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11 de Abril

PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN LANZAMIENTO DEL CORRESPONSAL NO BANCARIO DEL CITIBANK

Bogotá, 11 abr (SNE). Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante el lanzamiento del corresponsal no bancario del Citibank, evento realizado en la Biblioteca Pública El Tintal de la capital del país.

“Déjenme decirles dos cositas sobre el modelo colombiano que nosotros queremos impulsar. Un modelo de Estado garantista de la inversión privada, pero exigente de la responsabilidad social. Ni desmantelar el Estado ni estatismo. Decirlo es muy importante, y practicarlo, sobre todo en este debate de América Latina, para poder consolidar nuestro gran objetivo: confianza en Colombia.

Nosotros no hemos creído ni en aquello que se practicó en décadas de 80 y 90 en algunos países latinoamericanos del desmantelamiento del Estado, pero tampoco en el estatismo que ahora quiere revivirse en muchas partes del continente y que puede cometer el grave error de ahuyentar la iniciativa privada.

Tenemos tres objetivos de gobierno:

Consolidar la Seguridad Democrática. Los grandes patrimonios del país, patrimonios fiscales de más de tres mil millones de pesos, con el impuesto provisional transitorio al patrimonio nos están ayudando.

Hemos avanzado mucho, pero el Gobierno no puede pensar en los avances. El Gobierno tiene que pensar es en los problemas que hay que corregir de seguridad.

Iba muy bien la Semana Santa. Y comparada con los procesos anteriores de Semana Santa, está muy bien, pero con dos lunares. Lo que pasa es que antes eran tantos los casos, que uno no se notaba. Dos lunares: el carrobomba del amanecer del domingo al lunes en Cali, y los cuatro compatriotas que permanecen secuestrados en Urabá, que aspiramos a liberarlos.

Primero, consolidar la Seguridad Democrática. Segundo, consolidar las tasas de inversión en Colombia. Y tercero, cumplir las metas sociales.

Colombia hace cinco años tenía tasas de inversión del 12 por ciento. El año pasado del 26. Lo más importante es que la tasa de inversión del sector privado era del 6,5. El año pasado fue del 19.

Una cosa es tener altas tasas de inversión por obra del Estado, un Estado que tenga abundantes recursos de hidrocarburos, etcétera, y otra más importante en el largo plazo es consolidar las tasas de inversión del sector privado, con responsabilidad social.

¿Cómo vemos nosotros que deben cumplir los inversionistas la responsabilidad social? Unas relaciones transparentes con el Estado. Que no haya corrupción en la adjudicación de contratos, de concesiones. Transparentes en la tributación. Unas relaciones solidarias con las comunidades del entorno. Y unas relaciones laborales no caracterizadas por el capitalismo salvaje, no caracterizadas por el odio de clases, sino caracterizadas, guiadas por la fraternidad cristiana.

¿Qué tipo de sociedad queremos? Una sociedad colombiana pluralista, fraterna. Pluralismo con permanente debate, agitación de tesis, pero con el propósito siempre de superar antagonismos, construir opciones.

Nosotros hemos venido creando unos mecanismos bien importantes para consolidar confianza inversionista. Además del concepto de Estado, que es muy importante. Porque cuando hay todas las tentaciones estatistas es muy importante repetir: Colombia es garantista de la inversión privada.

Eso tiene que ser un gran factor de atracción de capitales propios y de capitales ajenos y de capitales internacionales.

Lo segundo es con la Seguridad Democrática, lo tercero es con la tributación, lo cuarto es con la estabilidad de las reglas de juego.

Por ejemplo, este país nuestro era muy adverso en la doctrina económica a utilizar los incentivos tributarios para estimular la inversión. Cuando empezamos a introducirlos en nuestra primera reforma tributaria de 2002, muchos de los analistas escribieron y dijeron que eso no iba a ser importante, porque Colombia históricamente veía que no había sensibilidad de la inversión a los estímulos tributarios. Del 2002 a la fecha se ha demostrado todo lo contrario.

Tenemos estímulos tributarios específicos y generales.

Específicos para los combustibles biológicos, para los cultivos de tardío rendimiento, específicos para el turismo.

Un hotel que se construya hoy en Colombia tiene 30 años se exención tributaria. Un hotel que se remodele en Colombia, la parte de los ingresos gravables correspondiente a la inversión de remodelación tiene 30 años de exención tributaria. Las empresas de turismo ecológico son unas empresas exentas. En fin, tenemos una serie de incentivos bien importantes.

Y el incentivo general: una deducción del 40 por ciento a las nuevas inversiones en Colombia.

La idea nuestra no es rebajar y rebajar impuestos. Porque está demostrado que las reducciones de impuestos pueden ser regresivas en materia de distribución y no garantizan crecimientos de inversión.

La idea nuestra es estimular la inversión. Decirle al contribuyente: nosotros no le rebajamos la tasa de contribución porque sí. Le damos deducciones, y son bien importantes.

Hoy un contribuyente que invierta en Colombia tiene una deducción del 40 por ciento. Si invierte 100 pesos, el Estado le deduce 40 de su renta líquida gravable. Eso equivale a que de los 100 pesos que invirtió, el Estado le regala, le aporta para esa inversión 12,8.

Y eso tiene que ser un gran camino a los objetivos del crecimiento de la economía, que son: el empleo con afiliación a la seguridad social, de buena calidad, y la superación de la pobreza.

Otro estímulo bien importante es el de las zonas francas especiales. Zonas francas con una nueva modalidad en Colombia y ajustadas a la Organización Mundial de Comercio.

Miren esto: allí la tasa de impuestos es del 15 por ciento. Y esa tasa converge con la deducción del 40. O sea que una zona franca donde los usuarios estén creciendo, esa zona franca le da al usuario la tarifa de renta del 15 y además le da la deducción tributaria del 40.

Y es bien importante en el sector agropecuario. Creo que los bancos nos pueden ayudar a financiar todos los proyectos del sector agropecuario. Vamos a necesitar que todos los bancos incursionen en ellos.

Porque las zonas francas que se instalen hoy en el campo (y es muy promisorio el sector de combustibles biológicos), las zonas francas para tener derecho a los beneficios tienen que generar equis número de empleos.

Pensemos en una planta de combustibles biológicos en el Llano. Entonces, para cumplir el requisito, se suman los empleos generados en la parte industrial más los empleos generados en los cultivos. Y eso tiene que ayudar muchísimo.

Y a eso se suma nuestra ley que nos permite los pactos de estabilidad a los inversionistas. El Citibank hace una gran inversión en Colombia hoy, el Gobierno está autorizado por ley, a través del Ministerio de Comercio, de hacer un pacto de estabilidad con la entidad.

El año pasado se frenaron algo los pactos de estabilidad por la reforma tributaria. Porque tanto el Ministro de Hacienda como el Ministro de Comercio dijeron: no es prudente en este momento, que se va a cambiar la normatividad tributaria, hacer pactos de estabilidad. Pero ya se han reiniciado. En este momento estamos tramitando más de 60 pactos de estabilidad, con más de 60 inversionistas en nuestra Patria.

Primer objetivo, la Seguridad Democrática. Segundo objetivo, igualmente importante, las tasas de inversión. Tercer objetivo, de la mayor importancia, la política social.

Unas metas muy ambiciosas en educación básica, Sena, universidad, Icetex. Unas metas muy importantes en salud: plena cobertura. Una meta muy importante: millón y medio de Familias en Acción. Bogotá va a tener para septiembre 100 mil Familias en Acción. Y una meta muy importante en Banca de Oportunidades: cinco millones de microcréditos en este Gobierno.

Y necesitamos que todo el mundo ayude.

Algún día le conté al profesor Muhammad Yunus cómo estábamos concibiendo esto y él me dijo: Cuénteme la institucionalidad.

Y le dije: Nosotros estamos buscando comprometer a toda la banca pública y a toda la banca privada. A las Ong’s y fundaciones dedicadas al microcrédito. Comprometer también el Fondo de Garantías de la Nación, que ha crecido mucho. Unos recursos del presupuesto para apoyar estas redes, etcétera.

Él en principio tenía dudas, pero después empezó a reflexionar y me dijo: Sí, lo que pasa es que la institucionalidad colombiana es muy rica. Eso no lo tenía Bangladesh, cuando él empezó el Banco de los Pobres. Entonces allá tuvieron que hacer un banco específico, que se fue formando gracias al esfuerzo de Muhammad Yunus.

Aquí la idea de tener un solo banco sería obsoleta y sería bastante limitada en sus alcances.

Banco Agrario, con esa tradición, y tiene 720 oficinas. Banco del Café, que acaba de venderse, 280 oficinas. Es muy poco para el tamaño del país.

Entonces a nuestra consultora Beatriz Marulanda se le ocurrió. Un día dije yo: “No vendamos el Banco del Café”. Y ella, más terca que yo, me ganó, porque me llevó a convencerme que lo vendiéramos, que no era solución para Banca de Oportunidades, que la solución era vincular todo el sector financiero público y privado, las Ong’s, etcétera.

Y la verdad es que los hechos están mostrando que Beatriz tenía razón. Que con esto podemos tener una cobertura mucho más grande de la que estuviéramos logrando si la idea de Banca de Oportunidades hubiera sido crear o dedicar un banco a ese tema. Confío que esto va a ser muy grande.

¿Y qué ha hecho el Gobierno para ayudar a que esto se dé?

Primero, crear confianza inversionista en Colombia. Segundo, el decreto de corresponsales no bancarios.

Cuentas del Banco Agrario (no sé en el Citi): al Banco Agrario una sede tradicional le cuesta instalarla 300 millones, sostenerla 25 millones de pesos al mes. Un corresponsal no bancario le cuesta instalarlo 30 millones, sostenerlo un millón al mes.

Allí está la ventaja para la entidad financiera y la ventaja para los colombianos. Lo hemos visto por los tres compatriotas que por aquí han pasado. La cercanía. Por ejemplo, la señora, para pagar su cuenta de servicios públicos, va a ahorrar mucho en tiempo, va a ahorrar mucho en pasajes de bus, de Transmilenio. Va a tener un corresponsal bancario a distancia de caminada de su casa.

Esto nos permite un cubrimiento del país muy acelerado, con un costo de inversión muy bajo, en comparación con las sedes bancarias tradicionales y con grandes beneficios para los compatriotas usuarios.

¿Cuándo íbamos a pensar nosotros que el Banco Agrario pudiera abrir otras 600 oficinas en Colombia? Y ahora las va a abrir, gracias a este sistema.

¿Cuándo íbamos a pensar nosotros que el Citi pudiera tener inicialmente 3.200 oficinas y le van a agregar, en el acuerdo con Gtech, otras 1.700 ó 1.500. Es que yo estaba pensando que se acercaran más a 5 mil. Breguen a redondear la cifra, que es más fácil hablar de 5 mil. Van a ser más de 5 mil. Era impensable. El sistema lo permite.

Hablando con los compatriotas en las regiones, les he dicho: la diferencia es que la oficina bancaria tradicional es costosa de instalar y de sostener, muy restringida en horarios, muy lejana para muchas personas.

En algunas regiones de Colombia, para abrir una oficina del Banco Agrario había que hacer una inversión enorme y le lograban poner un teléfono de vieja tecnología. Entonces quedaba con un edificio muy grande, costoso de construir, costoso de sostener y con muy mal soporte de comunicaciones.

Hoy es un toldo en una droguería, como la Droguería de Orlando, con un avisito aquí, y este es el espacio que ocupa, pero con un motor de comunicaciones excelencia, de última tecnología.

Creo que esta es una revolución para el país. Por eso para el Gobierno fue muy importante haber dictado el decreto autorizando los corresponsales no bancarios.

El segundo apoyo del Gobierno es que corrimos el riesgo político de modificar las certificaciones de tasas de usura. A mis compañeros de Gobierno y a mí nos daba temor. Pero aterrizamos. Era una realidad. La verdad es que para poder masificar el microcrédito en Colombia, nosotros necesitamos todos los actores: banca pública, privada, etcétera. Y ellos, para expandir su mercado en Colombia, necesitan llegarle al microcrédito.

Y requeríamos certificar de manera diferencial las tasas de usura. El Gobierno ya cumplió la palabra empeñada en los acuerdos con el sector financiero. Creo que esto facilita la masificación del microcrédito.

Yo estoy dispuesto a sostener, durante los años que le quedan al Gobierno, la tasa de usura de microcrédito definida. Y hacerlo con suficiente antelación para que no haya temor.

Y eso facilita también todas las tarjetas de crédito de consumo que están llegando al país, que ayudan mucho. Porque estaban muy a la expectativa de poder tener unas tasas que les permitieran su viabilidad. Eso también ya el Gobierno lo ha producido. Creo que debe haber tranquilidad.

Otra manera como podemos ayudar es a través de los redescuentos. Todo ese sector de Ong’s, con el que ustedes trabajan para el microcrédito, que hoy ve la posibilidad de redescuento en Bancoldex. Y es un redescuento creciente.

Y otra manera es a través del presupuesto de Banca de Oportunidades. El Congreso nos dio para este año 120 mil millones, y aspiramos que eso ayude mucho a toda esta expansión.

Pero creo mucho que la confianza inversionista del sector privado en Colombia sea fundamental para poder cumplir este programa. Creo que va a ser el recurso más importante: el recurso de confianza.

Y déjenme decir algo: un microempresario colombiano que le debe a una prendería, que le debe al pagadiario, al gota a gota, como lo llaman en muchas ciudades, que debe un crédito de usura, el día que un banco le hace un crédito de Banca de Oportunidades, va y paga la obligación con la usura y se libera de ese problema, ese día se reconcilia con el sector financiero.

Creo que una de las derivaciones importantes y de mucho valor en este proceso, es que va a ayudar a reconciliar a los colombianos con el sector financiero.

Uno lo veía la semana pasada en Valledupar. Porque nosotros tenemos que mirar el país con un prisma completo. No mirar solamente el círculo de clientes tradicionales de un banco, sino la manera como la opinión en general mira a todas las instituciones.

Y a mí me parece que un sector financiero al servicio de los sectores populares de la Patria, ayuda mucho a tener en Colombia una democracia con toda la solidez, un país seguro, un país equitativo, un país fraterno. Y se gana el cariño, el aprecio, la confianza, no solamente de sus clientes tradicionales sino de todos los colombianos.

Si ustedes tuvieran dos o tres preguntas que formular, con el mayor gusto. Y quiero felicitar muy de verdad al Citi y quiero felicitar muy de verdad a Gtech”.

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