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PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE AL INSTALAR EL SEMINARIO FIAP 2005

Cartagena, 20 may (SNE). Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, al instalar el seminario Fiap 2005, organizado por la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones.

“Quiero dar un saludo muy afectuoso a todos ustedes y muy especialmente a los distinguidos ciudadanos que nos acompañan hoy provenientes de tantos países cercanos y aun de la Federación Rusa, de países más lejanos, de países europeos. Veo que tenemos una delegación muy importante de Antillas Holandesas, de Argentina, de Bolivia, de Brasil, de Costa Rica, de Chile, de Ecuador, El Salvador, España, Rusia, Honduras, México, Perú, Ucrania, Uruguay y Venezuela. Aquí no me pusieron Panamá. Si los saludé allí, están estrenando la ley. Con más gracia haberlos recordado. Y Polonia. A todos un saludo lleno de afecto.

Ustedes visitan un país con inmensas dificultades, pero que está haciendo todos los esfuerzos para salir adelante.

La doctora Patricia Cárdenas Santamaría sabe de memoria un discurso que me ha oído repetir esta semana, muchas veces, sobre mi visión elemental de América Latina. Creo que hay una equivocación muy grande al tratar de dividir América Latina en países con gobiernos de derecha y países con gobiernos de izquierda. Esa es una división obsoleta. Corresponde a la época de las dictaduras. Además inconveniente. Lo único que ha generado es polarización, como lo vimos recientemente para la elección del Secretario General de la OEA, donde por fortuna, con una intervención muy tinosa, adecuada, también de nuestra Canciller, se pudo superar esta polarización.

Y es impráctica. Esta semana me preguntaba una periodista extranjera que qué opinaba yo de los gobiernos de izquierda y los gobiernos de derecha en América Latina. Y le expresé esta teoría ella insistía y le dije: dígame por qué usted cree que equis gobierno es de derecha o dígame por qué cree que equis gobierno es de izquierda. Y no fue capaz de darme la respuesta. Creo que ahí simplemente estamos asistiendo a una provocación periodística, basada en un discurso político que empieza a tener poco asidero en la realidad.

Adoptada la regla democrática, a mi juicio estas democracias hay que medirlas en función de cinco elementos para definir si son democracias caudillistas o institucionales, si son democracias en las cuales hay sometimiento riguroso del elegido al ordenamiento jurídico o no, si son democracias progresistas o retardatarias.

Esos cinco elementos a mi juicio deben ser: la seguridad, las libertades públicas, la cohesión social, la transparencia y la institucionalidad.

Colombia ha venido trabajando esos cinco elementos. No voy a detenerme en ellos, pero cuando se hace una evaluación se encuentra una democracia progresista, una democracia que avanza en todos estos factores, una democracia donde todos estamos sometidos rigurosamente a la independencia de las instituciones, del ordenamiento jurídico, empezando por el Alto Gobierno y por el Presidente de la República.

Eso tiene que ir generando mejores condiciones de entendimiento en toda la región latinoamericana y creciente confianza de inversionistas y de ciudadanía en general.

El tema de las pensiones es un tema crucial en uno de esos cinco elementos: en la cohesión social.

Sería yo muy extenso si tratara de emular, con el ex ministro Luis Fernando Alarcón, en la historia suscinta pero profunda que él nos ha traído sobre la evolución pensional de Colombia, sobre la agenda que ya aspiramos terminar y sobre el nuevo capítulo de agenda que se debe abrir.

Quisiera, de manera aislada, para iniciar, a fin de aprovechar este escenario para responder algunos cuestionamientos que todavía se hacen en nuestro país al sistema de capitalización, tomar unos datos de ustedes mismos.

Hoy me aparece en los Fondos de Pensiones 28,5 billones de activos, que corresponden a 5 millones 954 mil afiliados. De esos, en diciembre de 2002 eran 4 millones 700. Hoy tenemos millón 250 más en número de afiliados. En diciembre de 2001 eran 4 millones 300. Hoy tenemos millón 600 más.

Pero, ¿cómo ha evolucionado la relación de trabajadores afiliados con cuentas activas? Porque lo que estábamos encontrando era una afiliación nominal y mucha inactividad en las cotizaciones. ¿Cómo ha evolucionado la actividad en el cumplimiento de las cotizaciones? ¿En la misma forma que el crecimiento de afiliados o no?

Cerca de 850 en activos. ¿Cuántos activos le da a la fecha? 5 millones 316 mil frente a 5 millones 954. O sea que hay 600 mil inactivos.

PRESIDENTE DE ASOFONDOS, LUIS FERNANDO ALARCÓN: Vale la pena que la cifra que le da el Ministro es del total, incluyendo el Seguro Social. Hay que reconocer que el número de activos es aproximadamente la mitad de la cifra. Es decir, se mantiene en el tiempo el número de trabajadores activos. Es casi exactamente el 50 por ciento del total de afiliados.

PRESIDENTE URIBE: ¿Quién está de la EPS del Seguro? ¿No los invitaron? ¿Qué le da en el Seguro, Ministro?

La inactividad en el Seguro es mucho mayor. Creo que son personas que ya deben estar esperando alguna pensión, porque seguramente deben ser prepensionados, están esperando el requisito de la edad, seguramente ya cumplieron semanas.

Entonces podríamos ir sacando una conclusión: que en estos casi tres años de Gobierno hay un crecimiento de afiliados del orden de millón 600, pero se mantiene la misma tasa de inactividad del 50 por ciento. Si sumamos activos de uno y otro, encontramos más o menos 5 millones, 6 millones de activos.

Eso ha servido para que muchos críticos digan que el sistema de capitalización ha fracasado en Colombia, porque no se nota un gran avance en cobertura. Creo que eso hay que responderlo de la siguiente manera: lo que ha incidido en la cobertura no es el sistema, lo que ha incidido es el comportamiento general de la economía.

Entre 1994 a la fecha, cuando empezó el sistema, la economía colombiana ha tenido momentos muy difíciles, de crecimiento muy lento o de decrecimiento. Saltó de un desempleo en 1994 del 7,5 a un desempleo que bordeó el 20 por ciento en el año 2000. En ese mismo período, entre 1994 y 2000, el desempleo de jefes de hogar saltó del 4 al 10 por ciento. La pobreza creció enormemente. La tasa de participación del sector privado, que hoy está nuevamente en el 11, 12, me corrigen, llegó a situarse en el 6 por ciento. Creo que la más baja en la historia de las últimas cinco décadas de que las cifras nos den cuentas, doctor Luis Fernando. Eso es lo que hay que tener en cuenta.

Por el otro lado, le veo inmensos beneficios. Entonces lo primero es: no se ha presentado un crecimiento mayor de cobertura, no por el sistema, sino por el comportamiento general de la economía. Sin embargo, en lo últimos dos años y diez meses se presenta un crecimiento de 1 millón 900 mil afiliados.

Veamos otro tema allí de gran importancia. Es el tema fiscal. Algunos imputan buena parte del déficit fiscal de Colombia al tema pensional, a la circunstancia de haber adoptado el sistema de los fondos privados de pensiones, del sistema de capitalización.

Déjenme hacer esta anotación: cuando terminó el Gobierno del presidente Barco, que tuvo dos Ministros de Hacienda: el después presidente Gaviria y usted, las finanzas públicas en Colombia estaban en equilibrio y el endeudamiento público de la Nación no superaba el 10, 12 por ciento del PIB. Me estoy refiriendo al año 1990.

Doce años después, cuando empezó esta administración presidencial que me ha correspondido presidir, el endeudamiento público había saltado del 10, 12, al 54, 56 por ciento del PIB. Y habíamos pasado de unas finanzas en equilibrio a un déficit del 4,2, que se registraba en agosto de 2002, cuando empezó este Gobierno.

Terminamos 2002 con el 3,6, pero con después de tomar dos decisiones: el derrame del impuesto al patrimonio para la Seguridad Democrática y una congelación de gasto público de un billón.

Entonces vamos viendo dos realidades para juzgar bien el sistema pensional. Vamos viendo una economía con un comportamiento bastante complicado en términos de crecimiento y bastante negativo en términos de empleo. Y vamos viendo que esa economía hace unos saltos impresionantemente graves en materia de endeudamiento y en materia de déficit.

¿Qué ha pasado en ese mismo período? Un desahorro inmenso en el sector privado, una fuga de capitales inmensa, acompañando la fuga de la población. Cuatro millones de colombianos emigraron al extranjero y se presentó un desplazamiento interno de dos millones de colombianos.

Eso agrava bastante la situación. Mi pregunta es: ¿en ese contexto económico, en ese contexto fiscal, en ese contexto de desconfianza y de desahorro, ¿qué le hubiera pasado a este país sino hubiera creado ese mecanismo de construcción de capital, de construcción de reservas, de construcción de ahorro, que es el sistema de capitalización en pensiones?

Les ruego procesar este elemento. Un país en estampida, una inversión en barrena, un déficit fiscal y un endeudamiento y un desempleo en ascenso, tasas negativas de ahorro privado, con ese déficit fiscal tan alto, creciente, ¿qué nos hubiera pasado si no hubiéramos tenido este sistema de ahorro, si el país no lo hubiera incorporado en el año 1993?

Este sistema de ahorro ha tenido, en mi concepto, ha traído un gran beneficio para la economía colombiana. Hoy el país tiene la inflación más baja de los últimos 40 años. Yo voy a cumplir 53 años el próximo 4 de julio y no recuerdo tasas de interés como las que va teniendo la economía colombiana hoy. Claro que hay que rebajárselas, doctora Patricia, a los medianos y a los chiquitos.

Pero la DTF en el 7,17 tiene el registro histórico. Jaime, usted y yo que somos de la misma edad, ¿usted recuerda alguna vez una DTF más baja?

Creo que este esquema ha contribuido enormemente a ese proceso de declinación de la inflación en Colombia y a ese proceso de declinación de las tasas de interés.

Me pregunto: con semejante crecimiento del endeudamiento público, con el peso del servicio de la deuda pública en el presupuesto nacional –cuando este Gobierno empezó, el servicio más las amortizaciones estaban representando el 40 por ciento del presupuesto, con ese déficit, hoy todavía representa el 32, 34 por ciento–, ¿qué sería de la tasa de interés en Colombia si no tuviéramos los 28 billones y medio ahorrados en los fondos de pensiones?

Creo que al país hay que ponerlo a reflexionar sobre estos beneficios del sistema.

Algunos han dicho que el sistema ha sido perverso porque nos incrementó el déficit fiscal. Creo que ha tenido, al contrario de lo dicho por los opositores al sistema, entre muchos, dos beneficios fiscales que quiero destacar.

Primero, nos acercó la realidad, nos obligó a introducir correctivos. Y segundo, nos ha financiado.

Si hubiéramos seguido con el sistema de prima media, no habríamos visto la llegada a la realidad presupuestal de ese pasivo que todavía en muchas partes no se quiere contabilizar, que se le trata como un pasivo implícito que nunca habrá que pagar, que es el pasivo pensional.

Creo que la circunstancia de que se hubiera exteriorizado el problema, es un gran atributo haber dado ese paso de creación del sistema de capitalización en 1993.

Si ha sido tan difícil, a pesar de la conciencia ganada sobre el problema, introducir correctivos, qué tal que no hubiéramos creado un mecanismo que nos hubiera hecho ver la realidad del problema. Pienso que no habríamos introducido correctivos, que el país seguiría embelesado ahí con unas reservas del Seguro Social, que el país seguiría embelesado allí pagando pensiones privilegiadas y que no se habría podido hacer correctivos.

Y el otro gran beneficio fiscal: ¿que habríamos hecho para financiar al Estado colombiano?

Es que la gracia de este sistema es que este sistema ha ayudado a conseguir una tasa de interés muy baja, a pesar de los altos requerimientos que ha recibido del Estado colombiano para financiar el mismo Estado. Los fondos se han convertido en la gran fuente de financiación del Estado colombiano. Han producido allí la doble virtud de financiar el Estado y simultáneamente algo que parece contradictorio con esto, que es que inducir esa tendencia a la baja en las tasas de interés.

Correctivos. Ya lo ha dicho el doctor Luis Fernando: este Gobierno empieza con un déficit pensional implícito del 200 por ciento del PIB. Aspiramos que termine con un déficit inferior en 72 puntos.

¿Por qué me dan las cuentas un resultado más optimista que el del doctor Luis Fernando? Porque él está contabilizando la reforma legal general que introdujimos y aprobamos en diciembre de 2002 y está contabilizando la reforma constitucional que está en marcha, reforma constitucional que requiere ocho debates, ha sido aprobada en seis, nos tienen que ayudar para que en estas cuatro semanas, en estas tres semanas del período de sesiones, el Parlamento nos apoye y nos apruebe en los dos debates que faltan.

Y yo estoy contabilizando adicionalmente la reforma administrativa.

Este Gobierno ha reformado 152 entidades del Estado, eliminando en todas donde ha habido sistema privilegiado de pensiones, eliminando esos privilegios.

Eso hay que contabilizarlo. Porque miren ustedes la reforma de Telecom. Telecom estaba perdiendo 400 mil millones al año. El año pasado se ganó 950 mil. Pero no se puede quedar ahí. Telecom ahora, por ejemplo, necesita socios estratégicos. Si no cómo va a incorporar tecnología y cómo va a avanzar.

Mi pregunta es: ¿qué hubiéramos hecho si no reformamos a Telecom? El pasivo que tiene que servir Telecom en materia de pensionados al año, cuesta 500 mil millones. Entonces la vieja Telecom en liquidación le tiene que trasladar a la nueva Telecom, tiene que recibir de la nueva Telecom por lo menos 500 mil millones, para ir pagando ese crédito privilegiado, que es el crédito en favor de los pensionados.

¿Ustedes se imaginan donde esa reforma no se hubiera hecho? Habría tres consecuencias: primero, un colapso en mucha parte de la telefonía. Segundo, un drama fiscal. El Presidente de Telecom pidiéndole ese dinero al Ministro de Hacienda para pagar pensionados. Y tercero, habría continuado la causación de pensiones que el país es incapaz de pagar. Porque lo importante allí también fue eliminar el sistema privilegiado. Los trabajadores de la nueva Telecom no están en el sistema privilegiado. Ese es un paso bien importante.

Y políticamente, ¿cómo lo defendimos? Como hemos defendido esa reforma administrativa. Hemos dicho: mire, no se trata de privatizarlo todo, como algunos critican que trató de ocurrir en América Latina en los 90. Se trata de crear un Estado sostenible, eficiente, transparente. Eso ha sido un hilo conductor de la reforma de 152 entidades del Estado. Para mencionar una bien cerquita: el hospital Universitario de Cartagena. El Gobernador y yo lo encontramos quebrado, hemos arbitrado con la ayuda del Ministro de Protección la platica para liquidar a la gente y va a surgir una nueva entidad, pero sin esas cargas, sana, blindada.

Reformas recientes: la del Banco Cafetero. Yo he defendido, y algunos economistas se oponen, a que haya un nuevo Banco Cafetero. Lo hemos creado. Porque para la Colombia rural, remota, no alcanzamos con el Banco Agrario.

En el proceso de reestructuración de las entidades financieras uno encuentra que han cerrado sucursales en muchos sitios donde los usuarios demandan servicios. Entonces nos piden Banco Agrario y Banco Agrario y no alcanzamos. Le he dicho al Ministro de Hacienda y al Superintendente: dejemos una nueva entidad, eso sí, blindada, totalmente vacunada contra el clientelismo, contra la ineficiencia. Si hay que dar el paso de contratar un administrador, contratémoslo. Pero una entidad que nos preste no el servicio clientelista de derrochar dinero, sino el servicio público de asistir financieramente a unas comunidades que no tienen otra posibilidad.

Nos costaba 280 a 300 mil millones liquidar a los trabajadores del Banco Cafetero. Se consiguió el dinero, se adelanta la liquidación. Teníamos que respaldar el pasivo pensional en 500 mil millones, está respaldado, no hay problema.

La última reforma: Inravisión. Particularmente yo era muy pesimista. Cuando la Ministra de Comunicaciones me dijo que lo iba a hacer, me descubrí ante ella. Porque yo simplemente leía el artículo constitucional que le dio una protección en el nivel constitucional, eso es inaudito, insólito, a una empresa estatal con nombre propio. Y una protección constitucional detallándola hasta el punto de que les garantizaba la estabilidad, lo que parecía una inmovilidad absoluta a los trabajadores de Inravisión. La Ministra, con su patriotismo, con su inteligencia, con su habilidad, logró obtener, hallar un caminito, y hoy tenemos una nueva Inravisión, en liquidación la antigua, sin esos costos privilegiados.

Entonces creo que va a haber que medir esa parte doctor Luis Fernando. Creo que ahí el país se va a ganar unos 12, 14, 15 puntos más del PIB, en todo ese desmonte de regímenes privilegiados de pensiones en todas estas entidades. Advierto que nos faltan muchas. En salud apenas estamos empezando.

¿Cuántos salarios y cómo era el sistema pensional del Hospital Universitario de Cartagena, Ministro, o del González Valencia de Bucaramanga?

MINISTRO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL, DIEGO PALACIO BETANCOURT: En el caso del Ramón González era un promedio de 31 salarios básicos al año.

PRESIDENTE URIBE: Y unos sistemas privilegiados de pensiones insostenibles.

Bueno, confío que con la reforma administrativa y con la reforma constitucional el país vaya avanzando bastante en lo que, en la calificación del doctor Luis Fernando, era el primer capítulo de la agenda.

Déjenme hacer una referencia al segundo que él ha planteado.

Soy partidario que este Gobierno en lo que le queda aboque ese segundo capítulo. Sería el compromiso que quisiera hoy asumir con ustedes, que el señor Ministro, el sector privado nos ayuden a ponernos de acuerdo en ese segundo capítulo y presentar al Congreso de la República el proyecto que haya que presentar.

Déjenme hacer unas referencias. Tema de período de transición. Muy difícil. Moverlo más va a ser muy difícil.

Me remonto a 1993. Yo había empezado por esa lucha por esa reforma en el año 86. La logramos sacar en la administración Gaviria año 93. Y recuerdo que uno de los puntos de transacción fue aplazar la transición hasta el 2014. Eso tuvo una razón. Hubo que ceder a favor de aquellos que decían: bueno, aquí una persona se cotiza, se jubila con 20 años, aplacemos la transición 20 años. La ley la aprobamos en diciembre del 93, empezaba a regir el primero de enero del 94. Para dar esa transición de 20 años, fue que se pospuso, se extendió la transición hasta el año 2014.

En la reforma de 2002, con el antecesor de Diego, el doctor Juan Luis Londoño, que en paz descanse, uno de los líderes más importantes de esta Patria, nosotros aceleramos el período de transición. Pero la Corte Constitucional declaró inexequible esa norma.

Cuando uno lee la sentencia, uno encuentra argumentos para proceder como los sofistas griegos: para defender la sentencia o para atacarla.

Si ustedes me invitan a atacar la sentencia, diría: cómo asimilaron una expectativa de derecho a un derecho adquirido. Y si me invitan a que sea sofista y cambie de posición y defienda la sentencia, digo: tiene toda la razón la Corte Constitucional, porque a unas personas les habían definido unas reglas, el derecho adquirido no es la pensión sino la regla, y lo que están modificando es esa regla, y al modificarle esa regla, entonces le están violando un derecho adquirido. Y alguien podría replicarme: según eso puede haber inmovilidad en las reglas pensionales.

Es cierto, con esa interpretación se corre ese riesgo. Es un riesgo de esa interpretación de la honorable Corte, que con el pretexto de que no se puede afectar la regla porque se asimila la regla al derecho adquirido y no se le consagra, no se le define como expectativa de derecho, entonces no haya posibilidad de introducir modificaciones a un sistema de pensiones.

Pero la Corte también le puesto limites a eso, más pragmáticos que jurídicos. Y entonces paró ahí su interpretación jurídica y dijo: no, la transición es la definida en la Ley 100. Quiere decir que nos fijó una transición, la asimiló a derecho adquirido, pero tampoco llegó al extremo al que pudo llegar de decir que cualquier regla pensional hay que asimilarla a derecho adquirido para la persona que en ese momento esté trabajando, y que cualquier modificación a esa regla tiene que ser para nuevos trabajadores. Tampoco llegó la Corte a este extremo. Pero es una realidad. Estamos en frente de una sentencia de la Corte.

Y algunos me han dicho: ¿pero por qué no la modifican, si ahora están en una reforma constitucional? Primero, nosotros hemos apelado a esta reforma constitucional, porque no pudimos sacar adelante la norma que propusimos en el referendo.

Creo que este Gobierno ha luchado mucho por el tema pensional. La ley de diciembre de 2002, otra nueva ley para rescatar unos de los puntos que declaró inexequible la Corte, todo lo que se ha hecho en la Reforma Administrativa en 152 empresas del Estado, el esfuerzo del referendo, alto riesgo, la Ley Pensional para las Fuerzas Militares y de Policía, maestros en el Plan de Desarrollo, que ahí se corrigió bastante.

En lo de los maestros se corrigió mucho también. Eso deberían medirlo. Porque por ejemplo estos 60 mil maestros que entran ahora a la nómina oficial, todos seleccionados por concurso, entran ya con el sistema general de pensiones, no entran con el régimen de privilegios que traía el Magisterio. Y creo que eso ya empieza a ahorrarle bastante al problema de causación de pasivos que se estaba presentando frente al presupuesto.

Entonces nos toca trabajar con ese criterio de la Corte. Y nosotros hemos contestado a quienes dicen: ustedes no tienen que acatar la jurisprudencia de la Corte sino de las leyes. No la tienen que acatar frente a una reforma constitucional. Tanto en el referendo como en esta reforma constitucional, nosotros hemos dicho: no es conveniente, como antecedente, que el país utilice reformas constitucionales para violar derechos adquiridos.

Una constante del referendo fue, a pesar de que era una propuesta del nivel constitucional, no utilizarla para afectar derechos adquiridos. Se crea un precedente muy grave. Mañana o pasado mañana, al que le de por afectar un derecho adquirido dice: como no me lo dejan afectar por ley, camine lo afecto por la norma constitucional. Y el derecho adquirido, a mi juicio, hay que considerarlo como intangible, intocable, no a la luz de la ley, sino a la luz de todo el ordenamiento jurídico. Y cuando uno examina el concepto de derecho adquirido como un intangible frente a todo el ordenamiento jurídico, no puede darle vía libre a la idea de utilizar el nivel constitucional para afectar derechos adquiridos. Esa es una razón.

Y viene la discusión con el Congreso, donde yo tengo toda la solidaridad con el Ministro, porque sé lo que es eso. Yo digo que a mí este pelo no me lo ha vuelto blanco las Farc. Llevo peleando contra esos bandidos 30 años. Este pelo me lo han vuelto blanco los problemas fiscales del país y los problemas pensionales. Yo sé qué es estar en el Congreso en esa lucha. Entonces confío que ese caminito que viene desbrozando el Ministro llegue a buen término. No va a ser el ideal, pero creo que es un buen paso para el país.

Cuando estábamos aquí en la ley en el año 93 y me preguntó mucho: ¿pero ustedes por qué están con ese período de transición tan largo? Ya les di una razón ¿Y por qué van a dejar el sistema mixto? La ley fue un gran paso, como lo dice el doctor Luis Fernando, pero él anotó, la negociación política exigió hacer unas concesiones. Yo recordaba, por ejemplo, en Chile el sistema había sido adoptado por decreto del gobierno del general Pinochet. El sistema nuestro lo introdujo un Congreso pluralista, postconstituyente, donde participaba un grupo de ciudadanos que por primera vez llegaba a ese Congreso, con un discurso bastante fuerte en estas materias. Entonces también hay que ver el momento histórico en que se dio y hay que ver las circunstancias políticas en que se desarrollan estos procesos.

El tema de la nueva agenda. Lo de los ancianos lo comparto plenamente. Es una expresión de solidaridad. Este año vamos a tener un avance, porque con recursos fiscales le estamos pagando a 170 mil ancianos y Bienestar Familiar está abriendo una licitación para incorporar 400 mil ancianos a una comida diaria. El país terminará julio–agosto con 570 mil ancianos subsidiados. Pero creo que la meta tiene que ser llegar a un millón. De todas maneras, cuando este Gobierno empezó, se les pagaba un subsidio financiero a 60 mil ancianos de manera intermitente. Vamos a seguir haciendo ese esfuerzo, doctor Luis Fernando, nada le discuto de eso.

El tema de los impuestos a la nómina. Ese es un tema bastante complicado. A mí me dicen: Chile eliminó unos de esos impuestos, pero por ejemplo las cajas de compensación fueron asumidas por el fisco. Si nosotros elimináramos hoy Sena, cajas de compensación, Bienestar Familiar, eso nos implicaría un ahorro de cuatro billones de impuestos de nómina. Pero el Estado no tiene manera de reemplazar esos cuatro billones. ¿Eso es 1,8 del PIB, doctora Patricia, más o menos? 2,5 es un punto del PIB. 2,6. Entonces ahí tengo ese temor.

Y en las condiciones sociales de Colombia, donde tenemos un 52 por ciento de la población en pobreza, decir que vamos a financiar a Bienestar Familiar, al Sena y a las Cajas de Compensación con aportes del Estado, y que vamos a quitar la parafiscalidad, creo que la gente se llena de dudas. Dice: el Estado les cumple el primer año, pero no les cumple después. Sin embargo, el país tendrá que seguir dando ese debate.

¿Qué hemos hecho en materia de impuestos? El déficit nos obligó a subir los impuestos, pero para matizar eso hemos creado unos incentivos bien importantes. Por ejemplo, años 2004, 2005 y 2006, todas las inversiones que se realicen en Colombia generadoras de renta, tienen una deducción del 30 por ciento.

El año pasado volvimos a tener en el país un gran crecimiento de inversión privada. Los gremios afirman que la inversión privada en Colombia creció un 30 por ciento. Ya está más o menos en el 11– 12 del PIB y confiamos que siga subiendo.

Pienso que la deducción tributaria y otros estímulos han ayudado muchísimo.

Un segundo estímulo: eliminamos el IVA para la adquisición de bienes de capital de empresas altamente exportadoras. Antes para que una empresa calificara como altamente exportadora tenía que exportar el 50 por ciento. Nosotros redujimos esa exigencia al 30.

Se determinó también devolver el IVA de bienes de capital al conjunto de las empresas. Y hasta diciembre tuvimos otro incentivo: la eliminación del arancel a los bienes de capital. Tuvimos que restablecerlo en diciembre, ¿por qué? Por la situación fiscal y porque cuando los introdujimos la tasa de cambio estaba en 2.800– 2.900 pesos el dólar. Ahora en 2.350. Entonces la revaluación le ayuda más a los importadores de bienes de capital, que lo que les estaba ayudando la eliminación del arancel.

Nos hicimos una reflexión mínima: en este momento, con esta revaluación, no se necesita estimular la adquisición de bienes de capital con la eliminación del arancel. La revaluación es suficientemente estimulante de ese crecimiento en bienes de capital. No obstante que ustedes saben todo el temor que le tengo a la revaluación y los dolores de cabeza que nos está causando en sectores exportadores.

Pienso que los que debemos considerar es responder esta pregunta: cuando terminen estos incentivos que son temporales, ¿qué debe hacer Colombia en materia de impuestos? Eso ya no le toca a este Gobierno. Es muy difícil en el período de este Gobierno una nueva reforma tributaria. Pero este Gobierno sí tiene la responsabilidad política de crear conciencia. La propuesta que este Gobierno quiere lanzar como motivo de reflexión ciudadana, es que se adopte una tarifa de renta sustancialmente menor. Que se defina, en el momento en que desaparezcan los incentivos, haya una tarifa general de renta sustancialmente menor. Y eso no es caprichoso. Para allá va Centroamérica. Nosotros para ser competitivos necesitamos esa tarifa de renta sustancialmente menor.

Además, hay un elemento que ayuda a aclimatar esa tesis: la lucha contra la evasión, la ampliación de la base de contribuyentes. Cuando este Gobierno empezó había 300 mil contribuyentes de renta. El año pasado terminamos con 715 mil. Confiamos terminar este año con millón y medio de contribuyentes de renta. Y nos estamos preparando en la Administración de Impuestos, para que el año entrante el país tenga dos millones de contribuyentes de renta.

Esa ampliación de la base da también argumentos para decir: en ausencia de incentivos, no nos dé miedo bajar la tasa de renta. Esa es la propuesta de política tributaria que queremos ir aclimatando en la conciencia de nuestros compatriotas.

Y muchos me preguntan por el IVA, y me da mucho miedo hablar del tema. Porque cuando hablo de IVA es lo único que genera noticia. Y eso es complicadísimo. Pero sí quiero recordar esto: cuando este Gobierno empezó, el conjunto de bienes y servicios gravados con IVA no representaba más del 37–38 por ciento, hoy estamos gravando con IVA el 50 - 52 por ciento. O sea que tuvimos una ampliación de la base de 12 -15 puntos.

Tomamos una decisión legal muy importante al principio del Gobierno. Para ese porcentaje exento o excluido, una tasa general de IVA del 2 por ciento, antitécnica, pero la propuse y la defendí. Porque dije: hay que buscar lo políticamente viable, lo socialmente equitativo y presentable. Entonces nos ideamos un sistema que no le gusta a muchos técnicos, pero que funciona finalmente, que es una tasa de IVA decreciente, a medida que se inmiscuye más en el corazón de la canasta familiar.

Lástima que esa tasa general de IVA del 2 por ciento la declaró inexequible la Corte Constitucional. Ahí tiene el país un antecedente que no debe perder de vista.

En cuanto al tema de facilitar el acceso a la pensión mínima. El tema es muy complicado, porque si alguno de los ministros o el Presidente dice: se va a reducir la pensión mínima, se crea un conflicto social en el país enorme.

Creo que debemos buscar opciones. Por un lado, garanticémosles la pensión mínima como está a quienes puedan accederla. Y por el otro lado, pensemos en esa gran masa de colombianos que no tienen posibilidades de acceso a la pensión mínima. Creemos para ellos una especie de pensión voluntaria popular, sin las inflexibilidades de la pensión mínima. Ahí les dejo la idea. Facilitándoles cotización, edad, semanas, sin los requerimientos de la pensión mínima. Una pensión voluntaria popular bien impulsada, bien estimulada, para los sectores que no tienen posibilidades de acceder a la pensión mínima.

Para presentar el tema, no con un vocabulario y un esquema de propuesta que sea regresivo, sino con una actitud positiva, progresista. En lugar de decir: vamos a afectar el derecho de la pensión mínima, busquemos otro caminito. Vamos a ampliar la cobertura, creando un esquema de pensión voluntaria popular. Yo tengo algunas ideas en borrador allí, pero prefiero que ojalá para el 20 de julio, con la ayuda del doctor Luis Fernando, el Ministro y su equipo puedan tener un proyecto sobre esto. Creo que es bien bonito para el país.

No conozco el tema de los multifondos. ¿Cómo funcionan los multifondos? Que se lo escuché ahí al doctor Luis Fernando en relación con el tema de rentabilidad mínima.

LUIS FERNANDO ALARCÓN (PRESIDENTE ASOFONDOS): Presidente, hoy en día cada administradora administra un fondo de pensiones. Todos los afiliados tienen sus recursos invertidos en ese fondo. Si usted piensa, es muy distinta la situación de un joven y una persona de edad mayor.

Un joven tiene todo el horizonte de tiempo por delante para que se puedan invertir sus recursos en portafolios digamos de alta volatilidad o alto riesgo, que puedan invertir más en acciones, para ser concretos. En el entendido de que si hay caídas en el valor de ese portafolio, pues tienen tiempo suficiente para recuperarlos. Y lo que la teoría de manejo de portafolios dice es que uno logra, obviamente en un portafolio bien administrado, una mayor rentabilidad en el largo plazo si tiene un portafolio de mayor riesgo.

Lo que hicieron en Chile, al darse cuenta de eso y del problema que hay en yo tener un portafolio donde esté metido todo el mundo al tiempo, es que se creó una familia de fondos. Cada administradora maneja cinco fondos. Las personas de menor edad pueden invertir en portafolios de más riesgo. Las personas a medida que se acercan al momento de su pensión, tienen que estar en portafolios más conservadores.

Los resultados de eso son muy buenos, y digamos lo que queremos, y lo hemos hablado con el Ministro, con la Superintendencia, es que estudiemos el tema, porque creemos que ahí hay mucho para ganar, para todos. Para los afiliados, que pueden tener una mayor rentabilidad de largo plazo; para el mercado, porque va a haber una mayor demanda por activos de riesgo, de acciones y cosas de éstas, y creo que nadie pierde y todos ganan, y es un tema supremamente importante.

PRESIDENTE URIBE: ¿Y eso requeriría reforma legal o simplemente de la Superintendencia?

Bueno, invito al Ministro y a su equipo y a ustedes, encabezados por el doctor Luis Fernando, a que nos ayuden a tener un proyecto que inicie lo que se llama la segunda etapa de reformas para el 20 de julio.

No nos equivoquemos en la presentación social de ese proyecto, Para que ese proyecto entusiasme a las mayorías colombianas y al Congreso de la República. Ideemos a ver qué se puede hacer con el sistema. Tenemos un problema: esa gran masa de colombianos sin posibilidades de pensión. Entonces el objetivo es ellos. Y no me opongo a que estudiemos con todo el juicio, además si tantos han entrado al sistema de multifondos.

COMENTARIO: Permítame hacer un comentario, Presidente. El sistema de multifondos, que ya lleva aplicándose en Chile tres años, tuvo, además del mérito de ofrecer muchas mejores rentabilidades, tuvo el mérito de acercar al afiliado, al trabajador, a su sistema provisional. Y no tenía, ya no es indiferente frente a su sistema provisional, sino que tiene una actitud mucho más proactiva, que es importante al evaluar la cobertura, al evaluar la conciencia previsional.

PRESIDENTE URIBE: ¿Qué pasa al adoptar el sistema de multifondos con la garantía de rentabilidad mínima?

COMENTARIO: Se mantiene para cada fondo independientemente.

PRESIDENTE URIBE: Se mantiene para cada fondo independientemente. Ese es un tema bien importante en este lenguaje. Que el pueblo colombiano esté seguro del mantenimiento de esa institución, porque el sistema todavía está jovencito en Colombia y la gente lo mira con cariño. Pero uno tiene que darle todos los días más confianza a la gente, y no dejar que la vayan a asustar.

LUIS FERNANDO ALARCÓN: En Chile se mantuvo esa rentabilidad mínima, pero definida con unos límites y en unos términos obviamente distintos para cada fondo, porque el fondo de mayor volatilidad requiere un margen más amplio.

Pero uno de los mensajes que a mí me gusta transmitir es que, yo sé, soy consciente de que la rentabilidad mínima que existe en Chile y en muchos países, tiene un origen político. Pero que tengamos claro que eso puede afectar la rentabilidad de los fondos, porque los administradores tienen que cuidar el riesgo de la rentabilidad mínima y en muchos casos administrar los portafolios más conservadoramente de lo que se debería. Pero sé cuáles son las implicaciones políticas del tema, debido a que es complejo y difícil de entender. Por eso hay que manejarlo dentro de todo este paquete que busca cómo crear unas condiciones y explicarlas muy bien, para permitir una mayor rentabilidad de largo plazo en los portafolios.

PRESIDENTE URIBE: Magnífico. Y el tema final es el modelo ISA. Voy a hablar con el Ministro de Minas sobre algunas ideas que el tiene. Y el sistema integrado de pagos.

Cualquier empresario colombiano tiene que hacer hoy cuatro pagos. Un pago a pensiones, otro pago a riesgos profesionales, otro pago a salud y un cuarto pago que involucra cajas de compensación, Sena y Bienestar Familiar. Cuatro trámites, cuatro pagos.

LUIS FERNANDO ALARCÓN: Pueden ser muchos más, Presidente. Porque si usted tiene trabajadores afiliados a 20 EPS o a los seis fondos de pensiones, a cada uno le tiene que hacer formulario diferente.

PRESIDENTE URIBE: A cada uno le tiene que hacer formulario diferente. Razón de más. Eso implica mucho trámite, muy dispendioso y facilita evasión. ¿Por qué? Especialmente en salud. Porque hoy el trabajador es cuidadoso para que no haya evasión, cuando está afiliado a los fondos de pensiones. Porque conoce muy bien la proporcionalidad entre lo que cotiza y el monto de la pensión que obtendrá. Pero no es cuidadoso cuando se trata de la afiliación al Seguro Social, o cuando se trata de la afiliación a salud. Porque el sistema de salud, en nombre de la solidaridad, permite que, cualquiera sea el nivel del cotizante, mínima cotización o máxima cotización, le den el mismo plan de beneficios. Entonces la gente tiende a declarar un salario para cotizar de la media hacia abajo. Creemos que ese sistema integrado va a simplificarle mucho la vida al empresario y le va a evitar evasión al sistema.

Los sacamos con todo el juicio. Creo que el Ministerio viene trabajando con ustedes. Pero no me dejen terminar el Gobierno, hombre, es que ya se va a terminar eso, saquémoslo rapidito.

¿Cuándo cree, doctora Patricia, que lo tengamos? Esta semana le firmé otro decreto sobre eso.

Bueno, les aplacé bastante el almuerzo. Les agradezco muchísimo y me parece descomedido de mi parte que les siga estirando el tiempo en esta hora de almuerzo.

Que disfruten mucho a Cartagena y que nuestros invitados internacionales nos sirvan de embajadores de esta Patria colombiana en sus patrias. Muchas gracias”.

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