ENTREVISTA
DEL PRESIDENTE URIBE A CARACOL RADIO
Bogotá, 23 feb (SNE). La siguiente
es la entrevista concedida este viernes por el presidente Álvaro
Uribe Vélez a Caracol Radio.
Pregunta Darío Arizmendi, director
de Noticias de Caracol Radio: Yo le acabo de decir
al director del Semanario Voz, al doctor Carlos Lozano, que
el emisario del que usted habló en el día de
ayer en relación con la gestión de buena voluntad,
de carácter humanitario, que estaba adelantando por
instrucciones suyas en algún lugar de Colombia con voceros
de las Farc, sí existe. Que yo sé quién
es, yo hablé con él en las últimas horas,
y existe, señor Presidente.
Presidente de la República: ¿Dice
quién?
Pregunta: Lo digo yo.
Presidente de la República: ¿Usted
dice que sí existe?
Pregunta: Que sí existe,
Presidente. En eso lo que le quiero decir es que yo le creo.
Presidente de la República:
Darío, mire, créame una cosa: si yo le hablo de
un tema, le digo la verdad. Si tengo que ocultar un tema, por
alguna razón, no le hablo de él, pero no le miento.
Y menos en un tema de esta naturaleza, donde está de por
medio la libertad de un grupo de colombianos. La verdad es que, ¿le
digo una cosa al doctor Carlos Lozano? Se la digo bien dura.
Lo que pasa es que él no es facilitador, ni está en
nada humanitario, él es cómplice de las Farc. Entonces
habla es como cómplice. Habla es como vocero de las Farc,
no como facilitador.
Pregunta: Usted dice que es
cómplice de las Farc, ¿por qué, Presidente?
Presidente de la República:
Hasta ahí, Darío.
Pregunta: ¿Pero es otro
guerrillero de civil?
Presidente de la República:
No, déjemelo ahí, Darío.
Pregunta: Digamos que es que
Carlos Lozano es el director del Semanario Voz, que es un órgano
oficial del Partido Comunista.
Presidente de la República:
Correcto, déjemelo ahí, Darío.
Pregunta: ¿Pero el Partido
Comunista como un todo es el brazo político de las Farc?
Presidente de la República:
No digo más nada, Darío, hasta ahí dije.
Afortunadamente veo que usted tiene otras fuentes que le permiten
saber cómo el Gobierno ha autorizado nuevamente, desde
hace días, una nueva gestión de los tres países
europeos. Y autorizó a un ciudadano, quien vino donde
el Comisionado de Paz, le dijo que había sido llamado
por las Farc para hablar del tema, que quería ir, que
si el Gobierno lo autorizaba. El Gobierno autorizó ese
facilitador. Ese facilitador fue y regresó. La razón
que le trajo al Comisionado es la razón que yo le di ayer
al país, tan pronto la supe. Pero por lo que veo usted
me releva de más explicaciones. Porque, por lo que veo,
usted conoce que esa misión se hizo.
Pregunta: Pero de relevarlo,
no faltaría más, señor Presidente, con el
debido respeto. Yo simplemente quise avalar, quizás no
es el término más indicado, pero sí decirle
al país que usted efectivamente, como siempre en estos
casos, ha dicho la verdad, aunque uno pueda tener diferencias
de apreciación con algunas de sus políticas, o
de sus cosas, pero que ese facilitador, ese civil sí estuvo,
sí conversó, sí trajo los puntos de vista.
Incluso le cuento, Presidente, que ese facilitador me contó a
mí anoche que él era más optimista que usted.
Que él pensaba que sí había razones para
creer que un poco más adelante se pudieran allanar los
términos, con los buenos oficios de Francia, de España
y de Suiza. Es que el tema es muy difícil.
Presidente de la República:
Sí, pero veo, Darío, que le contó a usted,
y eso me deja tranquilo. Eso me deja tranquilo frente a la opinión
pública. Acabar de escuchar ese testimonio suyo, de que
usted tuvo la oportunidad de hablar con ese facilitador y que
ese facilitador le contó a usted, eso me deja tranquilo,
Darío.
Pregunta: Presidente, quisiera
tocarle otros dos puntos. ¿Estamos en condiciones? Le
ruego el favor.
Presidente de la República:
Siempre en condiciones, Darío.
Pregunta: Presidente, ¿sobre
qué bases cree usted que se pudiera activar de nuevo
la posibilidad de un acuerdo humanitario?
Presidente de la República:
Mire, Darío: yo creo que no es prudente de mi parte referirme
hoy más al tema. Hay tres países europeos que están
trabajando en el tema. El Gobierno ha sido flexible, amplio,
en autorizar facilitadores desde que empezó la administración
nuestra. Uno de los primeros fue el ex presidente (Alfonso) López
Michelsen, que me dijo que él sería facilitador
pero declarándose independiente frente al Gobierno. Y
le dije: eso no es problema, presidente López. Y eso me
lo dijo por allá desde bien empezado el Gobierno. Entonces
yo lo que tengo para decirle hoy al país lo que le dije
ayer, cuando el Alto Comisionado me contó el mensaje que
usted también conoció anoche directamente de la
fuente.
Esta conversación me ha alegrado mucho. Me ha alegrado
mucho. Me ha tranquilizado mucho. Me ha quitado angustia saber
que usted habló con la persona que le pidió permiso
al Gobierno para hacer esa gestión, que la hizo y que
le trajo un mensaje al Gobierno. A mí eso me tranquiliza
mucho, después de que esta mañana Prensa de la
Presidencia me contó lo que dijo este otro señor, ¿cómo
se llama? Este otro señor Lozano, sí. Entonces
lo que usted dice me deja muy tranquilo. Yo le rogaría:
yo por hoy cualquier cosa adicional que diga resultaría
imprudente, Darío.
Pregunta: Yo creo que sí,
Presidente, la verdad. Y aquí mis compañeros me
preguntan, y seguramente muchos oyentes que me están poniendo
mensajes, por qué no revela. Por compromiso ético,
de honestidad, con esa fuente, con esa persona, con ese emisario,
que me pidió que no revelara su nombre, incluso por su
propia seguridad, porque estamos en una situación muy
difícil. Trascendamos entonces ese tema.
Presidente de la República:
Darío, momento. No, vea, para que quede claro esto: no
es el Gobierno el que le ha dicho a usted del emisario.
Pregunta: No, no, no. Fue el
emisario mismo el que habló conmigo. Es más: yo
fui el que lo llamé, porque yo tenía sospechas
de que era él. Y me reuní con él anoche
y me dijo: hombre, sí. Yo estuve, estoy muy cansado, me
contó algunos de los detalles, que evidentemente no voy
a divulgar por prudencia y para ver si es posible ver algo de
la luz del otro lado del túnel un poco más adelante
en este tema, Presidente.
Presidente de la República:
Muy bien, Darío.
Pregunta: Yo lo invito a que
escuchemos lo que dijo a Jairo Corredor el presidente de la Andi,
un amigo común, suyo y mío, Luis Carlos Villegas.
Periodista Jairo Corredor (pregrabado):
El tirón de orejas fue del presidente de la Andi y del
Consejo Nacional Gremial, Luis Carlos Villegas, al reclamar de
los Ministros acciones más contundentes para respaldar
el liderazgo del Jefe del Estado en la actual coyuntura por la
que atraviesa el país.
Presidente de la Andi, Luis Carlos
Villegas (pregrabado): Yo veo que cuando
el Presidente dice: Estoy solo, yo creo que tiene el acompañamiento
de la Nación, pero no el suficiente acompañamiento
de su gabinete. El gabinete se tiene que pellizcar en esta
coyuntura. Aquí no tenemos una crisis sino una institucionalidad
persiguiendo al crimen. Pero eso necesita liderazgo político
que no está exclusivamente en manos del Presidente,
sino también de sus Ministros. Y los Ministros tienen
que actuar no sólo como gerentes y técnicos
en sus temas, sino como acompañantes políticos
de liderazgo del Presidente de la República, y eso
lo echa de menos el sector privado.
Pregunta: ¿Les va a pedir
a sus Ministros que se pellizquen más en esta coyuntura,
Presidente, para que no esté tan solo?
Presidente de la República:
Lo que hago yo constantemente es revisar cómo va el programa
de Gobierno. La Alta Consejería de la Presidencia, que
ha estado dirigida por el doctor Óscar Iván Zuluaga,
quien pasa ahora al Ministerio de Hacienda, y que continuará a
cargo de la doctora Cecilia Álvarez Correa, creó desde
el principio del Gobierno un programa que se llama: Control de
Gestión. Entonces todos los Ministerios, las altas oficinas
del Ejecutivo, pasan periódicamente por allí. Generalmente
yo asisto a hacerles seguimiento a los programas de Gobierno,
de manera muy rigurosa.
Yo creo que, escuchando al doctor Villegas, escuchándolo
a usted, me parece importante que cada Ministerio le cuente públicamente
al país lo que está haciendo por la transparencia.
Por ejemplo, nosotros tenemos muchos problemas por la transparencia.
Uno de ellos es: cuando un Ministro o un alto funcionario conozca
un problema de corrupción, la instrucción que tiene
es salir a revelarlo, de inmediato, ante las autoridades competentes
y a la opinión pública. Eso fue lo que hizo el
Ministro de Agricultura con unos casos de Fínagro, de
Incoder, incluso días antes de elecciones, el año
pasado, etcétera.
Otro programa muy importante de transparencia es el de las audiencias
públicas en la contratación. Otro programa muy
importante de transparencia es el de publicar ampliamente los
pliegos de condiciones, antes de que queden perfeccionados para
las licitaciones. El de publicar las conciliaciones en las disputas
legales del Estado, antes de que esas conciliaciones se perfeccionen.
Y ahora vamos a un nuevo programa de transparencia. Es lo que
llamamos Interventores Visibles en regalías, que lo está organizando
Planeación Nacional, para que cada interventor de regalías
le tenga que decir al país, en cada departamento y en
cada municipio de regalías, todo lo que ese municipio
o ese departamento recibe en materia de regalías y cómo
se lo gasta.
Pregunta: Hablemos de transparencia,
Presidente.
Presidente de la República:
Correcto. Yo creo que eso hay que contárselo al país,
porque en eso hemos sido muy celosos.
Pregunta: ¿Qué le
pasó entonces, hablando de transparencia, con el nombramiento
de Jorge Noguera, ex director del DAS y detenido preventivamente
por decisión de la Fiscalía, por infiltración
de los paramilitares en el DAS?
Presidente de la República:
Hombre, Darío, mire: usted sabe que yo mantengo un compromiso
con una emisora regional, diariamente. Me dio pena con usted
no pasarle, sentía que eludía el tema, y le cancelé a
Didier Ospina, de la ciudad de Cali. A través de Caracol,
le mando ofrecer excusas y que me dé un chancecito, que
en estos días le repongo el horario.
Se lo vuelvo a contar: yo conocí en el Congreso de la
República al doctor Juan Carlos Vives. Recuerdo que yo
estaba en el Oficialismo Liberal y el doctor Juan Carlos Vives
estaba en la candidatura del doctor Luis Carlos Galán,
pero éramos grandes amigos. Usted sabe que yo apoyé al
doctor Ernesto Samper Pizano. Siempre estuve apoyando al doctor
Ernesto Samper Pizano. El doctor Juan Carlos Vives fue elegido
Gobernador del Magdalena en el período siguiente a aquel
período durante el cual yo estuve Gobernador de Antioquia.
El doctor Juan Carlos Vives se propuso hacer en el Magdalena
una reforma administrativa semejante a la que yo hice en la Gobernación
de Antioquia.
Entonces yo termino la Gobernación de Antioquia. Usted
sabe: estaba condenado por la guerrilla a que me mataban. Salí en
unas condiciones muy críticas de seguridad. Afortunadamente
la vida me permitió aprovechar eso, me dieron la beca
Simón Bolívar de la Universidad del Consejo Británico.
Estuve en la Universidad de Oxford todo el año 98. Regresé al
país, conocí la reforma administrativa que estaba
haciendo Juan Carlos Vives, empecé a trabajar por todo
el país, a exponer mis tesis. Una candidatura presidencial
muy larga, Darío, durante mucho tiempo.
Y empezó mucha gente en el país a apoyarme. Cuando
ya el doctor Juan Carlos Vives estaba terminando su Gobernación,
me dijo que él me iba a apoyar, y efectivamente él
me apoyó. Él estuvo trabajando aquí en Bogotá en
la candidatura presidencial. Y sugirió a Jorge Noguera
(que había trabajado con él allá en la Gobernación),
para que fuera el Gerente de la Campaña en el Magdalena.
Se le nombró. Ahí conocí yo a Jorge Noguera.
Tal vez en Santa Marta dormí una o dos veces: una vez
en un hotel y la única vez que dormí allá en
una casa de familia fue que dormí en el apartamento de
Jorge Noguera, como se lo he contado al país. Me pareció que
tenía un hogar muy bien constituido. Conocí su
señora, sus hijos pequeños. Un apartamento de un
matrimonio joven, sin ninguna ostentación, común
y corriente.
Conocí a su padre. Me pareció una muy buena familia.
Porque yo he estado revisando por qué lo nombré,
recordando aquello que dicen los romanos que la culpa es in eligendo
o in vigilando. Yo tuve cuidado, yo pensé mucho en el
nombramiento del Director del DAS. Dije: yo tengo que nombrar
una persona comprometida a que derrotemos todos estos bandidos
por el camino institucional. Porque eso sí, Darío,
yo no puedo ocultar: yo no llegué a la Presidencia con
mano blandita, usted lo sabe.
La campaña mía, la Gobernación mía,
la llegada a la Presidencia fue con un propósito claro
de derrotar esos bandidos. Y eso yo no se lo niego a nadie. Y
yo no iba a nombrar un Director del DAS que llegara allá a
mandarles consejos sino a combatirlos institucionalmente. Institucionalmente.
Entonces la verdad por eso lo nombré. Ahora, le voy a
decir esto: quienes han sido compañeros míos de
trabajo, mis superiores, mis subalternos, en la vida pública
y en la vida privada, seguramente podrán decir: hombre,
Uribe es muy cansón, Uribe tiene estos defectos, Uribe
tiene aquellos. La gente que va a llegar a esta oficina con un
chisme, ya sabe que tiene que estar preparada para que yo llame
de inmediato al incumbente. A mí me dicen: hombre, que
pasó tal problema, ahí mismo cojo el teléfono.
Entonces seguramente tendré muchos defectos, pero he
procurado dar buen ejemplo. Mire: yo me he relacionado muchísimo,
muchísimo con los militares, con la Policía, porque
llevo muchos años con escolta (tal vez por allá desde
el año 87 – 88 llevo escolta), y nunca yo creo que
les haya dado un mal ejemplo de una reunión con una persona
con quien no debo reunirme. En fin, que les haya hecho una insinuación
en privado. He sido muy cuidadoso siempre para que aquello que
yo digo en privado a las Fuerzas Militares y de Policía,
lo pueda decir en público. Siempre el camino institucional.
Entonces en medio de mis defectos he sido muy cuidadoso en eso.
Ha sido el diálogo mío con el director del DAS,
Andrés Peñate, fue el diálogo con Jorge
Noguera, etcétera. Yo estoy preocupado por esto, y la
verdad es que estoy atribulado. Ayer primero me dieron una noticia
allá en el Caguán, e inmediatamente me le puse
al frente a las cámaras, porque uno no puede eludir responsabilidades.
Me dijeron que lo habían metido a la cárcel que
por asesinato de sindicalistas y que por borrar la hoja de vida
de unos mafiosos.
Yo dije: me duele mucho, porque si algo dije yo en esa campaña
que me condujo a la Presidencia es: nuestra política de
seguridad va a ser democrática, para proteger a todos
los colombianos. Y las centrales obreras oyeron mi discurso de
compromiso de protección del sindicalismo, y lo he cumplido,
Darío. Y lo he cumplido.
Pregunta: Y anoche se le veía
verdaderamente atribulado, triste. ¿Usted nunca dudó cuando
surgieron las primeras denuncias acerca de la conducta indebida,
al parecer, de Jorge Noguera?
Presidente de la República:
Darío, mire: yo tengo hoy una contradicción. El
respeto a la justicia, y por otro lado sigo por allá en
el corazón con la esperanza de que Jorge Noguera pueda
probar su inocencia.
Pero vea, le quiero contar esto con el sindicalismo: las centrales
obreras pueden tener diferencias conmigo: que por la reforma
del Seguro Social, por la reforma de Telecom, una cosa o la otra,
pero yo creo que las centrales obreras han sentido mi lealtad
en la protección efectiva de la vida de los trabajadores
colombianos. Si algo me ha dolido a mí como demócrata
y como cristiano, es que asesinen a los líderes sindicales.
Enseguida llegaron, me dicen también allá en el
Caguán ayer (estábamos en un tema bien complicado:
esos atentados de las Farc contra la Nestlé), me dicen:
no, que lo metieron a la cárcel porque borró por
allá los expedientes de unos mafiosos.
Yo dije: ¡Pero, por Dios, hombre! ¡Si saben a qué llegué yo
desde el 7 de agosto de 2002! Un Gobierno que lleva más
de 500, yo creo que hoy pasamos de 520 órdenes de extradición.
Yo dí la cara sobre todo eso. Desabordo el avión
en Bogotá y le respondo una llamada al Fiscal General
y me dice: no, no es por homicidio, no es por fraude electoral.
El Fiscal General me dijo ayer que iban a precluir fraude electoral,
homicidio, que era por concierto para delinquir.
Entonces yo llegué allá a lo de Banca de Oportunidades,
al Fondo Nacional de Garantías, una reunión bien
positiva, bien buena. ¿Qué hice, Darío?
Yo no podía entrar a hablar, a 1.500 colombianos que había
allá, de Banca de Oportunidades, sin asumir la responsabilidad
por esto del DAS. Y por eso, antes que hablar del tema de Banca
de Oportunidades, hablé desde el alma de esta cosa de
Jorge Noguera.
Y ahora leo en primera página del periódico El
Tiempo (la primera página que yo alcanzó a leer)
que, además del testimonio del señor García,
que está en la cárcel, Jorge Noguera fue quien
lo denunció, que hay nueve entradas al DAS de un señor “Pupo”,
que iba a hablar con Jorge Noguera.
El Fiscal apreciará en su sabiduría esas pruebas.
Le digo: tengo esa contradicción, Darío. La contradicción
porque en el fondo del alma, por lo que conocí de Jorge
Noguera, albergo la esperanza de que él pueda mostrar
su inocencia.
Pregunta: Y usted muy valerosamente
ha asumido la responsabilidad política, lo dijo con mucha
claridad. Pero la responsabilidad penal es individual y le corresponderá a él
defenderse y demostrar su inocencia.
Presidente de la República:
Ahora, desde que Jorge Noguera salió del DAS, tal vez
le he puesto más cuidado de eso, y se nombró a
Andrés Peñate. Mire: es que es yo escogí tres
personas muy jóvenes. Dos para ser Viceministros de Defensa,
uno de ellos Peñate, y otro para ser Director del DAS:
Jorge Noguera.
Y Peñate pasó de ser Viceministro de Defensa a
ser Director del DAS. Y la segunda que está en el DAS
hoy, la conocimos mucho trabajando con nosotros por aquí muy
cercana a la Presidencia en el Ministerio de Defensa: Pilar Hurtado.
¿Entonces será que uno aprende de las dificultades?
Estuvo de Subdirector del DAS el doctor Emiro, que me pareció muy
bueno y creo que no ha tenido ningún problema. Incluso
si salió del DAS, salió bien. No sé si está todavía.
Y me preocupé más por los segundos del DAS, después
de que tuvimos estos problemas con Noguera, que antes. Cuando
nombramos a Noguera, la verdad es que a mí me faltó más
preocupación por las personas que él debía
nombrar en el DAS. Esto es: procedí dándole a él
toda la confianza. También como se las he dado a los Ministros.
La verdad es que yo no recuerdo haberle impuesto a los Ministros
un Viceministro, ni un Secretario General de Ministerio.
Pregunta: Queda aclarado ese
punto. ¿César Augusto?
Pregunta César Augusto Londoño,
periodista de Caracol: Le quiero preguntar esto: ¿usted
piensa que Horacio Serpa tiene la autoridad moral para hacer
esta afirmación? Escuche, por favor.
Presidente de la República:
No, no, César Augusto, no me la ponga.
Pregunta: ¿Usted
decía que no le pusiera la voz de Serpa?
Presidente de la República:
No me la pongas, para qué, César Augusto. Ningún
comentario haría. Le voy a pedir a mi Dios, porque he
tenido una trayectoria frente a él. Los apoyé muchos
años. Creo que me conocieron durante el tiempo suficiente
para saber si soy un hombre honrado o no. He emitido siempre
unos comentarios positivos, y que digan lo que quieran, César
Augusto. Ahí tengo un compartimiento de la vida, que voy
a bregar a manejar con mucha prudencia.
Pregunta: Yo se lo pregunto,
Presidente, no afirmándolo a título personal, cuando
le digo ‘autoridad moral’ en torno al doctor Horacio
Serpa, sino en torno a un Gobierno que, como todo el mundo sabe,
fue elegido con dineros del narcotráfico.
Presidente de la República:
No me hagas emitir ningún comentario, te lo pido, por
favor. Que se sientan en toda liberal de decir lo que quieran
de mí. Ellos durante mucho tiempo me conocieron. Durante
mucho tiempo me conocieron. Ustedes saben cómo suspendí por
allá una experiencia académica unos diítas,
para venir a esa campaña del 98, simplemente a apoyar
una candidatura que había en ese momento. Pero dejemos
eso tranquilamente. Aquí vamos es para adelante. Aquí vamos
es a seguir es en el desmonte del paramilitarismo, a seguir en
el combate a la guerrilla, en el combate al narcotráfico,
en el combate a la corrupción, en la superación
de todas estas dificultades del país. Es que además
esta tragedia nacional, que viene de mucho tiempo atrás,
yo la veo desde una óptica más optimista. Yo creo
que la estamos superando. Miren adónde están los
paramilitares.
Mire, Darío, dígame una cosa: ¿hace cinco
años la oposición criticaba públicamente
a los paramilitares? El recuerdo que yo tengo es éste:
al único que le decían paramilitar, mis opositores,
era a mí, por razones políticas. De los paramilitares
se morían de miedo. Vinieron a hablar mal de los paramilitares
hace dos años, dos años y medio, cuando este Gobierno
ya había avanzado en el desmonte del paramilitarismo.
A los Gobiernos hay que juzgarlos por los hechos. Yo tengo un
hecho: desde el día cero, desde la tarde del 7 de agosto
del 2002 y en la madrugada del 8 de agosto, empezamos el combate
eficaz contra la guerrilla y contra el paramilitarismo. Y ahí están
los resultados.
Pregunta: Presidente, hay un
tema sobre el que sí es muy importante tener su opinión,
y es la decisión de la Fiscalía de llamar a indagatoria
a 56 militares. Se les está señalando de la posibilidad
de haber participado en una masacre de ocho personas de la Comunidad
de Paz, de San José de Apartadó. Son muchos miembros
de la Fuerza Pública y es un caso realmente grave.
Presidente de la República:
Lo que ha dicho el señor general Padilla de León:
nosotros apoyamos totalmente la institución. Yo tengo
por allá debajo de este Everfit, una carnita y unos huesos
de soldado y de policía. Tengo toda la solidaridad. Es
el único camino que nos queda en Colombia para tener una
Patria sin guerrilla, sin paramilitares. La seguridad hay que
conseguirla totalmente de la mano de las instituciones. Lo único
que evita que se rearmen bandidos es una Seguridad Democrática
sostenida y eficaz. Lo único que evita que aparezcan nuevos
grupos de bandidos, es una Seguridad Democrática persistente.
La mejor reforma política es la Seguridad Democrática,
para acabar esa tendencia histórica de que un día
la política es interferida por el narcotráfico,
al otro día por la guerrilla, al otro día por el
paramilitarismo. Todo el apoyo a la institución. Siempre
hemos hablado: la política de Seguridad Democrática
necesita credibilidad. La credibilidad tiene que depender de
la eficacia y la transparencia. Quien viole la transparencia,
de la institucionalidad es juzgar a quienes cometan crímenes
y condenarlos.
Pregunta: ¿Usted sería
partidario de tratar de promover un acuerdo político,
de cara a las elecciones de octubre (estamos a 7 – 8 meses
para elegir Alcaldes, Gobernadores, Concejos y Asambleas Departamentales),
que evite que en las listas de esas regiones y esos municipios
tan apartados, se pueden llegar a infiltrar de nuevo personas
allegadas a la guerrilla o al paramilitarismo?
Presidente de la República:
Darío, sí, pero le voy a hacer este recuerdo, y
si es mentira me corrige: la mayoría de los hechos que
se están investigando hoy de infiltración paramilitar,
son hechos que se dieron con anterioridad de este Gobierno. Si
usted compara las elecciones del 2003, las primeras que presidió este
Gobierno, con las anteriores, verá el mejoramiento que
hubo en materia de seguridad. Recuerde las garantías efectivas
de la oposición en el 2003, para combatir el referendo
del Gobierno.
Hay que hacer historia, y la historia que ha vivido este Gobierno.
Yo recuerdo que muchos de mis críticos decían: ¿cómo
va a aspirar Luis Eduardo Garzón a la Alcaldía
de Bogota, siendo Presidente un fascista como Uribe? Y tuvo todas
las garantías eficaces (porque en este país siempre
ha habido garantías retóricas, pero no siempre
eficaces), gracias a la Seguridad Democrática. Y en todo
el país.
Mire las elecciones del año pasado. ¿Quién
de la oposición puede levantar la mano para decir: no
tuve garantías? La única presión que ejercieron
los grupos violentos el año pasado fue contra mis electores:
en los municipios del paro armado de Nariño que hizo las
Farc, donde les impidieron votar por mí y les ordenaron
votar por otra candidatura. Fernando Londoño Hoyos, siendo
Ministro del Interior y de Justicia, fue a Santa Marta, en las
vísperas de elecciones del 2003, y dijo que el Gobierno
no estaba de acuerdo con que hubiera candidatos únicos
a gobernaciones ni a lcaldías.
Yo creo que es muy importante reconocer lo que ha sido la trayectoria
de este Gobierno, a través de la Seguridad Democrática,
para recuperar la transparencia de la política. Segundo:
de aquí para adelante.
Primero: persistir en Seguridad Democrática. Segundo:
un pacto de transparencia lo está preparando el ministro
Holguín, el señor Vicepresidente de la República.
Y agitarlo en toda la Nación.
Quizás haya que llevar a ese pacto de transparencia los
temas elementales. Pero sirve para orientar la opinión
y para que la opinión les exija a los candidatos.
Tercero: unas reformas que complementen la actual legislación.
El país no puede ponerse con saltos al vacío, ni
con inestabilidades institucionales. Este país ha ganado
mucha confianza. Mucha confianza. Por eso hay que decir: estabilidad
institucional y asignar responsabilidades personales.
Este país tiene una buena legislación en inhabilidades
de congresistas, en incompatibilidades, en financiación
de campañas. Vamos a complementar esa legislación.
Estamos preparando una reforma constitucional, que complemente
lo que hay y que podría tener aspectos como los siguientes:
Primero: insistir en que los votos en el Congreso sean públicos.
Yo no entiendo por qué un congresista tiene que votar
en privado. Yo no entiendo por qué no se puede conocer
cómo vota un congresista sobre determinado tema. ¡Si
allá se están manejando los intereses públicos! ¿Acaso
está en un confesionario? Está es refiriéndose
a lo público.
Segundo: lo que han venido agitando algunos parlamentarios:
para que los partidos se responsabilicen más, que cuando
vengan condenas a miembros de partidos que estén en el
Congreso, pierdan la curul y tengan que devolver el dinero que
les repuso el Estado y se les descuenten esos votos con el riesgo
de perder el umbral.
Muchos parlamentarios se han quejado de la circunscripción
nacional y tienen razón. Yo creo que hay que eliminarla.
Porque muchos dicen: mire, la circunscripción nacional
ha producido muy malos resultados. Los parlamentarios tienen
que salir por todo el país a pescar votos, y después
no asumen responsabilidades frente a votos de muchas regiones.
Ha incrementado enormemente los costos.
La razón de la circunscripción nacional era darles
unas curules a las minorías, que las pudieran obtener
de votos en todo el país. Yo pienso que es la hora de
decir: eliminemos la regla de la circunscripción nacional,
que haya un Senado de regiones, y se permitan unas curules.
Pregunta: Pero eso hacia mucho
más adelante, porque este Congreso no le va a votar esas
reformas tan fácil. Y aparte de eso, pasaría mucho
tiempo antes de lograr concretar esas iniciativas.
Presidente de la República:
No, Darío, ya las estamos agitando. Y voy a procurar presentar,
de acuerdo con nuestra bancada, esta propuesta ahora el 16 de
marzo. Lo estamos agitando.
Y otros temas ahí. Todo lo que necesite aprobación
legal o constitucional, seguramente se va a aplicar después,
pero lo podemos anticipar en un pacto de transparencia.
Pregunta: Si siguieran cayendo
congresistas en los próximas días, en las próximas
semanas, los que firmaron el Pacto de Ralito, u otros que están
siendo investigados en este momento por la Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia, ¿de pronto se pudiera promover, sería
partidario de promover un acuerdo para anticipar las elecciones
para Congreso?
Presidente de la República:
Yo he creído que debemos hacer aquello que no estimule
inestabilidad institucional. Es que este país ha venido
construyendo ahora lo que yo llamo una ‘bonanza de confianza’.
Y eso no se puede arriesgar. Aquí hemos estado apoyando
a la justicia, estabilidad en la justicia, fortaleza institucional
en la justicia. Todas las ramas del poder público tienen
que tener fortaleza institucional. Esto es: mejoremos sin crear
inestabilidad. Y yo creo que muchas cosas que requieran aprobación
legal o constitucional, se pueden anticipar con pactos de transparencia,
de buena fe.
He estado estas noches aquí reuniéndome con grupos
de congresistas y enseguida voy a llamar al Presidente del Partido
Unión Nacional Social, al doctor Carlos García
Orjuela, para hablar con él el tema. Antenoche hablé con
un grupo de senadores del Partido Conservador. Anoche vinieron
otros senadores. Aquí hemos estado buscando esto, a ver
cómo presentamos este proyecto el 16 de marzo.
Entonces dos componentes: un pacto de transparencia, de cara
a estas elecciones. Y unas disposiciones legales y quizás
constitucionales, de cara al futuro. Pero con ese pacto de transparencia
anticipar en la práctica todo aquello que se pueda anticipar.
Con un antecedente, y yo creo que el país lo sabe: la
Seguridad Democrática presenta unos muy buenos resultados
en el mejoramiento de la transparencia electoral en lo que le
ha correspondido a este Gobierno.
Pregunta: Presidente, ¿está trotando
y está cumplido con las goticas o no?
Presidente de la República:
César Augusto, cumplido con las goticas, sí. Por
allá en Antioquia decían: hombre, para rezanderos,
los liberales Rionegro. Yo siempre rezo, le pido a mi Dios, porque
a uno le da mucha lidia reconocer las cosas negativas de uno,
pero usted sabe que yo soy fogoso y combatiente. ¿Trotando?
Hombre, no con la intensidad con que lo estaba haciendo, porque
me dio una laringitis muy dura. Pero ya estoy reanudando. Ya
me estoy poniendo en forma.
Pregunta: Para que bote corriente,
trotando.
Presidente de la República: ¿Qué más
quiere de botada de corriente hoy?
Pregunta: Bueno, pero yo creo
que ha sido interesante, útil, muy aclaratorio de muchas
cosas.
Presidente de la República:
Hombre, les agradezco mucho. Que haya un motivito de confianza
para este país.
Pregunta:
Creemos en este país más que nunca, Presidente.
Presidente de la República: ¿Le
puedo decir una bobadita de confianza para este país? ¿Le
cuento dos o tres anécdotas? Hace pocos días, por
allá en Brasil, donde hubo un buen debate sobre modelos
de Estado en América Latina, me correspondió en
una reunión al lado del presidente Kirchner. Y me dijo:
Uribe, yo no puedo creer cómo es que Colombia hoy tiene
más inversión extranjera que Argentina. Le dije:
Presidente, yo no sé, mire esas cifras. La gente admirada.
Admirada.
Usted no sabe, cuando yo hablo con los colombianos por ahí en
la calle, todo el mundo queriendo invertir en el país.
Yo le digo a la doctora Alicia Arango: el que llame a la Presidencia
a decir que va a invertir en Colombia, saque tiempo de mi agenda
como sea, porque todos tienen que invertir en Colombia.
Esta semana vino el del Citi Group. El Citi Group lleva 78 años
en Colombia, y el Presidente nunca había venido a Colombia.
Y vino emocionadísimo. Le dije: bueno, no me hable de
las grandes inversiones, dígame cómo me va a ayudar
en lo social. Y dijo que nos va a ayudar (diga la noticia, qué bueno
decirlo en Caracol para hacerle seguimiento). Se comprometió,
aquí en esta oficina, a que nos va a ayudar con 1.000
corresponsales no bancarios, para apoyar la Banca de Oportunidades:
esas pequeñas oficinitas que estamos montando, para poder
estimular el crédito a los sectores excluidos de la Nación
e incorporarlos a las corrientes dinámicas de la economía.
Este país ha logrado ya flujos de inversión del
25 – 26 por ciento. Es lo único que nos va a conducir
a superar la pobreza. Eso sí: cuando no hay plata para
distribuir, lo único que se distribuye es pobreza.
Yo eso lo miro con mucho celo, con mucho cuidado. Por eso me
preocupa mucho que vayamos a perder esta bonanza de confianza
que se ha venido construyendo en Colombia.
Pregunta:
Yo le voy a contar otra anécdota. Conocí de primera
mano, por dos agentes económicos muy importantes, distintos
ellos: un empresario español, vinculado al sistema financiero,
hace pocos días le confío a un compatriota suyo,
vinculado a la banca aquí en Colombia, que le invirtiera
a título personal 150 millones de dólares en distintas
cosas. Y conozco de otro empresario chileno, que dio instrucciones
para 120 millones de dólares. Eso es confiar en Colombia.
Presidente de la República:
Por allá me dijo otro empresario extranjero: Presidente,
nosotros queremos invertir en comunicaciones en Colombia, ¿qué piensa
su Gobierno? Porque me dijo que en un país de América
Latina los maltrataban, que en el otro el Presidente de la República
les quitaba espacio, que en el otro el Presidente de la República
los multaba. Le dije: inviertan en Colombia. El único
problema que tienen los medios de comunicación con el
Presidente de Colombia, es que de pronto tienen que discutir
con él, pero con todo el respeto. Es la única amenaza
que tiene el Presidente de Colombia frente a los medios.
¿Pero sabe qué me dejó muy honrado por
el país? Porque sin que yo le preguntara, ese empresario
me contó de tribulaciones de los medios de comunicación
en América Latina. Ustedes tienen un Presidente que discute
con ustedes, que bota corriente, como dice César Augusto.
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