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14 de Febrero

PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE AL LANZAR NUEVA FASE DE FAMILIAS EN ACCIÓN

Bogotá, 14 feb (SNE). Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante la presentación de la nueva fase del programa Familias en Acción.

“Qué bueno que nos reunamos hoy para ver ya, más cerca, una meta. La meta de que Colombia tenga millón y medio de Familias en Acción, que tenemos toda la motivación para poderla cumplir, y este año, sin más demoras.

Quiero agradecer el esfuerzo que ha venido haciendo Luis Alfonso Hoyos, todo su equipo, en Acción Social, para responderle al país con un programa tan importante como éste, con un programa tan importante como Familias Guardabosques, que son programas en los cuales Colombia está dando un gran ejemplo.

Quiero agradecerle al Congreso de la República habernos ayudado con la partida presupuestal para poder cumplir la meta este año. Es muy significativa.

A los alcaldes, su compromiso, su colaboración, para que podamos llegar a los 1.098 municipios de Colombia.

Nosotros estamos construyendo un concepto de democracia, una democracia más profunda, una democracia solidaria, una democracia humanizante. Por eso, para lo que llamamos el modelo colombiano, trabajamos la seguridad con alcance democrático, el respeto a las libertades, la construcción de cohesión social, la búsqueda de la transparencia y el respeto a la independencia de las diferentes instituciones que concurren al Estado.

En la discusión colombiana de estos últimos años, algunos de mis críticos dicen: bueno, pero es que Uribe es la guerra y con Uribe no hay política social. Y empezamos a ver un gran avance en régimen subsidiado de salud, en educación, el Sena, Bienestar Familiar, Familias en Acción, microcrédito.

Yo creo que los hechos nos van a demostrar algo que le propusimos al país hace cinco años: la seguridad tiene una relación de mutua dependencia con la política social. Si hay seguridad, hay confianza inversionista. Si hay confianza inversionista, hay recursos. Si hay recursos, hay manera de financiar lo social. Y si hay avance en lo social, el pueblo colombiano legitima, apoya la política de seguridad.

Tenemos que hacer una gran pedagogía a lo largo de estos meses en el país, para mostrar no solamente estos programas de política social, sino la relación entre la política social y la política de Seguridad Democrática, en una democracia humanizante, como la que queremos profundizar en nuestra Patria. Ese es el primer punto.

Viene allí otro punto muy importante: ¿cómo relacionamos nosotros el crecimiento de la economía con la política social? No estamos en ninguno de los extremos en los cuales se movió América Latina.

Primero, en América Latina, por allá en la década de los 60 –lo recuerdo– se hablaba del desarrollismo. Se le asignaba toda la importancia al crecimiento de la economía, no se hablaba de lo social, se tenía la idea que lo social llegaría automáticamente como consecuencia implícita del crecimiento de la economía. No llegó.

El Brasil de los años 60 mostró períodos anuales en los cuales la economía crecía al 14 por ciento y se aumentaba la pobreza. Después en América Latina se habló simplemente de la distribución, del mejoramiento social, pero se le dio la espalda al crecimiento. Entonces muchos países terminaron con un discurso social muy efectista en época electoral y con unos resultados sociales muy pobres, porque solamente, en ausencia del crecimiento, se alcanzaba a redistribuir la pobreza.

Nosotros no estamos ni en un extremo ni en el otro. Nosotros creemos que lo importante es llevar de la mano crecimiento de la economía con política social. Y además se van acompañando, se acompasan mutuamente.

El crecimiento de la economía con política social, ayuda. Cuando la gente percibe que el crecimiento de la economía está derramando, de inmediato, externalidades positivas, que llaman los economistas, en el universo social del país, ese crecimiento se legitima. La ciudadanía dice: vale la pena estimular este crecimiento.

Y a su vez, una política social bien conducida va incorporando las grandes masas excluidas, las grandes masas pobres, a las corrientes dinámicas de la economía. Esa incorporación les permite mejorar capacidad adquisitiva, y esa capacidad adquisitiva le da sostenibilidad, en un horizonte de largo plazo, a unas metas vigorosas de crecimiento de la economía, año tras año.

Entonces esa es otra relación muy importante que tenemos que explicarles a nuestros compatriotas, en todos los foros posibles, a lo largo de estos meses.

Y viene el tema de la política del Gobierno para reducir la pobreza. En la Visión Colombia Segundo Centenario, para el 7 de agosto de 2019, que fija una serie de metas que el país debe cumplir, para ese momento en el cual celebraremos los 200 años de la Batalla de Boyacá, se proponen unas metas muy rigurosas.

Una de ellas, que la pobreza en ese momento no supere el 15 por ciento. Venimos del 60, hemos estado entre el 45 y 52, tenemos que llegar en el 2010 al 35. Esa es una meta bien exigente, para que quienes nos sucedan en el Gobierno puedan entregar la meta, en el 7 de agosto de 2019, de una pobreza no superior al 15 por ciento.

Por eso Acción Social, aquí representada por el doctor Luis Alfonso Hoyos, Planeación Nacional, aquí representada por su directora, la doctora Carolina Rentería, se han propuesto un programa social para que en este Gobierno podamos eliminar, reducir sustancialmente la pobreza absoluta, y producir un bajón muy sustancial en la pobreza general. Y eso queremos acompañarlo y ejecutarlo con todo el entusiasmo.

Luis Alfonso Hoyos ha explicado por qué hay que acelerar esta meta de Familias en Acción: porque un millón y medio de Familias en Acción se convierte en un universo necesario de la población colombiana, alrededor del cual hay que poner en marcha todas las otras herramientas sociales, para demostrar que con un programa sostenido en el tiempo, con un programa que permita que a un universo poblacional se le beneficie con todas las herramientas sociales, para demostrar que ese grupo, bien atendido, puede superar la pobreza absoluta. Esa es la razón.

Una meta: que millón y medio de familias colombianas superen la pobreza absoluta. Un mecanismo de ingreso: vincularlas a Familias en Acción. ¿Qué sigue? Cumplirles con Familias en Acción y hacerlas beneficiarias de los otros programas sociales del Gobierno.

Se discuten dos temas: ¿Es este programa un programa asistencialista o un programa de inversión social estructural? Y se discute otro tema: ¿Cuáles son los otros beneficios que deben tener estas familias?

Sobre la primera discusión, este es un programa de efectos sociales estructurales. ¿Cuál es, en concepto de muchos estudiosos de las ciencias sociales, lo que distingue una estrategia social asistencialista de una estrategia social estructural? Lo siguiente: la estrategia social asistencialista atiende problemas de personas, pero no transforma la distribución del ingreso en una sociedad.

La estrategia social de efectos estructurales tiene impacto sobre eliminación de pobreza absoluta, reducción de pobreza general y mejoramiento de la estructura de distribución del ingreso.

¿Por qué decimos nosotros que Familias en Acción no es un programa asistencialista sino un programa de inversión social estructural? Porque es un programa que está llamado a mejorar la distribución del ingreso en Colombia.

¿Cómo puede una de las familias aquí presentes, en el futuro, ser beneficiaria del mejoramiento de la distribución del ingreso en Colombia?

Las ciencias sociales han demostrado que el camino más eficaz para mejorar en un país la distribución del ingreso, es el camino educativo. Y lo estamos viendo.

El Dane ha cambiado la encuesta de empleo. Nos ha dicho que la anterior encuesta ocultaba desempleo y ocultaba pobreza. Por eso aparece que en el último año, no obstante que 550 mil colombianos nuevos llegaron a la seguridad social, aparece como que hubiéramos tenido un punto adicional de desempleo. Lo que no es así. Lo que pasa es que la anterior encuesta ocultaba desempleo.

Y lo que nos está demostrando la encuesta es que las personas más afectadas en materia de desempleo e ingreso, son las personas con menor nivel educativo.

Lo que nos está demostrando la encuesta es que esos 550 mil colombianos que el año pasado ingresaron como nuevos afiliados a la seguridad social, en su inmensa mayoría son colombianos que ya empiezan a tener niveles importantes de educación.

Entonces: a mayor educación, mejores posibilidades de ingreso, con afiliación a la seguridad social, y mejores posibilidades de mayor ingreso.

A mayor educación, la gente puede competir con más éxito en lo que se llama el espiral de movilidad social.

Sin educación la gente queda estancada, condenada a reproducir condiciones de pobreza. Con educación las personas pueden avanzar por el espiral de movilidad social y ser beneficiarias de una sociedad en la cual la educación da movilidad social. La movilidad social es nuevas oportunidades, es mejor ingreso, es superación de la pobreza, es construcción de equidad.

¿Cómo juega Familias en Acción allí? En la medida que les permite a estas familias colombianas garantizar la educación de sus hijos, acompañada de nutrición y de salud, pues entonces esa nueva generación de colombianos, los hijos de estas familias que se van a educar, van a tener mejores oportunidades de empleo, con afiliación a la seguridad social, y van a tener mejores oportunidades de movilidad social ascendente en la sociedad colombiana.

Por eso nosotros decimos que esta es una herramienta fundamental en una política social no paternalista, no asistencialista, sino que puede tener profundos efectos estructurales.

Y algunos críticos han dicho: bueno, pero es que el Gobierno sí tiene herramientas sociales asistencialistas. Claro que las tiene. Yo no niego que los 600 mil ancianos que estamos atendiendo con los almuerzos calientes, Programa Juan Luis Londoño, y con los subsidios monetarios mensuales, ese es un programa asistencialista, a diferencia de este programa de Familias en Acción.

Nosotros encontramos 60 mil ancianos, hoy tenemos 600 mil y vamos para un millón. Pero una sociedad que quiera labrarse el futuro no puede darle la espalda a los ancianos. Esos ancianos fueron productos de la exclusión, su pobreza es producto de la exclusión de la sociedad colombiana. Y por eso tenemos que atenderlos y no nos puede dar vergüenza decir que es un programa asistencialista, necesario. Es que lo que este país no puede es estar tranquilo con 600 mil ancianos muriéndose de hambre en las calles y sin atenderlos. Por eso nosotros vamos a cumplir la meta de un millón de ancianos.

Reconozco que ese programa sí es asistencialista, pero hay todas las razones para demostrar que Familias en Acción es un gran programa estructural.

Y puede haber algunas diferencias entre Familias en Acción en la ruralidad y Familias en Acción en la vida urbana de Colombia. Pero yo creo que esas diferencias son marginales. Porque uno ve en las grandes ciudades colombianas que muchas familias pobres tienen que renunciar a la educación de sus hijos y mandarlos a vender, prematuramente, chicles a las calles, porque los muchachitos no pueden asistir al colegio, porque la familia no tiene con qué darles la alimentación para garantizar que ellos asistan a colegio, etcétera.

Ese problema es visible en las grandes ciudades colombianas, como visible en muchas zonas rurales de Colombia. Yo por eso creo que este impacto que va a tener en las grandes ciudades colombianas Familias en Acción, es muy bueno.

El segundo elemento de discusión: ¿cuáles son los otros beneficios?

Miren: nosotros nos hemos propuesto en este Gobierno varias metas sociales: millón y medio de Familias en Acción, cinco millones de créditos en el Banco de Oportunidades, plena cobertura en régimen subsidiado de salud, plena cobertura en educación básica y soluciones de vivienda 800 mil. Si sumamos viviendas nuevas, más remodelación o mejoramiento de viviendas viejas, más legalización de títulos, eso nos debe dar 800 mil casos de solución de vivienda. Para hablarles de algunas de las metas sociales que nos hemos propuesto para este Gobierno.

El Sena debe crecer por encima de cuatro millones de colombianos que se forman al año, que ya lo logramos. Hace cuatro años eran un millón, el año pasado cuatro millones.

Pero ahora el Sena debe empezar a introducirle más calidad a la formación. Por eso la nueva meta que le hemos propuesto es llegar a 250 mil estudiantes en la modalidad de técnicas y tecnologías, que puedan después vincularse a las universidades, completar allí los créditos y acceder al grado de educación superior y tener el apoyo del Icetex.

Porque le hemos propuesto al Icetex una meta de cartera de dos billones y medio de pesos. Cuando nosotros empezamos, la cartera de crédito del Icetex era de 500 mil millones, en agosto del año pasado era de 800 mil y la meta para julio de 2010 es de 2,4 billones. Y que debe apoyar a mucho egresado de técnicas y de tecnologías del Sena, para que entre a las universidades a completar los estudios para acceder al grado de educación superior.

Debemos tener en el Sena millón y medio de estudiantes en ambiente virtual. Esa es otra meta muy, muy grande. Para no hablarles de las metas de acueductos y alcantarillados.

El país para resolver el problema de acueductos y alcantarillados al año 2019, tiene que invertir 30 billones de pesos de hoy. Es una meta colosal, muy importante. Confío que en el Gobierno nuestro, en estos tres años y medio que nos faltan, podamos avanzar en esa meta.

Bueno, entonces, ¿cómo vamos a relacionar Familias en Acción con estas metas? Todos los compatriotas de Familias en Acción deben estar vinculados al régimen subsidiado de salud. Se debe garantizar, como condición de Familias en Acción, que todos los compatriotas de Familias en Acción tengan plena cobertura en educación básica para sus hijos. Debemos avanzar con el Sena para darles capacitación técnica a las mamás y a los papás de Familias en Acción. Es bien importante.

Entonces ahí vamos viendo cómo van llegando esas diferentes herramientas sociales a beneficiar a este grupo de millón y medio de familias colombianas, para sustraerlos de la pobreza absoluta, para reivindicarlos.

Estas familias deben ser beneficiarias del programa de vivienda, que no va a alcanzar para todos, porque son 800 mil soluciones en los cuatro años, y aquí hay millón y medio de familias. Y muy importante: en la medida de lo posible deben ser beneficiarias del programa de Banca de Oportunidades.

En el anterior Gobierno nosotros pudimos movilizar en el país crédito para millón 800 mil microempresarios. No fue fácil. La cartera de microempresas en el anterior Gobierno pasó de 730 mil millones (de pesos) a casi tres billones. Un esfuerzo enorme.

Pero, miren: la meta ahora es grande. La meta que nos propusimos para cumplirla entre 7 de agosto de 2006 y el 7 de agosto de 2010, es cinco millones de créditos a los sectores populares de la Nación. Fue difícil en el cuatrienio anterior lograr millón 800 mil créditos, ahora sí que vamos a tener que trabajar, aplicarnos las espuelas, para lograr cinco millones de créditos en este cuatrienio.

Y por eso estamos trabajando con el sistema Banca de Oportunidades. La Banca de Oportunidades no es un nuevo banco. ¿Por qué no es un nuevo banco? Nada haríamos. El Banco Cafetero, que acabamos de vender, tenía 280 oficinas. Eso no alcanza para nada en este país con 1.098 cabeceras municipales principales. Este país necesita una gran cobertura. La Caja Agraria, el Banco Agrario, todo lo grande que es y tiene menos de 700 oficinas.

Entonces si nosotros hubiéramos creado un nuevo banco para Banca de Oportunidades, sería un banquito, con una cobertura muy reducida en el país.

¿Entonces qué es la Banca de Oportunidades? Es un sistema de colocación de crédito popular que procura vincular todas las instituciones de asignación de crédito, todas las instituciones de capacitación, todas las instituciones de garantía y todas las instituciones de acompañamiento, públicas y privadas.

¿Cómo funciona? Puede darse de la siguiente manera: debe beneficiar a grupos socialmente vulnerables o que no tengan acceso al crédito.

Ejemplo de lo uno y de lo otro. Socialmente vulnerables: Familias en Acción. Ejemplo de grupos que no tengan acceso al crédito: tenderos, no son tan pobres, no son los más vulnerables en la escala social, pero generalmente no tienen acceso al crédito, como lo vimos en Barranquilla la semana pasada en Banca de Oportunidades. Dependen de la usura, del gota a gota. El egresado universitario no es el más vulnerable socialmente, pero por joven, por falta de historia financiera, no tiene acceso al crédito. Entonces hacia esos grupos debe orientarse la Banca de las Oportunidades.

Uno de los objetivos que tiene es ayudar a que los colombianos puedan tener oportunidad de emprender, que los colombianos para emprender no tengan que depender del gota a gota.

En la medida en que los colombianos emprendan, vamos a ir modificando la estructura social. El emprendimiento exitoso redistribuye el ingreso. Eso es bien importante para una sociedad democrática que quiere estimular los canales de movilidad social ascendente.

Un microempresario que tiene éxito garantiza la educación de su familia, el ascenso de su familia. Garantiza la estabilidad de su hogar. Cuando se arruina, entonces el cónyuge o la cónyuge tiene que salir a buscar empleo. Los hijitos se desesperan, se aburren en el colegio, no pueden ir, y se van de venteros ambulantes a las calles.

Cuando se estabiliza, ocurre todo lo contrario. Por eso vemos una relación necesaria entre Banca de Oportunidades y el éxito en el pequeño emprendimiento en Colombia, para contribuir al ascenso social de los colombianos.

Nosotros tenemos toda la vocación de que las Familias en Acción sean grandes beneficiarias de Banca de Oportunidades. Y todos los días debemos estar midiendo cuántas Familias en Acción están entrando a Banca de Oportunidades.

Celebro, pues, que estemos acelerando el programa. (Luis, ojalá podamos hacer los pagos rápidamente). La idea es tener en esta ciudad de Bogotá 100 mil Familias en Acción. Tiene que cambiar la estructura social de Bogotá. Eso se tiene que sentir. Es que eso pesa.

Miren: Quibdó con 9 – 11 mil Familias en Acción, eso pesa. Si en Buenaventura logramos las 40 mil, eso pesa, eso se siente. Eso tiene que empezar a cambiar la estructura social del país. Yo tengo mucha fe. Y que rápidamente tengamos inscritas estas 100 mil Familias en Acción en Bogotá, este millón y medio en todo el país y que rápidamente empiecen a recibir el pago.

Nuestra política social es democrática y transparente. Nosotros no escogemos caprichosamente las Familias en Acción, no les preguntamos por la filiación política.

¿Quiénes son el millón y medio de Familias en Acción que completaremos este año? Un millón 200 mil familias del Sisbén 1 y 300 mil familias de desplazados. O sea que no es el Gobierno el que caprichosamente dice. Porque es que algunos dicen, antes decían: no, aquí no hay política social. Y ahora dicen: sí, pero es que ese gasto social lo hace Uribe.

No. La verdad es que estos son recursos de todos los colombianos y es un gasto social que va en beneficio de unas familias seleccionadas objetivamente. Aquí no hay politiquería para nada. Las familias se escogen con los criterios objetivos de su pertenencia al Sisbén 1 o al grupo de desplazados, que está cerificado por organismos nacionales e internacionales de la mayor solvencia profesional y de toda la imparcialidad.

Yo tengo fe en que todo esto contribuya a crear una unidad colombiana alrededor de la solidaridad. Ojalá Luis Alfonso Hoyos, Carolina Rentería, con el doctor Carlos Moya, director de la Banca de Oportunidades, avancemos muchísimo en la vinculación de Familias en Acción a Banca de Oportunidades, masivamente.

Una de las señoras que subió ahora aquí me dijo que ya tenía el crédito en Banca de Oportunidades. Lo único que no me gustó es el negocio que tiene. ¿Cuál es el negocio que tienes? (Belleza). ¿Y para qué? Las colombianas no necesitan eso, son muy bonitas. A ese negocio yo no le auguro éxito.

Todas ustedes vieron que todas pidieron capacitación. Qué bueno. Las veo motivadas.

Quiero agradecer que, como decía Luis Alfonso, teníamos ese problema: yo llegaba a Medellín y me decía la alcaldesa de Alejandría: me niegan Familias en Acción que porque no hay banco. En muchas partes del país recuerdo a alcaldesas y alcaldes diciendo eso. Se esté revolviendo ese problema.

Y le quiero agradecer al Banco Popular, aquí está el doctor Sergio Restrepo, porque con los corresponsales no bancarios que ustedes van a abrir, lo mismo en Bancafé, que les agradezco inmensamente, lo mismo en Banco de Occidente, nos van a ayudar mucho en esto.

Estamos comprometiendo a toda la banca colombiana para abrir corresponsales no bancarios. ¿Qué es un corresponsal no bancario? Es una oficinita bancaria moderna. ¿Cómo se distingue de la antigua? La oficina bancaria antigua había que comprar un edificio o construirlo en algún municipio, comprar los tapetes, los muebles, los cuadros, y vaya a ver pues la dificultad de comunicarse con ellos. Era una oficina de mucha mampostería y muy mal soporte de comunicaciones.

¿Cuál es la oficina bancaria nueva? Es una caseta humilde, pero con un gran soporte de telecomunicaciones. Vale mucho menos. Al Banco Agrario instalar una oficina antigua le costaba 200 millones de pesos, instalarla, más el sostenimiento. Una nueva la cuesta 20 – 27 millones. Instalarla. Y el sostenimiento cuesta una décima parte al año.

Por eso el Banco Agrario va a montar 600 corresponsales no bancarios. El 24 de diciembre asistí a uno en Puerto Santander, en el río La Grita, al norte de Cúcuta, en la frontera con Venezuela. Lo montaron en una farmacia. Una maravilla. Una casetica sencillita, pero con un gran soporte en comunicaciones.

Allá me preguntaban ese día: bueno, pero, Presidente, usted nos dice que abramos la cuenta de ahorros en estos corresponsales no bancarios. ¿Y el 4 Por Mil?

Va a haber que hablar de eso, porque esta política social va a haber que presentarla integralmente y en todas partes.

El Congreso acaba de tomar dos decisiones muy buenas en el 4 Por Mil: aquellos riquitos que declaran y pagan impuestos, van a poder deducir un punto de los 4 que pagan en el 4 Por Mil.

Y los colombianos que no pagan impuestos pueden hacer lo siguiente, unos y otros: abren una cuentica de ahorro, y los movimientos mensuales hasta 7 millones de esos, en esa cuentica de ahorros no pagan el 4 Por Mil.

Eso hay que decirlo, porque la gente tenía mucho miedo de entrar a Banca de Oportunidades, por el 4 Por Mil. Entonces lo que sean movimientos mensuales hasta 7 millones, no pagan 4 Por Mil.

Quitémosles el miedo a los colombianos difundiendo, profusamente, esa decisión que en buena hora han tomado el Congreso de la República y el Ministerio de Hacienda.

Y yo recuerdo el 24 de diciembre la emoción de la gente allá en Puerto Santander, la gente recibiendo su tarjeta débito.

En las grandes ciudades hay que abrir esos corresponsales no bancarios para facilitarle a la gente que pague los servicios públicos, no solamente crédito.

Es que uno se pone a ver en algunas ciudades tan grandes lo que le cuesta a la gente, en tiempo y en plata, venir de su lugar de residencia a una zona bancaria a pagar los servicios públicos.

Si les abrimos los corresponsales no bancarios allá, en sus zonas, la gente se ahorra mucho y los estimulamos al crédito. Entonces manos a la obra con eso.

¿Cuántas Familias en Acción vamos a tener en Soacha? ¿Van a pasar de 11 mil a cuántas? Qué maravilla. Muchas gracias. Eso.

¿Y en los otros municipios aquí presentes? ¿En Ubaté? ¿En Agua de Dios?

Ustedes ven: ahora nos parece muy grande llegar a millón y medio de Familias en Acción y, por lo que veo, va a quedar chiquito. O sea que hay que hacer crecer esta economía sin miedo. Esto lo conecto yo hasta con el TLC. Les voy a decir por qué.

Porque el TLC le da a Colombia confianza inversionista. Si ustedes me preguntaran qué es lo que más necesita Colombia en su economía para poder financiar estos programas, un ritmo sostenido de inversión, crecimiento de la inversión. Y el acceso a los mercados internacionales nos trae inversión a los colombianos. Eso es lo que finalmente nos puede garantizar los recursos para que financiemos millón y medio de Familias en Acción. Y ya veo que se va a quedar chiquito.

He de ver a estos tres alcaldes en octubre diciéndome: sí, Presidente, bien, se hizo la ampliación pero, pero, pero. Quedamos chiquitos.

Entonces, por ahora, manos a la obra: millón y medio de Familias en Acción. Y vamos a ver si esta economía trabaja para pagar ese millón y medio de Familias en Acción y empezar a buscar la platica para otro tanto.

A todos muchas gracias”.

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