En sectores sensibles,
la desgravación será a 10 ó 15 años
PARA EL AGRO, EL TLC NO ES LA APERTURA DE LA DECADA
DE LOS 90
- Hay que hacer sostenible
la recuperación
del campo con el acceso a nuevos mercados
- Arroz, maíz y cuartos traseros de
pollo tendrán tiempo para reconvertirse
Bogotá, 12 nov. (SNE).- El Tratado de Libre
Comercio con los Estados Unidos (TLC) es una apertura de doble
vía que le dará acceso a nuevos mercados a los productos
agropecuarios para hacer sostenible la recuperación del
campo.
Así lo afirmó el ministro de Agricultura,
Andrés Felipe Arias, en el Consejo Comunal donde informó sobre
los avances que se han presentado en el sector agropecuario.
Para espantar el fantasma
de la apertura económica
de los años 90 que mantiene los temores frente al TLC entre
los productores, Arias insistió en que ambas estrategias
son diferentes y que los productos más sensibles tendrán
desgravación a 10 ó 15 años.
“Hay un temor a un fantasma que se llama
apertura económica y es importante exorcizar ese fantasma
y decirle a Colombia que hay una diferencia muy grande entre la
estrategia comercial conocida como apertura económica de
principios de los 90 y ésta estrategia comercial que estamos
adelantando”, aseguró el Ministro.
Según el funcionario una de las diferencias
fundamentales es que Colombia no está haciendo una apertura
unilateral sino, que si se llega a firmar el Tratado, es porque
se considera que hay una apertura recíproca, bilateral,
con acceso real y no nominal al mercado norteamericano para la
creciente producción agropecuaria y darle sostenibilidad
a la reactivación del campo colombiano.
Otra diferencia es que la
desgravación en
los productos más sensibles tendrá mucha gradualidad
y hay plazos desde 5 hasta 15 años. “Hay una diferencia
muy grande entre enfrentar una apertura inmediata, drástica,
de un día para otro y entrar a unos productos que son sensibles,
en un proceso de desgravación que puede ir a más
de 10 años. Si en más de 10 años ó 15
años no logramos reconvertir unos sectores, hay que pensar
en alternativas”, dijo Arias Leyva.
La existencia de una Agenda
Interna específica
para el sector agropecuario es otra de las diferencias entre la
apertura de los 90 y el Tratado de Libre Comercio que se busca
firmar. En esa Agenda se contemplan y ya se están ejecutando
obras como el Distrito de Riego del Triángulo del Sur Tolima
con inversión del Gobierno de 344 mil millones de pesos
entre el 2005 y 2010, entre otras como la del río Ranchería,
en La Guajira.
Como parte del desarrollo
de la Agenda Interna específica se han emitido dos documentos Conpes con el sector
privado para ordenar el sistema sanitario y fitosanitario que se
requiere para poder tener el acceso a los nuevos mercados, el cual
tendrá una inversión de 244 mil millones de pesos.
Adicionalmente, en los productos
sensibles como el trigo que quedará muy expuesto al mercado norteamericano,
se está diseñando un mecanismo que garantice la compra
de la totalidad de la cosecha nacional.
La idea es que se construya
un patrimonio autónomo
con una fiduciaria para garantizar la compra de la cosecha nacional
de trigo y que los productores de trigo colombianos tengan la seguridad
de que no van a quedar expuestos a la competencia muy fuerte.
En un documento Conpes también se definirán
los recursos para garantizar el apoyo interno, a través
del precio mínimo de garantía a los algodoneros,
sea cual sea el resultado de la negociación en el sector,
en los próximos cinco años para no dejarlos expuestos
a competencia indiscriminada.
Finalmente, a diferencia
de la apertura, dijo Arias, el Tratado también tiene mecanismos explícitos para
proteger la producción sensible de las distorsiones del
comercio por subsidios o ayudas.
En este sentido se pondrá especial atención
y se protegerá la producción de arroz, maíz
y los cuartos traseros de pollo (alas y muslos), estos últimos
amenazados con la posible entrada de estas partes que no se consumen
en Estados Unidos y serían vendidas en Colombia a muy bajos
precios. |