PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN LOS 90 AÑOS
DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE BUCARAMANGA
Bucaramanga, 29 sep. (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante la conmemoración
de los 90 años de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
“Siempre es grato venir a esta tierra. Jamás borraré de
mi memoria aquellas primeras incursiones como candidato a la Presidencia
de la República, cuando en el Aeropuerto de Palo Negro encontraba
una gran pancarta que decía: ‘quien pisa tierra santandereana
es santandereano’, y con afecto lo tomé a pecho y
lo llevaré inserto en mi corazón hasta el fin de
mis días.
He tenido el privilegio de visitar a menudo
Santander, un día
por un tema, al siguiente por un consejo comunitario, al siguiente
por la crisis hospitalaria, después por un consultorio empresarial
o para atender la tragedia de las inundaciones o para mirar el
plan de pavimentos.
Qué grato venir hoy a celebrar con ustedes los 90 años
de esta fructífera labor de la Cámara de Comercio
de Bucaramanga, a imponer a esta meritoria organización,
en nombre del Gobierno Nacional, la Orden Industrial al Mérito,
y a participar con ustedes en el homenaje a estos tres distinguidos
hijos de la tierra santandereana: don Armando Puyana, el doctor
Alfonso Penagos y el doctor Carlos Ardila Lulle.
El relato minucioso de Juan Camilo Montoya,
el destacado director ejecutivo de la Cámara, nos ha dado luces sobre todas las
realizaciones de estos primeros 90 años.
Quiero felicitar a sus fundadores, recordarlos
hoy, a aquellos que presidieron la primera junta directiva el
20 de enero de 1916,
cuando la Cámara había sido creada en 1915.
Quiero recordar a Antonio Barrera, su primer
presidente, a Antonio Castro, su primer vicepresidente, a Víctor Manuel Ogliastri,
su segundo vicepresidente. A todos ellos, a quienes la han dirigido
y hecho grande a lo largo de estos 90 años, gratitud inmensa
en nombre del pueblo colombiano.
Y congratulo a sus actuales directivos, a su junta directiva,
al doctor Rafael Ardila Duarte, su presidente, a Juan Camilo Montoya,
ejemplo de juventud preparada, de juventud con liderazgo, de juventud
al servicio de los intereses superiores de la colectividad.
Hace poco más de dos semanas, en este mismo escenario,
los comerciantes, los pequeños y los medianos empresarios,
asistieron a un nuevo consultorio empresarial, realizado con la
dirección conjunta de la Cámara de Comercio y del
Ministerio de Desarrollo.
Asistí a un largo conversatorio de clausura, y allí vi
con qué objetividad y con qué rigor el doctor Montoya
Bozi hizo un recuento de aquellos puntos en los cuales hemos avanzado
y de los que están pendientes. Nos comprometimos a regresar
en dos meses para hacer una nueva evaluación.
Qué bueno ver a la Cámara de Comercio en la veeduría
de las finanzas públicas, en la veeduría preventiva
de las grandes obras. Esa es una contribución esencial para
que la ciudadanía esté informada, una contribución
esencial para la transparencia, que es un factor para que una democracia
pueda constituirse en una democracia generadora de confianza.
Y vengo hoy a acompañarlos en ese homenaje al liderazgo
y al carácter de don Armando Puyana, a la preparación,
a la creatividad industrial del doctor Alfonso Penagos, y a ese
impresionante liderazgo de creación de industria del doctor
Carlos Ardila Lulle.
Desde todas las regiones de Colombia, desde mi comarca, allí al
otro lado del Río Magdalena, admiramos el empuje santandereano,
el carácter santandereano, el valor que vive el santandereano,
la firmeza santandereana, y hoy venimos a acompañarlos a
ustedes a rendirle un homenaje a la honradez, a la preparación,
a la creatividad y a la entrega al servicio de la comunidad de
estos tres sobresalientes santandereanos homenajeados por la Cámara
de Comercio.
Reitero ante ustedes, mis compatriotas
de Santander, el compromiso de trabajar hasta el último día de la administración
por esta tierra. Con dificultades por una nación que se
endeudó mucho, con dificultades por un fisco que alcanzó un
déficit muy alto.
Mi Dios sabe cómo va haciendo las cosas: a unos les da
chequera grande y a otros muchas ganas de emprender iniciativas.
Qué tal que con todas las ganas que nos ha dado, nos hubiera
acompañado de una chequera grande.
Nos ha tocado trabajar con muchas dificultades,
pero con ganas y con energía y con la compañía del pueblo
ahí vamos remontando las dificultades.
Esta tierra siempre ha ejercido un gran
liderazgo colombiano en educación. Ha avanzado muchísimo en este Gobierno.
Hemos podido contribuir para que siga creciendo la cobertura en
educación básica. Vamos a terminar con un 91 por
ciento. Un buen avance, pero el país se tiene que preparar
para llegar al ciento por ciento de cobertura, y el gran ejemplo
lo tiene que dar Santander porque ha sido líder en educación.
Hemos trabajado para crecer en todo el
país, y aquí especialmente,
la cobertura del Sena, su integración con las universidades,
y para ayudar a resolver problemas financieros como aquellos que
encontramos en la Universidad Industrial de Santander.
La Revolución Educativa es necesaria para que el país
mejore su productividad, para que el país mejore su competitividad,
para que los hijos de los pobres no estén condenados a ser
pobres, para que fluyan los canales de ascenso social, que se construye
en una premisa sin la cual la democracia no halaga a las grandes
mayorías de los pueblos.
Invito a los santandereanos a persistir
por ese camino. Y da gusto ver que el área metropolitana de Bucaramanga ya tiene un
servicio universal de internet inalámbrico. Producto de
esa gran revolución de las comunicaciones a la cual se refería
el doctor Alfonso Penagos, que viene liderando, para bien de toda
la nación, una santandereana sobresaliente, la doctora Marta
Pinto de De Hart. En presencia de sus coterráneos, quiero
dar el testimonio de mi gratitud, de mi admiración, por
lo que ha hecho, y de la ilusión por lo que hará a
favor de Colombia.
Se necesitaba ese coraje santandereano
para atreverse a reformar a Telecom. Se necesitaba ese valor
civil santandereano para atreverse
a reformar a Inravisión. Se necesita esa transparencia santandereana
para decirles a los colombianos, con la sinceridad propia de esta
tierra, que lo hecho en Telecom no es suficiente, que hay que dar
el paso de buscar el aliado estratégico que capitalice la
empresa, que la dote con tecnología de última generación,
que le ayude a Colombia a salvaguardar ese patrimonio público,
a proveer a los compatriotas con servicios de última tecnología
y a garantizar las utilidades para que, transferidas a Telecom
en liquidación, los pensionados de esta empresa puedan tener
la garantía del pago de sus pensiones, y también
que el fisco pueda tener la tranquilidad de que esas pensiones
no se van a trasladar al Ministerio de Hacienda.
Qué bueno, pues, que este país haya visto en un
corto período de tiempo que se ha pasado de 7 millones de
teléfonos celulares a 15 millones a principio de este año,
y que podemos terminar 2005 con 22 millones de celulares, un aparatico
por cada dos ciudadanos. Y que esa revolución silenciosa,
que tanto contribuirá al empleo, la revolución de
las comunicaciones, ha estado dirigida por esta insigne ciudadana
de Santander.
Las reformas son difíciles. En las sociedades democráticas
se les cuestiona, en un medio de absolutas libertades se critica,
pero cuando hay buena fe todos los obstáculos se van vadeando
y finalmente se producen los resultados para bien de la Nación.
Vengo hoy a comprometerme para que Santander
rápidamente
llegue a la plena cobertura en el régimen subsidiado de
salud. El año pasado completamos, en lo que corrido del
Gobierno, una ampliación de 326 mil cupos en este departamento.
En Colombia encontramos 10 millones de ciudadanos en el régimen
subsidiado de salud. Hoy hay 15. Terminaremos el año con
18 millones. Incorporáremos otros 100 mil santandereanos
pobres al seguro de salud, pero no estamos conformes.
Nos encontramos poniendo las bases para
que rápidamente
el país, en nombre de la cohesión social que se requiere
para hacer el tránsito de la Seguridad Democrática
a la paz estable, a la reconciliación definitiva, pueda
decir ante los oídos del mundo que ha logrado plena cobertura
en educación y plena cobertura en salud para los sectores
más pobres de la población.
Tenemos que llegar a 26 millones. Suponemos
que de ellos, que son los más pobres de Colombia, 4 millones están
en el régimen contributivo. Entonces, después de
diciembre, cuando completaremos 18 millones, nos queda la tarea
de un salto de 4 millones para poder decir: Colombia lo logró,
como parte de las metas sociales del Milenio.
Y vengo a comprometerme en Santander para
seguir creciendo los programas de Bienestar Familiar, en favor
de los niñitos
y de los ancianos. Cuando este Gobierno empezó, Bienestar
Familiar tenía 6 millones 100 mil usuarios. Terminaremos
este año con 10 millones.
Dentro de pocos días, le diremos al país que hemos
cumplido la meta de vincular a desayunos un millón de niñitos
menores de cinco años. Dentro de pocos días, 590
mil ancianos de la Patria. Habremos completado esa cifra de ancianos
pobres atendidos por el Gobierno: 190 mil recibiendo un subsidio
financiero y 400 mil recibiendo una comida diaria. Es un gran esfuerzo,
pero insuficiente. La Patria tiene alrededor de 700 – 800
mil ancianos pobres.
Y vengo a comprometerme en Santander con
el Programa Familias en Acción, que ya alcanza en el departamento a beneficiar
a 73 mil 800 personas. En Colombia terminaremos el año con
500 mil familias protegidas por este subsidio para garantizar la
educación de sus hijitos y su nutrición, pero es
insuficiente. El país se tiene que preparar para llegar
a un millón de familias subsidiadas para la nutrición
y la educación de sus hijitos, a fin de que Colombia pueda
decir: estamos dando pasos importantes para construir una sociedad
justa.
Y vengo a reiterar en esta tierra mi compromiso
con sus obras de infraestructura. Es grato decir que en el Plan
2500, cuyos contratos
están adjudicados en la totalidad, Santander es el departamento
con mayor participación. Pero no estamos satisfechos.
Hace pocos días, en el Consejo Comunitario de El Socorro,
reclamaban la pavimentación de más vías. Estamos
ya trabajando un nuevo plan de pavimentos para entregarlo a la
próxima administración debidamente planificado, para
que pueda avanzarse en la integración definitiva de todos
los municipios de este departamento y de los diferentes departamentos
de la Patria, a través de buenas carreteras.
Porque comprendo que cuando hemos hecho
ese gran esfuerzo, todavía
quedan muchas aspiraciones sin colmar. Me lo decían sus
coterráneos en Málaga: ‘Presidente, está bien
pavimentar otros 25 kilómetros en la carretera de Los Curos
a Málaga, pero son 125. Apenas quedará un pequeño
tramos pavimentado’.
Por eso hay que trabajar de día y de noche, con afecto
por Colombia, con total honradez, para que se vea un ritmo más
acelerado en el avance de estas obras.
Vengo a reiterar mi compromiso con el sistema
de transporte masivo de Bucaramanga y de su área metropolitana. Lo sentimos en
el alma. Me han dicho que es temprano adelantarlo en esta ciudad
porque es una ciudad muy cómoda en vías, pero creo
que es el momento oportuno.
La ciudades, para dotar a su pueblo de
calidad de vida, no pueden permitir que atardezca. Hay que hacerlo
tempranito. Bucaramanga
está en un momento ideal para sumarle a su muy cómoda
infraestructura el sistema de transporte masivo, que le ahorrará a
los sectores populares costos, tiempos de desplazamiento, les dará oportunidad
de gozar más con la familia, de atender más al estudio
y de dedicar más tiempo a la recreación.
Abierta ya, en la primera etapa, la licitación inicial,
esperamos que se llegue a un acuerdo sobre las normas contractuales
con el Banco Mundial, y confiamos que allí también
va a estar la Cámara de Comercio, pendiente, ejerciendo
una veeduría que garantice total transparencia.
Y reitero mi compromiso para que en los
pliegos de condiciones, a fin de seleccionar el operador, se
garantice que este sistema
no va a desplazar el transporte local, sino que el transporte local
va a ser el principal participante en la operación del sistema.
Eso es necesario para que toda la ciudadanía tenga confianza
en el sistema.
Llamaría a la Alcaldía de
Floridablanca y a su honorable Concejo para que tomen las decisiones
pertinentes, a fin de que
no se queden por fuera.
Tuvimos dificultades con Girón, pero se superaron. Esta
semana se firmó el acuerdo, con la concesión de Los
Comuneros, para construir el tercer carril en la vía de
Bucaramanga a Piedecuesta, lo que habrá de facilitar mucho
la construcción del sistema de transporte masivo.
Y esta semana también abrimos la primera parte de la licitación
para la concesión vial de la Cempal, que va a tener unos
aportes en comodidad urbana bien interesantes, el primero de los
cuales la doble calzada de Bucaramanga a Lebrija.
Pero no estamos contentos. Hay que pensar
cómo vamos a
financiar definitivamente la carretera de La Gómez al Río
Magdalena, porque los recursos de esa concesión serán
suficientes para la comodidad urbana, pero insuficientes para poder
destinar algunas partidas a la vía de La Gómez. Tenemos
que buscar, con muchísimo cuidado, cómo la vamos
a financiar.
Y vengo a Bucaramanga a reiterar mi compromiso
con grandes obras. Yo, que vengo de una tierra pionera en hidroeléctricas,
sé cuánto representa para los santandereanos el proyecto
hidroeléctrico del Río Sogamoso. No es fácil
emprenderlo con recursos del Estado, dado el costo y dada la situación
fiscal de la Nación, pero reitero todo nuestro compromiso.
La semana pasada, cuando celebrábamos los primeros 10 años
de Isagen, instalamos un grupo encabezado por el Ministro de Minas,
para que todos los generadores de energía busquen asociarse,
a fin de poder desarrollar dos proyectos hidroeléctricos
estratégicos para Colombia: Sogamoso en Santander y Pescadero
en Antioquia.
Dedicaré energías, sin promesas, hasta el último
día de gobierno para poner las bases, a fin de que se pueda
construir este sueño de los santandereanos que tanto le
va a aportar a Colombia, en un momento en el cual la falta de energéticos
se puede constituir en un factor de una nueva crisis mundial.
Con petróleo a 70 dólares, con países que
tienen declinación en la producción de petróleo
como Colombia, con otros países que no producen petróleo
ni combustibles alternativos, el mundo puede ver una crisis que
paralice su economía. El mundo puede ver que muchos países
que se habían comprometido con dedicar ingentes recursos
a cumplir las metas del Milenio, tendrán que desviar esos
recursos a comprar la ganancia energética en perjuicio de
la reivindicación de los pobres.
Hay que llamar la atención sobre esto que se observa en
el devenir de la economía mundial, para que los técnicos
pongan mayor entusiasmo a proyectos hidroeléctricos, como
el proyecto de Sogamoso.
Y vengo a Santander a renovar mi compromiso
con su sector agropecuario. Veo con mucha ilusión que este departamento pueda ser pionero
en la producción de biocombustibles, en la producción
de biodiesel a partir de palma africana.
Miro con preocupación que no hemos podido despegar el proyecto
para alcohol carburante de la Hoya del Río Suárez.
Entre este septiembre y el próximo mes de enero, empezarán
cinco fábricas a producir alcohol carburante: una en el
Cauca, otra en Risaralda y tres en el departamento del Valle.
Seguiremos buscando alternativas para que
se instale la siguiente planta en la Hoya del Río Suárez, a fin de reivindicar
el minifundismo panelero de Santander y de Boyacá, a fin
de producir ese carburante tan necesario, para que nos ayude a
mitigar la crisis del petróleo y para entrar a cumplir una
función ambiental requerida.
Tenemos las aspiraciones de ustedes, más que en la mente
en el alma. Quisiéramos haberlas realizado todas, pero las
circunstancias son difíciles. Cuenten que trabajando hombro
a hombro con ustedes, ahí las iremos resolviendo. Aspiro
que cada vez que pueda visitar esta tierra se pueda resolver un
problemita.
Del aeropuerto acá me decía el Gobernador encargado
que faltan unas firmas todavía para que en el Ministerio
de Protección Social se autorice la reestructuración
de varios hospitales municipales, a fin de hacer con ellos la misma
reestructuración que hicimos con el González Valencia.
Voy a estar pendiente para que ese problema
les quede resuelto rápidamente. Porque me he sentido muy vanidoso de Santander
y en todas partes del país he dicho que el ejemplo de transformación
del antiguo Ramón González Valencia en el nuevo Hospital
Universitario, hay que seguirlo. Hace parte de los 111 hospitales
públicos reestructurados por este Gobierno, a partir de
la idea que la salud pública no se puede privatizar pero
que tampoco puede dejarse que el desgreño la anule.
El nuevo Hospital Universitario es una
gran creación y
en las manos de ustedes está el reto de mostrarlo ante el
mundo como el hospital público más eficiente de Colombia
y del universo democrático. Y queremos apoyar para que se
siga haciendo lo propio en los otros hospitales públicos
del departamento.
Yo no participo de la idea de privatizarlo
todo. Yo creo en un Estado con gran participación de la comunidad, como lo hemos
hecho con tantas reuniones comunitarias en Santander, con tanto
apoyo de la Cámara de Comercio.
Creo sí que el Estado, sus hospitales, tienen que servir
no a la politiquería, no al clientelismo, no a la corrupción,
sino a los intereses superiores de la comunidad. Eso es lo que
jalona, eso es el hilo conductor de nuestra reforma del Estado.
El doctor Juan Lozano me ha confirmado
que ya se ha agotado todo el proceso que permitirá abrir rápidamente a Coopcentral,
un ente cooperativo tan sentido en esta tierra. Aspiro a venir,
dentro de pocos días, visitar las instalaciones de Coopcentral,
encontrarme allí con sus funcionarios y con algunos de sus
afiliados y poder mirar tranquilos y decir: la entidad va para
adelante, tengan plena confianza en ella, porque no podemos quedar
mal a la tradición cooperativa de Santander.
Y los invito para que ustedes jalonen el
proceso de que el sector cooperativo, como lo convinimos el pasado
viernes en Cartagena,
adquiera Megabanco, que está saneado, en muy buenas condiciones,
y el Gobierno está dispuesto a lograr ese acuerdo con el
sector cooperativo, para que allí los sectores populares,
los pequeños empresarios, los medianos empresarios, tengan
una alternativa de acceso democrático al crédito.
¡Qué bueno que pudiéramos firmar en esta capital
cooperativa de Colombia la venta al sector cooperativo de Megabanco
para tener en él un nuevo instrumento de crédito
popular!
Soy conciente de las preocupaciones de
ustedes por su pequeña
empresa. En buena parte iluminados por argumentos de pequeños
empresarios santandereanos, nos hemos visto obligados a aplicar
salvaguardias a confecciones chinas y a sus zapatos, no por razones
políticas, queremos las mejores relaciones con China, pero
sí por razones sociales y económicas.
Lo he dicho en todos los foros, que antes
que seguir asistiendo a la quiebra de la pequeña empresa del calzado, que antes
que asistir al fantasma perturbador de que se cierren pequeñas
factorías de confecciones que alimentan el mercado nacional,
hay que imponer salvaguardias, enfrentar el contrabando, elevar
los precios aduaneros de referencia y hacer lo que esté al
alcance de los instrumentos del Estado para salvar el empleo.
Sé que ustedes tienen preocupaciones sobre el TLC, que
no lo queremos firmar por razones ideológicas sino por necesidades
de acceso al mercado.
Cuando un país es gran productor de petróleo o de
acero, no necesita acuerdos de mercado para que le compren el petróleo
que se lo arrebatan. Pero cuando un país tiene que competir
con la agricultura, la manufactura, la pequeña empresa,
la confección, los textiles, los zapatos, ese país
tiene que lograr acuerdos de comercio para ganar acceso a los mercados.
Tengan la seguridad de que una primera
prioridad en el TLC es proteger la industria avícola, que tiene su epicentro más
importante en esta tierra santandereana.
Yo miro con ansias de niño velón a Santander desde
la ventanilla de cualquier avión o de cualquier helicóptero.
Me fijo con cuidado cuando se cruza de Moniquirá a Barbosa.
Mira uno esa bella topografía que lo va conduciendo al Socorro,
después a San Gil, el nuevo conjunto entre el río
Fonce y el río que viene de Boyacá, el que nos forma
ese bellísimo Cañón del Chicamocha. Después
la Mesa de los Santos y los valles que van formando Piedecuesta,
Florida, Bucaramanga, la abrupta cordillera más abrupta
en el norte y las sabanas fértiles e importantísimas
del Valle del Magdalena.
Miramos con mucha atención todo eso y no se nos escapan
otras aspiraciones como la carretera del Carare. Prácticamente
faltando uno o dos kilómetros ya está pavimentado
el tramo que llega hasta Vélez. Está adjudicado en
el Plan 2500 el tramo Cimitarra-Troncal del Río Magdalena,
e incluiremos en el plan que le entregaremos a la próxima
administración el tramo entre Landázuri y Cimitarra,
que es una necesidad de Santander y de la Patria.
Y tengan ustedes la certeza que no ahorramos
un minuto para derrotar el terrorismo. Esta tierra estuvo muy
golpeada por el secuestro
y el terrorismo. La queremos libre de bandidos, como queremos a
toda Colombia, una Colombia sin terrorismo, una Colombia sin guerrilla,
una Colombia sin paramilitares, una Colombia sin drogas ilícitas,
una Colombia que honre la democracia, que honre las libertades
y reivindique a los pobres.
Déjenme decir en palabras simples, como lo enseñan
en esta comarca, la derrota del terrorismo a las buenas o a las
malas, pero es irrenunciable para que las nuevas generaciones de
colombianos puedan vivir tranquilos y felices.
Cada vez que tenemos un revés, llamó a los Generales
de la República, a los comandantes de la región o
a los nacionales a estimularlos, a apoyarlos, a corregir procedimientos
operativos, a decirles: una Colombia, un Santander sin asesinatos,
sin secuestros, para que la gente pueda trabajar tranquilamente.
A decirles: recuerden el himno de Santander, apliquémoslo
al noble propósito de la seguridad.
¡Santandereanos, siempre adelante!
¡Santandereanos, ni un paso atrás!
Me lo leo para que Dios no me deje aflojar
en ese propósito.
Y repito con ustedes, con emoción profunda, con ejemplo
santandereano y con sentimiento de la Patria entera:
¡Con el coraje por estandarte y por
escudo la libertad!
¡Santandereano, siempre adelante!
¡Santandereanos, ni un paso atrás!
Felicitaciones por esta efemérides”.