DECLARACIONES DEL PRESIDENTE URIBE A CARACOL
RADIO
Bogotá, 30 ene. (SNE).- Las
siguientes son las declaraciones concedidas este martes por
el presidente Álvaro Uribe
Vélez a Caracol Radio.
Periodista Camilo Restrepo, de
Caracol Radio: Presidente, una sola pregunta, sabemos que va con afán:
explicarnos el tema del juicio al Estado.
Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez: Darío, muy buenos días a usted, a sus compañeros
de Caracol, aquí estamos en una reunión con los
comandantes de Policía de todo el país, encabezados
por el señor general Castro Castro, evaluando el mes de
enero y todo lo que tienen que ser nuestras políticas
del año. Me dice aquí Camilo que usted quería
hacerme una pregunta.
Darío Arizmendi, director de noticias de Caracol Radio: Sí, señor: su tercer mandato, señor Presidente. ¿Qué decir
frente a lo que propuso Julio Mario Santodomingo hace unos días?
Presidente de la República: Creí que ya se le
había olvidado.
DA: No. Al país no se le olvidan
ese tipo de cosas.
Presidente de la República: No, no. No nos pongamos ahora,
esos no son los temas, Darío. Muy claramente: hay una
norma constitucional y nadie va a pretender reformarla y estamos
en lo que estamos, que es trabajando. No dejemos desviar la atención.
DA: Es decir, usted de ninguna manera
patrocinaría en
el Congreso la posibilidad que ha hablado algún parlamentario,
Ciro Ramírez, de que se permita una segunda reelección.
Presidente de la República: No. A él se le dijo
muy claramente, cuando lo propuso, que de ninguna manera. ¿Qué era
lo que querías preguntarme, sustantivo, interesante para
el país?
DA: El juicio al Estado, Presidente. ¿Piensa usted que
ese es en un tema de actualidad o es un debate académico?
Presidente de la República: No, ese es un tema necesario
en los estrados judiciales. Porque enseñan en las facultades
de Derecho que las conductas que juzgan los jueces y que pueden
tipificar delitos, hay que mirarlas también en el conjunto
de circunstancias de lugar y de tiempo que se dieron.
Yo he venido sosteniendo que los jueces
de la República,
en su sabiduría, deberán mirar tres aspectos:
Primer aspecto: cómo el Estado perdió la soberanía
real en muchas regiones de Colombia. Esa soberanía fue
arrebatada por grupos guerrilleros, por grupos paramilitares,
la ciudadanía quedó a merced de ellos y desprotegida
por el Estado.
El segundo aspecto, que en mi concepto
deben tener en cuenta en su sabiduría los jueces de la República: definir
por qué esas relaciones que hoy se investigan con los
paramilitares y que tendrán que investigarse y aclararse
con la guerrilla, por qué se dieron. Si se dieron por
coacción insuperable, si se dieron porque los ciudadanos
buscaban adelantar una gestión humanitaria o si se dieron
con el ánimo de delinquir.
El tercer aspecto al cual me he venido
refiriendo es que los dirigentes de la política tenemos mayor responsabilidad
que los ciudadanos que no son dirigentes de la política.
Los dirigentes de la política no podemos, so pretexto
de algunas circunstancias, ajustarnos a lo que podría
ser la mayor comodidad personal. Tenemos que correr mayores riesgos
que los riesgos que se les pueden exigir a los ciudadanos que
nos son dirigentes de la política.
Me he venido refiriendo a esto, Darío, y también
al tema de nuestro de proceso de paz. Dije en la Corte Interamericana
de Derechos Humanos que este proceso de paz, que es un proceso
de paz con justicia, con reparación, con verdad, marca
una diferencia con anteriores procesos de paz en Colombia y en
el mundo.
Además se constituye en un punto de referencia muy importante
para el futuro. Y obliga a que de la misma manera que se adelanta
este proceso, se adelanten otros procesos en Colombia, en el
futuro, con la guerrilla, y en otras naciones en el mundo. Y
que esto de buscar la paz con la verdad sin impunidad, con reparación,
debe llevar al mundo, que tantas veces ha criticado a Colombia,
a exaltar a Colombia.
Y el otro tema al que me he venido refiriendo
en estos días
es la defensa que yo hago de que estas audiencias que se están
adelantando en estos juicios, se puedan transmitir en televisión,
en vivo y en directo. ¿Por qué? Durante tres largos
años que se discutió esa ley, se habló de
la necesidad de impulsar la verdad. Porque el estímulo
de la verdad ayuda a la reconciliación sincera, ayuda
a que la reconciliación no sea una cicatriz falsa: con
apariencia sana, pero con la intención por debajo.
Algunos me dicen: bueno, ¿pero qué pasa si estos
señores aprovechan la televisión para distorsionar
la verdad? Yo creo que pueden intentar distorsionar la verdad,
tanto en la televisión en directo como al otro día
a través de un periódico o de una emisora. Me parece
que la circunstancia de que la opinión pública
pueda mirar esos temas en vivo y en directo, ayuda a que la opinión
pública también se forme un juicio y ayude a decir:
bueno, están diciendo la verdad, o están mintiendo.
El otro aspecto que se ha propuesto es:
bueno, pero si hay una señora víctima y que, por razones de dignidad,
se estima que su caso no debe publicarse, también he dicho:
en ese caso el juez de la República que tiene la audiencia
bajo su control, en su discrecionalidad, debe impedir que eso
se transmita. Y será muy importante, cuando los jueces
digan: eso no se puede transmitir, que tampoco aparezca después
en los periódicos, que tampoco aparezca después
en las emisoras.
Finalmente he dicho: ¿por qué nos extraña
la transmisión en vivo y en directo, si en este país
de libertad de prensa muchas veces hay filtraciones que violan
las reservas del sumario y, por respeto a la libertad de prensa,
el Gobierno ni contra eso protesta?
Esto es, Darío, lo que se ha venido diciendo. No sé si
quieras preguntar algo más.
DA: Por supuesto, señor Presidente. Prefiere entonces
usted, según colijo, una prensa desbordada a una prensa
censurada, como lo afirmó en su momento el ex presidente
Belisario Betancourt. ¿Comparte el Gobierno la iniciativa
lanzada en el día de ayer por el presidente de la Comisión
de Reparación, Eduardo Pizarro Leongómez, en el
sentido de que seguramente se va a tener que crear un impuesto
para fortalecer los recursos para la reparación de las
víctimas? Todos pensamos que esos recursos iban a salir
de las haciendas, de los negocios, de las empresas y de la plata
de los jefes de las Autodefensas y del narcotráfico.
Presidente de la República: Sí, estamos esperando
que eso se dé. Usted sabe que una exigencia de la Ley
de Justicia y Paz es que estos señores tienen que entregar
todos esos bienes para reparar a las víctimas. Aquí me
están oyendo el señor general Castro Castro y el
señor general Óscar Naranjo, estoy reunido con
ellos y con todos los comandantes de Policía, y pienso
que, como se ha dicho en varios consejos de seguridad recientemente,
que se deben agilizar medidas cautelares para que se vayan interceptando
esos bienes, que tienen que estar a órdenes del Fondo
de Reparación. Y en la medida que se haga una labor efectiva
para que todos esos bienes entren al Fondo de Reparación,
habrá mejores posibilidades con esos bienes de indemnizar
a las víctimas.
No se puede olvidar lo que ha sido la
historia de este Gobierno. Este Gobierno en sus inicios obtuvo
la aprobación en el
Congreso de lo que yo llamo la Ley Fernando Londoño. Es
una ley que agiliza muchísimo la extinción de dominio.
Y si usted miras las cifras, verá que es un Gobierno que
ha avanzado, numéricamente, muchísimo, sin antecedentes,
en materia de extinción de dominio. Eso disiparía
cualquier duda.
DA: ¿Pero entonces qué? ¿El
Gobierno respalda el impuesto lanzado y propuesto por Eduardo
Pizarro o no?
Presidente de la República: No es momento de hablar de
nuevos impuestos. Apenas se está en el proceso de aplicación
de la Ley. Y confío que, paralelo con la aplicación
de la Ley de Justicia y Paz, la Policía y la Fiscalía
puedan adoptar unas medidas cautelares de interceptación
de todos estos bienes, que tienen que llevarse al Fondo de Reparación.
La primera vez que lo digo en público, pero ha sido un
afán personal mío como Presidente de la República,
estimular esas medidas cautelares. Aquí tengo al señor
general Óscar Naranjo, el responsable de avanzar con esas
medidas cautelares, asintiendo, porque esto lo hemos hablado
en los últimos consejos de seguridad, para ayudar a que
ese Fondo de Reparación se nutra debidamente.
DA: Hablaba usted hace unos minuticos
de justicia sin impunidad, en lo que tiene que ver con las
audiencias y con las confesiones
de los jefes paramilitares. ¿Cree usted que Salvatore
Mancuso, en las primeras de cambio, en esa primera parte de sus
declaraciones, de sus confesiones tan calculadas, computador
en mano, con toda la asesoría jurídica, realmente
está revelando algo que el país no supiera?
Presidente de la República: La verdad es que tienen que
ser los jueces de la República los que digan eso. El Presidente
de la República da unos conceptos con los cuales cree
interpretar una Ley que el propio Gobierno propuso, pero dejemos
que sean los jueces de la República los que hagan algo
que llaman los juristas: el proceso de valoración de las
pruebas.
Yolanda Ruiz, periodista de Caracol
Radio: Quisiera pedirle una precisión sobre uno de los tres puntos que usted nos
plantea, en donde dice cómo el Estado perdió la
soberanía en muchas regiones. ¿Cuando usted plantea
ese juicio al Estado es un juicio de qué tipo? ¿Es
un juicio político o es una invitación a la rama
judicial para que intervenga y empiece a averiguar qué fue
lo que pasó? ¿A partir de cuándo se debe
investigar y quiénes deben responder, porque el Estado
es algo general? ¿Pero quiénes deben responder:
los presidentes de la época, los ministros, los alcaldes,
los gobernadores, los fiscales, los procuradores?
Presidente de la República: El Estado también
es un conjunto de competencias, que se asignan a cada órgano.
Miren: una de las ventajas que yo le veo al estímulo de
la verdad, es que los colombianos conozcamos en todas partes
la tragedia que se vivió. La tragedia surgida de que durante
años los terroristas rebasaron al Estado. Prácticamente
la política de seguridad no se sentía en muchas
regiones. La gente quedó a merced de guerrilla y paramilitares.
Entonces en la medida en que la ciudadanía colombiana
reflexione sobre todo eso, es que habrá una gran corriente
ciudadana, que habrá un gran consenso nacional para exigir
que el país del presente y el país del futuro sea
un país de institucionalidad democrática. Sea un
país sin guerrilla, un país sin paramilitares,
un país sin narcotráfico, un país sin corrupción.
Y creo que hemos avanzado. Si ustedes
ven los procesos electorales que se han surtido siendo yo Presidente
de la República,
han sido los procesos más libres. Si ustedes ven el periodismo
de las regiones hoy, que estaba tan coaccionado por guerrilla
y paramilitares, encuentran que es un periodismo más libre.
La política de Seguridad Democrática, a pesar de
todo lo que le falta, se ha sentido bastante, para bien de la
democracia colombiana.
Las únicas coacciones que se presentaron en el proceso
electoral del año pasado, fueron contra electores y amigos
de esta causa. Y simplemente he hecho esos comentarios. Llamaban
muchos compañeros del Caquetá, muchos compañeros
de Nariño, del Putumayo, a decirme: estamos muy coaccionados
por las Farc, que impide votar por usted. Pero, por fortuna,
quienes conmigo compitieron por la Presidencia de la República
el año pasado, las diferentes listas al Congreso de la
República, pudieron sentir en sus propias campañas
el efecto democrático, bondadoso, de nuestra Seguridad
Democrática, que ha venido recuperando las libertades
reales, las garantías efectivas.
DA: Claro, es que en muchos sectores,
señor Presidente,
cuando usted habló de ese juicio al Estado como tal, con
todos sus responsables, se pensó, por lo menos algunos
pensamos, que podía ser la continuación de esas
afirmaciones de Fabio Echeverri, cuando fue su primer consejero
presidencial y cuando dijo que realmente todos los presidentes
hacía atrás no habían hecho prácticamente,
absolutamente, nada. Entonces pensamos que de pronto lo que usted
estaba era prolongando esas afirmaciones, profundizando esas
expresiones de Fabio Echeverri contra los ex mandatarios, ex
fiscales, ex procuradores, y en general contra todos los que
tendrían que haberse percatado de que este Estado como
estaba, no funcionaba.
Presidente de la República: Darío, usted ejerce
un periodismo muy audaz, muy perspicaz, pero déjeme hacerle
unas proposiciones constructivas a los colombianos. Una de ellas,
la reflexión de lo que le pasó a este país
con la ausencia de seguridad, con el avance del terrorismo. La
gente quedó en muchas regiones a merced de la guerrilla,
y en otras regiones a merced del paramilitarismo, y en muchas
partes a merced de ambos.
Yo recuerdo el amanecer del ocho de agosto
de 2002, cuando, antes de las seis de la mañana, aterricé en el
aeropuerto de Valledupar, para empezar en esa región del
país el rescate de la seguridad. Eso estaba lleno de guerrilla
y de paramilitares. La ciudadanía a merced de ambos. Por
la tarde llegué a Florencia, en el Caquetá, y todos
los alcaldes de los municipios de ese departamento estaban allí prácticamente
en exilio, en la Gobernación del departamento, sin poder
ejercer en sus municipios.
Entonces las circunstancias de una ciudadanía que no
sentía protección, porque eran más fuertes
las acciones de los terroristas que la voluntad y las acciones
del Estado para proteger a la ciudadanía, son circunstancias
que tienen que tener en cuenta, primero, los jueces de la República,
para juzgar los hechos que hoy aparecen, los que aparecerán
mañana o pasado mañana, cuando se adelanten también
procesos contra las guerrillas.
Y circunstancias que tiene que tener
en cuenta la opinión
pública, para que esta Nación entienda que la civilidad
no se puede confundir con debilidad. Para que todos los colombianos
nos comprometamos, reflexionando sobre esa amarga historia del
ascenso de la guerrilla y el paramilitarismo, que desbordó al
Estado y acabó con las libertades ciudadanas, para que
todos pensemos que el futuro tiene que ser un futuro exclusivo
de institucionalidad democrática, sin guerrilla, sin paramilitares,
sin narcotráfico, sin corrupción. Y estamos avanzando
en esa dirección, Darío.
Pregunta: Presidente, ¿usted estaría
de acuerdo en una ley de punto final en el tema de las Autodefensas?
Presidente de la República: No, mire, lo que hemos hecho
en Colombia es muy importante. Eso nos da respetabilidad ante
el mundo. Nos da respetabilidad ante procesos que se han llevado
en otras partes del mundo y ante procesos que se han llevado
acabo en Colombia. Aquí y en otras partes del mundo hubo
procesos de reconciliación sin justicia, de reconciliación
con impunidad, de punto final con impunidad.
Ahora lo que tenemos es un proceso de
paz que es un buen balance entre justicia y paz. Sí, en nombre de la paz se otorgan
en la Ley unos beneficios, como el beneficio de la reducción
de las sentencias, y en nombre de la justicia se toman unas decisiones,
como la decisión de la verdad, la decisión de la
entrega de los bienes, la decisión de que tienen que estar
un tiempo en la cárcel, la decisión de que aquellos
delitos atroces no pueden ser objeto de amnistía, no pueden
ser objeto de indulto. La decisión de que aquellos que
hayan cometido delitos atroces, y esto marca una gran diferencia
con el pasado de Colombia y con el pasado del mundo, aquellos
que hayan cometido delitos atroces no pueden salir a presentarse
como candidatos al Congreso de la República, a la Presidencia
de la República.
Entonces aquí estamos en un proceso de paz con justicia,
muy distinto de esos procesos de paz con impunidad que se dieron
en Colombia y en otras partes del mundo. Y esto produce dos efectos.
El primer efecto: que a futuro tienen que mirar este proceso,
para que los otros procesos que se adelanten en Colombia y en
el mundo sean procesos que no se hagan maltratando la justicia,
que no se hagan sobre el lomo de la impunidad. Y debe producir
otro efecto: el mundo, que en tantas ocasiones nos ha maltratado,
ahora nos tendrá que respetar.
Yo creo que este proceso, la aplicación
de la Ley de Justicia y Paz, es un proceso que le da inmensa
respetabilidad
universal a la democracia colombiana.
La semana entrante, que tengo la primera
reunión con
el nuevo Secretario General de las Naciones Unidas, así se
lo diré y se lo describiré. Como tuve oportunidad
de afirmarlo en una extensa intervención el pasado viernes
ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en San José de
Costa Rica.
Pregunta: Lo saludo desde la Gran Manzana
para saber también
cómo será su reunión con Bill Clinton en
la ayuda de él hacia Colombia, y a ver cuándo viene
también a sacar la cara por el TLC, señor Presidente.
Presidente de la República: En eso estamos. La reunión
que vamos a tener en este momento con los comandantes de Policía
es muy importante, porque nos proponemos este año hacer
todo el esfuerzo para que Colombia reduzca sustancialmente el
homicidio. Tiene que ser este año, deberían ser
todos los años, pero este año vamos hacer de este
año un año de la vida.
Y ahora en los primeros días de febrero se va a premiar
al comando de Policía con más esfuerzos y resultados
en reducción del homicidio. A la brigada militar con más
esfuerzos en derechos humanos. A los comandos de las diferentes
fuerzas. Al colegio del país que tenga los mejores proyectos
en materia de respeto a la vida. Vamos a premiar también
a la ciudad con mejores esfuerzos y resultados en esta materia.
Y lo mismo a los municipios por categoría.
Es uno de los temas que tengo en la agenda
de esta mañana
con los comandantes de la Policía de todos los departamentos,
reunidos aquí en Bogotá.
Pregunta: Señor Presidente, en otra conversación
que sostuvimos aquí, en Caracol Radio, con usted, cuando
se empezaba a descubrir que había algunos dirigentes políticos
vinculados o presuntamente vinculados o señalados de tener
vínculos con los paramilitares, usted dijo: mientras puedan
estar en el Congreso, que voten los proyectos, yo no voy a decir
que rechazo esos apoyos. En la medida en que este escándalo
ha venido creciendo y se destapan más y más dirigentes
políticos, ¿usted mantiene esa postura, Presidente? ¿Considera
que los dirigentes políticos, mientras puedan votar, voten
los proyectos? ¿Que el apoyo venga, no importa de dónde
venga?
Presidente de la República: No, no. Pare, pare, pare.
No me malinterprete. No me malinterprete. Primero, recuerde en
el 2002 cómo llegué yo casi que solito, sin congresistas,
a la Presidencia de la República. Es muy importante que
usted mire, en la mayoría de los actos que ahora se juzgan
cómo corresponden a hechos anteriores a mi gobierno. Y
mire también que la mayoría de esos congresistas
no acompañaron en el 2002 mi candidatura a la Presidencia.
Ahora, yo construí gobernabilidad. ¿Qué tal
que yo no hubiera tenido mayorías de Congreso para aprobar
tantas leyes, cuyos frutos se ven hoy? Mire cómo ha crecido
la economía colombiana, cómo está mejorando
la situación de ingreso de los sectores populares del
país, el consumo de alimentos. Eso no se puede desvincular
de nuestra agenda legislativa, ni se puede desvincular de nuestra
política de Seguridad Democrática.
Ahora, el año pasado, con este escándalo, se quiso
crear… Es que, mire, yo veo una gran diferencia. Por ejemplo,
cuando escucho al doctor Darío, veo una gran diferencia
con muchas cosas que uno le escucha a diario al pueblo colombiano.
El año pasado se quiso crear, en algún nivel de
medios, una corriente de ilegitimidad contra el Congreso de la
República. Yo salí a defender esa institución
legítima de la democracia. Y yo no podía permitir
que se crearan riesgos contra la agenda legislativa. Me di a
la tarea que se tuviera que aprobar la agenda legislativa. ¿Qué tal
que no hubiéramos aprobado la agenda legislativa? ¿Qué tal
que no hubiéramos aprobado la Reforma a la Ley 100, la
Ley de Vivienda? ¿Qué tal que no hubiéramos
aprobado la Reforma Tributaria, que es el conjunto normativo
más importante para atraer inversión, que se da
en el continente? ¿Qué tal que no hubiéramos
aprobado, en primer debate, la regulación de las transferencias
a las regiones, para estimular la descentralización sin
quebrar a la Nación?
Ahora, me parece que hay unas propuestas
interesantes. Por ejemplo, ahora la ha hecho el senador Carlos
García Orjuela, presidente
del partido Unión Nacional Social, que aquellos congresistas
que estén en procesos judiciales sean retirados transitoriamente,
mientras se definen los procesos judiciales. Lo que yo tengo
que hacer es defender la institución del Congreso de la
República. Y defender y abogar por la aprobación
de la agenda legislativa.
En aquello de paralizar al país, a eso jamás le
haré juego. Además, porque todo lo que está apareciendo
es producto de la Seguridad Democrática. Estos señores,
que están haciendo ahora esas confesiones, están
en proceso de paz, no porque espontáneamente les hubiera
surgido la idea de un proceso de paz, sino porque han sentido
los rigores de la Seguridad Democrática.
Darío Arizmendi: Presidente, ha sido usted muy gentil,
está usted acompañado de los altos mandos de la
Policía Nacional, el general Castro Castro, el general Óscar
Naranjo. Ha sido muy amable por estas precisiones a la audiencia
de la cadena Caracol.
Presidente de la República: A ustedes, muchas gracias,
Darío. A usted y a sus compañeros.