PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN EL
CONGRESO NACIONAL AGRARIO
Bogotá, 2 nov. (SNE).- Las siguientes
son las palabras del Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante el Congreso Nacional Agrario, que se lleva a cabo en Bogotá:
“Después de escuchar las palabras del doctor Rafael
Mejía López, presidente de la SAC (Sociedad de Agricultores
de Colombia) creo pertinente hacer de esta intervención
la apertura a un diálogo con ustedes, sobre algunas aseveraciones
que acabamos de escuchar y que exigen el más cuidadoso examen
del Gobierno.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra el esfuerzo en la recuperación de la
seguridad, a pesar de todo lo que falta.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra la recuperación en más de 400 mil hectáreas,
del millón que se habían perdido, a pesar de todo
lo que falta.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra el crecimiento del Producto (Interno Bruto)
agrícola, a
pesar de todo lo que falta, y a pesar de que ha coincidido este
esfuerzo con una época tan difícil en materia de
tasa de cambio, y con una época tan difícil en materia
de combate a los cultivos ilícitos y en materia de combate
al narcotráfico, un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra el crecimiento de la cartera agropecuaria. En
estos 39 meses en el sólo Finagro (Fondo para el Financiamiento
del Sector Agropecuario) se ha multiplicado casi por dos, a pesar
de todo lo que falta.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra la circunstancia de que tenemos la tasa de
interés más
baja en los últimos 50 años, a pesar de todo lo que
falta.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra la circunstancia de los enormes esfuerzos para
crear los patrimonios
autónomos que permitieran el acceso al crédito a
tantos compatriotas del sector agropecuario que habían perdido
el acceso al crédito, justamente por políticas anteriores.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestran los estímulos tributarios selectivos, que ha propuesto al
Congreso de la República y que el Congreso de la República
ha aprobado, como el caso de los estímulos para el etanol,
de los estímulos para los biocombustibles en general, para
el biocombustible específico del biodiesel.
Estímulos selectivos, como los incentivos, la exención
a los cultivos de tardío rendimiento, a pesar de todo lo
que falta.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestran los esfuerzos presupuestales para poder compensarles
a los agricultores,
en alguna forma, las dificultades de precios por efectos de la
revaluación, esfuerzos compensatorios a pesar de todo lo
que falta.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra el esfuerzo por el lado de la demanda para
aumentar el consumo
en Colombia, a través del gran crecimiento de los usuarios
del Bienestar Familiar.
Bienestar Familiar -y ello tiene no sólo relación
con los niños, sino relación con la agricultura,
con la producción de alimentos en Colombia- ha pasado en
este Gobierno de 6 millones 100 mil usuarios, a casi 10 millones
de usuarios.
En estas semanas estamos completando una
meta adicional. Inicialmente nos propusimos llegarles a 500 mil
niñitos menores de cinco
años con un desayuno reforzado, le estamos llegando a millón
seis mil, con un gran impacto en la demanda de alimentos.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestran otros esfuerzos. En los próximos días Colombia no
solamente tendrá 190 mil ancianos recibiendo un subsidio
financiero, a pesar de todo lo que falta, sino que tendrá 400
mil ancianos recibiendo una comida al día, totalmente pagada
por el Gobierno.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como se ha demostrado acudiendo a través de los ministros, los directores, los
diferentes funcionarios y el propio Presidente de la República,
a enfrentar problemas de comercialización que se presentaron
tan graves el año pasado, y que afortunadamente empezamos
a superar este año, para no citar sino el ejemplo del arroz,
del algodón y del maíz.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra el gran esfuerzo en materia de infraestructura,
que hoy no es de
discurso sino de realidades, cuando están en plena construcción
obras que se habían convertido en frustraciones históricas,
como el distrito de riego de Ranchería y el distrito de
riego del sur del Tolima, que suman entre los dos, a valores de
hoy, más de 700 mil millones de pesos, y que ya no son propuestas
de campaña sino realidades en plena ejecución.
Un Gobierno comprometido con la agricultura
en materia de infraestructura, a pesar de todo lo que falta,
iniciando en más de 400 municipios
agropecuarios de Colombia un plan sin antecedentes en pavimento
de vías, con vías que se habían reclamado
históricamente, tan importantes como la conclusión
de la que va de Sogamoso a Casanare, como la pavimentación
de Puerto Gaitán a Puerto López, como 100 kilómetros
para empezar la colonización de La Mojana, de lo cual hablara
tanto Álvaro Gómez Hurtado, cuyo asesinato cumple
hoy 10 años.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra la preocupación por el café, producto que en este
Gobierno logró que se le trasladara a menester a una ley
de la República, impulsada por el Gobierno y aprobada por
el Congreso, al productor, el mayor porcentaje histórico
del precio interno.
Un Gobierno comprometido con la caficultura,
como lo demuestran los dos primeros años, donde hubo que hacer un enorme esfuerzo,
en medio de un alto endeudamiento, de un país quebrado,
de un altísimo déficit fiscal, para subsidiar a los
cafeteros.
Un Gobierno comprometido con el café, a pesar de todo lo
que falta, para impulsar el café orgánico, para impulsar
los cafés especiales, para abrir un nuevo esquema de comercialización,
que le de al mundo directamente el producto colombiano y no deje
perder la marca, a través de las tiendas Juan Valdez.
Un Gobierno comprometido, que ha logrado
en beneficio de la agricultura que en las zonas cafeteras se
intercalen los zoqueos de café,
con la siembra de más de 140 mil hectáreas de maíz
y de más de 10 mil hectáreas de fríjol.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
pendiente día
a día de cómo se resuelve el problema del banano
en la Unión Europea, cuando hemos tenido que acudir dos
veces a enfrentar las decisiones de un altísimo y prohibitivo
arancel que nos impuso la Unión Europea.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
que ha logrado en compañía de los otros gobiernos de la región
apelar esas decisiones de la Unión Europea y lograr que
en dos oportunidades dos paneles sucesivos fallaran a favor de
nuestra aspiración.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
haciendo enormes esfuerzos presupuestales para poder financiar
la comercialización
del arroz, como ustedes lo conocen y lo han vivido en un mundo
con tantas dificultades en ese producto, en una Comunidad Andina
donde todos –además de ser autosuficientes- son excedentarios,
y cada uno quiere resolver el problema colocando los excedentes
en el mercado del vecino.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra nuestra lucha contra los cultivos ilícitos. Este año,
apreciados compatriotas del sector agropecuario, las fumigaciones
han aumentado en un 25 por ciento, y ya llevamos casi 26 mil hectáreas
erradicadas manualmente, de una meta que nos propusimos para erradicar
30 mil hectáreas, a pesar de todo lo que falta.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
como lo demuestra nuestra decisión de haber prohibido la puesta en marcha
de un ingenio panelero en el norte del Cauca, que habría
acabado con los pequeños productores de panela. Crisis que
no se ha superado, que el Gobierno todos los días reconoce
y busca un esfuerzo y otro allá, a ver cómo lo supera.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
buscándole
alternativas a la caña de azúcar, que empiezan a
concretarse.
Hace 39 meses, en este Congreso, los agricultores
de Colombia me dijeron que no había manera de instalar las destilerías
de alcoholes, que nadie las iría a instalar justamente porque
las circunstancias tributarias no lo permitían.
En la primera reforma tributaria de este
Gobierno se obtuvieron las exenciones, y el viernes pasado el
país asistió jubiloso
a la inauguración de la primera planta, y allí comprometimos
a un respetable grupo industrial para que pudiéramos avanzar
hacia la construcción de plantas en zonas que no tienen
ese músculo empresarial, como son por ejemplo la hoya del
río Suárez, entre Boyacá y Santander.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
que no solamente sacó adelante la exención de impuestos para sembrar
madera y productos de tardío rendimiento, sino que ha puesto
a funcionar un fondo de capital de riesgo de Finagro en los departamentos
del Cesar y Magdalena, que ya este año completa más
de 4 mil hectáreas sembradas en bosque comercial, después
que el país llevaba 20 años estancado en la materia,
y que está haciendo grandes esfuerzos para que el Congreso
(de la República) apruebe el Estatuto Forestal y le demos
un nuevo impulso a esta actividad.
Un Gobierno comprometido con la agricultura,
a pesar de todo, de todo lo que falta para sacar adelante todo,
todo lo que se requiere
en el campo, se preocupa al escuchar del Presidente de la SAC decir
que estamos en un momento incierto de política.
Apreciado doctor Rafael, yo quiero examinar
con ustedes claramente por qué la preocupación de que la política
es incierta, cuando hay incertidumbre es como cuando no hay puerto,
cuando hay incertidumbre es como cuando no se sabe para donde se
va y aquí sabemos para donde se va, aquí sabemos
que vamos por la derrota definitiva del terrorismo así nos
demoremos; aquí sabemos que vamos por la derrota definitiva
del narcotráfico así nos demoremos; aquí sabemos
que vamos por la derrota definitiva de la corrupción; aquí sabemos
que vamos por la reivindicación de los pobres. Cuando este
Gobierno empezó, me decía Juan Luis Londoño: “Presidente,
prepárese que el desempleo que pasó que en 6 años
del 7,5 al 20 por ciento va a llegar al 25”.
Pues bien, en medio del escepticismo de
los analistas ha venido reduciéndose y cuando un mes se reduce al 12, nos dice,
eso es cíclico, esperen que en el otro mes estará en
el 15.
Y cuando en el otro mes se reduce al 11,8,
dicen se salvo el Gobierno, esperen que en el otro mes estará en el 20. Y así ha
venido bajando sucesivamente hasta situarse en el 11,2.
¡Qué difícil!, y llamo la atención
de los estudiosos de la economía, tener que reducir un déficit
fiscal que nos entregaron en el 4,2, enfrentar un endeudamiento
que nos entregaron en el 54 por ciento del PIB, un servicio de
deuda que representaba más del 40 por ciento del presupuesto
y simultáneamente crear condiciones para parar un proceso
inercial y acelerado de crecimiento del desempleo, y para poder
poner la economía a crecer para recuperar la inversión.
Cuando este Gobierno empezó la inversión privada
estaba en el 6, 8 por ciento del PIB, el año pasado terminó en
el 12 y vamos para el 15, a pesar de todo lo que falta.
Cuando este Gobierno empezó, la Inversión Extranjera
Directa estaba en 500 millones de dólares, el año
pasado superó los 3.015 a pesar de todo lo que falta, y
este año puede ser superior a los cinco mil millones de
dólares, sin incluir en las cuentas las permutas de acciones
y con el elemento ventajoso adicional de que esa inversión
se está sintiendo en todos los sectores de la economía.
Un Gobierno preocupado por la agricultura,
como lo demuestra nuestro tratamiento a la negociación con Mercosur, que el país
no se había atrevido a hacerla y que era una necesidad política
de la región, donde los sectores de la producción
salieron ilesos y con posibilidades sino en el corto plazo, si
en el mediano y largo plazo.
Un Gobierno preocupado por la agricultura
que conciente de que no habrá nueva extensión del sistema de beneficios
unilaterales en el mercado de Estados Unidos, a partir del 31 de
diciembre del año entrante, obtuvo la posibilidad de adelantar
esa negociación, la viene adelantando con la mayor devoción
por los grandes intereses de la Patria, y que no puede permitir
que se le diga que está próximo a firmar un contrato
de adhesión, porque si algo no vamos a permitir que nos
den lecciones de ello, doctor Rafael, es de nuestra verticalidad
para defender los superiores intereses de Colombia.
En la negociación del TLC falta un camino largo, apreciados
agricultores, que hay que recorrerlo en breve tiempo, pero como
lo saben los azucareros, como lo saben los señores de Fenavi,
que aquí tienen su gremio, como lo saben los señores
del arroz y los señores del maíz, el Gobierno ha
estado empeñado en defender los superiores intereses de
la Patria.
Y frente a esa barrera de los Estados Unidos,
la no arancelaria, la fitosanitaria, saben ustedes el gran esfuerzo
que hemos venido
haciendo, el gran esfuerzo que hemos venido haciendo para poder
crear un panel permanente que resuelva los problemas de índole
fitosanitaria.
A pesar de todo lo que falta, un Gobierno
preocupado por la agricultura que no solo ha enfrentado el narcotráfico, que no solo ha
enfrentado los cultivos ilícitos, sino con el ministro de
entonces doctor Fernando Londoño Hoyos, propuso al Congreso
una ley para hacer más expedida la extinción de dominio
y arrebatarle las tierras agrícolas al narcotráfico,
y que ya le ha entregado 43 mil hectáreas a comunidades
campesinas y que espera que en las próximas semanas a medida
que se adelanten y aceleren los procesos de la Fiscalía
y de los jueces de la República, podamos continuar ese camino
para que el campo colombiano quede de gentes honradas, de gentes
trabajadoras, de gentes totalmente ajenas al terrorismo y al narcotráfico.
Un Gobierno preocupado por la agricultura a pesar de todo lo que
falta es un Gobierno que se angustia cuando el presidente de la
SAC dice que estamos en medio de la incertidumbre.
Quiero preguntar ¿cuáles son los factores de incertidumbre
para entrar a corregirlos?, y aquí abriría el diálogo
con ustedes empezando con esa pregunta.
Doctor Rafael, usted que hizo la afirmación yo le ruego
que nos cuente cuáles son los factores de incertidumbre.
RAFAEL MEJÍA, PRESIDENTE DE LA SAC: Presidente, evidentemente
tenemos en el sector agropecuario factores de incertidumbre. Si
empezamos a hablar no más la recomposición del crecimiento
del sector agropecuario del año 2004 al 2005, si nosotros
recordamos rápidamente en el año 2004 el sector creció un
3,1 por ciento, en el primer semestre de este año el 3,6.
Sin embargo analicemos con cuidado: el ciclo corto, es decir cultivos
como algodón, maíz, arroz, en el año 2004
creció cerca de un 6,7; los de ciclo largo alrededor del
2,4 y el pecuario 3,6. Eso se reversó, este año en
ciclo corto la producción y el crecimiento se cayó en
un 2 por ciento, los que son ciclo largo y pecuario ha mejorado.
PRESIDENTE URIBE: Hombre, doctor Rafael, ¿amerita eso decir
que la política es incierta?
PRESIDENTE DE LA SAC: Cuando hablamos de
política no estamos
hablando, Presidente, solamente de política agropecuaria
porque esa se está construyendo entre el Gobierno, representada
por el Ministerio de Agricultura, por Planeación Nacional
y por el sector privado y sus gremios. Esa política agrícola
se está construyendo.
Cuando hablamos de política y hablamos de política
general, acabamos de salir de los pronunciamientos de la Corte,
faltan otros, esperamos...
PRSIDENTE URIBE: No, no, perdón eso es otra cosa, aquí estamos
hablando de política agropecuaria. En el diálogo
del Presidente de la República con los gremios que ha sido
muy intenso en este Gobierno, jamás hemos involucrado esos
temas, esos temas dejémoselos a las autoridades competentes,
aquí vinimos fue a responder por el sector agropecuario.
PRESIDENTE DE LA SAC: Evidentemente Presidente,
la política
incierta del sector agropecuario, nunca podrá separarse
de los efectos que rodean un país como es su política,
lo que es su Gobierno, su Ejecutivo, su Legislativo y su poder
Judicial, lo mismo que el entorno mundial. Al hablar de que hay
una política incierta estamos haciendo referencia no solo
a la política agropecuaria sino a la política en
general y a hablamos de la política incierta no solo colombiana
sino la de Estados Unidos que también es y somos conscientes,
que están afectando el Tratado de Libre Comercio. Nosotros
públicamente, dentro del mayor respeto hemos alabado, aplaudido,
los aciertos del Gobierno y los hemos apoyado, pero también
en conversaciones hemos buscado soluciones cuando creemos que hay
formas y maneras de corregir y eso es lo que se ha venido construyendo.
¿Qué vamos en buen camino? Sí, vamos en buen
camino, que como usted dice, Presidente, nos falta mucho. Evidentemente
nos falta mucho, pero yo no puedo encerrarme aquí como en
una caja y desconocer las realidades.
PRESIDENTE URIBE: Yo lo que sí quiero saber es qué podemos
hacer para que los agricultores de Colombia tengan certeza de que
el propósito de este Gobierno y el clima que ha venido generando
en el país, es para recuperar plenamente el sector agropecuario.
Yo si quisiera saber eso para que estas declaraciones no queden
en el aire.
Yo también vengo del campo, donde las cosas las hablamos
clarito, al pan pan y al vino vino. A mí no me gusta vivir
en la tertulia de coctel”.
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