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RESPUESTA DEL PRESIDENTE URIBE SOBRE EL TLC Y VENEZUELA

Punto Fijo (Venezuela) 24 nov. (SNE).- La siguiente es la respuesta del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez –durante la rueda de prensa concedida este jueves en Punto Fijo, Venezuela- al tema de la negociación que adelanta Colombia con Perú y Ecuador para lograr un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos:

Pregunta: ¿ante la inminente o el que se sugiere fracaso en las negociaciones del TLC con los Estados Unidos, no ha visto que sería interesante involucrarse en lo que el Presidente Chávez y algunos otros mandatarios de Continente llama, La Alternativa Bolivariana para las Américas o el ALBA, y si usted cree que Colombia debe mirar un poco más al Sur, más al continente latinoamericano que al norte?

Álvaro Uribe Vélez. Presidente de Colombia: Estos acuerdos de comercio están equivocadamente denominados, se les llama acuerdos de libre comercio cuando no lo son: tienen cuotas, tienen contingentes, tienen periodos de desgravación, tienen exclusiones técnicas, tienen barreras parafiscales, tienen barreras fitosanitarias, etcétera.

Llamarlos ‘acuerdos de libre comercio’ es generar un gran debate ideológico, una carga ideológica, es provocar una contradicción dañina.

Estos acuerdos son acuerdos de acceso a mercados, acuerdos para buscar poder entrar a mercados, atraer inversiones, generar recursos, mejorar el nivel de vida de nuestros pueblos.

Para nosotros es bien importante ese acuerdo, como es de máxima importancia la relación bilateral integral con la hermana República Bolivariana de Venezuela, como es de fundamental importancia la Comunidad Andina, como es de trascendental importancia la Unión Suramericana. El Presidente Chávez sabe, y el pueblo de Venezuela, que las circunstancias específicas de la economía colombiana obligan a buscar estos mercados.

El 31 de diciembre del 2006 vence el sistema unilateral de preferencias de los Estados Unidos para los países Andinos. Todo indica que no va haber prórroga.

Hace poco tiempo le pregunté al presidente Leonel Fernández de República Dominicana: ¿ustedes porque firmaron el tratado con Estados Unidos, si República Dominicana ha sido beneficiaria de la iniciativa del Caribe? Y me contestó: ‘Presidente, porque la iniciativa del Caribe vence en el 2008, no hay posibilidades de renovarla, entonces para continuar con ingreso al mercado de Estados Unidos requerimos el tratado con los Estados Unidos’. Y esa iniciativa vence en el 2008, la que favorece a los países Andinos vence antes, el 31 de diciembre del 2006.

Y nos tiene que preocupar a todos que el primero de enero del 2007 al mercado de Estados Unidos entren los productos chinos, los productos de tantas partes del mundo y los nuestros sean excluidos por aranceles y por barreras diferentes a las arancelarias.

También es muy importante considerar lo siguiente: las preferencias unilaterales no son suficientes y no dan confianza para invertir. Tenemos muchísimos productos que están excluidos de las preferencias unilaterales, basta mencionar a titulo de ejemplo el tema de los cárnicos y de los lácteos.

Las preferencias unilaterales no generan confianza inversionista, los inversionistas dicen: ‘¿cómo voy a invertir si me dan seguridad de acceso a un mercado más grande apenas durante tres o cuatro años?’. Los inversionistas necesitan unos horizontes extensos, indefinidos en el tiempo, que les generen confianza para realizar las inversiones, por eso nosotros estamos preocupados por tener ese tratado.

Y es tan necesario tener ese tratado, como que sea justo.

En éste mundo de interdependencia, de diversidad, hay que construir permanentes buenas relaciones cimentadas en la justicia, en la equidad. Por eso seguiremos trabajando un tratado equitativo.

He tenido la oportunidad de expresar esta semana, a los colombianos, puntos específicos en materia de propiedad intelectual, en materia de agricultura, en materia de cultura –que quiero compartir con mis hermanos venezolanos-, como en el día de hoy he vuelto a referirme con el Presidente Chávez a cada uno de esos puntos.

Por ejemplo, en el tratado, el tema de propiedad intelectual es tan importante el respeto a la propiedad intelectual como la prioridad de la salud pública. Ese es un balance de equidad que estamos buscando quede consignado en el tratado. Sí, para que los procesos de investigación continúen y se fortalezcan hay que respetar los derechos de propiedad intelectual, pero a los pueblos hay que garantizarles la salud pública.

El tema de la cultura es fundamental, donde afortunadamente ya hemos dado en los últimos días muy buenos pasos porque la cultura es aquel lazo que unifica a un ciudadano con el otro y que ayuda a que todos formen ese bello colectivo que es la Nación y que trasciende los límites de una república con la otra.

El Presidente Chávez se refería a nuestra Nación, a la que integran nuestros pueblos, independientemente de las fronteras de los Estados.

En el tema agrícola estamos buscando como, por ejemplo, se salva el tema del arroz.

El tema del arroz tiene complicaciones en todas partes del mundo. El tema del arroz tiene complicaciones en la Comunidad Andina, todos somos autosuficientes y excedentarios en arroz. Cada uno procura poder venderle sus excedentes al vecino. Y muchas veces recibimos esos excedentes, no porque los necesitemos, sino para cumplir la normas de la Comunidad Andina.

Y estamos mirando con los Estados Unidos –en la negociación- cómo salvamos ese tema, que es de trascendental importancia.

Un tema de tanta trascendencia como el de la industria avícola, que es una industria de mucha dinámica en nuestra región, intensiva en empleo, que agrega muchísimo valor, que es fuente de empleo urbano y fuente de empleo rural, como quiere que uno la ve situada en ruralidades periféricas y cercanas a las ciudades. Cómo la defendemos ante una realidad: los hábitos de consumo del pueblo norteamericano, que prefieren las pechugas a los cuartos traseros.

Entonces vamos viendo que es un tema que trasciende lo ideológico y va llegando a casos concretos en los cuales hay que buscar la equidad, que es lo que estamos buscando como para característica principal de éste acuerdo.

Déjenme referir al impacto de éste acuerdo en nuestras relaciones bilaterales con la hermana república de Venezuela, al impacto de este acuerdo en la Comunidad Andina, al impacto de éste acuerdo en la comunidad suramericana.

Hace 40 meses no se contemplaba, en el panorama colombiano la posibilidad de tener un acuerdo entre la Comunidad Andina y MERCOSUR. Con el Presidente Chávez, hombro a hombro lo construimos, hoy lo tenemos. Ese es un paso político fundamental para la unidad suramericana.

En Colombia se requieren cuatro debates en el Congreso para que queda aprobada la ley ratificatoria del tratado. Hasta el momento, el Congreso colombiano ha aprobado esa ley en tres debates, confiamos que en el curso de los próximos días se de y se apruebe el proyecto en el cuarto debate.

Ese es un punto que para la economía colombiana no trae mayores beneficios en el corto plazo pero para toda la región es muy importante, desde el punto de vista de la vía política de la unidad suramericana y en lo económico tiene que ser muy importante en el mediano y largo plazo.

Con la Comunidad Andina, con la participación de Venezuela, nosotros obtuvimos el permiso para avanzar en lo que equivocadamente se llama el tratado de libre comercio con los Estados Unidos –que no es de libre comercio es de flexibilidad en el acceso al mercado- y oportunamente pedimos los permisos de rigor que nos fueron concedidos.

Y el gobierno del Presidente Chávez, desde un principio, ha recibido la expresión de nuestra disposición, que con todo nuestro respeto a la decisión de Venezuela de no ingresar a ese tratado, Venezuela va a tener todo el respeto también a las disposiciones que la vinculan en relación bilateral con Colombia y que la vinculan en la Comunidad Andina.

¡Y qué bueno decirlo acá, no a distancia sino al lado de mi amigo el Presidente Chávez y en frente del pueblo de Venezuela!, dar esa garantía a nuestros compatriotas venezolanos. En la medida que esto sea equitativo, transparente, respetuoso, no tiene que crear dificultades, al contrario nos debe traer a todos beneficios y esperamos que así se pueda negociar con equidad, finalmente, y que genere beneficios para todos.

La circunstancia de haber negociado primero la integración de la comunidad andina-mercosur, es una señal política incuestionable de que para nosotros el respeto a la unidad suramericana es de trascendental importancia. Y que la circunstancia de buscar el acceso a los Estados Unidos, en ningún momento puede interpretarse como un desdén, como un descuido frente a la unidad suramericana que apoyamos con todo entusiasmo. Confío que un tratado equitativo nos ayude.

Veíamos casos como este –para citar el mismo ejemplo de cárnicos, de lácteos-: cuando ha habido excedentes en Venezuela ha coincido con épocas de escasez en Colombia y de aquí nos han provisto.

Cuando ha habido escasez en Venezuela, ha coincidido con abundancia en Colombia y de allá se han provisto.

¿Que puede pasar el día que haya abundancia en ambos mercados?, necesitamos un tercer mercado. Si un país que tiene una creciente compra de materias primas, de bienes intermedios, de bienes finales en Venezuela, como es Colombia, como lo acredita el crecimiento dinámico de las compras de Colombia a Venezuela, logra expandir su economía ¿cuánto le ayuda eso a Venezuela?

Los colombianos reconocemos con humildad que cuando la economía venezolana prospera, a los colombianos no va bien y yo creo que la historia obliga a reconocer que cuando la economía colombiana prospera a Venezuela le va bien.

Compatriotas venezolanos, Presidente Chávez, el tema de nuestras patrias, indisolublemente unidas, como lo dijera usted en la bella expresión del poeta, que es como el tema de las familias cristianas, allí tiene que imperar la solidaridad. Es imposible pensar que una de nuestras patrias prospere y la otra patria este en la ruina. Uno no puede dormir tranquilo si uno esta bien alimentado, bien atendido en salud, bien albergado en su hogar y su hermano esta mal. Aquí hay un propósito democrático, cristiano, de hermandad, cual es que nuestras patrias salgan adelante, toditas, hermanadamente y sobre eso no puede caber la más mínima duda.

Hay otro tema bien importante. Hoy tuve la grata oportunidad de intercambiar ideas con el Presidente Chávez, argumentales, de oír al Canciller Alí (Rodríguez), a nuestro Ministro de Comercio (Jorge Humberto Botero), a la señora Canciller (Carolina Barco), sobre la relación entre la economía interna y la economía externa, el mercado suramericano es muy grande, lo que pasa es que por la pobreza no tiene proporcional capacidad adquisitiva. Claro que el mercado colombiano es muy grande, un país que tiene entre 40 y 44 millones de habitantes, lo que ocurre es que por su pobreza no tiene capacidad adquisitiva proporcional.

Entonces, nosotros no podemos ignorar la necesidad de que a través de la reivindicación de la pobreza, proveyendo condiciones de capacidad adquisitiva para nuestras grandes mayorías pobres, vayamos expandiendo la economía a través del fortalecimiento del mercado interno. Pero eso no se puede plantear en contradicción con el fortalecimiento de los mercados externos. Yo creo que hay superar esa contradicción histórica y entender que es tan necesario lo uno como lo otro.

Para fortalecer un mercado interno vía reivindicación de la pobreza, se necesitan cuantiosísimas inversiones, transferencia de tecnología y todo ello demanda mercados mucho más amplios que hacen necesarios estos acuerdos.

Es bien importante que Colombia deje en claro que para nosotros es trascendental el mercado interno en casa, el mercado interno considerados bilateralmente nuestros dos países como una patria, el mercado interno dentro de las fronteras geográficas de la Comunidad Andina, el mercado interno de las fronteras geográficas de la unidad suramericana y que ese mercado interno se amplia en la medida que aceleremos la superación de la pobreza. Pero también para nosotros es de fundamental importancia que haya más motivos para que afluyan las inversiones.

Y no nos vamos a quedar allí. Yo le decía hoy: Presidente Chávez, usted nos tiene que ayudar y vengo a pedirle una ayuda, que es entendernos con Europa. Porque nosotros de Europa apenas tenemos unas preferencias unilaterales, conseguimos hace 2 años una renovación por 10 años, ya han pasado 2 años, 8 años son nada para temas tan delicados y Europa nos ha advertido que no se pone de acuerdo sino con la Comunidad Andina como un conjunto. Por eso le he pedido hoy, con toda la amistad al Presiente Chávez, que interiorice un liderazgo que le queremos encomendar, que lo asuma, que es ayudarnos a definir esto con Europa.

Hemos hablado del tema de China. Venezuela, por ejemplo, tiene una gran posibilidad para venderle a China hidrocarburos, petroquímica, otros productos.

Colombia tiene dificultades porque Colombia produce textiles, confecciones y zapatos, encuentra que la economía China en esos productos que Colombia produce, nos puede arrollar.

Mire las diferencias que van marcando porque un país puede tener una aproximación en el entendimiento y el otro tiene que buscar una aproximación diferente. Colombia a aplicado unas salvaguardias a China, inicialmente tuve un reclamo del gobierno Chino y les dije: ‘no es nada político, con ustedes no queremos sino las mejores relaciones políticas, esto es para defender el empleo de Colombia’, pero esas salvaguardias tienen apenas un alcance temporal definido en el tiempo. Necesitamos un acuerdo con los chinos. En eso nos tiene que ayudar la hermana República Bolivariana de Venezuela.

Y miren otro tema allí, bien importante. Esta época de bonanza para lo países petroleros le da ingresos muy importantes a otras naciones del mundo como las naciones Árabes. El Presidente Chávez tiene la visión de que nos integremos con ellos, que lleguemos a esos mercados, yo le he dicho de manera práctica, elemental: ‘Presidente, tire guía en ese entendimiento con los mercados con los países árabes que lo acompañamos’.

Déjenme anotar un tema, Venezuela tiene una gran integración con Cuba, democrática, solidaria, que el mundo entero conoce. El Presidente Chávez me ha contado los grandes avances que esa integración ha traído en materia de educación, de salud.

Mire, es tan necesaria la propiedad intelectual, respetarla, como respetar la prioridad de la salud pública, que basta un ejemplo: ningún país, incluido Cuba, va a permitir que le pirateen sus grandes logros en materia de investigación y desarrollo.

Entonces, son temas que necesariamente tiene que reglamentarse, son temas sobre los cuales necesariamente nos tenemos que poner de acuerdo, todos.

Ahora, ninguna tribuna más importante que ésta para enviarle a los países desarrollados, el mensaje de que no deben fracasar Ronda de Doha, que se habla mucho de la lucha contra la pobreza, pero mientras ellos no se comprometan a que nosotros podamos ingresar a esos mercados en condiciones equitativas con nuestros productos agrícolas sin tener que ver nuestra producción agrícola arruinada por los subsidios que los países industrializados pagan a los productores del campo, mientras no haya ese compromiso, la lucha contra la pobreza a la que ellos nos invitan, no va a pasar del discurso a la realidad.

Sería de gran importancia que los países industrializados le mostraran al mundo, con los resultado de Doha, que de verdad quieren comprometerse en la lucha contra la pobreza y que quieren superar inequidades en el comercio internacional, como es la inequidad de pretender que países que no tienen posibilidades fiscales, presupuéstales, de subsidiar ampliamente a sus productores agropecuarios, compitan con esos productos del agro con aquellos países que sí tiene recursos presupuéstales para subsidiar ampliamente a sus productores del campo.

Este es un tema fundamentalmente de equidad y recuerdo el símil con la familia cristina: uno no puede dormir tranquilo si su hermano esta mal, aquí la prosperidad la tenemos que buscar para todos.

Cuando nosotros hablamos de la erradicación de la pobreza, la queremos con igual intensidad en Colombia que en Venezuela, las nuevas generaciones de estos países no van a poder vivir felices si no erradicamos la pobreza y ese tema tiene una semejanza con el terrorismo al cual me referí. Uno no puede pretender erradicar el terrorismo en su país, si no contribuye a que no haya terrorismo en el país vecino.

Entonces esto es de solidaridad, de solidaridad de verdad, de prosperidad como hermanos para todos.

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