PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE
EN LOS 60 AÑOS
DE FENALCO Medellín, 21 sep. (SNE). Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez durante la conmemoración
de los 60 años de la Federación Nacional de Comerciantes
(Fenalco).
“Acudimos hoy a Medellín a participar con Fenalco
en la celebración de estos 60 años, que para bien
de Colombia han estado marcados en su inicio por don Lorenzo
Botero, y hoy, al llegar a este aniversario tan importante, por
otro, por uno muy importante de los suyos, el doctor Guillermo
Botero Nieto.
He tomado nota, apreciados compatriotas,
de los muy importantes discursos que hemos escuchado al señor Alcalde, al señor
Gobernador, al doctor Óscar Duperly y al doctor Guillermo
Botero.
Este Gobierno, con el cual ustedes han
sido tan generosos, siempre les hizo un daño, porque les sacó de la vida gremial
para traerlo a ejercer el Ministerio del Interior y de Justicia
al doctor Sabas Pretelt, a quien tanta gratitud debemos los colombianos
por sus actividades en el sector privado y en el público.
Sin embargo, cuando veía al doctor Guillermo Botero Nieto,
decía: qué vaina, si hubiera por ahí otra
oportunidad le haría otro daño a Fenalco, porque
me lo traería para la vida política.
A las tres de la tarde le pedí al Capitán Amaya
(estábamos en Corozal, en la Brigada de la Armada) le
pedí que llamará al doctor Botero Nieto y le dijera:
es imposible llegar a las cinco de la tarde (estaba en un consejo
de seguridad allá), que me diera un chancecito hasta las
seis. Les ofrezco excusas por esa demora y les quería
proponer a partir de ahí una reflexión.
Estábamos en ese tema de la seguridad en el departamento
de Sucre. Una seguridad que necesita, como en todos los temas
de la vida nacional, un proceso dialéctico, un proceso
evolutivo, un proceso de ajustes permanentes. Veíamos
que la situación ha mejorado, pero que no podemos estar
tranquilos porque de todas maneras se presentan problemas.
Repasábamos cómo cuando empezó este Gobierno,
Sucre tenía más o menos 1.500 integrantes de las
Farc. Hoy aproximadamente, de acuerdo con los cálculos
militares, quedan unos 300 en la confluencia Sucre con Bolívar,
alrededor de los Montes de María, la proximidad al Golfo
de Morrosquillo y lo que son las Sabanas, que buscan hundirse
en la Depresión Momposina y en La Mojana.
Yo veo al departamento hace tres años dividido por una
presencia de las Farc en los Montes de María, en las Sabanas,
en las tierras hacia la Depresión Momposina, y por una
presencia de paramilitares en el Golfo de Morrosquillo. La carretera
totalmente inutilizada, un puente aéreo permanente entre
Sincelejo y Cartagena y, lo peor, entre Sincelejo y Magangué.
Apreciamos una gran recuperación
en las carreteras, en las actividades agropecuarias, en la
presencia de los hombres
del campo al frente de sus tareas.
Recientemente se desmovilizaron alrededor
de 700 paramilitares, y tenemos problemas en algunas partes
de extorsión por
parte de la guerrilla, que dinamitan fincas cuando los finqueros
no pagan la extorsión, de temor todavía de muchos
ciudadanos para cooperar con la Fuerza Pública.
Tenemos la necesidad de pasar de operaciones
de saturación
militar del terreno, a operaciones de mucha inteligencia que
permitan la captura de estos grupos.
En fin, tenemos que vivir en proceso
permanente de ajustes para que los sucreños entiendan que es posible conseguir por
la vía de las instituciones la seguridad total para ese
departamento, que ha vivido, haciendo simplificaciones históricas,
tres épocas: una gran época de paz, una época
de total dominio guerrillero y una época donde se disputaron
el territorio, mejor, se lo distribuyeron, guerrilleros y paramilitares.
Necesitamos llegar, vía la recuperación de la
vigencia de las instituciones, a una época de paz estable
en ese departamento, como en toda la Patria.
Todos estos procesos, que Fenalco tan
generosamente ha acompañado
y reconocido, requieren, pues, ajustes permanentes.
Escuchaba con mucha atención las preocupaciones del doctor Óscar
Duperly sobre la informalidad, sobre la economía china.
Miren: nosotros queremos tener las mejores
relaciones con el Gobierno de China. Creo que lo hemos transmitido
y así lo
perciben ellos. Necesitamos sus recursos para invertir en Colombia,
para sumar a la oferta de crédito en Colombia, para sumar
a las fuentes de financiación del fisco para grandes obras
de infraestructura. Necesitamos sus recursos, su tecnología,
para hacer alianzas estratégicas con nuestra industria.
De todo ello somos conscientes. Pero
un país con estos
problemas de desempleo, con este problema de inequidad, con estos
problemas de pobreza y con estos problemas de terrorismo, tiene
que ser muy cuidadoso, especialmente en algunas etapas.
La economía nuestra frente a la de China tiene diferencias
muy sustanciales con la relación que otras economías
del continente pueden tener con China.
Por ejemplo, cuando uno mira las exportaciones
de Chile, las exportaciones de Perú, las exportaciones de Brasil, ve
que muy buena parte de ese crecimiento se debe a la colocación
de sus minerales en el mercado chino.
Me replican y se me dice que eso también está impactando
en alguna forma a Colombia, porque ha permitido que se mejore
lo poco que nosotros exportamos en estos renglones. No se puede
negar. Pero las cifras siguen siendo minúsculas para nosotros
y exorbitantes para estas otras economías.
Nosotros, por ejemplo, no tenemos la
producción de soya
que Brasil exporta en grandes cantidades a China, ni los minerales
de Chile y de Perú.
Nosotros tenemos unos renglones que tienen
que competir con la producción China en condiciones muy difíciles,
como el renglón de textiles, el renglón de confecciones,
el renglón de calzado y algunos bienes manufacturados,
tal el caso de los electrodomésticos.
Si a eso se le suma la revaluación, los temores nuestros
son fundados. Esos temores de que, por ejemplo, en el mes de
noviembre, en el mes de diciembre, la estantería del comercio
esté abarrotada de productos chinos, en perjuicio de la
producción nacional, son temores que no se pueden ignorar.
Este Gobierno, apreciados compatriotas
comerciantes, ha tenido el propósito de estar en permanentemente contacto con
la ciudadanía, por muchas razones. Por la convicción
de que solamente la participación ciudadana permanente
en las decisiones de los gobiernos, en la ejecución de
esas decisiones y en la vigilancia, garantiza transparencia y
garantiza eficiencia. En la convicción de que los funcionarios
públicos no podemos encerrarnos a comentar entre nosotros
resultados con mucho optimismo, desconociendo la penosa realidad
de nuestros compatriotas.
En fin, nos tomaría muchos minutos si explicara las razones
que subyacen a este Gobierno para haber hecho una tarea en estos
38 meses de permanente exposición y de permanente trabajo
con el pueblo colombiano. Además creo que ese es un camino
necesario para recuperar la credibilidad de nuestro pueblo en
las instituciones.
Y ese contacto se da de múltiples maneras. Quiero mencionar
dos. Uno de esos contactos permanentes ha sido el de los consultorios
empresariales en varias ciudades, y otro ha sido el de la búsqueda
para resolver problemas de acceso al crédito, especialmente
para pequeños y medianos empresarios.
De allí han surgido muchas soluciones. Hace pocos días,
por ejemplo, tomamos la decisión de reducir las retenciones
del 75 al 50 por ciento. Eso empezó tener vigencia el
primero de septiembre y creo que sentirá en la caja del
comercio en estos últimos cuatro meses del año.
Esos consultorios empresariales nos han
mostrado sus temores por la revaluación y por la competencia de productos como
los chinos. Por ejemplo, hemos encontrado que se venían
disminuyendo sustancialmente, no en los pedidos de los mercados
de exportación a nuestros confeccionistas y textileros,
sino en los pedidos para abastecer el mercado local, por cuenta
del crecimiento de las importaciones provenientes de China.
Un país que ha sufrido la penalidad de ver pasar en pocos
años el desempleo del 7,5 a casi el 20 por ciento, de
ver crecer en un corto lapso de tiempo el desempleo de los jefes
de hogar del 4 al 10 por ciento, tiene que ser muy cuidadoso,
para evitar esos fenómenos de sustitución de la
producción nacional por la importada, en sectores intensivos
en generación de mano de obra y en un momento tan difícil
de la vida nacional, sin posibilidades de sustituir las fuentes
de empleo que se nos puedan perder.
Por eso tomamos decisiones como las portuarias,
que algunos las discuten y comprendo su controversia, pero
la realidad es
que para los controles de la Dian, es mucho más difícil
controlar tantos puertos que controlar dos puertos.
Nosotros todavía no tenemos las condiciones aduaneras.
Estamos esperando que se pongan en marcha los comités
de observadores, una medida necesaria para la derrota del contrabando.
Estamos esperando que se instalen definitivamente los escáner
de última generación, etcétera. Nuestra
aduana no está en condiciones de producir un resultado
rápido para la producción nacional, si no se le
ayuda por ejemplo con medidas, como la medida que tomamos para
los puertos.
Hemos elevado también los precios de referencia para
estos productos. El país no puede ignorar que en el término
de pocos años, perdió el 80 por ciento de su industria
popular del calzado, con un impacto muy grave sobre el empleo.
Entonces han sido estas valoraciones,
estas preocupaciones, las que nos han llevado a tomar estas
decisiones y por ende la
decisión de las salvaguardias.
Tenemos que ver, mirando el proceso con cuidado y con gran flexibilidad
para introducir ajustes, reformas, en la medida que lo indiquen
las circunstancias.
Quiero expresarle, pues, al gremio, que
solamente las preocupaciones del Gobierno por sectores muy
sensibles de la producción,
importantísimos en la generación del empleo, sectores
con una altísima participación de la mediana y
de la pequeña empresa, solamente han sido esas preocupaciones
las que nos han llevado a tomar medidas, como las medidas de
los puertos, las medidas de los precios de referencia y las medidas
de las salvaguardias.
Y la verdad es que he recibido, en ese
contacto permanente con estos sectores de la pequeña y de la mediana empresa,
la noticia de que en las últimas semanas han mejorado
los pedidos provenientes del mercado nacional. Se ha aumentado
la actividad en las factorías, el porcentaje de utilización
de la capacidad instalada. Seguiremos con una cuidadosa mirada
sobre la evolución de estos sectores para ir mirando cómo
deben introducirse ajustes a estas medidas.
Ahora, en el otro frente, en el frente
de las inversiones, todo lo que tenemos es apertura para que
lleguen las inversiones chinas.
No más hace dos semanas me reuní nuevamente con
una nutridísima delegación de China, les explicamos
cómo ha venido evolucionando durante este Gobierno el
marco garantista para la inversión, les explicamos aspectos
tan importantes como la evolución de las cifras de inversión
extranjera directa en este período.
El país vio en algún momento que su inversión
extranjera directa se cayó a 500 millones de dólares
por año. El año pasado ya superó los 3 mil
millones y aspiramos que este año supere los 5 mil, con
algo bien importante: está bastante diversificada y eso
es muy bueno. La vemos en la industria, la vemos en la agoindustria,
la vemos en la exploración minera, la vemos en el comercio,
la vemos en el sector de hidrocarburos, etcétera. Eso
es bien importante.
Le expliqué a esta delegación china cómo
dimos el paso tan importante de la ley que autoriza al Gobierno
a firmar pactos de estabilidad normativa con los inversionistas.
Ley que quiero recordar esta tarde en Fenalco. Y cómo
esa ley ya está debidamente reglamentada y el día
14 de octubre nos proponemos firmar los primeros pactos de estabilidad
con inversionistas.
Creo que no tenemos que darle alcance
diferente al que tiene a estas medidas sobre la nación china, cación con
la cual hemos querido desarrollar las mejores relaciones y ofrecerle
las mejores posibilidades para invertir en nuestro medio. Vamos
a seguir trabajando para combinar aquello que necesitamos: la
protección de la creación de empleo, especialmente
en sectores tan difíciles de reemplazar como fuentes de
empleo, y la construcción de condiciones para que florezca
la inversión.
Claro que hay enorme preocupación por la informalidad.
Tenemos que pensar qué ajustes introducimos adicionales,
para frenar esa competencia desleal. Yo me duelo cuando escuchaba
al doctor Óscar Duperly de que no hubiéramos tenido éxito
con aquella propuesta que aprobó el Congreso al iniciar
este Gobierno, de un IVA del 2 por ciento sobre los bienes y
servicios no gravados. Creo que a nadie le hacía daño
y le hacía un gran bien al fisco y un gran bien a la economía
colombiana, porque era el gran camino para su formalización
definitiva.
El país tiene que seguir estudiando este tipo de soluciones.
En el debate sobre la nueva tributación, no puede este
tipo de soluciones estar ausente, porque en la medida que todo
el mundo tenga que ser responsable de la tributación,
empezamos a caminar con eficacia, a dar con eficacia los pasos
de la formalización.
Falta mucho en esa materia, pero quiero compartir con ustedes
algunos elementos que considero importantes:
Este año las aprehensiones del contrabando han aumentado
en un 32 por ciento. Este Gobierno inició con 390 mil
contribuyentes de renta. Hoy estamos en millón cien.
En la Dian en este Gobierno a nadie hemos
nombrado por recomendación
política. Si en alguna parte ha funcionado sin excepción
la meritocracia que hemos impuesto, ha sido en la Dian.
Hemos establecido 390 mil responsables
del régimen común
de IVA, 765 mil responsables del régimen simplificado,
un 24 por ciento más de los que existían.
Y me llama la atención cuando se habla de la informalidad
que tenemos que combatir lo siguiente: por ejemplo, cuando uno
mira el comercio en el primer semestre del año, encuentra
que con automotores creció casi el 9 por ciento, al restar
automotores 5.8. Pero el crecimiento del sector formal, está muy
por encima del crecimiento del promedio.
Grandes expresiones del comercio en el
sector formal están
creciendo al 24, al 18 por ciento en términos reales,
cuando su crecimiento, excluido el sector automotor, es del 5.8.
Entonces, yo diría, hay que dar esa batalla contra la
informalidad. Yo creo mucho en la universalización de
los contribuyentes, y lo que falta, lo que nos declararon inexequible,
hay que buscar cómo se repara, y crear condiciones políticas
y sociales en el país para que eso se pueda hacer. Pero
llamo la atención sobre estos crecimientos del sector
formal que rebasan el crecimiento del promedio.
El recaudo: miren, en el año 2003 el recaudo creció en
un 18 por ciento. El año pasado, cuando excluimos de la
comparación el impuesto a la Seguridad Democrática,
el recaudo creció un 22 por ciento. Y este año
va creciendo un 14 por ciento.
Entonces uno ve crecimiento de los contribuyentes, crecimiento
del recaudo, crecimiento del sector formal por encima, pero muy
por encima, del promedio de crecimiento, y eso le indica que
tiene que haberle ganado terreno el sector formal a la informalidad.
Otra cosa son los márgenes de contribución, que
en el mundo entero y para todos los sectores se han disminuido.
Ahora que estamos tramitando con el honorable Congreso una reforma
a la Ley 100 y que aparece de nuevo el problema de los ingresos
médicos, etcétera, y en esa reforma estamos buscando
evitar posiciones dominantes, como aquella que se da cuando se
integran las EPS con las propias IPS, y poner por lo menos unos
porcentajes topes.
También hemos visto que en todos los sectores de las
profesiones independientes se han disminuido los ingresos, y
los márgenes de contribución en el mundo entero
se han disminuido en todas las actividades económicas.
Eso obliga a que todos los días seamos mucho más
eficientes, con mayor productividad, para tener mayor competitividad.
Pero vamos a seguir trabajando este tema de la informalidad.
Esta mañana me reuní con las cajas de compensación.
Y agradezco el carácter social de ustedes y el discurso
del doctor Guillermo Botero al defender la parafiscalidad.
En las condiciones fiscales de Colombia,
que siguen siendo bastante difíciles, pretender trasladar la carga de la parafiscalidad
al preexpuesto nacional hoy, sería tanto como acabar estas
entidades y sus programas.
Le agradezco las expresiones del doctor
Guillermo Botero sobre la labor que viene desarrollando el
Sena, el Bienestar Familiar
y las cajas de compensación, actores de la seguridad social
que en este Gobierno han sufrido profundas transformaciones,
empezando por el Sena.
Pero miren algunos datos de las cajas
de compensación,
que me indican a mí que viene ganando terreno la parte
formal de la economía: el año que recordamos con
mayor número de empresas contribuyendo a las cajas de
compensación fue en el primer semestre del 98: 180.118
empresas. Eso se cayó a 170 mil. Cuando nosotros empezamos
había 172 mil y hoy hay 204 mil.
Estamos empezando a aplicar un decreto
que va a ser bien importante para simplificar la vida empresarial
y para combatir la evasión.
Es el decreto que obliga a los contribuyentes de parafiscales
a una sola declaración para parafiscales y seguridad social
y a un solo pago. Hoy ustedes, apreciados compatriotas, tienen
que hacer una declaración y un pago por salud, que puede
ser mucho más que uno, dependiendo en cuántas EPS
estén afiliados los trabajadores.
Una declaración y un pago por pensiones que pueden ser
también muchísimos pagos, dependiendo cómo
se distribuya entre sus trabajadores la afiliación a pensiones.
Una declaración y un pago para cajas de compensación,
Bienestar y Sena, y una declaración y un pago para riesgos
profesionales. La verdad es que eso complica mucho la vida empresarial,
aumenta los costos de transacción y estimula la evasión.
Porque, por ejemplo, un trabajador afiliado
a un fondo de pensiones que sabe que su pensión va a depender del monto ahorrado,
no admite que le evadan. Pero ese celo para que no haya evasión
en pensiones, no se presenta para evitar la evasión en
salud, porque con la solidaridad en salud, si hay que prestarle
el mismo servicio, garantizarle el mismo plan obligatorio de
servicios al trabajador que, por ejemplo, paga sobre la base
de declarar un millón de pesos que sobre la base de declarar
375 mil pesos del salario mínimo.
Creemos que esto nos va ayudar a controlar
mucho evasión,
en bien de aquellos que proceden con toda lealtad, en bien de
eliminar esa competencia desleal en la economía.
Sin que haya todavía entrado ese decreto en plena vigencia,
miren lo que ha pasado con trabajadores de las cajas de compensación:
el nivel más alto, histórico, se vio también
en el año 98 con 3 millones 528 mil. Luego ese número
de afiliados se cayó a 3 millones 322 mil. Y en junio
de este año se situó en 4 millones 185 mil. Ahí hay
una recuperación bien importante. En fin.
Estuve mirando con los directivos de
las cajas esta mañana
todos los indicadores y quería compartir estos dos con
ustedes, porque a mi juicio no queda duda de que hay una recuperación
de la afiliación a la seguridad social que, en alguna
forma, indica que está tomando nuevamente fuerza la economía
formal con estas responsabilidades sociales.
Uno de los factores más riesgosos
que hemos encontrado contra la seguridad social, contra la
parafiscalidad y, por supuesto,
para ejercer competencia desleal, es el del crecimiento acelerado
de las cooperativas de trabajo asociado, sin cumplir obligaciones
de parafiscalidad y sin cumplir obligaciones de seguridad social.
¿Qué hizo el Gobierno? Por decreto resolvió lo
que no se había podido resolver en el debate legislativo,
por decreto les recordó a estas cooperativas que si bien
ellas pueden definir en sus estatutos el marco laboral, no puede
interpretarse la ley hasta el punto de eximirlas del pago de
las parafiscalidades y del pago de la seguridad social.
Ese decreto ya lleva casi un año de vigencia, confiamos
que salga avante en el examen del Consejo de Estado, y el informe
que tengo es que se han venido normalizando muchísimas
de estas entidades, lo que ayuda a eliminar fuentes de competencia
desleal.
Pero, como en la experiencia que les
relataba del tema de la seguridad en Sucre, en este tema de
la informalidad que ha golpeado
tanto el trabajo honrado en Colombia, porque muchas veces informalidad
es simplemente competencia desleal, el Gobierno Nacional tiene
toda la disposición de seguir examinando con ustedes las
medidas que sea necesario tomar.
Muy importante en el debate tributario
poder llegar a la universalidad en el gravamen en relación con el Impuesto al Valor Agregado.
Se puede sacrificar la ortodoxia en las tarifas para tener tarifas
declinantes, a medida que se acerca la canasta familiar. Hay
que buscar cómo coinciden esas decisiones con incrementos
de salarios que compensen a los trabajadores sobre eventuales
pagos, y cómo se ajustan las leyes para que esos recaudos
se destinen a la inversión social, pero son pasos que
el país tiene que dar, y que no podemos eludir so pretexto
de las vísperas electorales, sobre todo cuando ustedes
reclaman que la economía colombiana elimine causas de
competencia desleal.
El doctor Guillermo Botero Nieto, en
su brillante y generosa intervención, se refirió a unos temas bien importantes,
empiezo por el gasto público.
Nosotros encontramos en agosto de 2002
un déficit del
4,2. El país pasó en no muchos años de una
situación de equilibrio fiscal a una situación
de déficit agudo. En muy pocos años se pasó de
un endeudamiento público promedio del 14-16 por ciento,
al que entramos en agosto de 2002 del 54-56 por ciento.
Todos los esfuerzos hechos nos han conducido
a que el déficit
haya pasado del 4,2 y que este año que lo teníamos
programado para el 2,5, va a ser inferior al 1,7.
Y el endeudamiento, que tocó el 54 – 56 por ciento,
ya vamos a terminar este año con un endeudamiento por
debajo de 45 por ciento. Con problemas, ese endeudamiento sigue
siendo muy alto. Y cuando desagregamos el déficit, vemos
que en el sector central de la Nación continua siendo
muy alto.
Hemos hecho avances en lo social. El
doctor Guillermo Botero daba ahora unas cifras. Por ejemplo,
las del Sena las conocemos.
Quiero hablarles en estos días a mis compatriotas de las
de Bienestar Familiar. Esta mañana me confirmaba la Directora
que en este Gobierno vamos a pasar de 6,1 millones de beneficiarios
de Bienestar Familiar a casi 11 millones.
Familias en Acción. Yo confío que este Gobierno
termine con 650 mil familias en acción, el país
necesita un millón, este año vamos a terminar con
500 mil.
Las cifras en cobertura de educación se conocen. Un gran
esfuerzo pero que todavía será insuficiente y los
esfuerzos de la Ministra en materia de calidad.
Ustedes me han acompañado con las cámaras de comercio
en muchas ciudades, en el tema de los consultorios del crédito.
Especialmente para el sector de la microempresa ha crecido muchísimo
el crédito, reconociendo todo lo que falta.
Sin embargo, hemos tenido unos grandes
esfuerzos de austeridad. Este año, por ejemplo, no hay presupuesto adicional, en
un año electoral. Este Gobierno le puede decir claramente
al país: este Gobierno no ha aprobado un peso de auxilios
parlamentarios. Y le he dicho a los parlamentarios amigos: reivindiquen
eso ahora en la campaña, cuéntenle al país
que ustedes, sin alharaca, han apoyado dos grandes transformaciones
de la vida pública: la meritocracia y la eliminación
práctica de los auxilios parlamentarios.
Gastos discrecionales diferentes a esas
inversiones sociales y a la seguridad, todos se han reducido,
empezando por la Presidencia
de la República que ha reducido sus gastos en un 30 por
ciento.
Hemos tenido que absorber una carga muy
pesada: el agotamiento de las reservas del Seguro Social. Solamente
este año
el Gobierno Nacional le tiene que trasladar al Seguro Social
casi 4 billones, porque se agotaron las reservas. El Seguro Social
paga este año pensiones por 6 billones, recauda dos y
recibe el remanente de una transferencia proveniente del presupuesto
nacional. El pago de pensiones este año nos cuesta 5 puntos
del PIB.
Entonces haber reducido el déficit y haber reducido el
endeudamiento, con un desafío tan grande para invertir
en seguridad, con unas cargas tan grandes que llegaron, como
las que llegaron de pensiones, con la necesidad de avanzar en
inversiones sociales, como algunas de las referidas aquí,
implica un esfuerzo mayor y el Gobierno continuará haciéndolo.
Hemos reformado 252 empresas del Estado.
La primera Telecom, la última Inravisión, el Banco Cafetero, pero no
nos vamos a quedar allí. De los hospitales públicos
hemos reformado 111 y nos faltan muchísimos.
Si ustedes me preguntaran cuál quisiera destacar como
la principal contribución de este Gobierno al saneamiento
de las finanzas públicas, diría: las reformas a
esas entidades del Estado.
Una cosa es ver el hospital González Valencia de Bucaramanga
hace tres años y otra cosa verlo hoy, y asimismo mirar
111 hospitales públicos. Ver a Emcali ayer y verla hoy,
ver a Telecom ayer y ver hoy la nueva Colombia Telecomunicaciones,
que apenas está a mitad de camino.
Pero por ejemplo cuando vemos el Seguro
Social, casi todo está por
hacer. Lo único que hemos podido lograr hasta ahora es,
al separar las clínicas de la entidad central, ahorrar
inmensamente en la parte de la convención colectiva de
trabajo, porque al tener las clínicas esa autonomía,
ya no se aplican las convenciones colectivas de trabajo, que
sí se aplican en la entidad central, pero ese es apenas
el principio de la reforma que necesita esta entidad. Vamos a
seguir en ese proceso de ajustes.
Lo tributario lo dividiría en dos temas: lo inmediato
y lo de discusión pública. En lo de discusión
pública está lo del tema del IVA, al cual ya me
referí, necesario no solamente por razones de recaudo,
sino por razones de formalización de la economía.
Y está el tema de cuál va a ser el acto legislativo
o la ley para regular las transferencias a las regiones, una
vez culmine su vigencia, en el año 2008 el acto legislativo
que fue aprobado con impulso del entonces Ministro de Hacienda
de la administración Pastrana, el doctor Juan Manuel Santos.
¿En lo inmediato en qué estamos? En lo inmediato
estamos presentado, ya está a consideración del
Congreso, un proyecto de ley que reduce la tarifa de renta, cuando
venzan nuestros incentivos tributarios en diciembre de 2006. ¿Por
qué desde ahora? Porque al sector empresarial, al sector
inversionista, hay que darle señales con antelación.
Ese proyecto también elimina el impuesto de remesas para
que el país sea más atractivo en inversión
extranjera. Y ese proyecto extiende en el tiempo una de las primera
decisiones que tomó este Gobierno, que es la eliminación
del IVA o su devolución, dependiendo del caso, a los bienes
de capital.
Y ese proyecto crea el nuevo marco para
que después del
31 de diciembre de 2006, por razones diferentes a las históricas,
relacionadas ahora con la creación de empleo, puedan subsistir
las zonas francas y desasociarse las zonas económicas
especiales.
Ojalá podamos, y llamo la atención aquí y
mis compañeros de Gobierno, la viceministra María
Inés Agudelo y Óscar Franco, el director de la
Dian, avanzar en simplificación. Creo que el registro único
tributario, la posibilidad de que los colombianos declaren vía
Internet, se va a constituir en un gran avance de simplificación.
Pero el Gobierno en eso tiene que ser receptivo a los reclamos
unánimes del sector privado de que necesitamos una tributación
más simple.
Las circunstancias fiscales y de endeudamiento
nos llevaron a aumentar los impuestos, pero también ha sido filosofía
de este Gobierno, en el marco transitorio impositivo, elevarlos
para quienes no crecen y dar estímulos para quienes quieran
crecer.
Creo que eso estímulos han sido muy importantes. Recuerdo
algunos de ellos. Eliminamos el IVA a los bienes de capital.
Otro bien importante para que pueda florecer en Colombia la industria
de combustibles biológicos, eliminamos el IVA a estos
combustibles y el impuesto al valor agregado. Entre este septiembre
y enero de 2006, el país empieza a producir un millón
de litros diarios de alcohol carburante y confiamos que rápidamente
lo estemos produciendo de yuca y que rápidamente empecemos
a producir biodiesel de palma africana.
Uno de los grandes problemas que se le
viene a la economía
mundial es el problema de la canasta energética. Países
centroamericanos y del Caribe que no producen carbón,
que no producen gas, que no tienen petróleo, que tienen
serias deficiencias para la generación de las mínimas
necesidades de energía, se ven expuestos hoy al dilema
de gastarse el dinero o en el cumplimiento de las metas sociales
del Milenio o en el pago de las facturas por adquisición
de combustibles. Ahí se le viene al mundo un problema
muy grave que Colombia está sorteando con una política
energética que avanza frente a todas las posibles fuentes.
Y hemos estimulado también la hotelería, el ecoturismo,
para poder ser competitivos. Tengo informes de que en esta ciudad
de Medellín va a empezar rápidamente otra gran
inversión del sector privado, del orden de 150 mil millones
y que tendrá como punto ancla otro gran hotel, que cuando
uno ve ese Centro de Convenciones lleno de cada 8 días,
piensa que la ciudad lo necesita.
Veo un gran florecimiento de nuevo en
la industria turística
nacional y a eso ha contribuido bastante no solamente la recuperación
de la seguridad sino también los estímulos tributarios.
Este año el país volverá a tener un millón
de visitantes extranjeros. La semana entrante tendremos una nueva
reunión con los gerentes de las empresas de cruceros a
ver si reanimamos esos cruceros a Cartagena y a San Andrés
inicialmente, y confiamos que el año entrante Colombia
tenga dos millones de visitantes extranjeros.
En fin, podría seguir hablando de los estímulos
tributarios, pero déjenme referir a uno: la deducción
del 30 por ciento. Durante los años fiscales 2004, 2005
y 2006, toda inversión generadora de renta en Colombia
tiene una deducción del 30 por ciento, y ha servido bastante
para el crecimiento de la inversión.
Le cuesta al fisco este año casi un billón y corresponde
a las deducciones reclamadas por los contribuyentes en relación
con las inversiones que realizaron en el año 2004.
Creo que el año entrante el costo va a ser mayor, pero
yo tranquilizo mucho a los economistas del equipo de Gobierno
diciéndoles: tranquilos, que eso tiene una tasa de retorno
muy alta. Eso es muy importante para finalmente generar empleo
y generar ingresos.
Y miren lo que ha pasado en el comercio
y bastante ayudadito por esa deducción. Uno va hoy a ciudades como Santa Marta,
que estaba en esa recesión, y encuentra nuevos centros
comerciales, almacenes de cadena. Ibagué que la visité la
semana pasada etcétera. Qquí se habían reducido
a 665 mil los metros cuadrados de construcción de comercio
por año. El año pasado, recuerden la base de 665
mil, venía así, el año pasado ya logramos
nuevamente un millón 496 mil y confío que vamos
a repetir la cifra este año, como lo veíamos en
el Congreso de Camacol recientemente. Y todo eso ha reclamado
la deducción.
Entonces la tarifa es muy alta para quien
no quiera crecer, pero cuando se aplican estos estímulos a quienes están
creciendo, la tarifa se normaliza. Como estos estímulos
apenas tiene vigencia hasta el 31 de diciembre del año
entrante, y los invito a ustedes para que aprovechen estos cuatro
meses que restan de este año y los doce del año
entrante para ganarse esas deducciones, por eso hemos propuesto
desde ya que la norma que suceda el agotamiento de los estímulos,
sea la reducción de la tarifa de renta.
Ahora, hay que tener en cuenta que no
solamente hemos hecho estos ajustes en este Gobierno. Miren:
hemos aplicado severamente
la Ley 617 para el ajuste de las entidades territoriales. Ese
es otro ajuste muy severo. Ley que introdujo la administración
del presidente Pastrana y que nosotros hemos aplicado con toda
la disciplina en las entidades territoriales.
Los colombianos han tenido que pagar
un ajuste del precio del combustible muy alto, y si bien muchos
de los analistas dicen
que eso no golpea a los sectores populares, otra cosa es cuando… Yo
no escucho a los analistas sino a otros analistas, a los taxistas
o a algunos sectores de las clases medias colombianas que tienen
su carrito y allí donde el transporte público es
bien deficiente. Cuando este Gobierno empezó, las empresas
electrificadoras de la Nación estaban todas dando perdida,
hoy están todas en negro. Un resultado combinado de administración
y de tarifas. Han pagado los colombianos otro ajuste bien importante
allí.
Y han pagado otro ajuste bien importante
en pensiones: este Gobierno aumentó las cotizaciones, presentó en
el Congreso, aprobó una Ley de pensiones racionalizando
beneficios en 2002, ha reforma el esquema de privilegios pensionales
en más de 200 entidades del Estado y el Congreso nos acaba
de aprobar una reforma constitucional que congela las posibilidades
de negociación en pensiones y elimina las pensiones privilegiadas.
Yo diría, apreciados amigos, que
ese es un conjunto de ajustes muy grande y que no se puede
pretender que todos los
ajustes se den al mismo tiempo. Por eso para otros que se requieren
en materia tributaria hay que ser cuidadoso, hay que hacerlos
cuando se hayan agotado este tipo de ajustes.
Me gusta mucho oír la preocupación del doctor
Guillermo por algunos puntos de nuestra propuesta, pero déjenme
terminar el tema de ajustes con otro punto que no se ha publicitado
mucho en el análisis. Es con los avalúos catastrales. ¿Ministro
de Agricultura, cuánto valía en el año 90
el catastro rural colombiano y cuánto vale hoy?
MINISTRO DE AGRICULTURA, ANDRÉS FELIPE ARIAS: Presidente,
valía en el 90 como 1,6 - 1.7 billones de pesos, hoy vale
como 30 y pico billones de pesos.
PRESIDENTE URIBE: ¿En términos reales cuál
es el crecimiento?
MINISTRO DE AGRICULTURA: Cuando uno compara
en pesos de un mismo año el crecimiento, dependiendo de índices, entre
150 por ciento y 250 por ciento, si es en dólares o con
precios del índice de precios al consumidor o cualquier
otro deflactor.
PRESIDENTE URIBE: Ahí hay un ajuste enorme, el ajuste
que se ha hecho en materia de avalúos catastrales en el
país. La cifra que da el Ministro no incluye los catastros
autónomos, que aquí hay dos: Medellín es
autónomo, Antioquia es autónomo, Bogotá es
autónomo y Cali es autónomo, o sea que habría
que sumarles también lo de los catastros autónomos.
Entonces pasando al tema de Visión Colombia, la idea
nuestra es que hay que trabajar con tanto esmero en lo cotidiano
como en la construcción de visión de largo plazo,
que en las sociedades democráticas la única manera
de construir visión de largo plazo es a través
del permanente debate en la base popular sobre esta visión.
El documento que entregamos el 7 de agosto, recíbanlo
como el primer borrador para someterlo a la discusión
con los compatriotas.
Santiago Montenegro se ha comprometido
entregar el próximo
en el primer trimestre de 2006, entregar el segundo borrador,
resultado de la discusión con los colombianos. Bienvenidos
entonces para ese segundo borrador los comentarios de Fenalco.
Le voy a trasmitir esta misma noche la
preocupación del
doctor Guillermo Botero sobre la necesidad de darle más énfasis
y más espacio a la contribución del sector privado
para las metas que el país debe obtener, primero en el
año 2010 y segundo en el 2019, fecha del Segundo Centenario,
y que están ajustadas y aún más exigentes
que las metas sociales del Milenio.
El tema de las comisiones de las tarjetas
de crédito.
En realidad hemos hecho un gran esfuerzo de concertación.
Siempre me preocupó de la intervención del doctor
Guillermo Botero, porque en la primera parte me pidió el
decreto y en la segunda parte dijo que confiaba que dentro de
poco estuviera lasta la concertación. Entonces me quedé sin
saber si decreto o concertación. O entiendo que es decreto
para la concertación”.