PALABRAS DEL PRESIDENTE
URIBE EN INAUGURACIÓN DE LA PRIMERA PLANTA DE ALCOHOL CARBURANTE
Miranda, Cauca, 28 oct. (SNE). - El presidente Álvaro
Uribe Vélez pronunció hoy las siguientes palabras
en la inauguración de la primera planta productora de
alcohol carburante en el país.
“Queremos hacer llegar desde esta promisoria obra nuestro
saludo de solidaridad a todos los compatriotas de San Andrés
y Providencia. Las mentes, los corazones de todos los colombianos
estamos conectados con ellos, y unidos en los esfuerzos que tenemos
que hacer para superar esta amenaza, y conectados todos rogando
a Dios que proteja a los compatriotas del bello archipiélago.
Acudo con una gran esperanza de colombiano
a esta inauguración,
acudo con un gran orgullo de colombiano a felicitar a este equipo
de la Organización Ardila Lülle por este gran logro,
a usted doctor Carlos, la verdad es que usted nos ha dado tantos
ejemplos, el ejemplo del visionario, el ejemplo del ejecutor, el
ejemplo del emprendedor en las horas difíciles y en las
horas menos difíciles, el ejemplo del Patriota en todos
los momentos de la vida nacional.
Con razón los colombianos nos sentimos muy orgullosos de
tener un compatriota de sus calidades, un generador de empleo,
con cristianismo no retórico sino práctico, un ejercicio
permanente de solidaridad con sus compatriotas, con todos sus compatriotas,
con las regiones de Colombia, con los trabajadores de esta Organización.
Nos unimos todos al gobernador del Cauca,
el doctor Juan José Chaux
que en buena hora ha dispuesto entregarle hoy la máxima
condecoración de esa tierra, leyenda, presente y futuro
de la Patria que es el Cauca, la Medalla José Hilario López.
Esta inauguración tiene un inmenso significado, los problemas
energéticos -apreciados compatriotas- se pueden constituir
en un gran obstáculo al avance de la economía mundial.
Cuando miramos países como los centroamericanos encontramos
allí incógnitas bastante delicadas. Esas naciones,
como la nuestra, están comprometidas a cumplir las Metas
Sociales del Milenio. En efecto, para la credibilidad de pueblos
como el colombiano, necesitamos acreditar ante la comunidad internacional
tres elementos: la eficacia y la transparencia de la Seguridad
Democrática, el cumplimiento de las Metas Sociales del Milenio,
y la transparencia.
Nuestros hermanos centroamericanos, para
citar solamente ese ejemplo, pueden sacrificar la financiación de las Metas Sociales
del Milenio por tener que absorber la crisis del suministro de
energéticos.
La situación de nuestra Patria si bien es diferente, también
presenta aspectos delicados. Hemos venido asistiendo a un proceso
por fortuna más lento de descenso en la producción
de petróleo, no obstante que se ha incrementado mucho la
inversión todavía no hemos hecho los hallazgos que
requiere el país para revertir la tendencia. Por fortuna,
se han podido agregar reservas de gas, crece mucho la explotación
y la exportación de carbón, y es promisorio el tema
de los combustibles alternativos.
En La Guajira, gracias a exenciones tributarias
que nos aprobó el
Congreso de la República, ya tenemos los primeros ensayos
de generación de energía eólica. Allá hay
un potencial para generar alrededor de cuatro millones de kilovatios.
Y asistimos hoy con patriotismo, con esperanza
en esta gran Nación,
con afecto por el Cauca y por el Valle del Cauca, y con admiración
al doctor Carlos Ardila y a su equipo, a esta inauguración,
la primera planta de alcohol carburante de Colombia, lo que parecía
un sueño.
Durante muchos años el país acarició esta
idea, mis dos antecesores inmediatos en la Presidencia de la República
procuraron sacarlo adelante, y fue finalmente en el año
2001 cuando el Congreso aprobó la iniciativa del entonces
senador Amilkar Acosta, para poder exigir unos porcentajes de mezcla
de alcohol carburante de combustibles oxigenantes a los combustibles
fósiles.
Me reunía yo con los industriales vallecaucanos y me decían
que el esquema tributario no permitiría los desarrollos
industriales para convertir, para poder cumplir con esos porcentajes.
En la reforma tributaria de 2002 el Congreso de la República,
al que quiero rendir un homenaje por haber acertado en esa decisión,
nos aprobó dos decisiones: una eliminarle al alcohol carburante
el IVA y una segunda, eliminarle al alcohol carburante el impuesto
global al combustible.
Gracias a esas dos decisiones, al esfuerzo
del señor Ministro
de Minas (Luis Ernesto Mejía) quien lideró ese tema,
esos específicos aspectos de la tributación, al esfuerzo
del Ministro de Minas para sacar las normas referentes a la reglamentación
técnica, consultarlas con la Organización Mundial
de Comercio y definir en un proceso concertado el modelo de precios
con productores y distribuidores se fue haciendo posible esta idea.
Pero se necesitaba el espíritu empresarial y apareció la
siempre voluntad de hierro para generar empresa en bien de Colombia
del doctor Carlos Ardila.
Confío que en enero hayamos completado el periplo inicial,
apreciados compatriotas, de poner en funcionamiento las cinco primeras
plantas. Hoy se instala la primera y en enero deberá estar
la número cinco de esta primera etapa, en este promisorio
despegue de los combustibles biológicos en nuestra Nación.
Y que en ese momento se le pueda suministrar al país un
millón 50 mil litros diarios de alcohol carburante.
Esto tiene además otros significados de gran importancia,
el mercado mundial de azúcar ha estado bastante saturado,
todo el mundo quiere colocarle los excedentes de azúcar
al vecino, y el problema es tan grave que nos van sorprendiendo
con decisiones como las de países suramericanos, en las
cuales ha prevalecido la presión política por la
crisis del azúcar que el cumplimiento de los tratados internacionales
de comercio.
Se ha convertido el tema del azúcar en uno de los temas
más difíciles en la negociación de los tratados
de comercio, en la cotidiana administración del comercio
internacional. Sin embargo, en los últimos meses hemos asistido,
hemos conocido decisiones de países de disminuir su producción
de azúcar.
El presidente Fidel Castro hace poco me
decía que el cierre
de las centrales azucareras en Cuba obedece a varios criterios,
uno de ellos para tener en cuenta aquí, que la gente por
haber obtenido un superior nivel de educación, ya no quiere
trabajar de cortero en la zafra de la caña. Es muy importante
tener en cuenta ese elemento porque en los últimos meses
aquí hemos tenido dificultades en el tema de las cooperativas
que agrupan a los corteros, por fortuna con comprensión,
por fortuna con solidaridad empresarial se han hecho unos ajustes
en los factores de remuneración, pero esta industria no
se puede quedar allí.
A media que los pueblos avanzan en educación también
la gente va abandonando los oficios y como en Cuba, nuestra Revolución
Educativa habrá de conducirnos dentro de poco a que nos
digan que ya no hay personas con voluntad de ser corteros de caña
y entonces habrá que buscar como mecanizar más actividades
de esta industria.
Me decía el presidente (Fidel) Castro, que por otras razones
que no quiero repetir, también han tomado la decisión
en etapas de llegar la eliminación de la producción
azucarera.
República Dominicana ha disminuido bastante, otras islas
del Caribe y ojalá se fuera descongestionando el mercado
de azúcar.
Yo creo que la solución más importante, es la solución
de los combustibles biológicos del alcohol carburante.
Esta primera etapa nos abre un campo muy
importante, pero solamente va a desviar de la producción de azúcar a la de alcohol
unas 40 mil hectáreas de un total en cifras aproximadas
de 200 mil hectáreas tecnificadas, que se suman en estos
dos departamentos, dedicadas a la producción de azúcar.
Yo diría que esto no trae ni un alivio al tema del precio
del azúcar, ni un alivio al tema del precio del combustible,
pero si garantiza otros usos a la caña diferentes al producto
del azúcar y por ende se garantiza que Colombia sigue ese
sendero de productividad. Los cañaduzales nuestros, entre
este norte del Cauca, atravesando el Valle del Cauca y llegando
a Risaralda, tienen las mayores productividades de caña
del mundo.
Pues bien, el campo del alcohol carburante
nos parece como una gran posibilidad para conservarle al país
un sendero de avance en esta bien importante industria.
Con petróleo a 60, 70 dólares, con una disminución
de la producción nacional de petróleo, con el aumento
del margen en la refinería, con la saturación en
la capacidad instalada en la refinería, no obstante el esfuerzo
que Colombia está haciendo en este momento para poner al
día la refinería de Barranca, la tarea en que estamos
empeñados de seleccionar el socio para repotenciar y modernizar
la refinería de Cartagena, no obstante el gran incremento
de la inversión en hidrocarburos en Colombia, la situación
de precios es bastante difícil.
No podemos soñar que la incorporación del alcohol
carburante nos va a traer alivio en precio, apreciados compatriotas,
nos trae alivios frente a la preocupación de que no aparezcan
nuevos y grandes hallazgos de petróleo que esperamos podamos
encontrar. Nos trae alivios para poder cumplir la variable ecológica
y es una visión, yo diría, que de mediano y largo
plazo.
Los más amigos del petróleo aceptan que en 40, 50
años, por diversas razones el mundo no tendrá o no
podrá utilizar petróleo. Cuarenta años en
principio es un periodo muy largo, pero finalmente para la sustitución
de un producto vital como el petróleo, es un periodo muy
corto. De ahí que Colombia con estos proyectos empieza ese
proceso y hay que agilizarlo en toda la Patria, pero no podemos
soñar que nos va a traer un alivio en precios de combustibles.
El Ministro de Minas, tendrá que expresarme a todos los
colombianos y al transporte en particular, nuestra preocupación
por el diesel. Hoy gracias a la recuperación de la economía,
estamos teniendo una demanda por diesel muy superior a nuestra
capacidad de refinación. Estamos importando diesel y va
a crecer esa importación.
Y los subsidios que tiene que pagar ECOPETROL
que equivale a la diferencia entre el valor de la importación del diesel y
la venta en el país, pueden superar el año entrante
los 400 millones de dólares. Eso amenaza producirle un efecto
muy dañino a las finanzas de la Nación y en especial
a las de ECOPETROL. Por eso voy a llamar a la comprensión
de mis compatriotas, porque el Ministro de Minas tendrá que
reunirse con todos los gremios y explicar por qué los ajustes
que se tenían previstos en el precio del diesel, tendrán
que ser mayores y tendrán que acelerarse.
Pero este ingenio, nos llama la atención sobre otro tema:
la producción de biodiesel en nuestra patria.
El Congreso de la República, en semejante sensata decisión
le aprobó al Gobierno dos normas que quiero citar: una norma
para darle al biodiesel la misma exención que al alcohol
carburante, la exención de IVA y la exención del
impuesto global al combustible. Y una segunda norma para darle
una exención muy importante a los cultivos de tardío
rendimiento entre los cuales están la palma africana, llamada
a ser en el medio colombiano la gran fuente inicial de biodiesel.
El Ministro ya ha terminado de promulgar
la normatividad técnica
y me ha pedido que haga este anuncio, porque no podemos venir a
atender esta invitación del doctor Ardila Lulle, sin hablar
en perspectiva de la Patria. Yo le decía: si, muy bueno
Ministro ir a la inauguración de esa gran planta de alcohol
carburante pero ahí no nos podemos quedar, tenemos que anunciar
el siguiente paso que es el biodiesel.
El señor Ministro de Minas y el señor Ministro de
Agricultura, me han pedido que haga este anuncio: esta mañana
se ha llegado a un acuerdo sobre lo que faltaba para que empiece
la industria de biodiesel en Colombia, el tema de precios. Los
dos ministros han aceptado que el precio del biodiesel, equivalga
al costo de importa diesel a Colombia, y para tener un piso, que
ese piso se gradué en función de referentes sobre
el valor de la exportación de aceite de palma en nuestro
país.
Confío que con la decisión de estímulo tributario
del Congreso, con la decisión en materia técnica
sobre biodiesel y con la decisión en materia de precios
sobre biodiesel, hoy podamos decir que la inauguración de
la primera destilería de alcohol carburante de la organización
Ardila Lulle, es el preámbulo no solo para que en poco tiempo
Colombia cuente con las otras plantas de alcohol carburante, sino
con la primera planta de biodiesel. Y si que necesitamos ese biodiesel,
no solamente por el problema del petróleo, por el problema
de los costos internacionales, por el problema de la incapacidad
de la falta de capacidad de refinación en el país,
sino por la necesidad de generar empleo.
Cuando este Gobierno empezó apreciados compatriotas, Colombia
tenía 175 mil hectáreas de palma africana, terminamos
este año con cerca de 300 mil, pero el país tiene
3 millones de hectáreas para sembrar palma africana con
casi cero costos en materia de infraestructura, sin tener que recoger
piedras, sin tener que tumbar bosque, en sabanas que hoy están
bastante improductivas y si hiciéramos un esfuerzo adicional
en infraestructura, no sería el potencial de tres millones
sino de seis millones de hectáreas.
Entonces, que los palmicultores, que los
empresarios llamados a instalar las plantas de biodiesel con
la decisión del
Congreso, con las decisiones del Ministerio de Minas y con el ejemplo
del doctor Carlos Ardila, rápidamente le digan a todos nuestros
compatriotas que se han instalado las primeras plantas.
Cuánto ayuda a generar empleo si esta Patria nuestra rápidamente
pasa de 300 mil hectáreas de palma africana a 600 mil como
una meta parcial con la visión de llegar con poca infraestructura,
a tres millones y con la visión mayor de agregar infraestructura
para completar seis millones de hectáreas de palma africana.
Y este ejemplo del doctor Ardila Lülle tiene que resonar
hoy en el llano y en el Cesar donde empiezan sendos proyectos de
destilación de alcohol a partir de yuca. ¡Qué bueno!
Cuánto va a contribuir eso a la generación de empleo
en esos dos departamentos.
Y este ejemplo tiene que producir su eco
hoy en la hoya del río
Suárez. Abusé esta mañana del doctor Carlos
Ardila. Me demoré muy poquito felicitándolo y entré a
pedirle favores. Eso le pasa por tener malas compañías
como el Presidente de la República, doctor Carlos.
Le dije: “Nosotros no podemos tener dicha completa si inauguramos
hoy esta planta y no le damos una esperanza cierta a los compatriotas
de Boyacá y Santander que en minifundios tienen 50 mil hectáreas
de caña en la hoya del río Suárez, cerquitica
de los mercados de Bogotá y de Bucaramanga. Unas tierras
buenas, con un régimen de lluvias excelente, bien repartido
todo el año, donde los cultivos no necesitan inversiones
en riego.
Una gente muy trabajadora, dedicadas esas
50 mil hectáreas
a producir panela en esta crisis de los precios de la panela. ¿Qué están
esperando? Poder instalar las plantas de alcohol carburante. Le
quiero dar a mis compatriotas de Santander y Boyacá la buena
noticia.
El doctor Carlos Ardila que nació en Santander, que tanto
le ha servido a Colombia y a esa tierra, no contento con estos
esfuerzos en el Cauca y en el Valle del Cauca, va a ponerse con
su grupo al frente de sacar adelante el proyecto de la destilería
de alcohol carburante en la hoya del río Suárez para
reivindicar esas 50 mil hectáreas entre los departamentos
de Santander y de Boyacá.
Hace mucho tiempo conozco al doctor Carlos
Ardila. Aspiraba yo al Senado de la República y allá iba con la ponchera,
aspiraba a la Gobernación de Antioquia y allá iba
con la ponchera, aspiraba a la Presidencia de la República
y allá iba a pedirle todo el apoyo. Y siempre, nunca lo
he conocido en el alboroto de una inauguración sino pensando
en un nuevo proyecto y hoy no podría ser la excepción.
Más aún, para que esto quede en serio, me dijo que
ya designó al doctor Héctor Fernando García ¿A
dónde está el doctor García? Levante la mano.
Póngase de pie para que lo enfoque la televisión.
Ya lo designó el doctor Carlos Ardila para que usted lidere
el proyecto de la planta en la hoya del río Suárez.
Allá hay tres o cuatro proyectos embrionarios que no han
podido cerrar. Yo sé que con la paciencia de ustedes y su
profesionalismo empresarial, ustedes van a mirar si se puede, a
partir de alguno de esos, con la llegada de la Organización
Ardila Lülle, o si hay que emprender uno nuevo. Y cuenten
con toda la colaboración del Ministerio de Minas, del Ministerio
de Agricultura, de Bancóldex, de Finagro y de Findeter para
sacar eso adelante.
Doctor Héctor Fernando, sacar eso adelante, es otra obra
de gran patriotismo como todas las que ha adelantado el doctor
Carlos Ardila. La verdad es que yo no sé cuántas
llamadas voy a hacer ahora a Santander y a Boyacá para decirles
que ahí va usted, enviado por el doctor Carlos Ardila, para
resolvernos ese problemita que lo necesitamos. Póngale pues
todas las ganas.
Cómo vemos, la normatividad ha tenido mucho que ver en
este proyecto. La Ley del doctor Amilkar, la Ley de Incentivos
Tributarios en este Gobierno, las normas del Ministerio. El país
siempre tiene que pensar hacia delante. Quiero dar a los inversionistas
de mi patria toda la tranquilidad sobre el esfuerzo que el Congreso,
los dirigentes políticos, esta administración que
está en su etapa final realizan para concebir las reformas
que faltan en nuestro marco tributario de tal manera que afiancen
más la confianza.
Hemos mejorado mucho pero hay que preparar
para entregar a consideración
de la próxima administración, un proyecto que genere
confianza, garantice equidad, simplifique procedimientos tributarios
y que nos ayude especialmente sobre la base de la racionalidad
y la simplificación, la ampliación de la base, a
ir resolviendo el problema del déficit fiscal del Gobierno
Nacional central.
¿Por qué lo digo? Porque muchos empresarios me dicen: “Presidente,
el estímulo aprobado por este Gobierno y el Congreso, tras
la deducción del 30 por ciento a las nuevas inversiones
generadoras de renta, tuvo vigencia en el año 2004, tiene
en el 2005 y la tendrá en el 2006. ¿Pero qué sigue?...
Entonces quiero anunciarles, a los empresarios,
que estamos haciendo todos los esfuerzos para que la norma que
se apruebe para suceder
ese estímulo tributario que tanto ha ayudado en la inversión,
sea una norma que garantice confianza inversionista, que en uno
de sus elementos principales rebaje sustancialmente la tarifa de
renta que se le cobra a las empresas para que eso haga que el país
sea más competitivo en el ambiente tributario internacional.
Tengan fe que con un permanente diálogo de la dirección
política de su país, de su Congreso, del Gobierno,
del sector empresarial y de los sectores trabajadores, llegamos
a ese punto y a él tenemos que llegar porque nuestra Patria
tiene que reducir definitivamente el desempleo, superar la pobreza
y garantizar empleo digno, estable, solidario, bien remunerado,
empleo cristiano en la práctica.
El último mes del cual tenemos registro, mostró un
desempleo del 11,3. Venimos de un nivel de desempleo que se acercó en
el año 2000 al 20 por ciento. El desempleo de jefes de hogar
pasó en Colombia en pocos años del 4 al 10 por ciento.
Ese es el más grave. Pierde el empleo el jefe de hogar,
la cónyuge tiene que salir desesperadamente, abandonar los
niñitos, a buscar empleo. La pérdida de empleo en
los jefes de hogar es causa determinante de deserción escolar
y eso hay que reversar la tendencia. Ya está entre el 5,3
y el 5,8 pero tiene que bajar muchísimo.
El Gobierno confía que el ritmo de inversión que
trae la Patria, nos va a mostrar en el mes de diciembre, una cifra
de desempleo de alrededor del 10 por ciento. No creemos que en
el 2006 podamos tener todavía en promedio, un 10 por ciento
pero si continúa el ritmo de confianza e inversión,
en el 2007, en el promedio mes a mes, el desempleo en nuestra Patria,
puede estar en el 10 o por debajo. Que todavía será insuficiente,
pero que marcará una buena tendencia para derrotar este
flagelo.
Y confiamos que con el crecimiento de la
confianza de la inversión
y con la revolución educativa, vamos a derrotar en Colombia
el subempleo que se mantiene en niveles tan altos.
La inversión en Colombia llegó a caerse, la inversión
privada como porcentaje del PIB al 6%, 8%, terminanos el año
pasado en el 12%, este año lo podemos terminar en el 15%,
pero tenemos que avanzar hacia el 25%.
La inversión extranjera directa en Colombia llegó a
caerse a niveles de US$500 millones. El año pasado se situó en
US$3.015 millones, Naciones Unidas tiene un registro superior.
Confiamos que este año, sin incluir en la cuenta permuta
de acciones la inversión extranjera directa se sitúe
por encima de US$5.000 millones, con un elemento muy importante:
ya no está concentrada solamente en el sector de hidrocarburos
sino que está llegando a muchos sectores.
Tenemos el problema de precios de combustible,
al cual me refería,
pero nos está ayudando la tendencia a la baja de la inflación
y la tendencia en materia de tasas de interés.
Yo diría que la gran empresa organizada de Colombia, con
una DTF en 641, no recordaba un periodo tan halagüeño
para invertir en materia de tasas de interés. Hay que acentuar
estos caminos, el de la reducción de la inflación,
el de la reducción de las tasas de interés, el de
la reducción del déficit, el camino del marco de
confianza en el esquema de tributación para que nuestra
Patria salga adelante. Con su ejemplo doctor Ardila Lulle, salimos
adelante.
Esta mañana vinimos del aeropuerto Alfonso Bonilla acá al
ingenio en un bus, no por desafiar, sino porque no podíamos
quitarle los helicópteros al Ejército para utilizarlos
nosotros. Yo dije, ‘déjenle los helicópteros
al Ejército que los necesita para darle madera a esos bandidos,
nosotros nos vamos en un busesito’. No lo hicimos por desafiar,
pero yo siempre miré a la cara de quienes veníamos
en ese bus y no venían tan asustados, venían más
tranquilos. Esta tarea es dura pero con perseverancia y con el
sacrificio de nuestra fuerza pública la vamos a ganar. Esta
Patria necesita la derrota del terrorismo, esta Patria necesita
la derrota de la droga, esta Patria necesita la derrota de la corrupción
y esta Patria necesita la reivindicación de los pobres.
Que bueno que en lugar de tener unas bandas
de las FARC instaladas en la cordillera caucana y asaltando estos
planes, tengamos hoy
este ingenio. Todavía hay muchos riesgos, pero con voluntad
firme del pueblo colombiano, con el sacrificio de la fuerza pública
y con voluntad política inquebrantable del gobierno, lo
superamos.
Señores generales Pérez del Ejército y Pérez
de la Fuerza Aérea, señores coroneles de la Policía,
hoy los trabajadores caucanos y vallecaucanos están agradecidos
con el doctor Ardila Lulle y con los soldados y policías
de la patria. Continúen en este empeño, que esas
bandas de la cordillera que han venido a secuestrar aquí,
sepan que se tiene que ir. Sigan ustedes persiguiendo de la mano
de la Constitución al terrorismo. Hay que acabarlo. El día
que hagan un alto en el camino y quieran negociar, en cinco minutos
negociarán. Pero mientras persistan en la violencia que
no les quede más camino que el de anticipar una derrota
total que le depare la fuerza pública de nuestra Patria
acompañada por la ciudadanía, en todo momento acompañada
por el pueblo de Colombia. Sigamos en esa tarea.
Hemos tenido un diálogo amplio con el señor Alcalde
de Cali en las últimas horas para ayudar a que la ciudad
supere crisis, a que la ciudad se ponga en un camino moral, que
le recupere plenamente el optimismo. Tenemos confianza en las decisiones
que nos ha anticipado el alcalde, y con su anuencia, el Gobierno
Nacional ha tomado la decisión de intervenir a Emsirva.
Ya en la mañana de hoy la señora Superintendente
de Sociedades, Superintendente de Servicios Públicos, después
de consultarlo con el alcalde, quien nos ha dado su visto bueno,
y quiero reconocérselo porque es un paso para que avancemos
en el saneamiento de las empresas de la ciudad y le retornemos
el merecido anhelo de optimismo a los ciudadanos de Cali, la señora
Superintendente de Servicios anuncia la intervención de
la empresa Emsirva que ha designado como gerente interventor a
un gran profesional vallecaucano, al doctor Álvaro Ortega.
Tenemos las mejores referencias del doctor Álvaro Ortega
y confiamos que, bien acompañado apoyado por el Alcalde,
apoyado por la ciudadanía, con el propósito de derrotar
la politiquería y la corrupción que es hija de la
politiquería, vamos también a sacar esa empresa adelante.
Gracias doctor Ardila, mándenos al doctor Héctor
Fernando García para la olla del Río Suárez,
para que Dios nos permita ir con usted a esa inauguración
allá.
A todos los felicito.”
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