ENTREVISTA DEL PRESIDENTE URIBE A RADIOSUCESOS
RCN
Bogotá, 17 ene (SNE). La siguiente
es la entrevista concedida por el presidente Álvaro Uribe Vélez
a Radiosucesos RCN.
Juan Gossaín, director de Noticias de Radiosucesos RCN:
Señor Presidente, tenga usted muy buenos días y
reciba nuestro cordial saludo.
Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez: Juan, muy buenos días a usted, a todos sus compañeros
de RCN y a todos los compatriotas que nos escuchan a esta hora.
Pregunta: Para ir con los temas del día, acabamos de
informar, hace apenas 30 segundos desde Cali, señor Presidente,
que siguen aumentando, que siguen creciendo los hallazgos de
caletas o escondrijos de dinero en efectivo, dólares,
euros, pesos, llegan ya a 42 millones de dólares las cifras
decomisadas. ¿Esto es un plan especial de las autoridades,
qué información le han entregado ellas a usted,
señor Presidente?
Presidente de la República: Bueno, Juan, primero quiero
felicitar este procedimiento que viene adelantando la Policía,
al Comandante de la Policía, el señor general Castro,
al director de la Inteligencia Judicial de la Policía,
general Óscar Naranjo.
La determinación política nuestra es que Colombia
tiene que ser un país sin guerrilla, sin paramilitares,
sin narcotráfico, sin corrupción. Y tenemos que
avanzar totalmente, pero totalmente, en la derrota de la droga
en todas sus fases: en la fase de la producción, de la
transformación, del comercio, del lavado de activos, de
los precursores químicos. Y hace parte de eso.
Nos hemos propuesto que el año 2007 sea un año
de sustancial avance de nuestra Patria en ese propósito
de tener una nación sin esas plagas, una nación
sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico, sin
corrupción, una nación que avance por un camino
de prosperidad, armonía y transparencia.
Pregunta: El otro gran tema del día, sin duda, y de muchos
días, señor presidente Uribe, es la versión
libre que está presentando, entregando a la Unidad de
Justicia y Paz de la Fiscalía el señor Salvatore
Mancuso en Medellín. ¿Por qué cree usted,
señor presidente Uribe, que Mancuso asegura que presionó el
voto a favor de usted en las elecciones del 2002?
Presidente de la República: ¿Dígame cuál
fue la declaración de él en ese sentido.
Pregunta: Que habían presionado.
Presidente de la República: ¿Presionado?
Pregunta: Sí, señor. Que habían incluso
financiado.
Presidente de la República: Lo que trajeron a mí ayer
fue distinto, Juan.
JG: Señor…
Presidente de la República: Primera noticia que tengo
de que él haya dicho que presionaron un voto en favor
mío. Yo creo que sería bueno que ustedes miraran
exactamente cuál fue la versión. Pero a mí me
parece que está bien que digan todo lo que tengan que
decir. De mí, le repito lo que les he dicho a los colombianos
en una larga carrera política: yo he tenido una actitud
totalmente definida contra las guerrillas, y así se demostró en
la Gobernación de Antioquia, y eso fue muy claro en mi
candidatura presidencial. Pero una actitud en pro de la institucionalidad
colombiana. No he sido partidario de enfrentar a criminales con
criminales. Por eso nuestro esfuerzo de fortalecer la institucionalidad
y de tener un país sin guerrilla y sin paramilitares.
Le repito: jamás he tenido contacto con los paramilitares.
No los conozco.
Al país le dije cuando era oportuno, en los procesos
electorales, que el único conocimiento que había
tenido de ellos era que mucho antes, mucho antes de que él
fuera paramilitar, lo vi tal vez, ocasionalmente, una o dos veces
en Montería, sin ser amigo de él, al señor
Mancuso. Y no he hecho campañas con ellos, no he sido
amigo de ellos, no he tenido reuniones con ellos, no mandé emisarios
a hablar con ellos. Y yo le rogaría a usted mirar la versión
porque el informe que me trajeron ayer a mí no hablan
de la palabra presionar.
Pregunta: Aquí la tengo, señor Presidente, he
buscado detenidamente la palabra exacta, el adjetivo, los verbos
precisos. Algunos medios hablan de presión, pero lo que
encuentro en la declaración es que Mancuso dice que las
autodefensas sugirieron votar a favor suyo.
Presidente dela República: La verdad es que todos esos
departamentos yo perdí. Perdí abrumadoramente en
Córdoba en el 2002. En las zonas de Antioquia que perdí fue
en las zonas de paramilitares: en Urabá y en el Bajo Cauca.
Perdí ampliamente en Sucre. En el Cesar perdí ampliamente,
en La Guajira. Gané en el departamento del Magdalena,
creo que por siete, ocho mil votos. En todos los otros sitios
perdí. Y la verdad es que, le repito, eso es todo lo que
tengo que decir: jamás, jamás he tenido un contacto
con ellos, jamás he tenido una reunión con ellos,
jamás les mandé emisarios. Ellos conocieron mi
discurso público, un discurso frontal contra las guerrillas
y claro en favor de la institucionalidad. Dije muy claramente:
un país sin guerrilla, un país sin paramilitares.
Ahora, me parece que muy importante que sea la justicia la que
mire todo esto. Para eso el Gobierno impulsó lo que se
llama la Ley de Justicia y Paz, que celebro que esté en
plena aplicación.
Pregunta: En ese mismo sentido, señor Presidente, las
declaraciones de Mancuso pues estremecen en la búsqueda
de la paz y de la verdad en Colombia. Y Mancuso dijo que hubo
militares, como el desaparecido general Alfonso Manosalva, que
ayudaron a perpetrar masacres, como la del Aro, y que las autodefensas
giraban mil millones de pesos mensuales a la Policía en
Córdoba para supuestas tareas de inteligencia. ¿Cómo
interpreta usted también ese pronunciamiento, que es una
verdadera revelación, en aras de la verdad de lo que pasó con
el paramilitarismo en Colombia?
Presidente de la República: Si
eso fue verdad, que se tomen todas las decisiones. Yo creo
que
nada tengo que
agregar a lo que ha dicho el señor general Padilla de
León. El Gobierno y las Fuerzas Militares y de Policía
lo que esperamos es la verdad, y aplicar todos los correctivos,
que se vienen aplicando. Es muy importante mirar cuándo
se sucedieron esos hechos y qué es lo que ha hecho este
Gobierno nuestro para restablecer la institucionalidad en Colombia.
Es muy importante mirar cómo unas declaraciones históricas
tan hostiles de la oficina del Comisionado de Naciones Unidas
en materia de Derechos Humanos contra el Gobierno colombiano,
por primera vez empiezan a tener el reconocimiento de unos resultados
muy, muy positivos. Yo creo que en el Gobierno nuestro el país
lo que ha hecho es avanzar hacia la institucionalidad.
Yo recuerdo el 8 de agosto de 2002: yo había tomado posesión
la tarde anterior de ese miércoles 7 de agosto. Antes
de las seis de la mañana, cumpliendo la palabra, estaba
en Valledupar, para lanzar allí todo el operativo de las
fuerzas institucionales para regresarle a ese departamento la
seguridad. Y empezamos a combatir por igual guerrilla y paramilitares.
Y lo que se sorprende uno es que esos departamentos estaban llenos
de paramilitares y de guerrilla. Entonces se había perdido
la institucionalidad, el Estado colombiano era un Estado que
había perdido su capacidad, que había perdido el
ejercicio eficaz de sus competencias en esos departamentos. Y
nosotros empezamos ese camino que ha sido muy difícil
pero muy importante de rescate de la institucionalidad. Y yo
creo que 25 millones de colombianos que se movilizaron ahora
por todo el país, pudieron percibir cómo Colombia
en este Gobierno, en estos años de gobierno, ha avanzado
en el rescate de la institucionalidad.
Pero para volver a la pregunta, lo que busca el Gobierno, lo
que se ha querido es que Colombia no tenga paramilitares, que
Colombia no tenga guerrilla, que estos procesos, que son unos
procesos de paz inducidos por una política de seguridad,
pues el país conozca la verdad y aplique los correctivos
que tenga que corregir.
Ahora, lo que hay que decirle al mundo (y a veces pienso por
qué no se le dice suficientemente), es que este Gobierno
tiene en la cárcel a los jefes del paramilitarismo. Eso
es algo muy importante. Y que este Gobierno ha dicho: no más
paramilitarismo. Aquí se les dio la oportunidad de un
proceso de paz. Y que este Gobierno ha señalado como criminales,
que no pueden tener connotaciones paramilitares, a quienes persistan
en esa actividad, y que la única orden que se ha dado
es la orden de desmantelarlos, con una muy determinante política
de autoridad.
Pregunta: Presidente, ¿le preocupa que dentro de esa
declaración de Salvatore Mancuso se hable de varias personas
muertas sindicadas por él, como Carlos Castaño,
Doble Cero, el general Manosalva? Varias de esas personas que él
acusa están muertas.
Presidente de la República: A mí me gustaría
que ustedes vieran las declaraciones que, en su momento, a la
prensa (y están por ahí en video), daba Carlos
Castaño sobre qué pensaban ellos de Álvaro
Uribe, sobre cómo me descalificaban y decían que
no se podía votar por mí, que porque yo era guerrerista,
porque sabían a que se tenían que atener.
En cuanto a las declaraciones de Mancuso, déjeme, como
Presidente de la República, simplemente ayudar a crear
un ambiente para que la justicia cumpla su tarea. Nosotros presentamos
un proyecto de ley al Congreso de la República, es hoy
la ley de Justicia y Paz, es la ley que más ha avanzado
en el mundo en el equilibrio entre justicia y paz.
Lo que hemos visto en muchos países del mundo es lo que
vimos en Colombia antaño: que esos procesos de paz eran
procesos de perdón y olvido, y pasaban del terrorismo
al Congreso de la República o a aspirar a la Presidencia.
Pasaban de incendiar el Palacio de Justicia con dineros del narcotráfico,
a aspirar a los más altos cargos del Estado.
Ahora hay un proceso de paz, con unas sentencias reducidas,
por supuesto, pero un proceso de paz sin impunidad, un proceso
de paz que busca la verdad, un proceso de paz que además
exige que entreguen los bienes para poder indemnizar a las víctimas.
Es un proceso de paz, pero es además un proceso de justicia
y de reparación.
El Gobierno lo que tiene que sentirse es contento de que por
fin haya empezado el proceso para aplicar la ley de Justicia
y Paz. Y digámosle al mundo: hoy los jefes paramilitares
están en la cárcel, empezando a cumplir con una
ley que, si bien les da unos beneficios como es la reducción
de las sentencias, es una ley que no permite la impunidad, es
una ley que estimula la verdad y es una ley que obliga a que
entreguen los bienes para poder reparar a las víctimas.
Pregunta: Señor Presidente, acaba de usar usted la palabra
clave: reparar a las víctimas, reparación ¿Cómo
va a asegurarse su Gobierno, cómo va a asegurarse el Estado
colombiano de que las autodefensas procedan realmente a resarcir
a los familiares de las víctimas? En el caso de Mancuso,
está echándole por lo general las culpas a personas
muertas. ¿Entonces cómo resarcir a las víctimas
y sus familias?
Presidente de la República: No, mire, lo que tienen que
hacer es cumplir lo que manda la ley, y entregar esa riqueza
que adquirieron en esas actividades, entregarla para ese Fondo
de Reparación y allí hay una Comisión de
Reparación, que debe definir el uso de esos bienes. Inclusive
yo le estoy pidiendo a la Policía Nacional que con la
Fiscalía tomen las medidas cautelares que haya que tomar,
para poder interceptar todos esos bienes y poder dirigir esos
bienes al Fondo de Reparación.
Pregunta: ¿Cómo analiza el hecho de que en el
denominado escándalo de la parapolítica, la mayoría
de los congresistas hoy cuestionados por sus presuntos nexos
con los paramilitares hagan parte precisamente de la coalición
que lo apoya a usted?
Presidente de la República: ¿Quién me está preguntando?
Pregunta: Juan Manuel Ruíz.
Presidente de la República: Muy bien, Juan Manuel. Veamos.
Hablemos uno a uno de ellos. Ándame mencionando cada caso
en particular.
Pregunta: Bueno, por ejemplo, se menciona el nombre de Álvaro
Araújo.
Presidente de la República: Sí, Álvaro
Araújo no me apoyó a mí en el 2002. Sería
muy bueno que miraras esa circunstancia. Me vino a apoyar a mí ya
mucho rato después de ser yo Presidente de la República.
Yo llegué prácticamente con muy pocos congresistas,
que me acompañaron en ese proceso electoral. Y me dediqué a
buscar una coalición en el Congreso de la República,
que era mi deber para poder tener gobernabilidad y aprobar las
leyes, que han sido bastante benéficas para Colombia.
En el 2002, y creo que la mayoría de los hechos que les
imputan son anteriores, él no me apoyó. Y el Gobierno
Nacional lo que ha hecho es estimular que la justicia esclarezca
todo lo que tenga que esclarecer.
Sigue, porque es muy importante no lanzar esas especies genéricas
sino mirar caso por caso y no olvidarse que este es el Gobierno
que ha desmontado el paramilitarismo. No me vayan a poner ahora
cortinas de humo frente a lo que hemos hecho, porque este es
el Gobierno que ha dado de baja a cerca de 2 mil paramilitares
y que tiene los paramilitares presos en la cárcel. Pero
sigamos con la lista, Juan Manuel.
Pregunta: Por ejemplo, Dieb Maloof.
Presidente de la República: Dieb Maloof me apoyó a
mí en el año 2002, es cierto.
Pregunta: Álvaro García.
Presidente de la República: Álvaro García
no me apoyó a mí. Encontré el departamento
de Sucre totalmente controlado en el Golfo de Morrosquillo por
paramilitares y narcotráfico, en los Montes de María
y en la sabanas de Sucre por Farc y narcotráfico.
Vaya hoy al departamento de Sucre para que vea como hemos avanzado.
Gracias a nuestra política de seguridad, los paras, que
con narcotráfico controlaban el Golfo de Morrosquillo,
se tuvieron que desmovilizar. Y gracias a nuestra política
de seguridad, hemos avanzado sustancialmente en la lucha contra
las Farc en los Montes de María y en las sabanas de Sucre.
Prueba de ello es que un proceso muy largo, un proceso con toda
la dedicación y con toda la paciencia, hemos venido debilitando
todos esos bandidos allá y se hizo posible la liberación
del señor ex ministro Fernando Araújo. Pero siga
con el listado.
Pregunta: Permítame decirle, señor Presidente,
con el debido respeto, que la lista, ¿se acuerda usted?,
la hicimos con usted uno por uno.
Presidente de la República: Claro, es que me
parece que esto es repetitivo de Juan Manuel Ruíz, pero
a mí me
toca responder tantas veces cuantas me pregunten, Juan.
Pregunta: No, es que creo, señor Presidente, creo que
la pregunta de Juan Manuel iba en otro sentido, levemente distinto.
Permítame usted tratar de replanteársela. ¿Qué piensa
usted, cómo va a afectar, por ejemplo, el trabajo legislativo,
el hecho de que esos congresistas, la mayoría de los que
están siendo investigados por hechos del pasado, del 2002,
etcétera, sean hoy miembros de la coalición, hoy
en el año 2007, miembros de la coalición que lo
respalda a usted en el Congreso? Creo que en ese sentido era
la pregunta.
Presidente de la República: No puede afectar el trabajo
legislativo. Y de hecho hicimos un gran esfuerzo en la legislatura
anterior, que fue una legislatura pródiga y muy importante
para el país, y no se afectó. Y por eso estamos
haciendo todos estos esfuerzos. Mire, la tarea de ayer fue una
de las tareas más importantes de la historia reciente
de la política colombiana: una coalición sentada,
durante casi doce horas, examinando todos los temas programáticos
y todos los temas de agenda legislativa.
A mí me hubiera gustado que el país hubiera visto
en televisión y por directo y hubiera escuchado esa reunión.
Nosotros tenemos toda la responsabilidad política para
responderle bien al país. Y yo sé que nuestra coalición
en el Congreso de la República va a continuar tramitando
esta agenda.
Mire, analicemos las cosas por sus resultados, miremos lo que
pasó en el período legislativo anterior. Todas
esas premoniciones, todos esos anticipos, todos esos cantos de
sirena: que no funcionaba la coalición, que no funcionaban
las bancadas, que no se aprobaba la agenda legislativa, y toda
se aprobó.
Y qué buena. Qué bueno ese gran avance en la ley
de salud para Colombia, qué bueno ese gran avance en esa
nueva ley que nos va a permitir acelerar la llegada en Colombia
a la plena cobertura en el régimen subsidiado en salud.
Qué bueno ese primer período legislativo, que
aprobó en primera ronda la reforma constitucional de transferencias,
para fortalecer la descentralización sin arruinar a la
Nación y ayudar a llegar a las plenas coberturas de educación,
salud, agua potable.
Qué bueno lo que se aprobó en reforma tributaria.
Colombia, cuando yo llegué a la Presidencia, había
visto descender la inversión, como porcentaje del PIB,
al 11,13 por ciento. Y la tiene ya en el 25. Eso es un gran avance.
Y la reforma tributaria que aprobamos es un marco muy, muy estimulante
para la inversión y el empleo en Colombia, porque donde
usted la quiera mirar. Y como tiene aspectos tan importantes
de justicia social, como lo del 4 por Mil, que se le perdona,
quedan exentos del 4 por Mil, aquellos colombianos, en sus cuentas
de ahorros, con movimientos mensuales hasta de 7 millones.
Y así podríamos seguir examinando todo lo que
pasó. La nueva ley para los concordatos o para los casos
de insolvencia. Y sigamos mirando todo lo que pasó en
la legislatura anterior, que es de una gran importancia para
el país.
Y ahora estamos preparando la nueva legislatura.
Pregunta: Señor Presidente, ¿le quedó algo
por agregar de su respuesta anterior o puedo ir para que hablemos
precisamente del tema político?
Presidente de la República: De mi respuesta anterior,
simplemente decirles lo siguiente: la legislatura anterior fue
una legislatura, en resultados, excelente para el país.
Y confío que así sean las venideras. Por eso se
está haciendo este trabajo, tan a conciencia, de política,
de responsabilidad. Por ejemplo, la reunión de ayer no
trató un solo tema burocrático. La reunión
de ayer se dedicó a los temas fundamentales del país.
Y eso es una garantía de que es una coalición que
está trabajando con seriedad y que se propone a responderle
al país con la agenda legislativa.
Ahora, todo lo que se les haya quedado entre el tintero sobre
el paramilitarismo, pregúntenlo, porque este país
ha cambiado mucho. Comparen ustedes las elecciones anteriores
a mi Gobierno y las elecciones de ahora. Las únicas presiones
que hubo en estas elecciones de mayo del año pasado, fueron
presiones de las FARC, en algunos departamentos, contra mis electores
para que no votaran por mí. Tal vez la generosa cantidad
de votos que me dieron los colombianos, no dejó que esos
detalles, tan graves para la democracia, se pudieran observar.
Pero es muy importante que el país compare cómo
estaba la democracia con ese control de tantos grupos terroristas,
y cómo hemos liberado la democracia, cómo hemos
aplicado nuestra política de seguridad al rescate de la
institucionalidad y al rescate de la democracia.
Eso es muy importante que el país lo mire y que la oposición
recuerde dos cositas: primero, que es muy importante que se conozcan
también todos los vínculos, de todos los sectores,
con todos los grupos terroristas: las Farc, con ELN, con los
paramilitares. Y que la oposición recuerde cómo
era el país en el 2002 y antes, el proceso electoral que
les tocó vivir en marzo y en mayo del año pasado,
rodeados de plenas garantías, no retóricas, sino
eficaces. Proceso electoral que les permitió recorrer
todo el país tranquilamente, con eficaz protección
del Estado.
Pregunta: Lo complazco con mucho gusto, señor Presidente,
en la petición, en el llamado que no acaba de hacer a
los periodistas de RCN: si tienen más preguntas sobre
paramilitares o parapolítica, háganlo. Yo tengo
esta, señor Presidente: ¿qué piensa usted
de la posibilidad que ha surgido ahora en relación con
que congresistas comprometidos y detenidos por la parapolítica,
el paraescándalo, reciban el privilegio de la casa por
cárcel?
Presidente de la República: No, Juan, mire, yo me comprometí,
cuando era candidato a la Presidencia, que los privilegios carcelarios
los acabaría, que esos clubes de cinco estrellas, donde
había algunos presos en Colombia, se iban a acabar. Y
lo cumplí. A los 15 días de ser Presidente, ya
el doctor Fernando Londoño Hoyos, entonces Ministro del
Interior y de Justicia, había hecho los traslados.
Ahora, una cosa es la ley, aquí hay unas leyes de la
República que le dicen a los jueces, no al Gobierno sino
a los jueces, en qué casos debe haber casa por cárcel.
Pero este Gobierno en lo que al Gobierno corresponde, de manejo
discrecional carcelario, eliminó ese tipo de privilegios.
En eso nos mantenemos.
Otra cosa es que las cárceles tengan que ser decentes,
otra cosa es que quienes están en las cárceles
tengan derecho, que son parte de los derechos humanos, a que
se les trate con toda la dignidad. Y por eso se ha venido, en
este Gobierno, construyendo cárceles, mejorando las condiciones
locativas de las cárceles, en una tarea de mejoramiento
de las condiciones de los presos. Esta es una democracia, una
democracia donde lo fundamental es la dignidad del ser humano,
y hay que respetar por igual la dignidad del inocente y la dignidad
de quien está preso.
Pregunta: Mancuso también dijo ante la Fiscalía
en Medellín, que en la campaña electoral de 1998,
es decir, cuatro años antes de la de usted, las Autodefensas
en la primera vuelta forzaron a la gente, o sugirieron a la gente,
o prohibieron o propusieron votar por Horacio Serpa, pero en
la segunda por Andrés Pastrana. ¿Usted qué piensa
de eso, usted que estaba ya en la política, aunque no
fuera candidato?
Presidente de la República: No, Juan, ese año
yo estaba en la Universidad de Oxford. En una situación
de seguridad muy difícil, porque esos bandidos de las
Farc y del ELN me tenían condenado a que me mataban antes
de que saliera de la Gobernación de Antioquia, y me hicieron
un sinnúmero de atentados. Regresé al país
unos pocos días, en la segunda vuelta, a apoyar al doctor
Horacio Serpa.
Pero voy a ser muy claro en esto, Juan. Primero, no entro en
la discusión, dejémosle ese tema a la justicia.
Segundo, como Presidente de los colombianos, en favor de la institucionalidad,
la verdad me corresponde decir dos cosas: la primera, el señor
ex presidente Andrés Pastrana ha tenido una vida política
transparente, limpia, honrada, eso no se le puede afectar. La
segunda, el doctor Horacio Serpa, ex Ministro, ex Procurador,
ex Embajador en la OEA, ha sido un hombre honesto, independientemente
de cualquier desacuerdo, de cualquier crítica que me hagan
a mí, de lo que un día exprese el doctor Horacio
Serpa o al otro día, yo tengo que cumplir mi deber, como
Presidente de los colombianos, y decir que estos procesos de
paz no pueden servir para mancillar el liderazgo que ha tenido
el doctor Andrés Pastrana o para maltratar el liderazgo
que ha tenido el doctor Horacio Serpa.
Cualquiera sea las cosas que diga el doctor Horacio Serpa contra
mí, a mí me corresponde mantener la objetividad
y la serenidad. La carrera política de Horacio Serpa ha
sido una carrera honesta.
Pregunta: Justamente sobre eso quería preguntarle, señor
Presidente, porque Horacio Serpa, cuando ha sido contendor suyo
en elecciones presidenciales ha dicho que usted es el candidato
de los paramilitares.
Presidente de la República: Que diga lo que quiera, mi
querida Vicky, cuántas cosas han dicho y la vida se encarga
de irlo serenando a uno. Por fortuna, a pesar de que no soy el
más sereno, en esas campañas procedí con
todo respeto e hice valer mis tesis, pero no maltraté las
personas. He procurado, en mi propio, caso estimular una tesis:
la tesis de que el debate tiene que ser un debate de ideas, pero
de profundo respeto personal.
Cualquier cosa que haya dicho el doctor Horacio Serpa, no me
lleva a cambiar lo que pienso sobre él, y que lo tengo
que decir en este momento, porque de no decirlo yo, de ponerme
a calcular, le haría un mal al país. Tengo que
decir claramente, frente a estas declaraciones judiciales ante
los jueces, que han salido a la luz pública, que, como
Presidente de la República, reitero mi concepto de que
la carrera política del doctor Horacio Serpa ha sido una
carrera honesta, y que no se puede entrar a mancillar la carrera
del señor ex Presidente Andrés Pastrana.
Pregunta: Me pareció oírle o le oí mal,
señor Presidente: ¿usted dice de sí mismo
que no es el más sereno de los dirigentes colombianos?
Presidente de la República: Sí, Juan, usted sabe
que yo soy combatiente. De pronto me jalonan las energías,
pero todos los días le ruego al Espíritu Santo
que me dé serenidad, Juan.
Pregunta: ¿Y el Espíritu Santo le ha respondido?
Presidente de la República: Hombre, por lo menos me recuerda
a cada minuto que la tengo que buscar. Yo vivo buscando la serenidad.
De pronto uno no la encuentro en todos los casos, pero sí he
procurado ser muy cuidadoso en aquello de adelantar los debates
políticos. Que sean debates que no maltraten a las personas,
y creo que lo hice en las dos campañas presidenciales.
Tuve inalterado respeto por quienes compitieron conmigo por la
Presidencia de la República.
Pregunta: Mire, señor Presidente, mi compañero
Javier Ayala le tiene una pregunta. Son tantos los temas, para
que entremos un poco en el tema de la política de la actualidad.
Si se nos ocurre algo nuevo sobre paramilitarismo, volveremos
sobre el tema, complaciendo la sugerencia que usted ha hecho,
pero por lo pronto Javier y la política.
Presidente de la República: Juan, complaciendo mi sugerencia
no, respetando yo el deber periodístico de ustedes. Ustedes
saben que de pronto hay cosas que no contesto, pero nunca he
irrespetado a un periodista diciéndole: no me pregunte
aquello, sí me pregunte aquello. Ustedes me preguntan
lo que quieran. Hay veces que por asuntos de interés nacional,
tengo que ser muy prudente en las respuestas, y hay veces que
he tenido que ser, por asuntos de interés público,
elusivo. Pero todos estos temas, en la medida de lo posible se
responden y con claridad.
Pregunta: Ayer, en un acto académico, el empresario Julio
Mario Santodomingo, al entregar una ayuda a la Universidad de
Los Andes, dijo que él sería partidario de promover
una nueva reelección suya para un tercer periodo consecutivo. ¿Usted
cómo ve esas propuestas que se empiezan a hacer ahora,
cuando apenas está iniciándose su segundo mandato?
Presidente de la República: Por Dios, Javier, esos son
temas a los cuales ni me quiero referir. Aquí lo que estamos
es trabajando para que estos tres años y medio que nos
quedan, sean años muy buenos para Colombia.
Yo sueño que nosotros cumplamos la meta de un país
con plena cobertura educativa, un país con millón
y medio de Familias en Acción, un país con un Banca
de Oportunidades con cinco millones de microcréditos,
un país con plena cobertura en salud. Sueño un
país donde crezca mucho la economía, pero en función
de la dignidad del ser humano. Un país que ya ha reducido
la pobreza del 60 al 52, vamos a ver el nuevo dato que nos da,
y que la tiene que entregar en el 2010 en el 35.
Usted sabe, Javier, que estamos en el propósito del Gobierno,
simplemente el país me dio a mí una reelección,
y esa reelección yo lo que he tratado es de hacer el mejor
uso en favor de los superiores intereses del país. Ese
tema ni lo toquemos, mi querido Javier.
Pregunta: Toquemos el tema contrario entonces, señor
Presidente. El presidente del Partido de La U, el partido uribista
más importante en el Congreso, Carlos García, dijo
que el segundo Gobierno del presidente Uribe, lo cito textualmente,
no ha arrancado. Es decir, ya que usted no quiere tocar el del
señor Santodomingo y una tercera elección, ¿qué dice
al “Uribe no ha arrancado”, de su propio senador?
Presidente de la República: No le había oído
decir eso, ayer estuvo en esta reunión, que fue una reunión
muy constructiva, tenía unas divergencias con la política
del Ministerio de Agricultura, y esas divergencias se trataron
ayer muy claramente. Ustedes saben que va muy delante la Ley
Agro Ingreso Seguro, que ya este año hay un anticipo,
un anticipo de 400 mil millones para estimular el agro colombiano,
un anticipo de un proceso que no tiene antecedentes en Colombia,
y yo creo que fue una reunión muy constructiva.
Ahora, este Gobierno nuestro toma decisiones todos los días.
Mire el proceso de la capitalización de Ecopetrol, el
proceso ahora del Seguro Social, en fin, hemos estado trabajando
todos los días. Y algo tuvimos en claro desde el 28 de
mayo, cuando el país nos reeligió, es que el país
no se podía estancar. Por eso hemos venido produciendo
hechos y hechos todos los días, de acuerdo a una planeación,
para tener un país mejor.
Pregunta: Señor Presidente, en ese orden de la situación
política, se estaba diciendo, usted sabe que en Bogotá los
corrillos políticos son agitados, se está diciendo
que hay algunos miembros de la oposición que quieren un
acercamiento con el Gobierno, pero que han sugerido que ese acercamiento
depende de que Álvaro Leyva Durán ingrese al Gobierno,
por ejemplo, como Ministro del Interior y de Justicia. ¿Qué hay
de cierto en eso?
Presidente de la República: A ver, yo hablo con muchos
miembros de la oposición y los he invitado a que nos apoyen,
y se lo he dicho al Oficialismo Liberal, a su director, al ex
presidente Gaviria, a muchos de sus parlamentarios, y lo voy
a seguir haciendo. Y además en muchas ocasiones hemos
tenido muchas ideas de ellos en cuenta, y yo creo que han sido
respetados por nosotros en el debate.
Por supuesto, yo lo hago, tengo algunos amigos en el Polo Democrático,
que les pido apoyo. Y de allá vienen gentes que me apoyan
en el Gobierno tan importantes como Everth Bustamante, director
de Coldeportes, como Rosemberg Pabón, que está dirigiendo
todo lo que es la política cooperativa del Gobierno, etcétera.
A mí me parece que todo lo que se pueda hacer en esa
dirección, me parece muy bien. Pero no le había
escuchado a nadie el tema al cual usted se refiere del doctor Álvaro
Leyva. Primera vez que lo escucho, Juan, me sorprende, no lo
conocía, no lo había escuchado.
Pregunta: Señor Presidente Uribe, a propósito
de lo que usted menciona, que tiene digamos algunos amigos en
la oposición, ¿cómo avanzan las gestiones
para que partidos como el Liberal y el Polo Democrático
apoyen algunas de las iniciativas legislativas, que son claves
este año, puestas a consideración del Congreso,
como el TLC, que es tan fundamental para la economía en
el 2007?
Presidente de la República: Qué bueno que eso
se lograra, qué bueno que eso se lograra, y yo voy a seguir
en esa tarea, voy a seguir en esa tarea. Ustedes saben que mantengo
una disposición de estar conversando a toda hora sobre
estos temas. Incluso internacionalmente hay una cosa bien importante:
el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, con quien he hablado
personalmente en dos ocasiones en los últimos días,
ha dicho públicamente que él no va a echar para
atrás el TLC de Nicaragua con los Estados Unidos.
Creo que es un entendimiento pragmático de que este acceso
a los mercados se requiere. Ese tema hoy no es un tema ideológico
de libre comercio, sino un tema de acceso a mercados. Y una de
las cosas que definió nuestra coalición ayer, en
esa magnífica reunión que hoy seguirá, después
de las diez de la mañana, yo me voy a incorporar hoy apenas
a la una de la tarde, apenas regrese de Medellín, en esa
magnífica reunión de nuestra coalición se
tiene mucha claridad de que un país como Colombia, con
42 millones de habitantes, lo que necesita es acceso a mercados.
Por eso no solamente tenemos que conseguir el TLC con los Estados
Unidos en lo que falta, acordar el TLC con los países
centroamericanos, que está en plena negociación,
poner en marcha el aprobado con Chile, lograr el de Canadá,
con la Comunidad Andina hacer el acuerdo con la Unión
Europea. Acabamos de hacer el acuerdo con Cuba, ese sí que
es importante, con Cuba. Es que cuando Colombia habla de un TLC
Estados Unidos, dice: pero es que lo acaba de hacer también
con Cuba. Eso sí que es bien importante.
Yo celebraría que el presidente Chávez tomara
la decisión del reingreso de Venezuela a la Comunidad
Andina, ojalá eso se dé. Mañana, en una
reunión que vamos a tener en Río de Janerio, y
voy hacer el esfuerzo de salir por la mañana y volver
aquí en la madrugada de pasado mañana, porque es
una reunión muy importante de la Comunidad Andina y Mercosur,
yo le voy a insistir al presidente Chávez algo que le
vengo diciendo hace muchos meses y que se lo han dicho recientemente
el presidente Correa del Ecuador y el presidente Evo Morales
de Bolivia: el reingreso de Venezuela a la Comunidad Andina.
Ojalá eso se dé.
Mire, un país con 42 millones de habitantes como Colombia,
necesita para esos 42 millones, inteligentes, laboriosos, recursivos,
que haya oportunidad de acceder a todos los mercados del mundo.
Yo creo que esto es muy importante. Y los que dicen: no, lo
que hay que hacer es estimular la economía interna para
incorporar las grandes masas pobres a las corrientes dinámicas
de la economía. Hay que hacerles ver que la economía
interna se dinamiza más fácilmente, en la medida
que los colombianos tengan más oportunidades de acceso
a mercados.
Y voy a proponer otra cosa, Juan. Ayer se la dije a un colega
suyo, a Juan Guillermo Ríos, y por segunda vez la digo
en público, la voy a proponer mañana en la reunión
de la Comunidad Andina-Mercosur. Les voy a decir: miren, armonicemos
intereses. Comprendamos que las circunstancias políticas
de Ecuador y Bolivia (Bolivia está en plena constituyente,
el Presidente ecuatoriano ha anunciado que va a convocar una
constituyente), pues nos le va a permitir tener TLC con Estados
Unidos para junio de este año.
Entonces comprendamos esas circunstancias, y unidos vamos al
Congreso y al Gobierno de Estados Unidos, a decir: por favor,
entonces prorroguen las preferencias para Bolivia y Ecuador.
Pero también comprendan ustedes que Perú y Colombia
necesitan que se aprueben esos TLC, que ya están firmados.
Entonces apoyemos todos, armonizando intereses, que las preferencias
se las extiendan a Bolivia y a Ecuador, y que se le apruebe el
TLC a Perú y a Colombia.
Y yo creo que el mismo presidente Chávez, no obstante
que no está en la negociación del TLC con los Estados
Unidos, que apenas ha hecho un anuncio por allá de repensar
su reingreso a la Comunidad Andina, yo creo que e3l mismo presidente
Chávez debería recibir bien eso, porque es una
propuesta que, en lugar de buscar antagonismos, busca armonizar
intereses.
Y yo creo que si vamos todos, hablamos con el Gobierno de Estados
Unidos, hablamos con la bancada demócrata en el Congreso,
con la bancada republicana, y les decimos: miren, acá estamos
unidos en este pedido, comprendan la circunstancias de Ecuador
y Bolivia, extiéndanles a Ecuador y Bolivia las preferencias,
y comprendan que con Perú y Colombia se han firmado unos
TLC, que deben ser aprobados.
Yo creo que este camino nos puede llevar a tener éxito,
a lograr que en los Estados Unidos se les extiendan esas preferencias
a Ecuador y a Bolivia, en respeto a sus condiciones políticas
actuales, y que se aprueben los TLC firmados con Colombia y Perú,
en respeto al proceso arduo de negociación que se sostuvo
durante años y que condujo a la firma de esos tratados.
Pregunta: ¿Pero no podría caerse en el tema de
que Estados Unidos o los demócratas en el Congreso norteamericano,
aprueben las preferencias arancelarias para estos países,
pero dilaten la aprobación del TLC y busquen renegociar
ese tratado? ¿No sería eso de pronto lo que se
puede dar?
Presidente de la República: Eso son riesgos, Javier,
indudablemente. Mire, tenemos los siguientes riesgos, el que
usted anota es un riesgo, pero hay otro riesgo. La ley norteamericana
vigente hoy, aprobada en diciembre, ya muy avanzada la legislatura
norteamericana en diciembre, dice: se extienden las preferencias
solamente seis meses, y se pueden prorrogar siempre y cuando
en Perú y Colombia y en Estados Unidos, los Congresos
hayan aprobado los TLC y se hayan negociado con Ecuador y Bolivia.
Ese el otro riesgo, porque mire qué riesgo le veo yo
a eso: le veo el riesgo de que, sí, una hipótesis,
que tengamos, como vamos a luchar, que tengamos aprobados en
los Congresos norteamericano y colombiano el TLC. Que llegue
junio y que nos digan: muy bien, están aprobados los TLC
de Colombia y Perú, siguen las preferencias, porque se
cumplió con la condición. Y siguen las preferencias,
mientras se ponen en vigencia los TLC. Porque además de
la aprobación de los tratados, se requieren las leyes
de implementación, y eso toma tiempo. ¿Y qué tal
que se diga esto, y como Ecuador y Bolivia no negociaron esos
TLC, se les acabaron las preferencias? Eso me parece que estimularía
el antagonismo, la confrontación en la región.
Y no es bueno.
Por eso creo que para evitar el riesgo que usted señala,
para evitar el riesgo que yo señalo, el camino que debemos
adoptar, es el camino de pedir que todos, hablando el mismo lenguaje,
que se apruebe una extensión de las preferencias para
Ecuador y Bolivia y que se aprueben los tratados que han firmado
Perú y Colombia. Yo creo que ese camino nos evita el riesgo
que usted advierte y el riesgo que yo acabo de advertirles.
Pregunta: Esta entrevista, que usted amablemente ha concedido
a RCN, tiene tantos temas, porque es una especie de introducción
al año que comienza, así como a final de año
se hacen balances de lo que pasó, nosotros queremos es
ver en tantos frentes informativos, por eso esta entrevista le
vamos a agradecer que la continuemos con variedad de temas, con
diversidad de temas. Son muchos, como usted lo sabe mejor que
nosotros. Por ejemplo, ante el caso del ex ministro Fernando
Araujo, su liberación, fuga, rescate, y ante las reacciones
que han expresado los familiares de otros secuestrados, ¿usted
está dispuesto a continuar con la política de rescate
de secuestrados por la vía militar?
Presidente de la República: Juan, mire, es un deber del
Gobierno: si algo ha ayudado bastante a la derrota del secuestro
en Colombia, es nuestro afán de derrotar a los secuestradores,
y hemos tenido mucho éxito en la liberación de
secuestrados. Usted sabe que el Gobierno en eso es parco en el
discurso, pero no ha habido una sola hora de estos cuatro y medio
años de Gobierno en que nos hayamos olvidado de los secuestrados.
Hemos estado permanentemente en ese tema.
Pregúntele algún día al señor almirante
Barrera, comandante de la Armada, y a don Alberto Araújo,
qué pasó desde los primeros días de mi Gobierno
en el 2002, cuando el almirante Barrera era Comandante de la
Fuerza Naval del Atlántico, cómo permanentemente
tuvimos en este operativo, que apenas pudo consumarse ahora,
y por fortuna exitosamente.
Ahora, quedan muchos temas: el tema de la discusión sobre
el papel del Estado en la región, donde Colombia ha dicho:
ni neoliberalismo ni estatismo, ni desmantelar el Estado, ni
estatización burocrática. Nosotros tenemos un esquema
de un Estado que no obstruya a los particulares, que sea eficiente,
que se transforme, que garantice lo social. Por eso la nueva
reforma, la reforma del Instituto de los Seguros Sociales. Muchos,
muchos temas, Juan. Como todo lo que viene en agenda legislativa.
Otro tema de gran importancia: el Año de la Vida, que
deberían ser todos los años, la lucha este año
para que reduzcamos sustancialmente el homicidio. Si bien ha
habido una gran reducción en mi Gobierno, nosotros no
podemos estar contentos. Entonces vamos a trabajar este año
para crear en los colombianos una gran conciencia de repudio
al homicidio.
Porque, ¿qué ha pasado? Todos estos lustros de
dominio terrorista llevaron a muchos colombianos a reaccionar
con justificaciones ante cualquier homicidio. en lugar de reaccionar
con repudio.
Asesinan a alguien, y entonces, en lugar de que salte el repudio
colectivo, empieza la pregunta en la comidilla, en tertulia: ¿por
qué lo mataron? A buscar justificaciones: que lo mataron
porque era narcotraficante, que lo mataron porque era auxiliar
de la guerrilla, que lo mataron porque era auxiliar de los paramilitares,
que lo mataron porque estaba en una discoteca bailando con la
mujer de un narcotraficante.
Entonces todas esas justificaciones crean un ambiente casi de
aceptación del homicidio, del asesinato, y un ambiente
de impunidad. Eso es lo que hay que derrotar.
Colombia necesita rescatar esas sensibilidad colectiva total
en favor del derecho a la vida, de la vida, ese don precioso
que nos ha dado Nuestro Señor. Y vamos a trabajar intensamente
este año en eso.
En el Consejo de Ministros hace dos noches, cuando se aprobaba
la reforma del Seguro Social, que hace parte de nuestra reforma
administrativa y que es trascendente para este país, de
nuestro concepto de Estado Social, no burocrático, no
obstructor de la iniciativa privada, de Estado que no esté al
servicio de la politiquería, que no esté al servicio
de los privilegios sindicales sino al servicio de la comunidad,
a la par que se aprobaba esa reforma en el Consejo de Ministros
de anteanoche, también se aprobaban las decisiones para
que este año el Gobierno trabaje en lo que es la sensibilización
del colectivo de la Patria en favor del derecho a la vida.
Por ejemplo, el Ministerio de Defensa cada mes va a hacer un
reconocimiento público a la Brigada y al Comando de Policía
que haya hecho estos ejemplares en materia de derechos humanos.
Por ejemplo, el Ministerio de Educación cada mes va a
destacar el establecimiento educativo que haya hecho un gran
esfuerzo en favor del respeto a la vida.
Por ejemplo, el Ministerio de Cultura va a avanzar también
en el tema. El Ministerio del Interior y de Justicia, que tiene
que ser el gran articulador de esta política, el doctor
Carlos Holguín, cada mes debe destacar a la ciudad y al
municipio, por categorías de municipios, que más
hayan reducido el homicidio.
Estamos en una verificación diaria, y aquí tengo
algunas ciudades: Barranquilla hoy lleva cinco homicidios menos
que el año pasado. En el Atlántico once menos.
Infortunadamente Cali lleva 18 más. Por eso estamos contra
el narcotráfico en Cali. Buenaventura lleva cinco más.
El Valle lleva 19 menos, Medellín lleva siete menos (La
Metro de Medellín, ojo, lleva uno más), Pereira
lleva seis menos, Pasto lleva dos menos.
Esto es una tarea de todas las horas, para que este país
derrote el asesinato y el secuestro.
Pregunta: Señor Presidente, ¿qué va a pasar
con los trabajadores, los cinco mil trabajadores del Seguro Social,
con la infraestructura física de las clínicas,
las sedes, las oficinas del Seguro Social, qué va a pasar
con todo eso?
Presidente de la República: Muy bien, Javier, se lo voy
a decir. Primero, la calidad de servicios del Seguro Social ha
dejado mucho que desear. A mí me da tristeza. Y lo hablo
sobre mi ciudad de Medellín para tener autoridad moral
y no ir a hacer comparaciones en otra ciudad porque me daría
pena. Cuando uno ve clínicas de Medellín a la altura
de las mejores clínicas del mundo, también ve en
la misma ciudad clínicas del Seguro Social con los pacientes
tratados como animales en los pasillos. Eso no puede seguir en
Colombia. Por eso nuestra obsesión en reformar el Seguro
Social.
Segundo: ¿cuál es nuestro concepto de Estado?
Ni Estado burocrático, ni desmantelamiento del Estado.
Nosotros habríamos podido desmantelar a Telecom. ¿Cómo
la hemos recuperado? Y entonces lo mismo tenemos que hacer en
el Seguro Social. Por eso lo que hemos hecho ahora es muy bueno,
es crear una sociedad entre el Estado colombiano y las cajas
de compensación familiar, administradas por empleadores
y trabajadores, que hacen parte de esta institucionalidad social
de Colombia tan importante. Hemos escogido seis cajas de compensación,
eficientes y transparentes, sin ánimo de lucro como son
todas las cajas de compensación, para que sean las socias
del Estado colombiano en esa nueva EPS.
Tercero: Los derechos de los trabajadores se respetan totalmente.
Cuarto: Los derechos de los pensionados. Este Gobierno tiene
la intimidad frente a los pensionados del Seguro. Les digo
hoy: pueden estar totalmente tranquilos, les hemos cumplido,
y no fácil.
A este Gobierno le tocó enfrentar el agotamiento de las
reservas, y cada año hemos hecho un gran esfuerzo del
presupuesto nacional para pagar en el Seguro Social las pensiones.
El año pasado tuvimos que pagar alrededor de cuatro billones
y medio, este año cinco billones 100 mil millones tienen
que ser transferidos del presupuesto de la Nación al Seguro
Social para pagarles a los pensionados.
No nos hemos atrasado y no nos atrasaremos con los pensionados
del Seguro Social, ellos pueden tener la certeza. Inclusive a
mí alguien me decía el año pasado: pero
es que, Presidente, cuatro billones y medio es mucha plata, con
eso pavimenta el país, con eso resuelve el problema habitacional
de Colombia, el déficit de vías. Y mi respuesta, ¿cuál
fue? El país les tiene que cumplir a los pensionados.
Las nuevas generaciones no pueden ser insolidarias con los pensionados.
Entonces pueden estar tranquilos.
Los usuarios de la salud pueden estar totalmente tranquilos:
en tres, cuatro meses, con celeridad y con buen juicio, se tiene
que dar el traslado de todos los afiliados al Seguro Social que,
por orden de la Superintendencia ya no puede seguir afiliando,
a la nueva EPS o a otra que quieran escoger. Yo creo que eso
va a resultar bien, como resultó bien en su momento el
traslado de los afiliados de Cajanal a otras EPS, y esa parte
se resolvió muy bien en Cajanal. Ahí tenemos un
gran reto.
Los trabajadores del Seguro Social pueden tener la tranquilidad
de que se les respetan plenamente sus derechos.
Las clínicas. Primero, esta reforma no empezó ahora,
esta reforma la empezamos hace tres años. Con el doctor
Juan Luis Londoño y el doctor Cadena se concibió una
reforma, que hizo Diego Palacio con el doctor Cadena. Fue separar
las clínicas de la parte central del Seguro Social. Si
eso no se hubiera hecho, esta segunda y la tercera fase de reformas
serían imposibles.
Es muy importante que el medio periodístico analice ese
paso intermedio tan definitivo, que consistió en haber
separado las clínicas de la parte central del Seguro Social.
¿Qué sigue ahora con las clínicas? Reestructuración
total.
Por ejemplo, da gusto saber cómo ha mejorado la percepción
de los usuarios sobre la calidad de los servicios de la clínica
Enrique de La Vega en Cartagena, en su ciudad, Juan. Usted tiene
la oportunidad allá de indagar por esto.
Tengo mucha emoción esperando el 15 de febrero, cuando
se debe reabrir la clínica del Seguro Social en Santa
Marta, ya administrada por la fundación, fundación
sin ánimo de lucro, la Fundación Cardiovascular
de Bucaramanga, que está haciendo una gran inversión
allí. Y esa clínica va a quedar a la altura de
las mejores clínicas.
Nosotros tenemos hoy muchos ejemplos para mostrar en materia
de reestructuración hospitalaria. Recuerde ese desastre
que era el hospital Ramón González Valencia de
Bucaramanga. Hace parte de más de 130 hospitales reestructurados
en este Gobierno. Hoy es un hospital ejemplo.
Ese desastre que era el hospital universitario de Barranquilla,
hoy es un hospital ejemplo. Y así sucesivamente. Vamos
a seguir en toda esta transformación. Porque no puede
ser que Colombia tenga unas clínicas, con unas fundaciones,
excelentes, y unas clínicas del Seguro Social que dan
vergüenza. Vamos a poner todas estas clínicas a la
altura de las mejores del mundo.
Tenemos en marcha un acuerdo con el señor Gobernador
de Caldas, para ver cómo el departamento, un ente administrador
especializado de salud, se hacen cargo de la clínica allí,
porque hay algún problema en las instalaciones hospitalarias
de Manizales, todavía por fallas estructurales de los
sismos del pasado.
En Medellín estamos buscando un acuerdo con la Universidad
de Antioquia, el Gobierno departamental, las cajas de compensación,
para que ellos, a través de una entidad especializada,
administren las clínicas del Seguro y las pongan a la
altura de las mejores clínicas.
Y anoche la bancada me propuso esto, y se lo acepté:
que así como definimos que el hospital Universitario Ramón
González Valencia en Bucaramanga fuera universitario,
en todas las reformas de las clínicas del Seguro Social
se garantice que esas clínicas sean campo de práctica
de las facultades de medicina. Nosotros le aceptamos eso anoche
a la bancada. Entonces vamos en la dirección de que esta
reforma garantice que esas clínicas sean de óptima
calidad, y que además sean campos de práctica,
sean clínicas universitarias, para las diferentes facultades
de medicina.
Yo tengo mucho entusiasmo que vamos a lograr una gran reforma
en el Seguro Social, una reforma social, una reforma con una
entidad eficiente, transparente, no con un Estado burocrático,
gigante, sino con un Estado al servicio de la comunidad.
Pregunta: Pasando por el Seguro Social, queremos llegar
finalmente a la América Latina, Colombia y Venezuela, Colombia y
Ecuador. Perdóneme, nuestro compañero Antonio José Caballero
está llamando desde San Miguel, puente San Miguel, sobre
el río Putumayo, en la zona de Sucumbíos, en la
frontera entre Ecuador y Perú.
AJC: Señor Presidente, lo saludo desde el puente internacional
de San Miguel, sobre el río San Miguel, que marca precisamente
la frontera entre las dos naciones. Aquí me preguntan
los campesinos con los que he hablado en San Miguel, en Puerto
Nuevo, ¿a qué acuerdo llegó definitivamente
usted con el presidente Rafael Correa iniciando su Gobierno,
cómo va a ser el tema de la fumigación, porque
ellos se viven quejando, por supuesto, de los temas de enfermedades
en la piel, de malformaciones, en fin, por el glifosato que les
llega de allí?
Segundo, los compatriotas que he visto también desplazados
aquí, estoy con ellos precisamente aquí, y entonces
están reclamando sobre el tema de la repatriación,
que les hicieron firmar unos documentos hace tres meses y no
les cumplieron, por lo menos hasta hora, señor Presidente,
en lo que es el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Consulado
aquí en Lago Agrio.
Presidente de la República: Ah, usted está en
Lago Agrio, usted está del lado ecuatoriano. Usted conoce
muy bien, Antonio José, lo que ha pasado allí.
Primero, la situación es totalmente diferente: hace cuatro
años se fumigaba en el sur de Colombia y las marchas y
las movilizaciones, inducidas por las Farc, eran enormes. Hoy
eso está tranquilo, es incomparable, quiere decir que
hemos avanzado mucho en seguridad. No obstante que estos bandidos
de las Farc todavía tienen allí poder criminal.
Prueba de ello es que nos han impactado con fusiles varios de
los aviones de fumigación.
Segundo, me gustaría que usted mirara un informe de un
médico de las Naciones Unidas, que apareció hace
poco, donde dice que esas enfermedades no son producto del glifosato,
que esas enfermedades son producto de la desnutrición
histórica de esas comunidades. Nosotros estamos haciendo
un gran esfuerzo con Familias en Acción, con Familias
Guardabosques, en el departamento del Putumayo. Un esfuerzo social
sin antecedentes.
Tercero, es muy importante mirar el glifosato y compararlo con
los precursores químicos. Uno no se puede poner a aspirar
glifosato, ni a bañarse con él. Es un herbicida.
Pero es un herbicida recomendado científicamente. Se utiliza
masivamente en agricultura comercial, y de manera creciente.
Si usted va a un campo agrícola en Colombia o en Ecuador
o en cualquier país del mundo que esté aplicando
las últimas técnicas agropecuarias, verá que
en lugar hoy de utilizar el arado y el rastrillo para la siembra,
se utiliza en muy buena parte del glifosato. La gente dice: no
utilicemos arado y rastrillo porque voltea la tierra, revienta
el peñón y lo voltea y se pierde la capa orgánica
que se venía formando, utilicemos mejor el glifosato para
quemar las hierbas, las malezas, ellas se descomponen, al descomponerse
causan, crean capa orgánica. Eso ayuda mucho a la fertilidad
del suelo y se hace siembra directa.
Si eso es creciente en el mundo, en agricultura comercial, ¿por
qué entonces lo vamos a criticar cuando se utiliza para
combatir la coca? La coca que estimula el terrorismo, el terrorismo
que allá en el Putumayo nos asesinó cobardemente
con explosivos cinco policías la semana anterior. Ese
dolor no se puede ignorar en este momento. Esa es una reflexión.
Durante los últimos 20 días, todos los días
a las 7:00 de la mañana, yo le he hablado a una emisora
de Ecuador, todo el que me ha querido llamar de Ecuador le he
contestado y le he hablado con el mayor respeto y he venido aclarando
esto. Yo no soy científico, pero he venido estudiando,
informándome, preguntándole a la gente que sabe.
Ahora, miremos los precursores químicos. Mientras el
glifosato tiene un nivel menor de toxicidad, los precursores
químicos tienen el más alto nivel de toxicidad.
La pregunta es: ¿qué es lo que hace daño:
sembrar droga o eliminar droga? Lo que hace daño es sembrar
droga.
Mire usted estas etapas de la siembra de droga. Primero destruyen
la selva, al destruir la selva se presenta un fenómeno
de erosión en el suelo, cuando hay lluvia esa erosión
va con la escorrentía hacia los cauces de los ríos
y se da la sedimentación en los ríos. Y después,
para transformar la hoja de coca en cocaína, se utilizan
los precursores químicos, que tienen el mayor grado de
toxicidad, y con eso se envenena la fauna, se envenena la flora
y se hace el mayor daño. Eso es lo que ha ocurrido allí,
es muy importante considerarlo.
Ahora, el Gobierno colombiano va a cumplir lo que hemos dicho.
El acuerdo de Managua es para garantizar el derecho ecuatoriano
de que no caiga glifosato del lado ecuatoriano y que Colombia
respete ese derecho ecuatoriano de decir: no nos manden glifosato
acá. Y por supuesto que se respete el derecho colombiano
de utilizar las fumigaciones para derrotar el narcotráfico
en el territorio colombiano.
Entonces uno de los temas que alegan es que, como se aplica
aéreamente, se puede producir un fenómeno de volatilidad,
de desviación de la mezcla que se aplica, hacia el territorio
ecuatoriano. Nosotros hemos dicho que no, y estamos dispuestos
a que lo verifiquen los inspectores que va a nombrar el Ecuador,
de acuerdo a lo convenido en Managua, a que lo verifique la comisión
tripartita internacional. E introducir el correctivo que haya
que introducir, porque la voluntad de Colombia es que no caiga
glifosato en Ecuador.
¿Qué se está haciendo? Primero, el glifosato
tiene la menor volatilidad. Segundo, se le aplica una mezcla
que se llama, que es un adherente, que ayuda a que el glifosato
se adhiera en las matas de coca y que da más peso para
que caiga de manera vertical.
Tercero: se fumiga a muy baja altura, casi a ras de suelo. Me
gustaría que usted mirara allá cómo se fumiga.
Y cuarto: cuando hay brisa, no se fumiga.
¿Entonces cuál es la voluntad de Colombia? Cumplir
la letra y el sentido de lo convenido en Managua, para garantizar
que no caiga glifosato en la hermana república ecuatoriana,
en respeto al derecho soberano del Ecuador, a la hermandad de
nuestros pueblos, y por supuesto es el respeto soberano a la
hermana Nación ecuatoriana, el respeto soberano a Colombia.
Entonces, que no caiga glifosato en Ecuador, y que Colombia pueda
utilizarlo para derrotar la droga en territorio colombiano.
Pregunta: Antes de terminar, me pareció verlo, tuve la
impresión, en la famosa foto, que usted estaba como retraído,
como tímido, lejano, de pronto deprimido, al lado de los
presidentes Chávez, Morales, Correa, ¿no?
Presidente de la República: Juan, yo pienso, pero pocas
veces me deprimo. Ahora lo que vamos es a defender es el modelo
colombiano. Por ejemplo, la concepción colombiana del
Estado. ¿Qué hicimos nosotros en Telecom? Nosotros
no desmantelamos a Telecom.
En el discurso político es muy fácil decir: es
un sistema neoliberal. Otra cosa es cuando se viene y se mira
eso.
Una periodista ecuatoriana me decía hace días,
hace pocos días, en estos 20 días de concederle
entrevistas todos los días al periodismo ecuatoriano,
me decía: si usted tiene un gobierno de derecha y está con
unos gobiernos de aquí del vecindario que son de izquierda.
Le dije: ¿usted por qué los cataloga de izquierda,
señora periodista? Yo particularmente pienso que en una
democracia moderna lo que hay que hacer es garantizar la seguridad,
las libertades democráticas, construir cohesión
social, avanzar hacia la transparencia total, respetar la independencia
de las diferentes instituciones que conforman el Estado. No hablemos
de izquierda o de derecha, hablemos de grados de democracia moderna.
Me decía la periodista: sí, pero es que el objetivo
de los presidentes, que ella llama de izquierda, me decía
ella, es lograr tener unas coberturas en educación y salud.
Y le dije: pues, para allá va Colombia, y avanzando aceleradamente.
Si eso es de izquierda, súmenme a mí allí también.
Una cosa es el discurso y otra cosa es la realidad.
Yo creo que este país está avanzando socialmente
mucho más que algunos gobiernos que se auto-catalogan
de izquierda, porque es la moda del discurso.
Ahora, nosotros no estamos de acuerdo ni con desmantelar el
Estado, ni con tener ese estatismo burocrático de privilegios
politiqueros y de privilegios sindicales.
Por ejemplo, Telecom no tenía con que pagarles a los
pensionados, habría arruinado a la Nación. No les
daba seguridad a los trabajadores y no tenía capacidad
de invertir. Hoy es una empresa próspera, al día
con los pensionados, está bien con los trabajadores, tiene
650 millones de dólares en caja para que Colombia haga
una gran revolución en comunicaciones que hacen falta
para la competitividad. Y mire, Juan, lo que logramos: garantizar
el buen manejo en el largo plazo.
El Estado es dueño de la mitad menos una acción,
y con el socio se garantiza que allá no haya clientelismo.
Es muy importante esa garantía: blindarlas contra el clientelismo. ¿Quién
va a ir ahora a Telecom a pedir un puesto clientelista? ¿En
el pasado cuántos puestos clientelistas se pedían
allá? Es que a Telecom no la quebró solamente el
sindicato. La quebraron las gerencias, que aceptaron todo lo
que los sindicatos propusieron. Y la quebraron los gobiernos,
que mandaban los amigos allá a que mejoraran la jubilación
o a que completaran la jubilación. Ahora con una empresa
reestructurada, que tiene un socio privado, nadie va a ir allá a
pedir clientelismo.
A mí todavía me han pedido puestos en Ecopetrol.
Y entonces una de las cosas que yo pienso es que cuando se haga
esta capitalización de Ecopetrol, ya aprobada por la ley
en buena hora, que espero que esa capitalización la suscriban
y la paguen los colombianos. Los invito a todos los compatriotas,
a los que tengan dos pesitos por ahí debajo de la almohada,
que se esperen para que los inviertan en las acciones de la capitalización
de Ecopetrol.
Además de lo importante que va a ser eso, para aumentar
el patrimonio de Ecopetrol, para buscar reservas, para explotar
crudos pesados que no se habían podido explotar, para
aumentar búsqueda de petróleo, va a ser muy importante
desde el punto de vista del manejo. Porque ese 20 por ciento
de propiedad de los ciudadanos garantiza que la empresa quede
blindada contra la politiquería, contra el clientelismo,
contra los excesos sindicales.
Mire la experiencia de ISA, que la democratizó un Gobierno
anterior al mío, una experiencia formidable. El patrimonio
del Estado en ISA se ha aumentado, e ISA se duplicó el
año pasado con la operación que hizo en Sao Paulo
en el Brasil. O sea que nosotros tenemos aquí un modelo
de Estado respetable, social, no obstructor de la iniciativa
privada.
Estamos buscando toda la inversión privada posible en
Colombia y le estamos dando al mundo confianza para que venga
la inversión, pero sabemos que el Estado tiene que jugar
un papel social muy importante. Por eso ni el neoliberalismo
que destruye el Estado, ni el burocratismo que ya fracasó en
América Latina. Uno recuerda la revolución brasilera
de Julio Vargas, del 30 al 54, la revolución boliviana
del 50 al 52. Todos esos procesos de estatismo puro se han ensañado
en América Latina con malos resultados.
Creo que el camino colombiano, como este camino de la sociedad
del Estado con una entidad social, que con unas cajas de compensación,
para reformar totalmente la presencia estatal en la seguridad
social, yo creo que es un camino correcto, defensable en nuestro
país y defensable internacionalmente.
Juan, me voy a despedir, porque me tengo que ir a Medellín
y tengo ya una reunión con los calificadores de riesgo,
para mostrarles todo lo que ha hecho Colombia, a fin de que le
mejoren a Colombia la calificación. Nosotros aspiramos,
una de las aspiraciones de este Gobierno es que Colombia recupere
en algún momento el grado de inversión.
Por aquí me llega una noticia, Juan, de que usted está cumpliendo
años. De todo corazón lo felicito y deseo que mi
Dios le dé muchos, muchos años, para que usted
siga viviendo feliz en su Costa Caribe, con su familia, sirviéndole
al periodismo colombiano, que ha sido muy, muy enaltecido en
su trayectoria.
Juan Gossaín: Usted es muy amable, que Dios le pague
sus deseos señor Presidente. Tengo una última pregunta
si usted me lo permite.El ex comandante general de las Fuerzas
Militares, Harold Bedoya Pizarro, refiriéndose a las declaraciones
de Mancuso, para terminar esta entrevista como la empezamos,
dijo que: estoy esperando que el ex Gobernador de Antioquia, Álvaro
Uribe, salga, se pronuncie y defienda la honra del general Manosalva. ¿Qué le
responde usted al general Bedoya Pizarro?
Presidente de la República: Siempre, lo defendí,
Juan. Siempre lo defendí, y como he defendido a los generales
de la República. Una cosa es defenderlos y otra cosa es
obstruir la justicia. Primero que el general Harold Bedoya no
me tiene que hacer esos retos, él me conoce, porque él
era Comandante del Ejército cuando yo era Gobernador de
Antioquia, y creo que no tiene una sola queja sobre mi proceder.
Creo que no la tiene. Aquí es más importante el
proceder que las palabras.
El informe que tengo es que el señor general Manosalva
murió el 17 de abril del 97, y la masacre de octubre fue
después, fue el 25 de octubre del 97. El señor
Ministro de Defensa me dijo que le iban a entregar estas fechas
a la justicia, y es muy importante que los jueces de la República
investiguen este tema.
Pregunta: ¿Qué está pasando con ciertos
nombramientos de la diplomacia? Hace un semestre fue el lío
de los nombramientos de los ex presidentes Samper y Pastrana
y ahora este escándalo que está provocando el nuevo
embajador en Sudáfrica, el señor Moreno de Caro. ¿Usted
qué piensa de todo eso?
Presidente de la República: Bueno, lo primero, Juan,
es que le he cumplido al país. Yo acepté que no
era bueno lo que yo hice en el primer Gobierno, rectificar es
muy
difícil, pero hay que hacerlo, porque uno está es
defendiendo los superiores intereses del país. EN RCN
hicimos ese debate, cuando se nombraron algunos parientes de
parlamentarios, y yo dije que no nombraría parientes de
parlamentarios en la diplomacia, salvo que hubiera casos de méritos
personales, prescindiendo del parentesco. Eso se lo he cumplido
al país claramente.
He designado al doctor Moreno Caro en Sudáfrica, porque
considero que él puede hacer allí una buena tarea, él
quiere estudiar bien ese proceso de paz de Sudáfrica,
eso puede ser conveniente para Colombia, y simplemente el Gobierno
de Colombia pidió el visto bueno del Gobierno del Sudáfrica
y oportunamente el Gobierno de Sudáfrica tramitará esa
petición. Es todo lo que tengo que decir. Me parece que
es un nombramiento respetable, y creo que él puede hacer
una buena labor allí.
Tiene una manera de ser Moreno de Caro, que creo que finalmente
no hace daño. Y como todos los seres humanos tenemos que
vivir todos en proceso de madurar, y él también
tendrá que saber que tiene unas cosas muy amables y otras
que tiene que madurar.
Juan Gossaín: Usted ha sido muy amable con RCN, que tenga
buen viaje a Medellín, y muchas gracias.