PALABRAS
DE LA PRESIDENTA DE CHILE, MICHELLE BACHELET, AL SER CONDECORADA
POR EL PRESIDENTE URIBE
Bogotá, 19 abr (SNE). Las siguientes
son las palabras de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet,
al ser condecorada por
el presidente Álvaro Uribe Vélez con la Orden de
San Carlos en el Grado de Gran Collar.
“Quisiera en primer lugar agradecer todas las atenciones
y la cordialidad que he recibido del pueblo del Gobierno de Colombia,
como asimismo esta hermosa Orden de San Carlos en el Grado de Gran
Collar.
Tanto este gran honor que usted me confiere, como la cálida
bienvenida que ha recibido de toda mi delegación, es un
fiel testimonio de los estrechos vínculos de amistad y cooperación
que unen a nuestros países hermanos.
Constituye para mí una gran alegría estar aquí en
esta hermosa ciudad de Santafé de Bogotá, realizando
mi primera visita de Estado.
Hemos tenido desde esta mañana un programa muy intenso,
con una positiva y fructífera reunión en la que hemos
pasado revista a la relación bilateral, a los desafíos
que enfrentamos como gobierno, a los desafíos que enfrentamos
en la región, y cómo también hemos podido
constatar los avances en la agenda común desde su visita
a Santiago en noviembre de 2006.
Esta nutrida, amplía y diversa agenda común, es
también una señal nítida de cómo y
cuánto se han enriquecido las relaciones entre Chile y Colombia
en los últimos años. Abarcando lo político,
lo social, lo económico, lo cultural, la cooperación
y muchas otras áreas en las que compartimos intereses.
Y da cuenta también de nuestras coincidencias en muchos ámbitos,
así como de los desafíos comunes que enfrentan dos
países latinoamericanos en esta primera década del
Siglo XXI.
Usted sabe, presidente Álvaro Uribe, que en Chile seguimos
con atención la lucha de Colombia por alcanzar la paz. Tal
como tuve ocasión de manifestarle en nuestro encuentro en
Santiago, nos duelen como propias las heridas que provocan la ya
demasiada larga e injustificada violencia que azota a Colombia,
y reconocemos aquellos esfuerzos que se han desplegado para ponerle
término en un marco democrático, de respeto a los
derechos humanos y al derecho internacional humanitario.
Señor Presidente: nuestros países buscan permanentemente
entregar a sus ciudadanos mayores niveles de desarrollo y de justicia
social. Para lograrlo, lo sabemos bien, es fundamental contar con
un marco institucional democrático y a la vez transparente.
En ese sentido, Chile ha desarrollado durante los últimos
años una política de crecimiento con equidad. Y no
nos cansamos de repetir que entendemos que para mejorar, para incluir,
para hacer sociedades sin discriminación, sin segregación,
se requiere sin duda crecer. Entonces se requiere también
crecer para incluir e incluir para crecer, que ambos van de la
mano y son indispensables.
El crecimiento con equidad es uno de cuyos pilares fundamentales
lo constituye el regionalismo abierto, que nos ha permitido crear
una amplia red de acuerdos comerciales con todas las regiones del
mundo, un gran número de países, como usted recordaba,
potenciando nuestros mercados externos.
Y los hemos hecho sabiendo que necesitamos crecer, pero también
los hemos hecho, sin desconocer que nuestro espacio natural es
la región latinoamericana, y que tenemos un fuerte compromiso
con su desarrollo y con su integración.
Tenemos claro que muchos de los desafíos, algunos de los
cuales usted mencionó, tienen una solución si nos
ponemos de acuerdo. Como lo que discutimos en Isla Margarita, en
cómo miramos un sistema que permita, aprovechando las oportunidades
de cada país, resolver los problemas del conjunto.
Nuestra reciente incorporación a la Comunidad Andina de
Naciones como Estado miembro asociado, que en el fondo es como
volver a nuestras raíces, puesto que fuimos de los miembros
fundadores, la verdad en su momento del Pacto Andino, muestra la
credibilidad que mi Gobierno asigna a la región. Y que quiere
retomar aquellas raíces, reconocer su identidad de país
andino.
El fortalecimiento de la CAN y la profundización de las
relaciones políticas y comerciales entre sus miembros, es
también un desafío que hemos asumido como país.
Y lo haremos, por cierto.
Como entendemos que podemos trabajar en el ámbito de la
política exterior, en que podemos hacer complementarios
muchos espacios, muchos espacios de encuentro, sin descuidar nuestra
participación en otras instancias, como la Comunidad Sudamericana
de Naciones, como Mercosur, como Grupo de Río.
Es decir, sabemos que podemos interactuar en muchas distintas áreas
multilaterales, en pos de objetivos comunes de paz, de seguridad,
de bienestar y de prosperidad.
Intentaremos siempre establecer convergencias y sinergias entre
todos estos polos regionales.
En ese contexto el Tratado de Libre Comercio suscrito en noviembre,
que es uno de los más avanzados que hemos celebrado, ya
que además de bienes y servicios incluye normas sobre inversión,
contratación pública, transparencia y medio ambiente,
es una gran oportunidad en este plano para Chile y Colombia.
Porque este tratado no sólo permitirá, lo que es
obvio, que es profundizar nuestra relación comercial, sino
también, muy importante, crear nuevas oportunidades para
nuestros trabajadores, crear empleo digno, decente, para quienes
son parte tan importante en la producción de riqueza de
nuestros países.
De esta manera estaremos avanzando en el camino que nos llevará a
superar la pobreza y alcanzar mayores grados de equidad social
y de justicia social.
Señor Presidente: Chile y Colombia, hermanados por una
cultura común, como usted recordaba por los ideales compartidos
de los Libertadores Bolívar, Santander y O’Higgins,
comparten una tradición y valores que se expresan en un
mutuo aprecio y reconocimiento.
Y también en esa búsqueda sin descanso, en esa tarea
que soñaban los Libertadores y que aún nosotros tenemos
como en una especie de posta, nos pasan la batuta y tenemos que
ir cumpliendo las próximas etapas, para poder cumplir los
anhelos y esperanzas de libertad, de justicia, de dignidad, de
humanidad y de calidad de vida, que tuvieron nuestros Libertadores
para nuestras naciones, y que tenemos nosotros para nuestros pueblos.
Y que, parafraseando a Andrés Bello, él nos interpelaba
a seguir trabajando con mucha fuerza, a lo que él denominaba,
nuestra utopía.
Ello es particularmente notable, este reconocimiento y este mutuo
aprecio, en el ámbito de las letras y en las artes, donde
la admiración de Chile por Gabriel García Márquez, Álvaro
Mutis o Fernando Botero, se corresponden con el aprecio que los
colombianos muestran por Neruda y Mistral, Roberto Matta, Nicanor
Parra, Gonzalo Rojas, y muchos otros.
Es precisamente Gonzalo Rojas, poeta del deslumbramiento del lenguaje
y la experiencia amorosa, quien encabeza (junto a nuestros premios
nacionales de literatura, José Miguel Varas, que está aquí y
nos acompaña; de historia, Javier Salazar, que también
nos acompaña), la delegación chilena a la Feria Internacional
del Libro de Bogotá, que esta tarde lo acompañaré para
la inauguración.
Para Chile es un tremendo privilegio ser el país invitado
de honor, en un año que no es un año cualquiera.
Es un año en que Bogotá es la capital mundial del
libro, y Colombia entera celebra los 40 años de la primera
edición de Cien Años de Soledad, los 80 años
de su creador y los 25 desde que la Academia Sueca reconociera
el enorme aporte de García Márquez a la literatura
universal, otorgándole el Nobel de Literatura.
Es esta entonces una ocasión inmejorable para que nuestros
creadores se conozcan mejor, se acerquen más, se reconozcan
en esta herencia común. Es también una ocasión
propicia para que avancemos en la cooperación en los ámbitos
de las industrias culturales, y otra área que ustedes han
desarrollado muy bien y que nosotros estamos desarrollando con
más fuerza, que es todo lo relativo al resguardo del patrimonio, ámbito
en lo que Colombia tiene tanto conocimiento y experiencia que aportarnos.
La cultura entonces permitirá dar una nueva dimensión
a nuestros vínculos, y hacer de la hermandad entre nuestras
naciones un hecho cotidiano y tangible para nuestros ciudadanos
y ciudadanas.
Por todo ello, por usted, presidente Uribe, por el futuro de amistad
y cooperación entre nuestras naciones, por la integración
regional que avance hacia soluciones para nuestros pueblos, quiero
levantar esta tarde mi copa: viva Colombia, viva Chile, salud”. |