PALABRAS
DE HERNANDO JOSÉ GÓMEZ,
JEFE NEGOCIADOR DE COLOMBIA DEL TLC, AL TÉRMINO DE LA XIII
RONDA
Washington, D.C., Estados
Unidos, noviembre 23 de 2005 En el día de hoy hemos concluido
las negociaciones de la XIII Ronda del TLC.
Avanzamos de manera significativa en los
diversos temas y el equipo colombiano, al igual que nuestros
homólogos de Estados Unidos,
Perú y Ecuador, hemos cumplido intensas jornadas de trabajo
a lo largo de los últimos diez días.
Sin embargo, para Colombia la negociación aún
no ha finalizado.
De acuerdo con la evaluación que hemos hecho con el Ministro
de Comercio, Industria y Turismo Jorge Humberto Botero, los otros
ministros presentes en esta Ronda, Andrés Felipe Arias de
Agricultura; Diego Palacios de Protección Social y María
Consuelo Araujo de Cultura; y por supuesto, de acuerdo también
con las consultas que hemos hecho con el Presidente Álvaro
Uribe Vélez y con el sector privado, concluimos que el paquete
global de la negociación tal como está hoy, necesita
un mayor trabajo conjunto y requiere flexibilidades de Estados
Unidos en temas que son sensibles para nosotros.
Colombia requiere un TLC amplio y equitativo.
En el área
agrícola, buscamos ofertas de Estados Unidos que signifiquen
acceso real y oportunidades concretas para los productos de vocación
exportadora colombianos. En los aspectos más sensibles requerimos
mayores flexibilidades, como gradualidad e instrumentos de protección
adecuados.
Nos falta llegar a acuerdos en varios temas, especialmente los
siguientes:
• Agricultura: si bien hubo avances significativos en el
tema lácteo y carnes aún falta acordar el grueso
de la agenda ofensiva y defensiva de los productos del sector agropecuario.
Dentro de la agenda ofensiva se incluye un buen acuerdo en el tema
Sanitario y Fitosanitario.
• Propiedad intelectual: en esta ocasión se cerraron
los temas relativos a marcas, indicaciones geográficas,
observancia y derechos de autor. Están por acordar temas
relacionados con biodiversidad, patentes y datos de prueba, evidentemente
los más sensibles.
En los demás temas de la negociación
hemos avanzado hacia acuerdos satisfactorios para los intereses
nacionales.
Entre los temas más representativos, están
los siguientes:
• Acuerdo en los aspectos técnicos
en la mesa de asuntos laborales.
• Asuntos ambientales: mesa que terminó su trabajo
y por primera vez se incluye en un acuerdo de esta índole
un reconocimiento a la importancia de la biodiversidad, a la importancia
de su conservación y al desarrollo sostenible.
• Inversión: el capítulo incluye un acuerdo
entre las dos naciones, que atraerá inversiones hacia nuestro
país, resguardando nuestra legislación. Hay garantías
recíprocas para ambos. Se concluyó el anexo de endeudamiento
y vía gubernativa a nivel central, entre otros.
• Textil — confección: Este es uno de los grandes
intereses ofensivos de Colombia. El acuerdo permitirá consolidar
y ampliar una porción muy importante del empleo en nuestro
país. Se lograron flexibilidades arancelarias y listas de
poco abasto para poder incorporar insumos de la región y
de terceros países. No obstante, aún faltan otras
facilidades para insumos claves para los confeccionistas colombianos.
• Servicios: se avanzó significativamente en la revisión
de las medidas disconformes y se logró un acuerdo en el
tema de agencia comercial.
¿Qué sigue hacia adelante? Desarrollaremos un proceso
de consultas a nivel de gobierno y con el sector privado colombiano,
al igual que uno de diálogo y negociación con Estados
Unidos, que nos permita llegar a acuerdos satisfactorios en los
temas anteriormente mencionados, en un lapso corto.
Pondremos todo nuestro empeño para lograr un acuerdo definitivo
antes de que acabe este año. Por supuesto, no depende solo
de nosotros y esperamos esta misma actitud de parte de Estados
Unidos.
En la medida en que definamos con nuestras contrapartes estadounidenses
los procedimientos de trabajo, los estaremos informando.
Para el Gobierno colombiano la defensa
del interés nacional
ha sido siempre su norte en esta negociación.
Cada posición negociadora la hemos construido pensando
en ese beneficio y siempre dentro de un marco de consultas y participación
activa de todos los actores de la sociedad y el sector privado
interesados.
Todos han sido escuchados. Ha sido un proceso abierto y transparente.
Y también ha sido un proceso realista. Realista porque
entendemos que, dadas las actuales condiciones de la economía
mundial y los flujos de comercio, el TLC es una oportunidad para
el desarrollo de Colombia, para luchar contra la pobreza, para
abrir nuevas oportunidades de empleo, para defender nuestro aparato
productivo, para ofrecerle mejores alternativas a los consumidores
colombianos, para hacer de nuestro país un lugar más
atractivo para la inversión productiva, tanto nacional como
extranjera.
No buscamos suscribir un TLC por suscribirlo, sino porque estamos
convencidos que es bueno para Colombia.
Pero por supuesto, no cualquier tratado, sino uno que integralmente
y por sectores, signifique claras oportunidades para nuestros empresarios
y ciudadanos.
Este es el reto que aún tenemos
por delante.
Muchas gracias. |