Dice
el Presidente
“COLOMBIA NECESITA ESTABILIDAD INSTITUCIONAL, FORTALECER
LA JUSTICIA, EL EJECUTIVO, LAS INSTITUCIONES DE ELECCIÓN
POPULAR, EL CONGRESO”
- Para las próximas elecciones regionales el Gobierno propone
un pacto de transparencia que “debe comprometer que los candidatos
publiquen, una a una, el origen de las donaciones y de los donantes”.
- “Separemos la institución del Congreso de las responsabilidades
personales de quienes hubieran cometido crímenes, pero la
institución hay que salvarla”.
- “Que si condenan a un congresista de un partido y ese partido
no puso todo el cuidado en la selección, que ese partido
pierda la curul, que le descuenten los votos de ese congresista,
que tenga que devolver la plata que recibió del Tesoro Nacional
por ese congresista y que, incluso, el partido corra el riesgo
de perder el umbral”.
- “Los colombianos me preguntan cuál es la mejor reforma
política. Todo esto es bueno. Yo creo que la mejor reforma
política es la Seguridad Democrática. Porque la Seguridad
Democrática es lo único que evita la interferencia
de guerrillas, de paramilitares, de narcotráfico en la política”.
- “Sí, necesitamos reformas legales, pactos de transparencia,
pero lo que más necesitamos para que haya transparencia,
es que los criminales sean disuadidos con la energía de
la Fuerza Pública.
Ubaté (Cundinamarca), 24 feb. (SNE).- La
siguiente, es la declaración hecha por el presidente de la República, Álvaro
Uribe Vélez, sobre el tema de la parapolítica y la
propuesta que hace el Gobierno para que, en mira a las próximas
elecciones, los candidatos a gobernaciones, alcaldías, concejos
y asambleas departamentales:
“La parapolítica. Debo recordarle a mis compatriotas:
primero, el Gobierno Nacional se mantiene en una tesis, el apoyo
a la justicia.
Segundo, el requerimiento de la verdad.
Ustedes saben que hace 5 años, aquí no se criticaba
el paramilitarismo. Al único que le decían paramilitar
hace 5 años era a mi, que los opositores políticos
en todas partes me decían paramilitar, era la manera de
sacrificarme. A mi, por quitarme votos, me decían paramilitar.
Pero eso sí, cuando les hablaban de los paramilitares, se
morían de miedo, temblaban y no musitaban palabra contra
los paramilitares.
¿Cuándo se volvió la oposición tan
crítica contra los paramilitares?: cuando este Gobierno
empezó a destruirlos, cuando este Gobierno empezó a
aplicarles la Seguridad Democrática y a derrotarlos.
Yo no conocí que fueran a Tierralta y a Valencia (Córdoba)
a decir: ‘abajo los paramilitares’. No, por allá iban
a arañar unos voticos, eran calladitos, muertos de miedo
de los paramilitares, porque el país estaba dominado por
la guerrilla y los paras. Fueron a Valencia y a Tierralta en las
elecciones del año pasado, rodeados de garantía de
este Gobierno. Ya si no les dio miedo. ¡Ya que les iba a
dar miedo, con los paramilitares en la cárcel o perseguidos,
con un Gobierno que llegó a acabar con guerrilla y paramilitares,
desde la hora cero del Gobierno!
Quiero recordar a mis compatriotas que le expuse claramente, al
país, nuestro concepto de Seguridad Democrática en
la campaña que me condujo a la Presidencia en el 2002. Que
le expuse claramente, al país, el propósito de recuperar
plenamente la institucionalidad. Que los colombianos no tuvieran
que estar huyendo de la guerrilla ni buscando a los paramilitares
para que los defendieran.
Que antes de las 6:00 de la mañana, del 8 de agosto de
2002, el avión Presidencial –en el primer vuelo donde
yo estuve-, horas después de la posesión, aterrizó en
Valledupar. En Cesar estaba el Estado perdido, dividido entre paras
y guerrilla. Hoy es muy difícil. Ese día empecé esa
batalla allá y hoy está esa guerrilla allá bastante
debilitada y los paras, prácticamente acabados, como en
muchas regiones de Colombia.
Le quiero recordar al país que este Gobierno es el Gobierno
que emprendió la lucha contra los paramilitares, que hay
más de 1.700 dados de baja. A mi que me juzguen por los
resultados.
Y decían: ‘¡ah! es que Uribe, claro, como él
impulsó las Convivir en la gobernación, ahora nos
está hablando de cooperantes, va a llenar el país
de paras’. Lo encontré lleno de paras.
Y esta semana, cuando vino el emisario que fue a las Farc y dijo
que las Farc me mandaba decir que no negociaba con este Gobierno,
que porque este Gobierno es paramilitar e ilegítimo y eso
y le conté al país, dije: la diferencia que tenemos
las Farc y yo, es que las Farc engendró los paramilitares
y el Gobierno que yo presido, los está desmontando.
La diferencia que tenemos es que, las Farc le enseñó al
país a apelar a todas las formas de lucha. Lo que no se
sabe todavía, porque no nos han dicho la verdad completa:
infiltraron la política los guerrilleros, infiltraron el
movimiento universitario, el movimiento obrero.
En esos procesos de paz anteriores han dicho la verdad Rosemberg
Pabón y Everth Bustamante, que son los únicos que
le han dicho la verdad a esos procesos de paz anteriores al país.
Tuvieron la autenticidad. A mi me gusta la gente auténtica.
Conmigo ¡que se olviden!, ¡que de haber sido yo paramilitar,
yo no habría sido patrocinador de paramilitares, sino que
me habría ido para el monte de fusil al hombro! Yo he sido
combatiente y de frente, yo no he sabido pagar sicarios.
A mi me gusta la autenticidad como la de Rosemberg Pabón
y la de Everth Bustamante. Rosemberg –dijo auténticamente
y por eso me entiendo con él, a pesar de que venimos de
orillas del pensamiento tan disímiles-: la única
verdad es que la guerrilla hizo cosas tan mal hechas, que eran
inconfesables. Esa la única verdad que ha dicho la guerrilla
y eso es lo que marca la diferencia con nuestro proceso, donde
hemos exigido verdad y reparación.
Las Farc engendró el paramilitarismo. Tantos años
de dominio guerrillero, sin que el Estado se preocupara por proteger
a la gente. ¿Qué vino?: el paramilitarismo y financiados
unos y otros por el narcotráfico.
Cuando yo hablo del juicio al Estado no es por crear camorra,
no es por personificar en una persona u otra, es más que
un juicio al Estado una clarificación de la memoria histórica,
para que el país sepa qué pasó y por qué y
no dejemos que se repita esa pesadilla.
Esta semana me llamaba alguien del Cesar y me decía: ‘Presidente
estoy muy preocupado, porque con esta cosa de la parapolítica
que afecta al Cesar, ahora van a dejar que al Cesar se lo vuelva
a tomar la guerrilla’. Dije: ¡de ninguna manera! Acabamos
de desmontar los paras y no dejamos que se lo vuelva a tomar la
guerrilla.
Yo voy a procurar recorrer todos esos municipios del Cesar con
la Fuerza Pública para darle la total seguridad a mis compatriotas
del Cesar que, si bien hay que acabar hasta con el último
paramilitar, no dejamos que eso se lo vuelva a tomar la guerrilla.
Cuando a mi me dicen: ‘Presidente, ¿por qué usted
es partidario de que las versiones que se dan, por parte de los
que están en la cárcel de Itagüí, se
transmitan en televisión?’ Dije: por muchas razones.
Este es un país libre. Porque no las transmiten en televisión
pero al otro día las filtran en la prensa o en la radio,
entonces da lo mismo.
‘Que los paras van a distorsionar lo que allí dicen’,
lo distorsionan también a través de un periódico,
de una emisora o un intermediario. ‘Que pueden afectar la
dignidad de una víctima’, en ese momento, que sea
el fiscal que esté en conduciendo la audiencia, el que diga: ‘hay
un tema aquí que no dejamos transmitir’. Que el fiscal
administre eso.
Me parece muy importante que la ciudadanía vea esas audiencias
para dos cosas: primero, la gente de las regiones, donde actuaron
estos paramilitares, ayuden a los fiscales y a los jueces, con
su criterio, a ver si lo que están diciendo es verdad o
es mentira.
Y segundo, para que todos los colombianos conozcamos qué pasó,
tengamos claridad y evitemos que vuelva a pasar.
Hace 15 días me dijeron: ‘Presidente, es que un partido
de oposición va a hacer unas manifestaciones pidiendo la
verdad’. Dije: ¿pero por qué? El que ha pedido
la verdad es este Gobierno, lo que está apareciendo ahora
se debe a la Seguridad Democrática.
Cuando un paramilitar que estaba en la Zona de Ubicación
de Ralito se salió de allí, creo que un Don Antonio –si
la memoria no me falla, a quien le decomisaron el computador de ‘Jorge
40’, un ‘Don Antonio’ le dicen-, la orden del
Gobierno es: a quien no cumpla, pónganlo preso. La Fuerza
Pública lo persiguió y le decomisó el computador
de ‘Jorge 40’ y ahí empezaron a aparecer una
serie de pruebas que la Fiscalía ha valorado y que el país
ha conocido. Eso se debe a la firmeza de este Gobierno en la Seguridad
Democrática.
Los que reclaman la verdad se opusieron a la ley de la verdad.
Aquí está la senadora Nancy Patricia. Ella sabe
que los que nos reclaman hoy verdad, no nos quisieron acompañar
en la ley de la verdad cuando el Congreso la aprobó.
Esta semana vino a Bogotá el juez Baltasar Garzón
y hablábamos de este proceso, con él. Es el primer
proceso en el mundo que exige la verdad. En Colombia antes no dijeron
la verdad, los únicos que dijeron la verdad fueron Rosemberg
Pabón y Everth. Dijeron: ‘se hicieron tantas cosas
mal hechas en la guerrilla, que eran inconfesables’. La guerrilla
no le dijo la verdad al país ni se la exigió. Ahora
se está exigiendo la verdad.
En Sudáfrica, Moreno (Carlos), cuando usted llegue a Sudáfrica
como embajador, investigue cuántos casos hubo de quienes
fueron culpables en el apartheid y confesaron la verdad. Creo que
fueron contaditos en los dedos de las manos. Fue un proceso de
paz, basado en la verdad, muy espectacular y sin resultados.
El nuestro es un proceso que va obteniendo resultados en aquello
de la presión por la verdad. En otras partes del mundo,
no ha habido procesos de verdad.
De reparación. En los procesos de paz anteriores en Colombia,
nunca se reparó a las víctimas.
Estudiando procesos de paz encuentro que Chile y Argentina trataron
de reparar a las víctimas por las dictaduras de Videla (Jorge
Rafael) en Argentina y de Pinochet (Augusto) en Chile. Alguna reparación
hubo con plata del Estado. Este es el primer proceso de paz en
el mundo, con reparación grande y con dinero de los victimarios.
Hace 20 días, un mes, le pedí a la Policía
que con el apoyo de la Fiscalía, empezaran a decomisar,
preventivamente, los bienes de quienes están en la cárcel
de Itagüí para evitar que defrauden la reparación
de las víctimas. Y empezaron a decomisar bienes.
Dije: a mi me parece grave que, por el testaferrato, que por la
des-administración, las invasiones, esos bienes se pierdan
y no haya con qué indemnizar a las víctimas y ya
hay mucho bien de ese, decomisado.
Y el lunes fue al Consejo de Ministros el presidente de la Comisión
de Reparación, Eduardo Pizarro Leongómez. Un hombre
que ha tenido muchas diferencias ideológicas conmigo, a
quien le reconozco todo su patriotismo. Es que el problema no es
el debate, el problema no es la diferencia de ideas, el problema
es la calumnia. Al debate con ideas, se le contesta con ideas,
a la calumnia de pronto hay que darle duro.
Un discrepante de mis tesis, un gran patriota como Eduardo Pizarro
Leongómez, es el presidente de la Comisión de Reparación, ¿qué nos
dijo el pasado lunes en el Consejo de Ministros? Dijo: ‘deben
suspender, durante unos días, la orden del Presidente de
decomisar preventivamente estos bienes’, porque los señores
que están en la cárcel de Itagüí lo llamaron
a él –según él nos dijo en el Consejo
de Ministros- a decirle: ‘los vamos a entregar voluntariamente’.
Pero, el Gobierno perseguirá esos bienes, con toda la decisión,
para cumplir la ley que ordena que esos bienes se lleven al Fondo
de Reparación para reparar a las víctimas y que Colombia
le de un ejemplo al mundo.
¿Qué van a pensar el ELN y las Farc? Este proceso
no acepta amnistía ni indulto para delitos atroces. El país
va a tener que pensar cuando venga los procesos con el ELN y las
Farc.
Este proceso no acepta que los responsables de esos delitos vayan
al Congreso, por eso hay que meditar desde ya cuál es el
marco jurídico del futuro para los procesos con el ELN y
las Farc, porque, finalmente, los delitos atroces no dejan de ser
atroces porque los cometa una organización u otra. El delito
es atroz por el hecho delictual, por la modalidad, el daño
a la víctima. Algunos pretenden que es atroz cuando lo cometen
los paramilitares y no es atroz cuando lo comente la guerrilla.
Eso no puede ser. No se puede establecer la diferencia entre esos
delitos.
Entonces este proceso tiene unos grandes avances, frente a lo
que ocurrió en el pasado en Colombia, en el mundo y frente
a lo que tiene que ser el futuro de Colombia en esta materia.
La mayoría de los hechos que han aparecido en este proceso
son anteriores a este Gobierno, son de las elecciones parlamentarias
de 2002 y procesos electorales anteriores. Eso es bueno que lo
sepa la opinión pública. Y lo decimos aquí para
que, para que aquel que quiera controvertir esto, salga con la
evidencia a controvertirlo.
¿Qué pasó en las elecciones presididas por
este Gobierno?: se aplicó bien la Seguridad Democrática.
Recuerden ustedes el referendo de 2003, ¿quién tuvo
quejas?, nadie. La oposición fue protegida, eficazmente
por nuestra política de Seguridad Democrática. El único
que tuvo quejas fue el Gobierno porque el Consejo Electoral contabilizó más
de 500 mil cédulas de muertos, de la Fuerza Pública
que no pueden votar, cédulas que no se habían entregado.
Si eso no se contabiliza, ganamos todos los puntos del referendo.
El único que tuvo quejas fue el Gobierno y yo fui al Consejo
Electoral y le hice una alocución al país sobre el
tema. No estuvimos de acuerdo con que el Consejo Electoral no hubiera
revisado eso, pero aceptamos su decisión. No hemos acudido
sino a las vías de hecho.
¿Qué pasó el domingo siguiente en ese 2003,
en la elección de alcaldes y gobernadores?: plenas garantías
a la oposición.
Es bueno que el país recuerde cómo han sido las
elecciones presididas por este Gobierno, el de la Seguridad Democrática,
a pesar de las advertencias que hacían.
Recuerdo alguno de mis opositores diciendo: ‘es un error
que Luís Eduardo Garzón aspire a la Alcaldía
de Bogotá, con ese fascista de Uribe, de Presidente, lo
hacen matar’. Ese opositor no recordaba mi carrera política.
En la Gobernación de Antioquia, mientras estaba enfrentado
esos bandidos de la guerrilla, estaba garantizándoles las
libertades políticas a todas las tendencias. Y le tuve que
entregar a un gobernador, elegido bajo mi mandato, que llegó con
unas ideas totalmente opuestas a las mías. Y les defendí todos
los espacios electorales.
Quienes hacían esa crítica en el 2003, ignoraban
que siendo Gobernador de Antioquia me apersoné de la protección
eficaz a los diputados de la Unión Patriótica. Excepcionalmente,
no los mataron en Antioquia, están vivos. Iban a la gobernación
a hablarme de eso, a decirme: ‘Gobernador, nosotros estamos
reconocidos, es la primera vez que nos han protegido’. ‘Hombre,
díganlo diputados, públicamente’. ‘No
podemos por razones políticas’.
¿Y qué pasó con Luís Eduardo Garzón
y los aspirantes a gobernaciones y alcaldías, de origen
político totalmente opuesto al mío, apoyados por
partidos reales de oposición, por gentes –incluso-
que venían de antiguas guerrillas?: tuvieron todas las garantías,
garantías eficaces, protección eficaz. Y no solamente
las tuvieron para la gobernación, para la alcaldía,
sino que las han tenido para el ejercicio de sus gobiernos.
Compatriotas, ayúdenme a difundir esto, que es verdad:
este Gobierno ha colaborado con todos los gobernadores y alcaldes
de Colombia, sin preguntarles por el origen político de
su elección
Eso tiene que honrar la democracia, construir gobernabilidad y
nos da unas cartas de presentación de este Gobierno. Y lo
digo ahora que hay un grupo de alcaldes y de gobernadores que están
próximos a completar sus 4 años. Ya no es una promesa,
es un hecho y ellos pueden mirar los hechos.
Hubo unas quejas del año 2003 porque se presentó un
candidato a la gobernación del Cesar y otro a la gobernación
del Magdalena. Fernando Londoño Hoyos, entonces Ministro
del Interior y de Justicia, dijo allá –en nombre del
Gobierno- que el Gobierno no estaba de acuerdo en que hubiera solamente
un aspirante.
¿Qué pasó en las elecciones del año
pasado?: recuerden las garantías a la oposición.
Visitaron todo el país, lo que no se podía hacer
hace 4, 5 años.
Las únicas presiones que hubo el año pasado fueron
las de las Farc contra mis electores. Hicieron un paro armado en
la cordillera de Nariño. No lo pudimos enfrentar eficazmente,
en esos días de elecciones le prohibieron a la gente votar
por la candidatura que yo representaba y le exigieron votar por
otra candidatura.
Eso no trascendió porque, los colombianos con su generosidad
nos dieron tantos votos, que no trascendió. ¿Pero
qué tal que hubiera sido al revés?
Entonces, cuando algunos dicen que piden el aplazamiento de las
elecciones de este año, de ninguna manera. A mi ya me tocó eso
como gobernador de Antioquia, ese pedidito y le dije al Gobierno
Nacional de la época que no las podía aplazar, uno
no puede negociar la democracia.
Este Gobierno tiene el antecedente de haber mejorado la democracia
gracias a la Seguridad Democrática, por eso vamos, de cara,
a las elecciones de octubre.
Y para que siga mejorando el proceso, vamos a hacer lo siguiente:
vamos a tomar todas las medidas, que haya que tomar en materia
de seguridad, para garantizar la transparencia de las elecciones
de octubre.
PACTO DE TRANSPARENCIA
He venido conversando con mis compañeros de los partidos
que integran la bancada Primero Colombia, Por la ausencia de Germán
Vargas, hablé con Nancy Patricia Gutiérrez, he estado
hablando con el Partido Conservador, con los compañeros
del Partido Unión Nacional Social, etcétera. Y estamos
acordando lo siguiente, bajo la dirección de quienes son
los líderes de esos partidos, el Ministro del Interior (Carlos
Holguín) y el Vicepresidente de la República (Francisco
Santos): estimular en todo el país un pacto de transparencia
y al mismo tiempo, buscar unas reformas legales y constitucionales
que se requieran.
Pacto de transparencia. Debe ser un pacto de transparencia que
ambientemos desde ya, para que la opinión pública
lo interiorice y vamos a proponerlo a los diferentes candidatos
a ver quiénes lo firman.
Ese pacto de transparencia, en mi concepto, debe comprometer –entre
otras cosas- lo siguiente: que los candidatos publiquen, una a
una, de las donaciones y de los donantes. Yo lo hice en mi campaña.
Dije: miren, me publican en internet, llega un peso a la campaña,
publíquenlo, llego un peso de fulano.
Los candidatos, desde los candidatos a la alcaldía de Bogotá,
hasta los candidatos a la alcaldía del más humilde
de los municipios, se comprometan con un sistema para publicar,
en detalle, sin omisiones, todas las donaciones a su campaña,
las cuantías y los donantes.
Que los candidatos se comprometan a no dejarse presionar por grupo
ilegal. Que se comprometan, que si reciben una presión,
la denuncien de inmediato. Si les da miedo denunciarla allá,
yo mismo estoy dispuesto a recibir las denuncias o que las reciba
un comité nacional de garantías con representación
de todos los partidos.
Que los candidatos se comprometan a no dejar que los grupos violentos
los presionen o los contratistas inescrupulosos, para que después
les asignen los recursos de la salud o de la educación o
de las obras públicas. Ustedes saben que se estaban robando
en el país muchos recursos de salud, desviados a grupos
violentos, que eso lo hemos venido corrigiendo. Por eso hay que
poner especial atención en el tema de la salud.
Reformas constitucionales y legales. Primero, partamos de este
principio: Colombia necesita hoy estabilidad institucional. Hay
que fortalecer la justicia, el Ejecutivo, las instituciones de
elección popular, el Congreso.
En el Congreso de la República separemos la institución
del Congreso, de las responsabilidades personales de quienes hubieran
cometido crímenes, pero la institución hay que salvarla.
El país hoy tiene que crear más y más confianza.
La inversión en Colombia muestra que hay principio de confianza
y lo único que nos va a sacar de pobres, que va a poder
permitir que este país salga adelante, es un flujo sostenido
de inversión. Cuidemos eso, no afectemos la confianza.
Por eso es muy importante decir: congresistas que hubieran violado
la ley, a la cárcel. La institución del Congreso,
sólida. Todo el mundo defendiéndola.
Colombia tiene unas buenas leyes, muy buenas. El régimen
de inhabilidades de Colombia es riguroso, el de incompatibilidades,
las normas de financiación de campañas. Colombia
tiene muy buenas leyes, yo diría: si se necesitan más,
que sean para mejorar, no con la creencia de que las actuales son
malas.
Si se necesitan más, que sean para mejorar, no con la creencia
de que hay que revocar el Congreso o de que hay que anularlo. No.
Consolidemos, solidifiquemos la institución del Congreso.
Se ha venido hablando de algunas reformas como estas, además
del pacto de transparencia.
Primero. Que aquellos partidos que no pusieren el debido cuidado
en la selección de sus candidatos –el Ejecutivo también
lo tiene que poner, por eso desde el 7 de agosto dije: el Gobierno
Nacional no nombra a nadie, cuya hoja de vida no haya sido exhibida
en internet unos días, para que cualquier colombiano que
quiera proponer un cargo contra esa persona, lo diga. ¿Moreno,
la hoja de vida suya estuvo en Internet?, ¿hubo alguna objeción?,
por eso se le nombró. Eso el Gobierno lo ha manejado con
toda seriedad-.
Entonces, una de las propuestas ha sido esta –que la he
escuchado a compañeros de las bancadas-: que si condenan
a un congresista de un partido y ese partido no puso todo el cuidado
en la selección, que ese partido pierda la curul, que le
descuenten los votos de ese congresista, que tenga que devolver
la plata que recibió del Tesoro Nacional por ese congresista
y que, incluso, el partido corra el riesgo de perder el umbral.
A mi me parece que esa reforma hay que discutirla, ojalá aprobarla.
Segundo –una que intentamos en el referendo-: que los votos
en el Congreso de la República sean públicos.
Yo no entiendo por qué un congresista tiene que votar con
voto secreto, si allí se están efectuando votaciones
sobre los intereses superiores del país. Yo creo que el
voto público le da mucha confianza a la ciudadanía
y obliga a tener mucha responsabilidad en el Congreso. Y disuade.
El que quiera ir al Congreso a hacer fechorías, sabiendo
que tiene que votar allá públicamente, dice: ‘no,
no me voy para allá, allá me descubren’.
Tercero: hay una gran crítica a la circunscripción
nacional. Muchos congresistas me han dicho: ‘la circunscripción
nacional ha corrompido mucho, ha exigido gastar mucha plata, promueve
una especie de piratería, que hay que ir a buscar votos
a una parte y a la otra’ y, si algún congresista saca
una votación grande en su departamento, le responde al electorado;
la saca por allá en otra parte y no le responde.
Cuando el país convocó a la elección del
91, yo estaba en el Congreso, tuvimos un candidato y salió a
la Constituyente, se hablaba de la circunscripción nacional
para minorías, no como regla. Yo creo que vale la pena discutir
que la circunscripción nacional no sea la regla, sino que
se reduzca a ser una circunscripción nacional para las minorías.
Me han dicho: ‘Presidente reviva su propuesta de unicameralismo,
de disminución del Congreso’. Yo las presenté en
el referendo de 2002 y no tuvieron éxito. Ese debate está fresco.
Yo acepté la decisión que se tomó en ese momento,
que me dijeron: ‘Presidente, no al unicameralismo’,
yo lo acepté, después de que lo había defendido
mucho. Por eso no estaría hoy en la idea de proponerlo.
También propuse la disminución del Congreso. No
pasó, pero sí hubo unas reformas muy importantes.
Primero: se aprobó la reforma constitucional que congela
el número de integrantes de la Cámara. Si sigue creciendo
la población, ya no seguirá creciendo la Cámara.
Segundo: el Gobierno Nacional eliminó los auxilios parlamentarios.
Los dineros de iniciativa del Congreso, se tienen que manejar en
audiencia pública.
Y tercero: para avanzar en la lucha contra el clientelismo, introdujimos
la meritocracia.
Esas son reformas bien importantes que se han introducido en Colombia
en este periodo nuestro. Yo rogaría que se tengan en cuenta.
Entonces, le propongo al país ese pacto de transparencia
y le propongo al país que estudiemos esta reforma.
Le he pedido a los directores de la Bancada Primero Colombia,
que ellos hagan un acuerdo sobre estas reformas, me digan –finalmente,
con el Vicepresidente y el Ministro del Interior- cuáles
deben ser los puntos del Pacto de Transparencia y cuáles
deben ser los puntos de la reforma constitucional.
Yo creo que debemos definir el texto del Pacto de Transparencia
cuanto antes. Que el Pacto de Transparencia tenga puntos como ese
de que todos se comprometan a decir quién les da plata y
cuánto, a publicarlo.
El compromiso de cómo van a manejar los recursos, especialmente
la salud para que no haya derivación a grupos armados al
margen de la ley.
El compromiso de que si reciben una presión de un grupo
al margen de la ley, de un criminal, inmediatamente la denuncian.
Y creamos una instancia de denuncia que le de confianza a todo
el mundo.
Yo, personalmente, en la elección presidencial y del Congreso,
recibí denuncias y no me las guardé. Un día
llegó allá Juan Manuel Santos y después llamamos
por teléfono a Germán Vargas y llegaron con unos
elementos que comprometían unos grupos políticos.
Inmediatamente se retiraron de las listas. Los fueron a recibir
en otro partido de nuestra coalición y yo dije públicamente
que ‘no’.
Yo no me guardé esas denuncias a ver qué pasaba
en elecciones a ver si después de elecciones las sacaba
o no. No. Corrí todos los riesgos. Mantengo muy presente
una frase de Pablo Neruda que dice: “imposible de cálculos”.
En un bello poema de Neruda que el lo llama Retrato, dice: “inoxidable
de corazón, imposible de cálculos”.
Mantengo muy presente esa frase de “imposible cálculo”.
Dije: aquí no hay cálculo electoral, denuncia que
se reciba, se la comunico de inmediato a la Fiscalía y a
la opinión pública. Creo que ahora hay que hacer
lo mismo.
Y, vamos tramitando lo que se necesita en reforma constitucional
o legal, creo Nancy Patricia, sobre esta base: solidez del Congreso.
Que no vaya a haber dudas de nuestro compromiso con la estabilidad
institucional, que la necesita la confianza del país.
Y sobre la base de reconocer que son nuevas leyes para mejorar
lo que hay, porque no podemos negar que el país tiene una
legislación muy buena en incompatibilidades, en inhabilidades,
en régimen de financiación de campañas, partidos,
todo susceptible de mejorar, pero empezamos de una base buena.
Los colombianos me preguntan cuál es la mejor reforma política.
Todo esto es bueno. Yo creo que la mejor reforma política
es la Seguridad Democrática. Porque la Seguridad Democrática
es lo único que evita la interferencia de guerrillas, de
paramilitares, de narcotráfico en la política.
Y los colombianos me preguntan: ¿cómo vamos a hacer
para que no se rearmen los desmovilizados, cómo vamos a
hacer para que no surjan nuevos grupos? Sí, hay que cumplir
con la reinserción, hay que ser muy serio en eso, pero lo único
que evita que alguien que tiene un designio criminal se arme o
cumpla con ese designio criminal, es que, como decía el
Libertador: ‘la presencia de la Fuerza Pública lo
disuada’.
El Libertador decía que: “la fuerza democrática
del Estado, la energía de la Fuerza Pública, es lo único
que aterra al criminal, lo único que da confianza a la ciudadanía,
la salvaguardia del débil”. En una bellísima
carta que dirigió a la Convención de Ocaña.
Y decía: “lo único que protege la virtud de
la República, es la energía de la Fuerza Pública” y
agregaba: “sin esa energía, perece la República,
porque sin virtud no hay República”.
Recordemos al Libertador. De las frases del Libertador a la Convención
de Ocaña, nosotros tomamos ímpetus para esta tarea.
Sí, necesitamos reformas legales, pactos de transparencia,
pero lo que más necesitamos para que haya transparencia,
es que los criminales sean disuadidos con la energía de
la Fuerza Pública.
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