PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE AL RATIFICAR CONVENCIÓN
DE ONU CONTRA LA CORRUPCIÓN
Bogotá, 16 feb (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante la ratificación
de Colombia a la Convención de las Naciones Unidas contra
la Corrupción.
“Agradezco inmensamente que nos podamos reunir en este
momento para celebrar la ratificación de Colombia a la
Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción.
Creo que es un paso bien importante de nuestro país.
Nosotros hemos dicho que una democracia moderna tiene que ser
una democracia en la cual los ciudadanos tengan seguridad, que
la seguridad es un valor democrático, una fuente de recursos.
Para nosotros el concepto de seguridad es un concepto profundamente
democrático y tiene que ser una causa determinante de
profundización de pluralismo democrático.
El segundo elemento, el respeto a las libertades; el tercer
elemento, la cohesión social; el cuarto elemento, el respeto
a la independencia relativa de las entidades institucionales
que integran el Estado de Leyes, y el último y más
importante, la transparencia.
En su conjunto deben producir el funcionamiento armónico
del Estado de Leyes, que se sostiene en la medida que los ciudadanos
tengan confianza en ese Estado de Leyes.
La palabra clave nuestra es buscar más confianza en Colombia. ¿Por
qué la Seguridad Democrática? Para buscar más
confianza en Colombia. ¿Por qué el esfuerzo que
se está haciendo en materia de inversión en nuestro
país? A través de buscar más confianza en
Colombia y de generar más confianza en Colombia.
El tema de la lucha contra la corrupción es un factor
necesario para que en el país haya más confianza:
más confianza para invertir en Colombia, más confianza
para vivir en Colombia, más confianza para generar empleo
en Colombia, más confianza para hallar posibilidades de
vivir felizmente en Colombia.
Entonces, cuando la palabra clave de nuestro Gobierno es la
búsqueda de confianza, el camino de la transparencia es
un camino esencial para lograr esa confianza.
Hemos estado dirigidos estos años por el señor
vicepresidente de la República, doctor Francisco Santos
Calderón, en el tema de lucha contra la corrupción.
Hemos emprendido una serie de acciones de gran importancia. Confío
que todas vayan dando resultados. Y hay toda la voluntad emprender
y emprender más acciones.
Quiero referirme a algunas de esas acciones: el Decreto 2170.
Yo creo que fue un gran paso. ¿Por qué? Porque
introdujo elementos muy importantes de control de opinión.
Y déjenme hacer allí un paréntesis para
hablar del control de opinión. El control fiscal; el control
político en el Congreso, en las asambleas, en los concejos;
el control penal; el control administrativo, disciplinario, todos
son muy importantes. Pero en el Estado de Leyes, finalmente,
el más importante es el control de opinión.
Que es también lo que caracteriza finalmente al Estado
de Derecho. Porque cuando se estudia la evolución del
Estado de Derecho, se mira que, primero, se quiso un Estado
en el cual las normas fueran externas al gobernante, heterónomas.
Hoy es común en el mundo: no diferencia al Estado de
Derecho, no obstante que lo diferenciaba en sus orígenes.
Que tuviera el ejercicio del poder separado en ramas. Hoy cualquier
modelo estatal puede aparentar la separación en ramas.
Que tuviera órganos de control. Nadie niega hoy la presencia
en la conformación del Estado de los órganos de
control.
La Constitución escrita, aun los que querían la
Constitución en la tradición oral, la han estado
escribiendo, así sea a través de las sentencias
de los jueces.
¿Entonces qué es lo que diferencia el Estado de
Derecho? El alto grado de participación de opinión,
que finalmente es lo que logra la derrota de la corrupción.
Por eso nosotros, con mucho entusiasmo, implementamos el Decreto
2170. Ese Decreto 2170 introdujo elementos como el prepliego:
que la ciudadanía conozca lo que se propone como pliego
para una licitación, que la ciudadanía pueda leerlo,
que la ciudadanía pueda decir: tienen que corregirle esto
o aquello.
Y esa posibilidad de que la ciudadanía mire ese prepliego,
garantiza control de opinión para evitar que los pliegos
de condiciones se ajusten, corruptamente, al interés de
determinados proponentes.
Muy importante lo que hemos hecho con el Decreto 2170, que es
exigir que, por lo menos en el Gobierno Nacional, donde nosotros
tenemos mayor injerencia, todas las licitaciones públicas
se adjudiquen en audiencia pública.
Mientras más audiencia pública se dé, más
confianza de opinión, menos riesgos de corrupción.
Y que eso se haga, ojalá, a través de los medios
masivos de comunicación.
Me ha parecido muy importante adjudicar, por ejemplo, una licitación
controvertida, como la de la doble calzada Bogotá-Girardot,
en un proceso de audiencia pública en televisión.
Adjudicar la concesión del aeropuerto El Dorado en un
proceso de audiencia pública en televisión. Adjudicar
las recientes concesiones viales en un proceso de audiencia pública
en televisión.
De gran importancia en este proceso de estimular los controles
de opinión, las veedurías comunitarias. Mañana,
en Melgar, vamos a revisar el Plan 2500 en lo que corresponde
al Huila, al Tolima, a Cundinamarca y al Eje Cafetero. Lo hacemos
por televisión, con una gran presencia allí de
opinión, cada contratista, cada interventor, tiene que
contar en qué va su contrato, y tiene que atender los
reclamos de la ciudadanía. Ese programa lo llamamos Contratistas
Visibles.
La verdad es que yo creo que empieza a marcar una reforma muy
importante en Colombia, a marcar una diferencia, porque en el
pasado eran pocos los contratistas visibles. La gente se quejaba
porque no avanzaba una carretera, o no se pavimentaba una calle,
o no se avanzaba en la construcción de un distrito de
riego. Y la gente decía: se robaron la plata. Pero la
ciudadanía no tenía la oportunidad de saber quién
era el contratista, quién era el interventor, y de reclamarle.
Yo creo mucho en aquello de que no solamente los funcionarios
del Estado le demos la cara a la opinión pública,
sino que también los contratistas y los interventores
le den la cara a la opinión pública para facilitar
la derrota de la corrupción, vía control de opinión.
Confío que Planeación Nacional y el doctor Rodrigo
Lara Restrepo, dentro de pocos días, puedan hacer el primer
Consejo Comunitario para los interventores visibles de regalías.
Hemos tenido en regalías unos interventores que simplemente
hacen sumas y restas, pero no se le ha dado a la opinión
de las regiones una rendición de cuentas exhaustiva sobre
la aplicación de regalías. Aspiramos que el primero
sea en el Meta.
Me han pedido aplazamientos, porque ha sido necesario ajustar
los convenios con los interventores. Allí necesitamos
interventores visibles.
¿Qué esperamos? Por ejemplo, que cuando lleguemos
a Villavicencio, los interventores de regalías en la nueva
modalidad de interventores visibles, se enfrenten a la comunidad,
le expliquen a la comunidad cuánto ha recibido el Meta
en determinado período fiscal por regalías y cómo
se ha gastado, y que absuelvan todas las dudas de la comunidad.
Y que allí estén los representantes de los organismos
de control y de administración de justicia, para poder
escuchar las quejas de la comunidad, apreciar cuáles han
sido debidamente absueltas, y cuáles no, y proceder a
ejercer sus competencias. Eso es algo que tenemos previsto para
los próximos meses.
Nuestra idea es fomentar, en todo lo que esté a nuestro,
alcance los controles de opinión.
Nosotros encontramos un país en el cual las concesiones
de aeropuertos, de ferrocarril, de carreteras, los contratos
de asociación con Telecom, en su inmensa mayoría
estaban en pleito.
Pero encontramos dos obstáculos para resolver esos pleitos.
Primer obstáculo: la desconfianza de la ciudadanía,
la suspicacia de la ciudadanía, frente a los funcionarios
que se atrevieran a hacer conciliaciones. Y un segundo obstáculo:
el temor de los funcionarios a realizar conciliaciones.
Eso tenía paralizadas las posibilidades de superar todas
esas disputas legales. Y un país que tiene toda su contratación
en disputas legales, es un país que pierde el ritmo de
inversión.
¿Entonces qué hicimos? Empezamos a resolver los
21 problemas que encontramos en Telecom. Creo que se está acabando
de resolver el que faltaba, el de Alcatel.
Y para resolver el problema del temor de los funcionarios y el
tema de la suspicacia de la opinión pública,
llamamos a los contratistas asociados a la Presidencia y les
dijimos: nosotros queremos hacer una transacción. Esa
transacción tiene que ser transparente, equitativa,
y le tiene que dar confianza a la ciudadanía.
Y para ello se requiere lo siguiente: una vez se tengan convenidos
los términos del acuerdo de transacción, antes
de perfeccionar la transacción se tiene que publicar ampliamente
y dejarla conocer a los órganos de control.
Qué protesta inicial. Que ellos no estaban acostumbrados
a eso, que en ninguna parte del mundo se hacía. Pues bien,
así lo hicimos en Colombia y ha resultado bien. Y finalmente
todo el mundo ha quedado contento.
Estábamos el señor Vicepresidente y yo en campaña
y nos dijeron que la transacción sobre los contratos asociados
de Telecom iba a costar 1.800 millones de dólares. Creo
que este procedimiento nos ha llevado a un costo de no más
de 400 millones de dólares, y lo más importante:
ha generado confianza.
Lo propio estamos haciendo con las transacciones que se han
hecho para resolver problemas de ferrocarriles, problemas de
carreteras. Hemos resuelto los pleitos de todas las concesiones
viales, salvo Commsa. El proceso de Commsa depende ahora del
Tribunal Administrativo de Cundinamarca. Creo que hemos hecho
un gran esfuerzo, con toda la transparencia y manteniendo informada
a la opinión pública y a los órganos de
control, paso a paso.
Antes de radicar la transacción sobre Commsa en el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca, ha sido puesta en conocimiento
de la Procuraduría General de la Nación y de la
Contraloría General de la República. Y sería
la última transacción que nos queda en el tema
de las concesiones viales.
En el tema de las concesiones ferroviarias, las dos estaban
con litigio. Resolvimos el problema del litigio de la concesión
del Caribe y nos queda ahora el litigio de la concesión
del Pacífico.
Anoche, en una reunión que terminó pasadas las
12 de la noche, amplia, en Cali, muy amplia, para examinar la
participación del Valle del Cauca en el nuevo Plan de
Desarrollo, veíamos lo siguiente: nosotros recibimos el
contrato de la Concesión del Ferrocarril del Pacífico,
lo continuamos, le hemos pagado al contratista concesionario
148 millones de dólares, prácticamente está recuperada
la línea, y ahora no presta el servicio so pretexto de
que no es competitivo. ¿Por qué no pensó eso
cuando propuso que le adjudicaran esa concesión?
¿Y por qué nosotros no objetamos esa concesión?
Porque la encontramos contratada. Porque no le queda bien a un
gobierno llegar y simplemente por vanidades, estancar el desarrollo
del país, parando la ejecución de las obras públicas
en marcha. Nuestra filosofía fue continuar con todas obras
públicas que venían en marcha.
Ahí nos queda un problema bastante delicado por resolver
con esa concesión del Pacífico.
Qué distinta estaría la situación de Buenaventura
si ese contratista hubiera respondido bien, y si ese contratista
estuviera prestando el servicio. Para resolver eso necesitamos
participación de opinión.
En el tema, por ejemplo, de la transparencia política,
todo lo que se pueda hacer en materia de normas de financiación
de campañas, inhabilidades, incompatibilidades, está bien.
Lo más importante es posibilitar participación
de opinión.
Por eso fue muy oportuno el esfuerzo del señor Vicepresidente
en las elecciones de 2003, para exigir pactos de transparencia
en muchas regiones de Colombia, en las elecciones de Cartagena
de hace año y medio, para exigir pactos de transparencia.
Y creo que al señor Vicepresidente le corresponde desde
ya un recorrido por todo el país, para que candidatos
a gobernaciones, a alcaldías, candidatos a asambleas y
a concejos, firmen unos pactos de transparencia, que el país
lo conozca y la opinión pública les haga seguimiento.
La ciudadanía me dice, y me dicen algunos parlamentarios:
más reformas políticas legales. Ayer analizábamos,
regresando de Cali, con el ministro Carlos Holguín, que
la urdimbre legal está bastante completa. Uno lee los
textos legales y están bastante completos en materia de
inhabilidades, de incompatibilidades, de financiación
de campañas, de sanciones a quienes incumplan las normas
de financiación de campaña. Lo que se necesita
es que eso opere.
Y la operación no depende tanto de los jueces, del Consejo
Electoral, del Consejo de Estado, como de la vigilancia de la
opinión, para que la opinión sea la que produzca
un fenómeno de disuasión a quienes quieran violar
esas normas, y para que la opinión sea el conducto que
haga llevar las quejas con las correspondientes pruebas a los órganos
competentes de investigación y de sanción.
Creo que el gran esfuerzo político –y mañana
lo diré en el Consejo Comunitario de Melgar– es
un esfuerzo político dirigido por el Vicepresidente de
la República, con las personas e instituciones que él
quiera, para exigir que todos los candidatos, en el proceso electoral
que inicia, firmen unos pactos de transparencia, sencillos, ojalá de
dos párrafos, no más, en letra grande, que el país
todo los asimile, para que la ciudadanía sepa cómo
exige la observancia de esos pactos de transparencia.
Muy importante el control penal, muy importante el control disciplinario,
muy importante el control fiscal, muy importante el control político
en las cámaras legislativas, en las asambleas, en los
concejos. El más importante de todos, el elemento singular
por excelencia del Estado de Derecho: el control de opinión.
Todo lo que podamos hacer para avanzar en el control de opinión,
magnífico.
La Jagua, ese problema de la Jagua, estaba escondido por dos
razones: por la guerrilla y por los paramilitares.
A medida que ha avanzado la Seguridad Democrática, la
ciudadanía de La Jagua les ha perdido temor a unos y temor
a otros. Y la Seguridad Democrática desmonta allí el
paramilitarismo, y quieren llegar los guerrilleros a pescar en
río revuelto. La Seguridad Democrática no puede
permitir que regresen. Primero se los robaban unos y después
se los robaban otros.
A mí me gustó la protesta social de la semana pasada,
y así se los dije el domingo que estuve allá: muestra
que la ciudadanía le perdió el temor a quienes
la tenían amordazada. Amordazada por la guerrilla y amordazada
por los paramilitares.
Y nos dio a nosotros la oportunidad de establecer la diferencia
entre lo que es la acción severa del Estado contra el
crimen y la acción comprensiva del Estado frente a la
protesta social. Esa distinción que se hizo el pasado
domingo fue de gran importancia.
Me comprometí a regresar en 20 días, a ver cómo
va el acuerdo ambiental con las diferentes compañías
extractoras de carbón que hay allí. Allá ha
estado toda la semana la señora Viceministra del Medio
Ambiente. Ayer hablamos por teléfono. Creo que tiene que
hacer lo siguiente: primero, establecer un canal de comunicación
muy sincero entre la comunidad y las empresas de carbón.
Segundo, que las empresas de carbón cumplan con las normas
ambientales. Tercero, para no afectar las fuentes de empleo,
decirles a las empresas de carbón: tienen la oportunidad
de cumplir con las normas ambientales, sin paralizar la producción.
Cuarto, evitar que los cascos urbanos tengan que ser relocalizados.
Entonces que haya una zona de protección de los cascos
urbanos, para que no sean afectados por temas ambientales, y,
finalmente, que las nuevas licencias se concedan con diligencia,
pero con mucha severidad en las normas ambientales.
Y viene el problema de las regalías. Tenemos congeladas
40 mil millones de regalías de La Jagua. Yo les dije:
muy bien, los descongelamos, pero no para que se gasten eso aquí en órdenes
de servicio. Un municipio pequeñito, con 40 mil millones
de regalías congeladas, y allá no hay agua, y las
calles son un desastre.
Entonces vamos a descongelar esos 40 mil millones, pero 6 mil
millones para el acueducto y alcantarillado. Hay que hacer un
esfuerzo en unas carreteras, en la vía principal, el tema
de salud, el tema de educación, y eso tiene que tener
una gran vigilancia de los órganos de control y una gran
vigilancia comunitaria de que no se roben un peso.
Y ojalá el ejecutor, inicialmente, de esos dineros descongelados,
sea Fonade, sometido a la más rigurosa vigilancia, porque
en términos generales Fonade ha procedido con transparencia
en el país.
Tenemos que seguir posibilitando controles de opinión.
Me parece que lo del domingo fue muy bueno allí, porque
la ciudadanía se desahogó, pero también
escuchó. Yo creo que de allá salimos con la reflexión
de que todos tenemos que trabajar para que esos recursos se apliquen
con eficiencia y esos recursos de apliquen con transparencia.
Lo que está apareciendo ahora: yo pienso que uno de los
factores, de las consecuencias más graves de la corrupción,
fue que los colombianos, por pánico, se dejaron someter
de las presiones del ocultamiento y de las presiones del silencio.
¿Qué ha pasado en este Gobierno, pero no en este
sino en muchos procesos? La gente ha recuperado la confianza,
ha perdido el miedo. Entonces la gente ha renunciado al ocultamiento,
al encubrimiento, pero en muchos procesos. No quiero referir
con nombre propio a ninguno de ellos, porque cuando el Presidente
de la República dice esas cosas aparecería picando
pleitos.
Pero la conciencia de los colombianos puede hacer memoria hoy
y mirar cuántos procesos que estaban históricamente
estancados se han revivido en este Gobierno, por una sola razón:
porque la gente le ha perdido el miedo a las presiones del ocultamiento
y a las presiones del encubrimiento.
Y a mí me parece eso sano para la sociedad colombiana.
Que, por supuesto, faltan muchas verdades. Aquí nunca
se ha sabido cuál ha sido la penetración en la
sociedad colombiana de esa práctica guerrillera, que les
proviene del marxismo, de la apelación a todas las formas
de lucha.
Ellos fueron los que le enseñaron al país a contaminar
todo lo lícito, en nombre de la necesidad de lo ilícito
de combinar todas las formas de lucha. Engendraron el paramilitarismo
con sus funestas consecuencias. Y pienso que la combinación
de la política de Seguridad Democrática con la
Ley de Justicia y Paz, que estimula la verdad, ha creado una
conciencia colectiva en Colombia muy importante en contra del
ocultamiento, en contra del encubrimiento, en contra de la complicidad.
Y eso hay que destacarlo. Y por eso hay que mirar con tranquilidad
estos procesos, que finalmente le van a ayudar a la Nación,
para que la Nación recobre totalmente el camino institucional.
Les agradezco muchísimo a todos ustedes el esfuerzo que
se hace contra la corrupción. De mi parte, como se lo
he dicho al Vicepresidente de la República, díganme
qué hay que firmar, qué nuevas leyes, qué nuevos
decretos, qué nuevas políticas, y estamos dispuestos
a hacerlo.
Antes de anoche vino Rodrigo Lara a consultarme un proyecto
que está examinando con el señor Vicepresidente,
y lo veo muy bien, échalo para adelante, estén
listos para presentarlo ahora el 16 de marzo, a ver si se convierte
en Ley de la República.
Déjenme repetir con ustedes: nosotros queremos en Colombia
cero corrupción, cero tolerancia a la corrupción.
La aspiración de un padre de familia es dejarles a los
hijos educación y un principio patrimonial. Llamábamos
en mi tierra ‘una madeja de trabajo’.
¿Para qué eso, si les deja uno un país
con corrupción, con terrorismo? Entonces para que la nueva
generación viva feliz, mi generación se pueda morir
tranquila, hay que dejarles a las nuevas generaciones de colombianos
un país sin corrupción, un país sin terrorismo,
un país sin drogas ilícitas, un país sin
narcotráfico, un país sin guerrilla, un país
sin paramilitares. El conjunto de esos elementos nos creó un
mar de corrupción, que tenemos que derrotar.
A todos, muchas gracias.
Vicepresidente, emprenda desde ya la tarea para garantizar pureza
en las elecciones de octubre, que ha sido la característica
de nuestro Gobierno.
La mayoría de los hechos que hoy se juzgan, son hechos
que se dieron en un espacio de tiempo anterior a nuestro Gobierno.
A nuestro Gobierno hay que juzgarlo por las elecciones del Referendo
de 2003, por las elecciones de alcaldes y gobernadores de 2003,
que permitieron la elección de Luis Eduardo Garzón
aquí.
Se decía: ¿Un Gobierno presidido por Uribe? Si
Uribe es fascista, si Uribe es paramilitar, si Uribe es derecha.
Matan a esos candidatos. Por Dios, la Seguridad Democrática
por primera vez les dio garantías efectivas.
Pasamos de lo que eran las garantías retóricas
a las garantías efectivas. Eso es muy importante. Y se
vivió el año pasado, cuando el mundo reconoció que
eran las elecciones más pacíficas en décadas
en Colombia.
Yo recuerdo hace cuatro años, yo no podía ir a
muchas partes de Colombia. Y muchos se quejaban de que no podían
ir a muchas partes.
El año pasado, la oposición, que ha sido bien
crítica del paramilitarismo, en los últimos años… Hace
cuatro años, el paramilitarismo lo criticaban en los cocteles.
Y más que criticarlo, lo celebraban. Eran comentarios
emocionantes de la vida ciudadana. Empezaron a criticarlos cuando
apareció la Seguridad Democrática. La Seguridad
Democrática permitió que aflorara el sentimiento
de muchas gentes y que se expresara en palabras y en actitudes
críticas del paramilitarismo…
Y por eso el año pasado yo vi que la oposición
iba a Tierralta, a Valencia, a muchas partes, a gritar: abajo
el paramilitarismo. Lo que nunca habían hecho antes. Y
lo hicieron gracias a nuestra política de Seguridad Democrática.
El año pasado solamente hubo presiones contra una candidatura:
contra la nuestra, que se dieron en el Caquetá, en el
Putumayo, que se dieron en Nariño por parte de las Farc,
que no solamente intimidó a nuestros electores sino que
también les dijo por quién tenían que votar.
Pero como hubo tantos votos a favor, gracias a Dios, eso sí no
cobró importancia. Habrá que escribir qué le
habría pasado a este país si lo que nosotros denunciamos
en el Referendo, lo hubiera podido denunciar la oposición.
¿Qué tal que los argumentos que nosotros esgrimimos
y que nunca fueron rebatidos, para decir por qué no cruzamos
en todos los artículos el umbral del Referendo, que la
oposición hubiera podido decir que el Gobierno se robó el
Referendo?
¿Qué tal que fuera hoy la oposición la
que pudiera decir que en las elecciones presidenciales del año
pasado fueron presionados y que por eso no pudieron votar?
Pero es muy importante para la historia que se sepa qué pasó en
el Referendo y qué pasó en las elecciones presidenciales
del año pasado.
Pero vamos para adelante, Vicepresidente, emprenda el tema de
la nueva ley, con Rodrigo Lara, que la tramitamos, y el tema
de los pactos de transparencia en el proceso electoral que se
inicia.
Muchas gracias”.