DISCURSO DEL PRESIDENTE
EN LA CONFERENCIA LATINOAMERICANA DE ECONOMÍA
ALEMANA
Bogotá, 20 may (SNE). El siguiente es el texto
del discurso del presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez, durante la instalación de la
Conferencia Latinoamericana de Economía Alemana,
que se lleva a cabo en la ciudad de Cartagena:
“Quiero saludar inmensamente esta Conferencia Latinoamericana
de Economía Alemana que se realiza en Cartagena.
Imponemos hoy la Orden del Mérito Comercial en
la categoría de Gran Oficial a la Cámara
de Industria y Comercio Colombo-Alemana, en sus 70 años
de existencia.
En 1935, los empresarios alemanes
se constituyeron en uno de los principales motores de
la vida económica
y social en Colombia. La iniciativa alemana nos aportó ciencia
y tecnología aplicada a múltiples empresas
de sectores como las bebidas, la aviación, minería,
ferrocarriles, comercio mayorista y minorista, sector financiero,
en fin, en los sectores más dinámicos y progresistas
de nuestra economía.
Alemania, ha sido un gran mercado
para Colombia. Alemania ha sido un gran proveedor de
bienes de capital, de tecnología
para Colombia. Alemania, nos ha ayudado en momentos muy
difíciles de la vida nacional entre nuestros dos
países hay unos rasgos históricos irrompibles
de fraternidad. Los últimos lustros han estado caracterizados
por un marchitamiento de la inversión alemana en
Colombia.
Acudo hoy a saludarlos, agradecer
que hallan escogido a Cartagena para celebrar este seminario
de la economía
alemana en América Latina, a imponer a la Cámara
de Comercio Colombo-Alemana la Orden del Mérito
y a invitarlos queridos amigos a invertir en Colombia.
Necesitamos mucha inversión en Colombia y mucha
inversión de quienes han sido, como ustedes, los
grandes socios de Colombia en tantos momentos difíciles.
Déjenme empezar por una apreciación general.
Déjenme decirles cómo juzgo la democracia
de mi propio país.
Creo que América Latina no puede seguir siendo
dividida por motivaciones solamente circunstanciales, entre
gobiernos de derecha y gobiernos de izquierda. Eso está pasado
de moda. Esa calificación correspondía a
la época de las dictaduras. En ausencia de las dictaduras,
esa calificación es obsoleta.
Además no contribuye a la unidad, al contrario
polariza, como lo acabamos de ver recientemente con la
polarización que se estaba presentando con la elección
del Secretario General del Organización de los Estados
Americanos (OEA), polarización que se pudo superar,
a cuya superación Colombia contribuyó eficazmente.
Y esa clasificación es impráctica. Hace
dos días le preguntaba a una periodista internacional: ‘dígame
usted, una sola razón para decir que tal gobierno
latinoamericano es de izquierda y una sola razón
para decir que el Gobierno colombiano es de derecha’.
Y ella enmudeció.
Una cosa, son los discursos de
campaña y otra cosa
son las realidades de Gobierno. Por eso, yo diría
que hay que tener una visión moderna de estas democracias,
es perspectiva y he propuesto que las analicemos a partir
de cinco parámetros: la seguridad, las libertades
públicas, la transparencia, la cohesión social
y la institucionalidad.
Esos cinco parámetros permiten concluir que una
democracia es estable o no. Esos cinco parámetros
permiten concluir si una democracia es personalista o institucional.
Esos cinco parámetros permiten concluir si una democracia
es progresista o retardataria. Esos cinco parámetros
dan luces para ver si una democracia es caudillista o está sometida
al principio del sometimiento del gobernante a la ley.
Diría yo, que Colombia les ofrece una democracia
que avanza en seguridad. Una democracia plenamente respetuosa
de las libertades públicas. Una democracia que está haciendo
inmensos esfuerzos por la cohesión social. Una democracia
que todos los días es más transparente. Y
una democracia de instituciones. Una democracia progresista
no retardataria. Una democracia institucional no caudillista.
Hemos hecho un inmenso esfuerzo
en materia de seguridad. Nuestra política de Seguridad la llamamos Democrática
porque no corresponde a la época de la doctrina
de la Seguridad Nacional, que recorrió América
Latina para perseguir disidentes.
La nuestra, es una Seguridad Democrática porque
busca proteger por igual a todos los ciudadanos, independientemente
de que sean líderes trabajadores o líderes
empresariales; independientemente de que tengan afinidades
ideológicas con el Gobierno o pertenezcan a la oposición.
Eso nos honra.
Los colombianos han hecho un gran
esfuerzo pagando más
impuestos para mejorar la seguridad. Falta mucho en resultados
pero la tendencia es buena.
El país llegó a tener, no hace muchos años,
casi 30 mil homicidios. En lo que va corrido de este año –hasta
ayer- van 6 mil homicidios. Todavía es mucho, quisiéramos
presentar a la comunidad internacional un país sin
asesinatos, pero la tendencia muestra que los esfuerzos
y los sacrificios no han sido en vano.
Terminamos 2004 con una tasa de
homicidios de 44 por cada 100 mil habitantes, veníamos de 66. Y este año,
con una nueva reducción del 24 por ciento, estamos
por 13. Confiamos, que al final del año, podamos
reducir este 44 del año pasado y reducirlo bastante.
El secuestro. El secuestro ha maltratado
mucho la inversión
en Colombia. Todos esos grupos terrositas produjeron el
resultado de expulsar cuatro millones de colombianos al
extranjero, produjeron el resultado de un desplazamiento
interno de dos millones, produjeron pobreza. Cientos de
miles de campesinos de este departamento (Bolívar),
expulsados de sus tierras por los terroristas, se volcaron
sobre esta ciudad y como no había inversión
creciente, fueron totalmente absorbidos por la pobreza.
Tenemos que librar esa batalla
para superar la pobreza. El secuestro influyó mucho. Colombia llego a tener
3 mil secuestros por año. En lo que va corrido de
este año todavía van muchos, pero hemos disminuido
bastante, van 117.
¡Ciudades como Cartagena, ciudades como Bogotá,
este año no presentan un solo secuestro extorsivo!
Falta mucho en esta tarea pero
tengan la seguridad, apreciados empresarios, que tenemos
toda la disposición de
mejorar.
Vengo a hacer un compromiso con
ustedes, un compromiso de los soldados y policías de Colombia: de proteger,
con toda nuestra fuerza y con toda nuestra determinación,
a los inversionistas alemanes en Colombia, para que así se
puedan sentir tan seguros como en las calles de Berlín
o en las calles de Hamburgo o de cualquier ciudad alemana.
¡Confíen en Colombia que el pueblo colombiano
tiene toda la determinación de derrotar el terrorismo!
Y ese segundo elemento, el de las
libertades públicas.
Muchos países de la región suspendieron las
libertades públicas, so pretexto de derrotar el
terrorismo que caracteriza a esta democracia colombiana
y la presenta como una democracia que se puede someter
a cualquier escrutinio, a medida que nosotros hemos endurecido
nuestras acciones contra el terrorismo y nuestra voluntad,
hemos profundizado nuestras libertades.
Aquí no hay una sola restricción a las libertades
públicas. Hemos profundizado la democracia, este
país le va a demostrar al mundo, que es un caso
insólito y positivo, de capacidad de derrotar el
terrorismo sin afectar las libertades públicas,
al contrario profundizándolas.
En octubre de 2003, Colombia llevó a cabo un referendo
propuesto por el Gobierno que presido, no pasó sino
un punto, opositores y abstencionistas tuvieron más
garantías que el Gobierno. Por primera vez muchos
candidatos de partidos distintos a los tradicionales, de
partidos de las antiguas guerrillas, de partidos alternativos,
de partidos realmente de oposición, ganaron posiciones
muy importantes en alcaldías y gobernaciones. Fueron
protegidos plenamente y se les ha protegido su gobernabilidad
y el Gobierno Nacional ha tejido una bellísima artesanía
de entendimiento con los gobernadores y con los alcaldes
de la Patria, independientemente de su origen político,
para construir gobernabilidad y para construir unidad de
Patria.
En los últimos meses han sido elegidos 172 alcaldes.
El pasado domingo fueron elegidos 10 alcaldes, en todas
partes con plenas garantías. Más de 50 corresponden
a la oposición.
Si nos detuviéramos a mirar estas cifras –y
me gustaría que ustedes hablaran con la base del
pueblo colombiano-, se encuentra claramente que avanzamos
en la derrota del terrorismo sin que todavía hayamos
obtenido la victoria final, y que avanzamos simultáneamente
en la profundización de las libertades públicas.
Nosotros necesitamos la cohesión social. Cuando
este Gobierno empezó, la pobreza en Colombia estaba
en el 59 por ciento, hoy está en el 52 por ciento.
Necesitamos llegar a niveles de pobreza por debajo del
cinco por ciento. Estamos pensando en el largo plazo, estamos
pensando y se está trabajando en un documento –de
Planeación- para proyectar a Colombia hacía
el año 2019, cuando el país cumplirá el
Segundo Centenario de vida independiente.
La radiografía social de esta Nación
demuestra, como primera cosa, una Colombia en la cual
hay un 48 por
ciento que vive bien, en un modelo social presentable en
cualquier parte del mundo y un 52 por ciento que vive en
la pobreza y que tenemos que rescatar.
La pregunta es: ¿quién es el culpable de
ese 52 por ciento de pobreza? ¿La empresa privada? ¿El
48 por ciento que vive bien?: ni la empresa privada, ni
el 48 por ciento que vive bien. El culpable es la mezcla
de terrorismo, corrupción y narcotráfico,
que tenemos que derrotar.
La empresa privada colombiana es un ejemplo de responsabilidad
social, de solidaridad.
Si ustedes miran el nivel de impuestos
de la empresa privada colombiana, si ustedes miran cómo la mayor parte
de las cotizaciones de seguridad social están a
cargo del empleador, si ustedes miran la contribución
de la empresa privada colombiana a acciones sociales que
se financian con los llamados impuestos parafiscales, encuentran
una empresa privada con gran solidaridad social. Lo que
ha pasado en Colombia es que nos ha faltado más
dinamismo en la empresa privada y por eso queremos crear
condiciones para que se dé ese mayor dinamismo.
En materia de cohesión social estamos haciendo
un enorme esfuerzo en lo que llamamos Siete Herramientas
de Equidad: en la Revolución Educativa, en la ampliación
de la Protección Social, en la construcción
de un País de Propietarios, en Calidad de Vida Urbana.
Esta ciudad ha tenido, en este
Gobierno, 200 mil personas más vinculadas el régimen subsidiado de salud.
Se están adelantando unas obras muy importantes
de reivindicación de los sectores marginados y solamente
este año, debe contar con dos mil viviendas más
para los sectores más pobres.
La tarea de derrotar la pobreza
ardua, no lo podemos hacer sin crecimiento, porque sin
crecimiento no hay los recursos
para derrotar la pobreza y ese crecimiento necesita seguridad.
Ahí van viendo ustedes estas tres características
de una democracia moderna.
La cuarta: transparencia. Este
país ha venido haciendo
un gran esfuerzo para derrotar la corrupción, para
conseguir confiabilidad en las reglas de juego, en las
decisiones estatales, para esa confianza nos hemos dado
a la tarea –también- de superar los pleitos
con el sector privado. Confío que el Alcalde de
Medellín y el Gobernador de Antioquia rápidamente
lleguen a un acuerdo con Alemania y con España que
le ponga punto final al contencioso sobre el Metro de Medellín.
Pero invito tanto a los empresarios Europeos, como al Alcalde
de mi ciudad y al Gobernador de mi departamento, a que
se haga ese esfuerzo.
Nosotros encontramos pleitos en
las concesiones viales. Encontramos 19 contenciosos en
el área de comunicaciones,
pleitos en puertos y aeropuertos. Este Gobierno se ha dado
a la tarea de superar esos pleitos con transparencia, porque
un país, en el cual toda la inversión evoluciona
hacía un contencioso, es un país en el cual
no se construye confianza inversionista. De los 19 pleitos
que encontramos en el sector de telecomunicaciones, nos
falta por resolver dos pleitos.
Y para manejar eso transparentemente,
hemos aplicado tres criterios en la solución de estos conflictos: primero,
el criterio del sometimiento total al ordenamiento jurídico.
Segundo, el criterio de que el acuerdo refleje equidad
en las prestaciones de las partes. Y tercero, el criterio
de que la ciudadanía participe. ¡Este último
es fundamental! Cuando se hace un acuerdo a espaldas de
la ciudadanía, la ciudadanía se llena de
suspicacia y muchas veces con razón. Cuando a la
ciudadanía se le abren las puertas de participación,
la ciudadanía confía.
Hemos propuesto que cada vez que
se llegue a un acuerdo, antes de suscribirlo o de perfeccionarlo,
ese acuerdo se
publique ampliamente para que la ciudadanía lo conozca.
Así hemos procedido y eso ha ayudado a construir
confianza.
La institucionalidad. El Presidente
de Colombia no puede regular las tarifas de energía, hay una comisión,
especializada para el tema. El Presidente de Colombia no
puede imponer un programa de televisión o censurar
otro, hay una comisión independiente para el tema.
Esta no es una democracia caudillista, no es una democracia
de caprichos del elegido. Esta es una democracia de instituciones
independientes, una democracia donde el primero se tiene
que dar muestra de su sometimiento a la ley es el Presidente
elegido. Esa circunstancia de la independencia institucional
que caracteriza a la democracia colombiana, tiene que ser
motivo para confiar e invertir en Colombia.
Desde el punto de vista económico, hemos venido
avanzando en varias actividades para construir esa confianza
inversionista. El endeudamiento, que llegó a estar
en el 56 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) está en
el 47 por ciento y confiamos ponerlo en el 40 por ciento.
El déficit fiscal, que llegó a estar en
el 4.2 del PIB, el año pasado de situó en
el 1.2 por ciento y confiamos que este año no supere
el 2.5 por ciento.
Hemos adelantado reformas muy importantes
en tributación
en la administración pública, en incremento
de ingresos del Estado y en disminución de gastos.
Hemos reformado 152 empresas del Estado, porque el clientelismo
y el mal manejo, contribuían a que esas empresas
aumentaran al déficit fiscal, pero nos faltan muchas
y continuaremos en esa tarea.
Estamos haciendo un gran esfuerzo
para aprobar una nueva reforma pensional en el Congreso
de Colombia. Como está en
el nivel constitucional requiere de ocho debates, hasta
el momento ha sido aprobada en seis. Nuestro esfuerzo apunta
a que el 16 de junio, cuando termine el periodo del actual
Congreso, este periodo de sesiones, podamos decirle al
mundo financiero y a nuestros compatriotas de los sectores
sociales, que esa reforma ha sido aprobada.
Colombia ha venido ganado mucha
confianza en los mercados. En los últimos meses hemos reconvertido tres mil
millones de deuda en dólares, por el equivalente
en pesos. Los mercados internacionales han empezado a exhibir
bonos emitidos por el Estado Colombiano, en pesos.
Si bien hemos aumentado la tributación, también
hemos introducido estímulos muy importantes, estímulos
sectoriales y estímulos generales. La tributación
en Colombia hoy, yo la caracterizaría de la siguiente
manera: relativamente alta para los estándares latinoamericanos
en relación con aquellos que no quieran crecer,
pero muy bondadosa para quienes quieran crecer.
El siguiente paso debe ser una
reducción de la
tarifa de renta. Algunos de los estímulos sectoriales:
la construcción de nuevos hoteles en Colombia está exenta
de impuestos, la producción de biodiesel, de etanol,
están exentos de impuestos al público, de
impuesto al valor agregado, del impuesto global de combustibles.
Entre septiembre de este año y febrero del año
entrante, Colombia empezará a producir un millón
de litros diarios de etanol.
Cuando este Gobierno empezó, el país tenía
175 mil hectáreas de palma africana, debemos terminar
este año con 300 mil. Y tenemos un potencial, para
seis millones de hectáreas de palma africana. Vemos
con mucha ilusión la producción de biodiesel.
Leía en la última revista Economist que
ustedes en Alemania están haciendo un gran esfuerzo
con biodiesel, aquí sí que hay posibilidades,
inmensas posibilidades. Espero, que al terminar el mes
de junio Colombia ya haya producido la reglamentación
para mezclarle biodiesel al diesel fósil. Estamos
en las vísperas de dar ese gran salto, que ya empezamos
a dar en materia de etanol.
Su cónsul en la ciudad de Medellín, viejo
amigo, me decía que les contara de la madera. Para
la producción de madera hay un estímulo tributario
sectorial introducido por este Gobierno de gran importancia,
está exenta la producción, esta exento el
primer eslabón en la cadena de industrialización
de la madera y además hay descuentos tributarios
muy atractivos para quienes inviertan en madera.
Chile, gran Nación hermana y amiga exporta, de
derivados de madera 2.500, 3.000 millones de dólares
al año. Colombia aun no exporta, pero mientras una
hectárea, en la hermana Chile produce 12, 15 metros
cúbicos en especies maderables demandadas por mercados
internacionales al año, en Colombia se producen
25.
La situación geográfica de Colombia es excelente.
Ustedes la conocen, confiamos que eso que está empezando
a florecer, en el área de la industria maderera,
crezca mucho y hemos notado gran interés europeo
y alemán para ayudarnos en la madera comercial y
en lo que se llama el bosque protector.
En la última feria de industria en Alemania, año
2000 – 2001, en Hanover, tuvimos el stand de la guadua,
allí lo presentaban como el acero biológico.
Este país tiene en la producción de guadua,
que es un bambú grueso –para quienes no estén
familiarizados-, un gran presente y un gran porvenir y
esa actividad está exenta de impuestos.
Toda inversión que se hubiera hecho en Colombia
el año pasado, que se haga este año o que
se haga el año que viene, tiene una deducción
tributaria del 30 por ciento. Eso es bien importante. Un
estímulo a la reinversión de utilidades.
El año pasado la inversión privada en Colombia
creció en un 30 por ciento, confiamos que este año
se repita el crecimiento.
Ustedes encuentran muchas condiciones
favorables: primero, la clase empresarial colombiana
tiene ética, conocimiento,
inmensa capacidad gerencial. Es muy fácil encontrar
con quién asociarse en Colombia. Desde la perspectiva
de empresario privado, siempre me pregunto ¿qué se
debe buscar para invertir en un país? Y me contesto: ¿hay
o no hay con quién aliarse? Quienes quieran invertir
en Colombia encuentran formidables empresarios colombianos
con quién aliarse.
Los trabajadores de Colombia son
inmensamente inteligentes. Nosotros hemos seguido, desde
principios del siglo XIX,
muchos ejemplos alemanes. A finales de ese siglo, tuvimos
en algunas regiones de Colombia, como Antioquia, la misión
educativa de Alemania. Hemos seguido el ejemplo del entrenamiento
vocacional técnico, tenemos un instituto del Estado
que se llama el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA)
que ha crecido muchísimo.
Cuando este Gobierno empezó, ese Instituto Nacional
de Aprendizaje capacitaba a un millón de ciudadanos
por año, este año capacita más de
millones y el año entrante debe capacitar cuatro
millones.
Estamos en una permanente Revolución Educativa,
Colombia todos los días tendrá mejor capacitación
de los trabajadores, mejor productividad de las empresas,
mejor competitividad y tiene que mejorar la distribución
del ingreso.
Hemos hecho un gran salto. Hoy
está perfeccionado
un acuerdo de comercio entre la Comunidad Andina y Mercosur,
hace dos años eso no se veía posible, hoy
es una realidad.
Avanzamos en una negociación del Tratado de Comercio
con los Estados Unidos. Confío, que en pocas semanas,
el Congreso Norteamericano le muestre al mundo su voluntad
de aprobar el Tratado de los Estados Unidos con Centroamérica
y que eso acelere la culminación de las negociaciones
entre los Estados Unidos y el grupo de países Andinos
que estamos en ese acuerdo. Allí hay otra posibilidad
que ofrece Colombia.
La Unión Europea, con una intervención muy
importante del Gobierno alemán –que agradezco-
nos concedió 10 años de prorroga en el Sistema
General de Preferencias (SGP), pero Colombia no se va a
quedar allí, aspiramos que en el curso de los años
que vienen, se haga el acuerdo definitivo entre la Unión
Europea y la Comunidad Andina.
Quiero pues invitarlo a confiar
en Colombia. Nuestros dos países han tenido una larga trayectoria de amistad,
en los últimos lustros esa amistad se ha mantenido
pero la inversión ha decrecido. Fortalezcamos esa
inversión, Colombia es tierra de oportunidades y
el momento es oportuno.