Aracataca 14 abr (SNE). En pleno corazón de la Sierra
Nevada de Santa Marta, el presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez, se vistió por unos minutos con el
atuendo típico de los Mamos de las comunidades indígenas
arhuaca y kogui.
El particular episodio ocurrió en horas de la mañana
durante la inauguración de Gúnmaku, el primero
de los siete pueblos indígenas que estarán ubicados
en la Sierra Nevada, y con los cuales se busca establecer una
talanquera de protección ambiental en la zona.
“Esta mañana inclusive me sorprendieron, lo que
nunca esperaba en mi fisonomía ni en mi espíritu:
los Mamos, en un gesto de confianza, me entregaron su atuendo
tradicional que tanto me honra, y que comparto hoy con los
soldados y policías de Colombia, y con todos mis compañeros
de Gobierno”, dijo el Presidente Uribe.
Durante el Consejo Comunal de Gobierno en el municipio de
Aracataca, el Mandatario dijo que Gúnmaku es el primer
pueblo levantado en la Sierra, gracias a un esfuerzo concertado
entre las comunidades indígenas y el Gobierno Nacional,
a través de la Consejería para la Acción
Social.
El Jefe de Estado anunció que la intención del
Gobierno Nacional es construir otros seis pueblos indígenas
en la región.
“Quiero decir a mis compatriotas del Magdalena que el
pueblito Gúnmako, que inauguramos esta mañana,
no es el final de la obra, es el principio de la obra”,
subrayó Uribe Vélez.
Según dijo, en los 360 grados de circunferencia de
la Sierra Nevada habrá otros seis pueblos, para que
desde allí los Mamos y las autoridades indígenas
le pongan orden a una zona que todos los colombianos quieren
ver libre de guerrilla, de paramiliatres, de coca y de marihuana.
La construcción del pueblo busca resguardar la cultura
de las comunidades arhuaca y kogui de la Sierra Nevada de Santa
Marta. Además, les servirá a los indígenas
para cuidar y recuperar todos los nacimientos de agua.
“Será una Sierra que respete las costumbres de
las comunidades ancestrales, con turismo ecológico ordenado,
con los bosques en plena recuperación, cuidados por
los guardabosques y con el recurso hídrico protegido
para la eternidad”, indicó el Mandatario.
El presidente Uribe recordó que al principio de su
Gobierno, en el primer Consejo Comunal en la Sierra Nevada,
en Nabusimake, un Mamo le dijo que las comunidades indígenas
no tenían confianza en las autoridades, porque había
confusión a la hora de distinguir a los miembros de
la Fuerza Pública.
“Ese día tomamos una decisión y ha servido.
Tomamos la decisión de tener un oficial del Ejército
como oficial de enlace y de construcción de confianza
con las comunidades indígenas, y esta mañana
encontramos el ambiente trasformado: ya no hay suspicacia,
están hermanas las comunidades indígenas de la
Sierra y los compañeros soldados de la Patria y los
policías de la Patria”, agregó.
Explicó que gracias a la política de Seguridad
Democrática, la Sierra Nevada de Santa Marta ha avanzado
mucho en seguridad, en recuperación ecológica,
y en una gran confianza entre las comunidades indígenas
y la Fuerza Pública.
“General Padilla, esta semana hablamos mucho, estando
en Cali, estando en Urabá, del proceso de construcción
de confianza de la Fuerza Pública con las comunidades
indígenas de la Sierra, y hoy pudimos constatar la utilidad
de ese proceso. Lo vamos a mantener en la Sierra y desde esta
semana se replica en las comunidades rurales de Urabá y
en Achicayá en el Valle del Cauca”, señaló el
Jefe de Estado.
¿CÓMO ES GÚNMAKU?
Tras inaugurar el pueblo, el Presidente Uribe destacó que “Gúnmaku
es la garantía de eternidad de la Sierra Nevada, de
una paz eterna, de una tranquilidad eterna y de una recuperación
ambiental eterna”.
El pueblo indígena está ubicado en jurisdicción
del municipio de Aracataca, Magdalena, en el corazón
de la Sierra Nevada de Santa Marta. Está conformado
por 50 viviendas tradicionales (chozas pequeñas cubiertas
con paja, construidas por pares una enfrente de otra), dos
casas ceremoniales, centro de salud, colegio, acueducto y comedor
comunitario.
En su construcción, el Gobierno Nacional invirtió un
total de 3.196 millones de pesos, lo que incluyó la
elección y compra del sitio, el diseño de sus
viviendas, el lugar de reunión y las casas ceremoniales.
Gúnmaku beneficia a más de mil indígenas
de las comunidades de Jechinkin, Serankwa, Mamankana, Gúnmaku
y Dwanawimaku, ubicadas en la cuenca del río Aracataca.
También es el resguardo de 950 indígenas Kogui
de las comunidades de Mamarongo, Cherwa, Mamarongo y Munkwawimaka,
situadas en la cuenca del Río Tukurinka, y colonos asentados
en las veredas Fuente Baja y Cerro Azul, de Aracataca.
Con la construcción del Gúnmako por parte del
Gobierno Nacional, las comunidades indígenas de la zona
vieron hecho realidad el sueño del Mamo Mariano Suárez,
uno de los grandes líderes de la comunidad Arhuaca,
asesinado por las Farc en noviembre de 2004, cuando recogía
café con su familia.
"Para nosotros, la construcción de Gúnmaku
es un gran avance en nuestro propósito de suplir las
necesidades básicas de nuestra comunidad: vivienda,
educación y salud", dijo Rogelio Mejía,
líder del pueblo indígena Arhuaco.