PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN CHAPARRAL
Chaparral (Tolima), 5 jul. (SNE).- Las
siguientes son las palabras que pronunció el presidente Álvaro
Uribe Vélez en el municipio tolimense de Chaparral.
“Me honra mucho visitar aChaparral esta mañana,
en compañía del señor ministro de la Defensa
(Juan Manuel Santos), de los Altos Mandos, el gobernador (del
Tolima), Fernando Osorio, y el senador Carlos García.
Íbamos para Río Blanco, pero la circunstancia
de tener que regresar a Bogota a las 11 de la mañana,
nos impidió hacer esta reunión en Río Blanco
y nos obligó a hacerla aquí en Chaparral, donde
siempre es grata. Recuerdo ese Consejo Comunitario tan importante
que aquí realizamos.
Íbamos a hacer un consejo de seguridad ahora, en las
instalaciones del Ejercito en Chaparral, pero es preferible con
este bello sol matinal, que nos muestra hoy totalmente despejada
la cordillera, despejada de nubarrones como tendremos que despejarla
de criminales, es preferible hablarles amis compatriotas de Chaparral
y del Tolima, aquí en esta esquina del atrio, teniendo
como cobertura esta catedral, y teniendo como punto de referencia,
la historia de Chaparral.
Yo la dividiría en tres momentos. Momentos grandes,
de aquí partieron a servirle a la Republica, Melo (José María),Murillo
Toro (Manuel), Darío Echandía.
De aquí partieron, el uno convertido en el primer presidente
popular de la Republica, el general Melo, el gran caudillo de
la causa de los excluidos; el otro, uno de los artífices
más importantes de la Constitución del 63, quien
con Mosquera (Tomas Cipriano) aquí cerca, en 1862 en el
páramo de las hermosas, definiera la creación del
estado soberano del Tolima, anticipándose a la Constitución
del 63 en Rionegro.
Me refiero a quien después fuera Presidente de la República,
le diera brillo a las instituciones democráticas y al
Tolima, el doctor Manuel Murillo Toro, a quien tanto le debe
nuestra democracia, nuestro sistema de libertades y quien fue
precursor de las comunicaciones de nuestra patria.
De aquí partió a servirle a la Nación
el presidente Darío Echandia, majestad de la democracia,
aquel que nos dejó tantos consejos y tantos ejemplos,
el ejemplo de su dignidad, el ejemplo de despreciar el poder
y amar el servicio.
Si a mí me preguntaran cuál es su conclusión
sobre el presidente Darío Echandia, diría el ejemplo
de despreciar el poder y amar el servicio, el ejemplo del desprendimiento
personal y el afecto a la comunidad, el ejemplo de la evolución,
nos legó aquella frase que indica que en la vida pública
todos los días hay que acometer y todos los días
hay que rectificar.
Qué momento ese tan importante, el de Melo, el de Murillo
Toro, más cercanos en los años de la historia,
más cercanos a los primeros años de vida independiente;
el de Echandia, más cercano a la posmodernidad, a la consolidación
pluralista de nuestra democracia.
Otro momento de Chaparral y de este sur del Tolima, el estado
nacional se quedó en el discurso y fue sustituido por
los criminales de las Farc, los ciudadanos acorralados, los comerciantes
extorsionados, los campesinos desplazados, los cafetales tornados
en rastrojeras, la Nación se quedaba en la alegoría
de Melo, de Murillo Toro, y de Echandía, cundía
el descuido, ampliaba su capacidad de influencia el grupo criminal
de las Farc y la población de Chaparral, de Río
Blanco, de Planadas, del sur del Tolima quedaba en poder de los
criminales.
Y vamos a buscar el tercer momento, un momento de felicidad
para las nuevas generaciones, vamos a buscar el tercer momento,
un momento para recuperar la prosperidad en el verdor del campo,
vamos a buscar el tercer momento, un momento en el cual la ciudadanía
pueda dormir tranquila, volver a pescar de noche, como lo dijera
Darío Echandia, el presidente de la dignidad en el servicio.
Vamos a buscar el tercer momento, un sur del Tolima con una
economía vibrante, con una política social que
avance, que supere pobreza, que construya dignidad, un sur del
Tolima sin terroristas.
Hace 5 años a mi me decían: ¡Presidente,
el Tolima está perdido¡ en los planes del norte
el paramilitarismo, en el área adyacente al Espinal, el
paramilitarismo, en la cordillera del norte, los bolcheviques
de la guerrilla, otros grupos del Eln y de las Farc, el sur dominado
por los terroristas de las Farc.
¿Cuál fue mi respuesta? ¡El Tolima no está perdido¡ el
poder central que le canta al Tolima y que descuidó al
Tolima, que le entrego el Tolima primero a la guerrilla y después
a la guerrilla de los paramilitares, cree que el Tolima está perdido,
pero ese poder central está equivocado, porque el Tolima
tiene la gran reserva que es el carácter y el valor civil
de sus gentes.
Para este consejo de seguridad es importante contar con la
abnegación del Ejercito, de la Policía, de la Justicia,
aquí representados por los Altos Mandos, por los representantes
del CTI, pero para este consejo de seguridad es importante contar
con el carácter del pueblo tolimense, del pueblo de Chaparral,
del pueblo del sur del Tolima, con su heroísmo que impidió que
sucumbiera ante tantos años de descuido oficial y de avance
terrorista.
Este carácter que solamente respeta la democracia y
que impide ser dominado por los poderes del terrorismo, es la
gran esperanza para el tercer momento que buscamos para el Tolima.
Todavía hace dos años me decían: Presidente,
no sueñe, el sur del Tolima está dominado para
el grupo criminal de las Farc, esa cordillera es abrupta, esas
estribaciones del nevado del Tolima, cerca de Ibagué,
del nevado del Huila hacia el sur, ese intermedio de cordillera,
esa franja entre la ladera tolimense y la ladera vallecaucana,
todo eso está dominado por los terroristas de las Farc,
los campos abandonados, los comerciantes extorsionados, las Farc
celebra su aniversario en algunos pueblos del páramo de
Las Hermosas, someten a la ciudadanía, se burlan de las
instituciones. Eso nos decían, y era la realidad.
¿A qué vinimos hoy? No solamente a decir que
hemos avanzado sino a prepararnos para avanzar totalmente hasta
la victoria final.
Vengo a pedirle a los soldados y policías de la Patria,
a los integrantes del DAS, a los “Gaulas”, al CTI,
a la Fiscalía, a los jueces, que tenemos que entrar en
una nueva etapa, la etapa de la victoria definitiva contra el
terrorismo.
Todavía hay lunares y quiero referirme a cada uno de
ellos.
En San Luis, cerca de Ibagué, aún extorsionan
integrantes de las antiguas autodefensas, hay que capturarlos,
cuanto antes, allá se han hecho capturas, pero faltan.
Así como tuvimos toda la generosidad con la reinserción,
debemos tener toda la severidad con la reincidencia.
Esta política, para depararle felicidad a las nuevas
generaciones, tiene que tiene que exterminar por igual con la
guerrilla, que con los reincidentes de autodefensas, que con
el narcotráfico.
Anche fui informado que no obstante los buenos avances del
Ejército, comandado por el coronel Castillo, de la Sexta
Brigada, por el señor general Matamoros, comandante de
la División y de la Policía, comandada por el señor
coronel Cartagena, comandante de la Policía del Tolima,
todavía hay unos extorsionistas en Lérida, que
esos extorsionistas se agrupan en un corregimiento de Lérida,
de Armero, que se llama Méndez. Allá hay que perseguirlos
con toda la severidad. Que esos extorsionistas están allí en
motos y desafían a la ciudadanía, prenden las motos
y se fugan cuando hay presencia del Ejército y de la Policía.
Señor coronel Castillo, señor coronel Cartagena,
señor general Matamoros, a capturarlos a todos, que no
se fugue uno solo, para que el pueblo del Tolima pueda recuperar
plenamente su tranquilidad, su felicidad.
He sido informado que hemos avanzado, pero que todavía
en un cañón al occidente de Ibagué, por
la cordillera, se reúne un grupo de las farc, que transita
entre Ibagué y el Quindío. Hace daño, en
el Cocora quindiano y hace daño en el Cocora de Ibagué.
Hay que capturarlos, enfrentarlos con todo rigor, porque necesitamos
un Tolima totalmente libre de terroristas, un Tolima que proyecte
hacia el futuro la gloria que aquí sembraron Melo, Murillo
Toro y Echandía, no un Tolima que siga con las sombras
que trajeron los terroristas, hijos del descuido oficial, de
tantos años cuando se le cantaban himnos al Tolima, pero
no se le daba la mano al Tolima para enfrentar el terrorismo.
Antes de ayer tuvimos un hecho triste: a 15 kilómetros
de aquí de Chaparral, las Farc nos asesinaron 4 soldados.
Rendimos tributo hoy a esos héroes de la Patria, a sus
familias.
Vengo a pedirle al general Matamoros, comandante de la División,
al señor coronel Castillo, comandante de la Sexta Brigada
de Ibagué, al señor coronel Pineda, comandante
de la Brigada Móvil número 8, que tenemos el apoyo
del pueblo para derrotar la presencia de las Farc en el sur del
Tolima.
Criminales como Manuel Marulanda, Jorge Briceño, a quien
popularmente se conoce con el nombre de “Mono Jojoy”,
a Alfonso Cano, con tantas poses intelectuales y tantas acciones
criminales; Catatumbo, que mientras asesinaba y secuestraba mantenía
una tertulia con ciudadanos de Cali, todos esos criminales pensaron
que el sur del Tolima era del crimen y de su terrorismo. Están
equivocados.
Señor general Matamoros: hemos avanzado. Hoy es distinto
a hace tres años. Recuerdo la angustia del gobernador
Fernando Osorio, de los alcaldes. Recuerdo que la ciudadanía
me decía: Presidente, el 14 de julio, las Farc hizo un
acto de celebración en San José de Las Hermosas.
Hoy es diferente a hace tres años. Vamos ganando, pero
no hemos ganado todavía. Estos criminales todavía
extorsionan a la gente, la extorsionan aquí en Chaparral
y la extorsionan en Rioblanco, y la extorsionan en Planadas y
en otros municipios y corregimientos del sur del Tolima.
Estos criminales todavía tienen la ilusión de
que nuestra acción militar es pasajera y que ellos van
a recobrar el dominio terrorista sobre el sur del Tolima. De
ninguna manera.
Hoy, 5 de julio, tenemos que tomar un nuevo aire parar depararles
la derrota definitiva en el sur del Tolima. El Gobierno, el Ejército,
la Policía, el DAS, la Administración de justicia,
el Ministro de la Defensa y yo, no podemos ser inferiores al
valeroso carácter, a la recia personalidad de este gran
pueblo del Tolima, que a pesar de haber estado tantos años
abandonado del gobierno central, sometido, maltratado por el
terrorismo, hoy está en pié de lucha para quitarse
esa amenaza del terrorismo, para vivir libre de esa pesadilla.
No podemos ser inferiores. Los vamos a derrotar.
Señor coronel Cartagena, señor coronel Castilla,
no esperen que el campesino venga a denunciar una extorsión.
No esperen que el comerciante venga a denunciar una extorsión.
Que el Ejército, la Policía, visiten a los campesinos
y a los comerciantes, les den protección, impidan la extorsión,
capturen a los extorsionistas de las Farc.
No esperemos que estos criminales vengan a asesinar a nuestros
soldados, como hace dos días asesinaron cuatro soldados,
aquí a 15 kilómetros de Chaparral.
Avancemos nosotros en toda esta agreste cordillera de la Patria
a derrotar lo que queda del terrorismo de las Farc. A eso venimos.
Por eso, la reiteración de este compromiso la tenemos
que hacer hoy, no en las instalaciones militares de Chaparral,
sino ante este sol matinal, teniendo nuestros seres cubiertos
por el frontón de esta catedral de Chaparral, de cara
a las mentes adustas y severas de los tolimenses.
La reiteración de nuestro compromiso: de una Colombia
sin criminales de la guerrilla, de una Colombia sin criminales
del paramilitarismo, de una Colombia sin criminales del narcotráfico.
Solamente las acciones le dan credibilidad a este predicamento.
Solamente el campesino que pueda vivir tranquilo en su vereda,
es la prueba de que estamos procediendo bien.
Solamente el comerciante que pueda ejercer tranquilo su oficio
es la prueba que estamos ejerciendo bien. Solamente el niño
que pueda gozar los paisajes y las quebradas, sin el asedio del
terrorismo, es la prueba de que estamos procediendo bien.
Solamente la recuperación de los cafetales, de los platanales,
la tranquilidad de las Familias Guardabosques, es la prueba que
estamos procediendo bien. Para que todos ellos vivan tranquilos,
hay que quitarles la pesadilla del terrorismo, de este terrorismo
que secuestra y asesina y extorsiona, de este terrorismo cínico
que tiene posturas ideológicas en las que no cree, que
son disfraces para su sed de sangre, este terrorismo que se creyó dueño
de Colombia, dueño de la libertad de los colombianos,
este terrorismo que tenemos que exterminar de toda la geografía
de la Patria y de toda la geografía del Tolima.
A reiterar ese compromiso venimos esta mañana a Chaparral.
Los Altos Mandos y el Ministro estarán en Neiva, ciudad
tan azotada por el terrorismo.
Ayer se capturó a uno de los terroristas responsables
del último carro-bomba, contra la señora Alcaldesa
de Neiva. Todos los días con perseverancia, capturando
al uno y al otro, vamos a conseguir la Patria que soñamos,
una Patria con toda la firmeza, con toda la tranquilidad, con
toda la libertad, con todas las posibilidades de felicidad.
Y hoy muchos colombianos se preparan para salir a las calles,
para salir a exigirle a los terroristas de las Farc, la liberación
inmediata y unilateral de los secuestrados, la devolución
de los cadáveres.
¡Matones, bufones, mentirosos¡ Ese criminal de
Raúl Reyes se codea con delegados europeos, apariencia
de señorón en ese bandido, y mantienen por allá un
respeto y un temor reverencial por ese bandido mayor de Manuel
Marulanda, don Manuel, aquel a quien tantos homenajes se le rindieron
en La Uribe, allá como se llamó ese sitio donde
se reunían tantos blandos del país y del mundo
con él, en casa verde, iban a rendirles pleitesía.
Don Manuel, el criminal mayor de El Caguán, ese bandido
tomando whisky, usufructuando el dinero del narcotráfico,
ordenando el asesinato de colombianos, ordenando el secuestro
de colombianos, ese bandido que recibía a los visitantes
internacionales más importantes. Pudieron ser muy ricos
los que iban allá, pero qué pusilánimes.
¿Para qué plata con tanta pusilaminidad? ¿Para
qué dinero si no tuvieron la dignidad de darle la cara
a Manuel Marulanda? ¿Para qué dinero, si en lugar
de ir a El Caguán a darle la cara a Manuel Marulanda,
fueron a patrocinarle su terrorismo? ¿Para qué inteligencia,
para qué preparación, si en lugar de ir a El Caguán
a verle la cara a Manuel Marulanda, fueron a rendirle venias,
a patrocinarle el terrorismo?
Eso no lo repetirá el país, por eso nosotros
no vamos a crear nuevas zonas de despeje. ¡Qué tal
una zona de despeje en Pradera y Florida, allá al otro
lado de esta cordillera¡ ¿Para qué? Para
que la guerrilla criminal y terrorista se apodere de los ciudadanos,
para que la guerrilla criminal y terrorista, se refugie y eluda
las acciones de la Fuerza Pública, para que tenga personalidades
del país y del mundo, a rendirle tributo a rendirle tributo
a los crímenes de la guerrilla. De ninguna manera.
Esta mañana amaneció esta cordillera Central
despejada, con un bello sol que resplandecen los nevados, así mismo
la tendremos que despejar de terroristas, pero no despejáremos
de Fuerza Pública, un solo milímetro cuadrado de
la Patria.
Enviamos desde aquí un saludo lleno de afecto a los
ciudadanos de Pradera y de Florida, la reiteración de
que a Pradera y Florida los despejaremos de terroristas, pero
no vamos a permitir, que se despeje de instituciones para que
el terrorismo se apodere de los ciudadanos.
¡Qué tal, Pradera y Florida en el nuevo Caguán,
en el nuevo trono del crimen, don Manuel Marulanda, el criminal
mayor, sentado con ese señorón del crimen Raúl
Reyes, tertuliando, en poltronas recibiendo allí el homenaje
de los pusilánimes¡ Nosotros tenemos que escoger
entre la connivencia de los pusilánimes con el crimen,
y la decisión corajuda de los colombianos de carácter
en contra del crimen.
Y el carácter se contagia, todos los días en
la Patria hay más y más ciudadanos con firmeza,
menos y menos ciudadanos con temor. El país le ha perdido
el temor al crimen, una zona de despeje en Pradera y Florida,
en cualquier sitio del territorio, es para regresarle oportunidades
al crimen.
¡Qué tal, que ahora que el país le ha perdido
el temor a los criminales, le entreguemos a los criminales una
zona de despeje, para que allí se aposenten, allí reciban
el homenaje de los pusilánimes, para darle al país
mal ejemplo, para que esta ola creciente de recuperación
del carácter y de la dignidad de la Patria se reversen,
para que en lugar de brillar la democracia, brillen de nuevo
los criminales por la debilidad de los pusilánimes¡
Por eso compatriotas del Tolima, ni un milímetro, ni
un milímetro a los criminales.
Por eso compatriotas del Tolima, a los que merodean todavía
aquí en el sur, una notificación: ¡los vamos
a destruir¡ ¡Los vamos a destruir¡ ¡Los
vamos a destruir¡
Solamente este año se han desmovilizado 1.800 de las
Farc, todos los que se desmovilicen, son recibidos con toda la
generosidad del Gobierno. Hemos desmovilizado 43 mil en este
Gobierno, 33 mil de los mal llamados paramilitares y 10 mil de
las guerrillas. Y todos los días hay más desmovilizados,
la consigna tiene que ser, desmovilización o exterminio.
Nosotros no podemos permitir que el pueblo colombiano sea nuevamente
engañado por estos criminales, vamos a derrotarlos.
¿Y además quién puede confiar en ellos?
Miren lo que pasó, asesinaron a los diputados el 18 de
junio. Ese mismo día los asesinos de las Farc, que perpetraron
ese crimen, estaban en diálogo con unos delegados de tres
países europeos que había autorizado el Gobierno
para ese diálogo. Era un diálogo para el acuerdo
humanitario. ¡Qué farsa¡ ¡Qué hipocresía¡
A tiempo que con el criminal Raúl Reyes estos delegados
europeos hablaban del acuerdo humanitario, otros criminales de
las Farc, compinches de Raúl Reyes, asesinaban a los diputados. ¿Se
puede confiar en esa hipocresía? ¿Se puede confiar
en esa farsa de la sangre criminal? Por eso el camino que hay
que dar es derrotar a estos criminales, a estos traficantes del
dolor, a estos traficantes de la miseria y el desplazamiento,
a estos traficantes del desempleo. La consigna que queda es derrotarlos.
¡Mentirosos¡
Un día le dijeron al país que no habían
asesinado a unos indigenistas, que habían muerto por un
combate con el Ejército. ¡Mentirosos, asesinos,
ladrones, bufones y mentirosos¡ Lo que hicieron fue que
los asesinaron.
Otro día le dijeron al país que Doris Gil y Helmut
Bickenbach, habían muerto en un cruce de disparos entre
las Farc y el Ejército. ¡Mentirosos, bufones, ladrones,
asesinos, señorones de la sangre y el crimen¡ Asesinaron
a Doris Gil y a Helmut Bickenbachamarrados, tirados en el suelo.
El Ejército estaba a un día de camino.
Asesinaron a Gilberto Echeverri exministro de Defensa y al
Gobernador de Antioquia, cuando el Ejército ni siquiera
había llegado a ese sitio. Los asesinaron en el suelo,
como lo demostró el examen forense, con toda la sevicia,
con toda la alevosía, con toda la cobardía, no
alcanzó a haber un cruce de disparos con el Ejército.
Esa noche nos lo confirmó un sargento que logró sobrevivir
y que estaba igualmente cautivo, en el mismo cautiverio del Gobernador
y del exministro de Defensa.
¡Mentirosos estos bandidos¡ ¡Criminales que
asesinan y mienten¡
Asesinaron a los diputados el 18 de junio, hoy es 5 de julio
y no han entregado los cadáveres. Porque quieren torturar
más a las familias, porque quieren consumar su mentira
como complemento del asesinato, porque estos bandidos que son
avisados e informados saben, que la ciencia médica no
garantiza la exactitud de la autopsia, cuando ya ha transcurrido
un tiempo desde que se produjo el asesinato.
Todo día que retrasen la entrega de los cadáveres
de los diputados, es un día que dificulta la exactitud
del dictamen pericial. Quieren consumar la mentira, ellos saben
que el Ejército no ha mentido, ellos saben que no hubo
cruce de balas, ellos saben que asesinaron a los diputados alevemente,
cobardemente, con todos los agravantes del crimen, ellos saben
que asesinaron a los diputados porque ellos solamente aspiran
para Colombia crimen, castigo, maltrato al pueblo. ¡Mentirosos¡
El Gobierno, el 28 de junio, cuando se enteró de la
noticia, dijo claramente que estamos dispuestos a que haya una
comisión internacional forense que practique el examen
sobre los cadáveres de los diputados, y que le diga al
mundo, y que le diga a la comunidad colombiana, cuál fue
la modalidad del crimen.
Y como estos criminales saben que les tenemos descubierta su
capacidad de engañar, estos criminales tienen hoy la cobardía
de abstenerse de entregar los cadáveres.
Estos criminales le tienen que pedir permiso al criminal mayor,
al don Manuel, aquel de la poltrona de casa verde, aquel de las
botellas de wisky de El Caguán, el don Manuel del crimen,
el don Manuel que recibía homenaje de los ricos de Wall
Street, el don Manuel que recibía homenajes de pusilánimes,
le tienen que pedir permiso a don Manuel para devolver los cadáveres.
Y como don Manuel tiene todas las maldades, como es un acopio
de perversidad, él demora la entrega de los cadáveres
para evitar que la verdad descubra plenamente el asesinato de
las Farc.
Pero el pueblo colombiano está en pie de lucha contra
estos bandidos, y el pueblo colombiano no va a hacer el juego
a la mentira ni al asesinato.
Por eso, lo que hay que exigir hoy es que entreguen a los secuestrados,
que los liberen unilateralmente.
Lo que tenemos que exigir hoy es que devuelvan los cadáveres
inmediatamente, que no eludan una comisión forense internacional
que practique el examen sobre los cadáveres, y que le
cuente al país y al mundo la modalidad del crimen.
Lo que tenemos que exigir hoy es que el Gobierno no se ablande,
que el Gobierno mantenga firmeza.
Lo que tenemos que exigir hoy es que el Gobierno despeje al
país de terroristas, pero que no le despeje a Colombia
a los terroristas.
Lo que tenemos que exigir hoy es que el Gobierno haga gestos
humanitarios como el que se hizo con Rodrigo Granda, y con los
150 de las Farc que salen de la cárcel no para volver
a delinquir, pero le tenemos que exigir al Gobierno que se niegue
a liberar guerrilleros a pedido de las Farc para que vuelvan
al secuestro, a la extorsión y al asesinato.
Hace años en Colombia había marchas contra el
secuestro, yo recuerdo haber acompañado a País
Libre, liderado por nuestro distinguido Vicepresidente, el doctor
Francisco Santos Calderón, entonces en el liderazgo de
País Libre.
Yo, acompañé esas marchas desde la Gobernación
de Antioquia, pero no siempre tuvieron resultados porque no había
firmeza contra el secuestro, ahora la hay, los resultados son
elocuentes.
Hubo años durante los cuales en el primer semestre se
secuestraron 1.700 colombianos, ahora se han secuestrados 100,
todavía es mucho, pero mucho menos de lo que había.
Vamos ganando aunque no hemos ganado todavía, y por
eso el Ministro de Defensa y los Altos Mandos me decían:
Presidente, no ablande la política, no la debilite, hay
que fortalecerla y perseverar, y en eso estamos.
Cuando en el pasado los ciudadanos se volcaban con fortaleza
a las calles, a pedir una política firme contra el secuestro,
esas voces no encontraban eco oficial porque no había
una voluntad política firme contra el secuestro.
Hoy, hay un a acople entre la voluntad ciudadana y la voluntad
Gobierno, hoy la voluntad ciudadana pide firmeza y fortaleza
en la política contra el secuestro y el Gobierno responde
con fortaleza y firmeza.
Por eso no se entendería que algunos en las marchas
salieran a pedir zonas de despeje, claudicaciones ante las Farc,
lo único que quiere el pueblo hoy es firmeza para quitarle
de una vez por todas ese yugo que lo atropella que es el terrorismo
de estos criminales encabezados por Don Manuel y por el señor
Briceño, y por el filósofo Cano y por el tertuliador
Catatumbo, y por el Raúl Reyes, que todos los días
se codea con personalidades del mundo. Con una mano está matando
y con la otra está recibiendo a personalidades del mundo.
A derrotar estos criminales es que debemos destinar todas nuestras
energías.
Conversando casualmente esta mañana aquí en el
Parque de Chaparral, me decían algunos: Presidente, esto
todavía no está bien del todo pero hemos mejorado.
Ya los campos empiezan a reverdecer, la gente a ponerle atención
a las parcelas, aquí no hay un solo latifundio, acá hay
un campesinado propietario, esta cordillera es una colcha de
propiedad democrática, aquí la guerrilla ha maltratado
al campesinado, aquí no hay grandes comerciantes, aquí hay
una colcha de pequeños comerciantes, aquí hay un
pueblo digno, de medianos recursos, con gran sentido de Patria,
que ha sido maltratado por ese verdugo que son las Farc y tenemos
que quitarles de encima ese verdugo.
Déjenme finalmente convocar a todos los colombianos
para que le ayudemos a la Fuerza Pública con nuestra información
oportuna, para construir más confianza con la Fuerza Pública,
que la Fuerza Pública con su eficacia, con su transparencia,
todos los días merezca más confianza, y que los
ciudadanos, con su dignidad Patria, con su decisión de
vivir libres, todos los días depositen más confianza
en la Fuerza Pública.
Tres pilares: la Constitución. la Fuerza Pública
y la ciudadanía, constituyen el camino para derrotar definitivamente
al terrorismo.
Con terrorismo hay desplazamiento, pobreza, carencia de inversión,
desempleo. Con seguridad hay todo lo contrario confianza de inversión,
tranquilidad de los ciudadanos en sus parcelas, prosperidad,
posibilidades de superar la pobreza.
El Tolima asiste hoy a la construcción de grandes obras.
El túnel de la línea que habrá de llamarse
el “Túnel del Segundo Centenario”; la construcción
del distrito de riego en el Triangulo del Tolima para que salga
adelante el minifundismo; la doble calzada Girardot-San Rafael.
En los próximos días la adjudicación del
tramo San Rafael, Chicoral, Ibagué, Cajamarca.
El Tolima queda con 86 mil Familias en Acción. Todavía
está muy alto el desempleo en Ibagué, pero es que
lo encontramos en el 26 y ahora ronda alrededor del 17. Con toda
nuestra política social aspiramos derrotarlo, pero hay
que llevar de la mano la política social, la confianza
inversionista y la seguridad.
Sin seguridad, la política social se reduce al discurso
demagógico, al engaño y al reparto de pobreza.
Avanzando en seguridad podremos tener una política social
que le de a los colombianos bienestar y prosperidad, equidad,
ilusiones, metas de felicidad. Eso es lo que buscamos.
Recuerden ustedes, casa verde y El Caguan, la sangre apoltronada,
allí los héroes eran los verdugos, don Manuel Marulanda
y compañía, recibiendo el homenaje de los pusilánimes.
Eso no se puede repetir, ahora el héroe es el pueblo,
ahora el héroe es el soldado, ahora el héroe es
el policía de la Patria.
Pueblo, policías y soldados héroes de la Patria,
a exterminar a los verdugos. Que el único espacio que
se le de a los verdugos, sea el de someterse, sea el de entregar
a los secuestrados, el de devolver los cadáveres.
Que el mundo sepa que aquí hay un pueblo firme, un pueblo
digno, un pueblo que no va aceptar que nos sugieran nuevos homenajes
a los criminales.
¡Que tal un despeje para que pague el crimen¡
¡Que tal un despeje de premio a los asesinos, a los asesinos
de los diputados¡
¡Que tal un despeje para que instalen allí las
poltrona del criminal mayor de Manuel Marulanda y vuelva la fila
de los arrodillados y de los pusilánimes a darle grandeza
a quien solamente ha procedido con bajeza¡
Por eso lo que tenemos que hacer es liberar todo el territorio
de estos bandidos para que el pueblo colombiano pueda vivir feliz
en todos los milímetros cuadrados de la extensión
de la Patria.
Ese es el dilema: el homenaje al pueblo despejando al país
de terrorista, la contribución a la felicidad de los colombianos
despejando el país de terroristas, o entregarles una zona
de despeje a los terroristas para que reciban de nuevo el homenaje
de los pusilánimes y se apoderen nuevamente de la libertad
del pueblo colombiano y lo esclavicen y lo torturen.
Vamos a salir hoy a la calles en una señal de vigor
contra al terrorismo y de solidaridad con las familias de las
victimas.
Que sepan en el Valle del Cauca, en Cali, los familiares de
los diputados asesinados, que los colombianos estamos con ellos.
Que nuestra solidaridad es total, emocionalmente.
Que nuestra solidaridad es total para quitarles a los colombianos
esa pesadilla.
Que vamos a buscar los mecanismos jurídicos para la
compensación pecuniaria del Estado, que algo ayuda, aunque
nada supere el asesinato, nada recupera la vida, vamos a buscar
que esa solidaridad pecuniaria se dé sin la necesidad
del litigio al cual estamos acostumbrados.
Nuestra solidaridad con las familias y nuestra firmeza en contra
de los terroristas, es la consigna compatriotas.
Aspiro volver al sur del Tolima en los próximos días
a Ríoblanco, para que hagamos dos consejos paralelos,
un consejo de seguridad para escuchar a campesinos, comerciantes
y estudiantes labriegos, para integrarlos más con la Fuerza
Pública, para avanzar en la derrota de los criminales.
Doctor Fernando Osorio, quiero ir ese día con usted
a San José de las Hermosas, a clavar en San José de
las Hermosas la bandera de Colombia y la bandera del Tolima,
a recordar a Murillo Toro y a Melo y a Echandía, y a despreciar
a esta recua de criminales que han maltratado al Tolima, a recordarle
a Colombia que aquí hay un pueblo con carácter
que merece gobiernos de carácter.
A estos pueblos de carácter no se les puede responder
con gobiernos pusilánimes, estos pueblos de carácter
se desencantan cuando los gobiernos son pusilánimes. Para
que el Gobierno esté medianamente a la altura del pueblo,
el Gobierno tiene que proceder con toda la entereza de carácter
para responderle así medianamente a la dignidad del pueblo
colombiano.
Dentro de pocos días -con la ayuda de Dios-, en San
José de las Hermosas, en donde los criminales de Marulanda,
Reyes, el filósofo criminal Cano, el tertuliador criminal
Catatumbo, esclavizaban a la gente, dentro de pocos días
haremos que flamee allí, ondulante y victoriosa la bandera
de la patria en señal de que hemos recuperado la libertad
de las gentes del sur del Tolima.
Señor coronel Pineda Recuerdos, a cada uno de los 1.200
integrantes de la Brigada Móvil; señor coronel
Castilla, a cada uno de los integrantes de la Brigada Número
6 de Ibagué; señor coronel Cartagena, a cada uno
de los policías del Tolima, señor director del
DAS, doctor Peñate (Andrés), a cada uno de los
integrantes del DAS, nuestro llamado fraterno. En ellos, que
tienen las armas de la República, reposa la ilusión
del pueblo del sur del Tolima, de despejar esta zona permanentemente
de criminales.
Durante cuarenta años estuvo despejado de Fuerza Pública,
durante cuarenta años, el carácter del pueblo del
sur del Tolima fue mancillado por la debilidad de los gobiernos
centrales, durante cuarenta años se opacaron los campos
y prosperó el terrorismo. Ahora queremos que regrese la
libertad con la derrota del terrorismo, que haya despeje, pero
despeje de terroristas, ahora queremos que regrese la prosperidad
del hombre labriego del Tolima con el reverdecer de los campos
y el marchitamiento de los terroristas.
Ese día, dentro de pocas semanas, mientras el ministro
Santos y el general Padilla, los mandos nacionales y del Tolima,
presidirán en Ríoblanco y visitarán San
José de Las Hermosas, con el gobernador Osorio, con los
parlamentarios del Tolima, con el doctor García Orjuela,
con el doctor Gómez Gallo, ese mismo día haremos
un consejo comunitario, para mirar qué está pasando
con las Familias Guardabosques; con el régimen subsidiado
de salud; cómo vamos con las 86 mil Familias en Acción
del Tolima; cómo vamos con Banca de Oportunidades; cómo
están aplicando los alcaldes, esa platica que a cada uno
se le entregó este año de 140, 150, 200 millones
para las vías; cómo vamos a desatrancar contratos
del Plan 2500; cómo vamos a arreglar 20 kilómetros
-que están en muy mal estado- en la carretera que conduce
de El Espinal, El Guamo, Ortega aquí a Chaparral.
Ese día lo miraremos. Por lo pronto, que esta marcha
de los colombianos, en expresión de la dignidad de este
gran pueblo, empiece acá en Chaparral y que estos criminales,
que osaron asesinar a los diputados del Valle del Cauca, sepan
que con ese asesinato empezaron a cavar su propia sepultura.
¡Qué viva Colombia¡ ¡Qué viva
el Tolima¡ ¡Un Tolima de Murillo Toro, de Melo, y
Echandía va adelante¡ ¡Nunca más un
Tolima con el pueblo sometido por los terroristas¡
Hoy tiene que haber una presencia vigorosa de Gobierno con
carácter, para responder medianamente a la dignidad de
este gran pueblo colombiano.
Que no se equivoquen los pusilánimes, que no se equivoquen
en otros países, que no se equivoquen los delegados internacionales,
aquí hay una decisión, solamente una decisión:
el exterminio del terrorismo para recuperar la libertad y el
bienestar y la prosperidad que merece la dignidad del gran pueblo
colombiano.
Empecemos esta marcha aquí en el parque de Chaparral.
¡Viva Colombia¡ ¡Viva el Tolima¡ ¡Viva
el sur del Tolima¡ ¡Viva este Chaparral de Melo,
Murillo Toro y Echandía¡
Gracias compatriotas”.
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