PALABRAS DEL PRESIDENTE
URIBE EN CONSEJO COMUNAL SOBRE TLC
Bogotá, 12 nov. (SNE).- Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe
Vélez durante la instalación del Consejo Comunal
de Gobierno sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos,
realizado en el auditorio principal de Corferias, en la capital
de la República.
“Antes de empezar este Consejo Comunitario
para examinar el tema del TLC, siguiendo la usanza de los Consejos
Comunitarios quiero referirme hoy solamente a un tema diferente
que es el de la seguridad que tiene que ver con Bogotá.
En Bogotá hemos tenido unos indicadores
que han mejorado mucho. Como el caso del secuestro, delitos, otras
acciones terroristas, no obstante el caso preocupante, grave del
carro bomba contra el senador Germán Vargas.
Pero nos preocupa en Bogotá el tema del
homicidio y del robo de vehículos. Mientras el homicidio
en el país va cayendo en un 15 por ciento este año,
en un 16 por ciento, Bogotá hoy tiene 72 homicidios más
que el año pasado.
Y mientras el robo de vehículos sobre todo
el país va cayendo en un 21 por ciento este año,
Bogotá tiene 142 vehículos hurtados más este
año que el año pasado.
Hemos venido tomando una
serie de decisiones, antes de entrar a este Consejo Comunitario
estaba en una reunión
nuevamente con el Comandante de la Policía de Bogotá y
con los oficiales responsables del tema de homicidios y el tema
de robo de vehículos. Ayer se tomó una decisión
que tuve oportunidad de consultarla a primera hora de la mañana
con el señor Alcalde y que va en la dirección de
asignar responsabilidades individuales.
El Gobierno Nacional para
enfrentar unos problemas puntuales, ubicados en áreas geográficas específicas
de orden público, ha venido asignando responsabilidades
individuales a generales de la República, a oficiales de
alta graduación, etc. y demandando de ellos permanentemente
la asunción de la responsabilidad de cómo se va avanzando
en esas áreas en materia de seguridad.
Entonces además de la responsabilidad del
señor general Gómez Heredia, comandante de la Policía
de Bogotá, se han definido tres Comandos Operativos. El
primero que incluye las Estaciones de Suba, Usaquén, Chía,
Chapinero, Barrios Unidos, Teusaquillo y que estará a cargo
del señor coronel Rafael Sabogal Pérez.
El segundo que incluye Santa
Fe, La Candelaria, Los Mártires, Puente Aranda, San Cristóbal, Antonio
Nariño, Tunjuelito, Rafael Uribe, Ciudad Bolívar,
Usme, Sumapaz y que estará bajo el comando del señor
coronel Yamil Moreno Arias. El tercero que incluye Kennedy, Fontibón,
Engativá, Soacha y Bosa y estará a cargo del señor
coronel Luis Eduardo Martínez Espitia.
Los señores coroneles ya se están
preparando para asumir la responsabilidad en estos comandos y confiamos
que las medidas que se han venido tomando, éstas y las que
tengamos que tomar, nos muestren una tendencia mejor en Bogotá en
estos dos delitos de tan grave impacto social.
Además, con la Consejería de Acción
Social de la Presidencia de la República hemos empezado
ya el programa de vinculación de las familias desplazadas
de las grandes ciudades a municipios de menos de 100 mil habitantes,
donde vamos a terminar este año con unas 500 mil Familias
en Acción, habíamos hecho solamente dos excepciones:
Una con el Pozón de Cartagena y otra con Quibdo pero en
este momento estamos en la inscripción de familias desplazadas
de las grandes ciudades en el Programa Familias en Acción
para avanzar allí con otra acción en la estrategia
social frente al problema del desplazamiento.
En algunas ciudades capitales
hemos tenido problemas por el censo, por la sisbenización, eso nos ha retrasado,
pero ayer me confirmaba el doctor Luis Alfonso Hoyos, consejero
para Acción Social de la Presidencia de la República,
que por tarde, en la segunda o tercera semana de diciembre, las
familias desplazadas de las grandes ciudades colombianas, empezando
por Bogotá, inscritas en el programa Familias en Acción,
inscripción que en Bogotá apenas ha comenzado a hacerse,
en diciembre van a recibir el primer pago y en esto ha sido muy
celoso el Gobierno en que esos pagos sean cumplidos.
A lo largo de estos 39 meses
hemos logrado un porcentaje de cumplimiento bien alto, por supuesto,
un programa que este año
cubre cerca de 700 municipios, que las familias tienen que estar
presentando, acreditando que los hijos están estudiando
porque el subsidio que se da en Familias en Acción es para
garantizar el estudio a los hijos y para garantizar la nutrición,
entonces muchas veces, hay dificultades pero en términos
generales el programa además de lo bien recibido por la
ciudadanía, es un programa en el que hemos tenido un buen
grado de cumplimiento.
Bueno, muchas gracias a
todos por poder realizar hoy esta tarea que consideramos de vital
importancia para el país.
Se me ha preguntado: Presidente, ¿por qué se va a
hacer un Consejo Comunitario sobre el TLC antes de terminar la
negociación?
Creo que es mejor abundar
en discusión,
antes de cerrar la negociación, que simplemente notificar
un resultado una vez cerrada la negociación.
Quiero reivindicar que este
tema ha sido ampliamente analizado con todos los compatriotas,
a lo largo del Gobierno.
El Gobierno no ha estado encerrado en unas oficinas aquí o
en los países andinos o en los Estados Unidos discutiendo
a puerta cerrada el tema, ha sido un tema que desde un primer momento
lo hemos llevado a la discusión pública.
El honorable Congreso de
la República ha
participado activamente, un número muy crecido de congresistas
ha estado acompañando el proceso de negociación y
de manera muy disciplinada y también los sectores gremiales,
sectores sociales, etc.
Y en todo el país ha habido una muy enriquecedora
discusión a lo largo ya de muchos meses.
¿Cuándo empezó Colombia a
hablar de este tema? Hace muchos años. Diferentes gobiernos
lo propusieron, pero no se había podido avanzar. ¿Qué motiva
a este gobierno a hacerlo? Este Gobierno conoció en la campaña
y en la época de la transición entre la elección
de mayo de 2002 y la posesión en agosto del mismo año,
las dificultades que los sectores exportadores generadores de empleo
estaban teniendo porque había terminado la vigencia de ese
sistema unilateral de preferencias que se llamó el Atpa
y todavía no se había aprobado el sucesor que es
el Atpdea.
A nosotros nos tocó intervenir en esa fase
final para que Estados Unidos aprobara el Atpdea y no fue suficiente.
El 6 de agosto de 2002 en horas de la tarde, Estados Unidos notificó que
había aprobado el Atpdea y no fue suficiente, en ese momento
empezó un proceso muy tortuoso de acreditar una serie de
requisitos para que empezara a regir el Atpdea.
Y en todo ese tránsito el sector exportador
colombiano estuvo lleno de incertidumbres, de dificultades, pagando
unos aranceles que le restaban competitividad y le aumentaban los
costos para ingresar al mercado de los Estados Unidos con mucha
angustia. Y el sector de inversionistas siempre ha dicho: cuando
hay un mercado que la única garantía que da es un
acceso unilateral de ese país, no hay seguridad para poder
invertir.
Entonces todas esas circunstancias
nos hicieron anticipar que con un mecanismo de acceso unilateral
al mercado
de los Estados Unidos, precario, sin garantías de renovación,
no se conseguían condiciones que le dieran suficiente garantía
al sector inversionista para invertir en Colombia y para generar
empleo.
Después se me dijo: bueno, pero ¿por
qué van a negociar con los Estados Unidos? Como lo vamos
a ver hoy, los Estados Unidos están representando un porcentaje
muy alto de las exportaciones colombianas.
Y en la medida que tuvimos
el Atpdea esas exportaciones han crecido muchísimo. Ministro (de Comercio, Industria
y Turismo, Jorge Humberto) Botero, confío que nos muestre
esas cifras, lo que representan las exportaciones colombianas a
los Estados Unidos como porcentaje del total de las exportaciones
y cómo ha venido creciendo esa tendencia exportadora a los
Estados Unidos gracias al Atpdea.
Se nos dijo: ¿por qué no se negocia
con Suramérica? Ya está hoy suscrito el acuerdo de
comercio entre la Comunidad Andina y Mercosur. Yo diría
que es de gran importancia desde el punto de vista político
en lo inmediato. En lo económico le veo más importancia
en el largo y en el mediano plazo que en el corto plazo.
Falta uno de los debates
en el Congreso de la República
para concluir el proceso de ratificación del tratado con
Mercosur.
Muchos colombianos me han
dicho: Bueno, pero ¿por
qué no insistimos en la renovación de las preferencias
unilaterales? No encontramos ambiente. Yo le pregunté al
presidente de la República Dominicana, que es un país
que ha tenido una relación tan estrecha con los Estados
Unidos, cuya economía depende en un 80 o 85 por ciento de
los Estados Unidos, que ha disfrutado de la Iniciativa del Caribe,
que ha sido algo semejante al Atpdea pero de largo plazo y muy
generoso, y que le ha permitido a la República Dominicana
entrar en ese mercado de Estados Unidos casi sin limitaciones, ¿por
qué ha firmado el Cafta?, que es el Tratado con Centroamérica
y el Caribe. Y el presidente Fernández, da está respuesta: “la
iniciativa del Caribe vence en el 2008”.
Miren. La nuestra vence
el año entrante,
el 31 de diciembre del año entrante vence el APTDEA. Y le
dije: “Bueno si vence en el 2008, por que se apresuraron
a firmar ya?”
Y me contesto: “primero, porque hicimos todos
los sondeos y no vemos posible la renovación de la iniciativa
del Caribe. Nos vemos obligados a tener un acuerdo de comercio,
y segundo porque esas iniciativas unilaterales no generan suficiente
confianza, no le dan a los inversionistas un horizonte de estabilidad,
para que los inversionistas se instalen y mejoren sus capacidades
productivas en nuestros países”.
En todo este diálogo de exploración
sobre la posibilidad de prorrogar el APTDEA. Uno encuentra esa
experiencia del Caribe, uno encuentra respuestas como esta, bueno
si se ha negociado con países como los centroamericanos,
donde hay países de tanta pobreza como Honduras, cómo
se pretende que se prorrogue el APTDEA, como iniciativa unilateral.
Pero también tenemos otros problemas que
es bueno mirarlos hoy en detalle, y que el Gobierno deberá dar
todas las respuestas en la medida que pueda a las objeciones, interrogantes,
preocupaciones que aquí se presenten.
El APTDEA no es suficientemente
amplio para exportar a los Estados Unidos una serie de productos
en los cuales Colombia
tiene un gran potencial. Yo le pediría al Ministro Botero,
al Ministro Arias, que en su momento digan cuales productos, en
los cuales podemos tener un gran potencial competitivo en el mercado
de los Estados Unidos, no son beneficiarios del APTDEA.
Eso es bien importante que
aquellos compatriotas que han dicho, “la opción es la renovación
de las preferencias unilaterales”, renovación que
no vemos clara. Quiero en este consejo repetir que el Gobierno
ha hecho un gran esfuerzo para buscar el contenido más equitativo
en la negociación y seguirá haciéndolo hasta
el último momento.
Si no fuera por ese esfuerzo
habríamos firmado
hace mucho trato. A uno le preocupa mucho que pasen los días.
Estados Unidos entra en ese proceso electoral, de renovación
del Congreso, el año entrante, Colombia en el proceso electoral
de la elección del próximo Congreso, de la elección
del próximo Presidente de la Republica, y que esto vaya
coincidiendo más con las campañas.
Nosotros habríamos querido cerrar la negociación
hace un rato. ¿Por qué no lo hemos hecho? Justamente
porque hemos estado haciendo todo el esfuerzo para lograr el más
equitativo de los contenidos.
Lo que yo no quiero apreciados compatriotas, es
hoy despertar expectativas. El gobierno tiene que ser absolutamente
objetivo para comunicar a los colombianos lo que vemos posible,
aquello por lo cual vamos a luchar, y lo que definitivamente no
vemos posible, porque definitivamente no es un negocio que hacemos
con nosotros mismos, sino un acuerdo con los Estados Unidos.
Hay que tener en cuenta
también otros temas:
Europa. Nosotros logramos
una renovación
de las preferencias unilaterales de Europa por diez años.
Eso está lleno de condiciones, eso no es fácil.
Por ejemplo, hemos tenido
enormes dificultades con el banano. Europa ha producido recientemente
dos decisiones
que le imponen un arancel a nuestras exportaciones de banano, prácticamente
impagables que las deja por fuera del mercado Europeo.
Y en las dos ocasiones hemos
tenido que acudir a un procedimiento que tiene definido la Unión Europea,
de la constitución de una especie de tribunal, un panel
que llaman allá, para presentar nuestra queja, y alegar
ante ese panel, que ese arancel de la Unión Europea es un
arancel prohibitivo que lo que esta haciendo es frenando el acceso
nuestro al mercado Europeo.
En las dos ocasiones el
panel ha fallado a favor de nosotros, pero todavía hay una gran incertidumbre porque
todavía no sabemos cuál es el nivel final del arancel
que vamos a tener para el banano en la Unión Europea. Y
ustedes saben lo sensible que es este producto, este producto intensamente
generador de empleo, en dos zonas con muchísimas dificultades
de orden público, como son, la zona del cepartamento del
Magdalena y Urabá.
Y se ha convertido en algún complemento
a la caficultora, porque ya hay algunas regiones cafeteras del
país, tenemos noticias de que están exportando el
bananito manzano, el murrapo, como lo llamamos, tiene diferentes
denominaciones de acuerdo a las regiones donde se produce en el
país.
Y nosotros no vemos posibilidades
y lo anticipamos desde ya, a riesgo de equivocarnos, pero hay
que comunicar esto
con toda la honradez, el Gobierno tiene que decir todo lo que percibe,
así como digo con toda honradez, mañana me dirían: “Usted
se equivocó, conseguimos la renovación de las preferencias
unilaterales con los Estados Unidos”.
Nosotros no vemos posibilidades.
Hemos explorado muchísimo, creemos que además no
es suficiente por la incertidumbre para los inversionistas y
porque no cubre todos
los productos que necesitamos exportar a los Estados Unidos.
Tampoco vemos esas posibilidades
de nuevas prorrogas en la Unión Europea.
La Unión Europea nos ha dicho prepárense
en la Comunidad Andina, resuelvan sus problemas porque vamos a
negociar pero con la Comunidad Andina. Vamos ha negociar Unión
Europea -Comunidad Andina.
China. Aquí estaba hablando con algunos
quejosos y con justo razón, la gran cantidad de mercancías
chinas, que compiten con nuestra producción industrial.
Nosotros hemos tenido que
aplicar unos salvaguardias este año y todavía faltan otras a las importaciones
chinas. Inicialmente eso causó alguna fricción política.
Explicamos nosotros no tenemos frente a China sino la mejor disposición
política. Colombia quiere tener las mejores relaciones posibles
con China.
Le hemos hecho ver al gobierno
de China que estas salvaguardias no tienen sino un alcance: defender
unos sectores
manufactureros nuestros, intensivos en generación de empleo,
que los requiere la economía colombiana, una economía
todavía tan emproblemada y que no lleva ninguna señal
política, que la única señal política
de Colombia frente a China, es una señal de respeto, de
querer construir las mejores relaciones con China.
Ahí vamos a entrar a una negociación
con China, entonces esto va mostrando, va mostrando queridos amigos,
que hoy definitivamente hay que negociar con todo el mundo. Nosotros
nos mantenemos en diarias negociaciones con la Comunidad Andina,
en diarias negociaciones con cada uno de los hermanos Andinos,
con Bolivia, Ecuador, con Perú, con Venezuela.
Nosotros nos mantenemos
en diarias negociaciones con Europa y lo que falta. Ahora tenemos
que negociar con China
y vendrán otros temas que habrá que manejarlos con
otros países asiáticos, etc.
Por eso una negociación con los Estados
Unidos hay que mirarla dentro de un proceso de la economía
contemporánea, que exige a cada país o a cada bloque
de países estar en permanente interrelación con las
otras economías. Esto no es que tenga un sesgo ideológico,
que con este si queramos y con aquel no. Miren yo me hago esta
composición: Cuba que es un gran productor de medicamentos,
vacunas, etc, y que ha hecho grandes aportes al mundo en ese materia,
llegará un momento que tendremos que negociar con ellos
todos los momentos de propiedad intelectual, etc, y ellos van a
ser muy exigentes en eso, porque tienen que defender lo que ellos
mismos han creado.
Entonces quería traerles estas consideraciones
para que quede un punto claro apreciados compatriotas. La posición
de Colombia, no es una posición ideológica, dogmática,
negocio con aquel si, con aquel no. Es una posición práctica
de acuerdo con las características de la economía
contemporánea.
Yo creo definitivamente
que estos tratados están
mal denominados y la denominación ha contribuido a crear
muy mal ambiente porque ha traído una carga ideológica.
Estos no son Tratados de Libre Comercio. A uno le dicen que tratados
de libre comercio y tienen cuotas, que tratados de libre comercio
y tiene los contingentes arancelarios, que exportaciones hasta
esta cantidad, este arancel, entre esta cantidad y esta, este arancel,
más allá, este otro arancel, tienen una serie de
regulaciones que se utilizan, son lo que llaman las barreras no
arancelarias, como todos estos temas parafiscales, que también
se constituyen en frenos al libre comercio. Tienen exclusiones
técnicas.
Hay unos productos a los
cuales les dan en los mercados una entradita simbólica, eso no es libre comercio.
Entonces yo diría que esto lo debemos entender es como un
esfuerzo para flexibilizar y ampliar la posibilidad del acceso
a unos mercados, que en el fondo cuando se examinan las cosas con
profundidad, lo que se negocia aquí no corresponde al nombre,
no corresponde pues a la utopía del libre comercio y es
muy importante entenderlo para restarle intensidad a la parte ideológica
del debate, ojalá no existiera la parte ideológica
del debate porque es que también se pone uno a ver y ¿a
dónde están las alternativas?
Yo me puse a hacer este
ejercicio, un ejercicio de que yo fuera hoy opositor al actual
Gobierno de Colombia, entonces
yo digo: estoy en contra del TLC, en contra del TLC, y el Gobierno
de Colombia lo negocia, yo me pregunté: ¿Álvaro
usted gana las elecciones en mayo del año entrante y encuentra
eso negociado qué dice?, y muy objetivamente pensando, poniendo
la mente y el alma a pensar exclusivamente en los altos intereses
nacionales, en esa hipótesis, candidato yo, opositor al
TLC, elegido Presidente que lo encuentra negociado, yo no sería
capaz de echarlo para atrás, simplemente diría: lo
habría podido negociar mejor.
Yo creo apreciados compatriotas
que el dilema no es entre tener TLC o no tenerlo, el dilema es
entre negociarlo
mal o bregarlo a negociar bien. Yo creo apreciados compatriotas
que el dilema no es entre TLC por renovación de la ATPDEA,
que no lo vemos y además no nos sirve por las restricciones
a la inversión y en muchos productos, sino el dilema es
entre negociar bien y negociar mal.
Ahora, negociar bien, negociar
bien también
es muy relativo, porque una cosa es un ideal de negociación
y otra cosa es una posibilidad de negociación. Yo recuerdo
los campesinos antioqueños preparando una negociación,
cuando la preparaban decían: bueno ya negociamos con nosotros
mismos, ahora vamos a ver cómo nos va con el otro. Entonces,
esto tiene dos etapas, lo que uno defino que quiere negociar y
lo que se da en toda la estrategia de preparación y finalmente
lo que puede negociar con el otro.
Ahora, el Gobierno con patriotismo
a estado buscando las mejores opciones para el país, pero en esto todos tenemos
limitaciones, en Colombia tenemos limitaciones, las tienen en el
Ecuador, menos en Perú, en Bolivia. Miren lo que ha pasado,
los dos gobiernos del Ecuador recientes, el anterior y el actual,
que tiene para esto más dificultades que Colombia, sin embargo
son conscientes que se necesita el TLC.
A mí me sorprende Bolivia, a unas semanas
de las elecciones presidenciales, con la discusión que ha
habido allí, tan honda, y el Presidente de Bolivia la semana
pasada nos pidió a los tres presidentes de las naciones
andinas que estamos negociando el TLC que tomáramos una
posición para no dejar a Bolivia por fuera. Es muy importante
que el país conozca esto, yo fui el vocero en esa reunión
ante el Presidente Bush y ante la señora Secretaria de Estado,
Rice, para decirle nosotros no podemos dejar a nuestros hermanos
bolivianos solos, aislados de esto.
Yo he querido manejar las
relaciones internacionales de Colombia con mucha prudencia en
el discurso, con mucha solidaridad
en la actitud y con eficacia en los resultados y manejo ese tema
yo no sé si bien o mal, pero esa es la intención
con el presidente Chávez y con todos los integrantes del
Gobierno de la hermana República de Venezuela.
Solidaridad en la actitud,
mucha prudencia en el discurso, buscando eficacia en el resultado.
Yo le he dicho al
Presidente Chávez: “mira Presidente, es que las estructuras
de las economías son muy diferentes, ustedes tienen una
producción de petróleo y derivados muy grandes, para
vender eso no necesitan sino abrir la boca, no requieren acuerdos
de comercio”, entonces le he dramatizado un poquito el caso, “que
hago yo si Colombia tiene que vender en el mercado internacional,
Colombia con una declinación de petróleo tiene que
vender en el mercado internacional bocadillos de mis primas Pizano
de Titiribí”, hay que hacer entrar a hacer tratados
y a crear paneles fitosanitarios y a conseguir que podamos remontar
barreras y a colocar esos productos allá.
Muy distinto, por ejemplo,
el beneficio que ha obtenido Chile, el Brasil, el Perú, de la economía
China, por esa demanda de la economía China, que se ha succionado
el níquel, el hierro, con las producciones de esos países,
o la soya. Claro que nosotros hemos tenido beneficios, a nosotros
se nos ha mejorado el precio del carbón en muy buena parte
determinado por la economía China, etcétera, pero
nunca hemos tenido los beneficios directos de estas otras economías,
a la situación nuestra frente a China.
El Gobierno chino me decía “pero es
que en tales países no nos han puesto salvaguardias”,
le dije: “pero es que ellos les venden a ustedes grandes
cantidades de níquel, les venden a ustedes grandes cantidades
de soya, grandes cantidades de petróleo, nosotros no tenemos
eso, nosotros producimos unos productos que ustedes producen y
tenemos una competencia muy difícil con ustedes”,
a uno le muestran una nevera en China, de dos metros con 50 de
alta, y vale más el surtido que la nevera, para competir
eso apreciados compatriotas con la fábricas nuestras, ahí estamos
también en ese proceso de cómo se vincula capital,
en eso si que es importante, para que este sector manufacturero
nuestro sea competitivo y rebase todas esas barreras se requiere
una gran inversión y estos tratados posibilitan esa inversión.
Entonces, hay que quitarle
ese factor ideológico,
nosotros hemos tenido el buen cuidado de que al firmar este tratado,
por ejemplo Venezuela, nuestro socio andino, le queden en claro
dos cosas, primero nuestro respeto a nuestra normatividad andina
suscrita con ellos y segundo en todo esto hay que abrir las puertas
para todos los hermanos, los unos dirán hoy, los otros mañana,
pero tenemos que ir llegando todos juntos.
O sea que, son temas muy
delicados y los hemos querido manejar con toda la delicadeza.
Mire, algunos me han dicho
consolidemos la iniciativa andina antes que estos tratados, les
voy a riesgo de estar equivocado, a decir una conclusión
práctica ¿sabe qué nos disciplina a los andinos?,
negociar con terceros. Entre nosotros no violamos la normatividad
todos los días y no respetamos las sentencias del tribunal
andino. ¡Ay!, ¡ay que negociemos con la Unión
Europea¡, la Unión Europea dice: “a mí me
tiene que cumplir y negociados conmigo se tienen que cumplir entre
ustedes”, yo pienso que el paso que dimos frente a MERCOSUR,
donde lo dimos todos, con MERCOSUR estamos todos los andinos negociados
con MERCOSUR y Venezuela cumplió un papel de liderazgo muy
positivo en esa negociación con MERCOSUR, yo pienso que
ese es un paso que en alguna forma, en alguna forma nos va a disciplinar
para cumplir las metas entre nosotros. Por eso yo no veo excluyente
el fortalecimiento de la iniciativa andina con estas negociaciones,
al contrario creo que estas negociaciones se convierten en un factor
que en la medida que nos haga ser más cumplidos en la observancia
de las normas andinas, nos va a producir como resultado mayor confianza
y mayor consolidación y mayor profundización de la
iniciativa andina.
Ahora son temas muy controversiales,
muy controversiales, y en eso de no generar expectativas pero
si buscar la mejor solución
todos tenemos problemas los Estados Unidos en el Congreso casi
no aprueban, casi no aprueban la ratificación del tratado
con Centroamérica, esto no es fácil que lo aprueben
allá, miren no fue fácil que tomaran la decisión
de negociar con Colombia, cuando yo les propuse eso a principio
de Gobierno me dijeron: “ustedes no están listos,
no son capaces”, no fue fácil, y después que
negociaron con Centroamérica y el Caribe, por un voto lograron
a probar esa ratificación en el Congreso de los Estados
Unidos, ellos confiesan que tienen dificultades políticas,
se les viene un año electoral para renovar el Congreso.
Y uno conversa con los congresistas
norteamericanos y este tema no lo manejan a nivel ideológico. Este tema
le dicen a uno: “bueno no, es que yo tengo un problema con
los productores de maíz de mi estado”. Entonces cada
cual llega es con su listica de mercado, no llegan con las proposiciones
ideológicas. Es bastante difícil, acá y allá.
Por ejemplo, el tema cultural,
tan importante para nuestro país. Es un tema de una gran sensibilidad en Colombia,
no la vemos en Perú ni en Ecuador. Por eso hay que tener
mucha conciencia de una cosa es el negocio óptimo en el
cual uno piensa, y otra cosa es el negocio posible.
Nosotros queremos hoy tener
la discusión
más franca con ustedes, y asegurarles que hemos hecho todo
el esfuerzo para lograr la mejor negociación.
Me da mucho miedo sí, este escenario. Ayer
me dijeron que Perú va a firmar en los próximos días.
Bueno, si van a firmar y nosotros no podemos firmar ese día,
qué se va a hacer.
Pero a mí me preocupa mucho que llegue el
primero de enero del 2007 -cualquiera sea el próximo gobierno
en Colombia- que no hayamos negociado, esto, se venció ese
31 de diciembre el Atpdea y entonces vamos a empezar una negociación,
vamos a reiniciar la negociación de este Tratado.
¿Qué habrá pasado en ese momento
en Doha? ¿Qué habrá pasado en ese momento
en la política de Estados Unidos? ¿Qué habrá pasado
en ese momento en la política del continente?
A mí me preocupa mucho que en el año
2006 no haya condiciones de negociación ni allá ni
aquí. Temo que nuestro país ya, en la recta final
de la campaña del Congreso, en la recta final de la campaña
presidencial diga: no hay condiciones de negociación. Y
temo que lo mismo ocurra en Estados Unidos.
Por eso yo le explicaba
a mi buen amigo, el doctor Rafael Mejía, ayer en el foro de los productores de papa:
sí, nos faltan muchos temas y ojala los pudiéramos
evacuar con equidad en las próximas semanas, pero la angustia
nuestra de que ojala podamos cerrar en las próximas semanas
no es caprichosa, es porque la exploración que hemos hecho
nos demuestra que es muy difícil, pero muy difícil,
que haya condiciones para negociar en el 2006, por el calendario
político de los Estados Unidos, de América Latina
y el colombiano.
Y a mí me preocupa que tenga que coincidir
le negociación en el 2007 con una época sin Atpdea.
Entonces me imagino el Gobierno de ese momento rogándole
a Estados Unidos que se reinicien las negociaciones, sin conseguir
la prorroga unilateral, y al mismo tiempo los exportadores colombianos
diciendo: “¿pero qué voy a hacer yo? Para mandar
este despacho de flores tengo que pagar arancel”.
Las confecciones en Estados
Unidos por fuera de Atpdea, Ministro (de Comercio, Industria
y Turismo, Jorge Humberto
Botero) o Hernando José (Gómez, jefe del equipo negociador) ¿qué arancel
han tenido? ¿las confecciones nuestras en época sin
Atpdea o sin Atpa?
Hernando José Gómez,
Jefe del Equipo Negociador: Entre seis y 12 por ciento.
Presidente Uribe: Entre
seis y 12 por ciento. Miren, China, el temor que había. China empezaba este año
en Estados Unidos ya con un arancel, pero sin limitación
de cuota. Inundaron ese mercado de Estados Unidos, vino una reacción
de Estados Unidos, pero creo que ya se pusieron de acuerdo.
¿Qué hacemos nosotros si en esa hipótesis
de la negociación en los primeros meses del 2007 nuestras
confecciones tienen que pagar un arancel de ingreso a los Estados
Unidos y ellos están arreglados con China?
Si este año nos ha hecho bastante daño
la revaluación y el ingreso de China al mercado de los Estados
Unidos ¿qué será que le tengamos que sumar
nosotros a eso el arancel? Y que cuando hayamos negociado el Tratado
ya hayamos perdido el mercado de confecciones en Estados Unidos.
Entonces, apreciados compatriotas,
hay una serie de razones para tener angustia por la fecha. Yo
reconozco: hoy
faltan muchos temas críticos por resolver, pero nosotros
no podemos despreciar la fecha.
Me da mucho miedo que allá se vayan a Navidad,
aquí también, y que la gente no regrese de Navidad
y Año Nuevo a trabajar en esto, sino a las campañas,
y que se olviden de este tema, y que este tema, ahora, la elección
de Estados Unidos es muy tarde, es en noviembre del año
entrante.
Entonces si hay una razón política
para aplazar la negociación no va a ser de dos o tres o
de cuatro, cinco meses, sino de todo un año.
El ideal sería que, sin despertar expectativas,
preparados para que no salga lo óptimo, pero sí tratar
de obtener lo más equitativo, pudiéramos resolver
en estos días que vienen los temas que faltan y cerrar la
negociación. Ese sería el ideal, apreciados compatriotas.
Bueno, vamos a esta discusión. Una vez el
Gobierno haga la presentación en los bloques temáticos
ustedes no van a preguntar, sino a intervenir. Y vamos a escuchar
con todo respeto, y el compromiso del Gobierno es informar con
toda la honestidad, reiterar el compromiso de buscar un resultado
final, el más equitativo, eso sí no despertar expectativas.
Ahora, yo sí creo mucho, creo mucho. Colombia
está de moda hoy para invertir. En todas partes del mundo
encuentra uno que Colombia está de moda. Aquí quiere
invertir hoy todo el mundo. Ese momentico no se puede desaprovechar.
Cuando este Gobierno empezó la inversión
extranjera directa estaba en el orden de 500 – 700 millones
de dólares al año. El año pasado, según
el Banco de la República, se superó un poquito los
tres mil. Este año tengo dos pronósticos: uno que
me habla de más de cinco mil millones, y la viceministra
(de Hacienda) María Inés Agudelo, antenoche me decía
que va a pasar de siete mil. Eso es una cosa ya importante, compatriotas.
La expectativa de este tratado
atrae mucha inversión.
Firmar este tratado consolida estas expectativas y consolida a
Colombia como destino inversionista. No hacer este tratado nos
mata esa expectativa de inversión. Yo rogaría, también,
mirar ese tema. |