Reitera el viceministro
de Comercio Exterior, Eduardo Muñoz
TLC NO AFECTARÁ DERECHOS Y PRIVILEGIOS DE GRUPOS ÉTNICOS
Bogotá, 25 sep. (SNE).- El Tratado de
Libre Comercio (TLC) que Colombia negocia con Estados Unidos no
representa
una amenaza
para los derechos y los privilegios que la Constitución
colombiana otorga a los grupos étnicos, afirmó el
viceministro de Comercio Exterior, Eduardo Muñoz, al explicar
los alcances que tendría el acuerdo en temas sensibles para
comunidades como la indígena y la afrocolombiana.
“A ese respecto queremos decir, categóricamente,
que el TLC no modifica la Constitución Nacional, ni puede
modificar, ni vulnerar ninguno de los derechos consagrados en ella”,
aseguró Muñoz, quien se refirió a aspectos,
como el del medio ambiente y la biodiversidad del país,
en los cuales los pueblos indígenas han manifestado alguna
preocupación por las repercusiones de la negociación.
En relación con la supuesta amenaza a la biodiversidad
del país y a que se permita la apropiación de los
conocimientos tradicionales y de los recursos genéticos,
el funcionario dijo que en la negociación no se ha contemplado
en ningún momento modificar el régimen nacional que
regula el acceso a estos temas.
Recordó que en las negociaciones del Tratado, Colombia
tiene una postura firme en cuanto a no permitir el patentamiento
de plantas o animales, y que, por el contrario, lo que se está tratando
es de luchar en contra de un fenómeno que hoy en día
existe sin TLC, y que es la biopiratería, es decir, la apropiación
ilegal o indebida de recursos genéticos o de conocimientos
tradicionales.
“Este es un fenómeno que estamos buscando, los países
andinos en conjunto, combatir a través de instrumentos legales
en el TLC, que nos permitan aplicar correctivos para que los Estados
Unidos nos ayuden, dentro de su régimen de propiedad intelectual,
a restringir, a eliminar los casos de biopiratería”,
indicó Muñoz.
Según explicó, con esta inclusión lo que
se busca es lograr de parte de los Estados Unidos el compromiso
que hoy no existe, de implementar mecanismos de cooperación
y de información en el proceso de sus patentes, de manera
que se impida la apropiación indebida de recursos genéticos
y del conocimiento tradicional.
El Viceministro subrayó que en ese sentido, el TLC lejos
de constituir una amenaza, es una oportunidad para lograr compromisos
positivos y mecanismos concretos de protección a este tema
fundamental por parte de los Estados Unidos.
MEDIO AMBIENTE
Muñoz dijo, además, que en lo relacionado con el
medio ambiente –al igual que en los demás aspectos-
las negociaciones del TLC también buscan proteger los bienes
que hacen parte del territorio nacional, tal como lo ordena la
Constitución Política.
El funcionario recordó que el artículo 102 de la
Constitución colombiana señala que el territorio,
con los bienes públicos que de él forman parte, pertenece
a la Nación.
En ese sentido –al responder inquietudes que han surgido
entre algunos grupos étnicos- Muñoz negó que
bienes de la Nación, como los ríos y en general sus
recursos hídricos, puedan ser objeto de privatizaciones,
“Se pregunta si se va a privatizar, por ejemplo, los ríos.
Por supuesto que no, los ríos son de la Nación y
seguirán siendo de la Nación; el TLC no contendrá ninguna
norma que promueva una supuesta privatización. Si lo hiciera
sería simplemente declarado inconstitucional”, precisó el
funcionario.
También afirmó que en las discusiones del Tratado
los andinos han reiterado el compromiso de cumplir con sus propias
legislaciones ambientales y con los acuerdos vigentes en la materia,
para avanzar hacia altos niveles de protección ambiental.
“Los países andinos, en primer lugar, estamos buscando
plasmar en el texto del Tratado una conexión muy firme entre
la protección del medio ambiente y el comercio, para lograr
un desarrollo ambientalmente sostenible. En consecuencia, y de
acuerdo con el Tratado, un inversionista extranjero estará sujeto
a los mismos requisitos, a los mismos trámites y licencias
ambientales que hoy se exigen a los inversionistas nacionales”,
recalcó Muñoz.
Y reveló que en forma paralela al TLC se está negociando
un acuerdo de cooperación ambiental que apoye la conservación
y el uso sostenible de la biodiversidad, y que estimule transferencias
de tecnología y fomente la producción y exportación
de bienes y servicios ambientales.
A SALVO DIVERSIDAD ÉTNICA Y CULTURAL
En síntesis, dijo el Viceministro, el TLC no afectará el
reconocimiento y protección de la diversidad étnica
y cultural; la obligación del Estado de proteger las riquezas
culturales y naturales de la Nación; la enseñanza
bilingüe para comunidades con tradiciones lingüísticas
propias; las medidas a favor de grupos discriminados o marginados;
y el derecho a una formación educativa que respete y desarrolle
la identidad cultural.
Así mismo, garantizó que el Tratado protegerá la
protección del patrimonio cultural por parte del Estado;
la circunscripciones electorales especiales; la conformación,
organización y régimen de los territorios indígenas;
la garantía de que la explotación de los recursos
naturales en los territorios indígenas se hará sin
desmedro de la integridad cultural, social y económica de
sus comunidades; la propiedad colectiva de las comunidades negras;
y los demás derechos constitucionales relacionados con los
grupos étnicos.
En ese mismo sentido, aclaró que en el TLC no se negocian
temas como la seguridad nacional, la soberanía y la integridad
territorial o la propiedad de los recursos naturales, como tampoco
privatizaciones de empresas o de servicios públicos.
“El tratamiento de los servicios públicos o de las
empresas públicas se seguirá haciendo de la manera
como se viene haciendo hasta el momento. Es decir, de acuerdo con
la conveniencia nacional”, anunció Muñoz.
Por último, el funcionario manifestó que el Gobierno
ve en el TLC una gran oportunidad para que los pueblos indígenas
aprovechen las posibilidades que se les abrirán, para promover
productos como las artesanías y como los servicios ambientales.