espacios
de capacitación laboral a las personas que han
perdido capacidad. En Suba, con una organización
religiosa privada, ya tenemos el primer convenio del
Sena capacitando en Bogotá más de dos mil
personas que han perdido capacidad.
Qué bueno pues este esfuerzo
del sector privado, este esfuerzo del Seguro Social,
y lo importante es mostrarlo
masivamente.
Y una de las empresas aquí presentes, Paz del
Río, cuando este Gobierno empezó la administración
se decía: “esa empresa ciérrenla,
está quebrada”. Llevaba muchos años
quebrada. ¿Qué hicimos nosotros? Allí propusimos
la tesis de pasar del sindicalismo de reivindicación
al sindicalismo de participación. Los trabajadores
renunciaron a prestaciones, nos ayudaron los pensionados.
Esa empresa, que estaba a punto de cierre, el año
pasado produjo más de 100 mil millones de utilidad.
Quién representa hoy al gerente se comprometió conmigo,
que ya están comprando la maquinaria para renovarla,
para ponerla en la vanguardia competitiva, para que esa
empresa perdure por los siglos de los siglos en favor
de los trabajadores colombianos.
Cuando este Gobierno empezó, esa empresa tenía
una participación accionaria de trabajadores del
9 por ciento. Era una vergüenza. Los que se sintieron
quebrados en esa empresa, para lavarse las manos, les
dieron acciones a los trabajadores y los dejaron con
el problema. Nosotros hemos pasado esa participación
al 48 por ciento y pusimos todas las bases para el resultado
que hoy está mostrando la empresa, una empresa
de los trabajadores en un 48 por ciento, que está saliendo
adelante, que era un moribundo y hoy es una empresa rejuvenecida,
una empresa próspera, una empresa que muestra
que este país puede ser un gran constructor de
cohesión social.
Los invito pues a que pensemos
en estas democracias de América Latina, no en función de titulares
de discurso político que califican a unas como
de izquierda y descalifican a otras como de derecha,
lo cual es totalmente obsoleto, impráctico, polarizante
e inconveniente.
La calificación moderna es preguntarnos cómo
van estas democracias de América Latina en seguridad,
cómo van en transparencia, cómo van en
respeto a la institucionalidad independiente, cómo
van en cohesión social y cómo van en respeto
a las libertades públicas.
Todo lo que podamos avanzar en
materia de seguridad social, en materia de riesgos
profesionales, es un avance
en cohesión social, es un avance en construcción
de capital social, es un avance en construcción
de unión de ciudadanía, es un avance para
que nuestras sociedades no se polaricen más.
Muchas gracias a todos por venir
a Colombia a este evento”.