Dijo el presidente Uribe
“A ÁLVARO GÓMEZ NO LO DERROTARON SUS IDEAS,
LO DERROTÓ LA DEMAGOGIA QUE LAS DESFIGURÓ”
Bogotá, 2 nov. (SNE). - Un cálido recuerdo de las
virtudes de Álvaro Gómez Hurtado, destacando su pensamiento
ampliamente en favor del desarrollo como forma de lograr lo social,
de la justicia, del rechazo a los agravios en materia política,
hizo esta noche el presidente Álvaro Uribe Vélez.
Durante el acto de homenaje al político conservador al
recordarse 10 años de su magnicidio, el Jefe de Estado afirmó que
a Gómez Hurtado no lo derrotaron sus ideas sino la demagogia
que las desfiguró.
Se lamentó, el Mandatario, de los pocos resultados que
presenta la justicia en las investigaciones que se realizan por
el asesinato del ex candidato presidencial Álvaro Gómez.
“Al mirar a los ojos de ustedes y recordar esta distinción
que el pueblo me ha conferido de ser Presidente de Colombia, siento
una profunda angustia interior, que se me traduce en una dosis
inocultable de vergüenza, cuando al acudir a este aniversario
del asesinato del doctor Álvaro Gómez Hurtado, la
justicia, el Estado colombiano, todavía no tienen una respuesta”,
dijo el Jefe de Estado.
Al recordar la vida de Gómez, el Mandatario señaló que
su verticalidad lo hacía sospechoso de fundamentalismo,
en un escenario político en el que campeaban como dueños
los diletantes y predicadores del apaciguamiento con el terrorismo
y el crimen organizado.
“Alguna vez dijo: Simular la atrocidad de los delitos cometidos
por la guerrilla, y después de cada uno de ellos tenderles
mano a los criminales, no es fácilmente entendible como
una muestra de pacifismo”.
A Álvaro Gómez no lo derrotaron sus ideas, lo derrotó la
demagogia que las desfiguró. Álvaro Gómez
poseía la sabiduría del gran periodista”, puntualizó.
Uribe Vélez señaló que si Álvaro Gómez
estuviera vivo hoy defendería la lucha por la recuperación
del imperio de las instituciones, la lucha porque nuestra democracia
fuera regida permanentemente por el ordenamiento jurídico,
no por caprichos personalistas, por lo que en sus términos
se constituirían los elementos de una democracia moderna.
EL DESARROLLO
Sobre uno de los temas que más defendió durante
su vida política, como fue el del desarrollo económico,
el Presidente señaló que él muy temprano entendió que
sin crecimiento económico sostenido, la miseria se convertía
en lastre permanente y que por eso y con el fin de desconceptualizarlo
lo llamaron desarrollista y enemigo de lo social.
“¿Cuánto crecimiento y cuánto bienestar
dejó de disfrutar el pueblo colombiano por no haber entendido
que era necesario impulsar más veloces niveles de desarrollo
para poder tener oportunidades de construcción de justicia
social?”, se preguntó el Mandatario.
Uribe afirmó que los colombianos no fuimos capaces de decir
la verdad a tiempo, no fuimos capaces de decir que si no creábamos
condiciones para la confianza inversionista, condiciones para el
desarrollo, como lo predicaba Gómez Hurtado, era imposible
encontrar los recursos para lo social.
“Sus tesis sobre el desarrollo, sus tesis para el crecimiento
no eran la antitesis de lo social, eran el camino para hacer posible
lo social. Ojalá hoy lo entendamos y seamos totalmente congruentes
en el ejercicio práctico de este pensamiento”, indicó.
Otro de los puntos en los que el Presidente
Uribe centró su
intervención en el homenaje a Gómez, fue en como
manejaba el debate político, sin agravios con sus contadictores
y con una gran altura intelectual.
“Cuando el debate político se estanca en el remolino
del agravio personal, ese debate no contribuye al éxito
material, no contribuye a la profundización espiritual de
la Nación. Cuando el debate político se hace con
profundidad en las tesis, con disposición a la búsqueda
de acciones, con actitud de encontrar con los contrarios salidas
novedosas que permitan la superación de los problemas, la
Patria progresa.
El debate político tiene que ser un debate sobre los problemas
y las soluciones. Un debate con toda la franqueza que caracterizó a Álvaro
Gómez para enfrentar las realidades, pero con todo el respeto
por los compatriotas que participan en ese debate político.
Esa amplia literatura de Álvaro Gómez, ausente de
agravios, es una lección que los colombianos que estamos
en el debate de hoy, y las generaciones que habrán de venir,
debemos aprender”, puntualizó.
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