Dice el Jefe de Estado
LA INVERSIÓN GARANTIZA SEGURIDAD DEMOCRÁTICA Y
RECURSOS PARA LA POLÍTICA SOCIAL
Bogotá, 11 abr (SNE). Mantener y consolidar las altas
tasas de inversión que ha logrado Colombia en los últimos
años, es una de las condiciones indispensables para garantizar
la política de Seguridad Democrática y asegurar
los recursos que financien la política social.
Así lo aseguró el presidente Álvaro Uribe
Vélez en el foro “Las oportunidades que tiene Colombia”,
organizado por la Asociación de Fiduciarias.
“Quiero confesarles a ustedes que mi preocupación
diaria, más que por el crecimiento, es por las tasas de
inversión. Me parece que lo que nos puede garantizar a
futuro altos crecimientos, sostenibilidad de la Seguridad Democrática
y financiación de la política social, son altas
tasas de inversión”, dijo ante los asistentes al
evento.
Recordó que durante su primer Gobierno (2002-2006) se
pasó de tasas de inversión que representaban el
12 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), a tasas de inversión
del 26 por ciento.
Pero esas mejores y mayores tasas de inversión no están
concentradas en el sector público –como ocurre en
otros países- sino en el sector privado y en todas las
actividades económicas.
En el caso de Colombia, de los 26 puntos de aumento de la inversión,
19 son del sector privado y están irrigados en todos los
sectores de la economía, más destacable aún
si se recuerda que en 2002 apenas la inversión privada
representaba entre un 6,5 y un 7 por ciento del PIB.
Reiteró que por eso el objetivo de su Gobierno es consolidar
una tendencia de largo plazo de altas tasas de inversión
en nuestro país.
¿Cómo se garantiza tener altas tasas de inversión?
Primero, el concepto de Estado que aplica su administración,
un Estado que no obstruye la inversión privada, pero que
exige a esa inversión privada responsabilidad social.
Segundo, la política de Seguridad Democrática.
Tercero, la institucionalidad colombiana.
Cuarto, nuestra política económica.
BENEFICIOS EN MARCHA
Uribe recordó los beneficios de las reformas aprobadas
el año pasado por el Congreso de la República en
materia tributaria, de estabilidad de reglas a los inversionistas,
en materia pensional, y los profundos beneficios de la reforma
administrativa emprendida desde el primer día de su Gobierno.
En el campo tributario el objetivo fue no reducir las tarifas
a todos los sectores sino a los que crecen, y crear estímulos
a la inversión, pese a que para la doctrina económica
colombiana eso no era viable.
Dijo que esa doctrina económica colombiana consideraba
que la inversión no era sensible a los estímulos
diseñados y aprobados, pero lo que se ha visto en los últimos
años es que sí hay una gran sensibilidad, hay una
gran respuesta de la inversión a estos estímulos,
tal y como lo muestran las tasas de inversión y las consultas
a los inversionistas.
En tributación hay estímulos genéricos
y específicos. El estímulo general más importante
es la deducción del 40 por ciento a las inversiones generadoras
de renta.
Entre los específicos resaltó el Mandatario los
estímulos a los biocombustibles, la exención en
los impuestos global y de ventas; a los cultivos de tardío
rendimiento (palma africana, inversiones forestales, frutales,
caucho, cacao); al turismo ecológico y a la construcción
y remodelación de hoteles; a la exploración de
hidrocarburos, y al software que tenga un agregado importante
en Colombia.
Destacó la reforma a las zonas francas, pues ya Colombia
cuenta con una norma estable en el largo plazo y en armonía
con la Organización Mundial de Comercio.
Las empresas que se establezcan en las zonas francas tendrán
una tarifa de renta del 15 por ciento (por fuera es del 38 por
ciento), y además se pueden beneficiar simultáneamente
de estímulos como la deducción del 40 por ciento
a la inversión en activos productivos.
Otro aspecto importante que se incorporó en las zonas
francas fue el de monousuario, lo que quiere decir que la empresa
que quiera operar como zona franca para el mercado exportador,
no tiene que ubicarse dentro de los perímetros específicos
de las zonas francas sino que puede pedir que se le clasifique
como monousuario y se le reconozcan los beneficios como si estuviera
en zona franca.
Un beneficio adicional es el requerimiento del número
de empleados para poder gozar de los beneficios de zona franca.
Explicó el Mandatario que no necesita cumplirse contabilizando
solamente los empleos de la parte industrial, sino que a esos
empleos de la parte industrial se le pueden sumar los empleos
que se generen en la parte agrícola –por ejemplo
en el caso de los biocombustibles-, que laboran en la materia
prima.
“Si en la planta hay 500 trabajadores, si en los cultivos
que alimentan la planta hay 20 mil, entonces ya suman 20.500
para poder completar el requisito de número de empleos
a fin de que clasifique como zona franca”, explicó el
Jefe de Estado.
En el caso de la Ley de Estabilidad para los inversionistas,
señaló que ya hay más de 60 solicitudes
que se aspira a tramitar en las próximas semanas.
Esos pactos de estabilidad con los inversionistas son fundamentales,
pues con ellos se da certeza de largo plazo sobre las reglas
de juego en Colombia, lo cual ayudará a consolidar la
confianza y a mantener e incrementar las tasas de inversión
en Colombia.